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‘Sanpna B. Sansta | Nataiia B. LinDut a distancia suele ser mejor que la visi cercans. Puede haber disminucion del eampo visual. La iluminacién en general debe ser normal. Glaucoma: aumenio de presin intraocular _La visin periéricaesté disminuida y la visin noctume es pobre. Hay dificultad para la lectura y para ver objetos de gran tamafio, Presenta di- ficultades en el desplazamiento por la educci6n del campo visual. En ge- eral ‘se necesita una potente iluminacion. a preocupacién del At. por conocer las “capacidades” - tes hace la diferencia, generalmente las Timitaciones estina Sees cuando no podemos ver las posibilidades dquign es el que no pwede ver? BIBLIOGRAFIA — Leonhardt M,, El bebé ciego. Madrid. 1992, ~ Barrage N., Programa para desarrollar eficiencia en el funcionamiento visual ___ Madrid. ONCE, 1991. ~ Lapierre A,, La préctice psicomotriz: una propuesta educativa mediante cl cuer- ‘poy el movimiento, Francia, 1997, — Jan Van Dijk, Enfoque metodol6gico para ta comunicacion y ts educacién ba- sadas en el movimiento, Holanda, 1967 L MODELO DE LA OcupaciON HUMANA >OMO MARCO DE REFERENCIA PARA EL AcoMPANAMIENTO TERAPEUTICO: INDICADORES ¥ BSTADI{STICA DE CASOS | Lic, 10. Natauia LINDEL Dinectora de TAAO y dela Capacitacion de A: dctada on Méiltcos en Prevencién. Dosente concinsada on la Untoersidad Nacional de Quilmes ~ Chudad de La Plat INTRODUCCION #1 Modelo de la Ocupacién Humans fundamenta la prictica de mi dis- ciplina profesional, generando ciclos de retroalimentacién positiva en et comportamiento ocupacional de pacientes crSnicos y con discapacidades. En casi una década de esta trayectoria formando y supervisando acom- paflantes terepéaticos (Ats.), he comprobado con ia evoluci6n de los ca- 5os, los innumerables aportes fle este enfoque a la préctica del Acompa- flamiento Terapéatico (AT). Bl At. desde su rol de auxiliar de la salud, es tun recurso humano capaz de reforzar desde el quehacer diario, domicilia- rio y comunitario junto al paciente, esos ciclos ocupacioneles impulsados desde cl tratamiento de Terapia Ocupacional. El foco de la presentacién es dar a conocer el paradigma de las Cien- cias de la OcupaciGn y del Modelo de la Ocupaci6n Humana desarrollado por el PhD Gary Kielhofner, centrado en el desempefio creativo y adap- qativo del sujeto en sus actividades significativas y proveer linearnientos de utilidad para el Acompafiante Terapéutico. El At. extiende en contex- tos naturales las intervenciones de la Terapia Ocupacional desde sus téc- ticas de trabgjo. fn la presentacidn se exponen resultados estadisticos de una muestra de Acompafiamientos tealizados desde TAAO en los tiltimos 18 meses, que prucban de eficacia del tratamiento con este dispositive ambulatorio (A‘T), mediante indicadores de comportamiento ocupacional, de hebili- Sanna B. Sanpus | Natauia B, Linpes, dades, de habituaci6n y de volicién. EI T.O, suele ser requerido hoy para asumnir en su préctica profesional interdisciplinarie tres roles complemen- tarios: terapeuta del paciente, consultor de los familiares y supervisor del acompafiante terapéutico, sosteniendo el proceso terapéutico desde nue- vos espacios. Los indicadores de mejora se traducen en un mayor nivel de salud y calidad de vida de los sujetos evaluados. DESARROLLO EJ Modelo de fa Gcupacién Humana (MOH) es el producto de tres cadas de conceptualizacién, investigaciones y aplicaciones pricticas. Fue uno de jos primeros modelos de Ja Terapia Ocupacionai que reconocié ia importancia del ambiente en la vida ocupacional. Es uno de los pocos mo- delos que han sido y estén siendo examinados por medio de la investiga- cin participativa "Uno de los principios