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EL NINO Y SU FAMILIA Laurent, Bric El nifio y su familia / Bric Laurent ; compilado por Silvia Elena Tendlarz. - 1a ed compendiada. - Ciudad Autonoma de Buenos Aires : Coloocién Diva, 2018. 128 pp. 3 20x 15 cm. ISBN 978-987-4469-01-4 1, Psicoandlisis. I. Tendlarz, Silvia Elena, comp. Il. Titulo. CDD 150.395 Biblioteca de la Colecci¢in Diva Direccidn: Silvia Elena Tendlarz (stendlarz@fibertel.com ar} Diseio de tapa: Gustavo Macri (macri.gustavo@gmail.com) Imagen de la cubierta: “El arbol” aerilico sobre Hienzo, 1998. Autor: Gustavo Macti Realizaci6n armado interior: Ménica B. Kaminsky (monikaminsky@ yahoo.com.) Compitacién y edicién: Silvia Elena Tendlare Con Ja colaboracién editorial de: Mauricio Beltrén, Perla Drechsler, Carlos Gustavo Motta, Luis Guillermo Poregrina y Liv Marian Tendlarz, © Iedicién, mayo de 2018, Coleccién Diva Reservados todos tos derechos. Queda rigurosamente prohibida, sin la autorizacién escrita de fos titulares det copyright, bajo las sanciones establecidas en ins leyes a reproduceién parcial o total de eta obra por cualquier medio 0 procediment, incluigos Is reprograffay el tratamiento informatico. ‘Queda hecho e! depésito que previene ia Ley 11.723, Impreso en fa Argentina - Printed in Argentina Impreso en LINEA GRAFICA IMPRESIONES de Gabriel 0. Quiroga Direccién: F. Roosevelt 3386 (1430) Ciudad Auténoma Buenos Aires, Argentina ‘Tirada: 1000 ejemplares ISBN 978-987-4469.01-4 EL NINO Y SU FAMILIA ERIC LAURENT COLECCION DIVA, El Nifio R.S.L A mode de prélogo: Entrevista a Eric Laurent por Silvia Elena Tendlarz Eric Laurent: El interés del tema del libro es partir de las nuevas configuraciones de las familias en Ja civilizacién y examinar el lugar que ocupa él nifio en ellas. Esto cambié especialmente entre el siglo XIX y XX, pero atin més en el siglo XXI, porque las nuevas configuraciones familiares estén remodetadas por la eficacia de las nuevas formas de la procreacién —ya sea con la procreacién afectada por la introduccién de la pildora en la segunda mitad del siglo XX y después con 1a procreacién médicamente asistida de finales del siglo XX. Ahora se difunde de una manera mucho mas amplia gracias a nuevas técnicas que han modificado la manera con la que el nifio es concebido. La procreacién azarosa del nifio, y su multiplicacion, ha sido reemplazada por un nifio més raro y més calculado, previsto 0 mas producido, depende de dénde se ponga el acento. Esto concierne a todo el campo de la procreacién, y de la filia- ciGn que se deduce de ella, que es un efecto también de esta difraccién de la procreacién. Esta es una de Jas razones por las que este afio, con algunos colegas, con Nouria Griindler, Frangois Ansermet y Dominique Laurent, dictamos un curso titulado “Disrupciones en la filiacién, la pro- creacin y el género”. Los tres términos van juntos y determinan una red de configuraciones y determinaciones que renuevan el estatuto del nifio de una manera diferente a la familia patriarcal ideal del siglo XIX, especialmente en Freud, para quien la familia judia ideal estaba en el Eric Laurent horizonte, a pesar de la peculiaridad de su familia y el Jugar extraiio que ocupé -hijo preferido de la tercera esposa del padre que tenfa ya hijos de otros matrimonios, etc.—. Todo esto determiné una reflexién de Freud acerca del cardcter légico del Edipo, distinto de las formas diversas de familia, algo que mantuvo durante toda su obra, pero sosteniendo la idea de un ideal del niiio, Mientras que en la actualidad estamos confronta- dos, mds alld del ideal, a muchas formas de familias y de filiaciones, y también a la eleccién del género en los nifios, que plantean una cate goria de problemas completamente nuevos. En Argentina especialmente, que es el primer pais del mundo en el que 1a ley de identidad de géne- ro no tiene un limite sobre la edad en la que los nifios pueden pedir el cambio de sexo, se producen algunas demandas muy importantes de los padres que piden el cambio de sexo de los nifios, y esto genera una clini- ca nueva, mucho mas amplia en Argentina que en otros paises en los que el cambio de sexo o la eleccién de sexo es a una edad mucho més tardfa. Todo esto desplaza la clinica de las determinaciones de Jo que es el nifio y su lugar en la familia, por fuera del discurso analitico. Lacan reconfiguré ef discurso analitico precisamente para abordar estas dimensiones nuevas de la familia que vio desarrollarse desde os afios 60. Hay en Lacan una tensién fuerte entre Jo que es su elaboracién sobre la distincidn entre los padres de la realidad, que a veces se puede lamar padre real, y el padre simbélico, el padre Nombre del Padre, el padre dios. Esto introduce inmediatamente una hiancia entre los dos per- sonajes. Esta es Ja razon por la cual el padre en nuestra civilizacién es un ser cojo, desarticulado entre lo banal, lo comin del padre de la realidad con sus peculiaridades, y lo que es la funcién del padre de articular algo con lo simbélico como tal, una funcién mucho més allé de los pobres padres de la realidad. Estamos superados por una funcién mucho més alta y Lacan dice que el contraste entre los dos hace que precisamen- te todo ef mundo delire. Finalmente, la garantia del Nombre del Padre no funciona. Lacan hace una elaboracin sobre fo simbélico del padre y" una anotaciGn que se encuentra en el inicio de la “Nota sobre el nifio”, el primer texto que estd en el libro, cuando dice que la familia es algo real. Esto fue articulado por Jacques-Alain Miller de ana manera muy precisa, Hay una tensién muy grande en la enseffanza de Lacan entre la i i El nifto y su familia familia como un real y el padre como algo simbélico. Esto especialmente ha sido crucial al final del siglo XX y en el siglo XXI en todas las nue- vas formas de articulacién entre las familias y las tecnociencias sobre la filiacién. Esto determina una nueva configuracién que provoca que hoy se hable més de “parentalidad” que de paternidad. La parentalidad es un neologismo introducido al final del siglo XX a partir del discurso del amo, y de la burocracia para hacer referencia a todas clases de familias, para no hablar de padres. Porque no se sabia precisamente si son padres, madres, madres de adopcién, de gestacién o de substitucién, entonces han preferido hablar de parentalidad para designar algo que concierne