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EL PRECIO SOCIAL DEL TRABAJO Y EL RETORNO SOCIAL DE INVERSIONES EN EDUCACION EN MERCADOS LABORALES SEGMENTADOS * SepastiAN Pri Marceto SELows: I. Inrropuccién Existe una preocupacién creciente en la literatura econémica reciente con respecto a Ja aptitud de los modelos macrocconémicos tradicionales para el and- lisis del desempleo urbano abierto, particularmente en paises subdesarrollados 1. La aparente irracionalidad de la coexistencia de migracién rural-urban con desempleo urbano abierto estimulé el desarrollo de un nuevo tipo de modelos en que la migracién y el desempleo urbano son analizados en forma simultdnea. Estos modelos, conocidos como “modelos de biisqueda de trabajo”, han despla~ zado el énfasis desde el lado de la demanda de trabajo, hacia el Jado de la oferta de trabajo en Ja explicacién del desempleo urbano?, Ellos generalmente inchi- yen un sector rural y otro urbano, este tltimo caracterizado por un nivel de sa- Jarios fijado institucionalmente por sobre el nivel de equilibrio, En estos modelos el fenémeno de la migracién y el del desempleo por biisqueda de trabajo (job search unemployment) son considerados como el resultado de una conducta econémica racional, La migracién ocurre como respuesta al diferencial entre el valor esperado del salario urbano y el salario rural con Ja tasa de desempleo ur- bana _actuando como mecanismo ‘regulador de este proceso de migracién, En equilibrio estos dos salarios deben ser iguales y por tanto la tasa de desempleo urbano de equilibrio debe ser igual al cuociente entre salario rural y el salario urbano. (1) w =Pw, * El trabajo inicial de los dos autores ha sido levemente modificado por Sebastiin Pifiera para Jos efectos de esta publicaci *2 Profesor del Instituto de *°° Economista del Banco Mu 1 Ver por ejemplo, Hall (1975); Harris y Sabot (1976). 2 Ver por ejemplo, Todaro (1968), (1969); Harris y Todaro (1970); Phelps (1970); ‘Todaro (1971); Johnson (1971). iniversidad Catdliea de Chile. Ww. R (3) = Ww en que Wr y Wu son los salarios rural y urbano respectivamente, P la probabi- lidad de encontrar empleo en el sector urbano, U el monto de desempleados urbanos, L Ia fuerza de trabajo urbana y { Ja tasa de desempleo urbano de equilibrio. La versién mas conocida de estos modelos es sin duda la de Harris y To- daro, Este modelo predecia tasas de desempleo que excedian sustancialmente Jas tasas observadas cn la mayoria de los paises subdesarrollados ®, Esta notable discrepancia entre tasas predichas y tasas observadas de desempleo estimulé una vez mas la imaginacién y creatividad de Jos economistas conduciéndolos a sacrificar simplicidad por realismo en el desarrollo de modelos con mayor poder predictivo +, La modificacién més importante se refiere a la simplista postura inicial en Ja cual el desempleo urbano era la tinica alternativa posible al empleo asalaria- do en el sector moderno. La insuficiente atencién prestada a las alternativas urbanas al empleo en el sector moderno fue remediada con la incorporacién a estos modelos de dos sectores urbanos, Un sector moderno-protegido-formal- organizado cuya principal caracteristica son Jas barreras a Ja entrada del tra- bajo y la existencia de un nivel de salarios fijado institucionalmente por sobre el nivel de equilibrio y otro sector tradicional-desprotegido-informal no organi- zado cuya principal caracteristica es Ja libre entrada del factor trabajo y la com- petividad del mercado laboral en que el nivel de salarios cumple un rol equili- brador (Zarembka, Mazumdar, Fields, Harris y Sabot). Las otras extensiones al modelo inicial de Harris y Todaro se refieren al reconocimiento de la hetero- gencidad de los migrantes (Mazumdar, Stiglitz); un enfoque mas general al desempleo por bisqueda (Stiglitz, Harris y Sabot); la rotacién del factor tra- bajo (labor turnover) (Stiglitz, Fields); el trato preferencial dado por los em- pleadores a los mas educados (Fields, Harris y Sabot); cl financiamiento de la inversién en Ta biisqueda de trabajo y los costos directos de la migracién (Ha- tris y Sabot); la probabilidad de un residente rural de obtener un empleo ur- bano (Fields); y finalmente la conveniencia de usar valores presentes en lugar de valores corrientes del ingreso en el andlisis del proceso de toma de decisio- nes de los migrantes (Fields). Con respecto a la introduccién de un sector desprotegido-informal, Ia pre- misa basica utilizada es que el mismo tipo de fucrzas que explican la distribucién de equilibrio de los trabajadores entre los sectores urbano y rural explican tam- bién sus decisiones entre empleo en el sector desprotegido y desempleo micntras buscan un trabajo mejor en el sector protegido®, La nocién de que el desempleo urbano en presencia de sectores desprotegidos de libre entrada puede ser consi- derado cl resultado de una conducta racional de bisqueda de empleo constituye 8 Ver Turnham (1971). 