You are on page 1of 16
6%" Colccdn Psicoansuisis, SociEDAD ¥ CULTURA Pe Ae aan Ong, dh one Sec Se Cope Cle min Fron et Siok Caoeociny decd Caalaee Diseito y Diagramaci6n: Vietor Macti/ Diego Macrt eos, Crip “Tih vio: sera y way. Ie Bao Ale Tapia 200; 20814 em = Psa, scind yen) ISBN 975.967.145.481 1. Posi Tino cp s.95 Fecha de catalogacién: 90/1/2012 e ISDN sree 1854841 . Editorial Topta Juan Maria Gutiérrez 3809 3° “A” Capital Federal ‘email editorial @topfi.com.ar revista@topia.com ar web: yometopia.com ar (Queda hecho et depdsto que marca Ia Ley 11.728 Li reprodccin total o parcial de exe Ipro en cualquier forma que sa, ientca 0 modifiada, no autorztda por los eitoreswola derechos reser todos, Cualgiierutkracgn debe ser prevmentesliitada Trabajo Vivo Tomo I SEXUALIDAD Y TRABAJO. Carisrorne Dryours Pur EDITORIAL, Coleccién Psicoandlisis, Sociedad y Cultura CAPITULO VILL DEL TRABAJO A LA SUBJETIVIDAD En el primer capitulo hemos examinado cémo la experiencia del trabajo podia slimenta el desarrollo deta subjetividad y dado algu- ‘nas indicaciones acerca de la forma en que la teoria de un “ewerpo ‘pensante” puede ser argumentada a partir de Ia clinic del trabajo, Enel tercer capitulo, al intentar un cotejo entre la flosofia de los principio de Maine de Biran y la tori psicoanaitica de lapulsién, hemos visto emo se le podia asignar al cuerpo un estatuto tebrico, @ que lo coloca en el origen mismo de toda actividad de pensar, en vr tud de fo cual el pensar siempre seria pensar su cuerpo, pensar a experiencia del euerpo en el momento en que se piensa. Este andli- sis, sin embargo, s6lo se aplicaa los prinipios, es decir @ lo que da origen al pensainiento, al inicio del pensamiento 0 incluso a lo que constituye la condicin de posbilidad del pensamiento; a saber, el ‘cuerpo, ese cuerpo en tanto que se experimenta a si misino, y a0 el cuerpo bioldgico que funciona sin pereibirsea si mismo. Si acaso el B civerpo posee el poder de revelasse a si mismo, de pereibirse a si mismo por medio del esfuerzo contra su propia resistencia a Ia voluntad, ese poder es del orden del principio. Alora bien, la expe- riencia del trabajo corienteexige mis que el principio. La habilidad en el trabajo exige la implicacién del-cuerpo entero en la tare. {Peto qué es un cuerpo entero? El cuerpo que se experimenta a si mismo es ya, desde el princi pio, un cuerpo entero, Ciertamente. Pero de experiencia en expe- riencia, sin embargo, el euerpo se forma y se incrementa incorpo- tando iuevos registros de sensibilidad, de juegos y de comports- micnios expresivos. ‘A veces el trabajo corriente, al exigir ciertas habilidades, hace 145 aque el cuerpo se confronte con su trpeza, con sus fies, conn impotecia La experenea de To real (e la resistencia del mondo fnte el eonocimiento) pone al cuerpo a prueba, prueba que puede fesularen un crecimiento, pero que también a veces puede ponerlo tnerisis,Aleanvar nuevos registros de sensibilidnd gracias aa expe Fiencia del trabajo aves algo que ciga de su peso, ya que para poder, Uproparse de ellos hacerles lugar, a veces es necesria una oor farizacin del cverpo subjetivo tal como era, ms o menos estab: ‘ado antes de a puesta a prba. La simple adicin de los regitos; txpresivos no es I regla, A menudo sino siempre, asimilar algo, ‘nuevo implica una reetructuracin de conjunto, y es por eso quel © 9 tina experiencia nueva no sempre representa un eniquecimient inmediato, sino que a vees, pore cotrario, da origen a una cxsig Co mane ii cin anterior del cuezp6 que se experimenta asi mismo. Es To qué = tjemplificaemos abare mismo a pari de un caso, ae De la subjetvidad, en psicodinémica del trabajo, se tata cons’! tantemente La mayoria dela veces para mostrar cSmo y cun mali § teecha ln dsjn as imposiciones de la organizaién del trabajo y Is relaciones de dominecén. Con el espetto de las patologies ments les del