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Rea M yoy Josefina Fernandez Caoees “Be Eas > ae totale propio situacion de la oleae temic Most] LS ~ Ediciones Madres en la Argentina Peery) La gesta del nombre propio Informe sobre la situacidn de la comunidad travesti en la Argentina Coordinadoras Lohana Berkins y Josefina Fernandez ia Ediciones Madres de Plaza de Mayo Berkins, Lohana La gesta del nombre propio : informe sobre la situacién de la comunidad travesti en la Argentina / Lohana Berkins y Josefina Femdndez. - 2a ed. - Ciudad Auténoma de Buenos Aires : Ediciones Madres de Plaza de Mayo, 2013. 144 p. ; 21x15 em. ISBN 978-987-1231-72-0 1. Derechos Humanos. 2. Estudios de Genero. I. Fernandez, Josefina TI Titulo CDD 305.4 Fecha de catalogacién: 23/07/2013 La gesta del nombre propio Informe sobre la situacién de la comunidad travesti en la Argentina Coordinadoras: Lohana Berkins y Josefina Fernandez Coordinacién editorial: Emilio Ruchansky Diagramacion: Andrés Belaustegui Disefio de tapa: Estudio Soma Fotografia de tapa: Viviana D’ Amelia Correceién: Maria Gabriela Ini Disefto general: Uriel Martinez Elias Direccién editorial: Belén Dezzi 1° edicién, diciembre de 2005 2* edicidn de 1000 ejemplares, agosto de 2013 Inpreso en Argentina Tdiviones Mads de Plaza de Mayo Hipélito Yrigoyen 1432 CP 1089 —Citadad Anténoma de Buenos Aires Tel 58 11-4383 4188 E-mail: editorial@madres.org Web: worwimadres.orz no se permit larsroduccin parcial oft aloacenamient, el algae, I srnsfraoctn de se ro, en uals forego por seer ea cleconicee meéndo, sedate acpi. dgtalizacn ove msds, sn el pera eave y serie de fos litores Su infacein ett ponnda por las eyes 11723 y 25.6 Indice Del derecho y del revés por Lohana Berkins Prélogo por Diana Maffia La gesta del nombre propio Variaciones trans por Mauro Cabral ‘Travestismo y violencia policial. Cada 100 de nosotras, 86 hemos padecido algun tipo de violencia policial por Josefina Fernandez Carta a Nadia Echazu por Marlene Wayar La imagen del cuerpo. Una aproximacion a las representaciones y practicas en el cuidado y la atencin de la salud por Maria Alicia Gutiérrez Los cuerpos de la universalidad. Educacién y travestismo/transexualismo por Renata Hiller Anexo grafico por Ana Mallimaci y Aluminé Moreno Bibliografia Asociaciones Los/as autores/as a3 37 39 67 0: 93 11s 131 133 141 Del derecho y del revés “Si en nuestro pais, el bien comitn respecto del ejercicio de la sexualidad, esta conformado exclusivamente por hetero- sexuales y mondgamos, es preferible pertenecer al club del ‘mal’ en cuyo ‘infierno’, infieles, swingeros, homosexuales, travestis y transexuales con su diversidad, acuhan cotidia- namente la esencia de un Estado constitucional de derecho en donde «.. del derecho y del revés uno sélo es lo que es anda siempre con lo puesto...” Andrés Gil Dominguez, Derechos fundamentales de travestis y transexuales, bien comin y Estado constitucional de derecho Este libro es el resultado de una investigacién sobre la situa- cién de las travestis, transexuales y transgéneros en la Ciudad Autonoma de Buenos Aires, Mar del Plata y en localidades del Conurbano Bonaerense. Bajo la coordinacién de la Asociacién de Lucha por la Identidad Travesti y Transexual (ALITT), ac- tivistas travestis, transexuales, transgéneros, feministas y mu- jeres del campo académico participaron en este proyecto. La seleccién de este grupo no fue casual, responde a la vocacién de nuestra organizacién de romper las fronteras que separan academia de activismo. La investigacién se desarrollé en el curso del aiio 2005 y cont con el apoyo econémico de ASTRAEA Foundation y el asesoramiento técnico del Grupo Feminista Aji de Pollo; sin estos importantes aportes, la tarea nos hubiera resultado mu- cho mas compleja. Esta investigacién tuvo como antecedente el trabajo realizado desde la Defensoria del Pueblo de la Ciu- dad de Buenos Aires, Adjuntia en Derechos Humanos, cuando ésta estaba a cargo de la Dra, Diana Maffia. Como entonces, el objetivo de ALITT fue dar cuenta de la situacion de vida del las travestis, transexuales y transgéneros