fundamentales del MOH es que la identidad y las vidas de les personas se configuran en gran medida por lo que hacen. Cuando las personas siguen una rutina de trabajo, de cuidado personal y de actividades de ocio crean un paisaje ocupacional que define en gran medida quiénes son y hacia d6nde se dirigen. Si tienen poder sobre sus vi das, se dan cuenta de su potencial, mejoran su calidad de vida y generan recursos personales a través de su ritmo diario de actividades. Sin embar- 40, cuando se les restringen las actividades, se les arrebata la capacidad de realizarse, la calidad de vida, los recursos y la identidad. Al destacar la im- portancia de la actividad en la vida humana, el MOH destapa las diferen- tes formas en que la marginaciGn ocupacional rechaza la experiencia y el potencial humanos. Esto ocurre en muchos casos de los enfermos créni- cos creando y aumentando la discapacidad concomitante”: Las personas se adaptan y prosperan cuando mantienen un diélogo po- sitivo con el ambiente. Esto significa que tanto las personas como el am- biente influyen el uno en el otro, y por tanto, las mismas tienen cierto po- der a la hora de elegir y estructurar sus propios ambientes. __ En muchos casos, la necesidad de tener cierta seguridad y de sobrevi- vir limita matcadamente lo que las personas hacen. Bajo estas circunstan- cias, nuestros pacientes tienen muy pocas o ninguna posibilidad de estruc- turar sus ambientes o de estar orgullosos o conseguir alguna satisfaccién de sus ocupaciones. 1 Riches, Gary Mode of Human Ocupation theory snd apiiin, Tercera Bin MD: Lippincott Williams & Willkins, 2002. alas eae 62 DIVERSIDADES BN LA PRACTICA DEL ACOMPASAMIENTO TERAPEUTICO Segtin el MOH, las condiciones del ambiente social y del ambiente ff- sico crean demandas, restricciones, oportunidades y recursos que impac- tan en cada uno de los individuos. La mayorfa de los pacientes atendidos pertenecen a grupos privados del derecho a elegit. Por su pertenencia alos mismos ((ales como grupos de enfermos mentales, de discapacitados, de ‘al o cual institucién), a menudo les esta prohibido o restringido el acceso ‘a muchos recursos y oportunidades de la comunidad. El MOH contempla Ja posibilided que un mismo ambiente afecte de forma diferente a los indi- vviduos, dependiendo de sus cualidades personales y actuando de manera diferente frente a la limitaci6n, Pablo Freire demostr6 que a través de un proceso de desarrollo de la conciencia erftica es posible otorgar poder so- bre sf mismos a los individuos. Es posible trabajar con ellos para que ac- cedan a ciertos recursos y que tomen decisiones que tengan algin efecto positivo en sus vidas. E] MOH es muy ‘itil a !a hora de conceptualizar este proceso terapéutico de atribuir poder o control sobre la propia vida. “Segiin el MOH el ser humsno est formado por tres fenémenos inte- rrelacionados: la volici6n, la habituaci6n y la capacidad de desempefio, La volicion se refiere a la motivacién ocupacional, mientras que la habituacin ¢es el proceso por el cual la ocupaci6n se organiza en patrones y rutinas, Por diltimo, la capacidad de ejecucién recoge las habilidades fisicas y mentales que se utilizan en el desempefio de una ocupacién con propésito”* ‘Al llevar adelante una actividad, la persona genera una serie de pensa- mientos y sentimientos respecto de las expectativas de ‘s{imismo, distinguen lo que es importante o con sentido para ellas y lo que les parece agradable y satisfactorio hacer. Estos tres elementos (causalidad personal, valores intereses) constituyen Ja volicién de la persona y contribuyen a formar la manera en que, si se le da la oportunidad, tomaré decisiones a la hora de lievar su vida adelante. Las personas necesitan desarrollar