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ISABEL WENCES (Editora) TOMANDO EN SERIO LA TEORIA POLITICA Entre las herramientas del zorto y el ingenio del erizo CENTRO DE ESTUDIOS POLITICOS ¥ CONSTITUCIONALES Madrid, 2015 Cats grr de publeones ofcias batp:/ /publicacionesoficalesboe.es/ Quedan sigurosamente prohibides, sin la antorizacin escrit ie ls sles det prigh So lc sanciones establevides en las lees, ls reproduccién wt o psrciat de esta obrt por cualquier medio o procedimieno, comprendias In reprogealiay el tratamiento Informatio. De esta edicibn, 2015: © laabel Wences (Ed) © Centwo pe Esrupios Pouiricos ¥ Consrmucionatrs Plaza de la Mazina Espafiola 9 28071 Madsid Ihapi/ /wwucepegobes “Twiter @eepegob IPO: 005-15.068-5 ISBN: 978-84-259-1680.9 Depésito legal: M21323-2015 Peeimpresin, impresin y encuadernacién: Dagar Geile, shu Irmpreso en Espaie- Printed in Spain En esta edicin se a utlizado pape ecldgico Ne sometdo a un proceso de blanqueado TCR, i tye fibraprocede de bosques gestonados de forms sostnible. INDICE PRESENTACION: Teoria politica: actores y doctotes ‘por BsIGNo PENDAS INTRODUCCION: gPor gué debe importarnos la Teoria Politica? ‘por Isai, Wanens 2QUE ENCONTRARA EL, LECTOR EN ESTE LIBRO? Resumen de los capitulos. PRIMERA PARTE QUEHACER, OBJETO Y FACETAS DE LA TEORIA POLITICA El conocimiento de 1a politica y la tarea de la teoria politica Politica y teoria politica ‘por Funxaxno Vatnestis Saliendo de la caverna, La teoria politica hoy: entre bios Weoretikesy bios politios se for RAMON Matz Politica y Poder. Objeto de estudio La primacia de lo politic: critica de la hegemonfa como sdministia- por Javier France, Democracia resiliente y teoria cémica del poder politicamente con altos niveles de incongruencia? ‘por CARMELO MORENO s posible vivie "7 83 y ” Mi 173 -TOMANDO EX SEO L. THOR BOLSTICA Facetas de la teoria politica Historia de las Ideas, Teorfa Politica y ottas formas de pensar politica _por PALOMA bE LA Nu ¥ BENIGNO PENDAS: Sobre el analisis tacional de los juicios de valor politicos (por JONQUIN, ABELLAN ‘Teoria politica y conceptos politicos. por Ruvene SEGUNDA PARTE . LA TEORIA POLITICA Y LA ACCION POLITICA, ‘Teoria politica y accién polities Democracia y verdad . ‘per RANON VaRs's-Macitocs “Teoria y préctict en la teoria politica por Bea OVEIERO “Teoria politica y creacién de valor en politicas pliblicas. Cémo los {cOticos politicos mejoran la gestién publica _por Xavi TORRENS ¥ JOAN ANTON MELLON ‘Teoria politica y accién politica ciudadana “Teoria politica y accién ciudadana: El 15-M como interseccién de distintas teorias éemocriticas . se . por FERNANDO FERNANDEZ-LLEBREZ. La persistente importancia dela sociedad civil en Ia teoria politica: compromiso ciucadano, asociacionismo y desobediencia civil por Rapaut, VAzquaz Los limites de la accién politica ‘Los limites de la politica 1a Fabs 0 (por MaNvEL ARDS Qué funcién debe desempefiar Ia tcoria politica en un mando de ‘cambio?: Crisis econdmica y limites a Is accién politica . ‘por MAsuas Manerinsz. BascuNaN 23 253 268 203, 329 347 33 401 425 mice ‘TERCERA PARTE TEORIA POLITICA Y CUESTIONES RELEVANTES DE LA POLITICA DEMOCRATICA Preguntas, diagndstico y propuestas Una revisién de los discursos sobre la representacion politica 445; ‘por ELENA Gacia GurriAN, Las dificiles relaciones entre ética y politica : 465, ‘por Manta José. VincaveRDr. Sobre la corrupcién paiblica y las tateas de la teotia politica ARS, ‘Bor ANzOxI0 Ropes a teoria poliica y la diversidad cultural en contextos democsitiens 507 or Isabet. Wnces Sociedad vigilante y mondo interno ....2..2 +. 