el lado real de Ja familia. Y Ja familia ahora, en la que estamos inmersos en nuestra clinica, es mucho mas real que simbdlica, Vemos que en todas estas nuevas formas de reconfiguraciones fami- liares, o estas nuevas formas de nifios que son de abandono, no solo los de las calles sino los nifios inmigrantes que cruzaron las fronteras sin sus padres siendo menores de catorce y quince afios, y que se encuentran enfrentados a que no hay ningtin sistema simbolico que los acoja sino la ley como tal, las leyes de los distintos pafses que los reciben, que deter- minan un marco que sé puede apenas calificar de simbélico, es lo que apenas queda de lo simbédlico, Ia ley separada de una dimensién simbé- lica, y que es més bien una forma real de hacer formas de familias que puedan acoger todas estas nuevas producciones del nifio. En un cierto sentido los distintos articulos del libro tratan estos aspec- tos de la tensidn entre el nifio definido a partir de sus estatutos simbé- licos, como ideal del yo o ideal de la familia, ideal para los dos padres pero especialmente para la madre, el nifio ideal de la familia, y el niiio mucho més objeto de la familia, producido por esta familia real, obje- to calculado, producido, que es realizado de una manera muy especial Vemos, por ejemplo, cémo en los pafses en los cuales las leyes probi- ben tener mds de un hijo, como lo era hace poco en China, el nifio es producido en su unicidad y tiene que levar todas las esperanzas de la familia, especialmente en los estudios. A] mismo tiempo, estos estudian- tes dedicados, excelentes, son lo que se suicidan mas segiin las estadisti- cas norteamericanas y europeas. Los estudiantes asidticos se matan si no 9 Eric Laurent consiguen estar a la altura de las esperanzas que han sido depositadas por Ja familia sobre ellos. Ellos mismos encarnan una relacién particular con las exigencias de la civilizacién. Encarnan una tensién entre regimenes legales extremadamente estrictos de produccidn y una idealizacién que puede ser fatal para estos nifios. Es la definicién de un Ideal un poco al revés de lo que era en la época de Freud. En verdad creo que en distintos aspectos ¢l libro trata de explorar, por un lado, la reconfiguracién del mundo de Ia civilizacidn en el cual el nifio esté y, por otro lado, la recon- figuracién del discurso analitico. Silvia Elena Tendlarz: Su libro El reverso de la biopolitica marca un giro en sus reflexiones sobre el psicoandlisis, sobre todo 1a manera con. que usted explica cémo un sujeto puede ser sfntoma de otro cuerpo. Entonces, ,¢6mo pensar primero al nifio como sintoma de otro cuerpo, ya sea del padre 0 de la madre y, por otro lado, esto acaso modifica el lugar del niffio como sintoma de la pareja conyugal o el lugar del nifio en e] fantasma materno? ;Habria una modificacién a partir de las Ultimas reflexiones de Lacan en torno al sinthome? Eric Laurent: Si, sin duda hay una modificacién de Jo que es el abordaje clasico de la significacién félica. La configuracién freudiana de la signi- ficacién félica pasa por a amenaza de castracién del padre al nifio varon, que lo introduce después de un tiempo con este pasaje por el -p, lo que Lacan Ilamé menos fi para logificar esta amenaza de que “te Jo van a quitar si lo utilizas de mala manera”, define después una significaci6n falica positiva en la que el nifio varén se aloja. Del lado de la nifia mujer es més bien el amor. En la nifia mujer precisamente hay este cambio del objeto de amor que ocupé tanto a Freud, pasar del amor de'la madre al amor del padre, y este pasaje deja distintas huellas. Lo central no es la amenaza de la castracién, sino que la pérdida de amor funciona como el lugar central de lo que puede faltar. Lacan poco a poco formaliza primero el drama edipico, la amenaza y todo esto lo reconfigura extrayendo su légica. Después da un paso més, a partir del seminario La angustia, y plantea una angustia fundamental separada de toda amenaza, Se trata de una angustia vinculada no tanto 10 EI niffo y su familia al “falito” como el objeto amenazado, sino que mas bien reconfigura Ja angustia como angustia de separacién, a partir de la manera con que se separan los objetos del cuerpo, y articula el cuerpo a sus objetos de una forma que permite eludir todo el drama de la amenaza de castra- cidn. Permite en el horizonte establecer una significacién falica sin pasar por la metéfora paterna que era la logificacién del drama edipico cla- sico. Esta es una etapa decisiva en Lacan, la definicin de la angustia Lacaniana.! Intenté mostrar en los articulos del libro que hay un cambio enel horizonte clinico de lo que se hace con el nifio que tiene que elabo- rar la significacién falica cuando esta tambaleante, cuando es inexistente © poco existente. No pasa por la consideracién estricta del drama edipi- co, pasa més bien por establecer las versiones del objeto a que tiene el nifio, las separaciones que él ha podido hacer de sus objetos y el valor de objeto a que tiene para Ja madre. Y esto determina el valor filico. Entonces esto desplaza la prictica clinica con el nifio, lo que se quiere obtener de un andlisis con nifios: versiones de! valor falico, las coordena- das de las versiones del objeto a, permite definir, indagar y obtener este valor félico, que es también encarnado por el objeto transicional como decia Winnicott, este objeto que circula, que hace cépula entre el nifio y Ja madre, y que el nifio mismo puede tener valor de objeto para la madre. Pero utilizarlo como instrumento es una etapa en el horizonte de lo que usted interroga con “el ser el sintoma de otro cuerpo”. “Ser el sintoma de otro cuerpo” es esencialmente, de manera deter- minante en la enseffanza de Lacan, la posicién de la mujer, de una mujer, que puede ser sintoma de otro cuerpo, del cuerpo del hombre. Esto parte de la idea de que lo que hab{a en la ensefianza clésica era que una mujer tiene valor falico para un hombre. El hombre puede tener el falo y al mismo tiempo puede tratar de identificarse a él, narcisisticamente. La que es el falo es una mujer. Entonces una mujer, en esta etapa previa, es el falo de otro cuerpo. Y, en esta perspectiva, él hombre tiene el uso de su pene con valor falico si su disposicién subjetiva le permite 1. Miller, I-A., La angustia. Introducciéa al Seminario X de Jacques Lacan, ELP~ Gredos, Madrid, 2007, p. 56. Eric