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7 GLOBALIZACION, IMPERIALISMO Y CLASE SOCIAL JOHN SAXE-FERNANDEZ JAMES PETRAS HENRY VELTMEYER OMAR NUNEZ Direceién editorial: Sela Sierra ‘Supervsin: Pablo Valle CCoordinacin grética: Lorenzo Flearelli Diagrams: Coal Iraguirre 1. reimpresién ISBN: 987-00-00908 sons gmdate a Soha te preg von monn caler comer ete tno ininit comps nace tenet a as Sams ence ptr ce ge Yen momento que eat 0 clin 0 proton medina, in : ‘seit del etn Pareles medios, sin el Peso previo y por © Eatora! Distrituidora Lumen SRL, 2001, 674, (COSSABF) Buenos Aires, Replica As ica Argentina lias rotaivas) Fox (54-11) 4375-0453 O DE EDICISN ane 7 IGENTINA, i nse Ts ili 0 et cn 1. Introduceién. Globalizacién,regionalizacién y crisis capitalist. John Saxe-Ferndnde .... 2. La globalizaci6n: un andlisis crtico. James Petras 3. Globalizacién e imperialismo: la transferencia de excedentes de América latina, John Saxe-Ferndndez y Omar Nitiez Rodriguez... af 4, América latina-Estados Unidos en la posguerrafria: apuntes estratégicos preliminares. John Saxe-Fernéndes .. 5. América latina: capitalismo a fines de milenio. James Petras y Henry Veltmeyer ... 6. Ciclos de industrializacién y desindustrializaci6n: tuna lectura desde Hamilton. John Saxe-Ferndndez 7. Neoliberalismo y TLC: hacia ciclos de guerra civil? John Saxe-Fernéindez 8. Mexamérica: la dialéctica entre la macto y tmicrorregionalizaciGn. John Saxe-Ferndndez .. 9. La revoluci6n informatica, la globalizacién y ‘otras fibulas imperiales. James Petras... +++ 1. Introduccién. Globalizacién, regionalizacién y crisis capitalista John Saxe-Fernndez I. La globalizacién y el imperialismo en el Seminario de Teoria del Desarrollo Desde el Seminario de Teoria del Desarrollo del Instituto de Inves- tigaciones Econémicas (IIEc) de la Universidad Nacional Autonoma de México, UNAM, se ha venido realizando una evaluacién sisteméti- ca de los instrumentos conceptuales y explicativos en boga, presentes en la discusi6n ¢ interpretacién del marco de referencia internacional de poder politico y econdmico, y sus relaciones e interrelaciones con Ja situaci6n nacional y regional. La actividad ha sido continua, por medio de una programacién de talleres semanales y seminarios men- suales, en los que han participado especialistas que han ofrecido importantes contribuciones a la tematica, entre quienes menciono a Ja- mes Petras, Arturo Guillén, Arthur Vidich, Fernando Carmona, Ifigenia Martinez, Jeff Faux, José L. Calva, Arturo Ortiz Wadgymar, Larry Car- ney, M.° Cristina Rosas G., Arturo Huerta, Benito Rey Romay, Grahamme Thompson, Josefina Morales, Richard Barnet, Carlos Vilas, Arthur MacEwan, Theotonio Dos Santos, Michael T. Klare, Arturo Bo- nilla, Michael Tanzer, Manuel Cervera, Jim Roschlim, Genoveva Rol- dan, Maria T. Rodriguez, Sarahf Angeles, Sergio Suarez, Horacio Ce- tutti, Emilio Krieger, Jaime Estay, Francisco Mieres y Pablo Gonzdlez Casanova, A lo largo de seis afios, la interlocucién con este cuerpo de investigadores e investigadoras ha jugado un papel de peso en el desa- Trollo de los trabajos contenidos en este libro, pero las propuestas aqui Planteadas, los supuestos tedrico-conceptuales, amarres internos, opi- niones, sustento empftico y errores son exclusiva responsabilidad nues- ta. En la produccién del volumen, participaron de manera notable los estudiantes de licenciatura y posgrado de las Facultades de Ciencias Politicas, Economia y Filosofia y Letras, becarios del Proyecto sobre Territorializacién de la Inversién Extranjera Directa que se realiza en el STD, asf como el personal de apoyo administrativo e informitico del - Diego Bunge Vivier revisé conmigo la traduccién de los. textos de 7 Jon Saxe-Fermindes-y James Petras ; ver silvia Trueba transcriDi6 Varios textos mig, cue ee un continuo sistent, fecane! y Roberto