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_Capituio 1 os tenga a rayay los sujete, por temor al castigo, a la realizacién de sus pactos a la observancia de las leyes de la naturaleza establecidas en los captvulos XIV y XV. Las eyes de naturaleza (tales como las de justicia, equidad, modestia, piedad y, en suma, Ta de haz. a otros lo que quieras que otros hagan para ti) son, por sé mismas, cuando ‘no existe el temor a un determinado poder que motive su observancia, contrarias a nuestras pasiones naturales, las cuales nos inducen a la parcialidad, al orgulloy a la vengancaa y a cosas semejantes. Los pactos que no deseansan en la espada no son mds aque palabras, sn fuerza para proteger al hombre, en modo alguno. Por consiguiente, a pesar de las leyes de naturaleza (gue cada uno observa cuando tiene la voluntad de observarla, cuando puede hacerlo de modo seguro) si no se ha instituide un poder 0 no es suficientemente grande para nuestra seguridad, cada uno fiaré tan sblo, y podrd hacerlo legalmente, sobre su propia fuerza y maha, para protegerse contra los demds hombres (Hobbes, 1998: cap. XVII). 4) El tremendo cambio en la vida de los hombres que significaron las revoluciones burguesas y la sociedad industrial pusieron de manifiesto que las condiciones de Ia vida social son transitorias. El hombre como categor‘a fundamental y sujeto de \\ derechos individuales es ahora una parte de un agregado impersonal de procesos y procedimientos mayores y también impersonales, como lo son el mercado y el Estado, que podian estudiarse cientificamente, es decir, tratando de descubrir como se interrelacionan los diferentes elementos de la politica. En el siglo XIX, en los albores de una época de grandes transformaciones, Alexis de Tocqueville argumentaba que “un mundo nuevo necesita de una nueva ciencia politica’. Es posible trazar, tomando los recaudos necesarios, algunos paralelos entre ese hist6rico momento captado en su librd La democracia en América y muchas de las mutaciones de fines del siglo XX y comienzos del XXI que afectan todos los aspectos de la vida social, especialmente su dimensién politica. Alan Ware, investigando sobre las relaciones entre los ciudadanos, los partidos politicos y el Estado, afirmaba a fines del sigho XX que “en el siglo XXI el problema real al que se enfrentardn los demécratas es el de producir propuestas integradas de reforma que permitan la construccién de un amplio conjunto de instituciones promotoras de los diferentes ele- ‘mentos de ese complejo ideal politico que es la democracia” (Ware, 1987: 242).)Histéricamente, varios de los teéricos clasicos del contrato se concentraron en intentar dilucidar el problema del orden necesario para convivir, por ejemplo, controlando los conffictos existenciales “Thomas Hobbes (1588-1679)— o, en otra perspectiva, para producit y comerciar libremente—John Locke (1632-1704)-. En esta tiltima linea va a surgir una nocién de Estado que luego se convertird en la base de su definicién liberal: el Estado como construccién de la comunidad-sociedad para garantizar la paz productiva, caracterizado por el tinico monopolio aceptable para el pensamiento liberal: el de la violencias A partir de ese momento, gran parte del desarrollo del pensamiento politico se relacio- Anaré con la cuestién del Estado, su definicién y tratamiento. Entre las principales visiones sobre la estatalidad se pueden apuntar las siguientes: En la concepcién materialista de la historia, el Estado es visto en parte como un cuasi epifendmeno juridico-politico de la base material (el mero comité de negocios de la burguesfa, como dijeran Marx y Engels). Pero también, en los desarrollos teéricos primero de Marx y luego de Lenin (1870-1924)~ “lugar” de la dominacién de clase y“mecanismo” central de la reproduccién de las relaciones de produccién. Asimismo, 20 Politica y ciencia politica Federico Engels (1820-1895) discute sobre la articulacién dialéctica de lo estatal Ge lo juridico-politico) con la base material, con la produccién y su dindmica poniendo como ejemplo los efectos de las consticuciones politicas en la economia. \vb)_ EL Estado entendido como aparato politico de base territorial caracterizado —en el accionar de sus burocracias especializadas— por la pretensién de monopolizar el uso de la violencia legitima como aparece en la sociologfa politica de Max Weber. \) En la nocién de Estado ampliado desarrollada por Antonio Gramsci, se subraya la combinacién de coercién y consenso, expresado en el conjunto de actividades tedricas y practicas mediante las