You are on page 1of 30
Lewis Taylor LAESTRATEGIA CONTRAINSURGENTE, EL PCP-SL Y LA GUERRA CIVIL EN EL PERU, 1980-1996 La guerrilla entre el pueblo es como un pez en un rio el rio puede vivir por st mismo no ast el pez MAXIMA CHINA Las dos unicas posestones necesarias y duraderas son cerebro y pies Son total mente humanas El lado que tiene los pies en la terra en el momento preciso y en el lugar correcto es el que ganara ROBERT THOMPSON DEFEATING COMMUNIST INSURGENCY Guerra con aspectos econonncos y sociales? Cojudeces Que vaya la tropa y que meta bala A ver st no se aqueta la mdiada Se monto entonces un aparato para matar una estrategta de asombrosa smplicidad .quien mata mas? cellos 0 nosotros? GUILLERMO THORNDIKE LA REVOLUCION IMPOSIBLE encontrado recentemente el camino para ser publicadas y todavia existen importantes brechas en nuestro conocimuento, en los diect- sé1s afios que han transcurrido desde que el Partido Comunista del Perti-Sen- dero Luminoso (PcP-SL) se lanzé a la lucha armada el 17 de mayo de 1980 con la simbélica quema de urnas electorales en la localidad ayacuchana de Chuschi, la calidad de las publicaciones sobre la insurreccién todavia conti- nia sin mejorar Se han producido estudios bien informados sobre los orige- nes y el temprano crecimento del PCP-SL, su ideologifa, estrategia y las cam- biantes relaciones campesino-guernilla-mulitares en escenarios del conflicto tan diversos como Andahuaylas, el valle del rio Huallaga, Puno y Junin! A unque una serie de monograffas tienen el dudoso ménito de haber 1 Para detalles sobre recientes documentos del PCP-SL, ver STARN, Orin «Sendero, soldados y ronderos en el Mantaro» Quehacer n° 74 Lima DESCO, 1992, pp 60-68, y, del mismo autor «Maoism in the Andes The Communist Party of Peru-Shining Path and the Refusal of History» Journal of Latin American Studtes 27 (2), 1995, pp 399-421 DEBATE AGRARIO / 26 82 Lewis TAYLOR Dentro de este panorama ampliamente positivo, sin embargo, una fa- ceta importante de Ia guerra civil no ha sido objeto de mvestigaci6n y and- lisis_ la campafia contrainsurgente nbrada por el Estado peruano Es com- prensible una relativa negligencta sobre este punto, ya que la atenci6n na- tural se enfoca en lo que para muchos es una organizaci6n insurgente clan- destina, perpleya e irracional La negativa de los comentaristas a examinar la dimensi6n contramsurgente de la guerra civil también es comprensible entre aquéllos que se ubican en la 1zquierda politica, tenen puntos de vista antmilitaristas y vienen de pafses cuyas Fuerzas Armadas muestran una larga historia de exterminar gente en territorio extranjero Por tiltimo, pero no por ello menos importante, para los que viven en el Peni esto representa un peligroso tema de ser tratado, dado que involucra la investigaci6n de asuntos controvertidos y delicados que individuos insen- sibles preferirfan que se mantengan 1gnorados ‘Aun asi, la manera en que el Estado peruano ha conducido su campafia para derrotar al PCP-SL ha tenido un impacto crucial en Ia trayectorta de la guerra civil, y es, por lo tanto, una dimensi6n del conflicto que merece una mayor atencién Asi, el objetivo del presente articulo es determinar Ia eficiencia de los esfuerzos del Estado peruano en su lucha contra el PCP-SL_ La discusi6n est4 organizada alrededor del trabajo de un experto en contrainsurgencia, Robert Thompson, quiz el personae internacional més respetado del os- curo mundo de los profestonales de la contramsurgencia durante la segun- da mitad del siglo xx Los escritos de Thompson han tenido gran influen- cia en circulos militares desde los afios sesenta, y se han aplicado estrate- gias basadas en sus ideas con diversos resultados, desde Armagh hasta Zim- babwe Ademis del interrogante sobre su aplicabilidad e interés general, los argumentos de Thompson son de particular relevancia, dado el gran ntimero de personal militar de alto rango del Peri que ha recibido entrena- muento especializado en el Reino Unido y dado, asimismo, que durante la década pasada varias misiones de expertos brit4nicos en contrainsurgencia han sido formados bajo las formulaciones de Thompson EL MODELO CONTRAINSURGENTE DE THOMPSON Incorporando algunas lecciones sobre guerra no convenctonal adquiridas a través de su involucramiento en operaciones de Chindit contra los japone- ses en Birmania luego de la 11 Guerra Mundial, Thompson fue destacado a Malasia durante la «Emergencta», donde desde 1948 a 1960 desempefié un papel relevante en la campafia briténica para aplastar la nsurreccién lide- rada por el Partido Comunista de Malasia Gozando de una gran reputa- ci6n, entre 1961 y 1965 Thompson encabezé la misi6n de asesores britani- cos en Vietnam del Sur, donde, si bien fue muy critico acerca de importan- tes aspectos de la estrategia militar seguida por los survietnamutas y las Fuerzas Armadas estadounidenses, se convirti6 en un —algunos dicen el— LA ESTRATEGIA CONTRAINSURGENTE Y EL PCP-SL 83 asesor predilecto de Richard Nixon y Henry Kissinger En 1966, con base en su considerable conocimtento, Thompson decidié escribir un libro so- bre «la teorfa basica de la contramsurgencta», en el cual expuso los princi- pos generales sobre cémo conducir este tipo de guerra irregular? Thompson in1cia el libro formulando dos preguntas que ordenan la dis- cust6n en todo el texto «Como sobreviven las fuerzas de la guerrilla comunista, y hasta amenazan con derrotar a fuerzas convencionales de gran escala apoyadas por paises cuyo poder, riqueza y buenas intenciones parecen invencibles? Y, sobre todo, ,como. pueden ser derrotadas sin un enorme costo en hombres, dinero, material y uempo, y sin el riesgo de una guerra generalizada» (1966 13 ) Al responder a la primera pregunta, Thompson se gufa por los textos de Mao, Vo Nguyen Gap y su propia expertencta, para sefialar que los insurgentes pueden ganar base social enarbolando las demandas locales, «tales como tierra para los desposefdos, explotacién laboral en las hacien- das y minas, autonom(a regional para las mmorfas étnicas e igualdad politi- ca para los inmigrantes», también pueden ganar adeptos como resultado de Ja intervencién en conflictos que ccurren en comunidades campesinas, el rechazo popular a la corrupcién gubernamental, la desconfianza en los po- liticos que no cumplen con sus promesas y el exceso de impuestos que debe pagar la poblaci6n rural (1966 21-23) El descontento sobre estos puntos puede atraerles simpatizantes de diferentes sectores de la poblacién, pero los [lamados a un cambio radical Ilegan particularmente a la yuventud de las zonas rurales que « No estaba preparada para aceplar la extstencta monotona de la vida en una comunidad rural, donde lo mas que podia esperar es heredar de su padre una pe- quefia parcela Bl deseo de escapar de la rutina estaba relacionado con el deseo de una mejor educacion, para asi poder tener un lugar en una comunidad moderna y desarrollada» (1966 23)? 