ie aporté multiples sugere™ as bibliograt pee merograficas Y el cee, so a bancos de datos. A todos ellos, y de manera peeial la Dire. cién del IIc y a fa Direcci6n General de Apoyo al Personal Acagey co (DGAPA) de Ia UNAM, nuestro agradecimiento, pesde 1993 y por invitacién del entonees director del IEc, Beitg Rey Romay —una hospitalidad que fue renovada por la directora Al, we iron_. asumi la coordinaci6n del STD para dar continuidad ax investigaciones © intensidad a las tareas docentes, como parte de] svnerro desplegado desde su fundacién por Femando Carmona y ‘Alonso Aguilar hace treinta afios, encaminado a estimular una refle xién critica y cientfficamente fundamentada, sobre temas vinculados ton el poder y las contradicciones del capital, y de manera particular aquellos aspectos relacionados con la intemacionalizacién econémica que, como parte de un complejo proceso multisecular, se ha venido re- gistrando a lo largo del perfodo posrenacentista. La atencién del STD se centra en sus efectos sobre nuestras naciones, sometidas a lo largo de estos cinco siglos a una continua explotaci6n como drea tributaria, ya fuera por parte de potencias europeas durante la etapa colonial, ode los Estados Unidos de Norteamérica en la era de la “independencia”. Esa explotacién y transferencia de excedentes siempre la realizaron las Potencias imperiales, en estrecha relacién con las oligarquizantes ¢ igualmente depredadoras estructuras de poder de América latina. Si bien, en el transcurso de una larga relacién personal y profe nal con James Petras, el tema de la dominacién nacional e interaeio™ nal ha Sido recurrente en nuestras discusiones y trabajos, lo qe mis me ha impulsado a elaborar y presentar este volumen con él ha silos? Consistente endoso a la causa de la liberacién humana y su #peg0 *!°S referentes empticos a los que apuntan conceptos y cuctPOS capt For game el fendmeno imperalisa y el reerudecimiento el me historogricam anifestacion de “par americana” 0, Si s° Og tor al estudio de lag clic tan e importancia que te Jo, a¥° observa en la dindmica ee bed y ala centralidad del poset ra frit. Es un amigo otomica, politica y estratégica Ge ods 180 y colega poco inclinado a hacer suyss si0- “te6ri gana Ex tuo a cial. | nuest nudo Las unm mas nati datos encat tido : yeli instit vinet que | gaci¢ com mo i pact: las v el cc inter lara Ia sc mén na p laci del dam 20 p hem 1 En, el pre nizac le ck Mit ae — Globalizacién, imperialismo y clase social “ye6rico-conceptuales” Y olfos oportunismos que continuamente pla- ~ gan a las comunidades académicas del centro y de la periferia. ___ Existe otro elemento que explica estas coincidencias: el endoso mu- ~ tuo a las normas y aspiraciones de la tradicién clasica de Ia ciencia so- cial. Una de ellas, el uso piblico de la raz6n. La otra, consiste en que ‘nuestras preocupaciones no se han centrado en la especulacién, a me- nudo de corte ideolégico y sin referencia a lo que ocurre en el mundo. Las reflexiones las hemos hecho desde propuestas dirigidas a ofrecer un marco de referencia hist6ricamente fundamentado sobre los proble- _ mas intelectuales acerca de asuntos sociales concretos, y de las alter- nativas y resolucién de esos problemas por medio del anélisis de los datos. Estimo, y en esto coincido con Arthur Vidich, que los esfuerzos encaminados al desarrollo y la critica conceptual y te6rica tienen sen- tido sdlo cuando iluminan las caracterfsticas especfficas, los origenes y-el fmpetu que da impulso a ciertas expresiones particulares de corte institucional, mostrando cémo estas instituciones dan forma y estén inculadas al orden social como un todo. E! principal objetivo de lo que hoy concebimos como un trabajo “clasico” siempre fue la investi- gacién de los fenémenos sociales, politicos y econémicos concretos, - como la declinacién de la sociedad