cuales las clases dominantes generan el consenso activo por parte de las subordinadas y de esta manera logran la capacidad de dirigirlas en los procesos histéricos, politicos y econémicos. d) \Y, més cercanamente, es posible destacar la visibn de estatalidad relacionada con el denominado Estado de bienestar, sobre todo en la versién keynesiana del siglo XX. Elanidlisis de este tipo de Estado ha expuesto a la estatalidad como una expresién, siempre tensionada, del intento de estructuracién del capitalismo democratico, generando esto una extensa discusidn relacionada con las crisis del sistema y sus las consecuencias. En la década de 1950 emergié con fuerza en la discusién disciplinaria la denominada “revolucién conductista y/o conductualista’. El epicentro del debate fue la ciencia politica norteamericana, ala cual se incorporaron elementos conceptuales y metodolégicos de la pers- pectiva sociolégica estructural-funcionalista. Hasta ese momento, la ciencia politica habia sido tuna laxa conjuncién de éreas de investigacién sobre diferentes cuestiones politicas, basadaen una cierta convivencia entre aquellos académicos que se dedicaban a la historia politica, los juristas y los testicos politicos y los que, convencidos de la existencia del método cientifico tinico, abogaban por una disciplina volcada en los moldes de las ciencias naturales. (Los conductistas, que formaban parte de este tiltimo grupo, se propusieron poner fin alo que consideraban la decadencia de la teorfa politica occidental y hacer del pensamiento politico una verdadera ciencia politica. Dos argumentos, entre otros, pueden ser mencionados como estructuradores de esta tendencia:\ 41) para los conductistas/conductualistas era el idealismo de la tcoria politica lo que habfa alejado a ésta de los fenémenos politicos empiricos, cerrindola a los adelantos cientificos en materia de investigacién social, y 2) buena parte de las conceptualizaciones y problematicas estaban afectadas ideolégi- camente y lo estacal sobre todo en la versién marxista y sus derivaciones— era en este sentido el ejemplo paradigmatico. De esta manera, al objetivo de convertir el estudio de la politica en una disciplina cientifica en sentido estricto se le sumé el de proteger y resaltar los valores del pluralismo democratico liberal, por lo que el conductismo quiz deba entenderse también como una propuesta con- servadora que intent6 presentar y expandir, exitosamente durante muchos afios, el ideatio y el accionar politico nortcamericano en una versién que hoy llamariamos globalizadora. Y el concepto que se constituyé en el niicleo organizador de toda esta perspectiva, en si mismo y como superador del “problematic” concepto de Estado, es el de “sistema politico” )Los intentos tedricos mas importantes y efectivos en la expansién de esta visién fueron, entre otros, a Politica. Cuestiones y problemas. Capitulo 1 los de David Easton y Gabriel Almond (1911-2002).} La perspectiva de Easton, enraizada en su interpretacién de la teorfa general de los sistemas, se centra en que todo sistema politico puede ser entendido y estudiado empiricamente como un conjunto observable de conductas interrelacionadas, mediante el cual se asignan autoritativamente —esto es, con autoridad— valores al conjunto de la sociedad. Mas especificamente, este autor distingue tres elementos constitutivos del sistema politico: la comunidad politica, el régimen politico y las autoridades (los titulares de roles con asignacién de autoridad) para concentrarse en la dilucidacién de Jo que define como el problema central de la ciencia politica: la explicacién de la persistencia de los sistemas politicos. 5 Es interesante descubrit, que Easton no hace mas que retomar cl pensamiento de Max ‘Weber, como han hecho tantos otros autores, empezando por Talcott Parsons (1902-1979), uno de sus referentes tedricos. Qué otra cosa es la asignacién autoritativa de valores, colocada por Easton como niicleo de toda stu perspectiva, sino la dominacién moderna weberiana basada en ultima instancia, como se sabe, en la autoridad que proviene de lo estatuido positivamente? Pero el Weber de Easton, al igual que el de Parsons con anterioridad, es un Weber mutilado y por lo tanto incompleto. La propuesta de Easton y la de muchos de sus discipulos puede ser comprendida mejor tomando en cuenta no lo que analiza de ese autor, sino justamente lo que calla y oculta del pensamiento del mismo: por ejemplo, la sociologia politica del poder y la dominacién, y el tratamiento de las clases sociales, los estamentos y los partidos