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éQué significa ser interconductista’ (The meaning of being interbehaviorist) Emilio Ribes-liesta Universidad de Guadalajara RESUMEN ‘Se concibe al interconductismo como una metatcorfa sobre Ia psicologta, y 6 le ubiea hist rica ‘mente dentro del movimiento general conductista, Se ideatifican tres faciores que han dificulta {do su incorporacidn por los investigadores en pricologia especialmente aquellos de orientacion ‘conductuat: a viejos habitos conceptuales;b) una propensicn hermenéuticay arepetir;y,) su- bestimacién de ia teorfa. Se examinan ademas las caraceristicas ue se desprenden de uns orien- taciéninterconductual en la teorizacién, la metodologfa la aplicacion dla psivologs. Palabras claves: interconductismo, teorfa, metodologia,aplicacidn, teorfa del condivionamiento, 10, empirismo, racionalismo. Abstract Interbehaviorism is conceived as a metatheory about psychology, and itis historically identified in the mainstream of the general behaviorist movement. Three factors are identified which have ‘made difficult is incorporation by reseackers in psychology, specially by those behaviorally oriented: a) old conceptual habits; b) an hermeneuticand repeiive propension;y, ¢) underes- imation of theory. The characteristics derived. from an interbehavioral orientation for ;sychology’s theorization, methodology and application are also examined. Key words: interbehaviorism, theory, methodology, applications, conditioning theory, dualism, empiricism, rationalism. 28 ‘wn srenconnveieta Nom. 2, Vol 20 El intereonductismo esté ligado indisolublemente al nombre de J.R. Kantor (1924-1926). Sin embargo, a diferencia de atros desarrollos conceptuales en la psicologia contemporanea, no es fécil identificar un conjunto de criterios simples que permitan catalogar como “interconductual” a una contribucién tedrica o empicica. Esta dificultad no implica que la formulacién interconduc- tual sea ambigua. Todo lo contrario, Las lineas generales que delimitan al in- terconductismo como una concepcién acerca del objeto de la psicctogia y de Ja manera de construir la ciencia correspondiente son claras y originales. Qui- 2A su raicalismo en la interpretacién de lo psicol6gico haya constituido la ra- z6n de que el interconductismo, coma formulacién general, no haya sido entendido e incorporado por los tedricos ¢ investigadores de ia psicologia. En primer término, s¢ examinarén las carencias de aquellas contribucio- nes que se han autodenominado, de un modo u otro, interconductistas, para después pasar a caracterizar los lineamientos generales de la teorizaci6n, la investigacin y las aplicaciones bajo una formulacién interconductista. DE TRADICIONES ¥ CARENCIAS Todo sistema te6rico surge siempre a partir de uno o varios sistemas ya exis- temtes. Las nuevas formulaciones te6ricas nunca salen de la “nada”. En el ca- so del interconductismo, sus origenes inmediatos se pueden trazar al movimiento conductista iniciado por John B. Watson y otros pensadores in- fluidos por la teorfa de la evoluci6n y el funcionalismo, Incluyendo al propio IR. Kantor (Kantor, 1990 - traduccién castellana), todos los investigadores vinculados al interconductismo provienen, directa 0 indirectamente de la tra- dicién general conductista, y es en este contexto histérico en el que deben examinarse algunas de las limitaciones y carencias que han afectado la incor- poracisn sistemética del interconductismo por la psicologia contemporénea. Viejos Habitos Existen dos colectivos de pensamiento —empleando el término acufiado por Fleck (1935)-— que enmarcan e} surgimienta y evoluci6n del conductismo co- mo tradicién cientifica, Estos colectivos de pensamiento se enfrentaron como ‘opuestos en un principio, pero sus ldgicas profundas estén de ciesta manera centrelazades, Se trata, por una parte, de la teorfa del reflejo y su versi6n psico- logica, la teoria del condicionamiento y, por otra parte, de ia concepcién car- tesiana de dos mundos conviviendo en