feudal, el surgimiento del capitalis- mo industrial, el crecimiento de las instituciones burocraticas, los im- pactos del avance tecnolégico sobre las relaciones obrero-patronales, Jas vinculaciones entre el Estado y las grandes empresas monopélicas, el conflicto intercapitalista, los precipitantes de guerra —civil, étnica, inter-estatal, regional o global—, la formacién del yo y los efectos de Ja racionalizacién de la vida moderna en los fundamentos morales de Ia sociedad,! Es a partir de lo que esté ocurriendo en el mundo feno- ménico como puede determinarse Ia viabilidad o inviabilidad de algu- ‘a postura te6rico-metodolégica. La decisién de ampliar una manipu- lacién anticiclica, ya sea por la via del gasto piiblico, civil o militar, 0 del algtin programa de créditos a los impuestos en inversién, no se fun- damenta en cuerpos axiomAtico-deductivos sino en un continuo esfuer- 20 para aprehender Ja realidad e incidir en ella, muchas veces —asi lo hemos Ilegado a proponer— por medio de una “‘suspensién fenomeno- Bin esto y fo que sigue he ampliado las reflexiones planteadas por Arthur Vidich y R. Jackal en. ¢l prefacio a una coleccién de trabajos sobre temas como Ia propaganda, a burocracia, la urba- _ Rizacién, tas nuevas clases medias y los movimientos sociales. “Series Preface”, The New Mic 4e Classes, Arthur J. Vidich, editor, Nueva York y Londres, New York University Press and Mac- John Saxe-Fernéndez y James Petras reisamente par que 18 “Mae Lrg” yyy Frren u obstaculicen nuestra comprensién de i, realy e"®*Plag idades ex “APlicatiyo. ©P una apr” l6gica”. no deshiswtrir de ello se retoman conceptos y Aparato, acm una perspectiva critica y mas aguda, cimentada Kimacion empirica, sobre las ventaas 0 limitaciones de gga . teorias. Por ejemplo, zqué tan relevantes 0 vacios de Contenido Y tan los supuestos de la sintesis neoclisica en un Contexto globay a do por colapsos de Ios mercados y por crecientes riesgos de desborge miento deflacionario? Que significa esto para América jigs programas econémicos aplicados en la regiGn desde Washingtos, Ios medio de instumentospodeross de preyeccion de poder mato Pi como el Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Intemacion (FMD, la Reserva Federal o el Banco Interamericano de Desert : (ID)? {Es la recesin una manifestacién del funcionamiento fice : tede los mercados? Después del colapso de la Unidn Sovieiin” 2 ave persist el insitado despiegue de bases navales, ames tes de Estados Unidos en Europa, Asia y América latina? tt La historia de los tltimos doscientos aiios av; servaci6n de Karl Polanyi? de que los mercado: politico que los regule, los equilibre y los legiti lapsan. La ausencia de la reflexign histérica y cién empfrica, tan generalizados, son inexcusables, especialmente en momentos criticos como los que se observan al dar inicio un nuevo st Blo y un nuevo milenio. Como bien lo planteé Vidich en un ensayo pre- sentado al STD y publicado en Problemas del Desarrollo. el principal azo difusor del IEc, en el que discute la obra de los lisicos. es no me de ellos creyé que los “modelos te6ricos” de las ~-- Pudieran ser utilizados como una aproximacién s problemas del mundo real, 0 como un sustituto co de ste. Para ellos los conceptos, construccio- ¥ Vocabularios especializados eran herramientas 1 mundo empirico; no propiamente respue a . is re en evolucién presentados por un mundo cam| * I. cas an, Stseton, ademds, que serfa necesario eer sores de tal forme i, académicos revisaran las ideas de sus p! qe lacerlas relevantes bajo nuevas condiciones ala plenamente la ob. 