Laurent aceptar, reconocer, admitir, amar el hecho de que el falo de su cuerpo es la partenaire. A partir de esto, de ser el falo, Lacan lo modifica un poco y lo hace ser el sfntoma, ser el falo sintoma. Esta encarnacién de la mujer del valor félico, del valor de goce del otro cuerpo, del cuerpo del hombre, se vuelve efectivamente sintoma para descifrar, enigma para un hombre. Y en lugar de descifrar las dificultades que tiene un hom- bre con lo falico, esta dificil articulacién entre ser y tener que es toda la dialéctica félica del lado del hombre, esto se reconfigura con Ja idea de la mujer como sintoma a descifrar por el cuerpo del hombre que reem- plaza sus embrollos falicos de la época clisica con sus embrollos con el partenaire-sintoma. El goce falico entra en la categoria del partenaire- sintoma. La bascula fundamental en la obra de Lacan es de reinventar el psicoandlisis no del lado de los valores masculinos sino femeninos. A partir del goce femenino rearma todas las articulaciones y los usos den- tro del psicoandlisis de las categorias mas cldsicas. La mujer-sintoma de otro cuerpo permite despiazar toda una serie de preguntas. Por ejemplo, las observaciones clinicas que sitian al nifio en su valor falico para una mujer. Lacan dice que esto significa esencialmente que todos los objetos de amor de una mujer son objets separados, se separan de ella, Es la raz6n por la que ellas no estén tan aferradas como los hombres a tener el goce del propietario, para denotar la relacidn del hombre que tiene siem- pre el temor de perder su érgano, las mujeres son mucho més sueltas con esto porque tienen objetos separados, que van por el mundo, y entonces no tienen la misma angustia, la angustia es mds real en esta exigencia de amor de estos objetos separados, A partir de esta bascula vemos que la relacién del nifio con Ja madre, del nifio como objeto a de la madre, es algo muy prpfundo, no e8 sélo falo, es la carga de objeto de goce y es esto que Eacan trabaja en la “Nota sobre el nifio”. Es una direccién de trabajo que sigue hasta el Seminario R.S.I. hasta el momento en el que puede definir un padre, estrictamente, no a partir de un amor al padre como primera identi‘ ficacién freudiana. Lacan hace del amor al padre algo que pasa por la manera con Ia que se ocupa de los objetos @ de una madre. “Un padre slo tiene derecho al respeto, si no al amor, si el dicho respeto, el dicho amor... estd pére-versamente orientado, es decir hace de una mujer el 12 288 occnentcemmersinmneen El nifio y su familia objeto que causa su deseo, Pero Jo que una mujer a-coge asi no tiene nada que ver en la cuestidn. De lo que ella se ocupa, es de otros objetos a, que son los hijos” 2 El padre, en esta nueva configuracién lacaniana, tiene una dignidad porque es él el que puede hacer una operacién que da un lugar de mujer auna madre. La madre tiene sus objetos a, y se ocupa con esto, es decir quc lo que causa cl deseo de la madre son los objetos a precisamente, que ella produce, sus nifios, Pero un hombre, dice Lacan, solo es digno de amor y de respeto porque hace una metéfora particular con esta madre en tanto que como mujer ella causa su deseo. Entonces en lugar de par- tir del lugar de lo que Lacan considera “la chifladura de Freud”, pensar que habfa una identificacién al padre que determinaba el amor de manera esencial, é1 considera que el amor al padre es una deduccién que viene a partir de una operacién que se efecttia o no. No es en sf misma una iden- tificaci6n primordial dada de antemano. Si un hombre hace esta alquimia particular entonces se produce el fenémeno “amor al padre”. Todo esto en las familias contemporaneas, recompuestas, divididas, atravesadas por amores y odios nuevos, permite orientarse en el tema, més que, por ejem- plo, tener como énico horizonte hacer creer a todo el mundo que Ia tnica solucién es tener una familia unida y cldsica, 0 confundir una familia unida con lo real de la familia. Se podrfa decir que la terapia sistémica, que trata de considerar a Ja familia sistémica como un sistema, y todo el mundo tiene su lugar en el sistema, funciona si los terapeutas tienen et tacto de saber reconocer la diferencia entre el sistema como norma y lo real que esté en juego. y no slo como trastorno que habria que deducir, sino que hay que articular en este sistema. Para nosotros no hay siste- ma familiar, hay este real de la familia que articula de una manera nueva cémo el hombre que hace de una mujer la causa de su deseo esta articula- doa la familia. Da un horizonte clinico renovado y mas adaptado a Jo que son las nuevas demandas que tenemos de familias y de nifios inmersos en una familia muy distinta de lo que era el ideal inmévil. 2. Lacan, J., Le Séminaire, livre eit, “RSY", legon du 21 janvier 1975, Ornicar?, n°3, Paris, Lyse, mai 1975, p. 107. Eric Laurent Silvia Elena Tendlarz: ,Cémo situar al nifio en la oposicién clésica entre sintoma y fantasma? Eric Laurent; Precisamente creo que tenemos que profundizar esta opo- sicién sintoma-fantasma. Lacan Jo hizo de una manera sensacional con esta distincién entre el nifio sintoma de la pareja y el nifio objeto del fantasma materno. Esto fue muy stil y es un instrumento clinico deter- minante porque decir sintoma de la pareja desplaza también el drama, ya no es el drama el que esta en juego, es cémo se articulan en tanto que la pareja tiene esta dimensi6n real. El nifio sintoma de una pareja es el valor de cémo se articula una configuracion RSI, una configuraci6n real, simbélica e imaginaria, de este nifio con 1a pareja en sus distintos aspec- tos, articulados mucho més alld de las formas legales del matrimonio. Cuando digo que hay que profundizarlo es porque también creo que hay que considerar al niiio no solamente como objeto del fantasma materno sino como sintoma de la madre, es decir, la oposicion sintoma- objeto del fantasma en su relacién con la madre. Esto permite también definir y articular de manera més sofisticada la oposicién real, simbélica, imaginaria del niffo en su relacién con la madre, Esto se trabajé al final det texto “Nota sobre ef nifio”, cuando Lacan nota que las mujeres tienen su objeto en una dimensién real. El objeto a tiene que ser ubicado en esta dimensién no s6lo imaginaria y simbélica sino real. Esto permite definir un valor de goce més alld del valor falico, un goce que es mds el