una sensacion de capacidad personal y de poder. En el contexto de las instituciones para enfermos mentales, adultos mayores y discapacitados, las personas suelen ver nuevamente limitadas las oportunidades de sentirse titiles valviendo a perder confianza en sfmismos, propensos a sent la ineficacia, la desespe~ raci6n o a abandonar la lucha por su propia vida, No es sorprendente que Jos individuos enfermos o discapacitados se sientan a menudo incapaces de producir algiin efecto sobre sus cireunstancias, predisponiéndose a la aceptacién fatalista de las condiciones de vida indeseadas. El MOH pone énfasis en los valores, que son convicciones personales ycolectivas de cémo es el mundo y de qué bien merece la pena continuar 2, Kronenberg, Sim6 Algado, Pollard, Terapia Ocupacional sin Fronteras. Editorial Pa- americana, 2007. Cap: Modelo de ta Ocupacién Humana, pp. 186. 6 en él. Las personas sienten la obligaci6n de comportarse segiin esas con- vicciones (la solidarided, el trabajo, el consumismo, el vegetarianisme, las rastas y tantas otras de las més diversas). El sexo, la clase social, ta raza y la discapacidad exponen a las personas a un particular conjunto de valo- res, A veces, estos valores conducen a que las personas con enfermedad 0 discapacidad acepten su estado de marginacion, interiorizando los valo- res de Jos marginadores participando, sin percatarse, en su perpetuacion, Ser conciente de su derecho a tomar decision sobre sus elecciones ocupa. cionales puede ser un primer paso hacia el cambio. A partir de estos conceptos, podemos comprender que las personas que son parte del ambiente del paciente, pueden ocupar un lugar importanteypo- sitivo en la construcci6n de fa identidad ocupacional del mismo, ves el ¢aso de la figura del acompatiante terapéutico, La relaci6n que se establece entre cl acompafiante terapéutico y la persona acompaftada es “horizontal y equi tativa’. Un término que describe con precisién la naturaleza de esta relacién, es la palabra “compafiero”, que asume desde la empatia el rol de facilitador. Bs importante aqut la comprensidn del otro desde su propia perspectiva, La practica de la Terapia Ocupacional basada en el MOH y en muchos casos con la inclusién del dispositivo de Acompafiamiento Terapéutico, intenta entender y apoyar las valores, intereses, causalidad personal, é- bitos, roles y actuacién de los pacientes a través de intervenciones y estra- tegias ocupacionales basadas en las prioridades, preocupaciones y signifi- adios identificados por los mismos pacientes y sus familias, y sirven al At de lineamientos para orientar sus técticas de trabajo. PRESENTACION DE TAAO DESDE ESTE FUNDAMENTO. ‘TAAO, que significa “Terapia, Acompatiamiento y Asesoramiento Ocu- pacional’ es una Consultora en Terapia Ocupacional yen Sistemas de Apo: yo a Personas con dificultades funcionales, incluyendo el Acompafiamnien- to Terapéutico, v trabaja desde esta perspectiva. TAO atiende a personas con discapacidad y con trastomos psicosociales asesordndolos desde un ‘enfoque ocupacional ¢ integral. Especificamente, cuenta con una Base de Datos y un Observatorio Laboral para derivaci6n y supervision de acom- pafiantes terapéuticos, brindando los siguientes servicios: + Recepcicn de solicitudes de acompafiantes terapéuticos por parte de profesionales, equipos interdisciplinarios y familiares. + Elaboracién de Perfiles Ocupacionales de Ais. requeridos y de Avs. inscriptos en la Base de Datos. + Derivacién y Encuadre eonsensuado de los Acompafiamientos Te- rapéuticos, + Scguimiento de los mismds desde una construccién conjunta + Supervision periddica individual y grupal a los acompafiantes te- rapéuticos, + Asesoramiento sobre otros Sistemas de Apoyo para una