que residen en la Ciu- dad Autonoma de Buenos Aires y localidades de la provincia de Buenos Aires, del duro itinerario que atravesamos quienes adoptamos una identidad contraria a la esperada socialmente, pero también de la fuerza con que asumimos la lucha por nues- tros derechos. Los resultados de la investigacion muestran la exclusion que afecta a nuestro colectivo, Ja dificultad de acceder a la con- dicién de ciudadania, los problemas en el campo de la salud, la educacién, la violencia policial, sexual y doméstica. Condi- cionadas a conseguir nuestro sustento a través de la prostitu- cidn, tinico medio de subsistencia, nos vemos sometidas a una serie de indignas situaciones que nos colocan en una extrema vulnerabilidad, despojandonos de nuestra condicién humana. Modificaciones del cuerpo para atender no sélo a nuestros de- seos sino a la demanda de la clientela, exposicion sistematica a situaciones violentas en las dificiles negociaciones para evitar el contagio del SIDA y otras enfermedades de transmision sexual, persecucién y violencia policial a diario para negociar el “diez- mo” correspondiente a la institucién estatal que, haciendo uso de la violencia “legitima’, arrasa con cualquier respeto minimo a la dignidad. Hemos intentado, no obstante, que cada uno de me estos padecimientos muestre la otra cara: la pelea cotidiana por remover los estereotipos que pesan sobre nosotras y acceder al ejercicio pleno de la ciudadania. Estamos convencidas de que el conocimiento se construye a partir del didlogo entre personas situadas de manera diversa en el entramado social y que la riqueza de esta produccién co- lectiva deviene del aporte de distintas perspectivas acerca de las relaciones sociales y sus consecuencias. Por consiguiente, en el proceso de elaboracién de esta investigacion intentamos incor- porar la mayor variedad de voces posible y asegurar, en todas las etapas, la participacién de personas travestis, transexuales y transgénero y sus organizaciones. ; Agradecemos en especial, la dedicacién y la creatividad de las compaiieras travestis, transexuales y transgénero que participaron de la aplicacién del cuestionario. Ellas no sélo cumplieron sus tareas con eficiencia y compromiso, sino que colaboraron activamente para solucionar los inconve- nientes que se presentaban al momento de probar los ins- trumentos de recoleccién de datos en el trabajo de campo. Asimismo, queremos agradecer a las compafieras que nos ofrecieron su tiempo para ser encuestadas y entrevistadas, compartiendo sus experiencias y muchas veces unos ricos mates con nosotras. Un conjunto de organizaciones de defensa de los derechos de las travestis, transexuales y transgéneros colaboraron con la realizacion de la encuesta. En Ciudad de Buenos Aires, la Aso- ciacion de Lucha por la Identidad Travesti y Transexual (ALITT) y Futuro Transgenérico. En el conurbano bonaerense, el Movi- miento Antidiscriminacién de Liberacién (MAL). En la ciudad de Mar del Plata, la Asociacién por la Igualdad de los Derechos (APID). Alejandra Sarda nos acompaié generosamente en el disefio del cuestionario. La participacién de las personas y los colectivos mencio- nados incidié tanto en el desarrollo como en las posibilidades futuras de esta investigacion. Consideramos que las potenciali- dades emancipatorias del conocimiento se vinculan tanto con las condiciones de produccién del mismo como con los usos que se pueden hacer de él. En este sentido, los contenidos de esta investigacién constituyen una herramienta colectiva para aquellas y aquellos que estén involucradas/os en la lucha contra las opresiones y contra todos los fundamentalismos. Vale consignar que esta investigacién muestra s6lo una par- te del amplio universo de la comunidad travesti, transexual y transgénero; asimismo, reconocemos la ausencia en la misma de la realidad de los travestis, hombres trans e intersex. Con estos limites, esperamos que el libro sirva como una herramienta para la construccién de la ciudadania travesti, transexual y transgé- nero y, al mismo tiempo, como un insumo para la elaboraci6n de politicas