trabajo, euyo agravamiento desde los afios 1985-1990 et conocido, como horizons, La verdad esque, en as publiacione yam vez se define ala subjtvidad. Mis bien sel evoea por rete TiiGn, Pero su quidiad noes explicitada. De suerte que, ain cuan: do se la celebre, 0 inchso sacralice, la subjetvidad sigue siendo, para muchos teapeutas del trabajo, una nocin borrosa, Algunoss6 ten tentados de aposia a a divsin de tress y de incumbencis tos especiatistas en picodinmica de abajo les tocaria a trea desorbr las condiciones coneretas de trabajo que sean delete para la subjetvidad y para la salud mental; alos psicoanalists les toeaia a de dedicare ala elucidacin de los procesos que intervieey nen espeifcamente en la subjetvide. Se traara de captar aor la {que las relaciones entre psicoandlsis y psicodindmica del trabajo jpuedanaportar I expliitaciGn de eso que se denomina subjetiv a dad 7 146 El desfase entre trabajo preserito y trabajo efectivo, y 10 real del trabajo Sabido es que lo reducible en el trabajo es Ia gestion del desfa- se entre lo preserito y lo eectivo, es decir de todo lo que surge en situacin real sin haber sido previsto por la concepcién, la planifica- cin y la organizacion de la tarea. Sabido es también que los per tances, avert, falls de funcionamiento, anomalias, se dan a cono- cer al sujeto que trabaja esencialmente bajo la forma de una resis- Tencia del mundo a los procedimientos, la perica, los conocimien (os, la babilidad, y de una manera més general, el dominio cient co-técnico del proceso de trabajo: resistencia del mundo através de 1a cual se revela al trabajador loreal propiamente dicho. Loreal que ‘se resiste se manifesta siempre en jaque ala voluntad,y por lo tanto 5 partir del fracaso que el trabajo propiamente dicho empieza ver- daderamente, Pero el fracaso siempre es una experiencia pitica y afectiva, mas o menos dolorosa, ivtante, desagradable o desespe- rante, a la que se designa con el nombre de suftimiento, ‘Ahora bien, ee sutimient, lejos de ser s6lo la consecuencia oe punto de legada del encuentro con lo real, es sobre todo, en lo que aqui nos cancieme -lasubjetividad- un punto de partida, un origea, Es ese mismo sufrimiento, en efecto, el que, con Ia esperanza de superato, se transforma para el sueto en exigenci de superacién, ceivexigencia de trabajo, Es ese suimiento el que marca el punto de Dartida de a inteigenea, de esa inteligencia que hay que movilizar para perseverar en la prueba afectiva que el encuentro con lo real, ‘impo. La inteligencta en el trabajo y el compromiso del cuerpo ‘Lo real se da a conocer no silo por poner inesperadamente en Jjaque a la actividad en marcha (al “trabajar, sino también, en su forma tipica, por una prueba insdlita: su novedad para el sujeto. Lo real se da a conocer como una experiencia radical de ininteigibil- dad que me proyécta hacia un sentimiento de incapacided, Lo que “ caracteriza alo real, es que no sé cdma hacerle fiente, ain cuando experimento el deseo o siento la obligacin de seguir con mui tarea.) Es pues ante la falta de procedimientos conocidos que el sujeto se = cnfrenta con fo real. Ahora tiene que transformarse en investigadon © incluso en inventor. Como la solucin noes conocda, le actividad cognitiva de “resolucion de problemas” queda fuera de juego. La inteligencia que hace falta moviizares de otra natutaleza:deseansy sobre la intuicin. 