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3 Edicién 2007 Este libro es traducién de The Way of the Dream, Dr: Marie-Louise von Franz in Conversation with Fraser Boa. © Sucesién de Fraser Boa, 1992 © Editorial Cuatro Vientos, 1997, El Camino de los Suefios, Santiago de Chile Este libro estd basado en la serie de filmes documentales «The Way of Dream» producida y dirigida por Fraser Boa, presentando a la Dra. Marie-Louise von Franz. Una produccién de Windrose fims distribuida por Windrose Films Ltd. P.O. Box 256, Station «Q» Toronto, Ontario, M4t 2 M1, Canada. Registro de Propiedad intelectual N° 99,257 LS.B.N.: 956-242-036-1 Traduccién: Renato Valenzuela M. Verificaci6n: Paulina Correa G. Diagramacién Héctor Pefia R. Disefio de portada: Josefina Olivos V. Imagen de Portada: Magdalena Lucas A., Cuzco, Perti, 1993. Oleo sobre tela(144 x 89 cm.) gentileza de Coleccién Cfa. de Cervecerfas Unidas S.A. Ninguna parte de esta publicacidn, incluido el disefio de la cubierta,puede ser reproducida, almacenada o transmitida en manera alguna ni por ningtin medio, ya sea eléctrico, quimico, mecdnico, dptico, de grabacién o de fotocopia, sin permiso previo del editor. wivw.cuatrovientos.cl El camino de los suefios DRA. MARIE-LOUISE VON FRANZ en conversaciones con FRASER BOA Traduccién i Renato Valenzuela M. Cuatro Vientos Editorial CONTENIDOS Agradecimientos..... Prefacio ..... Introduccién personal de Fraser Boa... I. Introduccién Uno: Descenso al Mundo de los Suefios.... IL. La Psicologia Basica de C.G. Jung Dos: Cartografia del Inconsciente Tres: La Estructura de los Suefios Cuatro: El Simbolo Vivo.... Ill. Suefios de Nuestra Cultura Cinco: La Escalera al Cielo Seis: E] Lenguaje Olvidado IV. La Psicologia de los Hombres Siete: Nuestra Sombra Sabe Ocho: La Madre Devoradora Nueve: La Muerte del Dragon 103 Diez: Ver a través de la Luna... 115 Once: La Novia Interior 127 V. La Psicologia de las Mujeres Doce: El Infierno No Tiene Espejos 139 Trece: El Ahorcado .. 151 Catorce: El Tirano.. Quince: Volar sobre los Tejados . Dieciséis: El Guia Interior........... VI. Sobre las Relaciones Diecisiete: Liberaci6n del Corazén . Dieciocho: Liberacién de la Relacién VII. El Si Mismo Diecinueve: Suefos de una Vida Veinte: El Artifice de los Suefios Indice... 203 213 225 235 247 AGRADECIMIENTOS Muchas personas contribuyeron a la creaci6n de la serie filmica de Ja cual resulta este libro, Agradezco especialmente a Chris Aikenhead, que durante un ajio trabajé conmigo escribiendo el guién original, organizando y viajando con el equipo mas de 40.000 kilémetros, y editando la mayor parte de las peliculas. Y también a Richard Leiterman, cuya energia y conocimientos de cine sirvieron mucho en las entrevistas callejeras. También me gustarfa agradecer a todas las personas que relataron los suefios y asociaciones que permitieron realizar este trabajo. Fueron muchos los que nos estimularon y ayudaron: Daryl Sharp y el Dr. James Hall, cuyo entusiasta apoyo al proyecto inicial transformé una idea en una posibilidad; el inversionista, que creyé en el valor de la iniciativa; el profesor Ross Woodman y Marion Woodman, que colaboraron con muchas sugerencias y cambios en la edici6n. Sobre todo, quisiera agradecer a dos personas. Una es Jenny Donald, mi compajiera de toda la vida, por disefar y editar el libro cuidando tanto su significado, y por su infinita paciencia para soportar los caprichos de un intuitivo. La otra es la Dra. Von Franz —a quien realmente pertenece este libro—, por el tiempo, conocimientos, visién y sabiduria que tan generosa- mente me concedié a mf y a este trabajo. xi PREFACIO Millones de individuos buscan hoy saber mas acerca de si mis- mos. Desean saber quiénes son, a fin de poder ser quienes son. A nivel personal, esta necesidad de entender mas acerca de nuestro ser interior se refleja por el surgimiento de interés en grupos de autoconocimiento y en la proliferacién de libros y articulos sobre nuevas técnicas de autorrealizacién. Asimismo, a nivel colectivo, las empresas y grandes instituciones comienzan a preocuparse del desgaste humano, el estrés y la correlacion entre bienestar psicolégico y productividad, a tal punto que muchas estan reestructurando su organizaci6n y estimulando a sus empleados para que asistan a seminarios de activacién de la conciencia. Esta creciente percepcién corresponde a la emergencia de una desatendida area de la ciencia, es decir, el estudio de la influencia que ejerce la experiencia subjetiva o “interior” sobre la salud y conducta del ser humano. Dada la dificultad de obte- ner datos objetivos, algunos investigadores se estén concen- trando exclusivamente en los suefios para proceder a una in- vestigacién sistematica de este vasto universo interior. Los descubrimientos iniciales demuestran que los suefos revelan una profunda relacién entre nuestros estados internos y exter- nos de ser, y proporcionan un tipo de contacto con la profun- didad de Ja mente humana hasta ahora no explorado por el in- telecto consciente. Una vez descifrados, los suefios contienen importante informacién