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UN BANCO DEBAJO DE UNA ACACIA Llegamos a Rima 2 primera hora de lx mafana, al final del acatreo de agua, y con frecuencia levamos a parientes de los presos, que cargan en el vehiculo sacos de harina. Aparca- os anal muro una via n que aban los deeds ‘que tienen a su carg las tarcas de mantenimiento 0 de con- tabildad, Esa vial Banquean jardines y dependencias, don- de extn las oficinas y los almacenes asi como las viviendas dele fandom depron Ena ia casa yuna tuardrla para los hijs de ls pres concebidos en cautivi ddad por los azares de la promiscuidad 0 de complicidades sms 0 menos oportanas Nos est esperando wn guardin, siempre el mismo, que punta los nombres de ls dos personas 2 las que queremos ‘ntrevstar ee dia, Mientras va a buscarlas al fortn,saluda- mos ripidamence al director, a sus colaboradores, que son _gatdianes 0 presos que han subido de categoria. En lo que 2 Ii se refire, evto tatar con procuradores 0 abogados que hayan venido a ver alos presos para que étos no desconfien. Innocent, que es apasionado y nervioso, nunca consigue so- breponerse a unos iresistibles descos de entablar chala in- ‘erminabes con infnitos conocido, libres © presos, con los «que seceuza contiouamente 164 Miiarietesiaiienssriinsccitning iomunison Las entrevista con los detenidos son de uno en uno y confidencials y no slo en lo que se refiere al mundo ext for. Nunca se le cuenta aun miembro de la banda lo que ha dicho otro, ni siguiers para conseguir un detalle mis de al ign suceso. Es el compromiso sine qua non para que cen fen cosas sin ponerse previamente de acuerdo y para evitar eseratpias que consisan en responder lo mismo que a sus abogads en presencia dl juez. Si surgen falta de entendimienco o blagucos petsistentes, s reine 2 toda la banda para ablar del asunco, Cuando llegan los dos presos, visiendo el uniforme oa, con hechura de bermuda, pijama o eae, sti los gus ‘os de cada cual, repartimos los paquetes del dia: Cruzamos ‘onfidencas, andedotasy cotillos de la crcel, dels colina, dde Nyamata, de la comarca, de lo que dicen por la radio. Luego nos insalamos en el jardin de wna de las esas con ‘uno de lio, mientras el otro espera, en el jardin deal lado, aque le toque la vez y disfrata del aire sludable y de la tran. uildad, descansando 0 patloteando con compatieros,apat= tado del genio del patio. Nos sentamos frente a frente en dos bancos, junto a un seto, Una mulkitud de nidos de tejedores amarillo y negros, cuyo pia estridente desiienta a cualquier oido indiscreto, ddoblan las ramas dela acacia que nos da som, La entrevs. ‘a empieza cuando empicza a funcionar el magnetsfono, en Francés o en kinyarwanda, con Innocent de incérprete, ‘A este respect, los lectores de mi anterior libro comen- ‘arom la inluencia del raduetor en la forma de hablar tan peculiar de los supervvientes. Sylvie e Innocent, los dos in- ‘expres, se dion cuenta de que una nucrateansripcin ‘extenso de los textos era a primera crpa necesaia para past de la lengua ora a lt lengua oral excita. En consecuenca, cjercieron su labor de traductores con tal suileza y delidad 165 que resulta imposible, incluso para un ruandé francéfono, Ciferencia los relator eraducides de aquellos que ls superv- vents refireron drectamente en francés. Otro tanto sucede ‘con los prsentesrelacos, aunque la forma de expresarse de los asesinos sea tan diferente como sus motivos para hablar: Independientemente de quién sex al interlocutor, de mo esté el ambiente ese dia ode cus! sea el cema tatado, la entrevista dura alrededor de dos horas. Transcurtido ese plazo, © Innocene empicea a acusar una comprensible indig- hacign, 0 soy yo quien se iia, o, ls mayorla de las veces, et 2sco, el sburrimiento 0 el hartazgo nos dean als dos sin ca- pcidad de concentracién, En resumen, que nos cansamos, Notamos una necesidad, veces repentina, de salir del uni verso en que nos ha sumido a vor imperurbable de nuestro interlocutor. {Los pres, en cambio, sempre miestean iéntica disp nibilidad sean cuales fueren el tema tratado y el gito que tome la conversacins con frecuencia parecen decepcionados ‘ apenados cuando se interumpe. Disponibilidad no equiva- lea volubilidad, Pero, aunque a veces se recluyan en un silen- co. de duracisn indererminada 0 se empecinen en alguna mentiraabsurda, nunca dan muestas de cansancioo descon tento, La forms reposada en que hablan, en tono casi mono~ corde, es radicalmente distinea dela de ls supervivientes Seria inconcebible comparar los relatos de los supers- vines los de sus asesinos. Pero no lo es hacer una breve ‘omparacign de a forma de narea ‘Cuando empezaba a grabar una entrevista con un super viviente es, siempre, el artanque de un periodo de viempo totalmente imprevisible. El didlogo podiz durar cinco minur tos-o cinco horas. Lo intersumpian con frecuencia Higrimas, silencios sin traduccin posible, digesiones a veces anodinas Yralegres acerca de la vida coidiana, reflesiones sobre la gue~ tra la agricleurs. Se interpolaban en él la visita de un in- 166 mei csctinnsvnesrnvsannemsavnnrasnmesenn ts, los xprichos de anni, una Primus © un paseo pie tum seco en coche " meee En algunas ecsons, podia seeder que el superivien ts bien fs hombre in mer des ea veto ference mismo acoteiniento de un da par Sola debers ca siempre ran que da con gon dl

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