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ESTUDIOS SOBRE EL DESARROLLO DEL CAPIT ALISMO ot MAURICE DOBB traducciin de LUIS ETCHEVERRY revisin téonien de REYNA PASTOR DE TOGNERE Primers eilelén en expat, 1972 @ SIGLO AAT ARGENTINA EDITORES, S.A. (e.t) Viamonte i836, peo 1" ~ Buaos Aires Primera ediciin on inglés, 1946 by Mewrice Dobb cho el depésito que marea Ia ley Ipreso on Argentina Printed in Argentina INDICE uno siemmo Capitalisme La declinacién del feudelismo y el crecimiento de las ciudades Los eomienzos de la burguesia El surgimiento del capital industrial ‘Acumulacién de capital y mereantlismo Crecimiento del proletariado ‘La revoluelén industrial y el siglo x0 HL perfodo de entreguerras y su secuela vostscmprum Después de le segunda guerra mundial 9 13 9 07 133, a3 263 03 ar ‘PREFACIO A LA EDICION CASTELLANA Quiero saludar la aparicién de una edicién eastellana de mis ‘Studies y expresar mi aprecio y felicitaciones a editor y tra- ‘ductor por su presentacion y publicacién, Al decir esto, tengo conciencia de que gran parte del ma- terial del libro puede parecer algo bastante remoto a lectores de Iengua espafiola, en especial en el continente sudamericano, [puesto que se refiere, en tan gran medida, al desarrollo histériea Gel pais del propio autor. La excusa debe ser que a este pais se To considera generalmente el caso clisico de la génesis ¥ Aesenvolvimiento histéricos del capitalismo; y que algo puede ‘aprenderse delineando las elapas y Iineas de desarrollo en este easo “original”, aun cuando haya més que aprender de un ‘estudio comparativo de este caso con otros distintos, que insis- tiera en las diferencias de circunstancias y de resultado final. Que clertas generalizaciones de aplicacién e interés més vvastos brotan de tal estudio, lo prueba la discusién que la obra suscit6 desde su aparicin, unos veinte o veintieinco sf Me reflero, en partleular, «Ia discusion en torno al modo y las tapas de transicién del Teudalismo al capitalisme, que se des- faroll6 & principlos del decenio de 1950 en ae’ péginas del periodo Science and Society de Nueva York (eitada a veces como diseusién Dobb-Sweery, porque se inicié con una hhecha por el Dr. Sweezy a clertas posiciones adoptadas en los capitulos 2, 8 y 4 del libro): discusién retomads y proseguida fen otras partes, en especial en Francia e Tialla, asl como en ‘Japén (por ejemplo, Procacci en Italia, G. Lefebvre y A. So- oul en Francia, mientras que H. Kohachiro Takahashi de Tokio habla participado en la discusién originaria, en Science end. Society) Lo importante, a mi juieio, no son tanto las conclusiones a ‘que se llegé, coma el hecho de que la discusién se produjera (eon un espiritu na dogmatico).. Con razon o sin ella, no creo que la discusién me haya lievado a modificar los aspectos esen~ ales de mi posieién previa; aunque, naturalmente, me pre- 8 [ESTUDIOS SOBRE HL, BESARHOLLO DEL CAPITALISO dispuso @ reconsiderarla y procurarle cierts reformulacion, Intenté esa reformulacién en una conferencia dada en 1962 en Bolonia, que forma el primer capitulo de mis Papers on Ca- pialism, Development and Plenning (Londres 1907): a esa Eonferencia siguid otra, eobre el preludio de la revolueién in- ‘dustrial “Hoy, por supuesto, el interés por cuestiones relatives a ‘origenes’y primeras etapas y hasta por lo que sucedié entre fas dos guerras mundiales, ha dejado lugar al interés por la naturaleza del eapitalismo —y sus cambios— desde la segunda guerra mundial; més todavia: por desarrolios recientes del ca- pilallsmo en los BE. UU, antes que en Gran Bretafia. La fecha fen que eseribi este trabajo