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Nocionesde Economia Politica — Capitulo 1 El hombre y su entorno econémico y social En nuestra vida diaria recibimos una cantidad de informaciones que colocamos o clasificamos, espontdéneamente, como de natura- leza econémica. Asi, temas tales como la inflacién, el empleo, la desocupacién y los salarios, los impuestos, las tarifas de los servicios ptiblicos, la deuda externa, el consumo y los precios, la relacién entre el délar y el peso argentino, la tasa de interés (sélo para mencionar algunos), constituyen_lo que _denominamos problemas econdmicos. | ~ Aunque no sepamos con exactitud el significado y las consecuen- cias de cada uno de ellos, sabemos al menos que se refieren a la posibilidad del ser humano de crecer, evolucionar y modificarse, tanto él como lo que lo rodea. Intuitivamente le asignamos a lo econdémico un papel relevante aunque no tengamos respuestas para las preguntas del cémo y el porqué se producen los problemas econémicos. Estas preguntas modifican nuestra propia actitud: no se trata ya, simplemente, de aceptar por la via de la experiencia propia o ajena la importancia de lo econdmico. Estas preguntas nos obligan a ordenar la informacién que acopiamos, a relucionar los diversos aspectos de los problemas presentados, a_definir respuestas aproximadas que poco a poco nos ubican de cara a los sucesos histéricos. Paulatina- mente iremos construyendo una cierta imagen representativa de la realidad, una visién de las cosas y de los hechos. } Estas tareas -ordenar, relacionar, definir- y muchas otras simila- res, permiten limitar e identificar el contenido de lo econdmico: habremos avanzado en las lineas que nos permiten trazar las diferen- cias entrée lo éconidémico y otras disciplinas, entre lo econdmico y otros campos problematicos.._ |. | ~ Pero ademas, habremos avanzado en la construccién de simbolos 0_signos que nos permitirén elaborar un discurso esperifico, an lenguaje particular sobre el campo problematico definido. Al mismo 7 jempo que reconocemos el contenido de lo econémico, reconocemos al significado del lenguaje econémico. Podemos sistematizar, en este punto, los argumentos desarrollados: Inflacién > gCémo? —~ Visidn de las > - Contenido de salarios ‘ Porqué? cosas y de los Jo econémico. \ délar hechos. - Significado del tasa de interés Tenguaje ocupacién econémico. , Comenzaremos la busqueda, nuestra biisqueda, por el lado del contenido de lo econémico. a) La relacién entre el hombre y la naturaleza El mismo subtitulo nos coloca en problemas; hablar de la relacién entre hombre y naturaleza puede inducimos a pensar en una'relacién «exterior» entre uno, y otro de los elementos mencionados, en un vinculo ocasional que sélo cobra sentjdo cuando el hombre «usa» la naturaleza para satisfacer sus necesidades. Pero la naturaleza, lo natural, lo animal, no es extraiio al hombre. Puede servirnos aqui la relexién antropoldgica: «... si es posible creer que con la aparicidn de la sociedad se haya producido un triple tansito, de la naturaleza a la cultura, del sentimiento.al. conocimiento, de la animalidad ala humanidad, solo puede ser atribuyendo al hombye, y ya en su condicién primiliva, una facultad esencial que lo empuja a franquear estos tres obstéculos; que posee, por consiguiente, a titulo original y de manera inmediata, atributos contradictorios si no precisament natural y cultural, afectiva y racional, anim: condicién de tornarse conciente, otro». (Claude Lévi-Strauss, enella, que sea, ala vez, ial y humana; y que sélo a pueda convertirse dé un plano al Antropologia Estructural, pags. 40-41). Es dec cir, el hombre es un Personaje contradictorio cuyo comporta-_ miento en los albores de la civilizacién es comparable con el de un | animal, basado én actitudes instintivas y cuya motivacién primaria y 8 fundamental es la de obtener su sustento. Esta identidad de «hombre-salvaje» se mantiene en todo aquello que forma parte de su primera reaccién frente a lo que el individuo considera que es su necesidad basica. Necesidades basicas y deseos primarios hacen ala vitalidad minima de una persona, resumen y sintetizan las. posibilidades de existencia de ella. Alimentacién, abrigo y vivienda componen el niicleo funda- mental de las necesidades primarias. Es importante subrayar que las mismas evolucionan con el trans- curso del tiempo y en cada espacio particular en los cuales pretende- mos reconocerlas. Fue diferente la composicién de los bienes que satisfacian las necesidades primarias en Salta en la época previa ala conquista espafiola, que en la misma provincia a fines del siglo XIX; es distinto hoy el componente de bienes que hacen a la satisfaccion del ‘minimo de subsistencia en Buenos Aires que en el Estado de Paraiba en el Nordeste de Brasil. Lo anterior significa que el minimo indispensable para sobrevivir fue modificéndose en cada tiempo y lugar histérico y fue acompaiado por la evolucién de otras necesidades que, sin formar parte originaria del contexto vital minimo, también son constitutivas del individuo. A éstas las denominaremos secundarias y provienen de deseos y nece- sidades propios de cada momento social y que hacen a la superacién de los niveles histéricos de subsistencia. El avance sodial, él ‘desa- rrollo cultural, transforman en imprescindibles determinados bienes cuando pocos afios antes no formaban parte del contexto o de las condiciones sociales inmediatas. La televisién o la pasta dentif por. ejemplo, se han incorporado, poco a poco, a ese minimo rio para la vida cotidiana del individuo. En este proceso de satisfaccién de las necesidades humanas se modifica el hombre, su contenido natural, y la naturaleza misma. Cambian las relaciones de los hombres entre si y los