sobre la salud fisica y mental del individuo. xiii EL CAMINO DE LOS SUENOS El psiquiatra suizo C.G, Jung fue pionero en la investigacién de los suefios. Descubrié que ellos intentan regular y equilibrar nuestras energias fisicas y mentales. No sdélo revelan la causa basica de la desarmonia interior y de la angustia emocional, sino que también indican el potencial de vida latente en el indi- viduo; presentan soluciones creativas para los problemas coti- dianos e ideas inspiradoras para el potencial creativo de la vida. Jung descubrié que al dormir, a través de los suefios, las personas despiertan a quienes realmente son. En este libro, Marie-Louise von Franz, la més importante su- cesora viva de Jung, explica y demuestra la teorfa cientifica del anilisis de los suefios. Basada en su investigaci6n de més de sesenta y cinco mil suefios, la Dra. Von Franz concluye que lo mas saludable que puede hacer el ser humano es prestar aten- ci6n a sus suefios. “Los suefios nos muestran cémo encontrar un ' sentido en nuestras vidas, cémo cumplir nuestro propio destino! y realizar el gran potencial de vida que tenemos dentro”. FR xiv INTRODUCCION PERSONAL por Fraser Boa Un dia, un alto ejecutivo jubilado jugaba golf con un amigo. Mien- tras atravesaban la cancha, su amigo le pregunté si estaba disfru- tando su jubilaci6n. “Bien”, respondi6 el primero, “te voy a decir. Empecé al final de la escalera y subi, peldario a peldafio, hasta llegar arriba. Y entonces descubri algo terrible. Habia puesto la escalera contra el muro equivocado”. Cuando yo tenia 39 afios, me di cuenta que habia puesto la escalera contra el muro equivocado y sufri lo que eufemisticamente se llama una crisis de la edad mediana. En otras palabras, toda mi existencia se resumi6 de pronto en un estridente “ZY Ahora Qué?”. Incluso los dos aspectos més vitales de mi vida se tornaron cuestionables. Mi carrera, que hasta entonces habia ejercido con vigor y entusiasmo, ya no me interesaba, y mi relacién personal con mi esposa y mi familia dejé de ser predominante en mis energias. Exteriormente, viajaba por el camino recto de un exitoso hombre de clase media, pero interiormente no pasaba un dia sin que tuviera el maligno pensamiento: “Dios sabe que la vida no es s6lo eso”. Los valores fundamentales sobre los cuales habia construido mi vida se estaban erosionando y no tenia con qué reemplazarlos. Ademds, no sabia dénde buscarlos. No era cuestién de buscar una aguja en un pajar; yo no conocta ningtin pajar, mucho menos una aguja. BL CAMINO DE LOS SUENOS Tal vez patear la piedra con suficiente fuerza haga que la divinidad despierte y nos sonra, 0 se ria de nosotros, En cualquier caso, el destino me llev6 a la consulta del Dr. E.A. Bennet, 99 Harley Street, Londres. Me lo habian recomendado mucho. Era analista jungiano, El Who’s Who de Inglaterra lo presentaba con nueve titulos académicos y profesionales (M.C., M.B., B.Ch., D.PM.,, M.A, M.D., D.Sc., LPM, R.A.M.C); brigadier y coronel psiquiatra en India en 1942-1945; consultor honorario de la Clinica Tavistock; y psiquiatra de los hospitales Royal Bethlehem y Maudsley. El segu- ramente tendria la respuesta, Las primeras palabras del Dr. Bennet no fueron promisorias: “No puedo decirle lo que busca. Debe descubrirlo por si mismo. Mientras tanto, puedo decirle por dénde comenzar”. Si yo no hu- biera conocido sus credenciales, la frase siguiente habria puesto fin a la consulta, Con un tono de absoluta certeza, dijo: “La solu- cién para su dilema esté dentro de usted. La encontrard en sus suefios. Ellos le dardn la respuesta”. “Pero yo no suefio”, contesté. “Jamas he tenido un suefio en mi vida”. “Todos soriamos”, explic6. “Cuatro o cinco veces cada noche. Sucede que nunca les ha prestado atenci6n. Intente recordar sus suefios y trdigalos a nuestras sesiones. Trabajaremos juntos para descubrir su significado”. Sali de la consulta muy escéptico, pero dispuesto a probar el posible conocimiento del famoso médico contra mi indudable igno- rancia. No habia encontrado mi aguja, pero él decia conocer un pajar. Esa noche me fui a dormir con un lépiz y una libreta junto a mi cama, Al despertar, recordé un suefio, el primero de muchos que discuti con el Dr. Bennet. Soré que estaba caminando por las anti- guas rocas de la Georgian Bay. La irregularidad de la superficie dificultaba mis pasos. Cuando miré hacia abajo para equilibrarme, me di cuenta que caminaba sobre el rostro de Cristo. El descubrimiento del suefto produjo un despertar a una nueva realidad, una nueva vision de la vida, con dimensiones que no habia imaginado antes. Mi trabajo con el Dr. Bennet confirmé su predicci6n inicial. La informacién que yo buscaba estaba dentro de INTRODUCCION PERSONAL mi, y mis suefios me dieron acceso a esa realidad subjetiva. Eran como puentes que me conectaban con vastas dreas de mi mismo que yo ignoraba que existieran: pensamientos, sentimientos, intere- ses, potenciales y energias ocultos dentro de mi mente, fuera del alcance de la intencién consciente, Ya no mds condenado a la futilidad de una existencia basada en el “zY