necesarlamente me impidié tratar ft fondo este periodo y elapa y por esta razén agregué un Postscriptum demasiado breve —y reconocidamente inade- euado— sobre esto a la ediclén inglesa revissda del libro, de 1963. Mavatce Dons ‘PREFACIO “Un trabajo de este tipo, cuyo objeto es efectuar generalizacio- hhes acerca del deserrollo histérico sobre 1a base de material Je secogido y ondenado por otras manos, corre un grave pe- gro: presenter un cardeter hibride y disgustar al economista AEiue fuele tener poco tiempo para la historis— asi como al Hittoriador —que qiza lo desestime por no fundarse lo sufl- Giente en ese saber de primera mano, fruto de una efectiva fnvestigacién de eampo—. Ante el economista, el autor puede Zpurecer como alguien que no. acierla a encontrar su te- GHtorio propio y, ante el historiador, como un aficionado {que invade su campo. El autor, por 1o menos, tuvo conciencia evcate peligro y de su imperfecta capacitacion para la tarea. ‘Pero Io snimnd a perseverar su firme creencia en que el ané- Tisis econémico s0lo cobra sentido y rinde frutos st va unido a tun estudio del desarrollo histérico y en que el evonomista que be ocupa ce los problemas de hoy, tiene sus propias preguntas ‘que formuler a los datos histérieas. Lo fortalecio también la Gonviecign de que un estudio del capitalismo, en sus origenes y desarrollo, ten desestimado por los economistas (excoptua- Gos los. de orientacién marxista), constituye un fundamento ‘esencial para todo sistema realista de ciencia econémiea, Extn los que niegan que la historia pueda prestar otro ser~ vieio al economista, que Verificar si clertos supusstos particu Jares (por ej, el de la competencia perfecta) son validos, en un simple sentido, para periodos particulares y que todo lo de- mas es una facil y-peligrosa extrapolacion’al futuro de ten- encias del pesado, Esas personas parecen ignorar, en primer Sugar, que todo pronéstico econémico debe fundarse en su- ‘puestos sobre tendencias al cambio (o sobre sui inexistencia), fuya, probabilidad no puede determinarse sin referencia al pasado; en segundo lugar, que la justeca de las preguntas que Lina teoria particular intenta responder —esto es, si una es- ‘ructura dada de supuestes y cefiniciones brinda) un modelo 10 ‘BsTunios SomNE HL DeSARMOLLO Deb eaREEALEAEO abstracto lo bastante representativo de Ia realldad como para Tesultar utllizable—, sélo puede juzgarse a le luz de um cono- cimiento, cémo estf’ reelmente construida una situacién total: Jos hechos del pasado. En otras palabras: no se trata simple mente de verificar supuestos particulares, sino de examinar las relaciones que existen dentro de un hez complejo de so puestos y entre este haz, como un todo, y la eamblante rea- dad, Se trata de descubris, a partir de'un estudio de su cre- cimiento, como esté realmente construida una situscién total ‘qué elementos de esa situacion son més susceptibles al cam- Bio y cules tienen més fuerza en cuanto a producir cambios fen otros. Se trata de formular preguntas al desarrollo econd- rmico, a fin de descubrir cuales son lat preguntas correctas ppor plantear tanto al pasado como al presente y cules son Jas relaciones fundamentales en que far la atencién, De todos modos, este conjunto de estudios histéricos no se realizé ala ligera y el autor no carecié de la guia y el consejo de amigos, especialistas en diversos sectores del campo Ge estudios, ‘Su germen estuvo en unos insatisfactorios capi tulos de veinte afos atrés acerea de los orfgenes de Ia acti dad capitalista; a partir de entonces, 1a obra ha erecido de manera discontinua, Este crecimiento