publicas sensibles a la realidad de nuestros grupos, para la ampliacién de conceptos tales como el de derechos hu- manos y, en suma, como un aporte orientado a promover la ple- na participacidn en una sociedad realmente democratica. Para terminar, aun cuando hemos escogido utilizar las deno- minaciones travesti, transexual y transgénero, respetamos cual- quier otra denominacién asumida por nuestra comunidad. Lohana Berkins Prélogo Entre la presunta objetividad cientifica y el activismo, hay un terreno fértil de modos de indagar que constituyen en si mismos intervenciones sociales que interpelan las relaciones de poder dominantes. Tanto por parte de los sujetos que interrogan y por parte de los que, a través de su testimonio, son legitimados como productores de verdad, como a través de las preguntas aparente- mente intimas que estallan en valor politico y las aparentemente triviales que abren dimensiones pocas veces resignificadas, des- de identidades invisibles a la investigacién social candnica. Alleer estas paginas, me siento involucrada con cifras y con historias. En parte, porque durante mi gestion como Defensora del Pueblo Adjunta de la Ciudad de Buenos Aires tuve la opor- tunidad de contar, en el drea de Derechos Humanos, con los saberes y la persistencia en la demanda de ciudadania de mu- chas travestis. Con Lohana Berkins y el equipo de trabajo de la Adjuntia hicimos una encuesta exploratoria, un antecedente modesto y circunscrito a la Ciudad Autonoma de Buenos Ai- res, pero que sin embargo nos permitié vislumbrar algunos de los datos que hoy nos hablan desde la encuesta mas amplia y ajustada técnicamente, y por eso mas confiable, que vertebra este libro. Estos resultados le ponen cifras al dafio irreparable de la discriminacién, del sufrimiento innecesario, de las ba- rreras absurdas para el ejercicio de los derechos elementales que se levantan para algunos sujetos por el mero hecho de su identidad sexual. La intolerancia y la agresividad contra las travestis, la hu- millacién yla marginacién son la respuesta reluctante al revisar la construccién de todas las sexualidades; entonces aparecen el temor a la interpelacion de aquello que se cree un destino bioldgico, la prepotencia del dogma impuesto por la ciencia, el derecho y la religion que trasladan su poder a la politica. Las travestis, desde la primera e intima conviccion de su ‘identi- dad, comienzan la carrera de obstaculos para la conservacion de sus derechos. Visto en la extensidn de los ultimos aiios, creo que se ha avanzado mucho en el reconocimiento de algunos de estos de- rechos; pero no es menos cierto que, en algunos casos, quienes lucharon por ellos, como Nadia Echazti, ya no estan para ejer- cerlos. Fue por Nadia que conseguimos que en el documen- to de las travestis figurara su foto real, y no aquélla en la que les exigian “parecer varones”. Hoy, otras compafieras siguen reclamando esos derechos. Asi, gracias al trabajo de Lohana Berkins hemos conseguido el acceso a subsidios de vivienda y también una resolucién de la Secretaria de Educacién para que, en todas las escuelas de la ciudad, se llame a las travestis con un nombre acorde a su identidad. Ménica Leén, por ci- tar otro ejemplo, ha logrado destrabar los servicios de agua potable en el Hotel Gondolin, donde muchas travestis hacen una experiencia de legitimacién de su vivienda (uno de los gravisimos problemas con los que comunmente tropiezan). Se podrian citar muchos casos, porque cada paso fue dado con ellas arriesgando muchas veces su seguridad, como cuando trazamos un mapa de conflicto y corrupcién policial en las comisarias de la ciudad. 