Ahora Qué?”, me sentia vivo, vital y, sobre todo, con la sensacién de que valia la pena vivir mi vida. Mi interés por los suefios me llevé al Instituto C.G. Jung de Zurich, donde tuve la buena suerte de hacer mi andlisis diddctico con la Dra. Marie-Louise von Franz. Trabajar individualmente con ella fue un enorme privilegio. La Dra. Von Franz no s6lo era la méxima autoridad mundial en psicologia analitica, sino también una excelente profesora con la rara capacidad de explicar comple- jas teortas psicolégicas. Como todos los grandes maestros, su uso de ejemplos de ta vida diaria tornaba vivo y relevante el material. Gradualmente me di cuenta que mi experiencia de “zY Ahora Qué?” no era de ningdn modo Gnica. Habia otros con el mismo dilema, y comencé a imaginar si seria posible compartir con ellos mi experiencia con esta gran analista que trabajaba los suerios en su consulta. Sin duda, ellos apreciarian la informacion que el des- tino me hizo encontrar. Durante una conferencia en Oxford hablé por primera vez con la Dra. Von Franz sobre la idea de realizar una serie filmica. Era una tarde lluviosa. Conversdbamos junto a la chimenea, tomando cerveza inglesa. Esbocé un guié6n que apuntaba a poner la psicolo- gia jungiana al alcance del piiblico en general. El formato era simple, Conversariamos informalmente sobre los conceptos basi- cos de la psicologia analitica y ella interpretaria sueftos para acla- rar la teorta. “Entrevistas callejeras” con personas de diversas par- tes del mundo darian atin més vida a la serie, Para ella no era una decisién facil. Al participar en las peliculas, tendria que aceptar que el piiblico entrara a su consulta. (Ningén analista, ni siquiera Jung, habia hecho esto antes). Ella no iba a interpretar un mito arcaico, una obra literaria 0 un caso disfrazado, sino los suerios reales de personas vivas. Su respuesta me sorprendio. EL CAMINO DE Los SUENOS “Participaré”, dijo, “pero con la condicién de que todos los suefios sean relatados a la cdmara por los softantes. Nada de actores, a menos que ellos cuenten sus propios suefos”. “No va a funcionar”, dije. “Los aficionados estarén embarazo- samente conscientes de si mismos”. “Entonces no participaré”, respondié. “Una pelicula con ac- tores narrando suefios ajenos no tendria integridad. Debemos te- ner gente que cuente sus propios sueftos —personas reales y sue- fios reales”. Pedimos otra cerveza. A la primavera siguiente, mds de cincuenta individuos habian accedido a relatar sus suefios en camara. Estas fueron decisiones dificiles que exigieron considerable reflexién, ya que cada persona sabia que su suefio podria ser analizado en piablico por la Dra. Von Franz. Sin embargo, los que participaron en el proyecto fueron com- pensados por la ovacién de un piiblico de pie durante la premiere de las peliculas en Boston, en su lanzamiento para Norteamérica y Europa. Pensé que estaba naciendo una sola cosa, pero fueron dos. Con la creciente popularidad de ta serie, las cartas de la gente que vio las peliculas me animaron a creer que una transcripcién serfa valiosa. Muchos afirmaban que la Dra. Von Franz era una mujer extraordinaria que decia cosas muy interesantes, pero que por eso mismo necesitaban un libro para estudiar y reflexionar sobre ese material. Un hombre lo expres6 en forma concisa: “Uno no puede parar la pelicula y discutir”. Una de las grandes satisfacciones de transformar las peliculas en un libro fue la posibilidad de incluir mucho material que desgra- ciadamente habia sido cortado en la edicién. En cierto sentido, por lo tanto, Marie-Louise von Franz esté mas presente y mejor repre- sentada en el libro que en las peliculas, Por otro lado, en el sentido visual, es claro que esté menos presente. Sopesando ganancias y pérdidas (de ninguna manera obvias), tuvimos que enfrentar las reales diferencias entre los dos medios, la pelicula y el libro. Un libro que pretende ser un libro no puede ser la mera transcripcién de la banda sonora de una pelicula. Un gui6n cinematografico se xviii INTRODUCCION PERSONAL organiza a partir de la técnica visual de montaje, En Tierra yerma, TS. Eliot exploré esta técnica del cine para reflejar el cardcter fragmentario y discontinuo de la sociedad moderna. Su intenci6n era ofrecer “un montén de imdgenes rotas”. Sin embargo, nuestro propésito era otro; establecer una comunicaci6n mucho mds direc- ta con el lector. Nuestro principal interés era la informacién y aquella comprensi6n clara que se espera nazca de una informa- cién presentada de manera sencilla. Nuestra tarea no era confun- dir la mente en perplejidades para crear la ilusién de un mundo ca6tico que perdié el sentido, sino todo lo contrario. Este libro fue escrito para ayudar a la gente a comprender el mundo de los suefios y asi entender un mundo en esencia muy coherente, sea visto por dentro o por fuera. Fue escrito para infor- mar e instruir, con la conviccién de que los suefios tienen esa misma intenci6n. Espero que este libro sirva como una guia acce- sible y profunda a la psicologta analitica y al andlisis jungiano de los suefios