4Ver por ejemplo, Zarembka (1972); Mazumdar (1974); Fields (1975); Stiglitz (1976); Harris y Sabot (1976). S Fields (1975) analiza estas dos decisiones en un contexto simulténeo. un itil marco de referencia en el cual se pueden analizar muchos aspectos de Ja econom{a urbana. En este trabajo usaremos el mismo marco para derivar Jas contribuciones marginales sociales al producto de trabajadores con distintos niveles educacio- nales y sus relaciones con los respectivos salarios en el sector desprotegido y para analizar en un contexto de bienestar el precio social del factor trabajo. El conocimiento de estas contribuciones sociales y del precio social del tra- bajo son fundamentales para la evaluacién social de proyectos particularmente en el drea educacional, Las contribuciones sociales relativas al producto de tra- bajadores con distintos niveles educacionales son las variables cruciales para evaluar la contribucién de inversiones en educacién y como veremos en este trabajo, en este contexto de segmentacién en los mercados laborales, estas con- tribuciones diferirén significativamente de sus respectivos salarios observados. Supongamos que estamos evaluando un proyecto educacional que produ- ciré trabajadores con determinado nivel educacional en una economia urbana en que i) se observa desempleo de ese tipo de trabajo, ii) observamos un es- pectro de salarios para cada nivel educacional. gCudl de estos salarios 0 combi- nacién de ellos deberiamos usar para computar la contribucién marginal social de estos trabajadores cuando se integren a Ja fuerza de trabajo? Antes de ana- lizar esta pregunta en el contexto de las teorlas de desempleo por biisqueda revisaremos rapidamente algunas sugerencias intuitivas para medir esta con- tribucién social. a) La contribucién marginal social es cero, puesto que existe desempleo, La hipétesis implicita es que el desempleo existente es de una naturaleza invo- luntaria; i.e, a los salarios existentes existe exceso de oferta de trabajo en todos los mercados. En estas circunstancias un trabajador adicional 0 queda desem- pleado o al encontrar trabajo impide que otro lo haga en su lugar. Dado que este trabajo analiza el desempleo voluntario en un contexto de mercados res- tringidos y de libre entrada coexistiendo, esta sugerencia no es relevante para este anilisis, b) La contribucién marginal social corresponde a un promedio ponderado de Ios salarios observados en cada mercado para ese tipo de trabajo incluyendo un salario igual a cero para los desempleados, en que las ponderaciones corres- ponden a la fraccién de trabajadores en cada mercado, Implicitamente esta posi- cién supone que los trabajadores que se incorporen a la fuerza de trabajo se distribuirdn entre los distintos mercados en la misma proporcién que la fuerza de trabajo existente, Sin embargo, no existe una teorla que fundamente esta hipétesis y, como demostraremos més adelante, ésta es contradictoria con el marco tedrico de desempleo por biisqueda. c) La contribucién marginal social corrasponde al salario en el mereado desprotegido en tanto éste exista. Esta posicién supone un volumen absoluto de desempleo constante, pues este desempleo constante mas las restricciones a la entrada en Jos sectores protegidos implica que el impacto neto de un trabajador adicional ser4 necesariamente el aumentar el empleo en el sector desprotegido en una unidad. Esta tercera alternativa, si bien aparentemente semejante a la conclusién de Harberger: “el salario en el mercado desprotegido para un determinado tipo de trabajo en un determinado mercado laboral es la mejor medida dispo- 5 nible del costo de oportunidad social de ese tipo de trabajo en ese