desordenado, con sus periédicos remiendos y reconstrucciones, puede haber vuelto %a forma defintiva, en muchos puntos, desarticulada y difusa, Pero la criatura, una vez nacida, se mostré demasiado indéeli para reformarla ‘enteramente y debia morir en la oscarided o parecer ante el pitblico con todos los defectos de su educactén. Por estlarecimientos que le brindaron sobre muchos as- pectos dela historia de finales de Edad Media, el autor agradece al. profesor Postan, al doctor Beryl Smalley y a Edward Miller; por su guia en los periodes Tudor y Bstuardo, a Christopher Hill y Rodney Hilton y por lo que se refiere a la revolucién industrial, a H. L. Beales. R. B. Braithwaite lo orient6 en un punto especial relative a filosotia y Miss Dona ‘Torr brindé generosamente indicaciones y agudas criticas, ba sada en su profundo saber historico, en especial en cuanto al Siglo xn y'le literatura del marxiemo. Pero las huellas de inadvertida ignorancia que quedan en estas piginas, en modo ‘alguno pueden stribulrse s estas personas. Debe agregarse, quizé, que estos estudios slo pretenden responder clerlas cucstiones especificas, Sélo ciertos aspectos del desarrollo econdmico fueron seleccionados; la seleccion se hizo, no obstante, en la creencia de que ellos revisten enorme ‘importancia, Datos comparativos de otros pafses se adujeron fen la medida —pero s6lo en la medida— en que Ia compara vexsacio . 1 cidn parecia iluminar esas investigaciones particulares, El autor no abriga la flusién de haber eserito una historia del ca- pitalismo; y tal vez los lectores muestron mayor tolerancia hacia estos estudios, si recuerdan que ellos no pretenden pro- poreionar més que un primer esbozo de clertas partes de un exadro histérieo completo, MED. Canasancr, Noviembre de 1945 NOTA PARA LA SEGUNDA EDICION Se afiadié un breve Postseriptum sobre Ja situaclén de post- guerra para salvar la década y media transcurrida desde la primera edicién del libro. Por lo demés, no hubo intento de Fevisar o reescribir y el texto del original no ha sido mo- Aificado, MLD. Cansaisce, Octubre de 1962 Carinure Pamarro CAPITALISMO Quizé no sorprenda del todo que o término “capitalismo”, tan fempleado en aes reclenter en el habla: popular ao como en Ja'lteratura hstvies, recibiers uote tan Spares, sin un et. ferio aceptado en cuanto a su empleo Lo que ex notable, 5 que en teoria econdmice, tal como la prosentaron las es Guclas(radllonales, el tarmino apereers ton rams, veres, © hronca.! Hasta existe una escuela de. pensamienta, a la gue aableren economistas ¢ hstoriadares, que se he negado a te Conocer” que ® “sapitaiemo', como desgnacién. Ge un, deter- Iminado sistema econémico, se le puede arignar un significado preciso, En el eso de los economists ello se debe, en buena parte, & que los concepios centrales de su eon, tal como se los suele formulae, eitin configuredos en tn plano oe ther traceion que ignora os factores histricamente relatives, nie on ge pertalten defini al caitalismo, En cuanto a 108 his- foriadores que tomen esta posilén negative, ello parece de- berse aque inssten sobre fa variedad y complejdad de los Scontecimientos histriens hasta el punto de rechorar.cutl auiera de les categoria. generales que formen el teido ce Gest todas les fetes de Snterpretcién histoiea y de negar {oda valldea a las divisiones entre épocas hstérices. Jamas th periodo hisérie se afrma-~esta hecho de una sola pleza {puesto que todos ellos son complejas messls de elementon, onsituye' una simplifieaién que’ induce a error earscterizat Suna seccion cuslguiera del proceso histrico mediante Ta designaciin de ‘un elemento