10 Desde el momento en que saltaron a la escena publica, en ocasion de discutirse el cédigo contravencional, hasta la cons- truccién ciudadana que las compromete con muchos otros pro- blemas sociales que exceden sus demandas por la identidad, las travestis se han forjado a si mismas y le han puesto nombre a experiencias humanas que solo ellas pueden nombrar en pri- mera persona, Como trabajadora de los derechos humanos, como feminista, como compafera de quienes han puesto su saber y su sensibilidad en este libro, es para mi un orgullo ha- ber sido invitada a sumarme con este breve prdlogo al sdlido trabajo con el que se fortalecen los cimientos de la conciencia igualitaria, de las libertades pendientes, de un mundo mds hu- mano que sin ellas no seria posible. Diana Maffia ah La gesta del nombre propio Durante este trabajo se relevaron 420 nombres de amigas fallecidas, siendo el SIDA la principal causa de muerte (el 62%). En segundo lugar, 17% de los casos, el asesinato es el motivo del deceso. El resto de las causas de muerte men-cionadas incluyen accidentes de transito, suicidio, cdncer, cirrosis, sobredosis, diabetes, abandono de persona y comnplicaciones derivadas de procedimientos de inyec- ci6n de siliconas. Respecto de la edad de las amigas 0 cono- cidas fallecidas, el 35% murié cuando tenia entre 22 y 31 atios y el 34% entre los 32 y 41 afios. ; PTT Ton eeueoeme seen OT cateeael Marlene Wayar, activista de Futuro Transgenérico, en la Marcha del Orgullo GLTTTBI de 2004, performance “travesti piquetera’, “0002 ap ojunf SaAen Se] Bp ule e| ap UgIDDa)= e] ap esa Y e] BJUEINP Se}SIANDY. An{np ap euodag e7 ejabuy sefoy aL euney evajen, aibuy Ueda eIAe|4 Aesiog inbuig 4O}S3N 27 SeLy BjaeW opeBjaq pubu; PS05 OBNH JO1DIA 27 eoaqay saquoy eeyy eT edayny eT Juinbeysoy ejadseyy de] RULBIOW CURIAIA, ozuue) eueueyW 4Jeqorsy eyd0g ET oneig eLayen, 1UDIM 27] eda1OW) eueIAIA, ejawed euljabior nzeydy elpen, euney uoueyw eoueig ByUeJaIS aunayey edBUNW eT 2DUIND e7 euuiges SsuD eyanbnjadg 27 AIA, apjow eunsnby euey e7 euel|y e: IW ofewig euelpy enuny eines e}sandua e] a}uesNp sepeuolsuaU seyanui sysanel seiauedwoD “sauoeziueBio SeMUSIp op sysaAey SeISIANDE Bp UOIUNSY liste OSaq AUDA 27 eT evajen ese) e1ogag ouSOW 27 eIpNe|D Pjauqey eunsuD eyey euages e] ayer eipuelajy eipney eipues eyroroyy 27 QL ap ounbes eaipuy Pues ap iqueg euLesoy e7 eysaue, sen] ej eineg eyuesns ie aie qt anaue, 27 euojed e] eIPUeS ouey e7 essayeq ejaiueq esaqopio> e7 Ne] eueneg O18, 27 esaqopio> e7 ULE efaand e7 9. 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Aon) e]NYIW ezieje5 eaipuy euLiey, essay eipues euewinony ouay eq esiny iyped e7 eueiges IqjoD ueWL ooeniag &7 WpneID muLeyeuney euopesey equipues 2] eueleg e7 euldig 27 eyey eAenBnuip 27 eae, euas07 Activista durante la Marcha de Orgullo GLTTT#!: Variaciones trans imera: un correo electrénico. sEscrito por quién? Por cual- era. El correo dice que he muerto. Imagino muertes posibles. disparo, venido quién sabe de dénde. Un asalto. El desper- de una enfermedad subita y letal. El cable pelado del seca- pas. ;Un rayo! “Mauro Cabral murié partido por un rayo”. O ‘agantado por el carozo de una aceituna negra o por la tapita nea de una lapicera Bic. Como sea. Escribo el comunicado y envio al mundo. Y entonces soy libre. No tengo nombre, ni isoria, Abro la puerta, salgo a la calle. Camino entre la gente. Segunda: me emparedo, vivo en los limites de las paredes mi casa. No atiendo ni el timbre ni el teléfono. Mi hermano niega cuando otros llaman. El mundo me olvida. Me quedo dole vuelta a mis papeles, a las fotos que pueda rescatar, El po se detiene, y luego comienza a marchar de nuevo, hacia ‘s. Me encuentro con el fantasma amable de mi abuela en atio, regando las plantas. Presiento a mi abuelo jugando al drez detrés de una puerta que nunca mas abro. Los dolores iguos se van borrando, desvaidos; y del pasado sélo quedan nes deshaciéndose, como los residuos de un sueno. ‘Tercera: desaparezco. Desaparezco por completo. Me voy tarde, sin llevarme nada. Simplemente me voy. No le cuen- nadie, no dejo ni una nota sobre la mesa avisando cuando Ivo. Todas las cosas, toda la gente, todas las palabras quedan siempre suspendidas en la ultima vez que las rocé o me ro- 37 zaron. Ultima vez del patio, tiltima vez de los perros, tiltima vez de mi hermano: tiltima vez de todo, y después de eso, nada. Otra vida. En otra parte. Un dia, leyendo las necroldgicas me entero de que por fin me he muerto, atrapado en una casa que converti durante afios en mi refugio y mi tumba. Respiro aliviado, mientras