3 ‘La intuicén no es magica. Muy por el contratio. Pasa por un pro «eso complejo pero muy bien elucidado por el concepto de “act dad subjetivante", propuesto por Fritz BOhle y Brigit Milka! © cl de “cuerpopriacién” del mundo, elaborado por Michel Henry, {que he intentado dar una descripcidn clinica en el primer capitule da este volumen, De la actividad subjetivante al incremento de la subjetivia En el capitulo sobre la ingeniosiad hemos intentado recorrer ¢ (Gf los “accidentes dela seducci6n” a los que me reiero en el capi camino que permite recanocer Io que el trabajo le debe a la subjet Vidad, de Ia cual extrac, como de una fuente, su genialidad. Pe también es leitimo preguntarse fo que le debe la subjetividad a experiencia del trabajo. Al acceder, gracias al cuerpo subjetivo, ale familiaridad y ala intimidad con la materia ola herramienta, el q ‘rabaja adquiere no solamente nuevas habilidades, sino que descuby en si mismo nuevos registros de sensbilidad. Por la experiencia de trabajar, aprende a conocer sus propios limites, sus torpezas, pet también amplia en él el repertorio de sus impresiones afectivas sdescubre nuevos virtuosismos a los que termina por amar, como $e ama a si mismo, Se le hace posible sentir el placer de acariciar una ‘madera, un metal, un hormigén, una piel (tanto si se trata de un cu tidor como de un dermatsfogo), puesto que es también asi que I subjetividad creve y se transforma: por el reconocimiento carnal de ‘mundo y por su tavés el conocimiento de si mismo. Trabajar solamente es produc, también es poner a prucba el cuerpo, con I posibilidad de salir de ella mas sensible que antes, de increment 148 por lo tanto la capacidad propia de sentir placer. Ese relacién eo ‘materia es bien conocida porlos artists plsticos, pero no es exch siva de ellos. Todos fas que trabajan pasan tambien por esta expe Decir que el euerpo erdgeno estédirectamente comprometido en In intligencia y en la habilidad, es admitir también que no todos fos sujetos son iguales ante todas las actividades téenicas. Porque el ‘cuerpo erbgeno no es un regalo de la natualeza, El segundo cucepo, tn efecto, es construido a pari del cuerpo biologico, como lo hemos Visto en los eapitulos IV y V. Las atrofias del cuerpo erdgeno -no vale la pena user un eufe- ‘ismo-, son otras tantas desventajasrespecto de la habilidad tai recomipone. Ahora es el marido, oficial de Ia policia nacional, quien fava la ropa y prepara la comida. Desde el punto de vista socio} Co las elaciones de dominacign en el trabajo han producido ua ‘ovimiento en la dominacién de géneroen el espacio privado. Pk trabajo produce consecuencias muy bondas sobre la subjeivided de 3 tien taba, pero implica de facto alos demis miembros de Ia familia y-quidrase 0 no, a la economia conyugal enters "Aunque estos extracts clinicos sugieran la profundidad de lo trastomos provocados en la organizaci6n psiguica por el vineulo subjetivo con el trabajo, o son mas que extractos. Bs decir que sélo ddan un atisbo de la complejidad de los procesos intra-subjetivos qué | pone en movimiento el encuentro con el “trabajar”. Quiero destaca os cuestiones que me parecen eruciales para intentar una earacte- ‘zacion de lasubjetividad en su relaciin con el trabajo: ‘La primera concieme a la forma conereta en que el cuerpo ests implicado en el proceso de familiarizacién y de asimilacin del vin- {alo subjetivo con el “trabajar. Se observa que la subjetivacion dl trabajo puede a veces ser ocasin de una puesta a prueba de Ia sb: Jetividad que desemboca en un crecimiento de la misma, asi tad ‘el poder de habitar el propio cuerpo y de experimentar la vida eB ‘uno mismo. Es de hecho asi como el trabajo constituye una segunda tportunidad para la construccién del cuerpo erégeno y puede per: matt a veces, mas allé ain, eestriturar en profundidad los funda 158 mentas de la subjetividad. Se trata del trabajo como mediador de lt construccién de la salud mental La segunda concieme al lugar del sueo, Estos fagmentos no son ‘excepcionales ni aneedéticos, Al contratio, som michos los argu- tmentos que convergen para sostener la idea de que el suefo n0 es solamente el festigo contingente de la forma en que la subjetivided ts solieitada por la relacin con lo real del abajo. Me atrevoa decir incluso que es siempre através del suefo que se efectia el verdade- rm trabajo de reorganizacién