343 ‘por Javier Rowe ¥ Laura ADRIAN Ta teoria politica y el tiempo, el azar y el riesgo 569 ‘por Roberta LOsana La teoria politica, la memoria y nuestra relacién con el pasado... $97 bor Vixcrave Dauistons Reflexiones sobre Espaiia El Estado autonémico: elementos para comprender su ctisis y penser cn su relegitmaci6n oe. .ee cess 6% som 621 por Sesasmin Eschwez. Teosia polis malestar demoeitico y desafecisn 643, por Avoca: VALENCIA SOBRE LA CORRUPCION PUBLICA Y LAS TAREAS DE LA TEORIA POLITICA ANTONIO ROBLES EGEA. Universidad de Granada EL primer sntoma de la corrpuin de las costumes ese desiero dela verdad, pues, como decia Pindar, ser vera, es el comienze de wna gran virtud y es ef ‘primer raguisito que ecige Platin al gobernante de su repiblea, Nuestra verdad ‘de bay dia mo somite an do que es sino en aguello de lo que perurdimos a lat drs. “Michel de Montaigne, Encayas, Libro UL, capitulo XVUL, ‘We las acusaciones de mentim, La teoria politica puede tener varias funciones segsin la finalidad que aspira aleanzat. En el plano cientifico analiza, sintetiza y evalia las aportaciones tedticas de los autores clisicos y contemporineos; en el plano académico transmit: el conocimiento acumulado durante siglos y 1 actual a los estudiantes de la materia; y, finalmente, entre otras metas, en el plano social y politico, trata de «ayudar a los conciudadanos 2 otientarse en sa propio mundo social y politico, darles la oportunidad de acceder a instrumentos conceptuales con los cuales después pueden ‘operar por si mismos... La teoria politica... no dicta lo que hay que hacer, sino cémo abordar los problemas, ubicéndolos en un contexto hist6tico y social especifico, y contribuyendo a su dilucidacidn publica. aguijoneando siempre a los ciudadanos para que no dejen de scrlo» (Vallespin, 2012: p. 11). Asi pues, desde esta tercera finalidad, la teoria politica se enfrenta con relevantes desafios, E. primero de ellos es abordar problemas com- 485 -TOMANDO EN SERIO LA TEORA POLITIC plicados desde un punto de vista politico, a los que tiene que delimitar y enfocar de manera adecuada; el segundo es la cuestidn merodol6giea, tanto en su version cieutifico-académies, como cn su perspectiva social y politice, tratando de ser util a la ciudadania. Dentto del espectro de temas que hoy interesan a la comunidad politica encontramos uno muy preocupante por la extensidn, la pro- fundidad y los efectos que tiene sobre el sistema social y la politica democritica. Se trata de In corrupeida, especialmente de la corrupcién politica. Un tema con miitiples aristas, de complejidad mayiseula, pro- penso al equivoco y a la opinién superficial. Ya no se trata de decir lo ue debe ser o n0 ser justo, porque en la era del relativismo postmo- derno actual no seremos escuchados, sino de mostrar claramente las ‘causas, procesos y consecuencias de los hechos politicos, contando con Ia ayuda de la tradicién de pensamiento democritico, para mayor com- prensidn de auestros ciudadanos. La corrupcién politica no debe ser ‘vista como un grave problema que haya que resolver moralmente, sino como una realidad (aprovechamiento particularista de bienes piblicos) que ha de someterse 2 anilisis, diagndstico y prescripcisa politicos, ya que tiene la cupacidad de desteuir la comunidad clemoeritiea y los prin- cipios que la inspiran. Con el objetivo de hacer posible la recién mencionada tercera fun- cién de la teotia politica en lo referente al tema de la corrupeién cabe plantearse, en primer lugar, la dialéctica existente entee el deseo de al- ‘canzar un sistema politico democratico exento de corrupeiéa y la rea~ lidad de la vida politica democritica, lo que hari reducir nuestro nivel de exigencias, En segundo lugar, seria razonable llegar a un entendi- iento de lo que es la corrupcién politica, con la finalidad de reflexio- nar posibles explicaciones causales y sopesar soluciones esperanzadoras para tal problema, teniendo en cuenta ¢! pensamicnto histérico y pre~ sente de la teoria politica. Finalmente, se pretende que lo expuesto sitva para eayudar a los conciudadanos» a comprender la corrupcién politica y, asi, tomar decisiones conscientes. Ahora bien, al margen de los objecivos sefialados, se otean en el Horizonte més dudas que firmes aseveraciones, y la inseguridad de llegar a buen puerto ett unt sar cen ppestuoso. Desde la época del mundo clisico griego es sabido que la corrup- cidn es una de las causas principales de la ausencia del buen gobierno y; fruto de ello, de su inestabilidad. Bste conocimicnto no