2 THOMPSON, Robert Defeating Communtst Insurgency Londres Chatto & Win- dus 1966 p 1x Postenores publicactones sobre el tema no se desvian significativamente de los argumentos presentados en su texto clasico Hay que comparar, por eyemplo el resu- men de las tdeas de Thompson presentadas en las siguientes paginas con ef llamado «nuevo paradigma> de Manwaring sobre contramnsurgencia Manwaring sostiene que el lanzamen- to de una campafia guernilera se decide por (1) el nivel de legitimidad del gobierno, (u) cual adversano esta mejor organizado y mas unido, (mn) el grado de apoyo que tiene el gobierno tanto interna como extemamente (1v) su capacidad para cortar e! flujo de ayuda externa hacia los imsurgentes, (v) la eficiencia del aparato de inteligencia del gobierno, y, (v1) la efectividad de las Fuerzas Armadas (Ver MANWARING, M__ «Peru s Sendero Lum noso The Shining Path Beckons» Annals of American Academy n° 41, 1995, pp 157-166, y MANWARING, M_yJ FISHEL «Insurgency and Counterinsurgency Toward a New Analy- tucal Approach» Small Wars & Insurgencies 3 (3), 1992, pp 272-310) 3. Segun el momento, Thompson asumio que estas actitudes afectan prncipalmente a campesinos hombres 84 Lewis TaYLor Segtin Thompson, una vez que se obtenia el apoyo necesario en las reas rurales, los insurgentes intentaban provocar el colapso administrativo y expulsar a los representantes del Estado de las localidades, con el doble obyetivo de debilitar el control gubernamental sobre el campesinado y te- ner un espacio relatrvamente seguro en el campo Para facilitar esto, los rebeldes comenzaban una campajia de asesinatos sclectivos que se propo- nian elimmar oponentes potenciales e intimidar a la gente para que dé su apoyo a los subverstvos, a los que la Policia encuentra dificil de contener Para mantener su 1mpulso, los rebeldes comenzaron a atacar puestos poli- ciales atslados y otros objetivos a la mano, con la esperanza de capturar armas y explosivos También se mnvolucraban en la destrucci6n de infraes- tructura, para asf obstaculizar las incursiones militares a las zonas donde tenfan sus bases y reforzar el control guerrillero sobre los habitantes (1966 24-29) Debido a que la guerrilla es un escurnidizo «pez en el agua», las conse- cuentes operaciones de «despeyar y buscar» realizadas por el Eyército mos- traron ser totalmente inefectivas y derivaron en un «reclutamento impulst- vo» como resultado de los miiltiples abusos cometidos por los soldados Esto distanct6 a los campesinos y, en consecuencia, a pesar de sufrir algu- nas pérdidas en escaramuzas sin importancta, el fortalecimiento tanto poli- tico como militar se incrementé —un desarrollo cuyas implicaciones no se pierden en la poblaci6n y podrfan causar una baya de la moral entre las fuerzas gubernamentales (1966 31-34) Si este escenario no se revierte, la actividad insurgente se expandiré gradualmente al punto donde la guerra de guerrillas se transformard en una guerra de movimientos, en la que los rebeldes tienen la capacidad de controlar grandes Areas, cuentan con un gran mimero de combatientes y enfrentan al Eyército en batallas cada vez mas convencionales Para Thompson, la invisibtlidad de la guerrilla hace extremadamente dificil para la Policia o un gran eyército compuesto principalmente por cons- criptos derrotar este tipo de insurgencia Fuera de carecer de la necesaria experiencia militar para conducir una guerra no convencional, tal eyéreito provoca inestabilidad politica y reduce la efectividad en la toma de decisio- nes politicas debido a que los ministros deben dedicar mucho de su «tiem- po y energfa en manipular a los comandantes militares», mtentras que ge- nerales efictentes pero politicamente mconvenientes son con frecuencia retirados en favor de aquéllos cuya principal cualidad es su actitud servil hacta el presidente (1966 59) Ademis de crear una «mentalidad guerreris- ta» dentro de la oficialidad, el costo de mantener un elevado nimero de tropas también traerfa problemas econémicos a los paises pobres del tercer mundo Las Fuerzas Armadas tienden a consumtr una gran parte del presu- 4 Thompson establecio «Vestido como campesino, es imposible distingurr al gue- milero del resto de la poblacién excepto cuando carga un arma Ademés, puede ser campe- sino durante el dia y guernilero en la noche» (1966 34) LA ESTRATEGIA CONTRAINSURGENTE Y EI. PCP-SL 85 puesto, con lo cual deyan poco dinero para las inversiones en infraestructu- ray bienestar social que beneficien a la poblacién civil Otro efecto negati- vo producido por el mantensmiento de un enorme y costoso eyército, es que muchos personajes talentosos no hacen carrera en el aparato del Estado porque tienen mejores perspectivas en las Fuerzas Armadas Finalmente, en la esfera militar un ejército convencional parece inapro- piado para combatir a la guerrilla en cinco puntos (1) Iégicamente, «se mvolucra en operaciones de tipo convencional aunque éstas no sean con- vententes», (11) el personal clave es cambiado regularmente, lo cual esti- mula a los comandantes «a hacerse famosos con victorias militares rpidas y espectaculares», cuando lo que se necesita es involucrar a los insurgentes en un paciente juego de ajedrez, (1) hay una tendencia entre los oficiales JOvenes a no tomar imiciativas si no hay rdenes escritas, aunque