's, Sin un marco socio. ime, invariablemente co- el desdén a la investige Para el estudio empiri Nes te6ricas, sistemas utiles en el estudio dei —— Refleriénese Karl Po Hany La gran ransformacién, México, Juan Pablos, 1977. — volvian Ia idea Smith do que némica Alr Bagi, | para col dicione o “mira cial ent al camy aunque Por! lumen ¢ vencion en las d demism sido tan abandot cualqui actual, dament démica. sugeren cién del de las si continui de pode oftece g ¥ con ci enel qu la super tas inter = ~ Arthur v Global yolvfan inapropiadas las teorias anteriores. Por ejemplo, Al respecto, conviene dejar clar ° cial en todas las culturas han aplica al campo observable: han visto al, lumen de cara —y en contraste con: sido tan dominantes como la ampu' démica. Lanzamos miradas hacia sugerentes y sostenidas desde una cién del pasado. La comparacién hi ‘2 de nuestros dias”, trabajo presentado al Semi 1995, pp. 35.65. jirada”. Segtin Bagi: “Los hombres que han pensado sobre lo so- 4 Sergio Bagi, Tiempo, realidad social y conocimiento, México, lizacién, imperiatismo y clase social eS Ia idea de un sistema de libre mercado —tal coma el desert spor Adan Smith—, no funcionarfa y no podrfa ser aplicado sin aml do que ya habfa sido contradicho F istorii ¥ a si por las realid; s - nmica de los ttimos doscientos aos” hMtona eco rito por Adam bigiiedades da- ‘0 que, como Io ha planteado Sergio Bagti, Ia mera “observacién” no garantiza ni es condici6n suficiente para constituir un discurso tedrico, porque se requiere indagar las con- diciones y el papel que juegan las ideas que preexisten a la observa n ido siempre sus propias limitaciones gO, y otras cosas no las han visto, aunque estuvieran frente a sus ojos a la luz del dia." Por lo tanto, es necesario colocar los trabajos contenidos en este vo- 1— al contexto de la “sabiduria con- vencional”, de las nociones y del discurso e ideologias prevalecientes en las dos tiltimas décadas del siglo XX, y entre ellos el del “postmo- demismo”, el llamado “neoliberalismo” y la “globalizacién”, que han tacién de la memoria histérica y el abandono de conceptos ¢ instrumentos de investigacién esenciales:en cualquier diagnéstico de la condicion socio-politica y econémica actual, como el imperialismo y el andlisis de clase, frivola o interesa- damente aceptado por segmentos significativos de la comunidad aca- el futuro, pero son breves y sdlo constante y permanente ausculta- st6rica, que incluye la explicitacién de las similitudes y de las diferencias, de las continuidades y de las dis- continuidades de diversas constelaciones nacionales ¢ internacionales de poder, no sélo es metodolégicamente adecuada, sino que también ofrece alguna suerte de garantia para analizar, con ojos mas objetivos y con cierto, aunque perentorio, distanciamiento, el Iguazii de eventos en el que estamos inmersos y sometidos en nuestra corta estadia sobre la superficie de este planeta. ‘Ademés, y como un reforzamiento de es- tas intenciones, reitero que ninguno de los autores de estos trabajos 3 Arthur Vidich, “Hacia un acercamiento racional de la irracionalidad. Teoria social y econémi- ‘nario de Teorfa del Desarrollo, Ic, publicado em Problemae del Desarrollo, Vol 26, nim. 103, México, IIEc / UNAM, octubre-diciembre de jo XX1, 1988, p. 46. n Jolin Saxe-Ferndndez y James Petras i stg AE Seen ge suscribe el dictado parsoniano (que no es mas que una mala Lectura de Weber) del "Thou shall not make value judgement” (No harés juicing de valor: consideramos que la salud es mejor que la enfermedad, Ig paz es més deseable que Ia guerra, y el derecho a la libre autodeterm. nacién y al desarrollo nacional es superior a la supeditacién y tos die. tados del exterior, Recuerdo que, en la Divina Comedia, Dante reseryg el lugar mas caliente del Infierno a “aquellos que mantuvieron su ney, tralidad en tiempos de crisis moral”. IL. La crisis econémica y las contradicciones del capital Enel sentido més amplio posible, es necesario inscribir las reflexig. nes contenidas en este volumen no sélo en el contexto del poder del ca, pital sino también en medio de un continuo juego de