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Fredy Kotnan Moammmagemet rncpios / Fredy Kofiin; dcgdo por Ecuscn = In ed. = Buenos Ae: Grito Sagrado Edo de Fund de Disco Estée, 2008, 360 ps 2IxI5 em, ISBN 978-997.1230-29.0 1. Management I. Fou, I Title cop ase (©2001 by Fredy Konan (© 200 by Grit Sapo de Fundacion de Disebo Estatfco to Saget Eitoial ‘Teras.ai00 Buewos Aires ~Argetina vesi@gtosgado omar Resevadot toot oe derechos, inland repadoeisn en od ‘en prt cn calguie forma ISBN: 978.987-1239.29.0 DIRECCION EDITORIAL: echo el depsito que mae a ey 11.723 Ingres en Chios, Print in China FREDY KOFMAN Metamanagement La nueva con-ciencia de los negocios Como hacer de su vida profesional tuna obra de arte evgrobics es ‘eer ais GRITO == CAPITULO 2 RESPONSABILIDAD INCONDICIONAL a exposition de zoo de Lonestar ona aa gt cia carter a wadar ms pelos dl in” Har uaa, a state se erconraba con im esp Eze meno aes cao mafia mats te afte ote mags) 5 cuss de ods tus stro Sl 3 toss probs. ara nda ei cel de ts gens, Pans en alas cosas cohers cons pretros ya puede opt nas rsa del da Econo dei crater eb tec in. ue ees b ave esas bo ue haces son Quen canseles Teitopad es destin. eg cin, Hersetto Si HACERSE RESFONSABLE Y PROTAGONISTA IS TAN EFECTIVO, si desligarse del problema y verse como vitima es tan in- clectivo, épor qué las personas tendemos a actar como letimas y no como protagonistas? Porque creemos que la seguridad y la felicidad se consiguen mediante la aproba- cidn det otro; porque creemos que el bienestar y el éxito se detivan de la inocenciay el complacer a los dems Desde fa mas tierna infancia aprendemos a igualar responsabilidad con culpabilidad. Por eto hablamos de ser responsable de algo. Cuando mam encuentra los Jjuguetes desparramados y, con gesto adusto, pregunta "éQuién es el responsable de este desastre?", Ios dedos siempre apuntan hacia el otro, Cuando pap nos encuen- tia trenzados en una rfiay, con vor de trueno, pregunta "éQuién es responsable de esta pelea?”, la respuesta tan enfitica como automatica es: “JEN”, En nuestra mente in- fant, ser responsable-equivale-a “ser causante” 0 “culpa he" de algo. Y ser culpable es algo malo. No Sorprende ‘que defendamos nuestra inocencia desapegindonos del problema. Como dice el refrén, "El éxito tiene muchos padres, pero el fracaso es huérfano”, El problema de erradiear-se de la explicacin de la situacién es que uno pierde todo poder de influir posit ‘vamente en ella, Conio he dicho en eleapstulo anterior 5 tno noes part dl problema, no puede se pate de a solucion ‘Aun eando uno no sea agente causal en forma directa, puede descubrirse como parte del sistema que genera el Tesultado insatisfactorio. Siempre que uno sufte, “tiene algo que ver” con el asunto, Para ilustrar este punto, tome ‘mos un caso real ‘Un manager para quien estaba trabajando, lamémos- Jo Alberto, estaba enojado porque sus eolegas habian pro- gramado las vacaciones del personal sin consultarlo. De acuerdo con el calendavio establecido, su departamento {quedarfa con muy poca gente durante un periodo critico. Alberto estaba furloso, ya que nadie lo habia consultado, sobre sus necesidades, “IEsto es ineretble!”, exclamaba frustrado. &Cémo se les ocurre dejarme con sélo cinco personas en febrero? lEstén totalmente locos si ereen. ‘que asf podremos responder a los pedidos que lean de Norteamnérica! Alla es invierno y no se toman vacaciones como aqut’ Para ayudarlo a reflexionar, le pregumté: “Alberto, dade quién es el problema?". “De ellos, por supuesto”, me contesté airado, “deberfan haberme consultado antes de programar las vacaciones de mi gente y hacer el anuncio pblico". “Ciertamente hubiera sido mejor site hubieran onsultado, pero no lo hicieron’, le dife en tono compren- sivo, Pero mi comprension no era una aceptacion de su posicin de vitima; insist! en pedirle que buscara una ‘oportunidad para el protagonismo: “Alberto, équién esté sufriendo por esta situacibn?”. “Yo, sin duda*, respond. “Enconees, éde quién es el problema... Se hizo un silencio, yen ese momento vi una chispa de comprensién en sus ojos. "IMe ests tratando de decir que ‘es mi problema?”, pregunt6 inerédulo, "Yo no tive nada que ver en la decisién’. “En efecto, no partcipaste en la decision’, acepté, "pero eres quien sufte las consecuencias. Ysi tors ol que sur, ti ees al que tiene el problema. No hay persona que tenga mayor incentivo para tomar medidas ‘correctivas que ti. Si esperas que ‘ellos, los que tomaron la decision de acuerdo con su conveniencia, se preocupen por resolver tu situacién, te deseo buena suerte”. Aunque Alberto empezaba a comprender el razona- miento, seguia influido por la inercia de la vitima. “éPor ‘que tengo que ocuparme de resolver un asunto del que no soy responsable?”, protest con cierta conviccién. “Porque ‘eres quien suftird las consecuencias. Siti eres el que sufre, ‘stu problema”, insist, "No eres responsable del problema, [pero eres responsable fren al problema. Més alla de quién ‘es el causante, el hecho es que te enfrentas a una sitaacién ‘que (e resulta insatisfactoria. Puedes seguir lamentando- te y culpando a los demas, 0 puedes hacerte responsable y ‘actuar para mejorar las cosas. Hagas To que hagas, eres ti quien tendra que vivir con las consecuencias". “Pero eso ro es justo, Yo no soy et culpable’. “Alberto”, le dij con cierea tristeza “la vida no es just; y si esperas justicia terminaras sumido en el resentimiento y la resignacién, Te sugiero abandonar la ilusién de que fos demis se harin cargo de tus problemas simplemente porque ti ences que ellos los han causado, y asumnir la ne- cesidad de enfrentarte a la situacién independientemente de que ereas que no es justo, La de ‘justia’ es una opi nin que muchas veces sitve para esconder inoperancia y falta de liderazgo, Lamentablemente, la efectividad, la experiencia de poder personal y la paz interior son direc- tamente opucstas a la expectativa de justicia”, Terminé la conversacién con Alberto recomendndole la lectura de un libro que inluy6 y sigue influyendo tremendamente en mi vida: £1 hombre en busca de sentido, de Victor Frank! En esta obra, el psiquiatra austriaco cuenta sus expe- riencias como prisionero en el campo de concentracién de Auschwitz, durante la Segunda Guerra Mundial. Es difl- Gil imaginarse una situacién mis injusta y destructiva. Los redluidos no estaban alli por su culpa, no tenfan ningiin poder de decision, y ni siquiera podian cambiar el humor de los guardias, quienes, por cierto, en cualquier momento podian decidir quitarles la vida. En medio de taleservibles ‘condiciones, Frankl descubrié que la dignidad primera y Ultima del ser humano es su capacidad inalienable para

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