un cuerpo, la teorla de ta mente como causa de la acci6n corporal voluntari 1904 ce 29 Una lectura cuidadosa de los escritos de Watson (1913, 1916, 1924) per- mite exonerarlo de muchas de las criticas y cuestionamientos que se han he- cho a sus propuestas te6ricas, en las que se le ha tildado de “metafisico’ “mecanicista”, “ambientalista” y “simplista”. Dado que no se trata de exami nar aqui las contribuciones de Watson (vedse Ribes, 1993, en prensa), y hecho el descargo de conciencia que corresponde, se analizardn, exclusivamente, las “distorsiones” conceptuales que tuvieron lugar en el conductismo, para sefia- uno de los factores que coadyuvaron a “resistir” pasivamente la incorpora- cin del interconductismo como sistema general de referencia, La teoria del reflejo y la teoria de la mente cognoscente han tenido una doble influencia en la tradici6n conductista de pensamiento, influencia que ha obrado de manera oculta —para usar una metafora Gptica— y de la que no se han percatado la mayor parte de los investigadores del comportamiento. De una parte, la teorfa del reflejo ha consolidado un mundo formado por segmen- tos discontinuos que se relacionan en tiempo real de manera lineal, interpre: tando dichas relaciones como causas eficientes simples 0 miltiples. Por otra parte, la teorfa de la mente cognoscente ha fortalecido la interpretacién cau- salista eficiente, a la vez que la ha ubicado en un doble mundo, uno con pro- piedades observacionales y otro que carece de ellas. La supuesta ubicacién temporal real del mundo no observable respecto del mundo observable le ha otorgado al primero propiedades causales sobre el segundo. Al estimular la conceptuacién del mundo no observable “como si fuera observable”, ha pro- movido su “correlaci6n” con registros de caracter biol6gico que sustentan, su- puestamente, la justficabilidad de su observabilidad tiltima.? Si consideramos que los investigadores més proclives a adoptar un punto de vista interconductual son aquellos que participan de una tradicién concep- tual conductista, es posible entender que las dificultades encontradas para distinguir entre las formas dominantes de teorizar y realizar investigacin y aquellas derivadas de las propuestas interconductistas provienen, incuestio- nablemente, de las l6gicas profundas contradictorias que influyeron en el d sarrollo de la teorfa de la conducta como teoria del condicionamiento. Si 4nimo de exhaustividad, y evitando desarrollar en detalle cada uno de los mo- tivos de confusién conceptual o metodoldgica a examinar, se pueden enume- rar los siguientes problemas como puntos criticos en este contexto: 1 Entecs un cao especial de contusion. Los equivalents de los proceos o acciones mentales—cog noscenler~ se tratan como eventorprvados o reapesias esimulos evbertos (0 impllitoe), conn ‘iendo su extatuto real de descripeiones verbales con el de supuestos eves reteridgr. De este odo se {a clateurdo de buscar corelaciones entre descrpcines verbalesy medidas siolopeas,pensando que se ‘esti corelacionando eventos condvtuales. 230 ‘sen nrenconoverisrs Nim. 2, Vol. 20 1) La traducci6n de los términos det lenguaje ordinaria, referido a acon- tecimientos psicol6gicos, a variables conductuales en la forma de estimulos y respuestas, muchas de ellas supuestamente cubiertas; 2) La Suposicién de que los eventos psicol6gicos guardan un nivel de ob- servabilidad y funcionalidad equivalente al de los eventos fisicos y biol6gicos, 3) La explicacién concebida como relaciones causa-efecto, aun cuando se plante¢ el estudio de relaciones funcionales; 4) La conceptuacién de las variables “contextuales” “hist6ricas” como agentes causales; '5) La suposici6n de que las variables culturales pueden ser tratadas “co- mo si” fueran variables de orden fisico; 6) El protagonismo conceptual y metodolégico del “control” referido a 1a replicabilidad de efectos, y el énfasis consiguiente en los denominados esta- dos estables como criterio de “orden” y “legalidad” empiricas; y 7) La superposicin “sobre” el modelo del reflejo de modelos biol6; de caracter econdmico y de seleccién natural, para justificar isomorfismos en- tre biologia, psicologia y sociologia. Estos puntos representan algunas de las dimensiones conceptuales que tigen el colectivo de pensamiento de la tradici6n conductista, y que han inter- ferido, pasiva y activamente, con la adopcién de un punto de vista que tras- ciende las premisas del dualismo organocéntrico, proveniente de la teorfa de la mente cognoscente, y las del mecanicismo lineal, proveniente de la teoria del reflejo. Si se tratara de decirlo en pocas palabras, el argumento en este ca- so podria resumirse de la siguiente manera: el interconductismo ha demostra- do, y sigue demostrando, que los conductistas todavia no hemos Ilegado serlo plenamemte, porque, sin percatarnos de ello, seguimos, en parte, susten- tando una ldgica ajena: la l6gica a la que supuestamente nos oponemos. Cues- tidn de viejos habitos. La propensién hermenéutica y la compulsion a la repeticion La teorfa interconductual, tal como la formulé J.R. Kantor, no es propiamen- te una teorfa psicoldgica. Es una teor‘a acerca de lo psicol6gico, y de como construir un sistema teérico para describirlo y estudiarlo (Kantor, 1959). La teoria interconductual constituye una légica de andlisis para ubicar, observar, describir y explicar los eventos psicol6gicos como sistemas de relaciones de un subconjunto de entidades de la realidad. Como tal, la teorfa interconductual ‘no se dirige a la descripcién de eventos concretos, sino a la delimitacién de las caracteristicas que deben poseet los conceptos —y précticas metodolégicas correlativas— referidos a los eventos concretos y sus propiedades. 1904 ses 2a La teorfa interconductual, desde esta perspectiva, constituye una meta- teoria cientifica sobre lo psicol6gico, y su contenido (i¢ase la obra de Kantor con este espiritu) no es més que una descripcida del marco de referencia para identificar los eventos psicoldgicos, las categorias generales para describir sus diferentes propiedades y relaciones, yla interpretacién funcional de los térmi- nos del lenguaje ordinario referidos a los eventos psicol6gicos con el fin de climinar confusiones conceptuales. Por consiguiente, la teorfa interconduc- tual formulada por Kantor no puede aplicarse directamente al analisis obscr- vacional y experimental de los eventos. Schoenfeld (1969) al referirse a la obra de Kantor, sefiala que: «1 lector. queda nuevamente con un sentimiento de “ia donde voy desde aqut?. Otra ‘erel resultado ha sido que se juzga que el pensamiento de Kantor es improductivo,cuan- ges el nuestro propio el que ha mostrado pocos recursos, (p. 334). Las categorias formuladas por Kantor no se pueden usar directamente para reinterpretar los eventos psicol6gicos y su andlisis. Dichas categorias son herramicntas para construir conceptos y métodos apropiados para el anélisis de los eventos psicol6gicos y su explicacién. Sin embargo, quiz4 como conse- cuencia de la tradicién escoléstica que domina todavia nuestras instituciones educativas, los autodenominados interconductistas se han caracterizado por dos précticas consistentes: 1) La repetici6n literal de las interpretaciones generales hechas por Kan- tor comossi estas constituyeran interpretaciones especificas, suficientes para el analisis cientifico de los eventos psicol6gicos, y 2) La ritualizacién hermenéutica, al traducir cualquier anélisis conduc- tual —o de otro tipo—a las categorias generales dc la l6gica interconductual, come si el problema de la interpretacidn cientifica consistiera en la interpre~ tacién de textos y no en la interpretacién de eventos. Estas dos prcticas han desgastado, por una parte, el atractivo de las ca- tegorias generales como instrumentos l6gicos, al aplicarlas impropiamente a condiciones particulares en forma automatica y, por otra, han fomentado una falsa seguridad interpretativa, al desplazar el uso de las categorias al andlisis de términos como si fueran eventos, previniendo el desarrollo cfectiva de anélisis conceptuales y empiricos pertinentes. Sin teorta no hay ciencia Los mitos acerca de la ciencia contemporénez han surgido de la sobresimplifi- caciGn de dos de las corrientes de pensamiento que han influido de manera més decisiva en su conformacién como modo especial de conocimiento: el em- pirismo y el racionalismo. 