pienso cémo quitarme otra vez de encima el infierno tripartito. Las miradas de los otros. Las palabras de los otros. Y mi cuerpo. Mauro Cabral 38 Travestismo y violencia poli Cada 100 de nosotras, 86 hemos padecido algun tipo de violencia policial Entonces, entraron cuatro de ellos y me sacaron al patio y se sumé uno que me agarré del cabello y del cuello, ala vez que otros me tomaron de ambas piernas y las abrian con fuerza J las apretaban con sus rodillas en mis muslos contra el piso. Mientras, otro me torcia los dedos de mi mano derecha yun quinto me torcta el otro brazo; yo gritaba desesperada, sobre todo porque tenfa mucho miedo y mucha bronca. Luego me pusieron boca abajo y con las manos atrds me pusieron un chaleco de fuerza y me pegaron en el estomago y la verdad es que no se qué mds me pas6, Entre los insultos y las ame- nazas alcancé a escuchar los gritos de unos vecinos que se acercaron a la comisaria alertados por los ruidos. Nadia Echaztt Buenos Aires, 11 de enero de 1997 que se exhibieren en la via publica con ropas del sexo contrario Estado y los edictos policiales lravestismo organizado en Argentina comienza a manifes- se publicamente en los aftos 90, El argumento central de su ibilidad es la lucha por la derogacién de los Edictos Policiales la Ciudad Auténoma de Buenos Aires, principal herramien- del Estado para reprimir disidentes peligrosas/os. _ Creados en los albores del Estado-Nacién, los edictos fun- nan como un instrumento que delega en la policia, provincial 39 © federal, la tarea de reprimir actos no previstos por el Codigo Penal de la Nacién. Los edictos no forman parte del derecho penal sino del derecho administrativo. Existentes atin en varias provincias del pais, estas figuras, claramente anticonstituciona- les, son aplicadas por las fuerzas policiales sobre lo que todavia se conoce con el nombre de contravenciones. Dos de ellas ata- fen directamente a las travestis, sancionadas ambas en el afio 1949: el Articulo 2° F, a través del cual seran reprimidos “los que se exhibieren en la via publica con ropas del sexo contrario” y el Articulo 2° H, a través del que seran también reprimidas “las personas de uno u otro sexo que ptiblicamente incitaren 0 se ofreciesen al acto carnal” A través de los edictos, la policia tie- ne la facultad de actuar como juez en primera instancia; puede detener y apresar a las/os contraventoras/es por determinados periodos de tiempo.’ Como lo seftala Josefina Ferndndez en su libro Cuerpos Desobedientes. Travestismo ¢ Identidad de Género (Edbasa, 2004) cabe recordar que son tres los sistemas de reglamen- tacidn del comercio sexual en el mundo: prohimbicionista, reglamentarista y abolicionista, El primero prohibe cualquier forma de ejercicio de Ia prostitucidn y es considerado el mis restrictivo. El reglamentarista limita la préctica prostibular a sitios cerrados 0 zonas especiales; el tiltimo veda la explotacién ajena sin penalizar el ejercicio independiente (Raquel Osborne, 1989), La oferta y demanda de sexo fue discutida en el pais por morali- zadores, politicos y clérigos desde mediados del siglo XIX. Las primeras normas surgieron en 1875, y se extendieton hasta 1935, cuando se permitieron los prostibulos y se comenzd a someter a las prostitutas a controles periédicos para evitar que los varones contrajeran enfermedades, En 1875, el Consejo Deliberante portefto vot6 la primera ordenanza en la aque las prostitutas eran definidas como “mujeres que vendian favores sexuales a més de un hombre”, En 1936, se derogaron las reglamentaciones de la prostitucién y se sancioné la Ley 12.331, conocida como Ley de Profilaxis. Esta normativa es de caricter abolicionista Poco después, on 1949, una convencién de las Naciones Unidas se pronuncié por la repre sidn de la trata de personas y de la explotacion de la prostituctén ajena. Esta convencién fue estimada progresista porque consagré a nivel mundial el sistema abolicionista y fue ratificada por el Decreto Ley 11.925 en la dictadura de Aramburu, Este tiltimo firmé, en. 1954, el decreto ley que establecié los 23 edictos policiales que rigieron hasta 1998 en la Ciuidad de Buenos Aires. Dos afios después, durante la presidencia de Arturo Frondizi, el Congreso ratified esa ley y la policia federal comenzé a aplicarla (Donna Guy, 1991). Ebriedad, escindalo ~-que incluia la figura “vestit prendas del sexo contrario”—, vagan- cia, mendicidad, des6rdenes y prostitucién podian ser castigados con 30 dias de arresto. 