politicos. La contracara de la elaboracién de la teoria global del sistema politico fue la continuidad \ yel potenciamiento del hiperfactualismo, lo que Charles Wright Mills (1916-1962) defini criticamente —refiriéndose a la sociologia dominante a mediados del siglo XX-, como el “empirismo abstracto” (Mills, 1961) Pese a la convocatoria de Giovanni Sartori (1984) para establecer “concepts viajeros” capaces de ser contrastados por experiencias comparadas, el puente entre la teoria y los datos no resultaba facil de construir para esta corriente. Si bien la actividad de busqueda de datos se increment6 mediante la necesaria realizacién de investigaciones empiricas sobre fenémenos de los sistemas politicos ms diversos, estos datos no acrecentaron la capacidad de la teoria para estudiarlos, explicarlos o comprenderlos. 6.2, El posconductismo y el regreso remozado de antiguas tradiciones Aunque en 1961 Robert Dahl todavia expresaba el optimismo reinante con respecto a la consolidacién de la perspectiva conductista (Dahl, 1961), ya aparecian ciertas tendencias disruptivas que se fueron fortaleciendo en las décadas de 1970 y 1980, cuando surgié la discordia entre los mismos fundadores del conductismo, y consecuentemente se debilité su corriente principal. Sintéticamente es posible afirmar que uno de los legados del conductis- mo y de su crisis -denominado por el propio Easton como posconductismo- es la visién pluralista de la politica en sus tres cortientes principales: el pluralismo liberal, el pluralismo radical 0 neo-pluralismo y el pluralismo conservador que subraya la necesidad de limitaciones insticucionales a la denominada “tirania de las mayorias”) En paralelo, las visiones marxistas y dirigenciales, en sus diversas expresiones, se con- \vierten en sus competidoras como paradigmas de la ciencia politica (Alford y Friedland, 1991) Ny la filosofia politica exhibe una fuerte revitalizacién a partir de la publicacién, entre otras obras, de la Teorfa de la justicia de John Rawls en 1974. 22 La perspectiva dirigencial, por ejemplo, privilegia entre otras cuestiones el andlisis del Estado y la lucha por el poder entre las elites estatales y las de otras organizaciones sociales (empresas, sindicatos, etc.) volviéndolo a colocar en el centro de las discusiones. A fines de la década de 1970 y en los afios posteriores se conocieron los trabajos, entre otros, de Phi- lippe Schmitter, Aaron Wildavsky, Theda Skocpol y Charles Tilly que reabrieron una vez mas la controversia sobre lo estatal. Por su parte, mds alld de los enfoques primitivamente “economicistas” y/o “deterministas”, las perspectivas marxistas y neo-marxistas del Estado comenzaron a mostrar un creciente interés en la dimensién polftica del sistema capitalista (Ralph Miliband, Louis Althusser, Nicos Poulantzas, Ludolfo Paramio, entre otros) y en la crisis del Estado de bienestar (James O'Connor, Jiirgen Habermas y Claus Offe). La crisis del denominado Estado de bienestar generé, entre otras consecuencias, el avance de las perspectivas utilitaristas. A partir de las obras de Kenneth Arrow, Anthony Downs, William Riker y sobre todo la de Mancur Olson, buena parte de la ciencia politica norteamericana, por ejemplo los enfoques del rational choice y de la teorfa de los juegos, habia adoptado enfo- ques merodolégicos individualistas y el supuesto de considerar al actor un homo economicus (Barry, 1974). Sobre esta base comenz6 la notable expansién de una perspectiva considerada en principio mds una subdisciplina de la economia que de la ciencia politica: la propuesta de la escuela de public choice de Virginia, fundada por James Buchanan y Gordon Tullock, que entiende ciertas areas de la politica como un sistema de intercambios y negociaciones. Es interesante destacar que este enfoque parte de supuestos normativos muy especificos que consideran al mercado econdémico un eficaz asignador de recursos, de lo que se deduce que el Estado debe cumplir s6lo minimas funciones (Buchanan, 1990). [Con respecto a este punto, en los iltimos afios se incrementaron las investigaciones relacionadas con la reforma del Estado y con su disefio, buena parte de las cuales tienden a cuestionar o al menos suavizar la idea del Estado cuasi ausente como algo positivo.)Un buen ejemplo de esta postura puede encontrarse en las siguientes lineas de Adam Przeworski: si los mercados son incompletos y la informacién imperfecta, el riesgo moral y la seleccién adversa vuelven ala asignacién éptima un objetivo inaleanzable. Incluso los neoliberales mds ardientes admiten que