22 08 nrenconouensTa ‘Nam, 2, el. 20 EI mito empirista se sustenta en el supuesto de una legatidad intrinseca de los datos, y en la disposicién de datos recolectados de manera confiable co- mo dispositive que genera de manera automatica el conocimiento cientifico. El cientifico es concebido como un aparatélogo sofisticado de eventos inal- canzables al hombre comtin y propenso a la medicién y registro sistematico de la realidad como razén de ser. EI mito racionalista descansa en el supuesto de que la realidad posee in- trinsecamente una estructura Igica y que su verdadera explicacién consiste en descripciones formales matematizadas. No puede haber ciencia si los con- ceptos y los datos no son susceptibles de representacign matemiética abstrac- fa. Es mas, se puede prescindir de conceptos y datos y substituirlos en diltima instencia por el Lenguaje matemitico y sus juegos formales. Las diversas modas en la psicologfa contemporénea (para no usar térmi- ‘nos impropios como corriente, sistema, abordaje, enfoque, etc.), como reafir- macién evolutiva frente a la psicologia fenomenolégica y estructuralista de PTincipios de siglo, concentran todos sus esfuerzos por desarrallar canaci- miento en la forma de auténticos archivos de datos observacionales y experi mentales y su aparatolog(a correlativa, 0 bien en la forma de refinados y exstericos sistemas formales basados en uno u otro modelo matemético, algu- nos disefiados de manera original como “prototipos” representacionales de ‘esas reas especificas de conocimiento. La teorfa ha crecido como conjuntos sistematicos de descripciones empf- ricas vinculadas a una aparatologfa (metodologia), y/o como modelos matemé- ticos generales o particulares a los que se ajustan las descripciones de ciertos datos y la definici6n intuitiva de ciertos “procesos” o “variables”. El resultado general es que se carece de teorfa propiamente dicha, y la carencia de teoria como modo de vida solo puede despertar suspicacias ante aquellas propuestas que subrayan la importancia de la teorfa como principio de la construccién cientifica. El carecer de una teorfa propiamiente dicha, ha perpetuado la falta de anélisis conceptual critico respecto a las condiciones que definen Ia practi- ea cientffica como préctica de conocimiento, y ha creado un sentimiento vago de caracter alérgico ante toda propuesta por sistematizar una formulacién tedrica ajustada a los requerimientos del objeto de estudio de la psicologia (sindrome de inmuno-suficiencia conceptual, S1SC). Las tres carencias examinadas dan cuenta de porqué ha sido dificil incor- porar al interconductismo como formulacidn general de la psicologfa contem- pordnea, y porqué una gran parte de los que se aulonombran interconductistas distan de serlo, a pesar de sus mejores propésitos. En la siguiente secciGn, se ‘examinaré que significa ser interconductista en términos de la adhesin préeti- caaciertas formas de hacer psicologia, 1994 oes Ey DE VIRTUDES Y PROPOSITOS El interconductismo constituye una manera de haces psicologia, es decir, una manera consistente de concebir la especificidad de lo psicol6gico, la gica re- querida para su descripcién, los procedimientos observacionales y experimen- tales apropiados, cémo representar el conocimiento cuantitativo y cualitativo, las diversas formas que pueden adoptar los eventos psicoldgicos, y los crite- rios para la aplicacidn del conocimiento psicolégico a la vida cotidiana. Un in- terconductista se define, por consiguiente, por sus propésitos de serio. Pero los propésitos no son suficientes, como se ha comentado anteriormente. Es necesario, ademés, desplegar ciertas virtudes, y estas virtudes