40 ances, fundamentalmente, para la derogacién de los Ja Ciudad Autonoma de Buenos Aires, que las traves- exuales comienzan a organizarse. Detras de esta lucha 8 las expresiones organizativas mds destacadas eet le, Un grupo entendiéd que la organizacién debia girar a la reivindicaci6n del ejercicio de la prostitucion yala eucion de la misma. Otro grupo vio en la prostitucién ‘alternativa ocasional a ser abandonada gradualmente. le se accediera a otras fuentes de ingresos. Por tiltimo, nes situaron en el centro de la movilizacién, la lucha econocimiento estatal y social de la identidad travesti y ial, En cualquier caso, como se sefiald, los intereses de 5 expresiones confluyeron en la derogacién de los edic- Hino expresién de la discriminacién, segregacién y margi- On del colectivo. : bien estos edictos fueron derogados en la Ciudad de Bue- dres en el afio 1998, en ocasién del otorgamiento de su Momia’, en la provincia de Buenos Aires, otro de los espa- de los que se ocupa este informe, siguen vigentes en la Ley }1. Bn efecto, en el Capitulo III (que lleva por titulo “Contra loralidad Publica y las Buenas Costumbres”), el Articulo 66 ld que sera sancionado con pena de multa del cincuenta }) al cien (100) por ciento del haber mensual del agente de se- fidad (Agrupamiento Comando) de la Policia de la provincia Buenos Aires y con arresto de treinta (30) a sesenta (60) dias, su caso clausura por el mismo término a quien, con éhimo a ciudad de Buenos Aires, capital de la Republica Argentina, carecié, hasta el aflo 1997, ‘uutonomia de gobierno, Es en ese afio, cuando el Congreso Nacional aprueba una Ley Icional que reglamenta dicha autonomia, establecida en la Reforma constitucional # M1. A partir de ese momento, los ciudadanos eligen por voto directo al Jefe de Gobier. io de la ciudad y a un cu gisla py scat ierpo propio de legisladores que reemplazan al antiguo Consejo 44 de lucro, promoviere 0 facilitare la corrupcién 0 prostitucion de mayores de edad, sin distincién del sexo y aunque mediare el consentimiento de éstos. Asimismo, el mismo Codigo Contravencional destaca en el mismo capitulo, Articulo 68, que ser penado con una multa de entre el quince (15) y el cuarenta (40) por ciento del haber mensual del agente de seguridad (Agrupamiento Comando) de la Policia de la provincia de Buenos Aires, y arresto de cinco (5) a treinta (30) dias, la prostituta o el homosexual que se ofre- ciere puiblicamente, dando ocasién de escandalo 0 molestando o produjere escandalo en la casa que habitare. Por su parte, el Articulo 69 indica, una vez mas, que sera sancionado con multa del veinte (20) al sesenta (60) por ciento del haber mensual del agente de seguridad (Agrupamiento Comando) de la Policia de la provincia de Buenos Aires y arresto de diez (10) a treinta (30) dias, el propietario o encargado del hotel o casa de alojamien- to o establecimiento comercial, cuando en sus dependencias se produjere escandalo con motivo del ejercicio de la prostitucion © por actitudes o practicas viciosas de homosexuales. Como sino fuera suficiente con estos articulos, la misma ley, en su Capitulo VII titulado “Contra la Fe Publica’, contiene el Articulo 92 que prevé una multa para quien, en la vida diaria, se vista y haga pasar como persona de sexo contrario. Dicha multa varia entre el veinte (20) y el sesenta (60) por ciento del haber mensual del agente de seguridad (Agrupamiento Comando) de la Policia de la provincia de Buenos Aires, y clausura, en caso de que se utilizare comercio 0 local para la infraccién, de diez (10) a sesenta (60) dias. Aunque hay importantes diferencias entre aquellos lugares en que los edictos han desaparecido y aquellos en los que se mantienen, la identidad travesti y transexual sigue siendo cri- minalizada y el abuso policial es moneda corriente. 