vinculos establecidos entre hombre y naturaleza. Pero no hay satisfaccién alguna de las necesidades humanas sin‘creacién de poe a produccién y distribucién de las cosas que contribuyen a oa a las necesidades. Veamos con algiin detenimiento este problema. b) Proditccion ¥ distribucién: el marco conceptual de la relacién r¢ hombre-naturaleza. Hablamos de las necesidades e inmediatamente concluimos en la posibilidad de crear los bienes que las satisfacen; pero la produccién es un aspecto del problema ya que aparece con fuerza la dificultad asociada a la distribucién de los mismos. De nada hubiera servido el producirlos si, al mismo tiempo, no se cumplia con el requisito de la distribucién ‘como antecedente para la satisfaccion efectiva de las necesidades existentes, En torno a la produccién y a la distribucién_presentaremos dos conceptos qué nos seran utiles en la precisin del contenido de lo econémico. Nos referimos al concepto proceso de trabajo y al con- cepto forma de apropiacion. - Proceso de trabajo \ En general podemos afirmar que es aquél por medio del cual el hombre crea y confecciona los objetos y los bienes que le permiten satisfacer sus necesidades y deseos. Como todo proceso, esta tam- bign en constante modificacién y cambio, tanto en cuanto a su forma de realizacién, como en cuanto a los resultados del mismo, es decir, con respecto al tipo de bienes o cosas obtenidas. > Cudles son sus componentes? Para responder a esta pregunta necesitamos partir de un rasgo comtin a todos los individuos, a saber, el de la potencialidad de energia vital_que el hombre tiene para disefiar, crear y poner en practica la produccién de objetos. Esta energia vital va a promover y como fuerza de trabajo desencadenar un proceso de intercambio con la naturaleza. objeto _de trabajo, aquello sobre lo que el hombre desplegara su creatividad, sus capacidades y su esfuerzo. Los bienes naturales Sern materia bruta si los incorporamos en el estado en el cual estén Snipes ea 7 mv a A medida que el hombre avangs ooo anterior. ibi ‘anz6 en el conocimiento de sus posibi- geet eee creatividad, fue realizando bienes que le permitieron conocimiento maa, sceciones de otros bienes; es decir, utilizé el expundi Para confeccionar titiles de trabajo que prolongaran y Pandieran su capacidad productiva. A estos Uitiles de trabajo los Esta proporcionaré el 10 denominaremos herramientas 0 instrumentos de trabajo. La combinacién de estos elementos -energia, instrumento, objeto- permiten la creacién de un’ producto nuevo, tesultado genuino. y peculiar del proceso de trabajo. + Proceso de trabajo Energia vital. =~ Herramientas o instrumentos de trabajo. Materias Objeto de transformacién. Resultado: producto o bien nuevo. — En tomo a este concepto de proceso de trabajo podemos ubicar ya ~ un conjunto de teméticas asociadas. Problemas tales como la.evolu- cién tecnolégica (modificacién del instrumento y del objeto), las - formas organizativas para el despliegue de las energias vitales, el tipo de producto producido (maquinas, bienes de consumo necesario, bienes de lujo) etc., forman parte indisociable de la tematica global de proceso de trabajo. Tendremos oportunidad de volver sobre ellas. - La forma de apropiacién Es aquel proceso por el cual las personas disponen y utilizan el resultado de los procesos de trabajo, distribuyendo los bienes e: tentes en |; dad. Estamos ya en presencia de normas, reglas 0 procedimientos sociales que, escritos 0 por simple costumbre, deci- den los derechos y los montos particulares a través de los cuales los individuos participan de los productos producidos. Podrn ser distintas las normas o reglas de distribucién y/o apropiacion en la historia, pero no pueden estar ausentes. Aqui también la reflexion antropolégica puede orientarnos en el extenso campo de las posibilidades distributivas: «... Ast, entre los Siane de Nueva Guinea las reglas de apropiacién de los objetos materiales (tierra, hacha, vestimenta) o inmateriales (conocimientos rituales) son de dos tipos: a) alguien tiene derechos sobre un objeto como un padre sobre sus hijos. Es responsable de ello ante la comunidad y sus ancestros. Esta es la regla de apropiacién de la tierra, de las flautas sagradas y de los conocimiento rituales, bienes de los cuales se tiene la custodia pero que no se pueden transferir; ll b) alguien tiene derecho sa eral ae eee a “ornbras ws objetos pueden ser la vestimenta, Ube Pt a doles tales oye las hachas y las agujas. Estos bienes estan apropiados eee cots y pueden ser transferidos». (Maurice Godelier, Ra- penalidad e Irracionalidad en Economia, pag. 266). : En este contexto, la forma de apropiacion describe de manera definida las relaciones del individuo con el grupo social del que forma parte. También especifica, de manera clara, la participacién o no del individuo en el control de los bienes existentes, bien sea sobre aquellos que conforman el minimo de subsistencia bien sobre aque- llos que exceden a dicha porcién. El proceso de trabajo puede haber producido un monto de productos igual a las necesidades a ser satisfechas; pero bien puede haber producido, también, un excedente social, es decir, una magnitud determinada de bienes que exceden el minimo necesario. Nuevamente la reflexién antropolégica puede aclarar el punto. «... entre los incas las tierras de las comunidades pueblerinas estaban divididas en tres grupos: las tierras que Se dejaban a disposi- cién de los miembros del ayllu (comunidad), las que estaban reserva- das al inca y las que estaban reservadas a los dioses, particularmente al Inti, el dios del Sol. Las tierras del inca y de los dioses estaban cultivadas colectivamente gracias a la mita, tarea a la cual todo hombre casado estaba obligado. El producto de estas