goce femenino en las madres, esta dimensién del goce que esté més al del valor fallico. Para definir mas precisamente este valor real del objeto hay que articular sintoma y fantasma del lado materno que permite una precisién mas importante y creo que clinicamente es titil y hay, que tomar en cuenta esta doble dimensién. Esto forma parte de la renovacién del discurso que hemos elabora- do en relacién con algunos puntos candentes del nifio con la madre, en el cual hemos considerado que en Ja clinica hay que considerar la rela cin del nifio con su madre o del nifio con los padres en la dimensién de ia invencién —de la misma manera que consideramos otros campos clinicos del lado de la invencidn-, de lo que se produce con los padres, en la parentalidad. El apoyo de la invencién que hacen los padres con 14 El nifo y su familia los nifios es la puerta de entrada a través de la cual el terapeuta después puede tratar de ampliarla 0 alojarse. A partir de lo que fue Ja primera definicién de la relacién positiva de la invencién se puede ordenar el montaje real, simbélico, imaginario con los padres. Silvia Elena Tendlarz: Me gustaria preguntarle sobre Ja expansion del mundo virtual ,qué relacién tiene entre el nifio y su familia? Y en con- traposicién a esto, ,edmo acttia entre ellos los procesos segregativos que son cada vez mas acuciantes en la actualidad? Eric Laurent: Efectivamente son dos cosas que van juntas. La nueva arti- culacién del nifio con sus pantallas introducidas en la edad mas temprana para distraerlo, calmarlo, interesarlo, fijarlo, dibujos animados en dosis masivas desde el aiio y medio, etc., todo esto da una dimensién de una extension considerable de los nifios a un mundo completamente globali- zado, a un mundo generalizado y global, un sin limite de esta relacién del nifio con la pantalla, la pantalla es decir una ventana que hace que el nifio de entrada se encuentre globalizado. Y, del otro lado, va junto a procesos de segregaciones reales masivos. Este nifio globalizado se encuentra en muchos aspectos en una segregacién, se topa con los muros de la segre- gacién social mucho ms severos, mucho mis fuertes de los que existian antes. Primero, con la extensién de las desigualdades en todos los paises vemos que surgen segregaciones que no existian y que eran més pacifi- cadas y que ahora se ven como separaciones mucho més agudas y mil- tiples. No es sdlo como era antes, segregacién de clases, ahora la estra- tificacién de la burguesia como Ja estratificacidn del proletariado hace una multiplicacién de segregaciones que separan de manera més o menos brutal. Los nifios como ciudadanos que no tienen nada més en comtin, lo tinico que tienen en comin es Ia pantalla. Por lo demés, son separaciones cada vez més diversas y agudas. En este sentido, se refuerza el cardcter real del fazo con la pantalla que es el tinico acceso a este mundo globali- zado, y se ve cémo los nifios hacen distintos usos de la pantalla. Ahora los nifios del mundo no solo tienen a las producciones de Walt Disney como lengua comtin sino también los personajes de los Mangas japoneses, Se extiende cada vez més las identificaciones dispuestas para 13 Eric Laurent os niffos para hablar como los personajes de los dibujos animados. Eso puede ser utilizado en las terapias y en el abordaje del avtismo también, porque incluso los autistas estén inmersos en esta cuestion. Después pasan al uso del celular, al uso del celular como apéndice fundamen- tal del sujeto, y luego a la computadora, con estas patologias de nifios y j6venes adultos que se encierran en una habitacién con una pantalla y no quieren salir mas, y tienen una relacién con el mundo determina- da por esto. Esto sucede especialmente en las civilizaciones asidticas, especialmente Japén o Corea, en los cuales hay una presién social muy fuerte, una determinacién social de cortesia en estas civilizaciones donde la relacién det sujeto con el mundo es estrictamente definida por nor- mas muy exigentes, que puede producir una separacién con ef mundo. El nifio queda fuera de todas las normas sociales encerrado con su computa- dora, y no es una patologfa necesariamente psicética, no concierne sola~ mente a los nifios psicéticos en el sentido de la psiquiatrfa. Sin duda son nifios que estan separados, pero define una clinica extrafia. Hay nifios que se encierran por diez afios y no quieren salir, y un dia salen y se encuentran con el mundo de nuevo después de este paréntesis extrafio, Cuando estuve en Japén un profesor en 1a facultad tenfa un compafiero de estudios que un dfa se encerré, se quedé diez afios encerrado y ahora es el presidente de la asociacién japonesa de los hikikomoris. Existen ese tipo de cosas, se socializan entre posthikikomoris. Silvia Elena Tendlarz: ;Serfa lo contrario a la segregacién? Eric Laurent: Primero esté el proceso de segregacién de encerrarse en su habitacién, y después de la experiencia una resocializaci6n, una desegre- gaci6n a partir de esto. Hay movimientos que son, al mismo tiempo, de segregacién econémica y social, por un Jado, y segregaciones que pro- ducen invenciones de los sujetos que se segregan a si mismos, como los hikikomoris, y que alcanzan niveles altos en paises y civilizaciones donde® la presién social es agobiante, en donde tenemos este tipo de fenémenos. La presiGn social japonesa no es de segregacién, en cierto nivel, es una exigencia de inclusién a todos los niveles, es una exigencia de normalidad inclusiva que produce efectos de reaccién que pueden ser muy fuertes. 