del aparato psiquico y del cuerpo er6- ‘geno que resulta de a confrontacién eon lo real de la actividad, Poiesis y Arbeit Pero en esto es necesario prestar atencin al significado del tt nino trabajo. Me sirvo aqui de las discusiones con Elisabeth Klein especto desu tesis? sobre los conceptos de trabajo y de renuncia en | metapsicologia. El abajo contenido en los suefios en cuestién no F cs el trabajo de produecidn propiamente dicho, No es potess, es decir actividad de produccién orientada hacia el mundo. Este taba- jo es un trabajo intresubjetivo o intrapsiquico, de tno sobre uno ‘nismo, Aes trabajo, Freud le dio el nombre de “Traumarbeit’ ra- bajo del suetio. (A decir verdad, para ser rigurosos habria que intro- uci aqui algunos matices. Como lo ha mosirado Laplanche, Freud censidera que el suet, justamente, no produce nada mis que el fuefio mismo. En particular no produce transformacion del que suela, Se puede, para mis precisiones, consular el debate con Laplanche respecto de lo que en otro lado sostengo acerca de ta ferlaboracin por el sueBo"®, Pero si bien Freud afirma esa postt- ra tanto. en la Traumdeutung (1900) (La interpretacién de (os tuefios) como en Uber den Traum (1901) ("Sobre el sueto"), ‘muchos otros pasajes de su obra muestran que sabia reconocer per- fectamente el poder del suefio de metabolizar y tradueir los pensa- rmientos, puestos en latencia durante el dia para ser posteiormente “trabajados” por el sueiio durante la noche). Ese trabajo de la subje- tividad sobre si misma es efectivamente una profongacién del taba~ 159 {o-poesis,y esa ampliscin es ncesara para adquirir ia habilidd, es decir para accede ala apropiacién caral de una ténica inclu so al conocimiento “por el cuerpo” de una perciaténiea. Encl caso ‘aqui presentado se trata de lo que podtiamos designar con el nombre de “ato comercial. Para denominat a ese wabajo psiquico, pro ‘pongo conservr el téminofreudiano de Arbeit. En a hiteratur psi coanaliti teabajo son escasos. En un artculo de 1975, Frangois Lévy!! con. < clye que en metapsicologia no se debe conceptualizar a nocién dee dose el uno al oto 0, para retomat una imagen deportva, com tiendo el 17! de la fase precedente como se convierte un try en ef rugby; ~ claro esté que la mayoria de fos hombres y mujeres que trabajan no se psicoanaliza. Es fécil en cambio darse cuenta de que todos los que se implican auténticamente en su trabajo tienen sueios profesiona les. Que esos suefios no se beneficien de un esclarecimiento psicoa- nalitico no les impide realizar el mismo trabajo-Arbeit que be inten: tado evocar con estas fragmentos clinicos. Un trabajo-drbeit que [pone en juego la reorganizacién del cuerpo erégeno, Nada menos Es decir que através del trabajo-Arbeit, el trabajo-potesis convoca 8 1a sexualidad, ala que impulss a evolucionar, sagrado al anlisis de la nocién de trabajo un articulo que Mega pop. Es el eoncepio de Arbeit el que consttuye el eslabén intermedi el contrario a la conchisidn de que esa nocién merece de hecho ser SMA que une a las dos “centralidades”: centralidad del tabajo (poiests), acotada y delimitadal2. Su exégesis asimila ademés poiesisy Arbejti 2a centralidad de la sexualidad, para asociarlas ireductiblemente en tuna doble centralidad. Los suefios profesionales no son silo suetios traumiticos. De nuestro trabajo lo sofamos todo, y el suefio es el mediador a través del cual la experiencia del trabajo se inscribe en Ia subjetividad y fa transforma, hace posible, me parece, mostrar, después de ela, lo interesante ‘una dstineiéaanalities, EI témino Arbeit figura en la.metapsicologia freudiana baj ‘muchas formas, como lo hemos visto en el capitulo TI: ademis da ‘trabajo del suefio, est el trabajo de duelo (Trauerarbet), el tra} de represion (Verdriingunsarbei), el tcabajo de condensaci (Cerdichtungsarbeit), el wabajo de cultura (Kulturarbelt), Is