por la mundialmente famosa exponente Dra. Marie- Louise von Franz. xix I INTRODUCCION UNO DESCENSO AL MUNDO DE LOS SUENOS “Los suefios entregan informacién muy interesante a quien se empefia en comprender su simbolismo. El resultado, es cierto, no tiene mucho que ver con preocupaciones mundanas como comprar y vender. Pero los negocios no explican el sentido de la vida, ni una cuenta bancaria satisface los deseos profundos del coraz6n”. —C.G. Jung Dra. Von Franz, ghace cudnto tiempo viene estudiando los suenios? Bueno, creo que alrededor de treinta afios. Calculo que he interpretado, como minimo, unos sesenta y cinco mil suefos, Hay algo que siempre me intrigé y que tal vez usted también se habré preguntado, Cuando me duermo, caigo en un vacio, Dejo de existir. Luego, sttbitamente, algin poder interior me obliga a pasar por una experiencia que yo no planeé —volar, manejar, hacer el amor—, experiencias tan reales como las de mi vida en vigilia, éQué poder es ése? gQuién engendra los sueiios? Ese es el gran misterio. ;Quién engendra los suefios? Mucha gente todavia tiene el ingenuo prejuicio de que los suefios expre- san nuestros propios deseos, o nuestros Proyectos o planes. Pero mientras mas se les observa, mds se ve que eso no puede ser cierto. Muchos de nuestros suefios dicen cosas que no que- remos oir. “(Pesadillas! Tengo pesadillas, no suefios. Una vez salté de la cama y cai sentado en el suelo”. —Taxista californiano “El otro dia tuve un sueno horrible cuando me dormt poco antes de salir a trabajar. Mataban a la madre de un amigo... no era nada de agradable”. —Camarera inglesa | INTRODUCCION La base desde la cual se originan los suefios parece ser, usando una expresi6n vaga, la propia Naturaleza. Es un fenédmeno natu- ral que proviene de la misma fuente que un 4rbol o un jabali. Ahora, no podemos decir qué engendra al jabalf. Si uno cree en Dios, dira: “Dios hace al jabali”, pero, en cualquier caso, es ese poder desconocido o fuerza misteriosa que da origen a toda existencia. Entonces, tal vez sea mejor usar una expresién vaga, Dios o la Naturaleza, sin atribuir los suefios a algo especffico. Sin embargo, después de observar los suefios por largo tiem- po, notamos ciertas cualidades y funciones. Ellos poseen una inteligencia superior, una sabiduria y una perspicacia que nos orientan. Nos muestran en qué aspecto estamos errados y nos alertan sobre los peligros; predicen acontecimientos futuros; alu- den al sentido mds profundo de nuestra vida y nos transmiten introvisiones reveladoras. Si uno analiza suefios de artistas o cientificos creativos, por ejemplo, vera que muchas veces nuevas ideas les son reveladas a través de los suefos. No se conciben en un computador, Mas bien, brotan del inconsciente bajo la forma de ideas repentinas. Varios documentos demuestran que muchos cientificos primero sofiaron ciertas soluciones matemiaticas y des- pués las resolvieron conscientemente, Entonces debemos concluir que existe una matriz psiquica capaz de producir nuevas introvisiones creativas. Después de analizar suefios como procesos psiquicos vita- les, lo Gnico que tal vez se pueda decir es que esta matriz parece orientar al ego consciente hacia una actitud adaptada y madura frente a la vida. Por ejemplo, si un joven neurético se niega a entrar en la vida, ella le da un saludable empujén, o si un adulto no puede aceptar la vejez y la muerte, ella representa el sentido de la vejez y la muerte a través de imagenes bonitas, Esta matriz que engendra los suefios en nosotros se ha denominado guia espiritual interior, o centro de la psique. La mayoria de los pue- blos primitivos simplemente la Ilaman Dios, o usan el nombre de un dios especifico, El dios supremo de los aztecas, por ejemplo, era el artifice de los suefios y guiaba a las personas a través de ellos. Probablemente, un cristiano dirfa que esta matriz es el DESCENSO AL MUNDO DE LOS SUEROS Cristo interior en nuestra alma. Un budista reconoceria este mis- mo centro, Segtin un viejo maestro zen, Buda cierta vez dijo que quien sigue el camino interior correcto tiene buenos suefios. ‘Recuerdo aquellos que me hacen sentir bien. Sin duda hay muchos que bloqueo. Si quieres recordar un suefio, escribelo de inmediato y te dir mucho sobre como te sientes realmente”. ‘ —Actor de Toronto “Los suerios son una compensacién que, si los recuerdas, sirve para descubrir los juegos que haces contigo mismo —y ahi podras hacer algo al respecto, Asi es como veo los suefios’, —Escritor irlandés Por lo tanto, parece haber en nosotros una inteligencia supe- rior que podriamos llamar gufa interior o centro divino que produce los suefios, cuyo objetivo parece ser lograr una vida Optima para el individuo. Los suefios no nos protegen de las vicisitudes, enfermedades y acontecimientos dolorosos de la existencia. Pero si nos dan una orientacién sobre cémo lidiar con estos aspectos, cémo en- contrar un sentido en nuestra vida, como cumplir nuestro pro- pio destino, cémo seguir nuestra propia estrella, por decirlo asf, para realizar el gran potencial de vida que hay en nosotros. Dra. Von