unico, Esti penmitido.mentsn, Sbstractemente, un sistema como "espitaliems”, en cuanto des: sripcion de am sspeeto que, en variable medida, carectercd 2 Sombart, en su articulg sobre el tema en la Encyclopedia of the Socal Sciences, afirma’ “Este término no se encientta, eo Gide, Cauvves; Marshall, Seligman o” Cased, para wegsionar slo lor textos Imus otioeldes. Bn otros watades, como’ los de Sehendler, Adol¢ Wag ‘net, MichardBhresburg y Philovicn, hay references’ al copiate ‘ho, peto el cncepto ef rachazad luego” Niel Palsrave's Dietary ef Potties Eeonomy, ni sl Dictionnaire de Economie Poltigus, ime layen al termine “eagitalism™ 6 runios SOME Hb BESARHOLLO DEL CAPTTALISNCO a mumeroioe periodos histérlos. Pero, como tal, €s uns no- ssetonideabstracia, no hstrica; por ey rasteat Tos ce omen “eisema”” es en general una empresa srigenes eo puede rendir frutos. Puede uno sospechan que Want 305 jpradon mis concteta relderea cla possi, Sl el BES Simo wo. existe como entidad hisiorea, lor eiticos del care igen economico que ciaman por un cambio de sistema actunt chando contra molines. de. viento; ¥ Marx, en pati- weet Wi primer responsable de. que se able de un sitema fala ei aPestaba persiguiendo ghimerss. Algunos como Ut ceendor’ del itso cel profesor Tawney, La Religiin y et Wesealsne' del Capitaliomo, se expresaron muy claramente Mise" este, denuscando el término como un mero Teeuoo politico. “oy, después de medio siglo de intensa inveatigacin en nistarla sconbmaea, es taro que un historiador de la esonomia store sostenible esta poscién, aun cuando todavia pueda cone tae geapechoco el origen ‘del. tring, Nos encontrae oresrejento’ con que el principal historiador del, ereantc Timo ‘Teena ig nocion de reap moder”, exe in Tero polaje’s Pero la opinion que prevalece entre Tos que ie katate et desenvolvimiento econdmico de los tempos tan sor ee ta snteticada por el profesor Tawmey en th €o- weiGhimo paseje: “Después de mas de medio siglo de Inver Tgecidn sobre el tema, realizada por estudiosos de une media ‘Sena’ de cforents hacionalidades y de fodas Tas opiniones cts nogar que el fenomeno existe, o sugerit ue, si existe Refbenta elrasgo, anico entre las inctituciones humans, de Pier isto eemo Melguisedee, desde toda Ia eterldad; 0 Pidlear que, sf fone une historia el pudor probe que se la FEARS’ ee ponerse advede anleojeras,.. Un autor... 6 ‘SSprobeble que entienda gren cova dela historia de Burope ex lor Eltimos tes sigs si ademis de rehuir el término, ignore US nesho™> Pero sh, hoyy lor expecialisias han reconockdo NCapltalono’” como eategora historia, eso no garentiza que Gulgnes provenfen estudiar este sistema se refleran a Ta mis- SEeGiex?ousia ponmasse que tna diversidad de sos dearia ‘poco lugar a cigseiones y'no produciria gran dafo. Pero Ia nn EL REE aces an mmm, te Se aE Rg, SS Aa a? conic dovena cape SEP Sancuso, ao oon cnn oxen cash 3h dlveroas stapes hisidrone silo presmntan dlterensis do, S'Stefacio a la edelin de 1934 de feelizion and the Rive of Co- iteiom, (Bsicion castellane, Ba. Dédalo) ccarmacisxco 1” diferencia de uso verbal no s6lo se asocia con una diferente fe inccentes histérces y- on. principio stint de seleccion Stientacion en la bosquéda deo esencial entre la mulitud pera componer la erdniea’ de" os seontecimientos, sino que uede conducts a un modo de interprelasion y a un relato cau Eatgenctico siterentes, Silo decisivo en euanto al empleo del tarisino capitalismo es, pare nosotros, a Segla que low propios Fechos hintricos now’ imponen--y" "no muestrss”predieecio- fev entonces tiene que naber una delinielon que eoneuerde Gon a