petlay Intrasubjetividad y compasién Es en la esrita medida de mi capacidad de intir 0 de reconocer plénamente la sutileza de fos procesos intra-subjetivos que moviliza ‘enmi mi elacién con el trabajo, que puedo imaginar procesos seme- Jantes en fos colegas que pretenden hacer un trabajo de calidad Pero, en situacin ordinaria, no puedo ir mis ala de esa imaginacién compasional, ya que para ello seria necesario pasar por el trabajo- Arbeit del psicoandlisis propiamente dicho. Sin embargo, a condi- cidn de conocer el trabajo-Arbeit que en mi se desarolia en res- puesta al trabajo-poiess, puedo adoptar una actitud de respeto res- ecto de los dems. Rozamos aqui la ética del trabajo, si acaso la Gtica es Ia preocupacién que consiste en buscar ls vias para reeo- nocer y honrar la vida en uno mismo y en los otros. lo mismo de trabajo-Arbet, es decir de perlaboracién de la expe riencia del inconsciente, tanto en el proceso de la cura analitiey come en el proceso de reestructracién dela subjetividad que impli ca a apropiacion de la experiencia del trabajo ordinario La subjetivacién de larelacién éon la materia o el objeto técnid y le reapropiacion de esa experiencia patica en términos de ere ‘iento de la subjetividad, pasan por dos fases 3 + el teabajo-poiesis y el wabajo-Arbeit que se altemnan, perfeccion 160 161 ee . 2a ee nets el mn. Ble? Shi et ee aemoy coon ol ee uecrome ole oe eer et aan nen Toe ‘Asta spropiacimy esta cuerpopriacién originaias entre el cues poy la tiera, Michel Henry propone designarias con el nombre “euerpopriacién del mundo”: 4 Ia historia de esa transformacién, al punto que es imposible contenis plar un paisaje sin ver en él el efecto de una cierta praxis. Pero fransformacién del mundo no es mas que la aplicacion y Ta act ‘zacin de la cuerpopriacin que hace de nosotros los habitantes fa tierra en tanto que sus propietario. [...] “Mientras coincida con la praxis individual espontinea, 1 fk to es sino la expresién de la vida, el ejericio del poder del e subjetivo y asi ina de las formas primeras de la cultura...) el individuo en el trabajo, y en primer lugar a sus capacidades corgl 2 porales, y eso por cuanto Ta cuerpopriacién sigue siendo el ‘mento oculto pero necesario de la transformacin del mundo, en fra de la técnica tanto como en cualquier ota 4 Al admits, gracias @ la prueba del trabajo, la euerpopriacin 4 mundo, que @ un mismo tiempo nos da a conocer ese mundo yi cada tno de nosotros le revela la vida en si mismo, podemos pa cipar del reencantamiento de! mundo. 162 jetividad, Aq ‘No se puede dejar del todo a un lado, es cierto, alas capacidade’ =f oso medio para Ilevarse bien con el propio cuerpo y, mas al {querer a su cuerpo en tanto él e Ia condicién inmanente por la cual 1a vida se experimenta en uno y goza de el trabajo es amor de su propio cuerpo, y de esta manera el trabajo Desconocer, negaro rechazar la relaciGn entre subjetividad y ta#48aB es una posible via hacia el narisismo. bajo, es deshabitaref mado y eondenao al desencanto: para la ide ‘ologia que, en nombre de la eiencia y de lx objetivided elimina la subjetividad de larelacin con el trabajo y la condena a la expulsion, Ta naturaleza que se nos atribuye es una naturaleza muerta, en Ia que | ecina la desolacin, Si el fin ilkimo de toda accin politica es el de reencantar al mundo, es decir hacerlo de nuevo habitable para el ser humano, resto objetivo principal es claro: reconocer antes que nada lo que ‘mi trabajo le debe a mi subjetividad, reconocetIuego lo que el tra- bajo de los dems le debe a la subjetividad de cada uno y de todos, ‘Trabajo, cuerpo y sublimacién La prucba que para el cuerpo y la subjetividad consttuye la con- frontacién con lo real de la tates, esta potencialmente lena de bene E ficios subjetivos para el individuo. Pero el trabajo no es s6lo conftontacién con loreal deta tare, es también enfientamiento