para al- canzar €xito en ese tipo de conflicto se necesita tener la capacidad de tomar decisiones inteligentes sobre la marcha, (1v) se producen «constantes pro- blemas sobre el control de operaciones y de inteligencia», y (v) con un ejército de conscriptos es usual utilizar armas convencionales que «no son adecuadas para operaciones antiguerrilleras», pero que terminan «cayendo en manos insurgentes», que las utilizan con efectividad contra las tropas gubernamentales (1966 59-62) Por estas razones, Thompson considera que el conocimiento conven- cional, que establece que el gobierno no puede ganar una guerra de guerri- Ilas a menos que tenga una proporcién de tropas de por lo menos diez a uno asu favor, «no tiene sentido» En vez de cantidad, se requiere calidad, en la forma de « un gjercito pequefio, de elite, altamente disciphinado, hgeramente equipa- do y agrestvo, con el apoyo de una Marina y una Aviacisn sufictentemente capa- ces para hacer que el Eyercito sea adecuadamente movil» (1966 62, 105, 199- 120) Esta fuerza deberfa estar conformada por voluntarios muy bien entre- nados, con una Infanteria de un maximo de diez afios de antiguedad para asegurar que el personal tenga un alto nivel de preparacién fisica, al mismo tiempo, los soldados deben recibir su pago regularmente y tener una ade- cuada pensi6n de retiro con el objetivo de mantener un 6ptimo espiritu de cuerpo Estas tropas necesitan ser capaces de Ilevar a cabo operaciones de penetraci6n profunda a largo plazo, particularmente en la sierra y la selva, un estilo de lucha que sin duda era familiar para Thompson a través de las tacticas militares heterodoxas adoptadas por el excéntrico brigadier Orde Wingate contra los japoneses en la selva de Birmanta’ Thompson considera que bajo circunstancias 1deales esta fuerza debe- rfa ser activada répidamente para desmantelar una organizaci6n subversiva 5 Sobre esto, ver SYKES,C Orde Wingate Londres Collins 1959, tambien, FER- GUSON, B_ Beyond the Chindwin Londres Collins 1962 86 Lewis TAYLOR en la «fase de construccién» (es decir, cuando se planea la msurreccién), pero si esto no es posible, «entonces el movimiento debe ser derrotado lo més pronto posible durante la fase guerrillera» (1966 50) Habiendo detallado lo que é1 considera debe ser el tipo de fuerza que mejor se adapta para librar una campaiia antiguerrillera, Thompson proce- de a sefialar «los cinco principios basicos» a seguir para que el operativo tenga un desenlace exitoso Aunque él es consciente de que las estrategias contrainsurgentes deben ser adaptadas a las peculiartdades de cada situa- c16n, estas cinco politicas esenciales apuntalan cualquier respuesta efectiva oficial a la subversi6n Primero, un gobierno necesita un compromiso de largo plazo para man- tener un pats libre y unido, «politica y econémicamente estable y viable», con una «maquinaria gubernamental razonablemente eficiente» y no co- rrupta, bien capacitada y capaz de imponer su «autoridad y ley y orden en todo el pafs, que pueda recuperar el control de la poblacién y ganarse su apoyo» (1966 50 52) En otras palabras, la confusi6n politica y la extendi- da corrupcién oficial que caracterizé el gobierno de Chiang Kai-shek en China en los affos treinta y cuarenta, o el de Vietnam del Sur en los sesenta, deben ser evitadas a toda costa Sin este prerrequisito no mulitar, los pro- gramas de desarrollo econémico y las politicas contramnsurgentes no po- drén ser implementadas de manera efectiva En segundo lugar, es absolutamente necesario que las Fuerzas Arma- das operen dentro de la ley A pesar de la «fuerte tentacién» de los milita- res a actuar 1legalmente, Thompson postula que tal conducta no es sdlo « moralmente incorrecta, (sino que) en ms de un pertodo crearé mas difi- cultades practicas al gobierno que las que puede resolver Juicios privados, leyes marciales y tribunales militares nunca pueden ser justificados satsfactoriamente Son en sf mismos una aceptacton tacita de que el gobierno responsable ha colapsa- do En el largo plazo, el acatar Ia ley es un gran avance para el gobierno Ayuda a que todos los oficiales y funcionarios ctviles sean responsables de sus actos Esto pone la tortura y la eyecucion extrayudicial de terroristas capturados en su correcto lugar aunque favorece la provocacion, ambos son crimenes y la dltma es asesina- to S1el gobierno no acata Ia ley, entonces pierde el respeto y no cumple con sus obligaciones contractuales con el pueblo» (1966 54) Los permanentes abusos contra los derechos humanos, por lo tanto, son considerados contraproducentes Las leyes pueden ser duras, pero de- ben ser «aplicadas a todos por igual», evitdndose las detenciones arbitra- rias y Ilevando a yuicio a los mihtares responsables de esos abusos —debe verse que se hace justicia EI tercer principio también cae dentro de la esfera admunistrativa y poli- tica es necesario que el gobierno tenga un plan general que imcluya «medi- das politicas, sociales, econémucas, admunistrativas, polictales, y otras, que tengan relacién con la insurgencta» (1966 55) Las micrativas de desarrollo social y econémico deberian adaptarse y reforzar las operaciones mihtares para retener 0 recuperar el apoyo de la poblacién civil en una zona particular LA ESTRATEGIA CONTRAINSURGENTE Y EL PCP-SL. 87 Cuarto, el gobierno deberd concentrar sus esfuerzos contrainsurgentes en el desmantelamtento de las estructuras politicas rebeldes en el campo y la ciudad, stendo las bandas de guermlleros armados un objetivo secunda- no Por esta razén, la creacin de una organizaci6n de inteligencia eficien- te capaz de penetrar el aparato subversivo «es de suma importancia» (1966 55-56, 84-85) Una instancta a fa que se le ha encomendado determmada tarea debe lograr la mAxima efectividad operativa, debido a que esto evita la costosa duplicacién de recursos, facilita la creaci6n de un adecuado sistema de con- trol sobre los informantes y previene la aparicién de celos entre las distin- tas dependencias que puede resultar en la retenci6n de informacién «de una a otra para explotarla y obtener créditos para sf mismos» (1966 84-85) Segtin