mercado laboral” (Harberger, 1971, p. 563), no Jo es, pues Harberger llega a esta con- clusién considerando el concepto de costo de oportunidad social del trabajo en un contexto de bienestar al cual nos referiremos mas adelante en este trabajo. La nocién de coexistencia de mercados laborales protegidos y desproteg dos parece reflejar correctamente la situacién de las economias urbanas en la mayorfa de los paises subdesarrollados y se ha convertido en una fruct{fera hipétesis de trabajo para analizarlos. Sin embargo, la aceptacién de la exis- tencia de mercados laborales de libre entrada obviamente exchuye la nocién de un desempleo de naturaleza involuntaria. Una nueva conducta que justifique el desempleo debe ser especificada. E] propésito de este trabajo es justamente explicitar esta conducta de empleo-desempleo y derivar en este contexto las yerdaderas contribuciones marginales a la economia de trabajadores adicio- nales que se incorporen a la fuerza de trabajo con distintos niveles educacio- nales y la relacién entre éstas y los salarios respectivos en el sector desprotegido, II. MERcApOs SEGMENTADOS Y DESEMPLEO VOLUNTARIO Para los propésitos de este trabajo supondremos que existen dos tipos de trabajadores: educados y no educados, y que para cada uno de ellos existen dos mercados en que prevalecen distintos niveles de salarios. Uno es el mer- cado no protegido, en que el salario cumple un rol equilibrador®, y el otro, el mercado protegido con barreras a Ja entrada y un salario no competitive superior al de equilibrio, Existe contundente evidencia empirica para ratificar esta caracterizacién de los mercados laborales urbanos en paises subdesarrollados, Una gran va- riedad de argumentos se han esgrimido en el contexto de la migracién rural- urbano para explicar estas diferenciales de salarios entre sectores, La més am- pliamente invocada es de una naturaleza institucional; los sindicatos; legisla~ ciones Jaborales de salarios minimos, asignaciones familiares, seguridad social; presiones politicas sobre los Gobiernos, ejercidas por el trabajo organizado, ete, manticnen el salario en el sector protegido por sobre su nivel de equi- librio*, Otras explicaciones que han sido invocadas se refieren a: a) el gap tecnolégico entre los dos sectores; aquellas empresas que utilizan tecnologias para Jas cuales se requiere un largo y costoso aprendizaje por parte del traba- jador pueden ofrecer salarios superiores a los de equilibrio con el propésito de reducir Ja rotacién del personal; b) la hipotesis del salario de eficiencia; ma- yores salarios generan mayor productividad, por lo tanto, existe un salario que minimiza el costo del trabajo en unidades de eficiencia que puede no corres- ponder al que prevalece en el sector desprotegido 8, © Este mercado incluye trabajadores asalariados y por cuenta propia siempre y cuando se cumpla el supuesto de libre entrada. 7 Ver Pifiera (1976) para un anilisis detallado del efecto discrin siones institucionales en el sector protegido y no protegido. Para un anilisis mas profundo de los altimos argumentos, ver: Stiglitz (1971, 1976); Herrick (1974); Harris y Sabot (1976); Webb (1974); Leibenstein (1957); Turnham (1970); Harberger (1971). atorio de estas pre- 6 La literatura sobre politicas salariales en paises subdesarrollados contiene innumerables intentos para separar el impacto que tienen las intervenciones gubernamentales, el poder sindical y las fuerzas de mercado sobre el nivel de salarios en el sector protegido®, Sin embargo, cualquiera sea la razén 0 combi- nacién entre ellas que explique estos diferenciales urbanos de salarios, el sector protegido puede ser identificado. Como Harberger sefiala: “empleos protegidos pueden ser fdcilmente identificados, puesto que tantas personas los quieren. Empresas que pagan salarios mayores que los de mercado para calificaciones y condiciones de trabajo equivalentes tienden a tener una muy baja rotacién de trabajadores y muy largas listas de espera de aplicantes esperando por una va- ante” (Harberger, 1971, p. 563). La existencia de mercados de libre entrada implica que el desempleo ob- servado debe ser de una naturaleza voluntaria y el resultado de un proceso de bisqueda de empleos protegidos. La idea basica detrés de esto es que un tra- bajador aumenta su probabilidad