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Lenguaje politico o lenguaje performativo 238 rura del pacto y de las concesiones mutuas, que sucumbe ante el populis- mo latinoamericano: éste convierte al adversatio en enemigo, entorpeciendo la convivencia y malogrando la concor- dia, en una suerte de caricatura de la democracia Ver también: Campaiia electoral, Cam- pafia permanente, Candidato, Comuni- cacién politica, Cultura politica, Di curso politico, Electorado, Espiral del silencio, Humor, Liderazgo, Marco, Mensaje, Partidos politicos, Persuasién, Populismo, Voto estratégico (voto ail) Biputocraria Lanta, Atzarpo F. (2011): La Religién Populista. Una critica al populismo pos- marsisea, Buenos Aires: Grupo Editor Latinoamericano. Marrivez Aunerros, J. L. (1998): «Co- municacién Politica y teoria de los jue- gos». Estudios sobre el Mensaje Peviodisti- 0, 4: 225-226. Ni®ez Capezas, A. (2000): Aproxima- cién al léxico del lenguaje politico espa- ial. Tesis doctoral. Universidad de Malaga. Rey Morato, J. del (2007): Comunica- cién Politica, Internet y Campatias Elee- torales. Madrid: Tecnos. ~~ (2008): «El populismo latinoameri- cano y la comunicacién politica: trlada perversa, agonistica y lazo social», En M. G. Gurrtonero y M. J, Cam Estudios de Comunicacién Politica, Ma- drid. ACOP / Facultad de Ciencias de la Informacién. —— (2010): «Lo’ politicos siguen enreda- dos en los viejos juegos de lenguaje». Clarin digisal (28/05/2010). Entrevista de Fabién Bosoer. Recuperado el 3 de marzo de 2014 de: , Wirrcensrem, Ludwig (1988): Investiga- ciones Filoséficas. Barcelona: Editorial Critica. Gabriela Ceditlo y Javier del Rey Lenguaje politico o lenguaje performa- tivo. El lenguaje politico es una forma ¢s- pecifica de comunicacién cuya caracteris- tica principal es estar dorado de un cardcter performativo. El concepto de performati- vidad se tefiere a una forma particular de Ienguaje que no describe ni registra nada, un lenguaje cuyas afirmaciones no son ni verdaderas ni falsas En el lenguaje performative mediante la oracién o el habla se realiza una accién, por supuesto una accién que es mucho mids que el mero hecho de «decir» algo. Es un lenguaje tipicamente politico, ef len- guaje que no describe una realidad sino que realiza una accién, un lenguaje que no utiliza las palabras como resultado de una contemplacién de una realidad entendida como externa al sujeto, sino que usa las palabras para actuar sobre y en una reali- dad intersubjetiva, que a partir de esa ac- cién se vuelve humana. Ejemplos de lenguaje performativo son las expresiones orales como «Si, jurol» des- cempefiar el cargo con lealtad, etc., expresa- do en el momento de asuncién del cargo. O wbautizo a este barco con el nombre de Queen Elizabeth», expresado al romper la botella de champagne contra la proa. O «Se condena a6 afios de prision...» 0 «vial acusado asesinar a la victimay, como decla- racién cestimonial en un juicio oral. Tam- bién las expresiones escritas como la firma de documentos piiblicos. En estos ejemplos parece claro que expre~ sat la oracién en las circunstancias apro- 239 piadas no es describir ni enunciar que lo estoy haciendo: es hacerlo. Ninguna de las expresiones mencionadas es verdadera o falsa, asf como decir jmaldi- cién! no es ni verdadero ni falso. Cuando se ponen las manos sobre los Evangelios y en presencia del fancionario apropiado se dice Si, juro! no se esté infor mando acerca de un juramento, se esta jurando. Aceste tipo de expresién se la llama oracién realizativa o performativa. Indica que emi tir la expresién es realizar una accién y que ésta no se concibe normalmente como el mero decir algo. Cuando se dice que estas expresiones no son verdaderas ni falsas se puede encontrar con el caso de que alguien promete pero esté diciendo algo falso porque no cumple. Se estaria hablando de una promesa falsa. Sin embargo, hablar asi no es decir que la expresién «te prometo que...» es falsa, en el sentido de que quien enuncia eso dice que promete, pero en realidad no lo hace, o que aunque describe, describe falsamen- te. Porque quien usa la formula ete prome- to que...n, promete; [a promesa no es ni siquiera nula, aunque es hecha de mala fe. ‘La expresién es quizds equivoca, probable- mente engefiosa y sin duda moralmente incorrecta, pero no es una mentira ni un enunciado erréneo. En el derecho procesal norteamericano se admite como prueba la referencia a lo que ‘otto ha dicho, si lo que éste ha dicho es una ‘expresi6n de tipo realizativo. No se conside- ra que esa referencia apunte a algo que la otra persona dijo ~porque si asf fuera seria tuna declaracién de segunda mano no admi- sible como prueba~ sino més bien como algo que esa persona hizo, como una accién hecha por ella. Esto coincidente con nues- to primer enfoque de los realizativos. Lenguaje politico o lenguaje performativo Ademés de pronunciar las palabras corres- pondientes al realizativo es menester que muchas otras cosas salgan bien para poder decir que la accién ha sido ejecutada con éxito, Para