tierras se almacenaba en los graneros del Estado y servia para mantener a la nobleza, al clero, al ejército y a los trabajadores que construfan las fan los sistemas de riego, los templos, etc. Un cuerpo de panera eee, pei ce calevlan hn Se rae le las comunidades y de las familias y le productos agricolas y artesanales, el volumen de la mano de obra ne: ia pa ae de | clase dirigente y la veltents peeerie para el mantenimiento de ja guerra. El marco de estas estadistices en Mee Plicas ¥ an total en diez categorias definidas oro e airelonides Sere aparente y por la aptitu las_aproximadamente por la eda Para el trabajo». (A. Métraux, Les Incas). inne ee ln distribucién de los productos produci- Procluccién y distribucién nos persis Persable de la produccién. Permiten avanzar sobre un concepto 19 angular: el concepto de reproduccion. + Reproduccisn En el proceso de satisfaceion de sus necesidades, los individuos producen bienes y distribuyen lo producido de acuerdo a ciertas reglas o norm Este Proceso de produccién de cosas es, al mismo tiempo, proceso de creacién de vinculos y relaciones entre los individuos, entre los individuos y las cosas y entre los individuos y la naturaleza. El proceso de produccién de cosas y de bienes que satisfacen necesidades es, igualmente. produccién del individuo como indivi- duo social. El proceso de produccién_es igualmente proceso de re-produc- cidn: una comunidad o una sociedad determinada no produce sélo los bienes que garantizan su supervivencia; esta produccién simulténea- mente produce y reproduce las formas de relacién social entre los individuos. La La reproduccin es entonces el contenido fundamental de lo eco- némico: € el concepi -distribucién-con- sumo (satisfaccién de necesidades), como actividades basicas y esenciales del quehacer econdmico de los individuos sociales. Reproduccién social «Hombre salvaje~ — Instintos y deseos primarios. ~ Necesidades primarias. Minimo de subsistencia psicofisiolégico y social. Naturaleza a cultura. Sentimiento a conocimiento. Animalidad a humanidad. Sei social + Modificacién de — Tiempo y lugar histérico. necesidades primarias. Necesidades secundarias. Produccién —_Distribucidn Consumo Proceso de - - Proceso de trabajo freee Ere ee 13 Capitulo 2 El principio de racionalidad o. Para ello, en Hemos definido el contenido de lo econdmi apretada sintesis, recurrimos al concepto de reproduccién econd- mica y social. Ninguna sociedad puede dejar de producir, de distri- buir el producto y de consumir lo producido sean cosas 0 servicios. Lo contrario seria sindnimo de extincién. Produccién, distribucién y consumo determinan el contenido elemental de la economia como disciplina particular, fijan el contorno bisico de la reproduccién econémica. Pero esta reproduccién econémica es una parte, a su vez, de la reproduccién social: producir, distribuir y consumir son activi. dades sociales imprescindibles en toda sociedad pero no son. las inicas que la componen; son condicién necesaria pero no suficiente para que una sociedad determinada exista. _, Bs por ello que la economia es una de las tantas diseiplinas que integran el campo de las ciencias sociales (sociologia, historia, antropologia, politica, epistemologia, etc.). En todas ellas, el objeto © conocimiento se construye a partir de un segmento de esa totali- dad que es lo social. Definiendo el contenido de lo econémico y el vinculo de la remomia con el resto de las disciplinas sociales, preparamos <1 ‘Es posible la objetividad en un Siglo. Mucho menos resolverlo. algunas lineas de anélisis que no 14 a) La teoria econémica: los economistas y el trabajo cientifico Podemos ee como hilo conductor de nuestro argumento, lo que Joseph Se jumpeter (1883-1950) opinaba al respecto. Decfa que «El trabajo analitico comienza con el material provisto por nuestra vision de las cosas, y esta vision es ideolégica casi por definicién» (J. Schumpeter, Historia del Anélisis Econémico, pag. 42). Es decir que la seleccién del objeto de investigacién, la determi- nacién de la problematica particular a indagar, la elaboracién de las preguntas sobre el problema escogido y el mismo campo probable de las respuestas, son procesos atravesados por nuestra «visién de las cosas», por nuestro muy particular punto de vista sobre el entorno y sobre nosostros mismos. El entorno del economista como cientifico social es condicionante y conflictivo, lo que impide aproximaciones neutras o totalmente asépticas. El economista es actor y espectador al mismo tiempo, no puede tener relaciones distantes, objetivas (en el sentido de no valorativas) con respecto al medio social. Podemos explicar estos aspectos con algun detalle. Por lo pronto, las ciencias sociales -y la economia entre ellas-, tienen cierta especificidad frente a las ciencias naturales. Los fend- menos sociales son histéricos en el sentido de que son transitorios, perecederos. Sabemos, por ejemplo, que ninguna sociedad puede dejar ‘de producir, distribuir y consumir sin riesgo para su propia existencia. Pero los modos, las maneras en que estos procesos vitales pueden desarrollarse y llevarse a cabo, cambian con las distintas épocas histéricas. No podemos afirmar que una comunidad primitiva es lo mismo que la moderna sociedad capitalista, ni podemos asimi- lar la actividad comercial de un campesino de la Revolucién Fran- cesa con el moderno cotizador comercial de materias primas en el mercado de Rotterdam. Lo que se modifica es la forma histérica en que las actividades fundamentales para toda sociedad se llevan a cabo. Desde este punto de vista, el conocimiento econdmico eva consigo la cazacteristica de su propio objeto de estudio: es proviso- tio, relativo, histéricamente determinado. . En segundo lugar, estas formas