no son mas que las diversas facetas de la préctica cientifica al hacer teorfa, al investigar empi- ricamente. y al aplicar el conocimiento obtenido. Aun cuando estos tres as- pectos précticos no son independientes, se van a tratar como si lo fueran [por mor de claridad...] La teorizacién interconductual La formulacién interconductual ha sido definida por muchos como una posi cida “holista”, “funcionalista’, “contextualista” e “interaccionista”. En reali dad, se le pueden atribuir dichas caracteristicas, pero ninguna de ellas la tipifica con propiedad. La teoria interconductual constituye una teoria de campo, pero a diferencia de algunas teorfas que asf se han autodenominado en la historia de la psicologia [véase algunas variantes de la psicologia de la Gestalt (Kohler, 1929), la teorfa de Fritz Heider (1959), la teoria topoldgica de Kurt Lewin (1936), etc.) la teoria de campo interconductual constituye un modelo especifico y exclusivo para conceptualizar los eventos psicol6gicos. La teoria interconductual, como un modelo de campo, constituye un si tema I6gico para diseftar los conceptos y metodologia referidas a los eventos psicaldgicos. La teoria de campo, a diferencia de los modelos que provienen de la mecénica clasica, no representa las relaciones entre eventos en tiempo real, aunque asi ccurran y asi se midan. El tiempo y el espacio son conceptual- ‘mente sincrdnicos, y en esa medida todos los elementos 0 factores comprendi- dos en el campo se interretacionan, por decirlo asi, simulténeamente. La teorfa de campo interconductual subraya las siguientes caracteristicas a ser consideradas en la descripcién y explicacign de los eventos psicol6gicos: 1) Todo evento psicolégico constituye una interrelacién entre las accio- nes y reacciones de un organismo biol6gico diferenciado con las acciones y re- acciones de otro organismo u objetos de estimulo en el ambiente. El evento psicol6gico no reside en el organismo o su acciGn, sino en la interrelacién en a que participa dicho organismo; 238 sen wreRconoucrsta Nam. 2, Vol 20 2) Elevento psicolégico no ocurte en el vacio, sino que ocurre en un cam- po configurado por un medio de contacto que posibilita cierto tipo de relacio- nes y no otras, y por una coleccién de ocurrencias variantes, pero continuas como coleccién, que no forman parte directa de la interaccién organismo-ob jeto de estimulo, y que probabilizan en ambos sentidos las caracteristicas cuali tativas y cuantitativas de dicha interacci6n; 3) El comportamiento psicol6gico es continuo en tiempo y espacio y, por consiguiente, no existen vacfos temporales entre campos sucesivos delimitan- do interrelaciones distintas. La sucesisn de campos de interacci6n constituye Ia historia psicol6gica de cada individuo analizado. E1 campo inmediato previo pertinente constituye Ia historia con que un individuo hace “contacto” con las Circunstancias presentes. Desde esta perspectiva, la historia psicoldgica no es pasado, sino presente, y posee propiedades semejantes @ las de los factores si twacionales, en la medida en que probabiliza funcionalmente las interrelacio- nes posibles en elcampo; 44) Los limites de un campo psicol6gico no estan dados por los limites fisi- cos de la interaccién, Los limites varian de acuerdo con las caracteristicas re activas de los organismos y los tipos de estimulaciGn presentes, asf como por la naturaleza del medio del contacto. Un medio de contacto convencional posi ta interacciones con eventos ocurridos en el pasado referidos a individuos ya desaparecidos, y se puede interactuar con eventos en espacios distantes con los que nunca se ha tenido contacto directo. Igualmente, fos medios de contacto de naturaleza fisica posibilitan limites de interacciGn diferenciales, como es de facil demostracién cuando se comparan vertebrados que viven en medios diferentes: peces, aves y mamiferos; 5) Todo campo psicolégico es irrepetible como evento, pero posee pro- piedades repetibles que permiten describirlo de acuerdo con conceptos