impedia, como hin demostrado Finer (1986) 0 Brioschi (2010), que en Atenas y 486 ANTONIO ROBLES EGEA —CORRLPCION PUBLICA ¥ LAS TAREAS DE LA THORLA POLITICA otras ciudades griegas hubiera diferentes formas de cotrupcién politica dentro de la vida politica. Lo mismo que ocurrié en sgios siguientes hasta llegar a Ia actualidad, como han ratificado los clisicos romanos, medievales, moderos y contemporineos. A pesat de las muchas adver- tencas para erradicarla, ustificedas tedricamente, la corrupcidn siempre cesturo presente en la politica, de una forma u otra, en mayor 0 menor medida, sin que tales teorias sé-convirtieran en realidad Parece, pues, que con la corrupcién nos encontramos ante un hecho ‘muy comtin en el comportamiento humano, que por su carécter indivi- dual y otras veces especificamente grupal, no llega a ser nunca genera lizabie, de la misma forma que la virtud moral, pese a su extensin en determinadas sociedades y momentos, no alcanza munca el ser universal. Parti de esta idea es mucho més razonable que imaginar posibles mun- dos incorruptos donde reina la justiciay la solidaridad en lugar de la ley del interés propio y el egoismo, aunque buena parte de estas ensofia- ciones nos proporcionan buenos argumentos en los que pensar y con los que persuadir. EI suefio del fin de la corrupeién De la presencia permanente de la corrupeién en la vida publica y privada derivan las muchas consideraciones que sobre el gobierno hi- iercn los grandes de la teoria politica, desde Sécrates a Habermas, tratando de evitar la pérdida de rumbo ético de las sociedades y de los gobiernos. Pensemos en las aportaciones hechas en la historia de las ideas politicas con el objetivo de eliminar la corrupcidn de las socieda- des mediante la educacién civica-religiosa, el control y fragmentacién del poder, la divisién de las funciones de la autotidad o la construccién de comunidades polticas ideales. Sin necesidad de traet a colacidn todos los que podrian estar en esta tradicién de pensamiento, si en algo pen- saban Plat6n, Aristételes 0 Cicern —por poner como ejemplo sola- mente a los ms clisicos de entre los clasicos de la anvigiicdad—, era en desterrar de Atenas y de Roma tos males que causaban la luchas internas por el poder en defensa del beneficio particular y la consecuen- te inestabilidad politica. En el conflicto era visible la ambicién personal, la de la familia y la clientela politcas, transfiguradas en elaboraciones ideolgicas a favor del bien comtin. Si damos algunos saltos en la his- toria de nuestros antepasados de la teoria politica, y micamos a la mo- 487 -TOMANDO EN SERIO LA TEOREa POHICA dernidad en sus diferentes fases (Maquiavelo, Locke, Montesquieu, Rousseau, Kant, Tocqueville, Marx, Arendt, etc.), se pueden observar sus nitidas crticas sobre el mal funcionamiento y corrapeién del orden politico oficial Sin dada, el gran mimero y diversidad de utdpicos habidos en el mundo moderno, cuyo firme afin de eliminar la injusticia y la corrup- ccién, eran de una clarividencia absoluta y dieron lugar a la larga tradicién de seformadores y revolucionatios en Jos siglos xv y Xviu, y a las ideologias redentoristas del siglo xtx sutgidas de la utopia del progtcso, como ¢l socialismo, el anarquismo, ef comunismo, etc. El problema de teste género de pensamiento, segan nos recuerda Rafael del Aguila (2008), es su radicalidad absoluta y la falta de mesura, aunque resulten ‘muy atractivos sus argumentos a fivor de sus grandes y benéficos fines, \Vease si no el razonamiento de Tomas Moro para justificar una sociedad sin corrupeién'. La Repiblica utépica de Moro es «no solo la mejor, sino la Gniea digaa de llevar tal nombre» porque en las demas lo que se busca ¢s el interés personal. En Uignia, «como no hay intereses particu- lares, se oma como propio cl patrimonio pablico, con lo cual el pro- vecho es para todos... como todo es de todos, nunca faltart nada a nadie», siempre y cuando los graneros del Estado estén llenos por Ia contribucidn de sus ciudadanos. Urepia es una isla «patadisiacas donde scina la equidad y la