42 Nos van a llevar hasta en el supermercado El Estado y el Codigo de Convivencia Urbana Instituto Nacional contra la Discriminacién Ministerio del Interior MEN: 0147 Fecha de Denuncia: 27/11/00 Niimero de Denuncia: 0147 Apellido y Nombres: Interviene: Ne de Documento y Tipo: Edad: Profesién: Travesti Direcei bsealidaas Provincia: OP: TE: Denunciado: personal de seguridad ferroviaria Ambito de Discriminacién: Estacién Lomas de Zamora Catisax pee ee Apellido y Nombre y Localidad: Provincia: cP. es ane Descripcién: El dia domingo 19 del corriente y siendo aproximadamente las 19 hs., y en la oficina expendedora de boletos, y después de haber adquirido los mismos, es abordada por una persona de sexo masculino que se en contraba dentro de la misma compatiia de la boleteria di- ciéndole cosas como “;cudnto cobras por tus servicios?”, a Jo que la denunciante le dice que no ejerciala prostitucién que estaba en compariia de su marido, que se encontraba comprando cosas y que se dirigian a su domicilio. La de- nunciante se retira de la boleterta y se dirige hacia los an- denes, a esto el denunciado sale de la misma haciendo un rodeo y se pone frente a ella diciéndole “que si no cobraba le hiciera un servicio de onda en un departamento que él tenia en las cercantas”, en eso llega su pareja y ee 43 “squé pasa?”, alo que éste responde quién era él, “soy el marido” y el denunciado dice “seguro que vos sos el fiolo y aeste travesti me lo voy a levantar”, a lo que la pareja responde “ella no se prostituye, a ella la mantengo yo, ten- go comprobantes laborales”, la denunciante pide a su pa- reja que se tranquilice y se retira. El denunciado los sigue ¥y se identifica como de la policia de Lomas 11, diciéndole que a ella se la lleva detenida por travesti, la denunciante le solicita le muestre la credencial a lo que se niega. La denunciante le solicita a su pareja que busque un policia uniformado, este se retira y el denunciado, aprovechando la situacién, comienza a agredirlo verbalmente exhibien- do un arma en su cinturén y diciendo cosas como “yo soy un policia y vos sos un travesti y no tenés derecho a nada y te voy a llevar preso y voy a hacer con vos lo que yo quiera”. Después de eso se retira diciendo que va a llamar aun mévil y no regresé mas. Firma: Como se sefialara en el apartado anterior, en lugar de los edictos, se sancioné en la Ciudad de Buenos Aires, el Codigo Contravencional de la Ciudad, mediante Ley N°10 (BOCBA n° 405, 15/03/98). Este cambio implicé la eliminacion de figuras tales como “la prostitucion” y “llevar prendas del sexo contra- rio” y la desaparicién de las detenciones preventivas en materia contravencional. La policia se conviertié en un auxiliar de la justicia y las decisiones quedaron, en adelante, en manos de un sistema democratico de fiscales que, de manera rotativa, actian las 24 horas del dia al servicio de la comunidad. Un ejemplo que ilustra el rapido impacto que tuvo la aplicacién del Codigo de Convivencia Urbana fue la disminucién abrupta del ntmero de actas. Con el antiguo sistema, se producian unos 3000 arrestos mensuales, la mayor parte obedecia a figuras que desaparecie- 44 ron con la nueva normativa. Una vez aplicada ésta, la policia labré slo 367 actas, la mitad de las cuales fueron archivadas 0 desestimadas por la Justicia Contravencional, debido a que no encuadraban en ninguna de las prohibiciones del Cédigo de Convivencia Urbana. En aquellas que dieron lugar a proce- Samientos, todos/as los/as afectados/as tuvieron, por primera vez, derecho a defenderse a diferencia de la situacién anterior, ee la policia podia aplicar arrestos de hasta 30 dias, en i ag de los casos sin que las personas implicadas pudie- Esta situacion, sin embargo, no duré demasiado tiempo. Los Sectores mas conservadores de la sociedad impugnaron el huevo sistema, sobre todo en lo referido a la oferta de sexo en la calle que el nuevo cédigo ya no reprimia, por estimar no sélo que era demasiado permisivo sino que debilitaba el poder de la