forma real que el cesarollo histrico posee y oles hus por el contri, sesh erronens. Haste quien profess un eletvismo histrco debe, a buen seguro, creer que existe un tuadro correcta desde el punto de vista de un eonjunto homo- féneo dado de observaciones hstoreas. Por lo dems, tos que Ercriben scerea del capitaismo no pocas veces desconocen, parecer, todo problema. de siglfiao; eon ello no aclerian a [elsar ‘el senildo que atrbuyen al termino y hasta. muestran, pot su parte, poca congruancia en su empleo, Deberos, quizé,aclarar desde ya que el término “capita: lista puesto on boga entre clerton economistas, en especial Jos partidaries de la escuela austriaes, poco tiene que ver con "Sepitlismo" como categoria de interpretacin histSres. Cler- tos" economists emplearon “eapitalist” en un sentido pura- Inente ticnico, para referitse sl empleo de les llamedos me- Todos de produccion indirectos 0 que acortan tiempo; y el ter- Ihino hai considersblemente asoclado. con un pericular Punto de vista acerea de la naturalera del capital. No se re- ere’ al modo de aproplacién de los instrumentos de produc tion sing aélo @ au origen econémico yal grado en que se fos emplea, Como toda produccin, exceptuada Ia mis pri tive, slempre ha sido, en clerto grado “capitalista” en este Sseutido temic, el sétmino tiene eseaso valor para fines de diseriminacién Distérea y sus creadores no intentaron util farlo en este sentido. El modo en que lo emplean, elertamente, iplice segat un signifiendo especiton espitalismo como Ssfema_histrico especial. Poco mis vil Temslta otra concepeiin que discerimos Amplieta en los contextos en que a menudo aparece el termine YF euyo defteto es circunserbir a captalisma a un lepso tan reve que separs fendmenoe sociales euyo parecido de familia fr fordhimo, “Sogin ext captain re identifica con el ss- tina dental boltaente re, tema en que las relaclones econdmices y sorales se reglan pot con- ttalo; en gue los bomibres se comportan como agentes Ubres fon In bisqueda de eu sustento yen que no hay compulsiones 8 rsToniot SOHNE HL MESARNOLLO REL, CAPETALIERCO i zestreeones legsles.* Asi se converte virtualmente a Yea itso” en sinfnimo de un régimen de laserJaire y, en Eleras acepeones del trmpino, de un regimen de libre tom= petensia. Dicey no empl el’ término eapitalismo; pero con Eider esenialeleontraste entre To que denomind "pviodo del inividullsmo” —que en certo sentido. corzesponde ala ng- Glin que estamos dlseutlendo y"petiodo de colectivism tayo lnicio bleaba en el deceilo fe 180." Aunque quizd puede decire que preveuparse par ete tipo de dstinciin ene Ee individunisng y “eratsmo! es mle ben conn del passdo Y's bien raras veces ~o ninguna histoviadres do Ta econo. Hola Ia tomaron somo base para defini al sapltalisng, sa in- ‘uencia todavia perdura em efeta, muchos de los diebas que ftcontramon hoy ‘parecin identifica, de. manere implica, ‘pltalismo® con insta de. “bce empresa", contapo: nigndolo a tode ingerencia de contol esttal s expensas del inissecfire. EI delecto de tn significado tan. restictivo balan lire, Pocoe paises, fuera de Gran Betada "Ios EE- UU, en el siglo aux legoron a austarae 4 Un régimén de “indvidualismo puro” del Upo manchesteriano clisico; y aun Gran Bretada y lor EB. UU. lo abandonarian pronto para ene ‘erg in er de cotporacinns de oop at Zopolog, cuando el lanezfire como concepeon polis: ya feelinaba. Si se circunsenbe tan Tgurossmente ene) tempo Ss capitalsmo, jeSmo earecteriaremos el sstema que le pe Gedy gi engi, an smeantes 8 1 en ab Taupo Por su decisiva influenela sobre Is Snvestigacén y ta in- terpretciin istic