el gobierno deberia proporcionar ley y orden, salvaguardar los derechos de propiedad, vigilar el cumplimiento de los contratos y proporcionar defensa frente a posibles amenazas externas. La economia de los mercados imperfectos y la informacién imperfecta deja lugar para un rol mucho mayor para el Estado. La complacencia neocldsica hacia los mercados es insostenible: los mercados simplemente no asignan eficientemente. Incluso si las gobiernos tienen sélo la misma informacion que la economta privada, algunas intervenciones gubernamentales in- equtvocamente incrementarian el bienestar (Praeworski, 1998: 16). Desde otras visiones, los investigadores interesados en el fendmeno de los autoritarismos y sus crisis, as{ como también en las consecuentes y tensionadas transiciones hacia légicas politicas democriticas, generaron una nueva perspectiva que tuvo un desarrollo particular- mente notable: el anélisis del “régimen politico” en general, y més especificamente el de las articulaciones entre los actores y las reglas del juego como esquema para enfrentar compren- sivamente los fendmenos de cambio y transformacién politicos més relevantes.’ Desde ese momento, el régimen polftico —uno de los componentes del sistema politico~ pasé6 a ocupar un lugar de privilegio en las discusiones de la disc 23 4 Politica. Cuestiones y problemas. Capitulo 1 |;Como lo ha seftalado acertadamente Leonardo Morlino (1985a) los elementos consti- tutivos de todo régimen politico soi 1) las estructuras de autoridad especializadas en la toma ¢ implementaci6n de decisio- nes; \\ 2) as regs del juego, normas y procedimientos ~ranto formales como informales—que se relacionan con la eleccién de las autoridades, los mecanismos de toma e imple- mentacién de decisiones y la interaccién entre las diversas estructuras de au‘oridad y entre éstas y la comunidad politica; 3) ideologias, valores y creencias institucionalizadas, Es importante destacar que entre los investigadores que aceptan esta perspectiva existe tun cierto consenso en que el elemento definitorio, en el que se concentra la dindmica central del régimen, son las reglas del juego y la relaci6n de los diferentes actores con las mismas." LA partir de lo anterior si es posible introducir la discusién sobre el “gobierno” y las capacidades del mismo, para lo cual es preciso concentrar cl andlisis en el estudio de los actores ¢ instituciones ligados al poder ejecutivo, ya sea dentro de un régimen de tipo presidencial 0 parlamentario en el Ambito de la democracia, como también de algiin tipo de autoritarismo, Una forma de esquematizar muchos de los argumentos sobre lo gubernamental es subrayan- do que el gobierno se articula en términos generales con las estructuras de autoridad, pero particularmente con aquellas cuya funcién es tomar las decisiones, con las instituciones especializadas en procesar las mismas y con aquellos que las toman: los gobernantes.” Una de las derivaciones importantes de lo anterior, que merece especial atencién, son las crisis politicas en general y en particular las crisis de las democracias contemporaneas. Se trata de la clésica relacién entre di marco de las dificultades para conducir politicamente a una sociedad compleja. igentes, dirigidos y capacidades gubernamentales en el Morlino (1985b) ha diferenciado la idea de crisis de la democracia ~el derrumbe de dicho régimen— de la de crisis en la democracia que se expresa, por ejemplo, en las crisis de gobierno o en las tensiones entre los diferentes poderes —cjecutivo-legislativo— etcétera. Otra de las situaciones que indican la existencia de una crisis en la democracia, y que interesa particularmente sefialar aqui, es la ruptura o el debilitamiento de las relaciones de representacidn entre los partidos politicos tradicionales y determinados sectores de la sociedad, sus bases sociales histéricas. Este hecho es, en gran medida, el nticleo alrededor del cual se organizan y dinamizan las crisis politicas de direccién de los regimenes democraticos contempo- raneos, Las demandas de la sociedad civil no se traducen o no pueden traducirse en decisiones positivas tomadas por el gobierno (inefectividad de las politicas puiblicas), disminuyendo de esta manera la eficacia decisoria y, en consecuencia, la legitimidad del mismo. Come lo ha sefialado Przeworski (1991), las politicas de mercado y muchas de las refor- mas econémicas aplicadas en las iltimas décadas por diferentes gobiernos en todo el mundo fueron decididas y adoptadas “pragmadticamente” como la tinica alternativa que consideraban factible en