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leas 10. El proyecto santanista, 1841-1844 Richard Pakenham, ministro plenipotenciario briténico, resumié las im- plicaciones de las Bases de Tacubaya como sigue: “[Durante] al menos un afi, el general Santa Anna, de acuerdo con el plan proclamado por él y sus adherentes, gozaré de un poder casi absoluto", Observé que, a diferencia de las revueltas anteriores que habfa dirigido Santa Anna, “su éxito fue verti- ginoso, casi dirfa sin oposicién”. Sefialé también que las “personas de todos los partidos y de las posturas politicas mas opuestas apoyaron esta toma de poder, al parecer por la impresin de que cualquier cambio al orden de las cosas ya existente serfa para mejorar”. Las Bases de Tacubaya generaron poco descontento. Los pronunciamientos que se lanzaron contra ellas fue- ron la excepcién. En el sur, Nicolds Bravo y Juan Alvarez unieron fuerzas y proclamaron el Plan de Chilpancingo contra la “tirénica odiosa dictadura” que se habfa instaurado. Sin embargo, su voz disidente no provocé la olea- da de apoyos que esperaban. El gobierno que conformé Santa Anna fue capaz de administrar la reptiblica durante tres afios sin tener que sofocar pronunciamientos de forma peridica.! El resultado de la revoluci6n triangular fue la creacién de una dicta- dura temporal con el propésito de restaurar el orden mientras se formaba un nuevo congreso constituyente. Santa Anna, quien por una vez.decidié permanecer en la capital, estaba en buena condicién fisica a sus 47 afios de edad. Segtin el ministro plenipotenciario estadunidense Waddy Thomp- son, “media como uno ochenta, de constitucién bien proporcionada. Su 1 Pakenham a Palmerston, ciudad de México, 9 de octubre de 1841, PRO, FO 50/147, ff, 97-107; véase Plan de Chilpancingo de los Bravos y El general en gefe del ejército del sur y departamento de México, a sus habitantes; y véase “Chronology of Major Revolts and Pro- ‘nunciamientos, 1821-1853”, Fowler, Mexico in the Age of Proposals, pp. 277-287. : 281 complexién es castafia olivo”, y Thompson aunca antes vio “una cabera y rostro mejor formados ni de rasgos tan finos'? Durante un afo entero, del 10 de octubre de 1841 al 26 de octubre de 1842, se hizo cargo del gobierno, Fue el periodo mis extenso que pas6 en la capital en calidad de presidente ‘Aunque a la larga no pudo resistir la tentacidn de irse, en especial cuando se enfrent6 a otro Congreso poco cooperativo, regress seis meses después, y permanecié en la ciudad de México otros siete meses (4 de marzo a 4de y ceubre de 1843). Su presencia en la capital le permiti6 supervisar la redac- cién de la Constitucién de 1843 a cargo de la Junta de Notables que reem- plazé al dificil Congreso de 1842. Como resultado, la Constituci6n que se Ie presenté fue de su agrado. También estuvo presente en Ia inauguracion de las Bases Orgénicas, aprobadas debidamente el 8 de junio de 1843 y juramentadas el 12; y estuvo en la ciudad de México para las elecciones primarias y secundarias (13 de agosto y 4 de septiembre, respectivamente) que se organizaron conforme lo estipulaba la nueva Constituci6n. Para garantizar que, independientemente de los resultados, esto no perjudicaria el proyecto santanista, se reservé el derecho de nominar a un tercio de los tniembros del Senado. Sin embargo, ni siquiera entonces pudo permanecer lejos de sus tierras mas de ocho meses. Regres6 a Veracruz el 5 de octubre, sin esperar los resultados, y esta vez dejé a su cercano amigo el general Va- lentin Canalizo como presidente en funciones. Estaba en El Encero cuan- do se enteré de que habfa ganado las elecciones presidenciales. Aunque las Bases Orgénicas especificaban que habria de comenzar su periodo de cinco afios como presidente constitucional el 1 de febrero de 1844, regresé a la capital hasta junio. Es dificil abandonar las costumbres arraigadas.> El gobierno santanista formado en 1841 fue uno de los més estables del México independiente. Los cuatro santanistas nombrados para las carteras de Relaciones (José Marfa Bocanegra), Justicia (Pedro Vélez), Guerra (José Marfa Tornel) y Hacienda (Ignacio Trigueros), permanecieron, con unos ‘cuantos intervalos de ausencia, a la cabeza de sus encargos respectivos du- rante la mayor parte de este periodo (1841-1844). El tinico contratiempo de importancia se debié a una falta de preparaci6n para las elecciones legisla tivas de 1842, a causa de las abundantes preocupaciones gubernamentales, 2 Thompson, Recollections of Mexico, p. 66. 