16 rein ae El nifto y su familia Entonces tenemos una articulacién entre lo virtual y las adicciones efectivas de los nifios, y ahora es una ejercicio de tacto parental esen- cial tratar de regular la relacin que tienen sus hijos con diversas pan- tallas, para que duerman el numero de horas suficientes, para lo que el desarrollo de la adolescencia que implica mucha energia y que impli- ca también dormir para recuperarse, o para tener un intercambio con los padres que implica levantar los ojos del celular y no enviar inmediata- mente mensajes a su red de amigos y amigas, etc. Y todo esto implica una nueva clase de negociaciones en la vida cotidiana de los padres, es la regulacién de un goce real a partir de lo que hay en el mundo virtual. Silvia Elena Tendlarz; Existe en las neurociencias un debate importante en tomo a Ja inteligencia artificial, ,qué Ingar ocupa el nifio en este debate? Eric Laurent: Bl nifio es ahora un campo de batalla entre las neurocien- cias y los pedagogos. Los pedagogos siempre quisieron ocuparse de los nifios y fue el genio de los jesuitas que, como lo noté Michelet —un autor que Lacan amaba mucho-, cémo en la nueva época del Renacimiento, para conquistar el corazén de las mujeres, los jesuitas propusieron ocu- parse de sus nifios. No es el padre que se ocupa de los objetos @, pero fue asi, los hombres de dios ocupiindose de Jos niffos de la época, y asf conquistando el corazén de las mujeres. No hacen de ellas la causa de su deseo sino la causa de un amor divino al ocuparse de los nifios. Ahora los pedagogos tienen la competencia del lado de las neurociencias, que considera que tienen la ciencia del aprendizaje, y que con la cartografia que hacen de la actividad cerebral, algunos neurocientificos, no todos, consideran que han alcanzado el momento en el que pueden dar indica- ciones cientificas seguras sobre lo que es el aprendizaje y la manera con la que hay que enseffarles algo sobre los nifios. En Francia, por ejemplo, nuestro presidente Macron ha nombrado para el Ministerio de Educacién al nuevo Ministro Jean-Michel Blanquer, que tiene un gran afin por apoyarse sobre las neurociencias para definir lo que es la ensefianza, en todos los aspectos, ritmos, sobre todo en Ja primera edad, cémo apren- der las mateméticas, a relacién con la lengua, etc. Esencialmente por el momento todo esto sigue la idea de que no hay que confiar estrictamente en 17 Eric Laurent la inventiva 0 en la creatividad del nifio, como se hacfa en cierta época, sino también hay que respetar lo que es la repeticin, puesto que permite imprimir en el cerebro las actividades, etc, Por el momento no va mucho: mas alld, es solamente cierta desconfianza de dejar a los nifios inventar cosas contando con la imaginacién. No solamente esta la imaginacién sino que hay que repetir durante algunas horas, tienen que dedicarse a fijar los aprendizajes. Esta clave del aprendizaje es fundamental porque, por ejemplo, en cierta época, al fijarse en las esperanzas de la imagi- nacién se habia reducido el interés por aprender realmente las materias, Con en el acento puesto por Lacan sobre lo simbélico de lo real, hizo que en las cuestiones de reformas de la universidad y de la escuela, entre aquellas personas inspiradas por Lacan, Jean-Claude Milner —que fue durante un tiempo consejero del Ministro de Educacién en la época de Jean-Pierre Chevénement-, insistié que habfa que aprender como tal, que habfa que pasar por la ldgica de un discurso para entrar en la estruc- tura compleja del Otro simbélico y no apoyarse sélo en tos poderes de lo imaginario. Habfa un real-simb6lico de las distintas materias. Esto se desplaza con las neurociencias y tendremos debates acerca de cémo ubi- car el estatuto del nifio neuronal, su lugar y su articulacién en competi- cién con el nifio objeto a. Sin duda tendremos cosas para discutir con nuestros colegas de las neurociencias. Sobre la inteligencia artificial lo importante es la renovacién del afan por este tema que cay6. Hace unos diez afios ya no habia interés por la inteligencia artificial, por lo menos lo que Minski lam6 asf en los aiios 60, cémo las maquinas pueden aprender con una imitacién con los modos del aprendizaje humano, automitico. En ta actualidad hay una sensacién de renovacién con el uso del Big Dara. El uso de series de datos enormes que se han construido permiten Ia articulacién de una computadora con estas bases de datos, con objetos identificados dentro de ella y cambié completamente el panorama. Ahora la inteligencia arti- ficial es algo fundamental de Google, de Amazon, de Facebook, y se lee” todos los dfas sobre las nuevas hazafias, cmo las técnicas de recono- cimiento facial permitiran ver y cémo difundirén lo que va a cambiar. Pero por lo menos existe esta renovacion. En las tiltimas Jornadas de la Escuela de la Causa freudiana, tuvimos una discusién sobre esto con un 18 & uncer eaieee El nifto y su familia responsable de Google de una parte de] Departamento de Inteligencia Attificial de Alfabet, Samy Bengio. Lo que nos interesa es que resulta claro que los humanos no aprendemos como las maquinas, por el hecho de que no tenemos acceso a base de datos inmensos. En su vida un suje- to humano tiene acceso a muy pocas cosas, a muy pocos datos, y con esto aprendemos cosas extraordinarias. Lo tinico que él decia, es intere- sante, es que el ser humano tiene acceso a muy pocas cosas, como ele- mentos, para reconocer a un perro un nifio ha visto a quince o treinta perros, y con esto sabe reconocer un perro. Una maquina tiene que tener millones de fotos de perros para identifica a un perro, pero finalmente lo identifica. Una maquina puede diferenciar un perro blanco y un labo blanco también de razas muy préximas, un humano no podria hacerlo. Una maquina bien construida puede hacer diferencias muy grandes. Pero 61 decia que Jos humanos tienen acceso a muy pocos elementos pero a muchas més cosas que una maquina. Un nifio no para de tener acceso a cosas nuevas de la majjana a la tarde, y también a Ja noche cuando esta frente a la pantalla en lugar de dormir, 0 si duerme, con sus sue- fos. Entonces dice que hay una relacion con el mucho. Esto nos intere- sa, especialmente en el psicoandlisis. Hay algo que el hombre no tiene acceso como mucho, que es lo que se relaciona con lo sexual. Inchuso los Don Juanes de un sexo 0 de otro, o los que tienen un afan para tener rela- ciones sexuales multiples, tipo Catherine Millet, sean cuales sean estos sujetos, no es lo mucho que abunda, sino mas bien lo méitiple, que es otra cosa. Es una selaci6n entre el Uno y lo miltiple, el Uno del goce y lo miltiple del partenaire. El saber que se puede extraer de esto del lado del partenaire jouissance, del partenaire de goce, probablemente lo dife- rencia de la maquina: el modo de aprendizaje del lado de 1a inteligen- cia artificial se diferencia del modo de aprendizaje de un sujeto huma- no que no aprende, encuentra en la contingencia, encuentra partenaires que dejan huelias inolvidables que después se repiten de manera tal que podemos decir que del lado de lo sexual no se aprende nada Barcelona, 2 de abril de 2018 1. Una lectura de “Nota sobre el nifie”* La “Nota