histéricas de los procesos aociles descriptos, pueden modificarse por la accién humana. Desde este punto de vista, el conocimiento econémico o social puede provocar resultados imiportantes sobre la accién transformadora, orientarla, 15 puede tener inci- ‘sobre las practicas sociales. fe los procesos de produccién, imiento econémico delimitarla. Es decir, el conocimiento econ’ dencia sobre los conflictos sociales, izacién soci oreta La organizacién social cone : lucsn, distbusién y consumo supone el desarrollo de disputas y enfrenta- mientos entre intereses materiales concretos. Las condicione ge ‘da de cada uno de los sujetos o de grupos determinados cle sujetos vida de cada iy diferentes, al punto de combinar situaciones de eon Fee extrema pobreza. Todos ied pero algunos pue- den vivir mejor que otros. Desigualdades, privilegios ae eee eee socialmente, etc., ocasionan un desarrollo conflictivo de intereses sociales contrapuestos. El conocimiento social y econémico no puede sino incorporar este conflicto, como visiones construfdas desde distintos intereses materiales. Finalmente, el economista -como el resto de cientificos sociales- es sujeto y objet» del conocimiento social, es investigador/observa- dor y al mismo tiempo actor social. Esta identidad parcial de sujeto y objeto de conocimiento completa el cuadro de la especificidad de las ciencias sociales y de la economia en particular. Este conjunto de rasgos especificos de las ciencias sociales y de la economia en particular, justifican la apreciacién inicial de Schum- peter y apoyan nuestro argumento: no es posible disociar ideologia de conocimiento cientifico en economia; los valores, las concepciones y los angulos de énfoque (en el sentido del problema escogido y de las pe posibles) orientan, influyen y condicionan el anilisis Esta combinacién entre ciencia e ideologia, si bien puede impli- car limites en el conocimiento efectivo de los hechos, permite al economista alcanzar una verdadera madure, aaa del resultado cientifico con las practicas soci: ere piano la vida real. Serd ent 7 a entre las diversas i pondra de manifiesto los efect i comprensién de la dindmica conerete del oy mamica concreta del mi fayorece la integracién ales y la integracién del todo caso el ejercicio de interpretaciones, lo que de la ideologia para la undo real. 6) Mor cientifico ) Modelos cientificos y reconstruccién tedrica de la realidad lida La economi. mia real es comple} mia re pleja y dive: concreto es sintesis de numerosas dees, ng ‘ina 16 Un hecho econémico clones y variables que inciden, con diferente peso, sobre el resultado final. Igualmente, este hecho econdmico concreto existe independiente~ mente del sujeto que lo piensa, del economista que lo razona. Estos dos elementos, complejidad.e independencia del hecho econémico real, sumados a la combinacién de ciencia e ideologia mencionada en el apartado anterior, intervienen en la aproximacién del econo- mista a su objeto de estudio. Podemos aqui también recuperar a Schumpeter cuando afirma que «El trabajo factual y el trabajo ‘teérico’, entrando en una relacién infinita de toma y daca, poniéndose reciprocamente a prueba de un modo natural y plantedndose el uno al otro tareas nuevas, acabardn produciendo modelos cientificos, productos conjuntos provisionales de su interaccién con los elementos que quedan de la visién ori- ginal . . .» (J. Schumpeter, op. cit., pag. 79). El economista debe desarrollar una estrategia de aproximacién sucesiva que de ninguna manera es lineal ni reconoce pasos unifor- mes y continuos. El economista que busca ir més alla de la repuesta facil producto de la inmediatez del conocimiento, aquél que pre- tende rebasar el conocimiento espontaneo, recurre al andlisis de los hechos a través de la abstraccién. Se enfrenta a lo concreto-in- mediato, abstrae los datos esenciales, elabora conceptos y categorias y retorna finalmente a lo concreto-inmediato. Abstraer significa captar los rasgos esenciales y al mismo tiempo elaborar conceptos y figuras apropiadas para caracterizarlos. Es un recurso del pensa- miento que permite una toma de distancia del investigador con respecto al objeto estudiado. El concreto originario, el del primer encuentro, por su complejidad y diversidad se presentaba como caos y desorden; la abstraccién, a través de las categorias elaboradas, favorece una reconstruccién ordenada, un modelo, de lo real. Poco a poco el economista va generando su propia explicacién de los fend- menos, va construyendo discursos explicativos, va interpretando el hecho econémico concreto. La abstraccién permite la construccién de modelos como repre- sentacién simple del hecho econémico concreto. En el modelo, el economista aisla las variables relevantes, ordena los efectos de las mismas sobre el hecho estudiado, jerarquiza el juego de los factores menos importantes y decisivos. La abstraccién y los modelos intro- ducen, en la explicacién del concreto real, un principio de orden que, tal cual Schumpeter lo afirma, no es de ninguna manera 17 definitivo. El toma y daca entre trabajo tedrico y infinito en la medida en que la aproximacién tea cin, no puede agotar toda la diversidad del mun Pero el toma y daca, al mismo tiempo, no es una tarea arménica lineal que concluye siempre en el conocimiento pleno y tinico del hecho econémico real. El proceso de conocimient conflicto, confrontacién, trabajo factual es rica, la interpreta- ido econémico real. 1 implica tensién, 5 idas y vueltas no siempre exitosas. Es éste el punto en el que podemos introducir la recurrencia del economista a otras disciplinas -sociales o no- para fundamentar mejor, ampliar o diversificar su referente conceptual. En la medida en que dijimos que lo social es una totalidad, la interaccién