Thompson, la ubicacién més aproprada para esta organizacién de inteligencia unificada es una seccién dentro de la fuerza policial, debido a que la Policia tiene presencia en todo el pais y esta mas en contacto con fos caudadanos comunes que el Eyército Esta unidad deberfa tener como obje- tivo los puntos de contacto entre los cuadros politicos que viven dentro de la localidad y «las unidades guerrilleras fuera de Ia poblacién», para «lo- grar infiltrarse tanto en la organizaci6n subversiva como en las unidades guerrilleras» (1966 86)® Las recompensas en dinero ofrecidas a los infor- mantes y la promesa de un mejor trato a los msurgentes capturados o rendi- dos también Ilevan a obtener un crectente flujo de informacién Esto per- mute al gobierno comenzar a ganar la guerra, y, por lo tanto, poner en mar- cha una tendencia que se mueve por su propio impulso Ia poblacién est4 més dispuesta a cooperar con las autoridades, el «nivel de contacto» con el ejército guerillero crece, mas guerrilleros son capturados muertos o deci- den entregarse Tal escenario deriva eventualmente en la derrota de la or- ganizaci6n subversiva? EI quinto principio de la estrategia contramsurgente de Thompson es- tablece que una vez que una rebelién ha sido derrotada, el gobierno deberia asegurar primero sus propias bases, priorizando aquellas zonas del pafs que 6 Para una descrpcién interesante del metodo militar en este aspecto, ver KITSON, F Low Intensity Operations Subversion Insurgency and Peacekeeping Londres Faber & Faber, 1991 pp 102-126 Luego de su involucramtento en actividades contrainsurgentes en Kenta, Malasia, Oman y Chipre, Kitson fue una figura clave en la planificacién de la cam- pafia del Ejercito briténico en el Ulster durante los setenta 7 Thompson presenta este argumento como sigue «Salgamos y matemos algunos. veetcong luego nos preocuparemos del trabajo de nteligencia Esta cita de un general re- cien llegado confirma un antiguo dicho segun el cual hay sélo dos tipos de generales en la contrainsurgencia aquéllos que no han aprendido y los que nunca aprenderén Afortunada- mente, hay algunas excepciones Un buen trabajo de inteligencia leva a contactos mis frecuentes y mas répidos Més contactos llevan a mAs muertes Esto a su vez genera una mayor confianza en la poblactén, resultando en un mejor trabayo de inteligencta, més con- tactos y mas muertes Eso, general, es por lo que deberfa preocuparse primero en el trabajo de inteligencia » (1966 84, 89 ) 88 Lewis TaYLor tienen la mayor concentraci6n de poblacion y son estratégicas en términos de importancia econémica y comunicaciones, aunque esto podria signifi- car el abandono temporal de las éreas rurales Una vez que se ha impuesto el control en estas zonas claves a través de operaciones de «limpuar y ocu- par», entonces la autoridad gubernamental puede expandirse «trabajando metédicamente fuera de ellas», en un estilo lento pero curdadoso Los puntos tres, cuatro y cinco del esquema de Thompson deberdn ser implementados a través de un programa de aldeas estratégicas dinigido a separar el pez del agua, permitiendo tomar acciones efectivas contra las fuerzas guerrilleras en las montafias Se necesita seguir ciertas reglas bast- cas para que el programa de creacién de aldeas pueda ser puesto en marcha con éxito. (1) no deberdn ser instaladas demasiado répido o de una manera no planificada (como ocurrié en Vietnam), pero deben establecerse gra- dualmente de acuerdo con un plan preestablecido que concentre las aldeas en un «bloque sélido» que les permita apoyarse unas a otras y, eventual- mente, rechazar al enemigo, (11) la politica debe ser disefiada para reducir al minimo el mtimero de campesinos que deben ser trasladados y evitar la consecuente interrupci6n de la actividad agricola, (111) las Fuerzas Arma- das y la Policia deberfan proporcionar efectiva proteccién de las fuerzas insurgentes, prerrequisito indispensable si el gobierno quiere ganarse a la poblacién proporcionando ayuda para el desarrollo (servicios de salud y educacién, materiales de construcci6n, electricidad, agua potable, etcéte- ra), y, (1v) la organizaci6n insurgente clandestia dentro de la aldea debe ser «eliminada» (1966 124-140) Es preciso que estas politicas estén acompatiadas de restricciones en el movimiento de la gente y el abastecimiento, fa aplicacién de un censo que detalle los ocupantes de cada casa, taryetas de identidad para cada persona mayor de 12 afios, toques de queda y medidas de similar dureza que de- muestren a los campesinos que el gobierno esta decidido a ganar Tal con- ducta, postula Thompson, tiene el beneficio de presentar a la poblacién rural una importante opc1én «Debe haber en la totalidad del planteamuento del gobierno una habil y sensata mezcla de simpatia e insensibilidad , Donde esté la linea divisoria? En el punto en el que el gobierno esta en la posicion de dar al campesino la clara opcton entre apoyar al gobierno 0 apoyar a los insurgentes En otras palabras, cuando el gobierno ingresa en una zona, la satura, construye aldeas estrategicas, organiza su defensa, proporcio- na beneficios sociales ¢ mpone medidas que dan a los campesinos una excusa para no apoyar a los insurgentes, entonces los campesinos tienen una open, y el gobier- no debe exigirles una decision Sin embargo, cuando una zona esta fuera del control gubernamental y los campesinos estan a merced de los insurgentes, entonces no tie- nen opcién, y el goberno no tene derecho a ser duro En Vietnam hubo la tendencia a hacer esto, pero en la direccion equivocada » (1966 146-147 ) Respecto a la pregunta si los milicianos deben o no estar armados, Thompson considera que cada caso deberia ser evaluado de acuerdo con sus méritos y no tener en cuenta politicas generales tales como armar a un LA ESTRATEGIA CONTRAINSURGENTE Y BL PCP-SL 89 porcentaye fiyo de adultos En vez de eso, donde la poblacién es «confiable y crefble, entonces el ntimero de personas armadas debe ser el suficiente como para defender la aldea», pero «no debe haber medidas intermedias donde la gente es relativamente confiable Eso s6lo levaria a la tratci6n y al