«Quien llega primero, muele primero»:
prior tempore, potior iure*
El principio de prioridad en la Historia del Derecho
y en la dogmatica jurfdica
ANDREAS WACKE
Catedrdtico de Derecho romano y Derecho Civil,
Universidad de Kin
Immanuel Kant, el gran filésofo aleman, escribié en su obra prin-
cipal «Critica de la raz6n pura» la siguiente frase: «Es un viejo deseo,
que quizé alguna vez se realizard, el de que en vez de la infinita varie-
dad de leyes civiles se hallen finalmente sus principios. Pues sélo en
ello consiste el secreto para simplificar la legislaci6n» (1).
Una gran parte de los principios juridicos que yacen en la base de
las legislaciones nacionales han sido acufiados ya por los juristas
romanos y medievales en forma de proverbios latinos con finalidad
diddctica. Prior tempore, potior iure es uno de ellos, del cual nos
vamos a ocupar a continuacién.
I. DEREGLA CONVENCIONAL A REGLA JURIDICA
1. La preferencia del que llega primero es un principio de evi-
dente justicia que convence a todo nifio, Que nadie debe de pasar
delante se practica cotidianamente al hacer cola. Cualquiera que viaje
a Inglaterra puede comprobar el modo ejemplar en que los disciplina-
(*) Texto de una conferencia mantenida ante el Ilustre Colegio de los registrado-
res de la Propiedad de Madrid. Quisiera mostrar mi agradecimiento a mi colega y
amigo, el catedrdtico Dr. José Maria Miquel, por su ayuda con la traduccién al castella-
no.
(1) Kant, Kritik der reinen Vernunft (2." ed. alemana), p. 358; citado en el prélo-
g0 por Fragistas en su obra «Das Priventionsprinzip in der Zwangsvolistreckung>,
1931.38 Andreas Wacke
dos Britdnicos practican’el queuing up, o dicho de otro modo first
come first served. La idea de la prioridad no es solamente un manda-
miento evidente de la educacién 0 cortesia en la convivencia humana,
sino mas alld de esto una regla del tréfico observada en muchos
aspectos, y finalmente se afirma como una regla de Derecho que
domina en los mas diferentes Ambitos.
2. Como regla de tréfico rodado rige hoy en algunos pafses (por
ejemplo, en los Estados Unidos) y segun ésta goza de preferencia el
automévil que primero llegue al cruce. Un deber de espera en los
pasos estrechos establecian ya en el siglo xii los dos libros de Dere-
cho de habla alemana més importantes, el «Sachsenspiegel» (Espejo
de Sajonia, 1230), y el «Schwabenspiegel» (Espejo de Suabia, 1275)
de modo concordante: «Aquel carro que primero llegue al puente,
debe cruzarlo primero, sea que vaya cargado o vacfo.» A continuacién
se dice la sentencia proverbial: «Quien primero llegue al molino, debe
moler primero» (Wer zuerst kommt, mahlit zuerst).
La forma abreviada «Wer eher kommt, mahlt eher» se ha difundi-
do en casi todos los idiomas europeos. En latfn (por ej., con Erasmo
de Roterdam) se lee: «Qui primus venerit, primus molet» o «Primus
veniens primus molet»; en inglés, «Who first comes to the mill, first
grinds»; en francés, «Le premier av moulin engréne»; mas breve
«premier venu, premier moulu»; en italiano, «Chi primo arriva» (0
«chi @ primo al mulino) prima macina» (2).