de encontrar un empleo en el sector protegido al estar desempleado y dedicado integramente a la biisqueda de éste. El des- empleo surge como el resultado de un proceso de busqueda de trabajo en que Jos costos son los ingresos que pudo haber obtenido en el sector desprotegido y los beneficios el valor presente de una mayor probabilidad de lograr empleo en el sector protegido. Por tanto, esta conducta de desempleo sera racional Ymicamente si la probabilidad de encontrar empleos protegidos se incrementa al estar desempleado y dedicado a buscar empleos protegidos ". E] aumento en esta probabilidad dependerd del grado en que el empleo en el sector des- protegido restrinja la capacidad de busqueda de empleos protegidos, mientras mayor la restriccién, mayor el aumento en Ia probabilidad. La magnitud de esta restriccién depende de factores institucionales del mercado laboral; basica- mente informacién, practicas de contratacién y distancia geogrdfica entre los dos sectores, Si la informacién respecto a empleos protegidos no es perfecta, su adquisicién requeriré tiempo y puede, por tanto, interferir con un empleo no protegido, Lo mismo ocurre si los empleadores del sector protegido tienden contratar Jos primeros en la “fila de espera” durante dias habiles, Finalmente, la distancia geografica entre las empresas de uno y otro sector también afectard la magnitud de la restriccién impuesta por un empleo no protegido. La mera existencia de un nivel significativo de desempleo abierto constituye evidencia indirecta de que la probabilidad percibida de encontrar empleos protegidos es mayor para los desempleados. Kritz y Ramos (1976), proveen evidencia ®Ver, por ejemplo, Berg (1970); Turner y Jackson (1970); Frank (1968); Ramos (1970); Isbister (1971); Kilby (1967); Knight (1967); Sabot (1975). 1 Este es un supuesto basico de este tipo de modelos desarrollados para paises subdesa- rrollados. Ver Mazumdar (1974); Fields (1975); Sabot (1975); Harris y Sabot (1976). Es también un supuesto crucial de modelos mis generales de biisqueda de trabajos basados en el clasico paper de Stigler sobre informacién en los mercados laborales (Stigler, 1962). La mayora de estos modelos generales consideran al desempleado como muestreando de una distribucién de probabilidades de eventuales salarios. Bajo ciertas condiciones, la regla épti- ma de decisién consiste en establecer un salario minimo critico. Sin embargo, en estos mo- delos estas oportunidades de trabajo no hubieran existido si el trabajador no hubiera estado desempleado dedicado integramente a la biisqueda de ellas, Ver Mortensen (1970); Gronan (1971); Holt (1970); Me Call (1970); Phelps (1970); Kahn y Shavell (1974); Lucas y Prescott (1974); Eaton y Neher (1975). indirecta adicional que ratifica esta presuncién. Las tres encuestas de empleo Hevadas a cabo por PREALC arrojaron altas tasas de desempleo abierto urbano: 20% en Managua; 15% en Santo Domingo y 12% en Asuncién, Sin embargo, 35% de los desempleados en Managua, 51% de los desempleados en Santo Domingo y 60% de los desempleados en Asuncién declararon no haber sido despedidos de sus trabajos previos, sino que los dejaron voluntariamente para “buscar” un empleo mejor. TI. Ex proceso pe DECISION ENTRE EMPLEO ¥ DESEMPLEO Supongamos que en cada period de tiempo los trabajadores fuera del sec- tor protegido comparan las siguientes estrategias de empleo: a) Estrategia uno: Desemplearse durante este periodo para incremen- tar, mediante actividades de busqueda, la probabilidad de obtener un empleo protegido el préximo periodo, $i este empleo no es encontrado en el transcurso del periodo entonces esta estrategia, como se la ve hoy dia, no consulta perio- dos adicionales de empleo y, por tanto, el trabajador ingresaré al sector no protegido y permanecerd en éI con una probabilidad menor de obtener un em- pleo protegido. Suponemos que e] trabajador desempleado incrementa su pro- babilidad de obtener un empleo protegido sélo mientras permanece desem- pleado. b) Estrategia dos: Emplearse en el sector no protegido y permanecer en él a menos que se obtenga un empleo protegido. En equilibrio el valor presente del ingreso mas consideraciones no moneta- rias debe ser igual para ambas estrategias, puesto que de lo contrario se produ- ciran desplazamientos de trabajadores desde empleos no protegidos a desem- pleo o viceversa, Estos desplazamientos continuarian hasta que se restablezca Ja igualdad mencionada"'. Definiremos los siguientes conceptos: aT : Probabilidad esperada de obtener un empleo protegido en el pe- riodo T después de pasar el periodo (T—1) empleado en el sector no protegido. 