desastre» (1966 171) En esto, como en otros asuntos, el gobierno debe ser paciente, tener «los pies en el suelo», evitar «atajos y artimafias», adop- tar «planteamientos persistentemente met6dicos» y aplicar «una presién permanente que Ileve al deterioro gradual de la insurgencia> ‘A partir de este resumen de los principales argumentos de Thompson, el lector intuitivo habré presupuesto que el libro fue escrito en un estilo ascético e imparcial que deja fuera conscientemente cualquier sentimiento de brutalidad y caos de la guerra civil Igualmente, cualquiera remotamen- te familtarizado con la trayectoria del conflicto en el Pert desde 1980 ha- bré percibido un ntimero significativo de vinculos entre los sucesos ocurri- dos en la practica y las formulaciones de Thompson Es sobre esto tltimo que volveremos ESTABLECIENDO LOS FUNDAMENTOS DE LA «GUERRA POPULAR PROLONGADA», 1977-1982 Sin querer ser simplista, la guerra civil que afecté a la sociedad peruana puede ser dividida en tres fases La primera va desde fines de los setenta hasta diciembre de 1982, cuando el Eyército peruano fue Hamado para sofocar la msurgencia El desarrollo del conflicto en esos afios muestra una extrafia semejanza con las primeras etapas del modelo hipotético de insurgencia resefiado por Thompson Habiendo montado entre 1977 y 1980 una organizaci6n politica clandestina y su brazo militar de apoyo consi- derado adecuado para la tarea, la dirigencia del PCP-SL lanz6 su msurrec- cin con actos de sabotaje contra objetivos econémicos A éstos siguie- ron asaltos armados en puestos policiales arslados Estas acciones fueron acompafiadas con una campafia de amenazas y asesinatos contra repre- sentantes del gobierno y de la pequefia burguesfa ayacuchana (medianos terratementes, campesinos acomodados, comerciantes, etcétera) En pa- labras de Abimael Guzmén, el objetivo era «baur el campo», que signifi- caba «Limpiar el campo, incendiarlo, no dejar autoridad politica m del gamonalis- mo barrer con todas las autoridades, que el campo sea desbandado y que se limpie el terreno sobre el cual se desplazar4 y se construiran las bases de apoyo revolucio- 3 nanaas »* En resumen, el PCP-SL intentaba crear un vacio politico en las zonas donde era activo, que permutirfa al partido ganar una mayor influencta en- 8 Extracto del discurso de Guzman en la 1 Conferencta Nactonal del PCP-SL_1982 Citado en «Las conferencias sendenistas» Quehacer n° 30 1984, p 20 90 Lewis TayLor tre el campesinado, reclutar cuadros politicos (establecer «bases de apo- yo») e incrementar el ntimero de combatientes del Eyército Guerrillero Po- pular (EGP) Tal como se preduyo en el modelo de Thompson, la Guardia Civil mos- tr6 ser mcapaz de responder a esos ataques sus aleyadas bases fueron to- madas por combatientes del PCP-SL, la Policfa fue obligada a ceder terreno y replegarse a las crudades desde donde montaron inefectivas patrullas diur- nas Estos avances fueron importantes para el PCP-SL y la subsecuente tra- yectoria de todo el conflicto en diversos aspectos Primero, aunque el PCP-SL estaba en una posici6n militar muy débil, a través de estas exitosas acciones logré adquirir armamento moderno y ex- periencia vital en el combate, y se foryé un confiable espfritu de cuerpo entre sus filas Segundo, el repliegue del Estado entre 1980 y 1982 permt- 16 a los insurgentes establecer algo parecido a «zonas liberadas» en Aya- cucho y alrededores, que le dio a la orgamizaci6n oportunidad para expan- dir su base politica Aunque algunos de los comunicados del PCP-SL se en- contraron con una resistencia pasiva (particularmente el intento de impo- ner una economia de subsistencia entre el campesinado como parte de la estrategia de rodear y matar de hambre a las ciudades), otras politicas gana- ron cierto apoyo popular, tales como sanciones directas a los abigeos, la- dronzuelos, a los que maltratan a sus esposas, comerciantes mescrupulosos y otros elementos «antisociales»® Tal como sugiri6 Thompson, la guerrilla atrajo a j6venes del campo, muchos de los cuales habfan recibido educa- cién superior en la Universidad Nactonal de San Cristébal de Huamanga y tenfan poca esperanza de lograr sus aspiraciones dentro de la cada vez mas profunda crisis econémica que estaba empobreciendo a grandes sectores de la poblacién La dimensi6n educativa fue también mportante en otro aspecto un gran ntimero de cuadros medios del PCP-SL eran maestros rura- les Las desatinadas y sangrientas operaciones de los sinchis, undades es- peciales de la Policia supuestamente entrenadas para campaiias contrain- surgentes que estuvieron en Ayacucho entre fines de 1980 y 1981, intensi- ficaron Jos sentimientos antigubernamentales y proguerrilla En vez de ga- nar «los corazones y las mentes» de la poblacién, los brutales operativos de fos sinchts de «despejar y buscar» (para usar una frase de Thompson) esti- mularon el «reclutamiento impulstvo» hacia el PCP-SL_ El resultado fue que en diciembre de 1982 la organizaci6n insurgente habfa logrado consolidar- se a tal punto que sorprendfa a la mayorfa de los analistas y probablemente también a la propia dirigencia del partido 9 La mejor mformaci6n sobre este asunto esta en Gorrimi, Gustavo Sendero His tonia de la guerra milenaria en el Peru Lima Editorial Apoyo, 1991, pp 77-93. Ver tam- bien ISBELL, BJ «Shining Path and Peasant Responses in Rural Ayacucho», en D S Pal- mer, editor Shining Path of Peru Londres Hurst & Company 1992, pp 59-81, y BERG, R_ «Peasant Responses to Shining Path in Andahuaylas», en D S Palmer, editor Shining Path of Peru ob cit, pp 83-104 LA ESTRATEGIA CONTRAINSURGENTE Y EL PCP-SL o1 Esto fue, en parte, el resultado de una cuidadosa preparacién e inteli- gente toma de decisién de! «Presidente Gonzalo» y sus camaradas La ca- pacidad del PCP-SL no sélo para sobrevivir, smo tambtén para expandir su area de operacion y el grado de sus acciones durante estos afios, se debid, sin embargo, en buena medida, a importantes yerros del Estado peruano Segtin Thompson, para responder efectivamente a una rebeli6n arma- da, las autoridades deben moverse rapida y astutamente para penetrar