con fo real del inconsciente. El trabajo ‘como poiesis eagendra una exigencia de trabajo ~Arbet- para el psi- quismo, una exigencia de trabajo sobre si misma impuesta a la sub- la sublimacign sigue un camino mas complicado que en los hallazgos de la inteligencia. Es como si fuera el trabajo el que, yendo primero al encuentzo del inconsciente, exigiera secundaria- mente un reordenamienta del aparato del alma, y mas especifia mente de las relaciones entre el ello el yo, o entre el inconsciente y el preconsciente, pero esta vez por la via de una perlaboracién (Durcharbeinng) que es produccida pura de subjetividad. El traba- je funciona aqui como un posible catalizador del proceso designado por la formula feendiana: "Wo Es war sll Ich werden.” El trabajo a veces se revela, lo confirma la clinica, como un pode- de El amor de si mismo en 163 5. Ver Jsiane Pit, “Une eatin enone: I sete on pon, de forechorhe on sciences sociale, 6,190 y Pascale Malin, Ene Is fnme acne. Fgoime, sexe et compassion, Pats, Payot, cll. "Pee Bibliotheque Pays” 2006 6 Hears Hirt, Danle Kengo, “Rappossocaun de see! psychopath. eel rabao" en Chstophe Dejours, Place soufrance danse raval, om I Pais, Laboratoire de peyhologe dh tava t de action, CNAM, 986 17 Christophe Dejours, "Ceaualté du avail et théoie de Ia 'sexuli 85 Mela Hirt, Danial Kergont, "Kappos sociaux de sexe et peyshopatolo edu aval”, ancuo cada 5. Blnabeth Kin, Le Cone dr enoncemen tle taal de cure dons Fo- ‘ne de Freud, esis de piclog, Pari, CNAM, 200, 10. Christophe Deour "Le reve revdlaer ou arciete de Vinconsien™, Paychotre fran, 37 p.728 11 Fangs Lin, "La notion de traval chee Freund a ciltion de incureaalyiue™ Ree range depsyohanayse, a 38,1973, . 459479, 12, Annie Braun "Laon de aval dans ewe de Freud", Adolescence, 28, 1996 13. Bn anes ewe plbra ea, teraimente: inet, ensyo, Eno se ola conversa” perfcciona e "siento" (N. dl). ! 1. Michel Henry, La Barbar, op Cit 83-84 Sin dda es esta posible contin a aris def puck det rao lo qu nei ata tia ene regio de slim cin enel sentido amplo del tin, e decir To qu exgnare tos con la feral de“sublimsciénordnai” (ver tomo I) Tero la paso del abajo esa veesccain pra exprtoeta unt contnuad ete la percia nvidia vivay subj y teal tur: lr diencion esencial de la sublimacion, mis ald de I dimension naissiea evocadn antriormente. Se abre aql el ‘nombre de “trabajo de cultura”. Durcharbeiten y Kulturarbeit desig-- ran dos dimensiones que podrian intentar articularse, Pero la siner fia entre Durcharbeiten y Kulturarbeit no cae de su peso. Pot e contrario, supone condiciones muy especificas, que desbordan lo limites de proceso estrictamente individual. Es teibutaria de un ce to régimen de comunicacin en el registro social y politico, El andlisis de las condiciones sociales y poitcas de Ia subli cién implica la explicitacin de las dimensiones colectivas del “tra ‘bajar que no pueden ser deducidas de Ia dimensién individual de trabajo, porque movilizan facultades que no se pueden formar sia ‘confrontacién con lo colectivo. A ese andlisis se dedicaré el seg do tomo de este libro: Trabajo y emancipacién Notas 1, Fite ale, Brigit Mika, “Woon Handrad zum Bids”, Munich, CAM US. Instn fir Sovialwisenchaftiche Forchung ev 1S, 191; dues fiancesa en C. Angeline a, De la manele Sera, L'éoluton de expe g rience senile den ouvir lors des changement ichnaogigus, Pais, Eyre, ‘lection dla DER. "EDF, 1998 2, Yer Borneo, Giaconet, Pans, Flammarion, 191 4. Michel Henry La Borbori, Ps, Oras 1987, p. 15-16 . 4 Joan Riviere, “Wmaness as a masquerade", International Journal of Paychounabas, 10, 1923. 