justicia. Nada comparable a lo que ocurre en otros lugares donde la evidente desigualdad de riqueza y diversidad de estilos de trabajo impiden Ia felicidad de todos, cuando seria posible repartirse con equidad los recursos disponibles. El robo, la soberbia, el dinero, el cengatio, ls avariia, e! iucro personal, el crimen, constituyen el trasfondo de la vida social y politica en la Inglaterra de su época, mientras que en Utopia la costumbre y la ausencia de dinero les han hecho desaparecer, pero no mediante escarmientos, lo que sin duda permitiria su resurgi- miento periédico, sino mediante Ia educacién, la igualdad y el buen gobierno. Asi pues, segvin Moro, las claves para eliminar la corrupcién residen en alcanzar niveles sustantivos de igualdad y en la socializacién permanente de los ciudadanos en el principio de interés general hasta hacer costumbre ellos. 4 No obstante, reconozcamos que tanto los utdpicos, las ideologias salvificas y los demécratas fandamentalistas aspiran, en el fondo, a una utopia, dificil de establecer ¢ imposible de mantener, pues las propias Upia, Peicién en Ups del Revove, México, ECE, 1973, pp. 135-138. 488 ANTONIO ROBLES EGEA —CORAUPCION PUBLICA Y LAS TARAS DE Lt THORIA POLINA estructutas creadas en su interior se acabarian corrompiendo por efe=- to de los elementos erosivos de la historia. Las utopias comunistas, fascistas, democriticas, etc, siempre han sido buscadas, més nunca postidas... Hic e nunc una constitucién previa ¢ interna a la Constitu- ‘eidn politica del propio gobierno representa la gran limitacién de la democracia y de las grandes ilusiones politicas (Bonete Perales, 2014) 2. Ta triste realidad o la imperfeccién de la democracia® Mientras no se demuestre la existencia de una ccmunidad perfecta cen el pasado o en el presente, el ejercicio del poder politico siempre va unido a los més diversos tipos de corrupcin (negra, gris 0 blanca), dependiendo de la gravedad del caso y la percepcién cultural de la so- ciedad, Conscientes de ello, algunos gobernantes de nuestros dias, de manera mas 0 menos hipécrita y maquiavélica, abandonan la virtud ‘como medio para la consecucidn del bien puiblico, pues se han olvidado toda ilusidn ut6pica, poniendo su punto de mira en la reforma mest- tada o en la simple gestién cutinasia. En la actualidaé, pese a la reivin- dicacién del civismo ciudadano y de la moralizacién de la politica, la ética permanece en segundo plano, mientras los valores del aprovecha- micnto personal o grupal predominan por doquier, incentivados por las oscuras sombras y teamas del poder?, de todo tipo ce poder, que pot la via del egoismo y de Ja falsa ideologia individualista mantiene mis compacto y sélido su posicién hegeménica. ‘La mejota del nivel educativo en las sociedades avanzadas y Ia exis- tencia de una cultura civica, previsiblemente condiciones sine gua non ® Algunas de las ideas expuestas a consinoacién hen sido tatadas con algo mis de profundidad en «La democtacia imposible. Sistemas clientelates y corrupcin potiicas, fen Cristobal Goxez Bevtro (coord) 2011). Jaaguin Coste y la nndericanin de Espare Madtid: Congreso de los Diputados; eles défauts de la démocrai, Le cliéntlisme et la corruption en Andalousis, Pée Sad Revue deere poiigne de [Europe meridinak, 37, 2012; finalmente, aCrisis de la democracia y lidera2go piblico. Vise «través de In co. srupcion politica» y «Corruption in Democrasic Spain. Causes, Cases anxd Consequen ‘ces, ponencias en colaboracidn con Santiago Delgado Femnindee, presentadas en los Congreso de ls AECPA, Sevilia, 2013 y de! ECPR, Glasgow, 2014, * Documentos cinematogriicos: Site of Play (La sombre de pode), 2009, digida por Kevin MacDonald, guidn de Matthew Michael Carnahan, Tony Gilzoy y Peter ‘Morgan; Brocton City (La aa), 2013, dtigida poe Allen Hughes, gui de Bran Tuckes 489 ‘TOMANDO EN SERIO LA TEORIA POLITICA para cl desarrollo de una moral solidaria y cooperativa, no parecen afectar al porcentaje de politicos dados a vincular el interés colectivo con el interés privado por la via de Ia mendacidad, el fraude y Ia