HACIA LA DIFERENCIACION DEL S1-MISMO-
EN LA FAMILIA DE ORIGEN*
owen, Mt
“Dela fii al indivi”
(Cap. Hacia ia erence si mismo
i fami de orien.
Pigs. 4:86. Juor. S. Sacks
oi Paid, 1961
El tema central de la teorfa de los sistemas familiares gira alrede-
ddor del modo en que todos tenemos un si-mismo apenas diferencia
do, 0 estamos “indiferenciados”, o tenemos un apego emocional no
resuelto en nuestra familia de origen. Estos distintos términos
descriptivos se refieren todos al mismo fenémeno. El objetivo més
importante de la terapia de los sistemas familiares es ayudar a los
miembros de la familia a mejorar el nivel de diferenciacién del si-
mismo. La teoria es el resultado de investigaciones enfocadas en
todo el niicleo familiar; sus conceptos teéricos definen la gama de
rmodalidades con que los miembros de una familia estén “fusiona-
dos unos con ozzos y Ia fusién sigue actuando en el trasfondo, por
més que puedan negarla sostenicndo que estén separados entre si. El
primer mécodo de terapia familiar desarrollado como parte de esta
investigacion fue aplicado a todo el micleo familiar y dio resultados
sorprendentes en lo que se refiere a la desapariciGn de los sintomas,
eto no resulté eficaz a largo plazo para disolver la “fusiéa” de la
familia, Se introdujeron, pues, modificaciones y se llegé a una tera-
pia centrada en ambos padres y en el hijo portador del sintoma, lo
que dio resultados algo més alentadores en cuanto a la solucicn de
los sintomas, pero el hijo o la hija, j6venes adultos, demostraron
muy poca capacidad de separar su sf-mismo del de los padres, y
rninguno de los padres lograba separar su si-mismo del de su cényt-
ze. Esto nos llevé al concepto de los triéngulos, con lo cual el méto-
do de la terapia familiar pas6 a afrontar el triéngulo formado por
ambos cOnyuges y el terapeuta, Este método demostrs ser tan eficaz
+ “Toward The Differentiation of Self in One's Family of Origin”,
Georgetown Fanily Simposia, vol. 1, 1971-1972.
“Tete. BELA Fama
DIFERENCACION DEL SINISMO EN LA FAMEIA DE ORIGEN 6
que leg6 a constituir el enfoque principal de la terapia de los siste-
| mas familiares desde principios de la década de 1960. Habia un s6li
do fundamento teérizo para sostener que la diferenciacién del sie
mismo, tal como la describe Ia teoria, s6lo se puede producir en un
tridngulo, Se demostrS que el método més efectivo consistia en esta-
blecer un triéngulo fermado por los dos miembros ms importantes
de Ia familia (los dos cényuges) y el terapeota. Si el terapeuta se
diferenciaba relativamente de ambos cényuges, cada uno de ellos
podia iniciar un lento proceso de diferenciacion entre su si-mismo y
el del otro. Cuando su relacién cambiaba, también cambiaba automé-
ticamente la relacién de los dems miembros de la familia con
respecto a ellos.
Hace ya mucho tiempo qued6 demostrado que cl vinculo
temocional entre ambos era idéntico al que cada uno de ellos habia
tenido con su respectiva familia de origen. Es norma de toda terapia
alentar a ambos cényuges a trabajar sistemdcicamente para diferen-
cciar su si-mismo de Ia familia de origen. En el curso de una terapia
hhay momentos en los que el interés se enfoca en la relacién del
‘matrimonio y otros en los que la ztenciGn se centra principalmente en
Ja diferenciscién en la familia extensa. En especial, se considers el
trabajo con la familia extensa complementario del que se desarrollaba
en el sistema relacional entre los cényuges. Comentamos aqui el
asombroso cambio que se produjo en el aspecto clinico cuando el
tinico esfuerzo se redujo a definir el si-mismo en la familia de
origen. Fue el resultado de un descubrimiento “accidental”. La
primera parte de este articulo se refiere al acontecimiento clave que
me indujo a adoptar un enfoque diferente con las familias, la segun-
da se ocupa de los principios generales para la definicién de un si-
‘mismo en la familia de origen y la tercera expone ls consideraciones
mds recientes sobre el éxito de este tipo de enfoque.
