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Dari ai ii TIM UNWIN ~EL LUGAR DE LA GEOGRAFIA Tim Unwin El lugar de la geografia CATEDRA GEOGRAFIA MENOR ‘Titulo original de la obra: The Place of Geography Traduccion de Jer6nima Garcia Bonafé Reservados tados los derechos. De conformidad con lo dispuesto en el art, 534-bis del Codigo Penal vigente, podrin ser castigados ‘con penas de multa y privaci6n de libertad quienes reprodujeren 2 plagiaren, en todo en parte, una Obra literaria, artstica © cientifica fizida en cualquier tipo de soporte sin la preceptiva autorizacion. © Longman Group UK Limited, 1992 ‘This translation of The Place of Geography Fisst Edition is published by arrangement with Longman Group Limited, London Ediciones Catedra, S. A., 1995 Juan Ignacio Luca de Tena, 15. 28027 Madrid ‘Deposito legal: M. 38.422-1995 LS.B.N.: 84-376-1383-3 Printed in Spain | Impreso en Graficas Rogar, S.A. Pol, Ind, Cobo Calleja. Fuentabrada (Madrid) Al Pam, Jenny, Juliette y Jane, en agradecimiento a su comprension Prdlogo a la edicién inglesa El objetivo central del presente libro es ofrecer un relato legible y a un tiempo sugerente del nacimiento de la geografia como disci- plina académica. Va dirigido primordialmente a estudiantes no licen- ciados, como introduccion a la vasta y complicada literatura que se ha publicado en los ultimos afios sobre el tema, centrindose princi- palmente en la geografia practicada en el mundo de habla inglesa, Cabe citar, asimismo, otros tres objetivos conectados entre si. En primer lugar, el libro pretende rastrear el desarrollo de la geografia hasta sus raices formales en la antigiiedad clasica, origen de muchos de los temas debatidos dentro de las corrientes del pensamiento geo- grafico del siglo xx. En segundo lugar, se interpretan los cambios acaecidos en la prictica geografica en cl contexto de la teoria critica de Jtirgen Habermas, haciendo especial hincapié en la construccién social del saber y en el uso a que se destinan los diferentes tipos de conocimientos. En tetcer lugar, la presente obra llega a la conclusion de que en el foso que separa la geografia en dos partes, una basada en el mundo fisico y la otra dedicada a asuntos de interés humano, ha quedado sofocada la voz que podrian haber alzado los gedgrafos en algunos de los asuntos ambientales mas acuciantes de finales del siglo X La estructura del presente volumen es, en grandes lineas, crono- logica. En el primer capitulo examinamos Ia imagen contemporinea de la geografia y las fuerzas que moldean las disciplinas académicas en general. A éste sigue un capitulo teérico que sienta las bases para la exploracién del desarrollo de la geografia como disciplina acadé- mica, emprendida en los capitulos sucesivos. Los capitulos TIL y IV se ocupan de la evolucién de la geografia desde la antigtiedad clasica 9) hasta finales del siglo XIX, mientras que en los tres siguientes inter- pretamos la geografia del siglo XX a través de su practica como cien- cia empirico-analitica, historico-hermenéutica y critica. En ¢l ultimo capitulo, regresamos a las cuestiones planteadas al principio de In obra, abordando una serie de aspectos tedricos y practicos de gran importancia pata los gedgrafos contemporineos. El volumen se cie- tra con un breve glosario donde figuran algunos términos utilizados en el texto que podrian resultar nuevos para los lectores no iniciados en el tema. En esta empresa, el empleo del lenguaje tiene una importancia fundamental. A través del lenguaje logramos comunicarnos con los. demis. No es posible, pues, separar la forma en que los geografos y los filésofos han expresado sus ideas de su discurso practico, Por ello, en las siguientes paginas, dejaremos que los autores se expresen con sus propias palabras, siempre que sea posible. En el intento por cubrir todo el abanico de la investigacion geogrifica, este libro solo puede abrir pucrtas, no examinar en detalle cada una de las estancias de la experiencia geogrifica. Se trata pues de un viaje cminentemente personal; como dijo Ludwig Wittgenstein (1967, pag. viii) en el pro- logo de Investigaciones filasificas: «No me gustaria que mis escritos li- braran a nadie de la tarea de pensar, sino que, de ser posible, fueran un estimulo para los pensamientos propios de otras personas.» En la confeccién del presente libro