y neutralizat la estructura politica subversiva, debido a que una vez que la guerrilla toma impulso, las organizaciones insurgentes son cada vez mas difictles de derrotar Sin embargo, en el Pert de fines de los setenta y prin- cipios de los ochenta, una concatenactén de factores politicos aseguré que la respuesta del Estado peruano a la amenaza que significaba el PCP-SL fue- ra diametralmente opuesta a lo descrito por Thompson Aunque los informantes del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) habjan detectado desde 1977 en adelante (aunque en una forma confusa) que la campajia guernilera se venfa preparando en Ayacucho, la informa- ci6n no fue priorizada por sus supertores, quienes en ese entonces estaban mds preocupados en dar seguimiento a las actividades de las principales organizaciones de zquierda que encabezaban los grandes paros nacionales y movilizaciones sindicales También el alto mando militar, gastando todas Sus energfas en supervisar el proceso de transici6n al gobiemo elegido, puso poca atencidn en lo que erréneamente consideraba sélo més palabrerias acerca de la «lucha armada» en cfrculos estudiantiles!® Para agravar este error, una vez en el gobierno el presidente Fernando Belatinde y sus mmistros entendieron que la rebel16n del PCP-SL era una repetici6n del movimiento guernillero foquista de los aiios sesenta El des- pistado mandatario calificé a los insurgentes de «bandidos» y ordené a la Policia hacerse cargo de ellos No obstante, en los primeros seis meses de la imsurrecci6n el gobierno saliente del general Francisco Morales Bermti- dez y la administracién entrante de Belatinde cometieron lo que Thompson considera un error garrafal subestimar al oponente Se perdié una oportu- nidad para golpear seriamente al PCP-SL cuando la organizaci6n era mas vulnerable!! En gran medida, esto fue resultado de dos importantes deficiencias en el aparato de inteligencia que para Thompson deben ser evitadas a toda 10 ‘TAYLOR,L Maotsm i the Andes Sendero Luminoso and the Contemporary Gue rrilla Movement in Peru Working Paper n° 2. Centre for Latin American Studies, Universt- ty of Liverpool, 1983, pp 35-36, GoRRITI,G Sendero Historia de {a guerra milenaria en el Peru ob cit , pp 80-93 Ver tambien MONTESINOS, Viadimiro «El Sistema de Intehigen- cia Nacional y la subversion en el Peru» (Expreso Suplemento Especial, 7 de jumo de 1994, pp 16-17) Montesinos es el principal asesor de seguridad de Fuytmont y figura clave en el SIN 11 Sobre estos puntos ver la entrevista al ex prestdente Francisco Morales Bermudez en Caretas n° 815 (3 de setiembre de 1984) pp 26-28 92 Lewis TayLor costa Primero, el sistema de control interno y la evaluacién fueron inade- cuados Segundo, cada arma —Ejéreito, Marina, Aviacién y las diversas ra- mas de la Policfa— tenfa su propia unidad de inteligencia que competian ferozmente unas con otras y retenfan informacién de sus instituctones riva- les Este problema se debi6 principalmente a la transici6n politica el go- bierno militar se Ilevé muchos archivos cuando abandoné el Ministerio del Interior, deyando a la nueva administracién civil con un grave «déficit en inteligencia» frente al PCP-SL!? Ademis de la :gnorancia sobre lo que se preparaba, la muda respuesta de Belatinde al «inicio de la lucha armada» del PCP-SL fue también produc- to del cdlculo politico El presidente que habia sido derrocado por el golpe militar encabezado por el general Juan Velasco Alvarado en octubre de 1968, regres6 al cargo en julio de 1980 en medio de rumores de que gene- rales velasquistas, como Rafael Hoyes Rubio, se sentian desplazados con los resultados de las elecctones de mayo de 1980 y estaban esperando la oportunidad propicia para embarcar nuevamente a Belatinde en un avi6n a Miam1 Belatinde también era consciente de que luego de haber asignado a los mihtares la campafia antiguerrillera de 1965, cediendo el poder a los generales en zonas de emergencia, nunca recuperé su autoridad por com- pleto y fue finalmente depuesto El nuevo presidente electo estaba determi- nado ano seguir el mismo camino en su segundo gobierno y, consecuente- mente, intent6 marginar al Eyército al confiar a la Policfa el combate al PCP-SLI3 Lamentablemente para el presidente, la Policia estaba muy lejos de ser el tipo de fuerza descrita por Thompson como la mejor preparada para rea- lizar operaciones antiguerrilleras No tenian el entrenamiento, equipo ni sistema de inteligencia, m la moral para realizar esa tarea Por lo tanto, el PCP-SL estaba mds capacitado y era mejor estratega que la Guardia Civil y los sinchis, sttuaci6n que permit a las unidades guerrilleras enratzarse profundamente en Ayacucho y sus alrededores Ai tener los pies puestos mas firmemente en Ia tierra que el gobierno, la primera fase de la guerra c1vil habia sido ganada por el PCP-SL_ EXPANDIENDO LA «GUERRA POPULAR PROLONGADA», 1983-1992 Frente a la expansin de la insurgencia, el 27 de diciembre de 1992 Be- latinde se vio obligado a Hamar a las Fuerzas Armadas para combatir y derrotar al PCP-SL Esto dio inicio a la segunda etapa de Ia guerra civil, que duré desde 1983 hasta la captura de Abimael Guzman en setiembre de 1992 12 GorRiTl,G Sendero Historia de la guerra mulenariaen el Peru ob cit pp 71-93 13 TAYLOR,L Maoismin the Andes Sendero Lumnoso and the Contemporary Gue rrilla Movement in Peru ob cit ,p 33, Kruut D. Entre Sendero y los militares Segunt- dad y relaciones civico militares 1950 1991 Lama Editorial Robles 1991 pp 107-108 LA ESTRATEGIA CONTRAINSURGENTE Y EL PCP-SL 93 Luego de llegar a Ayacucho, militares y marinos, que encontraron trabas ante la ausencta de un adecuado aparato de inteligencia, se embarcaron en una campafia de «tierra arrasada» con el objetivo de imponer a la poblacién la idea de que el Estado era més fuerte que los msurgentes y, por lo tanto, serfa mas prudente para ellos apoyar a los mihtares De la misma manera, a través de fa estrategra de «meyor terminar con el terror que tener un terror interminable», los generales tenfan la esperanza de escurnir el agua para poder eliminar al pez El predecible resultado fue una serie