policfa. Las presiones fueron continuas y; finalmente, en el mes de julio del mismo afio 1998, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires modificé el Codigo en cuestién con la aprobacién de la Ley N*42 (BOCBA ne 488, 17/7/98 y la introduccién del : i Articulo 71. Ley de Reformas del Cédigo Contravencional Articulo 71 - Alteraciéna la tranquilidad publica Causar alteraciones a la tranquilidad ptiblica frente a vi- viendas, establecimientos educativos 0 templos, 0 en su Proximidad, con motivo u ocasién del ejercicio de la pros- titucién y como resultado de su concentracién, de ruidos 0 perturbacién del transito de personas 0 vehiculos, 0 con hostigamiento 0 exhibiéndose en ropa interior o desnudo/a. Se dard intervencidn al Ministerio Puiblico Fiscal cuando corresponda aplicar el articulo 19° de la Ley 12, 45 En adelante, se toleraria la prostitucién callejera, pero de manera reglamentada. En otros términos, si bien no se prohi- bid la oferta de sexo en la calle, ésta fue limitada por medio de figuras como ruidos molestos y alteracién al orden publico. Seguin el mencionado articulo, prostitutas y travestis no podran alterar la tranquilidad publica frente a casas, templos y escuelas. Se considerard que hay alteracién a la tranquilidad cuando las personas que ejercen la prostitucién provoquen ruidos, pertur- ben el transito de personas o vehiculos 0 cuando trabajen y se concentren en un mismo lugar. La modificacion que introdujo el Articulo 71 no habilité a la policia para detener a quienes lo violaran, los efectivos debian, por el contrario, dar aviso al fis- cal responsable de impartir las instrucciones del caso. Con fre- cuencia, como es facil suponer, ello no ocurria, En el lugar del aviso al fiscal, la policia comenzo a exigir una coima’. Defensoria del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires Act N° 1774/98 Apellido y Nombes: G.A.O. DNE Fecha de Nacimiento: Domicilio: CP: TE Sr. Defensor: al regresar a mi casa del barrio de Congreso, donde ejerzo la prostitucion, un agente de la policia que es- taba en la esquina de Cochabamba y Luis Sdenz Pena se acercé a mi domicilio - vivo en la esquina de Cochabamba ¥y San José ~ y me dijo que ejercia la prostitucion en mi casa ‘y me pidié $50 para no hacerme la vida imposible. Como no le di, tocé ~ a las cinco de la mafiana — el portero eléctrico de +3 Se denomina ‘coima’ al dinero que la policia obliga a pagar, en este caso a las personas den situacion de prostitucidn, a cambio de no labrar el acta contravencional. 46 ee los vecinos preguntando “sacé vive una travesti?” (Yo : ae estado y cerrado la puerta). Pido la intervencién de la Defensoria del Pueblo. Me amenazé con hacerme la vida imposible hasta que abandone la jurisdiccién de ellos Firma: : ec “i ae 1999 con un Cédigo de Convivencia Ur- - ee oy a prostitucién contintia despenalizada pero ee a el titulo de “alteracion a la tranquilidad F. +A causa. de Ja concentracién de personas en situacién : apr cerca de viviendas, templos 0 escuelas. El ciclo E pee termina cuando Carlos Menem, entonces Presiden- ee la Nacién, firma el decreto 150/99 en marzo del mismo ae Some Legislatura portefia prohfbe el ejercicio Peiiccaa sa les de Buenos Aires, mediante la Ley N° won rae : 08/03/99), que sustituyd el texto del Arti- ec ne Seas ALTERACION DE LA TRANQUILI- . Ofre ara si Servicios sexuales en Poesia Sa Glea aa ea travestis y clientes que sean descubiertos ofre- ete : ee para si © para otras personas servicios Peis Dae publicos, podran ser castigados con ees entre trabajos comunitarios y multas. Estas Bo yon uae Bee jueces y varian entre un minimo de ee cane le $500 por dia de sancién. Vale aclarar que . asignado a las multas supera al exigido por la policia pconcept “ coima; por tudimentario que sea el calculo ra- Gional que se haga, sera preferible la coima al pago de la mult ljudicada por el Estado, : eee la prostitucién es regresar a aquel momento en Be los edictos vigentes, travestismo y ejercicio de la cion eran una sola cosa. Las travestis, en situacién de 47

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