164 165 | Conciusion Puede la psicodindmica del trabajo contribuir al progreso de la ‘cori del sujeto del psicoandliss? Si semejante supuesto no fuera bsurdo, trataria principalmente de Io que pone de relieve el tomo I de esta obra. A saber, que Ia inteligencia en el trabajo es primero y ‘antes que nada una inteligencia del cuerpo. El ingenio del everpo m0 i ‘esti presente ants del trabajo. Su formacién pasa por la apropiacion ‘del mundo, de la materia, dela herramienta 0 del objeto tno por pare del cuerpo, Proviene de la “cuerpopriacién de! mundo”, co0- ‘cepto que tomo de la fenomenologia material de Michel Henry, dele | {que este volumen intenta analizar, partiendo dela clinica, los resor- tes coneretos que podrian estar én el principio mismo de lo que, i desde Marx, se designa con la expresin de “trabajo vivo”. Pero el cuerpo de le cuerpopriacién del mundo no es el cuerpo fisioldgico. Es un segundo cuerpo, el cuerpo erético, que nace del primero através de un proceso complejo: la subversin libidinal del ‘cuerpo fisiol6gico. Este segundo cuerpo, aunque haya sido especil- ceado por un cierto nimero de autores, como Schiléer, Pankow y Dolto (Ia imagen del cuerpo) o como Anzieu (el yo-piel), no es un ‘concept considerada por Freuc. La cfinica de la intligencia en el trabajo aconsejaria continua, después de estos autores, la exploracion tebrica de una metepsico logia del cuerpo. AI hacerlo, se descubriria Ia idea de un yo-cuerpo ‘que, sin embargo, no sera tanto un “yo-pel” sino un “yo-esfuerzo. Porque es por el esfuerzo, en el sentido de Maine de Biran, que la inteligencia del cuerpo adviene. En ecto, la adquisicion de nuevas hhabilidades profesionales, en el trabajo de produccin tanto agrico- Ja como industrial o de servicios, implica fa movilizacién de una 167 | sensiblidad det euerpo que no existe antes del “trabajar” y de ka resistencia que Jo real del mundo opone a la maestria técnica, Es del aguante frente al sufimiento y el fracaso, inseparable de toda act vidad de trabajo, que a veces nacen nuevos registos de sensibiidad, Y es porque estos dltimos no existian antes dela experiencia del ‘bajo que el “trabajar” constitaye una segunda oportunidad, despues de la infancia, de incrementar los poderes del cuerpo de experimen- tarse a si mismo y gozar de s. Pero el pasaje de la experiencia del trabajo ala formacién de nue- vos registos de sensibildad no es mecinico, Supone por el contra rio una movilizacion de la subjetivdad entera, que exige hasta la ‘capacidad de sonar de su abajo, para transformarse a st misma y ‘adquitc de este modo, junto con los nuevos registus de sensbilidad, ‘nuevas habilidades profesionales En otras palabras, el “trabajar” Ia polesis- requiere de auevas, habilidades que legan por medio de otto trabajo, piquico éste de (Erarbeiten) 0 de la periaboracién (Durcharbeiten) Trabajo psiguiy ‘co que se traduce en um desarrollo del aparato psiquico (0 aparata, animico -Seelenapparat) 0 incluso en un “progreso”, para reto los términos de Froud, Pero si traducimos el término alemén Arbeit como “trabajo”, {debemos insistr en el mismo término que se utiliza para designat al “trabajo” de produccién (pofess)? De hecho se trata de dos pro- esos de trabajo muy distintos. Por eso en rigor habria que precisar siempre lo que seentiende por trabajo: trabajo de production o oie sis; trabajo psiquico 0 Arbeit Pero lo que muestra la clinica es que ‘no puede haber potesis sin Arbeit. En otas palabras, no hay trabajo de produccin de calidad sin trabajo de remodelacién de la organi- acid psiquica hasta en las partes mis suiles de su arquitectura. Et Conjunto del proceso que partiendo de la poiesis concluye con el. Arbeit, es previsamente lo que designamos con el término de traba- jo vivo. Poiess y Arbeit son inseparables, pero diferentes. En qué con 168 sisten Ins diferencias? El abajo se dstingue de una actividad & uiera por ser produccién de valor o de riguezas, y por eso es & objeto de relaciones de dominacién. No es ese el caso del trabajo Psiquico ~Arbei, que se despliega totalmente al margen de las rcla- iones sociales de dominacién. Lo cual no quiere decir que