El origen jurfdico consuetudinario de la regla de prioridad esté
conectado con la actividad de los molinos (un sector importante de la
historia técnica y econémica) (3), y precisamente con el desarrollo de
los molinos piblicos, que trabajaban mucho més racionalmente que
los privados mds pequefios y manipulados atin manualmente. Todos
los agricultores de una 0 mas aldeas como productores de grano eran
reunidos por la superioridad en un grupo de usuarios de los llamados
molinos obligatorios. La reglamentacién del uso segin el tiempo de
Negada al molino significa que no debjan existir ni privilegios ni
(2) Con respecto a un tratamiento més detallado de tos refranes juridicos citados,
véanse Sven B. Ek, «Den som kommer forst till kvarnen far forst mala», en Scripta
Minora Regiae Societ, Human, Litt. (Lund 1963-64 Nr. 1; sueco, con resiimen alemén,
pp. 60 y ss.); A. Foth, «Gelehrtes rémisch-kanon. Recht in deutschen Rechtssprichwor-
tern» (Tubingen, 1971), pp. 6, 186 y ss.; L. Rohrich, «Lexikon der sprichwortlichen
Redensarten (1973/1979), s. v. «mahlen»; Berger, «First in time is first in right»,
Nebraska Law Review, 64, 1985, pp. 349-388.
(3) Comp. A.-M. Dubler, Miller und Mihlen im alten Stat Luzern (Miinchen,
1978), W. Kleeberg, «Niedersiichsische Muhlengeschichte (Hannover, 1978), Werk-
miller, art. Mihlen(recht), in Erler/Kaufmann, «Handwérterbuch zur Deutschen
Rechtsgeschichte (-HRG)» vol. III (1980), pp. 716 y ss.; Schempf, «Rechtsgeschichte
und Volkskunde der Salzburger Mihlen», en Carlen, «Forschungen zur Rechtsarchio-
logie und Rechtlichen Volkskunde» vol. 7 (Ziirich, 1985), pp. 93-105.«Quien llega primero, muele primero»: prior tempore, potior iure 39
preinscripciones, sino que todo el mundo tenia que esperar hasta que
le tocara el turno. Segtin las ordenanzas de los molinos del siglo XVII
el personal de servicio (maestros y mozos) debian jurar que nadie
serfa preferido sino que permitirfan moler al que primero llegara. Esta
previsién era necesaria porque muchos clientes intentaban con propi-
nas procurarse preferencias.
En cuanto a los tiltimos sdlo necesitan paciencia para ver realiza-
do finalmente su derecho puede exigirseles que esperen. Si bien «el
que espera desespera», puede contentarsele con la esperanza de que el
turno riguroso hard bueno el proverbio «nunca es tarde si la dicha es
buena». La preferencia del primero es en esta medida s6lo una norma
de procedimiento, que sirve a la paz en la comunidad. En el Derecho
de Transportes actual los ferrocarriles estén obligados a expedir las
mercancias segtin el orden de recepcién. En el servicio de Teléfonos a
través de operadora las conferencias deben igualmente ser conectadas
segtin su orden. Este principio de orden significa al mismo tiempo un
tratamiento igual a los iguales, que es una exigencia fundamental de
la justicia.
3. Sin embargo, en tanto la cantidad disponible es limitada, se
modifica la funcién del principio de prioridad: «Quien primero viene,
primero tiene». Los ultimos o bien no obtienen nada o solamente el
resto. Quien no llega a su debido tiempo, que mire lo que quede. En
alemdn: «Wer nicht kommt zur rechten Zeit, der muss sehn, was iibrig
bleibt». En latin: «Iura vigilantibus, tarde venientibus ossa» (4); esto
es, los diligentes obtienen su derecho, los perezosos s6lo se Hevan los
huesos. También se puede decir: «A los tiltimos les muerden los
perros». El que llega el ultimo a la posada, debe contentarse con el
peor sitio. Esto es en italiano: «Chi arriva ultimo, male alloggia».
Para entrar en lugares publicos sin localidades reservadas, por
nes 0 espectdculos, se observa cotidianamente el mismo principio. De
acuerdo con la ultima reforma del Cédigo de Circulacién alemén
federal tiene prioridad para aparcar aquel automdvil que haya llegado
en primer lugar al hueco de aparcamiento.