gene- rales. La funcién de la teorfa cientifica es analizar y describir cada campo psicoldgico con base en conceptos generales. Estos conceptos generales com- prenden la consideracién del medio de contacto, los factores situacionales, los Factores hist6ricos, las interrciaciones entre organismo y objeto de estimulo, as{ como los limites del campo. Los factores de\ campo pueden describirse con base en pardmetros cuantitativos, excluyendo el medio de contacto y los limi- tes del campo; 6) El aspecto central del andlisis de campo es la funcidn estimulo-res- puesta que describe la interrelacién entre organismo y objeto de estimulo. Las funciones estimulo-respuesta deben ser descritas cuantitativamente, especifi- cando las condiciones te campo en las que diversos pardmettos y relaciones son efectivos. Esto no excluye que se puedan establecer categorias de campo de tipo cualitativo, con base en la estructura y funcionalidad de su organiza- cidn total; 1904 0s 235 7) Una teoria de la conducta psicoligica debe formular las categorias ¢s- pecificas para distinguir diferentes tipos de campos psicol6gicos, diferentes funciones estimulo-respuesta, clases de factores hist6ricos, clases de factores situacionales y tipos de medio de contacto, Es funcién de la teoria sistematizar los datos existentes (particularmente dentro de la tradicién conductista) con base en los nuevos criterios interpretativos, a la vez que se formulan nuevos 30s de problemas empiricos a resolver; y '8) Los conceptos que configuran la teorfa de campo asi formulada deben ser susceptibles de referirse a los términos del lenguaje ordinario que consti- tuyen expresiones psicoldgicas. Sin embargo, esta referencia no implica co- rrespondencias directas © biunivocas. De hecho, un lenguaje técnico no puede traducirse directamente al lenguaje ordinario. Su equivalencia se hace ‘més bien en forma similar a la de una pardfrasis. ¢Hay una metodologia interconductual? La suposicién de que el orden descansa en cierta medida en la naturaleza, ya sea como una legalidad empirica intrinseca o como una estructura profunda de caracter racional impuesta, he auspiciado la creencia de que fa busqueda y re- coleccién de los datos y su representaciGn constituyen un proceso de “descu- brimiento”, y que este proceso de descubrimiento, obviamente, depende de los instrumentos y estrategias que se desarrollan para incursionar en busca de ese orden oculto tras la apariencia ordinaria de las cosas los acontecimientos. La pedagogfa y la divulgacién de la ciencia han separado artificialmente la metodologia (los procedimientos de bisqueda y recoleccién de datos) de la teoria, como sila teoria, en iiltima instancia, fuera acumulativa y se transfor- ‘mara solo parcial y gradualmente como resultado de las indagaciones empiri cas y su representacién matemética. Esta concepci6n del progreso cientifico es tan falsa como aquella que supame que ef conocimiento nuevo proviene de tuna intuicién genial del cientifico retozando internamente con sus ideas en un laboratorio mental. La teoria y la metodologia son inseparables, y lo son por- que los “hechos” de la ciencia no son idénticos a los eventos y objetos del mundo ordinario. Los “hechos” de la ciencia son siempre abstracciones a par- tir del mundo vivido mediante el lenguaje ordinario y, por lo tanto, todos los “hechos” lo son desde una perspectiva te6rica. No hay “hechos” per se. Todo “hecho” es un hecho conceptual. Cuando se da un cambio de perspectiva te6rica, este se correlaciona au- tomédticamente con un cambio metodolégico. Este cambio ocurre inde. pendientemente de que se disefien nuevos procedimientos de naturaleza observacional y experimental, o de que se propongan o formulen nuevos siste- 238 sem amenconouenars Nam. 2, Yel 20 mas de anilisis y representacién de datos. El cambio en metodologia tiene lu- gar porque cambia la naturaleza de los hechos y, por consiguiente, la de los criterios de que se debe buscar, cOmo interpretarlo, y asf por el estilo. Esto no implica que nuevos