El punto clave
La aportaciGn esercial de este ariculo toma como punto de parti-
‘da uno de los hechos més importantes de mi vida profesional, que se
origin6 en un trabajo presentado en un congreso norteamericano en
‘marzo de 1967-FI autor del trabajo relataba sus esfuerzos para dife-
renciarse en su familia de origen: habfa trabajado alrededor de doceDELA FAMUA AL NEWIOUO
aiios, a través de ensayos y errores, con los conocimientos udquiri-
dos en las investigaciones sobre los procesos emocionales en la
familia, enfocando cl tringulo primario formado por 61 y por sus
padres. Todos sus esfuerzos por liberarse emocionalmente habian
do bloqueados siempre por los ottos tringulos interconexos que
subsistin en su familia de origen. Al fin, gracias a sus conocimien-
10s del funcionamiento de esos triéngulos interconexos logré, de un
‘moda increible, abrir una brecha con sus padres, cosa que fue muy
significativa. No es posible diferenciar un si-mismo en un tringulo
sino se dispone de un método para actuar simulténeamente en los
‘otros tringulos interconexos. Este conocimiento adquirido en el
congreso intemacionl se reflejé enseguida en mi actividad didéctica
en Georgetown y las nuevas ideas fueron aplicadas de inmediato a la
ensefhanza de quienes hacian su especializacién en psiquiatria y en
otras ramas dela higiene mental. En particular, se destacé el tringu-
lo entre el si-mismo y los padres, el principal y el més importante de
la vida, del que toda persona toma los modelos relacionalestriangu-
Jares, que quedan relativamente determinados para todas las relacio-
nes fururas. En la ensetianza de las relaciones interpersonales se le
da una nueva significacicn a la capacidad de vera la propia familia,
‘mas que como imagenes “asimiladas” emocionalmente, como un
Conjunto de personas, Se le da también una nueva importanca @ la
capecidad de observarse a 5i mismo en situaciones triangulares y a
Jos modos de “estriangularse”, Nada de esto fue planificado, todo
Surgid de ese congreso de marzo de 1967.
En el curso de pocas semanas los asistentes en entrenamiento
empezaron a poner en préctica estos conceptos durante sus visitas a
sus familias, Fue una actitud esponténea, no sugerida por mf, que
the produjo una verdadera sorpresa. Los alumnos del entrenamiento
anterior no se habfan ceupado de la cuestién. Después de una visita
a sus flmilias regresaban relatando su contenido, con los Exitos y
dificultades inevitabies en una tentativa de esta fndole, Durante la
‘eunién, esa visita era objeto de un debate, con la partcipacién de 15
8 20 residentes y otros alunos, en el que se hacian sugerencias
para la proxima vista. Esta modalidad de enseiianza, iniciada en la
primavera de 1967, pas6 a ser la rela para ensefar a ls estudiantes
los conceptos sobre la familia,
A fines de 1967 y principios de 1968 observé que este grupo de
‘spinamtes a especialistas realizaba el abajo clinica con las familias
DIFEREHCACION DEL SIMISHO EN LA FAMALIADE CmIGEN a
imejor que todes cuantos lo habfan precedido. En un primer momen:
to pensé que se trataba de un grupo extraitamente competente, pero
con el correr del tiempo me di cuenta de que la notable diferencia con
sus predecesores no se podia explicar de manera tan simple. Era
indudable que esa diferencia se relacionats con algo que yo estab
haciendo y comencé entonces a hacerle preguntas a todo el grupo:
result6 claro que los estudiantes que habian tenido mas éxito en su
trabajo con las familias respectivas eran aquellos que mejor se
desenvolvian en el trabajo clinico. Ellos mismos me proporcionaron
las pruebas. Algunos me dijeron que cuando habian oido hablar por
primera vez de la teoria sobre la familia, creyeron que se trataba de
tuna de las tantas teorfas psiquiétricas, pero que en cuanto compren-
dieron de qué modo funcionaba en sus familias, la teoria adquirs
vida y realidad, Otros dijeron que la experiencia con sus familias los
‘habia puesto en condiciones de comprender més a las familias que
trataban y de estar en contacto con ellas durante el trabajo clinico.
Ouos, por fin, sostuvieron que los terapeutas podian ayudar a las
{familias en tratamientos cuando habfan tenido una experiencia previa
con las suyas propias.
Ninguno de ellos habfa mencionado problemas de orden emocio-
nal con su familia nuclear, lo que era ins6lito, porque casi siempre
los estudiantes piden asesoramiento sobre esie tipo de problemas. Mi
rmisin era enurenar los terapeutas de la familia y este grupo habia
demostrado condiciones excepcionales en el aspecto clinico. Aparcn-
temente, su superioridad estaba en relacién con el trabajo que estaban
‘efectuando en el seao de sus propias familias, por lo que no habia
razén alguna para preguntarles cudl era su situacion emocional con
los cényuges respectivos y con los hijos. Aproximadamente un aiio
después del comienzo de este proceso, a fines de 1968 y principios
de 1969, empecé a formularies preguntas sobre este tema: me habla-
ron de una serie de problemas tratados en comtin con sus cényuges y
sus hijos, pero para mi gran sorpresa, los progrescs que habfan reali
zado en Ia solucién de estos confictos eran idéncicos a los que habian
, efectuado los estudiantes a quienes yo les habia hecho terapia familiar
luna vez por semana junto con sus cényuges. Esto significaba que
habian aplicado autométicamente, en la relacién con sus familiares
rucleares, cuanto habian aprendido de sus familias de origen en la
relacin con las familias nucleares. Este hecho asombroso significd
un cambio de rumbo en mi vida profesional