En una enciclopedia juridica alemana del afio 1927, bajo la voz
«prioridad» se puede leer, que tal principio perteneceria a los dere-
chos més primitivos. Estarfa estrechamente emparentado al todavia
més primitivo y por otra parte esencialmente més brutal, derecho del
més fuerte, porque pondria el acento sdlo en el tiempo, sin considerar
medidas de valor culturales para la atribuci6n del mejor derecho (5).
(4) Comp. Dig. 42, 8, 22; Roland/Boyer, «Locutions latines et adages du droit
frangais» (Lyon, 1978), vol. Il, 1, pp. 437 y ss.; también II, 2, pp. 291 y ss.: prior tem-
pore...
(5) Elster, art. «Priorititsrechte», en Elster/Bondi, «Handwérterbuch der Rechts-
wissenschaft», vol. IV, 1927, pp. 581 y ss.40 Andreas Wacke
Contra ello hay que hacer la siguiente critica: la calificacién de
regla primitiva s6lo puede valer si se entiende como un axioma, esto
es, no necesitado de ulterior fundamentacién. Por el contrario, el prin-
cipio de prioridad no puede ser comparado con el derecho del mas
fuerte, porque ésto no es de justicia, sino que a menudo conduce a
violencia. El derecho del més diligente, en cambio, produce para el
mismo una posicién juridica inatacable: si alguien mas poderoso qui-
siera despojarle con violencia (por ej., de un asiento ocupado por él
anteriormente), cometerfa un injusto.
Il, FUNCIONES JURIDICAS DEL PRINCIPIO DE PRIORIDAD
La posicién del més r4pido es asi, por una parte, una posicién
relativamente mejor en comparaci6n con la de los posteriores, y, por
otra parte, incluso fundamenta un derecho exclusivo que aparta a los
ulteriores. Esto supone una eficacia de jerarqufa del rango y frente a
ella, una eficacia de cierre (o de exclusién). El efecto es la mera
determinacién del rango, en los casos en los que varios derechos pue-
den existir al mismo tiempo sobre la misma cosa, como los derechos
reales limitados. En otro caso, el efecto es la exclusién.
1. Efectos excluyentes se dan ante todo en la apropiacién u ocu-
pacién de cosas nullius (esp. en caza y pesca). «Res nullius (0 res
derelicta) cedit primo occupanti» (6). Ya el poete romano Plauto en
una de sus comedias decfa: «E] botin se lo leva el que lo coja prime-
to»: Abducet praedam, qui ocurrit prior, 0 como lo dirian los ingle-
ses: «The foremost dog catches the hare», el galgo que més corra,
coge la liebre. Segiin el parégrafo 958 del BGB, igual que en el Cédi-
go Civil el articulo 610, quien primero toma la posesién de una cosa
sin duefio adquiere la propiedad. Lo mismo sucede en el hallazgo del
tesoro o en el rescate de buques hundidos. La adquisici6n originaria
natural de la propiedad del primer ocupante es ciertamente una de las
normas més antiguas, que ya en la mds nebulosa prehistoria fue
observada, incluso antes de que la humanidad fuera sedentaria (7).
En que momento uno de los cazadores o balleneros concurrentes
ha adquirido la posesién, puede ser en el caso concreto una dificil
cuestién. En la caza de ballenas los tribunales de Norteamérica deci.
den segtin el principio del primer hierro o primer arpén: q
mera vez ha alcanzado a la ballena, se la puede apropiar, incluso aun-
(6) Comp. Dig. 41, 1, 3 pr. (Gaius) y 31, 4 (Pomponius).
(7) Esto es asf para los casos de caza individual. No obstante, por lo que respecta
a la caza en comin, ya los pueblos salvajes gozaban de reglas de particién bien defini-
das; véase Wesel, «Frihformen des Rechts in vorstaatlichen Gesellschaften» (1985), s.
v. «Jagdbeute, Verteilung>.