sobre el nifio” esta a continuacién, en los Orros escritos, de la “Alocucién sobre las psicosis del nifio”.? Estos dos textos constituyen una bascula en la ensefianza de Lacan sobre el nifio, y que Ia aborda a través de la l6gica de! fantasma, especialmente del fantasma materno. En esta “Nota...”, escrita y dirigida a un destinatario particular, el estilo se encuentra en ruptura con los otros textos escrites por Lacan en el transcurso del afio 1969. Resulta de una claridad y de una simplici- dad sorprendente. Su estilo no supone que sean conocidos los desarrollos recientes de sv obra, aunque extraiga sus consecuencias. Comparémoslo, por ejemplo, con “Radiofonia”, escrito el mismo aiio para una emisin de radio, texto escrito que presenta una dificultad singular en la construc cidn de las frases y en su articulacién. Lacan eligié este estilo simple, préximo al Seminario, para dirigirse auna amiga, Jenny Aubry, quien no segufa su ensefianza desde hacfa un tiempo. Explica lo que elabora: el objeto a, el fantasma, en términos que pueda entenderlo un lector que tiene una idea del fantasma anclado ea la ensefianza final de los afios 50. 1 Lacan, J. 2. Lacan, J.,"Alecucién sobre las psicosis en a infane’ ‘Nota sobre el nifio”, Orros Escritos. Buenos Aires: Paidés, 2012, p. 393, *. Otros Escritos, op. cit..p. 381 aL Eric Laurent La ensefianza de Lacan se aceleré mucho a partir del momento en que fund su propia Escuela en 1964. Se separé del comentario del texto frendiano o de las referencias a la tradicién psicoanalitica, a la lengua comtin de los psicoanalistas. Tomé como objeto su ensefianza como tal, suponiéndola conocida. Los temas nuevos se multiplicaron. Se ocupa en esta “Nota...” de una especie de recuperacién, de corto- cireuito, entre dos momentos de su enseflanza. La sefiora Jenny Aubry era una amiga y una gran dama de la psiquiatria francesa. En Francia fue Ja primera mujer Jefa del Servicio de Psiquiatrfa Infantil. Quiso refor- mar las précticas y las instituciones que se ocuparon de nifios. Puso en funcionamiento un sistema de admisin de nifios psicdticos, especial- mente ubicados en sus domicilios, que tomaba el relevo de las institu- ciones anénimas 0 dejadas a su suerte. En el marco de estas reflexiones practicas para orientarse en los cuidados brindados al nifio, le pregunta a Lacan en qué podria servirle aquello que él hacfa. Lacan responde a esta demanda de modo pragmitico, tomando en cuenta los obstéculos para Girigirse al nifio e insertarlo en el dispositivo psicoanalitico. La familia y el residuo ‘Ms alld de esta orientacién, este texto se ocupa del nifio en su gene~ ralidad. La “Nota...” escrita en 1969 corresponde a un momento histé- rico particular, después de 1968. Hasta ese momento, Francia no habia seguido la americanizacién de las costumbres que toda Europa, el norte mas particularmente, habfa tomado mas profundamente. No tuvo lugar todavia el relevo de los hombres de Estado que hacfan de padre, como De Gaulle. Los americans habian adoptado el estilo juvenil de Kennedy, el estilo moderno de ejercicio de 1a autoridad. La recuperacién hacia la modernidad en el 1968 se hizo por el quiebre de las identifica~ ciones. Las leyes que aprobé el presidente Giscard d’Estaing cambiaron el sistema de filiacién en Francia y puso en sintonia las costumbres y las filiaciones. Fue también el tiempo de las comunidades diversas mas © menos estables en las que el lazo de la pareja parecia haberse sobre- pasado. Apatecieron pequefias sectas dedicadas a explorar esas cosas. 22 El nifio y su familia Las consecuencias no fueron sin enloquecimientos subjetivos. Los psicoanalistas en Jos afios que siguieron recuperaron bastante los daiios producidos en esas grandes agitaciones que dejaron a muchos sujetos perdidos. Después de mayo del 68 fue necesario despertarse un poco de estas embriagueces identitarias. En el afio 1969 Lacan comenté en vivo jos eventos del 68 en su Seminario El reverso del psicoandlisis. Fue un forzamiento. Presenta las consecuencias de los acontecimientos y anun- cia Jas perspectivas que iban a esbozarse, especialmente el triunfo de la Universidad. Es exactamente lo que pas6. Muestra cémo el llamado al amo, como le dijo a los estudiantes, es un llamado histérico. Lacan no se oculté ni lo dejé en silencio. Fue una de las raras luminarias de la época en ira Vincennes para decir a los estudiantes “Usiedes, como revolucio- narios, aspiran a tener un amo, pues lo tendran”.? No los alent6 a darse directamente contra las paredes, a recibir los golpes represivos, tuvo el cuidado de advertirles “si ustedes hacen eso, he aqui lo que tendran”. Tomé asi el lugar de intérprete del fenémeno hist6rico que se desarrolla- ba. Este comentario tuvo las mismas resonancias cautivantes que el texto “Psicologia de las masas y andlisis del yo”, en el que Freud en 1920 anti- cipé el funcionamiento de fos partidos totalitarios. Resulta de una luci- dez psicoanaiftica destacable. ‘Tiempo antes, en septiembre de 1968, Lacan reescribe una interven- cién suya tealizada en 1967 en el “Congreso sobre fa infancia alienada” organizado por Maud Manoni, donde estaban presemtes Laing y Cooper y sin la presencia de Winnicott. En ese texto Lacan enuncia algunas ver- dades sobre el estado de la civilizacién para advertirles sobre la pendien- te ut6pica que los captaba. “Estamos en la época, dijo, de los imperialis- mos y la cuestién es la siguiente: ,Cémo hacer para que masas humanas, condenadas al mismo espacio, no solamente geogréfico, sino en esta oca- sion familiar, permanezcan separadas?”# Y eso anuncia Jos procesos de segregaciOn que se radicalizarén, La creencia en el padre es puesta en El seminario, Libro 17, El reverso del psicoandtisis (1969-70). Buenos Aires: Paidés, 2008. 