de elementos econdmicos y no econémicos, provoca resultados o articu- lacién de elementos que contribuyen a esa multiplicidad y diversi- dad que sefialamos para lo concreto real. Elementos sociales, politi- cos, institucionales o naturales pueden determinar influencias esen- ciales en lo que normalmente podriamos concebir como hecho eco- nomico. El desarrollo tecnolégico en el mundo contempordneo, por ejemplo, ejerce una influencia basica en la produccién, distribucién y consumo de los bienes y servicios y como campo particular de conocimiento rebasa el espacio de lo estrictamente econémico. La incorporacién de estos contenidos cientificos enriquece, sin duda, el argumento, los discursos y las interpretaciones econémicas que tienden a reflejar, paulatinamente, un contenido interdisciplinario. c) La nocién de «caja de herramientas» Hemos avanzado sobre algunas especificidades de las ciencias sociales y de la economia en particular; presentamos también las caracteristicas globales del trabajo cientifico del economista a las que incluimos dentro de un proceso de aproximacién sucesiva no lineal, conflictivo, tensionante. . Por lo que venimos de sefialar, creemos titil aquella concepcién de la tarea de investigacién cientifica como un trabajo en el cual el acercamiento al conocimiento se efecttia utilizando elementos con- ceptuales carentes de pureza y en el que el investigador se considera asi mismo como un productor determinado, provisto de herramientas y participando en un proceso de creacién intelectual. ‘ Adoptamos asi el simbolismo con el cual la Sra. Joan Robinson 18 definié a la teoria econémica, como «caja de herramientas», con- junto de conceptos, categorias, instrumentos analiticos apropiados para el andlisis cientifico del contenido de lo econémico. Es evidente que, en la medida en que aceptamos la no neutralidad de las aproxima- ciones sucesivas, la caja de herramientas tendra diversos contenidos y usos segtin los discursos construfdos sobre lo econémico. Trataremos en préximos capitulos, utilizando las definiciones sobre la economia como disciplina particular, de caracterizar, al menos, tres de los discursos mas importantes sobre los problemas econémicos. Capitulo 3 El surgimiento de la Economia Politica En el primer capitulo definimos a la produccién, la distribucién y el consumo como el contenido basico de lo econdmico.. Vimos en el ‘segundo que este contenido es captado por los economistas a través de una aproximacién que no es neutral ni aséptica, que incluye ‘puntos de vista o concepciones determinantes originadas en angulos ideoldgicos en el trabajo cientifico. Enfrentamos ahora la necesidad de explicar el momento histérico en el cual surgen los discursos econémicos; el momento en el cual lo econémico adquiere una especificidad suficiente como para consti- tuirse en el problema y objeto de una disciplina particular como la economia. ~ Problemas econémicos existieron en toda la historia de la humani- dad pero sélo en cierto momento, en determinadas condiciones, el conocimiento cientifico les dio respuestas dentro de un discurso particular. Produccién, distribucién y consumo fueron siempre ta- reas necesarias de cualquier sociedad y sin embargo, discurs econdmicos sélo surgie ban explicar la totalidad del movimiento econémico- mediados del siglo XVI con los mercantilistas, No significa ésto que antes del siglo XVI no hayan existido Tazonamientos sobre los problemas econémicos. Por ejemplo, Platén ‘SuNos argumentos. que pueden ser con- ados a lo juridico, lo ron -como discursos coherentes que intenta- a partir de atin motivo de reflexién icul t particular y especi ne Toms, en la Edad Media, encontrarenee wo; ambien en Santo econdmico sin constituir un algo diferenciy Es decir que, en sintesis, el eémo ye] por qué se colocarén como Pregunt: ” 2s del qui i momento de la historia del penser tee net oe 20 a) Los requisitos hist6ricos de los discursos econédmicos El descubrimiento de América formaba parte de un conjunto de hechos que anunciaban, de manera progresiva, el fin de un periodo hist6rico -el feudalismo- y el surgimiento de otro -el capitalismo-. Espaiia y Portugal, en su biisqueda de nuevas vias de comunicacién con las Indias Orientales para romper el acoso turco sobre el Medite- rraneo, terminardn incorporando un nuevo continente que permitira una vigorosa ampliacién del comercio mundial. Nuevos productos, abundante fuerza de trabajo indigena, grandes cantidades de meta- les preciosos obtenidos de las minas descubiertas en el Alto Perit y en México hacia 1540 y un enorme espacio territorial aceleraron la expansion del comercio como actividad fundamental. El comercio provocaba, asimismo, numerosos efectos colaterales importantes que contribuian, progtesivamente, a una modificacién del medio ambiente social. Por un lado, se revolucionaba la navega- cién maritima como parte de una profunda transformacién del trans- porte, necesaria para la misma expansion comercial. Por otro lado, crecian ciudades y puertos comerciales como Gé- nova, Venecia, Sicilia, Florencia, Napoles, Brujas, Gante y el drea hanseatica, Barcelona, ete. Ciudades que hacian del comercio mari- limo y terrestre su principal campo de actividad. Mientras tanto, la agricultura, actividad econémica basica para la subsistencia social (la produccién, distribucién y consumo de pro- ductos agricolas constituian la reproduccién econémica) sufrfa tam- bién transformaciones importantes, técnicas y sociales. Entre las primeras debemos mencionar el incremento de la rotacién en los cultivos y la incorporacién de nuevas herramientas e instrumentos de labranza que aumentaron el rendimiento de la tierra. Entre las segundas, destacan el cercamiento de las propiedades individuales que limitan