preva- ricacién, entre otras figuras delictivas y cuasi delictivas, haciendo que realidad e ideal de la democracia vayan por caminos separados y bajo apariencias de bondad y vietud (Vallespin, 2012) Por otro lado, la corrupeién paiblica y privada, al margen de sus tipologias y sus causas, vulnera los principios y valores universalistas legitimadores de la democracia (Brioschi, 2010; Maiz, 2005: pp. 363-390; ‘Gomez, Palacios, Pérez Yruela y Vargas-Machuca, 2010; Villotia, 2006 yy 2007) y el normal funcionamiento del sistema democritico, incluso fen las democracias con una cultura civica desarrollada (Della Porta y Vannucci, 1997; Johnston, 1987 y 2010). La proliferacién de casos de cortupcida, que hacen de ella un fenémeno estructural, y las decisiones que sobre ella adoptan Ia clase politica y la judicial, crean desconfianza ‘general en las relaciones sociales, dificultan la realizacién de negocios y hhacen perder la crecibilidad de los agentes econémicos*. No cteamos que la educacién y la socializacion en Jos valores de- ‘mocriticos puedan ser considerndas sindnimos de solucién del proble- ‘ma. Paraddjieamente, es en los procesos educativos de la infancia y la juventud donde se asienta el comportamiento egoista propio de la co- rrupcidn, La formaciéa de su identidad en la familia, la escuela o los, ‘grupos de amistad corte patalela a su identificacién con los intereses de los grupos de pertenencia, Jin ellos se adquieren concepciones del bien y del mal, del amigo y del enemigo, que se asocian con las personas de esos mismos grupos, impidiendo, en muchos casos, el pensamiento neutral y desinteresado necesario para establecer la base psicolégica adecuada al establecimiento de vinculos democriticos entre todos los Giudadanos, y entre estos y los gobernantes. Imaginar, igualmente, que linterés individual racional de todos conduce al bien comtin o interés colectivo es una premisa falaz, que viene a justificar un modelo de so- ciedad donde siempre habri desigualdades y opresiones entre poderosos y débiles, lo que en la teoria normativa de la democracia no debe ocu- © EyPais, 1 de agost de 2013. eL.asfaceuas de la corrupcidn»y #E alto coste del lado oscuros. Segin el Informe de Transparencia Internacional, mencionado en el at= ticulo anterior, el 6% de los espadles opina que el gobierno de Expat wiefiende solo los intereses de unos pocoss, tendo vecinos en el ranking de Estados Unidos (64%), Baga (70%) e Italia (10%) 490 ANTONIO RORIES EGEA — CORRUPCION PUIG Y LAS EARILAS DE Let TEORLI POLITICA ri jams, Aunque los mejores constitucionalistas, los mejores politicos yy los mejores ciudadanos construyan los més perfectos sistemas demo- ‘taticos, el problema de la corrupcién seguica existiendo salvo que cambiemos al propio ser humano st estructura bio-psicol6gica y su entorno social, lo que parece mas propio de la ciencia-ficcién, Confiamos, sin embargo, en las‘instituciones y procedimientos de- mocriticos (Vargas-Machuea, 2012), y en los medios legales a su dispo- sicién para la resolucién de los conflictos politicos, entendidos como agregados de ottos muchos confictos econémicos y sociales, Sobre esta base cabe pensar en que habria completa lumminosidad en la lucha poli- tica, pero sabemos que en el conflicto partidario se utilizan todo tipo de recursos de dudosa legalidad, a veces ilegales, para conseguir el poder y satisfacer el interés partidista en detrimento del bien general. Desde ‘ese mismo momento, en el que los actores individuales 0 colectivos corrompen ética y/o legalmente los procedimientos y, en consecuencia, los principios democriticos pierden su vigencia, podriamos decir que la comunidad politica en su conjunto se ha corrorapido, entrando la en- fermedad en fase de metistasis o de estructuracién del mal en las redes institucionales (Pradera, 2014). La eliminaciér de las partes contagiadas cs la nica y necesaria medida profikictica, pero la incertidumbre sobre la propagaciGn a otras partes sanas de la socisdad y el Estado es pre permanente.

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