mayor calidad de vida para personas con trastornos crGnicos y discapacidades. + Actividades Terapéuticas, Sociales y Recreativas para personas con discapacidad en pequefios grupos con Ia inclusién en muchos ca- sos de sus acompaiiantes terapéuticos. DzSCRIPCION DE INDICADORES DE EVOLUCION DE PACIENTES con AT. Luego de dieciocho afios ejerdiendo mi profesién y de diez afios traba- jando en la inclusidn del acompafiante terapéutico en espacios interdisci- plinarios, es que me atrevo hoy a medir 1a evolucién de tos pacientes asis- tidos con este dispositivo. El instrumento de evaluacién utilizado es el de- nominado OPHI-1 de los autores Alexis Henry, Ms,OTR/L y Gary Kiel- hofner, Ms,Dr PH,OTR,FAOTA (Occupational Performance History In- terview 0 traducido como la Entrevista Hist6rica de Desempefio Ocupa cional-1° versi6n, de cuya investigacién y aplicacién en poblaciones de di- ferentes paises participé en el afig 1998. E] instrumento mide comparati- vamente en dos momentos, a bs de preguntas sugeridas, la mejorfa en Ja capacidad del paciente de identificar e implementar rutinas balancea- das, roles, intereses, valores, objetivos personales simples y habilidades es- tableciendo patrones de funcionamiento. La escala de puntaje se basa en cinco niveles desde la adaptaciGn]saludable a la desadaptacién funcional, pasando en el nivel tres por la adaptacién marginal y definiendo las im- plicancias para la intervencién. He analizado durante 18 meses tres casos atendidos desde TO. con dis- positive de AT. y voy a mencionaf algunos resultados encontrados en re- laci6n a los indicadores mencionados: * EG. Adulto Mayor de 81 afios con proceso demencial. Resultados: se sostienen indicadores marginales en la identificacion de habilt dades, y se mejoran los indicadores de funcionamiento adaptado en cuanto al mantenimiento de rutina organizada, mantenimiento de roles familiares, identificacion de intereses y de objetivos logrados. + J.0, Aduito de 50 afios con Esquizofrenia ¢ internaciones previas. 5 SANDRA B. SaRBIA | NATALIA B. LINDL Resultados: refleja indicadores bajos en cuanto a la riqueza de sus rutinas e implementaci6n de intereses complejos, e indicadores de mejora en relaci6n al mantenimiento independiente de dicha ruti- na, al cumplimiento de las expectativas de sus roles familiares, a la identificacién de sus valores y objetivos logrados, a su inclusi6n en ambientes saludebles de pertenencia y la asunci6n de responsebili- dades, estabilizéndose el cuzdro ya por un perfodo prolongado. + DJ. Joven de 36 afios con Retraso Mental Leve y cuadro convulsive. Resultados: evidencia limitaciones en la identificacién real de sus to- Jes, y mejora en indicadores como ls reduccién de episodios de caidas, mayor riqueza en sus rutinas, mayor identificacién e implementacién de intereses, objetivos personales y en el nivel de autonoméfa tanto en, actividades de la vida diaria bésicas cofno en las instrumentales. Podrfa seguir enunciando innumerables casos con muy buena evolu- ci6n asf como también algunos donde “no encontramos destino”. Creo que lo interesante hoy es dar cuenta a la comunidad de acompafiantes tera~ péuticos y de otros profesionales de la salud que supervisan los acompa- fiamientos, acerca de los aportes del enfoque de la Terapia Ocupacional para la préctica del A.T. Por otro lado, creo que la eficacia del recurso ya ‘est probada en infinidad de casos. Creo que el desaffo actual es conser- varlo en el tiempo en los casos que asf lo requieren sin agotarlo, que tie- ne la gran virtud de ser humano, y desarrollar estrategias para el despren- dimiento paulatino del recurso en los casos que puedan sostener un buen. funcionatniento en forma independiente. El Acompafiamiento