de masacres bien documentadas, tal como lo percibié el ex ministro de Guerra, general Luis Cisneros Vizquerrra, en una famosa (infame) entrevista «Las Fuerzas Policiales no saben donde estan los senderistas mi cuantos son, no saben cuando van a atacar Para que las Fuerzas Policiales puedan tener exito tendrian que comenzar a matar a senderistas y no senderistas, porque esa es la unica forma como podrian asegurarse el exito Matan sesenta personas y a lo me- jor ahi hay tres senderistas y seguramente la Policia dira que los sesenta eran senderistas »!4 Varios afios después, Cisneros reafirms el punto en términos mas gré- ficos cuando declaré «S1 para matar a dos 0 tres senderistas es necesario matar a ochenta mocentes, no importa cl campesmo tiene que elegir donde quiere morit si con Sendero 0 con las Fuerzas Armadas »!5 Este punto de vista representaba la posicién de una faccidn del alto mando militar Otros sostenfan que un planteamiento diferente seria mds productivo, pero la falta de datos precisos de inteligencia sobre los cuadros del PCP-SL, junto al temor y sospechas con los que vefan a otros peruanos con quienes diferfan en términos de idioma, ongen étnico y cultura, Ileva- ron a muchos Jjefes militares en Ayacucho y departamentos vecinos a bus- car una soluci6n rapida y a cometer crimenes indiscrimmados'$ Efectiva- mente, tal opcidn fue inconscientemente estimulada por Belatinde cuando, al ordenar a los militares ur a Ayacucho, otorgé a las tropas un periodo de sesenta dfas para erradicar a los llamados «abigeos» Cuando se analizé estos avances en relaci6n a los argumentos de Thomp- son, saltaron una serie de elementos Primero, Thompson sostenfa que la difundida violaci6n de los derechos humanos no sélo es moralmente equi- vocada, sino también contraproducente, porque aleya a parte de la pobla- ci6n y la impulsa a apoyar a la guerrilla 14 Ver laentrevista con Cisneros en GONZALEZ Raul «Ayacucho, la espera del Gau- cho» Quehacer n° 20 Lima DESCO, 1983, p 50 15. Citado en GRANADOS, Manuel «El pcP Sendero Luminoso Aproximactones a su ideologia» Socialismo y Participacion n° 37 Lima CEDEP, 1987, pp 27 y 33 Tomar en cuenta que los campesinos no tenian Ia opcion de vivir 16 Esto esta excelentemente retratado en la pelicula de Francisco Lombardi La boca del lobo 94 ‘Lewis TAYLOR Efectivamente, esto ocurrié en la sierra peruana en gran parte de 1980, cuando los militares eran vistos por muchos campesinos como un ejército invasor, mientras que al PCP-SL se lo consideraba el «equipo local», tal como se observé en la gran concurrencia al funeral de Edith Lagos Diver- sos comentaristas sefialaron que gran parte de la poblaci6n serrana «temfa» ala guerrilla del PCP-SL, pero «odiaba» a los soldados, una sutil distincién con importantes ramificaciones politicas y militares'7 La falta de control judicral y politico sobre las Fuerzas Armadas esti- mul4 tales actitudes, lo que significo que el personal militar no respetaba la ley -no se vefa que se hictera justicia, como Thompson recomendaba, ya que a los tribunales Megaba un {nfimo porcentaje de casos documentados de oficiales que violaban los derechos humanos!® Tampoco habfa un buen ejemplo en los mds altos niveles politicos el presidente Belatinde, temero- so de distanciarse de los generales, al parecer tir6 a la basura un informe de Amnistia Internacional, y la administraci6n de Alan Garcfa, a pesar de un intento imuicial de mejorar la sttuacién luego de la masacre de las pristones enjumio de 1986, fue responsable de crecientes niveles de violencia estatal En efecto, en julio de 1991 se filtré un documento, elaborado por los Jefes de Estado Mayor, que confirmé lo que muchos observadores sospe- chaban las Fuerzas Armadas habjan estado aplicando una politica de «dis- parar a matar» El resultado fue, empleando termmologfa de Thompson, una falta de «respeto» hacia el Estado que no era capaz de «cumplir sus obligaciones contractuales con el pueblo» Esta falta de autoridad moral se unté a la creciente corrupcién entre una significativa minorfa de las mal Hamadas fuerzas «de la ley y el orden», desde un simple policia de transito hasta altos oficiales de la Mara acusados de negocrar armamento militar La consecuente actitud ambrvalente con la que sectores de la poblacién vefan a los militares y a los diferentes sectores del Estado, obstaculizé la campafia antiguerrillera, debido a que c1udadanos que conocfan a miem- bros del PcP-SL decidieron no dar mformactén sobre ellos a las autorida- des Ademis del error de las Fuerzas Armadas de no operar dentro de la ley, otro de los «cinco principios basicos de Thompson» de la lucha antiguern- Tera que el Estado peruano violé durante los ochenta fue la necesidad de mantener un pafs «politica y econémicamente estable y viable», y echar a andar una «razonablemente eficiente maquinaria gubernamental» Vistos 17 El impacto negativo de los asesinatos indiscriminados fue difundido regularmente por la prensa Las consecuencias de 1a masacre de Soccos, por ejemplo fueron expuestas ast «La despiadada accion de las Fuerzas Polictales no va a acabar con el terrorismo Por lo contran, va a incrementar las huestes de Sendero con los sobrevivientes de sus masacres Los unicos parses que han podido acabar con el terrorismo son aquellos que han actuado dentro de la ley » (Oiga n° 151, 28 de noviembre de 1983, p 17) 18 Sobre los primeros intentos de sancionar los abusos contra los derechos humanos, ver GORRITI,G Sendero Historia de la guerra mulenaria en el Peru ob cit ,pp 250 252 LA ESTRATEGIA CONTRAINSURGENTE Y EL PCP-SL 95 como un todo, los gobiemnos de Belatinde (1980-85) y Garcia (1985-90) se caracterizaron por un mal manejo econémico los niveles de vida de la po- blaci6n cayeron rapidamente y la corrupcién se expandié entre los funcio- narios estatales y la clase politica, a lo que se sumé6 un grado de caos so- ctoeconémico jamés visto en el Peni desde la Guerra del Pacifico!? La situaci6n de la administracién de «gusticia» fue particularmente sim- bélica en julio de 1984, de 3 500 personas acusadas de terrorismo s6lo 300 habfan sido procesadas y quince