contradicciones existentes. Lo que ha venido ocurriendo en ia dindmica econémica y, mds que ello, en la experiencia civilitatoria, es “un sintoma inequivo- co de que la crisis capitalista ha ingresado a un estadio cualitativamen- te nuevo” y que de todo esto sélo puede anticiparse un largo periodo de continuas crisis en los Paises Capitalistas Avanzados (PCA), con se- veras manifestaciones en economfas altamente vulnerabilizadas a los chogues extemnos, como las de América latina.5 Los desequilibrios que est generando el actual proceso de internacionalizacién econdmica son peligrosos. Ya es cuantioso el ntimero de advertencias sobre esta situacién, provenientes de los mas diversos Angulos y posiciones ideo- l6gicas y de poder. La experiencia hist6rica indica que, si hemos de periodizar lo que ha estado ocurriendo, tendremos que remontarnos por lo menos a hice unos 25 aflos, a principios de los setenta. El problema era y sigue sie™ do més serio, mds profundo y estructural de lo que oficialmente seco" templ6. Al revisar lo ocurrido desde 1973 a la fecha, un escenario T Pleto de los sintomas cotidianos de la crisis, como los amagos 4€ aa TuPciones en el proceso de produccién y en el proceso de acumulaciés de capital, en quiebras, pénicos financieros semanales, aumen'o mesurado del desempleo y subempleo, en la polarizacisn del ingreso $ Kolko, ibidem, a en Ia kouts culm ral de Es de po incer in man¢ paise realiz atenc bles : clima los c sea ld capiti de pr E toda | like s te fur evolu Li cfrcul tticto situac Secto de pr gadu Ta see dos p glo X Sram 7 Esa Thor a Globalizacién, imperialismo y clase social en In agudizacién de las luchas de clase, huelgas, paros obreros, loc- kouts, hemos advertido que “... no se trata de una simple crisis como culminacién de algtin ¢ iclo de intercambio, sino de una crisis estructu- ral del sistema capitalista”.6 Esto quiere decir que, desde la década de 1970, agotado el “boom” de posguerra, el capitalismo entré en una etapa histérica signada por la incertidumbre en el medio ambiente en que opera: incertidumbres en la disponibilidad de crédito y en el nivel de la de- manda esperada; incertidumbre en la estabilidad de los gobiernos de pafses extranjeros desde los que se hace la extraccién de recursos 0 se realizan tareas de produccién bisica. El punto al que trato de lamar la atenci6n es que, en palabras de David Gordon, “... cuanto més inesta- bles sean (los) elementos econémicos, politicos y sociales dentro del clima general que afecta a la acumulacién, menos probable sera que italistas acumulen a través de la produccién, Mientras mayor sea la estabilidad de! medio ambiente social, sera mds probable que los capitalistas respondan a su ‘hambre lobuna’ de acumulacién tratando de producir la mayor plusvalia posible”? Es en este “medio ambiente social” donde se instala hoy en dia, con toda fuerza, la tendencia a la especulacién 0, si se prefiere, el Busines- like sabotage observado en lo pasado por Thorstein Veblen, como par- te fundamental del accionar del capital financiero, en sus andlisis de la evolucién capitalista de Estados Unidos después de ta Guerra Civil 8 La inestabilidad del medio ambiente estratégico y social induce un cfrculo complejo y vicioso de fenémenos y causaciones. En sentido es- tricto, no estabamos inmersos en 1973 en otra crisis ciclica sino en una situacién energético-coyuntural, que actuaba y actia como una crisis sectorial que forma parte de una crisis de todo el orden de posguerra, de proporciones quiz4 comparable —pero ciertamente de mayor enver- gadura, que incluso se remonta al inicio mismo de! capitalismo— con la secuela de recesiones, depresiones, mutaciones y disturbios desata- dos por el capitalismo victoriano desde el decenio de los setenta del si- glo XIX, que finalmente desembocé en Ia Primera Guerra Mundial. © John Saxc-Fernéndez, Peinileo y estrategia, México, Siglo XX1, 1980, p. 69. 