he contraido una deuda con todos aquellos que han compartido conmigo sus ideas en los pasados dieciocho afios, tanto profesores como estudiantes. En Cambridge, mis primeras exploraciones geogtificas estuvieron muy influidas por cinco personas: Dick Chorley, que me ensei mucho mas de lo que recuerdo acerca del duclo de titanes en OK Corral; H. C. Darby, cuyo uso del lenguaje y amplitud de discurso me abrié todo un reino nuevo de investigaciones geogrificas; Derek Gregory, que me intro- dujo no sdlo en la obra de Jiirgen Habermas, sino también en el campo mas vasto de la teoria social; Jim Lewis, que me inculcé la importancia duradera de la economia politica de Marx; y David Stoddart, que casi me convencié para que me dedicase a la geografia fisica, El primer esbozo de esta obra surgié en Durham, entre 1976 y 1981, inicialmente a través de una serie de seminarios para licencia- dos y, después, gracias a la oportunidad de compartir mis ideas con estudiantes dentro del contexto de un Grupo de discusién geografi- ca, filosofica y metodologica; Eric Berthoud fue el contacto con Neiichatel y ha garantizado la vision europea. En 1981, entré a for- mar parte del Departamento de Geografia del Bedford College de la 10 Universidad de Londres y tuve la oportunidad de formular un enfo- que critico de la investigacién geografica, impartiendo un curso de master en teoria y practica de la geografia, Quedaron asi perfecta- mente de manifiesto las dificultades con las que se enfrentaban mu- chos estudiantes al intentar reflexionar acerca de los cambios ocurti- dos en la practica geogrifica del siglo XX. La posterior fusién con el Royal Holloway College a mediados de los afios 80 para formar el Royal Holloway and Bedford New College, me proporciond una experiencia de primera mano acerca de los cambios institucionales asociados con la reestructuracién de la ensefanza superior. He con- traido una deuda de agradecimiento enorme con mis colegas del de- partamento por todo lo que me han ensefiado acerca de la geografia y por la paciencia con que han respondido a mis preguntas a menu- do oscuras. Las personas que cito a continuacién han tenido la gran amabili- dad de encontrar tiempo para leer y comentar los borradores de los capitulos de este libro: Felix Driver, David Gilbert, Peter Haggett David Lambert, Roger Lee, Gunnar Olsson, Rob Potter, Robert Sack, Don Thompson y Pam Unwin. He aprendido mucho de sus inteligentes comentarios y el texto detinitivo ha mejorado sobrema- nera como resultado de sus apreciaciones criticas. También estoy ¢s- pecialmente agradecido a la British Academy por la beca que me per- mitid visitar algunos departamentos de geografia de California en la primavera de 1990, Por Ultimo, si no hubiese sido por Vanessa Law- rence de Longman, este libro nunca se habria concluido; no s6lo me dio animos para empezarlo, sino que los ha alimentado mientras crecia y ha mantenido una paciencia extraordinatia a medida que se retrasaba la fecha de finalizacion. Virginia Water, 15 de noviembre de 1991. TIM UNWIN Prélogo a la edicién espafiola Esta edicion castellana de The place of geography me brinda la oportunidad de examinar brevemente los cambios que ha experimen- tado la disciplina desde que se publicé por vez primera la obra y de responder a algunos de los comentarios publicados acerca de la edi- cién inglesa, Antes que nada, es menester sefialar que esta obra se ocupa principalmente del desarrollo de la geografia en el mundo de habla inglesa y, al publicarse cn una edicidn castellana, he tomado conciencia de la escasa mencién que se hace en ella de la investiga- cién emprendida por gedgrafos de habla hispana. Este hecho es, en parte, un reflejo de la insulatidad relativa de muchos gedgrafos britinicos y americanos, pero también una consecuencia de los estre- chos vinculos que han establecido tradicionalmente con los geogra- fos alemanes y franceses. No obstante, puede apreciarse un fortaleci- miento de los lazos de unién con los geografos del mundo hispano y cabe esperar una consolidacién en los afios venideros. También creo oportuno hacer hincapié, a modo de introduccion, en un segundo aspecto ya perfilado en las primeras frases del prologo a la edicion inglesa, Este texto va destinado a estudiantes no licencia- dos en busca de un repaso relativamente breve y, de ser