un marco de frustracién, impotencia y desesperacién en el que su capacidad de direccién politica estaba seriamente cuestionada,,Al relacionar capacidad de direccién con gobernabilidad surge con claridad que el telbn de fondo de estas practicas politicas son crisis de gobernabilidad. Una gobernabilidad que se basa en las actividades de los distintos grupos de la sociedad civil —Ia ciudadanfa~ y que por lo tanto no debe ser considerada solamente 24 Politica y ciencia politaes como un atributo de los regimenes politicos de los gobernantes, sino también y fundamen- talmente, como un producto de esa sociedad civil. A partit de aqui, y para finalizar estas argumentaciones, se puede dejar planteada una perspectiva que enfatiza el estudio del poder porencial de la ciudadanfa, en la investigacin de los procesos de su constitucién y de los mecanismos para su expansién, La propuesta se orienta hacia la discusién de dinmicas que abran espacios de actividad politica para diferentes actores colectivos, en contextos de pluralismo extendido en los que no sélo se respeten las diferencias sino que también se tienda a expandirlas y potenciarlas. CONCLUSIONES La distincién entre lo piblico y lo privado, el estudio de las articulaciones entre el Estado ylasociedad civil, las confrontaciones grupales més menos organizadas son elementos funda- mentales de la teosfa politica y social en tiempos de crisis. No s6lo porque petmiten pensar en la / posibilidad de una cierta articulacién entre un mercado que aporta eficacia social y un Estado que evita la guerra de todos contra todos, sino también, porque esta “separacién” se encuentra en la base de la proteccién de los derechos individuales y en los fundamentos de una comunidad que intenta integrar pacificamente a los individuos a pesar de sus notables diferencias." Ciertamente esto no ha impedido que algunas vanguardias gobernantes iluminadas ha- yan “dictado” el imperio del laissez-faire, laissez-passer, autoritariamente, en lo que Benedetto ‘Croce (1866-1952) llamé “liberismo” y Paul Samuelson “fascismo de mercado”. Ahora bien, gquién puede asegurar en la actualidad, dada la extensién del credo democrético, la estabilidad de regimenes politicos que implanten este tipo de soluciones o derivaciones “suavizadas” de las mismas? Si las necesidades de eficacia social afectan negativamente las aspiraciones de millones de individuos, ;qué fantdstico 0 cocrcitive proceso de socializacién puede hacerles aceptar su infortunio? En condiciones de pobreza extrema, exclusién social creciente (O'Donnell, 1997b) y desinterés 0 rechazo por la politica, las discusiones sobre orden, régimen politico, eficacia de- cisional y gobernabilidad parecerian valer y pesar poco y nada. Sin embargo, la disyuntiva que enfrenta la ciencia politica es la que Carole Pareman (1991) definié claramente en su momento: oa partir de esta crisis se generan perspectivas innovadoras que aumenten Ja capacidad para dar cuenta de las transformaciones politicas y de sus consecuencias para los diversos actores sociales prestando de esta manera una “real contribucién a la libertad y la justicia, tanto para mujeres y hombres”, o intensifican la tendencia actual de realizar micro-aplicaciones a micro-eventos para terminar sus dias entre la sofisticacién y la futilidad. De seguir este tiltimo camino, la ciencia politica en tanto ciencia social quedaré cada vez més alejada, por cierto irremediablemente, de cualquier posibilidad de aumentar la capacidad de comprensién y explicacién de las practicas humanas—tanto materiales, como tedticas e ideolégico-valorativas—y de los procesos de cambio y transformacién en su dindmica histérica y contradictoria. El fin del siglo XX y los inicios del XXI han transcurrido a nivel global en contextos politicos, sociales y econémicos marcados por profundas crisis. Una de esas crisis ha sido claramente la de la hegemonfa de algunos sectores tradicionales, una crisis de direcciém, produciendo en ciertos casos cambios y transformaciones significativas en el tipo de régimen politico imperante y, en ottos, profundizando la debilidad de la coalicién gobernante. Politica. Cuestiones y problemas. Capitulo 1 Nuevos liderazgos, nuevas formas de representacién y nuevas organizaciones politico- sociales han tenido como contexto genético la situacién anteriormente descripta. Por lo tanto, se puede pensar que existe una alta probabilidad de que las actividades politicas y las dindmicas de poder se desarrollen, en el futuro cercano y a partir de estas condiciones, en situaciones de crisis en