3 Costeloe, The Central Republic, pp. 230-233. “282 se y generé, para el enorme desanimo de Santa Anna, la eleccién de una mayoria de renombrados diputados federalistas al Congreso Constituyente el 6 de marzo. Sin embargo, este problema se resolvié de manera sencilla en el invierno de 1842-1843, cuando Santa Anna, como siempre, regres6 a Veracruz, por razones de salud, y nombré al general Nicolas Bravo pre- sidente en funciones, dejandolo ante la ingrata tarea de disolver el Con- greso el 19 de diciembre. Cuando el Congreso Constituyente de 1842 se reemplaz6 con una Junta de Notables conformada por selectos santanistas, tradicionalistas y centralistas, el 2 de enero de 1843, Bravo renuncié hacia el final de febrero de 1843, y Santa Anna regresé a la capital con un Poder Legislativo mas receptivo.* Las Bases de Tacubaya permitieron a Santa Anna imponer orden en el pais y crear un contexto estable en el cual forjar una constitucién nueva y liberal. Desde este punto de vista, “sin orden no puede haber leyes, y sin le- yes no puede existir la libertad” Al llegar a la presidencia se comprometi6 a concentrar toda su energia a la glorificacién de la nacién, con la garanta de que hubiese armonfa entre los hijos de México y el establecimiento de principios progresistas acordes con esta valiente época nueva.’ Sus minis- tros compartian su orgullo en la funcién que desempené para restaurar el orden en el pais y darle una nueva direccién constitucional en la cual se formara un sistema republicano popular y representativo. Tornel, en su informe anual ministerial de 1844, se enorgulleci6 del progreso alcanzado durante los tres afios de los santanistas en el poder: el plan politico de 1841, que “acogié la nacién con ardor”, habia ya “suministrado tantas esperanzas de su felicidad futura”. El éxito del gobierno de Santa Anna, segiin sus partidarios, al principio se debié a las Bases de Tacubaya, pero sobre todo, a la Constitucién de 1843: as Bases Orgénicas (12 de junio de 1843). Las Bases de Tacubaya propiciaron 4 Costeloe, “Generals versus Politicians: Santa Anna and the 1842 Congressional Elections in Mexico”; Noriega Elfo, El Constituyente de 1842, pp. 52-76. 5 Santa Anna, Manifiesto del Exmo. Sr. Benemérito de la Patria y Presidente Constitu- cional de la Reptiblica D. Antonio Lépez de Santa Anna, 1844, p. 11. 6 Citado en Bustamante, Apuntes para la historia de! gobierno del general don Antonio Lopez de Santa Anna, p. 2. 7 Tornel, Memoria del secretario de estado y del despacho de guerra y marina. . 1844, p. 6 ‘Veéase también Bocanegra, Memorias para la historia de México, 3, pp. 15, 17. las condiciones pacificas que posibilitaron la redaccién de una constitucién pragmatica y liberal que reflejase las costumbres de la nacién (después de la disolucin del Congreso de 1842). Como destacé Santa Anna el 13 de junio de 1843, durante la inauguracin de esta Constituci6n, se trataba de una Carta que facilitaba las elecciones populares, otorgaba orden y garantizaba los derechos del pueblo. Prestaba atencién a las costumbres del pais; toma ba en cuenta las lecciones de los experimentos constitucionales anteriores que habjan perdurado; y si bien garantizaba la separaci6n de los distintos poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), daba al primero los recursos ne- cesarios para aplicar una “mano enérgica” en nombre del progreso.* Las Bases Orgénicas consolidaron una repdblica centralista, lo cual era congruente con la postura politica santanista desde 1834. Aunque San- ta Anna habfa permanecido ambivalente respecto de la adopci6n de sus colegas de la causa centralista a mediados de la década de 1830, para 1841 habia llegado a aceptar sus ideas. En sus propias palabras: “Esta bien que una nacién compuesta de partes heterogéneas y débiles se confedere para hacer un todo fuerte; pero que un cuerpo fuerte y homogéneo se divida para hacer muchos miembros débiles, es una inversién de los principios més simples”. Como su gobierno emprendié las importantes tareas de la reconquista de Texas y el combate a la revuelta secesionista en Yucatén (1840-1843), Santa Anna subrayé que “no pueden existir entre nosotros intereses locales contrarios al interés general [de la nacién]”. Consciente de la creciente amenaza que planteaba Estados Unidos, al final se convir- tid en un fiel centralista, convencido de que un sélido frente unido era la tinica forma de sobrevivir a los horrores de una guerra contra el coloso del norte. Su centralismo en 1841-1844 coincidié asimismo con un. periodo en que los santanistas ejercian el poder. Los ministros principales, de Guerra y Hacienda, también eran veracruzanos? La Carta de 1843 suscribié la divisién de poderes comtin, y disolvid el cuarto poder (el Supremo Poder Conservador) creado en la Constituci6n ® Tornel, Memoria... 1844, p. 8; Santa Anna, Discurso pronunciado por el Exmo. Sr. Presidente Provisional, General Antonio Lépez de Santa Anna, el 13 de junio de 1843, repro- ducido en Bocanegra, Memorias para la historia de México, 3, pp. 123-127. Véase asimismo Fowler, “El presidencialismo en México”, en Fowler (ed.), Presidentes mexicanos, 1, p. 16. 9 Santa Anna, Manifiesto del Exmo. Sr. Benemérito de la Patria, pp. 9-10. 284

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