7 Estados Unidos: Perspectivalatinoamericana, #7, Primer semestre. México, CIDE, 1980, p. 23. "Thorstein Veblen, Teoria de la empresa de negocios, Buenos Aires, Eudeba, 1965. 5) sn ave Ferner y Jomes Petras Jot S puraes”, el 1t80 period de expanyig ye sigui6 a la Segunda Guerra Mungja) econsmica ¥ Hateral de regulaciOn comercial y monet, a habia entrado en tina zona de turbuleng dié alo largo de la década de log ont EI disparo inflacionario que se observa en los af, ta simente con continuas dificultades en la anys” etenta ocwmgiiticas nacionales y el impacto conjunto, tanto de fa en cin de las Pr “crisis energética”, como de la prolongada guerra qe eel fulminante incremento de 0s precios del petrsteg er 1973 y de nueva cuenta en 1979, Es decir que hoy, con mas intensidad que a finales de los setenta, vivimos “... en medio de una crisis de proporciones mundiales... Toga, trisis implica una agudizacién de luchas y un reacomodo de fuerzas, Dicho de otro modo, toda crisis supone una ‘concentracién de contra. dicciones’ nacionales y de clase, politicas y econémicas, ideolégicas y represivas...”®. e se exten G6 los noventa. Setenta ocurre paralel La crisis econémica no slo repercutié en la interaccién contradic. toria de fuerzas dentro de las esferas de produccién y de circulacién, sino que también los reveses en el proceso material del capitalismo in. ducen cambios de largo alcance en el contexto politico y social en el cual la lucha de clases ocurre, tanto en las formaciones sociales del centro como en las de la periferia.!0 Estoy haciendo referencia a la de- saceleracién del crecimiento global observado al inicio de los setenta; al crecimiento de la deuda piiblica de los paises capitalistas avanzados, a la hipertrofia financiera; a la “financierizacion” de las grandes em Presas; la super-explotaci6n de la periferia y el desate de mecanismos de depredacién,!! 9 Pablo Gonzél lez Casanova, “La . . Jemento Unomésuno, 8 de diciembre de 1979, reat su diate, ling Ses, AP Capitals Reseach er “Teansnationalizaion and the Devlonmet Eetmonis, Ueno Onan. og Ottawa, Faculty of Social Scenes, D® Cf. Jorge Beinsei Bi nusc feos aay a larga crisis de la economia global, Buenos Aires, Comsil T. ns lulo 3, “Dinémica de la crisis una puntual descrpcion dey urs y crativo estudio ce nn” aue ha sido sometida América latins efexione saqueo de América latina, Senge? Sean, Deuda externa, neoliberalismo y slob * Santiago de Chile, LOM Ediciones Universal At 4 imperialismo y clase social las i i ia i" desestabitnaeuttades domésticas, las presiones inflacio- a yn ae ' i lad econémica general, el aparato financiero y corpora ‘0S instrumentos disponibles para permitir la am- pncise de oportunidades intemacionales para la inversi6n y el comer- La banca internacional dio inicio asf a una oleada de préstamos @ los paises del tercer mundo, reciclando los inmensos depésitos de los pafses exportadores de petréleo (los petrodélares). Floreci6 el merca- do europeo de délares, y la tendencia a la especulacién con los “euro- délares” fue percibida en Washington como un ataque contra el d6lar. Ciertamente lo fue. Junto con el descontrol de las tasas de cambio, se aceleré la interacionalizacién de los mercados financieros. La volati- lidad de los mercados monetarios no amainé sino hasta finales de los setenta, con el arranque del Sistema Monetario Europeo, y durante los ochenta con Acuerdos Louvre Plaza.!2 Desde la gran crisis de los setenta, que se prolonga hasta el fin de siglo e inicios de un nuevo milenio, arrancan procesos que alimentarén las potencialidades para la divisién del mundo en tres grandes bloques que ademds son zonas monetarias: la del délar, la del marco —sustitui- do ya por una moneda europea, el euro, que desde la perspectiva de Washington