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LA BASE RELIGIOSA DE LA IGUALDAD DE LAS RAZAS por ABRAHAM J. HESCHEL EI presente articulo fue extrafda del United Synagogue Review, Verano 1963. Traduccién del inglés por Gerardo W. Spielmann. Secerdotes norteamericanos de todas las religiones se han leventado para combatir Ia Ghertminuclén racial, Durante el Congreso Nacional Sobre Religidm y Raza, que s¢ Hovde cubo en Chigago et invierno pasado, altos dirigentes catdlicos, jndios ¥ Pre deatanter deliberaron intensamente sobre como puede la comunidad réligiors conducir to neha por ta igualdad racial, Los trabajos présentados en ta conferencia ban sido pu- blicados en forma dé libro. BL doctor Heschel fué el orador principal de la conferencia y sus palabras how adgqui> vido particular vigor ente La reciente evoluctén que tivo Inger en todo el pats, Pre- sentémos tina versién abreviada de su discurso. Los principales participantes de la primera conferencia sobre religién y raza fueron Faraén y Moisés. Moisés dijo estas palabras: “Asi dice el Sefior, Dios de Israel, deja que Mi pueblo se marche para que pueda celebrar una fiesta en Mi honor”. Replicé Faraén: ¢“Y¥ quién es el Sefior para que yo deba obedecer su mandamiento y deje que se marche el pueblo de Israel? No conozco al Sefior y, lo que es mas, n0 voy a permitir que el pueblo de Israel se marche”. . Esta reunién cumbre aun no ha concluido. Faraén no esta dispuesto a capitular, El éxodo comenz6 peto esta lejos de completarse. Realmente fue mas facil para los hijos de Israel atravesar el Mar Rojo que para un Negro cruzar los campamentos de ciertas universidades, Religion y raza. gCémo es concebible la mencién simultanea de estos dos conceptos? Actuar en el espiritu de Ja religién equivale a unir lo que estA sepatado, a recordar que la humanidad como un todo es el hijo amado de Dios TCT con espir radical equivale a separar, a cortar, a desmem- brar la carne de Ia humanidad viva. ¢Cémo podemos escuchar la palabra raza sin hacernos auto-rectiminaciones? EJ racismo es peor que Ja idolatria. El racismo es satanismo. Pocos de nosotros parecen comprender cuén insi- dioso, cudn extremo, cudn universal y maligno es el racismo. Pocos de nos- otros comprenden que el racismo es la amenaza mas grave del hombre con- tra el hombre, el maximo de odio por un minimo de razén, el maximo de crueldad por un minimo de razonamiento. Quiz esta conferencia debia haberse titulado Religion o Raza. No es posible adorar ‘el Dios de Abraham y, al mismo tiempo, mirar al hombre como si fuese caballo. 34 MAS'SHAVOT Poco antes de morir, Moisés dijo a su pueblo: “Liamo al cielo yala - tierra para que den testimonio de este dia: He puesto delante de ustedes vida y muerte, bendicién y maldicién. Elegid la vida.” La finalidad de esta conferencia reside primeramente en especificar claramente la alternativa. Tomo el cielo y a la tierra de testigos contra vosotros. He presentado ante vosotros a religién y raza, vida y muerte, bendicién y maldicién. Elegid la vida, El prejuicio racial es una pérfida negacién de la existencia de Dios, La fe en Dios no es simplemente una péliza de seguro contra lo que venga después de la vida. La intolerancia racial o teligiosa debe ser reconocida como lo que es: ateismo. : Hay varios factores que distinguen al hombre de todos los seres creados ~ .en seis dias. La Biblia no di i planta o el animal”; dice, “Y Dios creé diferentes clases de plantas y diferentes clases de animales”. En conspicuo contraste no dice, “DOM cre HiME EMT ae bees, hom. “bres de diferentes colores y razas”; sino proclama: “Dios creé un solo 3 hombre”. De un solo hombre descienden todos los hombres. La cualidad redentora del hombre esti en su habilidad de intuir su parentesco con todos Jos hombres. Sin embargo, existe un veneno mortifero que irrita nuestra vista, haciéndonos ver Jo general de la raza y no lo singular “del rostro humano. La pigmentaciéa es lo que cuenta, El Negro es un ex- trafio para muchas almas, Hay gente en nuestro pais cuya sensibilidad * moral sufre un apagén cuando se enfrentan con el predicamento del hom- bre negro. i Cuando nos referimos al Negro debemos igualmente tener presente los suftimientos de todos los individuos que pertenecen a minorias raciales, re- ligiosas, étnicas o culturales. Esta conferencia deberia dedicarse no sdlo al problema del Negro sino también al problema del hombre blanco, no sdlo al sufrimiento de la gente de color, sino también a la situacién de la gente blanca, a la curacién de una enfermedad que afecta a la substancia espiritual y_a la condicién de cada uno de nosotros. Lo que necesitamos es una Aso- ciacién Nacional para el Progreso de la Gente Blanca (N. del T.: En ana- logia con la N.A.A.C.P., la Asociacién Nacional para el Progreso de la Gente de Color). i 1 _prejuicio no pueden morar en el mismo corazén. La adoracién sin la compasién €s mas que un auto-engaiio; De ahi que el problema no reside unicamente en como hacer ia al Ne- gto, sino también en cémo terminar con la profanacién del nombre de Dios al deshonrar el nombre del Negro. Hace un siglo fue proclamada la emancipacién de los esclavos. Ya es tiempo de que el hombre blanco logre su emancipacién propia, que se libere de la intolerancia, que deje de ser un esclayo del desprecio de todos. Hay una forma de opresién que es més dolorosa y més hiriente que