instrumentos y procedimientos de andlisis no puedan pro- piciar el cambio te6rico. Pueden hacerlo solo cuando los cientificos estén con- ceptualmente concientes de que dichos procedimientos ¢ instrumentos pueden ser itiies en ta bésqueda de nuevos hechos o formas de analizarlos. Habiendo expuesto una posicién respecto dei vieja dilema de éQué es primero? ZEI huevo o la gallina?, solo resta preguntar qué cambios se requie- ten ea la metodologia de investigacién al adoptarse una perspectiva tedrica interconductual. Un andlisis imerconductual implica, por definicién, una ma- nera distinta de interpretar los eventos como hechos: 1) En primer lugar, cambiard el criterio respecto de las unidades funcio- nales a ser identificadas y manipuladas experimentalmente. Las funciones de wulo-respuesta no se pueden identificar biunfvocamente con segmentos parciales de la conducta del organismo y del ambiente. Las funciones pueden ‘comprender componentes de varios objetos 0 modalidades de estimulo asi co- mo de varios organismos o sistemas teactivos. El orden temporal per se de los diversos componentes de un evento psicolégico ‘no les otorga propiedades funcionales, y el interés experimental se desplaza al anélisis de la interrela- ci6n funcional de dichos componentes de estimulo y de respuesta; 2) El cambio de procedimientos e instromentos provendra de la necesi- dad tedrica de disponer de otros hechos, 0 de datos que complementen vacios acticos en los métodos disponibles. Lo mismo se aplica a los aspectos relat ‘vos al andlisis y represemavién de datos; 3) Se conservard el hincapié en el andlisis del comportamiento ind dual, desplazando el interés hacia la interrelacién misma, examinando los va- lores paramétricas que la describen bajo condiciones sistematicas de variacion de los factores situacionales, Factores histsricos y Factores dependientes de! medio de contacto; y 4) Las dificultades en el ajuste progresivo de los procedimientos refer dos a la observaciény experimentacidn con los criterios de la teoria, conduci rén ala re-examinacin de las categorias y su aplicaci6n. En pocas palabras, teoria y metodologia no son dos cosas distintas. Son dos smomentas de un mismo proceso de conocimiento: el conocimiento cientifico. Aplicaciones éde qué ya qué? El problema de {38 aplicaciones ha sido critico en la resistencia, no solo a adoptar la teoria interconductual por parte de 10s conductistas (o analistas de 1908 rece 237 la conducta), sino a interesarse por ella y explorar su utilidad como modelo de referencia. Es vulgus dicit que la psicologia interconductual no solo no la en- tiende nadie, sino que es inaplicable... Se examinard esta opiniGn. No se repetirn argumentos ya expuestos con anterioridad respecto a la relaci6n entre ciencia bésica y aplicaciones en el andlisis de la conducta, y ala delimitacién de la psicologia como disciplina cientifica 0 come profesién (Ri- bes, 1982, 1989, en prensa). Se resumird dicha posicidn diciendo que la psico- logia es una ciencia bésica, cuyo objeto primordial es la busqueda y sistematizaci6n de conocimiento, con el fin de comprender el comportamiento psicol6gico de los individuos. Como tal, puede derivar conocimiento aplicable a varias profesiones y a los propios usuarios individuales, pero para hacerlo re- quiere poseer categorias relativas a las circunstancias que posibilitan y justifi- can su aplicabilidad. En el caso particular del andlisis de la conducta [concebido como la teorfa de la triple relaci6n de contingencia formulada por Skinner] esto n0 se ha cumplido, pues existe un divorcio absoluto entre los problemas y métodos de la investigacién basica —-incluyendo la dirigida al comportamiento humano—y los conceptos y criterios empleados en la llama- da investigacién aplicada, que en realidad constituye investigacin tecnolgica yevaluativa (Ribes, 1985). Al contrario del pensar que sustenta al vulgus ditit en sus opiniones so- bre las supuestas deficiencias de la teorfa intercondwetual, considero que esta ¢s la tinica —subrayo mi radicalismo— que esté en condiciones de aplicar el conocimiento cientifico a las circunstancias de la vida cotidiana. Cémo se pueden hacer afirmaciones tan aventuradas? Se mencionardn las razones que fundamentan esté afirmacién: 1) La aplicacién del conocimiento psicol6gico siempre se dirige a situa- ciones particulares, relativamente irrepetibles. Se hace ajustando categorias y sintetizando conocimiento a las circunstancias que definan la particularidad de una situacién. El modus operandi de la teor‘a interconductual como logica de la investigaciOn demanda considerar la unicidad de cada campo psicol6gi co, a la vez que realiza su anélisis bajo la Optica de categorias generales. La 16- ica del anélisis cientiico de los eventos psicoldgicos no es distinta a la que puede aplicarse a situaciones de la vida cotidiana; 2) El énfasis en el andlisis sistematico de los factores disposicionales s tuacionales e hist6ricos permite ajustar la especificidad de cualquier situacién natural al conocimiento general que se tiene a partir del estudio cientifico de los eventos psicolégicos. La especificidad de las situaciones naturales proviene de la especilicidad de los factores hist6ricos y situacionales que las configuran; 3) La delimitacién de los eventos psicol6gicos como interrelaciones posi bilitadas por un medio de contacto —y sus componentes diferenciales— per- 238 seninTEnconouenera "Nom. 2, Vol. 20 mite ubicar todo evento psicoldgico natural en las circunstancias sociocultura- les especificas que le dan significado y regulan su funcionalidad, incluyendo aquellos factores relativos a la valoracién social de las hechos psicol6gicos; y 4) La sistematizaci6n de los procedimientos de intervencion y evaluacién en condiciones naturales debe enmarcarse en el andlisis generai de la situa- cidn, que incluye al o los usuarios. El psicélogo, desde esta perspectiva, es un auspiciador de eampos psicoldgicos, no un disefiador o manipulador de técni- as a ser aplicadas. COMENTARIOS FINALES Ser interconductista es ser congruente con una préctica de conocimiento cientifico del comportamiento psicol6gico. Solo siéndolo se podré averiguar si cesta perspectiva era una mejor opcién o no. Pero la historia de la propia for- ‘maci6n como psicélogos dificulta esta congruencia préctica, pues est entai zada, por una parte, en las creencias generales que se sustentan en el mito cartesiano de la dualidad del hombre [y todas las ideologias vinculadas a este mito] y, por otra, proviene de una tradicién cientifica fuertemente influida por el mecanicismo empirista y racionalista [iambos!]. Por ello, no es suficien- te afirmar con conviccién que se es conductista, ni utilizar la jerga intercon ductual en 1as introducciones 0 discusiones de un problema. Es necesario, de ‘una manera t otra, atender al cumplimiento de los puntos mencionados en es- ta segunda secci6n. Se tiene que sex cteativo en la aplicaciGn de la l6gica que formulé J.R. Kantor. Por ello, cteo que es pertinente la siguiente cita de Schoenfeld (1969) ara concluir este escrito: En ciencia.un hombre..que deja a otros ejercitar su propia inventiva no cosechard la fama ni los seguidores que son lasrecompensas en el mercado dela ciencia. La porcién de Kan- tor en la psicolagia debe verse bajo exta dptica. Desiruyd las cadenas inelectuales hacia el {fusure; pudo detectar una direccién incorrecta, y sehalar la que deberta tomarse, Fue un er Tico y un analista; podia vr lo que debtaevitarsey lo que debia hacerse. Fue un emplazador alirabajo yun arguitecto de ideas. (p. 330) 1906 rece 239 REFERENCIAS Fleck, L, (1935-1986 traducciGn castllana). La génesis y desarrolo de un hecho cientifico. Ma- ‘rid: Alianza Eatoril Heider, F. (1959) On perception and event structure, and the psychological environment, ‘Psychological Issues, 1, monograph 3 (New York: International Universities Press) Kantor, IR. (1926-1926) Principles of Psychology. New York: Aled Knopt. Kantor, LR. 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