paulatinamente el poder feudal, las migraciones del campo a la ciudad, y la aparicién de nuevos actores sociales como el campesino individual y el arrendatarie. El comercio ejercié efectos particulares sobre la actividad agricola como fueron la orientacién progresiva de la produccién hacia el intercambio provocando la especializacién de los cultivos y la paula- tina generalizacién de la moneda como instrumento para saldar operaciones entre individuos. El crecimiento de las ciudades, el desplazamiento poblacional 21 vesidades sociales y el i fi o de las necesidades sociales, hacia ellas modificaron el camp: cee secre hie faando de los oficios. El viejo artesano medieval, la orgamzac sn de | it i s y su escasi la estructura productiva en gremios 0 corporacione® y a Eactee productividad se convertian en trabas para la amp! iacién de las transformaciones sociales. a. | El comercio, por otra parte, en tanto ampliaba los yy res propiciaba la existencia de los bancos, instituciones dedic trafico de dinero. . _ ‘ ; Seentios El mundo feudal basado en la soberania de los sefiores, © los le cada uno de los reinos y en-el universalismo particularismos d panier exclusivo de la Iglesia, entraba en un lento proceso de cso! ucién. Los fenémenos que hemos descripto no podian ser asimilados por las viejas estructuras feudales y se ponia asi en movimiento un profundo proceso de transformacién histérica. El comercio, el capital comer- cial, el dinero y el capital usurario operaban como las grandes palancas que accionaban dicho proceso. El capital comercial compraba barato para vender caro; el capital usurario prestaba para cobrar una suma adicional por ello. Poco a poco, la riqueza, los precios, la ganancia y el mercado se instalaban en el escenario social como los principales referentes de las pricticas econé- micas de los individuos. Por otro lado, el estado aparecfa -en el terreno politico- sustituyendo el particularismo del poder feudal y el universa- lismo de la Iglesia. Era el componente que en un terreno estrictamente politico complementaba el surgimiento histérico del mercado. ee produceidn, distribueidn y consumo, a partir de este mome Pedcan rico, se realizardn, se llevard a partir de este momento histé- ¢ , se llevaran a cabo a través de le tia ‘ dichos lemantaa Sobre ellos ciniiarescanarene los neat . Ss, asimismo, se construiran los diferen- tes discursos econémi Poder firmar T m icos. Podemos afi i 3 F a asi con Géran Therbor posiblemente tinico en la historia eae un caso muy especial y A le la practi ae + el discurso econémico su Practica cientifica (ya que) que el discurso versa: la e rge paralelamente a aquello sobre lo ave. : : la economia capitali ; Sociedad, pag. 72). Li ‘a capitalistay (Ciencia, C! o is . 72). La economia politi ncia, Clase y busqueda cienti ‘a politica no tof cainpo es ea ©n un terreno previamente sleet ees campo especifico integtado por nuevas telaciones de log helene roduceién, distrihy,.:2 aciones 5 individuos co fuslonan oe cle distibucisn y el consumo. Ty dpslinglividuog se fus lesarrollo de un ntievo ogg ene Leora € historia can aa npo de conocimiento. ercambios, das al 22 rico que se abria a partir de la di E sin_duda, la ruptura de los lazos de depende: individuos no dependeran de otros individuos en un v establecido bien sea a través de la sangre, del nombre. de la pertenencia a un clan o a una tribu, bien sea sometidos al dueiio d esclavos 0 al sefior feudal. En el capitalismo los hombres se rela nan bajo aquellas consignas sintetizadas por la Revolucién Francesa como libertad, igualdad, fraternidad. Libertad para decidir sobre cuerpo, igualdad para establecer acuerdos y contratos con los de: individuos y fraternidad como ciudadanos que forman parte de una sociedad determinada. El desafio que el capitalismo incorpora en la historia de la humanidad es que los individuos puedan resolver la produccién, la distribucién y el consumo a través de vinculos es! blecidos entre hombres que se suponen iguales. libres y fraternos. sin coaccién extraeconémica ninguna y sin dependencias personales entre unos y otros. El individuo aparece asi como individuo aislado frente al conjunto de la sociedad, dispone de obligaciones y derechos al igual que todos los demés. Y se supone en igualdad de oportunidades para enfrentar la vida. Depende su existencia de la sociedad: en la medida en que no posee todos los bienes necesarios debe vincularse con los demd= individuos a través del comercio de los bienes que son de su propie- dad. Incluso en la carencia total de bienes dispone de uno. que es su capacidad de trabajar para mantenerse. La confluencia del conjunto de intercambios que se producen entre los miltiples individuos. da lugar a lo que se denomina mercado. El mercado es, entonces. un espacio social al cual cada persona aporta sus bienes y del cual intenta conseguir los bienes que precisa para satisface dades. El nivel de dicha satisfaccién depende de la cantidad de bienes de que dispone para el intercambio. Esta modificacién de la manera como los individuos satisfacen sus necesidades -a través de la relacién de intercambio- va asociada a modificaciones institucionales. Entre ellas, se destaca la consolida- cidn de los estados nacionales que apareceran como representant del conjunto de individuos que ya definimos como libres. igual fraternos. Las voluntades individuales (los intereses individuales) s 23 | colectiva (el estado) que iL El estado articula las “és colectivo, el interés representan asia través de una voluntac tenderd a la realizacién del interés gene voltmlades individuales expresando el inter general de la sociedad. a ee Produccion, distribucidn y consumo recanecens CP eleapitalismo, al mercado y al estado como dos espacios sociales