posible, legi- ble de la evolucién de la geografia como disciplina académica desde la antigiiedad clasica. Por ello, muchos son los aspectos que no se abor- dan con todo el detalle que mereccrian en una obra mas vasta, no obstante lo cual el presente volumen pretende ofrecer un texto basico que permita a los estudiantes desarrollar sus propias interpretaciones de la bibliografia en la materia. Mencionaré seguidamente otros dos aspectos del enfoque adoptado: en primer lugar, ilustra que muchas de las cuestiones abordadas por los geografos actuales fueron objeto 13 de debate ¢ investigaciones en siglos pasados, y que podemos apren- der mucho de una reanudacién de algunos de dichos debates; y, en segundo lugar, implica que la expresién concreta de la geografia en cualquier lugar o época es un reflejo de la sociedad en la que se inscribe. ste es precisamente uno de los principales argumentos del libro, a saber: que la investigacion académica no es neutral, y que las labores de investigacién y docencia practicadas en materia geogrifica pueden servir cometidos ¢ intereses muy dispares. . De todos los comentarios que ha suscitado la edicién inglesa de la presente obra, merecen destacarse tres puntos principales. En pri- mer lugar se ha sugerido que se presta una atencién insuficiente a la corriente feminista y a las investigaciones recientes sobre cuestiones de género. Como respuesta, quisiera sefalar lo siguiente: tal como han afirmado muchos geografos feministas, la geografia del pasado ha estado muy dominada por los varones, por ello una historia de la disciplina sera ante todo una geografia masculina a menos que se pretenda destacar la corriente minoritaria. Sin embargo, en la prime- ta edicién se afirmaba explicitamente que la geografia feminista ha empezado a ejercer una influencia significativa en la disciplina y, des- de su redaccién, se han publicado muchos textos fundamentales que corroboran la importancia de este enfoque. Otro punto, destacado por un critico como minimo, es Ia aten- cidn relativa a la geografia marxista en la investigacion y docencia contemporineas. Espero que E/ /ngar de la gengrafia no silo deje de manifiesto la deuda que he contraido con los argumentos tedricos de Marx, sino que resalte su importancia en el reciente avance de la dis- ciplina. Sin embargo, en especial desde la caida de la Unién Soviética y la realineacién sustancial del pensamiento politico de izquierdas, debe reconocerse la escasa influencia de los textos de Marx en la mayoria de los geégrafos. Escasos son los gedgrafos fisicos que in- corporan la teoria marxista a sus investigaciones, mientras que mu- chos son los geografos humanos que optan por apartarse deliberada- mente de la tradicién marxista, En este contexto, merece la pena destacar que el debate en el seno de la Izquierda sobre la mejor ma- nera de influir en el cambio social ha afectado al corazén mismo de la geografia britanica de los dos altimos afos. De ahi que la decision del Institute of British Geographers de unirse con la Royal Geogra- phical Society a partir del 1 de enero de 1995 haya tenido tantas re- percusiones entre los gedgrafos sociales y culturales. La historia de esta fusion todavia esta por escribir, pero cabe sefialar cl abanico de posturas adoptadas por aquellos que se oponian radicalmente a la 14 iniciativa. Por una parte, estaban los que afirmaban que no podian pertenecer a la nueva Sociedad y, por tanto, han otganizado una critica académica, politica y social desde el exterior. Por otra parte, estaban aquellos que veian serias dificultades en la naturaleza de la nueva Sociedad, pero han decidido permanecer en ella y cambiarla desde el interior. Ademas de estas dos posturas extremas, se han da- do multiples variantes, pero, en calidad de secretario honorario del Instituto durante el periodo de la fusién, quisiera observar que los que tratamos de velar por los intereses de éste a través de negocia- ciones a menudo dificiles, hemos recibido en varias ocasiones el cas- tigo infligido por todos los que siguen oponiéndose firmemente a la fusién. Espero que esta traduccidn al castellano de The place of geo- graphy transmita mis inquictudes politicas y mi afin por desarrollar una corriente critica en la docencia y la investigacion geogrificas. En tercer lugar, debo mencionar la atencién prestada