los diferentes regimenes politicos. Para concluir es dable sefialar que estas situaciones se relacionan en gran medida y sustantivamente con lo que Norberto Bobbio identificé en su momento como las tensiones derivadas de las promesas incumplidas de la democracia (1986). Y como argumenté Hannah Arendt en sus trabajos sobre la accién politica, el de las promesas y su cumplimiento es un tema central en la generacién de un orden politico relativamente estable, sobre todo si se trata de uno democratico. NOTAS De esta manera surge con claridad cémo por detras de cada tipo de dominacién legitima (tadicional, carismética o racional-legal) se encuentra su basamento especifico, una forma de autoridad que le es caracteristica. Es as{ como la ciencia politica y la sociologia politica se relacionan indisolublemente con los studios de las relaciones internacionales: no podemos pensar otra forma de enfrentar la dialéc- tica de lo interno y lo externo, ni de la relacién entre la dindmica de las unidades nacionales y el orden internacional. " Carlos Strasser (2003) sefiala que Zygmunt Bauman, en su libro En busca de la politica, se refiere a la inseguridad utilizando la voz alemana Unsicherheit, que también remite a desproteccién ¢ incertidumbre. * Véase Dahrendorf (1996), también el numero 13 de la revista Critica & Utopia (1985), dedicado ala democracia como orden conflictivo y Strasser (1999). 5 Véase Easton (1953 y 1979) y Almond y Powell (1968). Véase el niimero de abril de 1988 de la revista Comparative Political Studies dedicado a trabajos sobre el Estado, y Laclau (1981). 7 Véase, por ejemplo, O'Donnell, Schmitter y Whitehead (1988). ® Como se ver més adelante, es extremadamente productiva la diferenciacién entre crisis del régimen y crisis en el régimen, as{ como también sus obvias articulaciones. Consultar para este tema Morlino (1985b). Es importante destacar que las instituciones politicas no son simples mecanismos de gobierno gue limitan, controlan, incitan y prohiben comportamientos, sino que ademés ellas expresan y comunican valores, a la vez que se legitiman en ellos. Sobre el enfoque neoinstitucionalista véase March y Olsen (1988), Tsebelis (1990) y Johnson (1975). a Una justificacién desde “la izquierda” de la distincién piiblico-privado puede encontrarse en Held (1992) y en Gouldner (1980). 26 . BIBLIOGRAFIA Abendroth, Wolfang y Lenk, Kurt (eds.) (1971), Introduccién a la Ciencia Barcelona: Editorial Anagrama. 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EI sitio web de APSA presenta la amplia gama de programas y servicios que esta institucién brinda individuales, unidades académicas ¢ instituciones relacionadas. Asociaci6n Espatiora pe CrencrA Poritica ¥ Dz LA ADMINisTRACION (AECPA) besp:thoww.a0cpa.es! AECPA es la organizacién profesional que agrupa a los cientistas politicos y de la admi- nistracién publica en Espaiia. Ticne como fines los de promoyer el desarrollo dela disciplina, perfeccionar sus métodos y técnicas, fomentar sus investigaciones ¢ impulsar la cooperacién cientifica entre los investigadores, profesores, estudiosos y especialistas de la materia, desde el compromiso con la democracia y los derechos humanos. Se encarga, bisicamente, de divulgar las actividades cientifico-politicas espafolas dentro y fuera del pais, relacionéndose con organizaciones similares, tanto nacionales como internacionales. ASOCIACION LATINOAMERICANA DE C1ENcrA Porfrica (ALACIP) hitpelhwwu fafich.ufing brlalacip! La Asociacién Latinoamericana de Ciencia Politica (ALACIP) es una organizacién cientifica internacional sin fines de lucro, integrada por académicos, investigadores y profe- sionales, destinada a promover el desarrollo de los estudios de Ciencia Politica sobre América Latina y el Caribe. Entre otras actividades, ALACIP publica en forma periédica un boletin informativo y organiza congresos bianuales. INTERNATIONAL PourticaL ScteNcE Assoctation (IPSA) hrip:/iuwur.ipsa-aisp.orgl La Asociacién Internacional de Ciencia Politica fue fundada en 1949 por la UNESCO. En sus inicios, se constituyé a partir de las asociaciones de ciencia politica de Estados Unidos, Canadé, Francia e India, pero luego se expandié a la gran mayoria de instituciones similares en otras partes del globo. La IPSA es la organizacién que agrupa a los politélogos en el plano internacional, siendo sus miembros colectivos ¢ individuales. Su actividad principal es la organizacién de congresos académicos internacionales, que se realizan con regularidad cada 32

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