sentenciadas Los casos estaban arregla- dos, colapsaron los juicios abiertos con base en confesiones extrafdas con tortura, mientras que en otros los yueces (la mayorfa de los cuales no esta- ban calificados para conducir casos de terrorismo) fueron sobornados 0 intimidados para garantizar indultos a través de la «falta de evidencia» Un indicador del caos fue el caso de Laura Zambrano («camarada Meche»), absuelta en dos oportunidades (en setiembre de 1984 y en febrero de 1988), pese a que era un cuadro clave de la organizacién del pcp-sL en Lima. Tales sucesos no ayudaron a fortalecer la moral dentro de las fuerzas de la «ley y el orden», y estimularon operativos para poner en practica la «Justicia» por propia mano? Mientras tanto, la situacién dentro de las pri- stones s6lo podia ser descrita como anérquica Representantes de todos los sectores del espectro politico lamentaron este estado de «desgobierno» y advirtieron sobre la «berrutizaci6n» del pais La crisis econémuica, la falta de un liderazgo politico efectivo, junto a la Hamada «descomposicién social», no s6lo actuaron para socavar la autori- dad del Estado, sino que también aseguraron un flujo permanente de adhe- stones al PCP-SL Estas circunstancias generaron el ambiente propicio para una casi con- tinua expansién de la actividad guerrillera en diez afios (1983-92) La ex- pansi6n fue también posible porque el PCP-SL habia elaborado una respues- ta viable, y fue capaz de resistir los asaltos que acompaiiaron a la primera incurst6n de las Fuerzas Armadas en Ayacucho Cuando en 1983 los muhi- tares saturaron la zona, las fuerzas guerrilleras se retiraron de las 4reas con mayor concentraci6n militar, reagrupandose al noroeste y al este del depar- tamento, pero deyaron su estructura politica intacta, lo que les permutié ex- 19 CRABTREE,} Peru under Garcia an Opportumty Lost Basingstoke Macmillan 1992, GRAHAM, C Peru s APRA Parties Politics and the Eluswe Quest for Democracy Boulder Lynne Rienner, 1992 20 ‘Tribunales especiales encabezados por jueces especialmente capacitados para di- gir casos de terrorismo se crearon apenas en 1987 Otras medidas consideradas por Thomp- son como componentes importantes del paquete contramnsurgente no fueron implementadas hasta que la guerra civil estaba en marcha por eemplo, solo en febrero de 1988 aparecteron anuncios ofreciendo recompensas por informacion, una ley de amnistia se discuts6 en el Congreso en 1987, pero no fue sino hasta 1992 que se aprobé la ley que garantizaba senten- cias reducidas a quienes se «arrepintieran» y colaboraran con los servicios de inteligencra (DL 25499) Simultaneamente, se crearon tribunales multares especiales conformados por Jueces sin rostro: 96 Lewis TAYLOR pandirse en forma gradual otra vez, tanto numéricamente como en térmi- nos de acciones realizadas Se abrieron nuevos teatros de conflicto entre 1983 y 1988 Cusco y Puno al sur, el valle del Alto Huallaga y otras partes de la ceya de selva, Junin y otros departamentos de la sierra central, asi como Cajabamba-Huamachuco y Ancash en la sierra norte Crecié el po- der organizativo del PcP-SL en Lima, lo que se refleyé en una campajia con- certada de atentados dinamiteros, asesinatos y apagones Junto con el re- punte de sus actividades en Lima, se reforzaron los intentos por consolidar Ja presencia guerrillera en los valles de Chancay y Cafiete, localizados al norte y sur de la capital respectivamente, como parte de la estrategia de rodear y matar de hambre a las crudades Estos avances significaron que mientras en 1981 sets provincias ha- bfan sido declaradas bajo estado de emergencia, en diciembre de 1989 esa cifra habia crecido a cincuenta y seis El numero de efectivos militares y polictales asesinados en 1988 y 1989 fue el mas elevado desde que se ini- ciara el conflicto en 1980 Para 1991, el PCP-SL era activo en veintiuno de los veinticuatro departamentos del Perd Tan rapida expansi6n durante los ochenta no sélo se deb16 al deterioro de las condiciones politicas, econémicas y sociales que favorecié a los in- surgentes, sino que también fue consecuencia de la incapacidad de las au- toridades polfticas y militares para poner en practica dos de las medidas propuestas por Thompson (1) la necesidad de coordinar efectivamente las politicas de desarrollo econémico y social para apoyar los esfuerzos con- trainsurgentes, y, (11) establecer una unidad de inteligencia unificada y efi- ciente capaz de asumur la tarea prioritaria de infiltrar la estructura politica subversiva La ausencia de una politica estatal coherente de inversiones y desarrollo para los departamentos de Ayacucho y Apurimac se puso en evi- dencia en agosto de 1984, cuando el entonces comandante militar de la zona de emergencia, general Adrién Huamén, manifest6 piblicamente su descontento acerca del descurdo del gobierno de Belatinde para proporcio- nar fondos a la zona, indiscreci6n que le costé el cargo?! Pero el gobtemo 21. Sobre esto, ver las entrevistas con el general Huaman en Orga n° 168 (26 de marzo de 1984), pp 12-13, La Republica 26 de agosto de 1984, y Caretas n° 815 (3 de setiembre de 1984), pp 14 16 En una sere de declaractones hechas luego de su destitucion Huaman enfatizo firmemente las dimenstones sociozconomicas y politicas del conflicto sobre las militares Por ejemplo, en mayo de 1990 mamfesto « fay defintivamente una violencia estructural y en este momento el sistema ya no funciona, por lo que era necesania una rastica reorgantzacién de la estructura socral del Peru y sus instituciones Ademas, opino «cualquier accién que se haga en el campo militar no va a curar las causas La represion no cura las causas dela violencia Que vamos a lograr reprimiendo a la gente que protesta porla inmoralidad la inyusticia Es gente frustrada, y eso no se puede curarcon un fustl» El sentia que debido a los problemas econdmicos por los que atravesaba el Peru y a las anti- guas desigualdades sociales y etnicas, «no deberian haber una o dos entidades que estén usando las armas, \deberian haber cien'» (ver Pagina Libre Suplemento Especial, 20 de mayo de 1990 pp B5-6)

You might also like