en el pre- sente volumen a los vinculos entre la geografia y la fisica nuclear, en particular en lo que respecta a las ideas derivadas de la teoria cudnti- ca y de la relatividad. Este punto de vista ha sido contestado por al- gunos criticos, pero me gustaria reiterar aqui mi convencimiento de que tenemos mucho que aprender de una revaluacion de las ideas de los fisicos y ottos cientificos sobre el significado del tiempo y el es- pacio. Mi principal interés en estas paginas se centra en las conse- cuencias tedricas y filosdficas de estos argumentos, mas que en cues tiones como saber si la teoria cuantica es aplicable a la escala propia de la investigacién geografica, sea cual sea. En pocas palabras, mi opinion es que los lazos cada vez més estrechos entre la geografia humana y la teoria social, independientemente de sus innegables ventajas, han apartado a muchos gedgrafos de los avances recientes de las ciencias fisicas y las naturales. Ademas, como se menciona en E/ Ingar de la geografia, existe un potencial considerable para el desarrollo de una critica radical del concepto de espacio construido socialmente. Por dltimo, resumiré como ha progresado el debate sobre el pa- pel del posmodernismo en la geografia desde la publicacién de El li- gar de la geografia. Fin los altimos cinco afios ha aumentado considera- blemente la atencién suscitada por los enfoques posmodernos de la investigacion geografica, con los elementos criticos correspondien- tes. Algunos de los aspectos mas interesantes de este debate se refie- ren al papel de la filosofia y la teoria en las tareas docentes ¢ inve: gadoras, A este respecto, podria deducirse de la redaccién de The place of geography un alegato por un enfoque tinico de la geografia, a 15 saber: una teoria critica; se trata, sin embargo, de una eleccién que respeta la posible adopcion de otros enfoques. Ademas, a menos que la teoria critica se contemple como una construccién monolitica, es importante subrayar que, en gran medida, este enfoque se adopt como eje central de esta obra por ofrecer una estructura que permite interpretar la diversidad de intereses representados en diferentes ti- pos de investigaciones cientificas, También cabe afiadir que en el epicentro de esta iniciativa yace una dindmica que aspira a alentar ideas y enfoques nuevos a través de la practica de la docencia y la in- vestigacion. Es inevitable, por tanto, que la disciplina de la geografia y mis propias ideas hayan evolucionado desde la primera publicacion del presente libro, pero es de desear que esta traduccién al castellano induzca a los nuevos lectores a desarrollar una geografia adaptada a sus ptopias necesidades futuras. TIM UNWIN Agradecimientos Expresamos nuestro agradecimiento por la autorizacién para re- producir las figuras y las tablas a la Association of American Geo- graphers por la figura 4.1 y a Heinemann Educational y al autor J. Habermas por los extractos correspondientes (Habermas, 1978). CAPITULO PRIMERO La geografia: construccién social de una disciplina La geogratia deberia aspirar a tomar el bas- tién central, desbaneando en su empefio tanto a ls ciencias puras como a ese ejercicio intelee- tual excesivamente promocionado llamado ma- temiticas. La geografia deberia descollar acom- pariada de su Gnico igual disciplinario, ef estudio humanistico de lt lengua y literatura in- lesas. La peografia es lu reina de las ciencias, madre de In quimica, la geologia, la fisica y la biologia, madre también de la historia y a eco- in una base solida en las earacteristi- de la Ticera, las ciencias fisicas son poco mis que un juego y las cien les poco mas que una idcologia. socia- (Editorial publicado en The Times el 7 de junio de 1990, pag. 13.) La geografia es una de las formas mas antiguas de ejercicio inte- lectual y, pese a ello, los gedgrafos profesionales no responden unani- memente a la pregunta de qué es In disciplina ni siquiera a la de qué deberia ser. En los ultimos dos mil aos, la practica de la geogratia ha variado sustancialmente y el ritmo de cambio se ha acelerado en los Ultimos decenios. Como consecuencia de esta evolucién, la imagen que tiene el piblico de la tarea del geégrafo sucle estar muy apartada de la realidad. En el presente libro se examinan las causas de este cam- 19

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