decit «si, juro!» tiene que encon- trarse en una situacién donde jurar fuera la conducta esperable. Si asi no facra la expre~ sién no seria flsa sino desafortunada. Regla 1. Tiene que existir un procedi- miento convencional aceptado, que posea cierto efecto convencional, y que debe in- dluir la expresi6n de ciertas palabras por ciertas personas en ciertas circunstancias. Regla 2. En un caso dado las personas particulares y las circunstancias particula- res deben ser las apropiadas para recurrir 0 apclar al procedimiento particular al que se recurre o apela, Sean realizativos explicitas realizativos implicitos, en todas estas oraciones el actor central es yo, que entra asi esencialmente en escena, Una ventaja de la forma con la primera persona del singular del indicativo en la voz activa ~y también de las formas en la voz pasiva (en segunda y tercera per- sona y cuando el verbo es «impersonal»), todas ellas con el agregado de la firma— es que se hace explicita esta caracteristica es- pecial de la situacién lingiistica. Hay dos niveles de analisis en el estudio de lenguaje performativo. Uno es el nivel netamente lingiifstico y otro el nivel poli- tico, el que nos interesa en esta ocasién. John Austin (1998), fldsofo de la Univer- sidad de Oxford, es el primer formulador del lenguaje performativo. ‘Austin distingue entre dos tipos de oracio- nes: constatativas y realizativas o perfor- mativas. En las oraciones constatativas 0 enunciativas sélo describo un estado de cosas 0 enuncio algiin hecho, con verdad 0 falsedad. Lenguaje politico o lenguaje performativo En las oraciones performativas no se des- ctibe un estado de cosas, sino que se hace lo que se dice en ef mismo acto de decirlo. Esta es fa 1.4 formulacién de Austin. Y dado que se actiia al decir no se pueden someter estas afirmaciones a las condicio- nes de verdad o falsedad, sino a condicio- nes de adecuacién o inadecuacién (Austin dice aforcunado 0 desafortunado). Se da el efecto convencional en el que no vale la verdad como elemento absoluto, como contenido proposicional, sino la adecuacién a un contexto que implica convenciones sociales y culturales propias de esa comunidad. Se llama a esto Ja 1.* formulacién de Aus- tin porque no encuentra pardmetros que sean lo suficientemente claros para distin- guir entre oraciones constatativas y oracio- nes performativas o realizativas. A estas dificultades el autor las lama: «insatisfac- ciones» En la2.* formulacién, Austin habla de una nueva untidad de anélisis @ la que denomi- na «actos de habla», en la que re-ubica las dos dimensiones anteriores. Bl acto de habla, presentado como unidad de comunicacién, tiene en si tres acciones coexistentes: El acto locucionario es bési- camente el acto de referiry predicar. Por lo tanto, dentro del acto de habla, va a que- dar subsumido el enunciado constatativo. Es el caso de un realizativo implicito. El acto ilocucionario ¢s el acto de hacer al decir, con lo que comprende la dimensién del enunciado realizativo (performativo). Es cl caso de un realizativo explicito. El acto perlocucionario se relacionara con los efectos que se pretenden obtener sobre la ‘Audiencia al llevar a cabo el acto. Es el aspecto que nos permite hablar de la per- formatividad del lenguaje politico. Aun- que desde el punto de vista lingitistico ca- rece de importancia, desde nuestro punto 240 de vista polftico es ef aspecto més destaca- ble. En esta nueva ubicacién, los enunciados anteriormente opuestos se articulan si- multéneamente. A partir de aqui cuando ‘Austin se refiere a los actos de habla se estd refiriendo a estos tres actos que lo componen. Sin duda el mayor aporte de esa teorfa esta en la dimensién ilocucionaria, es decir, en la dimension del hacer algo cuando se dice, con el agregado de que ese ehacer» no necesariamente tiene que estar explici- to, En general todo enunciado es un acto de habla, ya que estas fuerzas ilocuciona- rias palpitan en toda emisién que alguien produce. Hablar del uso del lenguaje para prometer © advertir parece ser exactamente igual a hablar del uso del lenguaje para persuadi excitar, alarmar, etc. Sin embargo, el pe mer tipo de «so», puede ser considerado convencional, en el sentido de que por lo menos es posible explicarlo mediante la {rmula realizativa, cosa que no ocurre con el tiltimo. Asi, se puede decir «te prometo quer 0 «te advierto quer pero no se puede decir «te persuado quer o ate alarmo quer Se debe advertir que un acto ilocucionario es un acto convencional, un acto hecho de conformidad con una convencién. Se distingue asi el acto locucionario (y den- uo de él los actos fonéticos, faticos y réti- cos) que posee significado; el acto ilocu- cionario, que posee una cierta fuerza al decir algo: y el acto perlocucionario que consiste en lograr ciertos efectos por el hecho de decir algo. Posteriormente, John Searle (1980) refor- mula y sistematiza la hipétesis fandamen- tal de Austin Ia de los performativos— en su libro Actos de habla.

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