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EL Asesinato de Palma-Sola isTORIco: Au Se. Lie. D. Jost Love Pornitva v Rojas Yeon Ta pla en la ore Un momeati- im embarz0... ya vsted vio! Yee Juer tomé asionto, y lena” pa @ imperioso-en la tltima foja del man denes de libertad, diciendo, mientras el vie- jo aplanaba sobre ellas una hoja de papel dard sin castigo. Nuestra actividad a 8 flees. En fin 0 dicen por de la Inman jostcia queda para la cual ng hay ‘Dot Cosme contest6 con wm gesto de dada y Tevant6 los hombros como =< USS; E80 dicen! Hay algo mis No, senor. Sues, abu Eliseo recogie tiller yeep te arrellandse en la poltrona y enceni fin agosto, en plena temporada ie I 19 ay pavorosa, va Casimiro, el honrado ¥ laborioso arrendatario, camino de st ran ‘ho de Palma-Sol, jinete en le, Diabla, una ‘excelente mula de muchos codiciaca, y por la cual Te ofrecian hasta ciento cincuenta daros los duefios del Ceibo, ciento cincwen ta del aguila, en platita sonante y contan te, a Ta hora que los quisiera, peso sobre peso! Pero ; quis! Casimiro contestaba No, amo, ;Vender mi Diabla? 1 No res! Si silo el nombre es lo que le alea Primero vendo la punta y malbarato el fetaito, Vamos, sor ato: antes empe Ja camisa que vender la bestia: y Inexo qe mi mujer esta que no cabe con su mula. Y Ja verds, sefor, cuando va uno en ella, va ‘uno mejor que en el ten! "Margarita le tie= ne om cariio y ua ley, que... 10 es ew paz! jNi aungue le ofrecieran’ por ella perlas de is Virgen!” Si quiere'la otra, mi no, la Sapa lana se la traigo. {NO ie recele, pairéni! Tambien la Sapa es bbuena east que como éta, Tiete buen pa ni pajarera ni mafiosa, De yeras, 00 ledesconfie. Aunque la vea caida de agu jas.... Se la arrearé pa ci, prague la ved, Por ia vista enira ol gusto, Ya ver qué Fienda. Se la merque al eotjefo el aio pasado. Le di cnarenta..;s barata! Cus renta me dan ni media mis ni medio me nos. jEs pa los amos y nada les gano! 1 Qué caminos aquellos, Dios santot De Soy ete Dalat No Ere avr ape cela tin vuelce el cora Ta mayor desgracia, volverse al Celbo, Ganas Te dala ‘alt pasar la noche Dat otto el bos xe somtbrio, negro, pavoroso, leno de es- pantables rumores: slbidos de serpientes Estruendos de drboles viejos que se caian Tonear de sapos en zanjas v lagenetas fal fin de ta selva, el estrpito de il ride creciente Yenia que volaba con im tropel de cien es- tadrones & galope truenos, como si as Tegiones infer fallaran allen combate defiitivo. peachos, en los crestones, en fas cdepides Epreias, los fulgores del Fayo se dfn a través de is nies, slum instante con coloraciones fugitivas, rojas, dareas, cerileas, que dejaban ver o sino perfil de los montes y Ja negra mole de nose cordilers. thosteaban en las yerbas himeda relay mafafas resonantes, el centellear d& Ios coun STA Tegar!—se dij et ranchero com- ponigntose fa ianga TA ga fue el agua est Pe pAnde, Die fio el noble animal aang’ paso ta Gi seguida a via esata Avanaaba el jinete a it vera del fangoso ‘etetiecitas agitta ¥ ¢l viento, reme dahan rimores fe crugleteseda, De al finde fa cual estaba fy casa A traves de Tas plantas st vei el fuego el hogar que aria con Ina Hate y Foi Tec ae in euge Casinco ex baller En van’ Ta Diabla se detavo alcbresteda,remient,erguida fa cabert a Epal—zQué te sacede?—exclamé a ence Ee epi : 4 Diabla, rebelde al freno, pugnaba por volerse, “Casiniro gra ene die las espielas, pero éste los ‘—_No quieres? Pues... jtoma! sam par de Tatigazos, uno por ca io ‘mula seraneé al tote Entre Ta mila quedaba un hombre es condido, envuelto en negra manga, apoya- das las manos en el eatin de una escopeta iQue alegrementeardian tos Ieios en el hogar! ‘Tronaban tot tizone y fs Mamas se fetorcian trémlas os tomo del tron tnaegrecido, proyectando ‘ens. muros danearinas y quebradas. fombras Condo Casta legs ya Margarita 1 ‘Linda campasia de apiionado vostro, sbeto tlle y grandes ojos negros, Son tela afable y Gatosa. Aquella snrisa era ara ies eeaeereel 18. dlesensillar, ya persogar 4 esta mafioea que fhe ard de im modo qie fa andar. 1Si no le arri Siptié Margarita que el carazéa se Te s bia a la garganta, y tragando saliva y do Agios! 1 Vayal z¥ por qué Los animales & veces uumique 2 ti no te vuadre, se la vendo al er mapachin fede! El cuenta es que paré las ore fa y 4 poco entraba en la Sivieras! echo de ver que falta que me hace piso lida al cit esto, iraite ta Timveta, “Ese iore dormir, ML asada, porque el gallo ha eves, oyose envel fecho tt ieee daa a wae asp eee: egies Spdéame docmiet NNo# i elarito oj el ruido, Los anima les estan inguietos.. Ok ido coma de gen —No, mujer, si el perro no ladra. Porque no esti Desde ayer uo fella cama ¥ Inego que nd El ranchero se embro el machete y sald al portal El ciclo ¢ habia despejado. La luna ila minaba com triste claridad arboleds ona Zales; ligera brisa sostirraba en Tes palmas sco del palido satélit Tas malas se revolvinn inguletas, La Diabla, al sentie A si amo, relieho de Margarita dej3 el fecho, y quedo, may ‘quedo, de pintlis, conteniendo el aliento fr or, fizado el cabello, se fue hasta Ia puerta, Aili, en espera de’ algo +e ible, se dete & escuchar Ne'repente sond un dispara, Se oyé un grito: despues un iay'lastimeros ex se fuida un queiido; y Inego el aterrador si Tencio del campo adofmecido Deentre ra del caital se destaco sm bulto. Un hombre que con el arma en la mano lleg® hasta el portaldn, y que en ‘oz_aniy: baja, como st tviera miedo de Si mismo, como si teisiera excuelar sis props palabras, dij ava Vv cho aiios despus, certo dia del mes tretendos el Juez que ya conocemos y x Se acuerda vd, amigo—dijo el pri- Val trio que lamer, gue, por cierto no ra de malos bigotes, y el machacho. que : d, sefiora?—pregints el La mujer permanecio muda algunos ins- | CIA POPULAR. esue eo

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