Terapéutico incluye el retorno a dos antiguos va~ lores: la fraternidad y la cotidianeidad. Dos cualidades tan simples de las relaciones humanas que aparecen como emergentes indispensables en el vinculo que se establece entre el At. y su acompafiado. Es esa presencia fraterna y cotidiana la que favorece el desarrollo de la integridad del pa- cionte abordado desde una mirada transdisciplinaria con este dispositivo, E] AT. abre las oportunidades de la convivencia solidaria y reparadora al padecimiento mediante el proceder atinado, el conocimiento y la respon- sabilidad ética al servicio de la salud. Estapfstica DE ACOMPANAMIENTOS TERAPEUTICOS Por tltimo, presentaré la estadistica de 70 casos atendidos en TAAO en Jos dltimos 18 (dieciocho) meses, representéndola en gréficos de toria se~ gén las siguientes variables de andlisis: 66 DIVERSIDADES EN LA PRACTICA DEL ACOMPARAMIENTO THRAPRUTICO + Variable A: Diagnéstico de los pacientes que requirieron A.T. con 6 categarias + Variable B: Duracidn de los Acompafiamientos con 6 categorfas Variable A Se describen a continuacién las categories establecides: Adulto Mayor con Demencia: Mayores de 60 afios con deterioro cognitive por Enfermedad de Alzheimer, Sincrome de Multiinfar- tos, etc. b. Retraso Mental: nifios, j6venes y adultos con retraso mental leve, moderado y grave ©. Trastornos Psicosociales: j6venes y adultos con psicosis, trastornos de ansiedad, de personalidad y/o adicciones 4. Discapacidad Motora: nifios, j6venes y adultos con trastomnos mo- tores prevalentes: Pardlisis Cerebral, Accidente Cerebro Vascular, ataxias, etc e. Trastomos Psicosociales en nifios y adolescentes: con Trastorno del Desarrollo (TGD), Trastomo de la Conducta, Déficit de Aten- ci6n, ete. 4. Discapacidad Visual: personas ciegas y disminuidas visuales. ACOMPARIAMIENTOS COORDINADOS: POR DIAGNOSTICO Boecapald acon Vat om 0 Sore © nate meyer ° e Paced aorse ens 3 16 or Sanka B. Sarsia | Nazatia B, LiNDet Andllisis de Datos: La poblacién de pacientes que mas A.I. ha solicitado es la de Adultos Mayores con procesos demenciales (56%), luego le siguen los jévenes y adultos con Trastomos Psicosociales (21%) y con Retraso Mental (21%) con igual porcentaje y por éltimo, personas con Discapacidad Motora (13%), nifios con Trastomnos Psicosociales (6%) y personas con discapacidad vi- sual (3%). En comparacién con la estadistica del perfodo anterior, TAAO ha registrado un incremento de la demanda de la poblaci6n de adultos ma- vores con procesos demenciales pasando del tercero al primer lugar. Los porcentajes admiten la eficacia del A.T. con los diferentes grupos etdreos y el potencial de las especializaciones o actualizaciones de os Ats. de acuerdo a los grupos con los que se enciientra mayor afinidad ¢ la hora de ejercer el rol. Por otro lado es Ilamativa la alta demanda de Ats. para adultos mayores, Jo cual sospecho que se relaciona con los nuevos conceptos de salud basa- dos en Ia Teorfa del Campo de la Salud y Calidad de Vida, asi como tam- ign con el incremento de la esperanza de vida y la necesidad de recurso humano calificado para responder a las necesidades de este grupo. Variable B: Duracién dol Acompenamiante TerapSutico 68 DivessiDapes EN La ragarca at Acompatauitnto Teraréiomico Andlisis de datos: La elecci6n de esta variable de andlisis, tiene que ver con el deseo de investigar ademds del efecto, la continuidad del AT: su posibilidad de sos- tenimiento y a su vez de favorecer la independizacién. La primera tendré que ver con las herramientas y apoyos con los que cuente el At. y la segun- da, con el criterio que adopte|el equipo tratante. La mayorfa de los A.T. hari transcurrido o estén transcurtiendo su pri- mer afio (37%), algunos se han