4, Lacan, J,, “Alocucién * op. cit. p. 383 23 Eric Laurent serie, desplazada en esta puesta en comin, en un espacio dado de los “imperialismos del goce”. La “Nota sobre el nifio” es del mismo tenor y comienza con una reflexin del estado actual de la familia en 1a civilizacin. “Parece ver el fracaso de las utopias comunitarias” 5 esta observacion designa también Jas comunidades del 68 como los kibutz. Se comienza a ver una coloca- cién del conjunto de esas tentativas a las que hay que afiadir las comuni- dades antipsiquidtricas inglesas. Lacan inicié sus reflexiones sobre 1a familia en la teorfa psicoana- litica en el “Estadio del espejo” y “Los complejos familiares”, que es una reflexién psicounalitica sobre la clinica y el destino de la familia en Oecidente. Este estudio de 1938 le permite dar una mirada critica sobre el complejo de Edipo en tanto mito. Lacan no tenfa verdaderamente simpatfa hacia el uso del mito en psicoandlisis. Mas que captar el Edipo como algo siempre abi, que no cambiaré jamés —que es la vertiente jun- guiana, muestra cmo depende de las formas de evolucién de la civi- lizacién. En 1938 hace valer que se puede describir la evolucién de la familia hacia una forma de reduccién a la familia nuclear. Pero, més pre- cisamente, la familia nuclear no es fundamental. La familia rindié su ser- vicio, se trata ahora de otra cosa. La verdad de la familia se transformé en la variedad de las formas de matrimonio. Lacan sostiene entonces, desde hace tiempo, una tesis sobre la fami- lia conyugal y su lugar en la evolucién en las sociedades. Entre “Los complejos familiares...” y la “Nota...” fueron publicados los grandes textos sobre la familia de Lévi-Strauss. Indican cémo “Los complejos familiares...” encontraron el método estructural, No citaré mds que una presentacién hecha por Lévi-Strauss de su método: “,A qué,tendia mi articulo de 1945? Se trataba de mostrar que una estructura de parentesco, por mas simple que sea, nunca puede ser construida a partir de una fami- fia biolégica compuesta por el padre, la madre y sus hijos, sino que eso siempre implica, dada de entrada, una relaci6n de alianza” . 5. Lacan, J.,"*Nota sobre el nifio”, op. cit. p. 393. 6. Lévi-Strauss, Anrropologia estructural. Buenos Aires: Eudeba, 1973, 24 pea El nifto y su familia En la “Nota sobre el nifio” Lacan da cuenta tanto del aporte del psicoandlisis en sus consideraciones antropolgicas sobre la familia como de las experiencias ut6picas que interrogan los limites de la familia nuclear. Las conclusiones que extrae son indisociables de ese momento hist6rico y de la nueva situacién de la familia en los discursos contem- pordneos, momento en el que se inscribe el proyecto de la seffora Aubry, que elabora su sistema de familias de ayuda. Las funciones del padre y de ]a madre En la “Nota...” hay una ausencia que sorprende de entrada. En esta voluntad de inscribir el aporte del psicoanalista a una reflexién sobre la familia no figura el término de complejo de Edipo. Es una ausen- cia completamente central. Figura una aproximacién funcionalista, no un discurso mitico sino un discurso funcional. Lacan sitia las funcio- nes del padre y de la madre. Su cardcter irreductible es establecido a partir del fracaso de las utopfas comunitarias. Bl psicoanalista aborda todo desde el punto de vista del fracaso: los actos failidos, el sintoma, el acto sintomético, aquello que fracasa, que cae. De aquello que tiene éxito no tiene mucho para decir. De las utopias comunitarias como tales el psicoanalista puede explicar lo que piensa, eventualmente tener pun- tos de vista politicos, pero no en tanto que psicoanalista. Esta, por otra parte, autorizado a captar lo que fracasa en el bricolaje con los ideales de la familia, Lacan nos recuerda: “la funcién de residuo que sostiene la familia conyugal”.? En la familia nuclear permanece la forma resi- dual de existencia de la familia en todas las sociedades y Lévi-Strauss lo ve como una evolucién a nivel planetario. Hay residuo porque la familia permanece ahi y fracasé en todos los lugares que se creyé poder reemplazarla por sistemas comunitarios. Las personas se apuran por reformar las familias, tan disfuncionales, monoparentales 0 recompues- tas como sean. 7. Lacan, J.,"Nota sobre ef nifio”, op. cit. p. 393. Eric Laurent Asi se deduce otro orden de hechos que escapa a lo que seria “la transmision de 1a vida segiin Ja satisfaccién de las necesidades”. Lacan no define el orden simbélico a través de la civilizacién, el orden o la cara del Otro. Toma el orden simbélico por lo bajo, el fracaso, el residuo. He aqui lo que testimonia: “de un orden diferente de la de la vida segiin la satisfacciGn de las necesidades, pero que conlleva una constitucion sub- jetiva, lo que implica la relacién con un deseo que no sea andnime” El término deseo rompe con el punto de vista histérico y sociolégico. Se refleja y opone a las necesidades de la vida que debe reproducirse. Después de esa necesidad se juzgan las funciones de madre y de padre. Y distribuye a continuacién, de manera freudiana, el cuidado de la madre en tanto “que sus cuidados Heven la marca de un interés particu- larizado”. Bs 1a madre del cuidado prolongado con el interés particulari- zado. El padre es atrapado por un fragmento que no es el fragmento del mito. No es el padre de Ia horda primitiva, el padre de “Totem y taba”. Es un padre més prdximo al de “Moisés y ef monotefsmo” puesto que esté definido en tanto que “su nombre es el vector de una encamacién de la Ley en el deseo”? Detengémonos sobre la “madre del cuidado”. A la madre freudia- na, la que establece la relaci6n anaclitica, se afiade “el interés particu- larizado ya sea por la via de sus propias faltas”. Esto me parece que es verdaderamente la manera en que Lacan traduce la expresién inglesa de Winnicott “Ia madre suficientemente buena”, “Good enough mother”. Este concepto, inventado por Winnicott, permitia resistir el ideal mater- no Kleiniano de la buena madre, en la oposicién de buena madre-mala madre, dialéetica infernal. Lacan lo traduce diciendo que la madre fan- ciona a través de la falta. Lacan juega en este punto con el,sindnimo entre los términos de falta, mangue y faute: las faltas son de la madre en tanto que ella falta a ser la madre perfecta, y la falta en tanto que es el camino del deseo. Y precisa él pensamiento de Winnicott: el “good enough” ,“suficientemente buena”, no aleanza. La manera en que la falta” 8. dem. 9. Idem. 26 El nitto y su familia en el cuidado se articula al deseo de la madre propiamente dicho, en tanto que la enlaza al hombre con quien tuvo este hijo. Volvamos sobre el padre que Lacan describe: “En tanto su nombre es el vector de una encarnacién de la Ley en el deseo”. No es una referencia al mito sino a la teologfa. ; Qué es la encarnacién? Es “hacerse carne”, el verbo que se hace carne. “La encarnacién de la Ley en el deseo” es una expresién paradéjica puesto que aparentemente Ley y deseo