ae" destacen ndamente. tes” sgn: Caos distintos stibuidos a la nocion de capitalism, bien fm cierto aspector se superponen, cada uno se liga a una ‘stn peculiar dela natorlesa del desszrllohistéco; Leva 4 Podomes citar un ejemplo quisi no. my serio de esto: “EL ‘verdadero capitelamo es una aconofna de litre y drance eompetancis ‘ar Jn Geman yo continue oportunidades trabajo pars tor HH Cromwell Canton, fw Defence of Capitalion, ig, 5), Son tontes Tas vietader veguteadas en erta detnickn oe Dubie dudaree de que “eapitalsmo verdadero" haya existido. algun ‘Yer Biemplos mis isidos ioe proporcionan nitores que se siege & ‘Yecet a aplicar el término eapftelmo una econora fast y 10 fonttaponen a “otaltriane™ CL tambidn el Handwérierbuch ‘der ‘Stuatsscensthaften (1028)* "Der, Kapltaizmus hat die. prvvsewirt schartliche oder individualistisehe Witsehafcordnting aur Vorauret= ‘ung und ist ohne diese gar sight donkbar” (El capitalsmo presi Done Ja" ordenacion cconbmica inaividualista 0 de econamia privada 7, hho es par cierto posible), Lato end Opinion i England, past. ‘carmauisnco 19 al trazado de fronteras temporales bastante diferentes para el sistema e implica un diferente relato causal del origen del cepitalismo y del desarrollo del mundo moderno. En primer lugar esti —y quizé sea el mas difundido— el significado popularizado por los escritos de Werner Sombart Sombart bused 1a eseneia del capitalismo, no en un aspecto de su anatomia econémica o de su fisiologia, sino en la totali- Gad de los aspectos representades en el geist 0 espiritu que inspira Ja vida de toda una época. Este espiritu es una sin- ‘esis del espiritu de empresa o de aventura con el “espiritu ‘urgués” de céleulo y racionalidad. Como ereia que “en di- ferentes épocas siempre han reinado diferentes actitudes eco- némicas y que este espicitu es el que ha ereado la forma que Ie earresponde y, con ello, una organizacién econdmica’,* ‘bused el origen del eapitalistno en el desarrollo de estados de ‘espiritu y de comportamiento humano conducentes a la exis- ‘encia de aquellas formas y relaciones econémieas que son ea- racteristicas del mundo modemo. “En algin momento del re- ‘moto pasido el espirita capitalista debe de haber existido —en ‘embrién, si oe preflere—, antes de que una empresa capitalista pudiera volverse realidad’ El hombre precapitalista era “un hhombre natural", que concebia Ia actividad econdmica como Ja simple provisién de sus necesidades naturales; y en épocas ‘precapitalistas “en el centro de todo esfuerzo y de tode cul ‘dado eslaba el hombre viviente: él es la medida de todas las ‘cosas —mensura ommium rerum homo".® Por contraposicién, ‘el hombre capitalista, que “desarraiga al hombre natural” con su “concepcién primitiva y originarla” y que “trastorna todos los valores de Ia vida", ve en el amasar capital el motivo do- minante de actividad ‘condmiea y, con una actitud de fria racionalidad y los métodos de un preciso céleulo cuantitativo, subordina a este fin todos los aspectos de la vida.* De manera mis simple defini Max Weber al capitalismo como “exis- tente dondequiera que se realiza la satisfaccin de necesida- des de un grupo humane, con earécter lucrativo y por medio de empresas” y a una “explotacién racionalmente cepitalista” como une explotacién “con contabilided de capital”; reeurrié, Der Modeme Kapitaliemus (ed, de 1908) 4 dota da “la dca Sundamensal(Grandgedane ‘dicgn castalane PCE) ‘Touintersnce of Capitliom, pigs. 3434 2 Der Avedon ‘kepifalomus, Yok 1 poe 3, > Quintessence, 1381, 299, ig. 25. Calica ab Ea bra Tay

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