se observa como un potencial y problemético retador he- geménico— y Ia del yen.'3 La rivalidad inter-capitalista ocurre en el antes mencionado proceso de desaceleracién del crecimiento global. Segiin datos del FMI y el BM, la tasa de variacién anual del Producto Bruto Mundial alcanz6 un promedio del orden del 4,5 % entre 1970 y 1979, descendié al 3,4 % entre 1980 y 1989 y al 2,9 % entre 1990 y 1999.1 La tendencia descendente se fue imponiendo en el largo plazo, independientemente de euforias, depresiones, y de la aplicacién de di- versas medidas. Analizando este largo proceso desde la perspectiva de 1996, el ana- lista belga Gerard de Seylis sintetiz6 el asunto ast: 12 £1 regimen de libre flotacién monetaria fue sometido a una regulacién parcial por medio del Sistema Monetario Europeo y posteriormente en los acuerdos Louvre Plaza entre los integrantes del G7 en 1985 y 1987. El objetivo fue estabilizar el valor del d6lar estadounidense frente a las otras monedas, permitiéndose las “intervenci ynes” para normar, por medio de Jos bancos cen- trales, las tasae de cambio, Pero la tendencia hacia la volatlidad permanece a pesar de estos ind le fo 13 Consa ‘erica, Japan, Germany and the Struggle for Constiltese Jeffrey E. Garten, A Cold Peace: America, Japa Supremacy, A Twentieth Century Fund Book, Nueva York, Random House, 1993, p, 182, 14 Estas cifras son ofrecidas en el estudio de Beinstcin, op cits ps 6. 15 reamnee yen ris i toe det capitalismo. Ya levamos 23 atios de crisis, Cy 2% log al die sigiv.. Primero se r fe debia al Hamad SUM cuartg eed trofero’ de 1973. Se hablo entonces de ‘crisis pasajera ¥ cphoaue i a juntural, Los gobiemos y los industriales de los paises q teica’, og, founa Amencaron salir de ella acudiendo a los procesos habituale doy fee para Ia exportaci6n, apoyo al crédito, restructuraciones, a SUbsidigg euiand competitivas... en vano... Siguié la crisis."15 » f2Valuaciones ea pet Asi, entonces, desde los setenta, el sistema intemnacionay de iy resis ciones econdmicas y politico-militares ingres6 a un estadig € interac, las estr afecté a nivel estructural los fundamentos de la pax ane Critica que set cho mas que eso, del medio ambiente global requerido pee Ys mu. = ae lacién, porque se trata de la crisis del “orden” internacional pac oes fa Segunda Guerra Mundial. A partir de entonces se ensay, Poser ae Pie cetarios conocidos para establecer algdn margen de manejo dees — sis. Pero fracasaron uno tras otro: mientras se deterioraba de do, tle constante la participacién de las empresas multinacionales cma templai denses en el aparato productivo internacional —algo que empan, Pansié manifestarse en abultados déficits comerciales—, se fue conereant anes un vigoroso resurgimiento econmico por parte de Europa y Japin,en ae lo que podriamos calificar como una palpable y creciente “simetra de tae econémica” entre los PCA y sus grandes firmas, lo que también car meat Iev6 una mayor competitividad y rivalidad inter-capitalista que en al- control gunos momentos se ha acercado, peligrosamente, a la guerra econémi- es, has ca. Analizando los informes anuales de Fortune sobre el comport- sién. L miento de las cincuenta principales empresas productivas a nivel mun- planead dial (medidas en términos de su nivel de ventas y no de sus ganancias), nales y Bergesen y Fernandez han ofrecido una de las més nitidas descripci- Los nes sobre la creciente participacién de las empresas europeas y j8p" nomia j sas en el aparato productivo mundial, desde 1959 hasta 1995. Lar eu ata de wn ae se cen es Lge Soi “Imveatpcisn mundial: El proceso de priv 3 doe ae I6-Alte Be iempos”, Proceso, nim. 1024, México, 17 de junio de 1996, p. es nos ae a ao aay Roberto Ferndndez, “;Quién posce las 500 empress Se weno eee: pa ee Sie Feralas, compiladar, Grobe

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