Franz, gcémo llegé a interesarse en el estudio de los suefios? Cuando conoci a Jung, él comenté el caso de una mujer que tuvo una visién y la interpret6 para mf. Quedé impresionada, pues stbitamente percibi que para él los sucesos interiores, como las visiones y los suefios, eran /a realidad, tan real como aquella que llamamos realidad exterior. Fue una gran revelacion. INTRODUCCION Luego lef los libros de Jung y pude apreciar la importancia que daba a los suefios. Sentia que si yo no hacia analisis, nunca podria juzgar si lo que él decia era cierto o falso, correcto 0 errado, Me armé de valor, le pregunté si podia hacer ani con él y acepté. Después de eso, cada interpretacién de suefios era una revelaci6n, Segtin Jung, yo tenfa suefios especialmente difici- les y complicados, de los cuales yo no entendia una sola pala- bra. Eran verdaderos enigmas chinos sin sentido. Yo llegaba don- de Jung con todos esos disparates, y con gran esfuerzo él extraia el significado. A veces tomaba un paiiuelo, se secaba la frente y decia: “;Qué harias si no tuvieras un Jung para entender este suefio tan complicado?”. Siempre era una revelacién sorprendente, que perdur6 mien- tras trabajé con él. Mas tarde, cuando envejecié, le contaba me- nos suefios, pues percibi que se cansaba. (Interpretar suefos exige un gran esfuerzo fisico. No es sélo un ejercicio mental). Pero en los primeros afios de mi andlisis, la mayor parte del trabajo consistfa en descifrar aquellos mensajes chinos noctur- nos. Recuerdo que iba a anAlisis tenso, nervioso, muchas veces deprimido, y salia con una sensacién de “Ah, ahora sé, ahora veo para donde va todo este asunto”, La mayoria de la gente que entrevistamos en la calle afirma no recordar sus suejfios. Un joven dijo riendo: “Lo tinico que recuerdo de ellos es que no puedo recordarlos”. gPor qué las personas no recuerdan sus suefios? Creo que es porque no les prestan atencién, Algunas perso- nas me han consultado y dicho riendo: “Usted analiza a la gente a través de sus suefios, ,cierto? Bien, conmigo no podra hacerlo porque jamds suefio”. Yo sonrfo y digo: “Muy bien, veamos”. A la noche siguiente, deben quedar preguntandose: “jlré a sofiar?”. Muchas veces, el solo hecho de hacerse esta pregunta provoca un suefio. Simplemente no prestaban atencién. Asi, en realidad, jamAs conoci a alguien que no sofara. Salvo, a veces, personas en un estado de profunda depresién tienen lo que yo llamo estre- fimiento onfrico; suefan poco y suelen sentirse mejor cuando DESCENSO AL MUNDO DE LOS SUENOS comienzan a sofiar. Los suefios también disminuyen en los ancia- nos mayores de 80 ajios, quienes vuelven a sofiar poco antes de morir, “Bien, se lo confieso, Ya no tengo buena memoria. Estoy cerca de los 90 atios y ya no puedo.., Sé que antes sofaba mucho, pero ya no”. —Compradora en Toronto. Usted mencioné que necesitaba un Jung para interpretar sus sue- fios, ¢Seré posible que una persona comin aprenda el arte de interpretar suefios, 0 eso seria tan complejo que sélo una elite podria hacerlo? Pienso que es como en todas las ciencias: sdlo una elite se adentrara en las complejidades e interrogantes cientificas plan- teadas por la interpretacion de suefios. Se trata de una profesién que requiere habilidad profesional. El hombre comin no puede legar y aprenderla. Pero, como ocurre con todas las ciencias, ciertas reglas basicas, ciertos aspectos generales, se pueden transmitir a todo tipo de pablico. Eso puede ayudar a quienes no pretenden hacer anilisis ni zambullirse en los complicados pro- blemas cientificos de la interpretacién de los suefios. Entre vein- te suefios ininteligibles, de vez en cuando aparecen suefios sim- ples que cualquiera entiende de inmediato. El inconsciente es, entre otras cosas, un gran bromista, ya veces habla directo —jbang! Al anotar el suefio, uno estalla en carcajadas y sabe lo que significa. Poco tiempo atras, por ejem- plo, yo estaba enferma y rebelandome contra mi enfermedad, y sofé estar en una fiesta, saludando a ancianos soldados que regresaban del servicio militar. Mientras devolvian sus herra- mientas de carpinteria, vi que todos eran muy viejos. Tenfan 100 afios y alguien me susurré al ofdo: “Sf, esta gente fue mantenida en servicio activo por demasiado tiempo”. No se necesita pagar un analista para entender este suefo. Reduje de inmediato mi carga de trabajo. INTRODUCCION “El ano pasado, cuando volvi a Illinois para visitar a algu- nas personas, me quedé pensando sobre lo que haria en la vida si no tuviera ciertas cosas, especialmente mi novia, Esa noche soné que estaba en la playa tirando piedras al agua. De repente una mano me agarr6 por detras y dijo: ‘Nunca pierdas las cosas que amas’, Me di vuelta, pero no habia nada, De pronto me di cuenta que mi pufio estaba cerrado. Abri la mano y habia una foto de mi novia. Este sueiio me hizo pensar que no debia renunciar tan rapido a ella, yno lo hice. Es el suerio mds influyente que he tenido’. —Surfista californiano Pero muchos de nuestros suefios no son tan obvios. He tenido sue- fios que me parecieron faciles de