fundamentales para su propia realizacion. El mercado no es la simple suma de las voluntad¢ Es un espacio social donde las voluntades individuales entran en wn juego competitivo caracterizado por conflictos, confluencias, enfren- lamientos y compromisos. El mercado crea igualdades y al mismo tiempo genera diferencias. Los individuos concurren a él a comprar y vender bienes y servi- cig: ofrecen los propios y demandan los ajenos. En este juego competitivo de voluntades individuales cada una de cllas se expresa a través de precios, cuyo nivel resulta asf determinado, Deciamos que el mercado crea igualdades y al mismo tiempo genera diferencias: algunos pueden perder y otros pueden ganar. Por ejemplo, el comerciante esti siempre dispuesto a comprar barato ya vender caro confiado en su astucia y en su destreza para reaccionar frente al cambiante mundo de los negocios. Esta convencido de que puede obtener una gunancia como diferencia cuantitativa entre lo que Heva al mercado y lo que de él retira finalmente, Esta posibilidad permanente de la ganancia, ‘similar a la del individuo que realiza una apuesta en cualquier juego de azar, se asocia a la ilusidn de obtener una riqueza, De esta manera, para cl conjunto de personas y para c da_una de ellas en particular, Ja actividad econémica deja de tener como finalidad exclusiva la satis- faccién de las necesidades y toma como objetivo partic dor de la voluntad colectiva, a esa ilusin de riqueza. individuales. lar, integra- o) Conclusiones Podemos presentar, entonces, los puntos a los cuales h bado. El momento histérico en que genera el nue ; capitalista resulta ser el punto en el cual se constituyen los discursos especificamente eeondmicos. Ex el momento nen el que lo econdmico adquic f nos arri- ambia el viejo orden feudal y ¢ un cardeter especifico relevante que lo diferencia de la generalidad de los‘problemas huma- nos. Lo econdémico se diferencia de lo ético, de lo moral, de lo juridico. Nuevas preocupaciones surgen a partir de la evolucién del comer- cio, de las migraciones del campo a la ciudad, de los cambios tecnoldgicos en la agricultura y la industria. Se generalizan nuevos conceptos que reflejan las nuevas realidades: precios, ganancias, riqueza, mercado y estado. El mercado y el estado se convierten en articuladores de las voluntades individuales y en medios para la realizacién de los intereses generales. Capitulo 4 Los discursos econémicos Tres corrientes de pensamiento econdmico marcan la manera de explicarse los problemas y fenémenos historicos que hemos mencio- nado en el capitulo anterior, precio, ganancia, riqueza, mercado y estado. Ellas son la escuela clasica, la marxista y la neoclasica. a) Los eldsicos Estos economistas adscribieron a diferentes vertientes analiticas de acuerdo al énfasis con que destacaron algunas caracteristicas de los procesos econémicos. En primer término ci laremos a los mercanti quienes se ocuparon especialmente del problema de la riqueza._ Después del descubrimiento de América y.con la expansién del comercio mundial, un movimiento constante de hom “se producia entre naciones, formacién y de consolidacio feudales habian mantenido dos, en los cuales podfan distribucién y el consumo. La aventura conquistadora, a la bisqueda de répidas riquezas en las minas y tierras del Nuevo Mundo, expandié los imperios colonia, les. La riqueza generada por la explotacidn de los indigenas y la exaccién de los metales preciosos, se exportaba a Europa a través de rutas determinadas y controladas por los colonizadores. Este comer- cio protegido y controlado va a ser puesto en cuestionamiento por Piratas y corsarios que, mediante el robo y el pillaje, provocaron rupturas y modificaciones en las cor ientes de intercambio. Mientras esto sucedia en los mares, en tierra los burgos y ciudades se transformaban en centros comerciales, se ampliaban los merca- dos, y hacia alli fluian los bienes Provenientes del campo, de las manufacturas ucbanas y de la explotacién colonial. La ete dele res y de bienes que estaban a su vez en un proceso de in. No debemos olvidar que los sefiores sus lugares sefioriales como cotos cerra- controlar a su arbitrio la produccién, la 26 individios que ae Aecreaban a lox meteados comenzé a parecerse, cada vox outs, a ly de los piratas y corsurios que asolaban los mares. M1 intereambio de bienes se tanaformaba en un momento propic para la obteneion de una ganancia o para el riesgo de una pérdida. Vara los mereantilistas la premisa era tratar de vender caro y comprar baratos es decir que la riqueza se podia obtener a través de tin movimiento Constante de mereaderias, bajo el criterio comercial enes, La riqueza era de obtener in beneficio en el trueque de los bi para los mereantilistas La suma de estos beneficios, bajo la forma de dinero, monedas y metalen. Asi como el botin significaba la riqueza para los piratas y corsa- tion, para lox mereantilistas estaba representada por la diferenci contre las compras y las ventas, Para éstos riqueza era Ja acumulacié de ovo y plata, Desde este punto de vista, la posibilidad de quedarse con merca- dering invendidas era asimilable a la pérdida de riqueza. El inere- mento y hu expansion del comereio se constituyeron en las consignas fundamentals, motivo por el cual bregaron por el apoyo del estado soborano al prineipio de la ganancia mediante un comercio ventajoso. Algunos mereantilistas crefan que bastaba acumular un gran tesoro, compuesto por metales preciosos, oro y plata, para asegurar la riqueza individual y nacional, Otros, por el contrario observaban que no era suficiente esta acumulacién de metales, e impulsaron a sus respectivos estados nacionales a una lucha por el dominio de los mereados, y a la proteccién de sus manufacturas e