la lesién corporal o la privacién econémica. Es la humillacién publica. Lo LA BASE RELIGIOSA DE LA IGUALDAD DE LAS RAZAS 35, que aflige a mi conciencia es que mi cara (sucede que mi piel no es morena), en vez de irradiar la semejanza de Dios se ha tornado en semblanza de vana soberbia y aitivez. Se justifique o no, yo, el hombre blanco, me he convertido, a Ios ojos de Jos demds, en un simbolo de arrogancia y pre- suncién ofendiendo a otros seres humanos, hiriendo su orgullo, hasta sin querer hacerlo, Mi sola presencia inflige insulto. Mi coraz6n tiembla cuando pienso en la angustia, los suspiros, las silen- ciosas lagrimas derramadas de noche en las atestadas moradas de los barrios escudlidos de nuestras grandes ciudades, los tormentos de Ja desesperacidn, el rebosante cAliz de la humillacién. Dios no perdona fos pecados que se co- meten contra los hombres. Antes de pedir el perdén divino debemos supli- car que nos perdonen aquellos que han sido agraviados por nuestra sociedad. {Cudnto tiempo seguiré tolerando y hasta participando en actos en que se aturde y ofende a seres humanos, en restaurantes y hoteles, en autobuses y en parques, en agencias de empleo, escuelas publicas y universidades? Deje- mos de ser apologéticos, cautos, timidos. La tensién y lucha entre las razas es al mismo tiempo pecado y castigo. EI sufrimiento del Negro, las areas azotadas de nuestras grandes ciudades, el elevado indice de delincuencia y enfermedad, jno son acaso el fruto de nuestros pecados? Ya sea por la negli- gencia o pot el silencio, todos hemos pasado a ser cémplices, ante el Dios de la piedad, de Ja injusticia cometida por hombres de nuestra nacion contra Jos Negros. Nuestras culpas son muchas. Hemos faltado a nuestro deber de exigir, insistir, retar y castigar. En las palabras de Thomas Jefferson: “Tiemblo por mi pais cuando reflexiono que Dios es justo.” Este no es un mundo del y para ef hombre blanco. Es el mundo de Dios. En este mundo no hay cabida para ningin hombre que intente subyugar a otto. Es tiempo que el hombre blanco se arrepienta. Hemos fallado al no usar los medios a nuestro alcance para educar los corazones y las mentes de los hombres, para identificarnos con los oprimidos. Pero el arrepentimiento es més que contricién y remordimiento por el daiio causado. El arrepentimiento significa una nueva comprensién, un nuevo Animo. También significa actuar. El universo esta creado. La obra maestra mas grande, que todavia no ha sido creada, que atin-esta siendo creada, es la historia. Dios necesita de la ayuda del hombre para realizar su gran plan. El hombre es y al mismo tiempo posee el instrumento de Dios, que puede o no usar en armonia con el gran plan. Dios necesita compasién, rectitud. Su misién no puede ser cumplida en los templos ni en el espacio, mas solamente en la historia y en el tiempo. fe en el dominio de Ja historia donde al hombre le ha sido impuesta la mision le Dios. No basta con que exhortemos al Gobierno. Lo que debemos hacer es dar un ejemplo, no solo admitir al Negro sino darle la bienvenida, no de mala gana sino con jibilo; debemos deleitarnos en posibilitarle disfrutar de lo que es suyo. Nuestra preocupacién no debe ser expresada simbdlicamente sino literalmente, no sdlo publicamente sino también en privado, no sdlo ocasionalmente sino regularmente. La educacién hacia Jas relaciones entre 36 MAIJ'SHAVOT Jos distintos &tupos debe constituir uno de los objetos principales de la educacién religiosa, tanto en Ios ciclos elementales como en los cursos para adultos. t EI interés por la dignidad del Negro tiene que set un dogma expreso de nuestras doctrinas. Quien ofende a un Negro, sea terrateniente 0 empleador, mozo o vendedora, es culpable de ofender la majestad de Dios. Ni el sacer- dote ni el lego tienen derecho de poner en tela de juicio el principio que afirma que el tespeto hacia Dios se manifiesta en el tespeto hacia los hom- bres, que nuestro temor de o} fender o lastimar a un ser humano debe ser tan _incondicional como nuestro temor de Dios, ‘Un acto de violencia es un acto de profanacién, La arrogancia hacia el hombre equivale a la blasfemia contra Dios. 3 En las palabras del profeta Amos: “Dejad que Ja justicia fluya como las “aguas, la rectitud y Ja probidad como un poderoso rio”, Un poderoso rig, simb6lico de un movimiento sin fin, embravecido, combatiente —como si Jos obstaculos tuvieran que ser arrastrados para que se haga justicia. Ninguna Toca es tan dura que el agua no puede perforarla. La justicia no es una mera forma, sino un reto a la lucha, una batalla sin descanso. La rectitud, tomada .como simple tributario que alimenta el inmenso rio de los intereses humanos, se consume facilmente y es abusada mas facilmente aun, Es que la rectitud fo es un hilo de agua: es el poderio de Dios en el mundo, un torrente, un impetuoso, leno de grande: je a su avance, este poderoso rio terminara por romper todos los diques. La gente parece coincidir en que la justicia es un principio, una norma, un ideal de Ja mayor importancia Todos insistimos en que deberia serlo —pero puede que tio lo sea—. Para los profetas, la justicia es mas que 4 una idea o una norma: Ia Justicia esté impregnada de la omnipotencia de Dios. jLo que debe ser, sera! La rectitud es un rio inmenso y poderoso porque su fuente inagotable : Dios,

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