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Historia de los Modelos de Desarrollo

La conjunción de un modelo productivo define lo que serán los modelos de desarrollo, entendidos
como el conjunto de prácticas encaminadas a ampliar las capacidades de la persona humana (Boyer, 2001)
buscando que un determinado espacio habitado pueda libremente desarrollar una existencia acorde a su
naturaleza y digna de ser vivida; en Venezuela desde los albores del siglo XVI hasta ahora, se relaciona la
económica y el crecimiento con el capitalismo internacional de los productos primarios a través de la
exportación y las ganancias que esos productos generaron se acumularon en los centros económicos
mundiales.
Se mantuvo este patrón en nuestro país durante casi dos siglos, hasta ahora solo se va cambiando la
diversidad de materiales exportados para minimizar la dependencia de los productos extranjeros que muchas
veces son fabricados con materia prima nacional, en el siglo XX cesaron las exportaciones agrícolas a favor de
la explotación y exportación de petróleo, profundizando la dependencia hacia las naciones dominantes como
Estados Unidos y Europa; hasta ese entonces exista un modelo de desarrollo conocido con el nombre de
“modelo exportador de crecimiento hacia afuera” que se estableció entre 1919 hasta 1958
estructurando al país a partir de la consolidación política Estado-Nación, a partir de ese momento la población
pasa a ser lacayo de las necesidades nacionales, en tanto que la producción nacional responde a las
necesidades de los centros económicos mundiales y no locales, ya que las decisiones son tomadas por países
capitalistas.
El sector exportador se desarrolla ampliamente hasta 1989 cuando se estanca la hegemonía política
disminuyendo el sistema productivo, y principalmente en este modelo la riqueza nacional es apropiada por
centros capitalistas, no se expresa solamente la dependencia externa sino que también la distribución se hace a
favor la ciudadanía extranjera, aumentando los niveles de pobreza y marginalidad en el país.
El segundo modelo “sustitución de importaciones” se implanta a partir del año 1959 y se
prolonga hasta 1982, durante este período crecieron numerosas empresas manufactureras en el país y se
establecieron nuevos polos de desarrollo industrial en las inmediaciones de Valencia, Maracay, Barquisimeto,
Puerto Ordaz, Maracaibo y otras ciudades del interior de Venezuela.
El sistema de Gobierno Nacional promovió diversas industrias básicas en el país (ropa, calzado,
textiles) pero particularmente en el sector petroquímico, siderúrgico, refinerías de petróleo, aluminio,
energía eléctrica, entre otras, las cuales fueron creando otros polos de desarrollo en otras regiones. La
industria de la construcción impulsó la creación de numerosas empresas productoras de insumos para esta
importante actividad industrial.
La producción agropecuaria, por su parte, bajo el amparo de las políticas de protección auspiciadas
por el estado venezolano se permitió desarrollar nuevos centros de cultivo en el campo (yuca, zanahoria,
papa, lechuga, tomate) los cuales incentivaron el establecimiento de numerosas empresas agro-industriales
que le dieron gran impulso a la producción agropecuaria.
Veinte años después de haberse establecido este modelo de desarrollo, se empezaron a detectar
una serie de fallas de carácter macro-económico que avizoraban el agotamiento del esquema de sustitución
de importaciones, entre los cuales destacan, primero que las industrias que nacieron bajo este proceso no
contribuyeron significativamente a la diversificación y aumento del ingreso de divisas, segundo la falta de
competitividad externa no les permitía a las industrias locales que sus exportaciones ganaran mercados
externos.
Tercero las políticas de protección industrial generaron el crecimiento de industrias manufactureras
con altos costos de producción y baja productividad, mientras que la ausencia de políticas que permitieran
una mayor integración entre las industrias estatales básicas no permitieron que nuevas empresas pudieran
desarrollarse utilizando los insumos nacionales (gas, aluminio, energía, acero) para desarrollar industrias con
mayor valor agregado y capacidad de exportación.
Con la puesta en marcha de la nueva política económica iniciada en el año de 1983 aparece el
modelo “neoliberal” que se aplicó para producir el cambio de rumbo indispensable de la economía del país
y así insertarse en los diversos escenarios internacionales. De esta forma se perseguía un ajuste importante
que tuviera por finalidad promover una economía diversificada, competitiva y menos vulnerable, en el cual el
sector productivo nacional dejase de ser un sector consumidor neto de divisas para convertirse en un sector
industrial que pudiese generar las divisas que requería para su propio crecimiento.
Asimismo se promovió una economía menos estatizada otorgándole una mayor prioridad a la
participación del capital privado, tanto nacional como extranjero, en la promoción de nuevos proyectos de
desarrollo. La política industrial estaba orientada a combinar la sustitución efectiva y selectiva de las
importaciones con una audaz y dinámica política de estímulo a las exportaciones de bienes y servicios.
Este modelo de apertura económica estaba ampliamente respaldado por el Banco Mundial y tenía
gran aceptación por parte del Fondo Monetario Internacional, además de contar con un fuerte respaldo por
parte de los economistas, sociólogos, politólogos, técnicos gubernamentales y los principales asesores de los
gremios empresariales y los sectores académicos.
Sin embargo, la puesta en marcha de este modelo en el país confrontó serios problemas y una
fuerte oposición por parte de los partidos políticos, los sindicatos así como por parte de algunos sectores
empresariales más conservadores, los cuales tenían temor de perder sus privilegios y la influencia que
ejercían a través de un modelo económico en la que la intervención estatal era su principal característica.
A pesar del consenso que tenía este modelo, el Gobierno Nacional no llevó a cabo un esfuerzo de
concertación con los diversos estratos de la vida política para convencerlos de las ventajas de esta estrategia
económica. El modelo tuvo plena vigencia durante el período comprendido entre 1989 hasta 1999, en esta
década se generaron un conjunto de desequilibrios económicos, sociales, políticos y culturales haciéndolo
incompatible con las aspiraciones de crecimiento de la población y la distribución equitativa de las riquezas.
El objetivo de abarcar la realidad de los modelos de desarrollo aplicados por los diversos sistemas
políticos venezolanos permite entender la realidad que han enfrentado las comunidades, pasando por
diversas etapas en donde a pesar del avance que se pudo suscitar siempre hubo debilidades en cuanto al
manejo de los recursos ya que en principio era en beneficio de la economía mundial, para luego hacerlo
parte de unos cuantos con el modelo capitalista.
En todo caso esta historia dio la tarea de dar un abre boca al nuevo modelo económico implantado
por el gobierno actual que busca la inclusión de la población hacia el crecimiento de la nación, en donde
todos somos participes en la apropiación de los recursos que permiten la expansión y la vanguardia de los
procesos tecnológicos de producción. Afrontando la existencia de los problemas estructurales de nuestra
economía, la devaluación del signo monetario, el incremento de las importaciones y el desequilibrio del
presupuesto fiscal, todo en pro de soluciones.

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