esta parte del trabajo vivo esté libre de toda coaccidn. Muy por el con- ‘nario, Bl inconsciente y las pulsiones sexuales ejercen presiones extremadamente apremiantes sobre el yo. Alo “sexwal ampliado”, es Aecir a ese principio que, en la vida psiquica, bus la exeitacién y el incremento del placer, nada le importa la preservacién del yo y, por afiadidura, es fundamentalmente asocial o incluso antisocial. Su Potencia, que no es sino la del inconsciente,debilita al yo. Hay en la oercién ejervida por Ia pulsién algo que se opone ala libertad y @ Ja autonomis del yo. Como dice Freud: “El yo no es amo en su mora- ae Esa vertiente del trabajo vivo que consttuye el trabajo psiquico - Arbeit- ogra en algunos casos produeir ciertos reordenamientos del Aparato psiquico que se traducen también en restructuraciones del ‘cuerpo, Lo cual supone que antes de esos reordenamientos, el segun- o cuerpo, el cuerpo erdtico, que también es el cuerpo de Ia inteli- genciay de la habilidad, estaba en estado inconcluso Ese cuerpo intligente llega ala confrontacién con loreal del tra- ‘bajo con una historia: lade la subversion libidinal y de las rlacio- res entre el adulto y el nid, que lo han estampillado, en particular Por los “aecidentes” de la seduccidn, es deeir por aquelas interrup- ciones del proceso que han marcado el cuerpo con verdaderas muti- Iaciones, sos accidentes de la seduccién se descffan, en el plano de la ‘organizacion del aparato psiquico (tépico), con un clivaje que, en istintos grados, se encuentra en todos los seres humanos Ese clivaje que atraviesa a todo el aparato psiquico, incluso al inconsciente mismerinstala en el funcionamiento psiquico (0 “ani- ‘mico”) la posibiidad esencial de una duplicidad, que quizé sea el problema fundamental lego por ese recorido entre sexualidad y trabajo. El ser humano es doble. En nombre del trabajo, dela pro- 169 uctividad y de la rentabilidad, puede verse inducido a participar en actos que moralmente reprueba. Y no siempre entra por ello en eri- sis, a pesar de las flagrantes contiadicciones que resullan de su implicacin en actos, actividades 0 acciones profesionales que pare- cen incompatibles con los compromisos inelectuales y morales que sostiene en la esfera privada i {{Cémo logea mantener un sujto ese clivaje y evita asi dejarse sumergi por la angustia? La receta mas difunia es lade a “akra sia’, es decir esa debilidad dela voluntad que leva a actuar en sen tio contrario a lo que indica el juicio o la ruzbn: “Video meliora — proboque, deteriora sequor” (Veo lo mejor, lo apruebo, hago To peor"), : Pero esa debilidad dela voluntad tiene como rasgo caracterstico, el que me permite actuar al revés de To que creo bueno o justo, no solamente en ocasién de un acto o una decision puntual, bajo los ‘efectos de una pasién que me arrasra sito ao largo de toda mi vida} profesional, dia tras dia, constantemente. La akrasia a la que nos 73 referimos aqui, no esta motivada por la pasibn come en los clsicos, de Platén a Spinoza, de Maquiavelo a Racine sino por la comodi- dad, porque es mis fic y provechosa que entrar en resistencia Gracias a ese clivajeakrisico,s6lo qu es justo 0 estébien, inclu 0 defiendo en vo2 alta lo que considero justo y bueno. Y respeto 80s crterios en la mayoria de los actos de mi vida cotidiana. Pero Al mismo tiempo, en mi vida profesional, hago To contrario de lo que ‘me indica mi sentido moral q La debilidad de Ia voluntad, en este caso, comienza antes del acto: se refiere al pensamiento mismo. Precisamente, dejo en estado de impensada la contradiccién entre lo que digo y hago de manera coherente por un lado, y lo que hage en sentido opuesto a lo que 4igo, por el oto, Porque si me en‘rentara a esa contadicci6n, pron to:me invadiria y desgarrara la angusta.Y sino consiguiera librar- ime de ese conto, ermiaria po efermar descompensatin psi

You might also like