indus tes, siempre bajo la premisa de vender caro pura comprar barato. Estas diferencias tuvieron una repercusién histérica importante. Aquellas naciones conquistadoras que, como Espaiia y Portugal, siguieron una politica de acumulacién de metales descuidando la produceién de bienes, terminaron en una situacién de empobre: miento relativo frente a los imperios comerciales que, como Inglate- tra, los Paises Bajos y Francia, optaron por una politica de produc- cidn, de intervencionismo estatal y de expansionismo comercial. La identificncién mercantilista entre riqueza y propiedad de di- nero generé la reaccién de un grupo importante de economistas y de politicos, que se expresé a través de los fisideratas, Estos plantearon la necesidad de un retorno a la naturaleza, privilegiando el trabajo econémicas. El trabajo de | medio para agricola frente a las restantes actividade la tierra era para ellos la tinica fuente de riqueza real, y el 27. conseguir el bienestar ee | ; Para los fisidcratas existia un orden natural establecido Por Dios para el bienestar de los hombres: «.++ Todos nuestros intereses, todas nuestras voluntades vienen a reunirse... y a formar, para nuestro bienestar comin, una armonia que puede ser Considerada, como la obra de una divinidad bienhechora que quiere que la tierra esté cubierta de hombres felices». (M. de la Riviére, Orden Natural y Esencial de las Sociedades Politicas, T.I. pag. 390, T.II, pag. 638), Dicho orden natural estaba compuesto por el soberano, los campe. sinos, los artesanos y los comerciantes y, funcionando de acuerdo a las leyes de la naturaleza, permitia la satisfaccién de las necesidades de todos los individuos y el bienestar de la nacién. En tanto se reconocia en la Providencia el origen de este orden, el mismo era inmutable e inmodificable. La mejor manera de garantizar que este orden natural no se pervirtiera, era la eliminacién de todas las trabas que impedian ejercer, libremente, las tareas laborales, los oficios y el comercio entre individuos y naciones. Es por esta razon que la premisa principal de los fisidcratas serd la de dejar hacer y dejar pasar. Frente al pensamiento mercantilista, los fisidcratas propugnarén la no intervencién del Estado en la resolucién de los problemas econémicos, el libre movimiento de las personas y de los bienes, y establecerén una relacién directa entre riqueza y trabajo, en particu- lar el trabajo de la tierra. Después de esta vertiente y entre mediados del siglo. XVIILy prineipios del XIX,..surgen los pe sadores més relevantes de la qyeuela clésica. Destacan entre ellos Adam Smith, Thomas Malthus, avid Ricardo y Jean Baptiste Say, de cuyos aportes derivarit ao Corrientes actuales de pensami i . explicanda tue Son clatidad el concepto de divisién del tabaj deun bien, Ae sn ae las tareas necesarias para la Pe de alfileres, en la que mucheyane eee ebte ejemplo de la or les, confeecionando alfiler operariag realizan diversas tarea® BS si debia realizar todas las tare: nent tempo que el artenat io implica mayor produs ivi aes Por. si.solo, Divisién del Sa la azéi “yj vidad, y esta productividad aparece © raz6n fundamental dela riqueza de las naciones: | oe crnerfe importante es que solamente mediante el.rabsi® * obtienen los bienes que pueden sai isfacer el conjunto de las nee" 28 dadens como diria Adam Smith: «... ef trabajo es aquel fondo comin del cual los hombres se proveen de las euvnay necsasias y tiles para sn vida», (La riqueza de las naciones, Prolog. Junto a estos elementos Thomas Malthus introduce el problema d la poblacin. Bote autor observa que el esecimiento dernugrafico puede ser superior al ritmo del erecimiento de ta produccién de bienes. También planteard por primera vex la posibilidad de un desequilibrio entre la capacidad de consumo y la capacidad de produccién, es decir que una carencia de poder adquisitivo y de consumo puede Hevar a que los bienes producidos en la sociedad no sean absorbidos totalmente por el mercado, lo que sitda a la econo- mia en la sobreproduccion, Malthus combina una vision escéptica de largo plaz, en la cual la poblacién excede a los recursos disponibles, con una visin de corto plazo en donde puede existir un exceso entre lo que la sociedad produce y lo que puede consumir. Contra Malthus, Jean Baptiste Say defiende la premisa de que existe un equilibrio natural entre los bienes que se Hevan al mercado y los que salen del mismo, es decir, un equilibrio natural entre produccién y consumo. Segiin este autor toda oferta tiene siempre su demanda correspondiente, esto es, todo lo que se quiere vender posee un comprador potencial. Con David Ricardo se completa el panorama teérico de la econo- mia clasica. Por un lado reafirma el hecho de que el valor relative de las mercaderfas depende de la cantidad de trabajo que las mismas contienen, principio que ya habja sido formulado por Adam Smith, pero de forma muy general. Pero Jo mas relevante de su aporte serd su sefialamiento de que las leyes que rigen la distribucién de lo que los hombres producen son el objetivo fundamental de la economia politica. Lo que los hombres producen se distribuye entre salarios, ganancia y renta de la tierra, es decir entre trabajadores, capitalistas y terratenientes. La cantidad dada a distribuir, supone un conflicto por su reparto: todo incre- mento del monto de salarios va a significar una disminucién del monto de utilidades del empresario capitalista, similar relacién conflictiva se plantea en relacién a la porcin del producto que los terratenientes se apropian bajo la forma de renta de la tierra, res- pecto al monto de salarios y de utilidades. En el pensamiento ricardiano el conflicto en Ja distribucién ocupa 29

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