sostenido durante dos y tres afios (14 y 69% tespectivamente) y fos de mayor duracién se han sostenido con una dind- mica de funcionamiento con coequiper o con renovaciGn de! titular (9%), Las mayores dificultades que han encontrado los Ais. para sostener los acompafiamientos han estado relacionadas con la diffcil complementa- cién con las fatnilias de los acompafiados. Existe un grupo que no pike set medido (11%) por no contar TAAO con la informacién acerca de Ia continuidad del Acompafiamiento y se ¢s- ‘én reviendo los procedimientos y acuerdos establecidos con los inscriptos para mejorar los resultados arrojados por este Observatorio Laboral. El 76% de las solicitudes de A:T. han sido respondidas en forma positi- va, comprobéndose Ia utilidad del servicio brindado a la comunidad con la satisfaccién de los usuarios gue remiten a nuestra institucién a sus co- nocidos con necesidades similares. ConcLusi6N BI Modelo de la Ocupaci6n|Humana fundamenta la préctica de la Te- rapia Ocupacional y ofece lineamientos operativos a tos acompafiantes terapéuticos en su propia préctica. Desde este marco te6rico, TAAO ha logrado consolidar un servicio que da apoyo y orientacién a las personas con enfermedades crénicas o discapacidades, asf como a sus familias y a los acompafiantes terapéuticos que se encuentran motivados por la riqueza del trabajo interdisciplinario incluyendo este enfoque ocupacionel y fron- tando el desafio del desarrollo integral de sus acompafiados. 69 SANDRA B. SARRIA | NAOALIA B, LINDEL BIBLIOGRAFIA: — Freire,P, Education for critical consciousness. New York: Continuum; 1990. = Kielhofner, G, Model of Human Ocupation: theory and aplication, Tercera Bdi- ‘cin. MD: Lippincott Williams & Willlins; 2002. = Kronenberg, Simé Algado, Pollard. Terapia Ocupacional sin fronteres. Edito- rial Panamericana; 2007. — Kuras de Mauer, S.; Resnizki, S. Territorios del Acompattamiento Terap€utico Ed. Letra Viva; 2004, ~ Méiicos en Prevenci6n. Manual del Curso de Capacitacién de Acompafiantes “Torap6uticos. Médulo Hl. Edic.c/ Ministerio de Salud de la Prov de Bs As, 2007. ~ Rossi, Gustavo Pablo, Acompatiamiento Terepéutico, Editorial Polemos, 2007 70 S AVATARES DE UNA PRACTICA DESI PERSPECTIVA DEL CASO POR CASO Lic. SANDRA B. SARBIA Divectora de At Lazos y del Cinso de A.D dictado en ta Universidad Argentina John F. Kennedy a través del Departamento de Extensién Universtiarte Cuudad de Buewos Aires Inrropucci6n: Con esta ponencia intentaré dar cuenta de una praxis que puede ser pensada teniendo en cuenta los aportes del Psicoandlisis y consideran- do que hay, en la actualidad, numerosos marcos te6ricos desde donde se piensa la préctica det Acompafiamiento Terapéutico (A.T). Estos marcos dan lugar a distintas maneras de intervenci6n y por lo tanto a diferentes consecuencias clfnicas. La Clinica Psicoanalttica se ha fundado de la mano de una eseucha dis- puesta o alojar los significantes que en su relaci6n, representan a un sujeto dando lugar a la singularidad discursiva. Hay conceptos pilares dentro de esta clfnica, de Jos que nos podemos valer para pensar la practica del A.T. haciendo lugar a lo singular y convocando al advenimiento de un sujeto. Es sabido que el lugar al que es Hamado cl acompafiante terapéutico (At) difiere respecto de la posicién del analista, sus intexvenciones serin desde otto lugar aunque no carecerdn de efectos. Algo de esto es lo que hharé falta recorrer, dentro del émbito de formacién del rol, para quienes ingresen a este campo. Qué LucaR Para UN Ar.?: Estimo que pensar la funcién de un At. desde el marco psicoanalitico, es posible pero finalizado el mismo AT, Podrfamos decir que cuando un At. 7

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