se oponen. Las leyes estan hechas para limitar los deseos, para ponerlos en forma. «No podria decirse, por ejemplo, “la encarnacién del deseo en la Ley”? El padre, segiin Lacan, no es simplemente el padre de la prohibicidn, es el padre que retine todas las contradicciones del padre freudiano, no sola~ mente el de Ia prohibicién sino también ef padre gozador y el padre de la horda, En definitiva, es el padre que muestra el camino, Moisés quien busca las tablas de la Ley y que, con el precio de su vida, eterniza la Ley. Moisés muestra que es necesario hacer mucho mds que prohibir. Es necesario guiar y conducir al Pueblo elegido hasta la Tierra prometida. En ese sentido el padre no debe prometer cualquier cosa. Se apoya sobre la ley pero transgrediéndola. Prohibe la madre y se acuesta con ella. Si no se acuesta con ella y se contenta con prohibir, no es mas que el padre del pudor, el soporte de la prohibicién, el tirano doméstico, incluso el padre de! presidente Schreber. El padre enuncia la ley y muestra cmo ella se humaniza, cémo se puede vivir sirviéndose de ella. El padre mismo debe cumplir sus promesas mostrando cémo es posible vivir con Ja ley. En ese sentido, es al mismo tiempo vector y transgresor de la ley. Es un transgresor humanizado, el que llega a hacer de la ley algo vivien- te y no de la muerte, algo separado, algo del ideal. “La encarnacién de Ja ley en el deseo” es el deseo en tanto que lleva sus promesas. Por aqui Lacan llega a la dimensién del mas alld del Edipo. Mas alld de la creen- cia en el padre, el padre se encuentra reducido a su funcién de un util, de instrumento. Eso hace que su estatuto pueda ser puesto en causa, como Jo es tan profundamente en la evolucién de los sistemas de parentesco de Jas sociedades occidentales, sin que por ello todo mundo se vuelva loco. Dei texto de Lacan no se deduce ningtin conservacionismo en rela- cién a las formas existentes de la familia, ninguna nostalgia. Eric Laurent El nifio y lo real Viene una parte centrada sobre [a introduccién de nifio en tanto que real. Comparemos esta aproximacién @ la del texto freudiano cuando Freud aborda el nifio a partir del ideal del yo de los padres, His Majesty the Baby. Fi ideal llega al nifio a través del narcisismo parental que se transforma en ideal del yo. Si el nifio, en su realidad, no responde a las normas del ideal, hay un trastorno en ese momento en la familia. Lacan se refiere primero al abordaje freudiano clasico en la “Nota...” evocando “Ia distancia entre la identificaci6n con ideal del yo y la parte tomada del deseo de la madre”.' En el hilo de este texto introduce la cuestin a partir de los desarrollos del psicoandlisis desde Freud, es decir, del aporte de Melanie Klein al psicoandlisis de niffos. Bl nifio no es més abordado en tétminos ideales sino a partir de sus fantasmas. Lacan reformula la cuestin a partir de Ja relaci6n fantasmitica entre el niffo y Ia madre. Introduce aquf sus categorfas: “BI nifio realiza la presencia de Jo que Jacques Lacan designa como objeto a en et fantasma”.!! Lacan inventa el objeto a para nombrar algunos objetos aparecidos en el psi- coandlisis después del objeto pulsional freudiano: el objeto del fantasma Kleiniano, el objeto transicional de Winnicott, el objeto narcisista desa- rrollado por ciertas corrientes americanas. El concepto de objeto a surge asf de Ja critica de la “relacién de objeto”, una nocién que se habia vuelto central en psicoandlisis. El objeto a puede ser alternadamente diferentes virtualidades: objeto del fantasma, objeto pulsional, objeto transicional. Este objeto no es de la madre ni el del nifio. Articula el cit- cuito del fantasma y el circuito félico de los intercambios. Lacan aborda decididamente ef lugar del nifio a partir del objeto a. Lacan parte de la categoria del deseo de la madre y del hecho de que se dirija a una falta. Est4 articulado alrededor de una x. Si la madre da a ese x ef valor de falo “simboliza su deseo en el falo”, es decir que el nifio “satura al sus- tituirse a este objeto, el modo de carencia en que se especifica el deseo” 10. dem, p. 394. MIdem. 28 El nifto y su familia (de la madre)”, esto es reformular el Penisneid freudiano distinguiendo el nifio-falo y del nifio-objeto. La relacién fantasmatica madre-nifio es situada de entrada en térmi- nos de relacién y de “falta de objeto”. La verdad dltima sobre la cuestién del deseo de Ja madre no se reduce al pene. Lacan separa la categoria de falo del deseo de la madre, pero también distingue el registro falico del registro del objeto a. Distingue el falo en tanto lugar de Ja falta de lo que toma este lugar de objeto: “Decir que el nifio es el falo no distingue et falo en tanto que es el lugar de la falta y en tanto que en ese lugar algo viene a ocuparlo”. En este iiltimo caso no Io ocupa como falo sino como viniendo “en el lugar de“. La distincién entre el lugar y el término es una distincién estructural crucial. La encuentran también en esta obser- vacidn: “El sintoma nifio se encuentra en el lugar de lo que responde a Jo sintomatico”. Lacan diferencia igualmente lo que es un lugar y lo que aparece como falta y fo que viene a ocupar el termino del objeto a que lo “satura”. Este término es quimico. Esté tomado del registro de la saturacién de Jas valencias. “Satura, al sustituirse a este objeto, el modo de caren- cia en el que se especifica el deseo (de la madre), cualquiera que sea su estructura specifica: neurética, perversa o psicética”.!? La madre puede ser neurética, perversa o psicética, de todas formas se plantea la cues- tin de su falta. Es importante recordar que Ia perversién femenina existe pero con la forma de la perversién materna. Ella da cuenta de fenéme- nos de maltrato. Cada estructura se define en relaci6n al deseo, por los modos de respuesta a la pregunta: ,Cémo se simboliza ese deseo? ,Cudl es entonces este lugar que ocupa el niiio? “El aliena en sf todo acceso posible de la madre a su propia verdad”.!3 Para entender esta frase es necesario remitirse al sexto pardgrafo de la “Nota...”, en Ja que Lacan dice “el sintoma se define como representante de la verdad”. Es una refe- rencia al grafo de Lacan en el que e! sfntoma ocupa el lugar de la verdad de lo que se dice. Para saber lo gue quiere decir hablar, el sujeto pasa por 12, Idem 13, tdem

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