entender, pero después de traba- Jar en ellos, veia que me estaba enganiando a mi mismo. Por eso, en general, no se deben interpretar los propios sue- fios. Ellos suelen tocar nuestro punto ciego. Nunca nos dicen lo que ya sabemos, sino lo que no sabemos. Cuando interpretan sus propios suefios, las personas tienden a decir: “Sf, sé lo que significa eso”. Entonces proyectan en el suefio aquello que ya saben. “Ah, ése es mi problema tal y tal”, etc. Muchos pacientes hacen eso, Llegan y dicen: “Tuve un suefio, pero sé lo que signi- fica”, y luego dan una explicacién completamente banal de algo que saben de sf mismos hace aijios. En casos asf, suelo llamar la atencién: “Espere un poco. Vamos a examinar el suefio como es, lentamente, de principio a fin”. Y llegamos a algo muy distinto y sorprendente. Interpretar los propios suefios es muy diffcil. Por eso Jung recomendaba a los analistas jungianos que buscaran colegas para discutir suefios. El solfa reclamar: “No tengo un Jung que interprete mis suefios”. Entonces contaba sus suefios a sus dis- cipulos. Aun cuando dijeran algo estapido, eso podria abrirle una nueva perspectiva sobre el sueiio y ayudarlo a ser mds objetivo. DESCENSO AL MUNDO DE LOS SUENOS E} problema de interpretar nuestros propios suefios es que no podemos ver nuestra propia espalda. Si se la mostramos a otra persona, ella podra verla, pero nosotros no. Los suefios tocan la espalda, aquello que no se puede ver, y hay que pararse de cabeza, por decirlo asf, para entender los propios suefios, Esa es la gran dificultad, lo que causa muchos equivocos. Recuerdo una paciente esquizofrénica que siempre tenfa in- terpretaciones listas, sacadas de cualquier manual. “Eso signifi- ca que ganaré dinero” o “voy a conseguir ese empleo” o “no conseguiré el empleo”, etc. Naturalmente, todo era un gran dis- parate. Pero si es tan beneficioso poder ver la propia espalda, gpor qué la humanidad siempre le tuvo miedo al mundo de los suefios? Hay buenas razones para ello. El inconsciente puede devorar al ser humano, Por eso los suefios no son tomados en cuenta. Recién estamos descubriendo que el mundo onirico es lo m4s beneficioso que existe sobre la Tierra, y que observar los pro- pios suefios es lo mas saludable que se puede hacer. Pero el mundo onfrico también puede devorar a una persona que se quede sofiando despierta, tejiendo fantasias neuréticas 0 persi- guiendo ideas irreales. Basta visitar un manicomio para ver a las victimas del mundo de los suefios, Uno vive el suefio de ser Napole6n. Otro confidencia que, en realidad, es Jesucristo, pero que nadie lo comprende. Ellos fueron tragados por el mundo de los suefios, El mundo onfrico sélo es beneficioso y terapéutico si dialoga- mos con él, pero sin abandonar la vida real. No debemos olvidar- nos de vivir. No hay que descuidar los deberes de la vida real. En cuanto empezamos a ignorar la vida exterior —nuestro cuerpo, la alimentaci6n, el trabajo diario—, el mundo de los suefios se torna peligroso. Este aspecto es lo que denominamos incons- ciente devorador, o madre devoradora. Puede arrancarnos de la realidad y enredarnos en una irrealidad neurética o incluso psicotica. El mundo onfrico sélo es positivo si se inserta en un didlogo vivo y equilibrado con una vida realmente vivida. ll INTRODUCCION Dra, Von Franz, gpodria darnos un ejemplo personal de este didlo- go? ¢Ha tenido sueiios que hayan alterado el curso de su vida? Si, tuve muchos suefios que cambiaron mi vida y que fueron experiencias de revelacién. Hay uno en particular, que pienso es el suefio mds importante que he tenido; fue en el perfodo entre mi encuentro con Jung y cuando le pedi hacer anilisis con él. Una noche de Navidad, a los 18 afios, tuve este suefio, que Jung llamarfa arquetipico o religioso. Era un largo descenso mitolégi- co al otro mundo. Se podrfa resumir como un descenso al Hades, donde encontraba el agua mistica de la alquimia y regresaba con ella. Una especie de viaje chamanistico a la tierra de los muer- tos, Adn lo considero el suefio mds importante de mi vida. Des- perté extremadamente perturbada, tanto que no pude moverme durante varias horas. Me quedé en la cama, tiritando, hasta te- ner el valor de levantarme y vestirme. Conté el suefio a Jung, pero nunca lo interpreté en detalle. Sdlo dijo: “Sabia que tenias algo que ver con la alquimia. Lo supe desde que te conoci. Y ahora lo vemos”. Este suefio senté las bases para uno de los trabajos mds importantes de mi vida, mi colaboraci6n con Jung en el simbolismo de la alquimia. > Disciilpeme... “Me llamo Fraser Boa y estamos haciendo un documental sobre suenos, ¢Podria hablar con nosotros?”. “gSobre los suetios? Debe estar bromeando”. “;Qué piensa de los suefios?”. “Qué pienso de los suefios? Pienso que son agradables”. “GRecuerda alguno?”. “Por supuesto”. Por qué?”, “¢Por qué los recuerdo? No sé. ¢Por qué usted recuerda que se duerme y despierta?”. “@Podria contarnos alguno?”. DESCENSO AL MUNDO DE LOS SUENOS “St, uno de esos de volar. Por alguna raz6n, de vez en cuando, suefio que estoy volando en un Edsel. No me pregunte por qué... jEn un Edsel! No lo puedo evitar. jUstedes deben estar locos! Por qué alguien haria un documental sobre suefios?”. “Cuénteme del Edsel*. gVaela bien?”. “Ah, es estupendo. jMagnifico! Lo Gnico es que cuando estas volan- do, tienes que pensar en eso, o si no la cosa se cae”. “cAlguna vez se cay6?”. “No, s6lo viene flotando. jUsted sabe como son los Edsel!”. “Muchas gracias por conversar con nosotros”. “Que les vaya bien... (Mirando hacia atrés al partir) jUstedes estan realmente locos!”. —Ciclista, Golden Gate Park, San Francisco > * Bl Edsel fue un modelo de automévil de la Ford, muy publicitado y esperado, Fracasé rotundamente (N, de. T.). Il LA PSICOLOGIA BASICA DE C.G. JUNG DOS CARTOGRAFIA DEL INCONSCIENTE Después de descubrir América, Col6n llev6é muchas riquezas a la reina Isabel. Pero los tesoros mds valiosos eran sus mapas, con los cuales otros podrian seguir explorando las tierras recién des- cubiertas. Los suefios han sido considerados el camino real al incons- ciente. C.G. Jung viaj6 por este camino y trajo consigo un mapa de la psique humana. La mente humana se divide en dos partes, consciente e inconscien- te, siendo esta altima la més grande. Nuestra mente inconsciente podria ser comparada con un computador repleto de informacion; la mente consciente, a su vez, slo seria capaz de captar el peque- fio conjunto de datos visibles en la pantalla en un momento dado. Esta pantalla, nuestro campo consciente, esta siempre cambiando. Lo que es consciente en un momento, puede ser inconsciente al momento siguiente. Una experiencia comin de este hecho es la siibita incapacidad de recordar nombres a ta hora de hacer presen- taciones, nombres que un minuto atrés se sabian muy bien, 0 confundirse con un ndmero telefénico conocido. La informacién esta en la mente, pero aprisionada en el inconsciente, y la fuerza de voluntad no basta para hacerla accesible a la conciencia. Cuando nos preguntamos: “;Por qué me siento asi?” 0 “¢Qué pasa en mi cabeza?”, estamos intentando traer informacién desde el inconsciente a la conciencia. Es como si supiéramos que la soluci6n esta en algén lugar dentro del computador pero no logra- mos hacerla aparecer en pantalla. Como dijera Jung, la conciencia es “la relacién entre los contenidos psiquicos y el ego... en la medida en que esta relacién es percibida por el ego”. El gran descubrimiento de la psicologia profunda es que cinco 0 seis veces por noche, la parte inconsciente de la psique es retra- tada en los suejios; al recordarlos, nuestra mente consciente tiene la oportunidad de observar contenidos de la mente inconsciente. Sin embargo, aun cuando un suefio sea recordado, con frecuen- cia la informaci6n no tiene el menor sentido para la mente cons- ciente y cuesta descifrarla. (El inconsciente no se expresa a través de un lenguaje racional facilmente accesible a la mente conscien- 19 LA PSICOLOGIA BASICA DE C.G, JUNG te). Mas bien, un suerio revela el inconsciente bajo la forma de imagen, metdfora y simbolo, en un lenguaje intimamente asociado al del arte. Lejos de ser exposiciones objetivas y prosaicas, los suefios suelen ser encuentros altamente subjetivos y personales en los que el ego, el “yo”, siente emociones que van del PGnico y el regocijo a una sensacién de sublime paz y belleza. Ast como las obras de teatro, los poemas y la pintura, el lenguaje de los suerios transmite el poder y la sutileza tanto de los sentimientos como del pensamiento racional. Después de investigar por muchos arios el lenguaje de los suefios, C.G. Jung descubrié y puso nombre a algunos temas y figuras recurrentes que constituyen la base de este lenguaje. Una vez comprendidas, estas estructuras son facilmente reconocibles y los suefios llegan a tener algtin sentido para la mente cons- ciente, Dra. Von Franz, antes de pasar a analizar en profundidad los sueiios, ¢podria explicarnos los principales elementos estructu- rales del lenguaje del inconsciente y aclarar los términos des- criptivos usados por la psicologia analitica? Algunas de estas palabras tienen un significado bastante distinto en el lenguaje coloquial. Comencemos con el término “el inconsciente”. Dijimos que los suetios revelan el inconsciente de una persona. En la psicologia jungiana, zqué quiere decir “el inconsciente”? El inconsciente es todo aquello que sabemos que es psiqui- camente real pero que no es consciente. Se trata de un concepto limitrofe y negativo. Usamos este concepto negativo para evitar un prejuicio, Algunos lo llaman supraconsciente, otros subcons- ciente, otros esfera divina o base existencial. Hay miles de nom- bres. Preferimos el término inconsciente porque no dice nada. Sélo dice que no es consciente y lo deja en el misterio. No sabemos qué es. S6lo sabemos que hay fenémenos psiquicos que se mani- fiestan a través de suefios, gestos involintarios, errores al ha- blar, alucinaciones o fantasias no conscientes. Por ejemplo, du- rante el dia puedes tener una fantasia y decir: “Es una fantasia 20 CARTOGRAFIA DEL INCONSCIENTE completamente absurda, una locura. No sé qué significa”. Si no sabes lo que significa y piensas que es una locura, obviamente no es consciente, porque si lo fuera, sabrias lo que significa. Sabrias a qué se refiere. Entonces es un acontecimiento psiqui- co, que no ocurre materialmente, Ocurre como fenémeno psiqui- co y es el conjunto de acontecimientos psiquicos no conscientes que denominamos el inconsciente. Jung dijo que la mente, 0 la psique, se compone de varios comple. jos. En el lenguaje cotidiano, sin embargo, usamos la palabra “complejo” sélo para describir un aspecto negativo de la persona- lidad de alguien. Decimos que una persona tiene un complejo ma- terno, de inferioridad o de poder. gPodria explicarnos lo que Jung quiso decir con la palabra “complejo”? gCudl es su significado psicol6gico? Bien, los complejos son los motores de la psique. Son como diferentes nicleos que la impulsan y vitalizan, Si no tuviéramos complejos, estariamos muertos. Uno experimenta un complejo, por ejemplo, cuando esta terriblemente aburrido y de pronto algo despierta su interés y lo engancha. Ahi se tocé algan com- plejo. Asi, los complejos son los centros de energia de la psi- que. Pero en el lenguaje coloquial, usamos complejo sélo de forma negativa. Decimos que alguien tiene un complejo paterno, sexual 0 de dinero, lo que significa que este complejo especifico activa la energia de esa persona, pero negativamente. Por ejemplo, en el suefo de una mujer con un complejo paterno, se puede ver que todas las energias del suefio se focalizan en la figura central del padre. “Sofié que en medio de la noche sonaba el teléfono y mi madre contestaba. Era mi abuela, que decia algo sobre mi padre, Sali al porch y vi que su auto todavia estaba en la entrada. El estaba inmévil al volante, inclinado hacia ade- lante como si fuera a partir, pero no se movia. Me di cuenta ai See eee eee eee eee eee eee eee eee ae ee eee eee eee eee eee a eee eee eee a eee LA PSICOLOGIA BASICA DE CG. JUNG _ que podia estar muerto y que debta llamar una ambulancia. Luego miré la entrada de autos. Era circular. Habia cientos de globos blancos, Entonces pensé que tendria que reventar- los todos para que la ambulancia pudiera entrar a buscar a mi padre”. t 4 —Madre joven Dra. Von Franz, usted ha dicho que nuestros sueiios revelan la men- te inconsciente, Es decir, las figuras de los sueiios personifican al- gtin aspecto de nuestra personalidad global. Jung delineé cuatro de esas figuras y las llamé sombra, anima, animus y Si Mismo. Veamos primero la sombra. “Habia una ventanita dentro de la cual estaba la loca desde 1928. Eva tan salvaje que no podia permanecer quieta. Mo- via brazos y piernas, tenia el pelo desgreriado. No se le veta la cara. Alguien entré a hablarle y ella le puso un cuchillo en la garganta”. —Dueiia de casa inglesa -“Tuve una pesadilla con un hombre que era cruel conmigo 0. me atacaba, alguien que yo conocia. Lo vi en la calle y ~ quise darle un purietazo en la cara”. —Contador canadiense Sombra es el nombre que generalmente damos a la persona oni- rica del mismo sexo que el sofiante, Esta figura suele presentar cualidades ligeramente inferiores u opuestas al ego del sofante. Puede personificar nuestro lado inferior —nuestro mejor enemi- 0, por decirlo asi—, pero también puede ser sélo nuestro otro lado. Una hermosa pareja de ego y sombra es, por ejemplo, Don Quijote (poco realista y fantasioso) y Sancho Panza (corporal y 22 | | CARTOGRAFIA DEL INCONSCIENTE aterrizado). Uno no puede vivir sin el otro. Son un ejemplo tipico del ego y su sombra en una de sus mil formas. “Soné que iba a un concierto de David Bowie, decidido a encontrarme con él. Comienza el espectéculo y canta una canci6n llamada ‘Move on, Move on’ (Largate, ldrgate). Lle- ga el intermedio, el escenario estd vacto y aparece una gria. El enorme gancho se balancea, me agarra, me levanta y me deja en el escenario. Me siento caer, caer, caer, y me doy cuenta que arruiné todo, Despierto con un panico increible, sintiendo que perdi una oportunidad. Perdi algin tipo de chance”. —Psicoterapeuta “Incluso llegué a sofar que bailaba con Humphrey Bogart desnudo... ¢Qué le parece?”. —Duefia de casa inglesa Pasemos ahora a otras figuras del inconsciente: los hombres en los suenios de mujeres y las mujeres en los suefios de hombres, esas figuras que Jung lamé anima y animus, La psicologia analiti- ca afirma que psicolégicamente el hombre tiene una mujer inte- rior, y viceversa. A mucha gente le cuesta aceptar este concepto. Bien, sabemos que nacemos de genes y que el predominio de genes masculinos o femeninos es lo que determina el sexo de un bebé, Hay incluso criaturas andréginas, cuando la naturaleza no se decidié por uno de los sexos. El hombre tiene, por decirlo asf, un esbozo de feminidad (pechos y pezones) y la mujer un esbo- zo de masculinidad (clitoris). Lo mismo vale para la psique. No sélo nuestro cuerpo es predominantemente masculino o femenino, aunque contenga el elemento opuesto, sino también nuestra psique es predominan- temente masculina o femenina, aunque contenga el opuesto. 23

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