8 : Numero de veces en que Ja probabilidad 7 aumenta cuando el trabajador pasa el perfodo cero desempleado buscando empleo protegido. rx mr : Probabilidad esperada de encontrar un empleo protegido cuando el trabajador pasa el periodo (T—1) desempleado buscando em- pleo protegido. 41 Sioikov (1975) critica el supuesto que los individuos intentan maximizar el valor presente de los flujos monetarios y desarrolla un modelo de biisqueda en que los individuos intentan maximizar el valor presente de los frujos de utilidad o satisfaccién, 8 Wo, Wo :; Salario actual en el sector protegido y no protegido, respectiva- mente. Wr, Wr: Salario esperado en cl perfodo T en el sector protegido y no pro- tegido, respectivamente. Y : Tasa de descuento. E] cuadro 1 muestra el flujo esperado de ingresos de ambas estrategias. En equilibrio el valor esperado del valor presente corregido por consideraciones no monetarias debe ser igual para ambas estrategias, Estas consideraciones no monetarias se refieren al hecho de que pueden existir diferenciales de utili- dad entre ambas estrategias generadas por factores ajenos a los aspectos mo- netarios. Recordando que ambas estrategias consultan trabajo regular a partir del proximo perfodo, vemos que éstas sélo difieren en que, para este periodo, la primera involucra estar desempleado, mientras que Ja segunda implica tra- bajo regular en el sector no protegido, Sin embargo, dado que la racionalidad del desempleo en este esquema radica fundamentalmente en que el desempleado “trabaja” en buscar trabajo en el sector protegido, el diferencial de utilidad entre ambas estrategias generado por factores no monetarios se reduce a la prefe- rencia relativa de los trabajadores entre dos tipos de trabajo: trabajar regular- mente en el sector no protegido o “trabajar” buscando trabajo en el sector pro- tegido ¥. Para los efectos de este trabajo supondremos que los trabajadores estin indiferentes respecto a estos dos tipos de trabajo. Por lo tanto, la condi- cién de equilibrio se reduce a una igualdad entre los valores presentes espera- dos de los ingresos generados por ambas estrategias: Wr — (Wr-Wr) (1-8) (1-a)T=14 (a) 2 1 ent Wr - (Wr-Wr) (1-5)T =Wwi+ 3 7 dh arnt E] término de arriba representa el valor presente esperado de la primera estrategia y el de abajo este mismo valor para Ja segunda estrategia. Reordenan- do términos y suponiendo que 7 permanece constante en el tiempo tenemos que: (B-1) lee T Wr-Wr (|... 1 ity Wo 18 (2) (2) ® 12 Aqui radica una diferencia fundamental entre esta metodologia y la desarrollada por Harberger, pues esta iltima implica una valoracién del ocio como tal y supone que los desempleados gozan de éste, 2(2—T) (Fa) = PAN ue wv ( “a 2 (2-1) ‘- \ " ety : : SS a = Pay (a real) (26-1) law —an) tay i: A \ I : : BAX (dT) <————— Sq 2 (2-7 . 7 ~ \ 0 a fan 2d <———————— Fy ad ty ed L epouad a ua sopoiodso sosouSuz 6 t I (amasasg) 9 oiBomusg ‘soposiod OFTINA AC SVIOALVULSA SOG SVT AG SOGVHAdSA SOSaHONT Tt Oowavao Wy — Wy definiendo 8 = —“——~ como Ia diferencia porcentual actual entre los sa- Wa larios de ambos sectores y g como Ia tasa esperada de crecimiento de los sala- ios reales, podemos escribir: & (B-1)n (i-®) (l+g) )T (3) SS Q-2) Tl (144) I ” 6 (B-1) m (14g) (4) ee (41) — U2) (tg) (5) m (1+g) a= (y-g) en que a= ( (8-1)8-1) Es importante destacar que todos los pardmetros de la expresién (5) excep- to 5 representan valores esperados y no necesariamente valores actuales o re: es de estos pardmetros. A diferencia del modelo original de Harris y Todaro en el cual todos los empleos protegidos se reasignaban cada periodo, en este trabajo se supone que aquellos individuos que obtienen un empleo protegido lo conservan, Por Jo tanto, la probabilidad de encontrar un empleo protegido no serd el cuociente entre todos los empleos protegidos y la totalidad de la fuer- z0 de trabajo, sino que el cuociente entre vacantes en el sector protegido y la fuerza de trabajo fuera de este sector. Definiremos P como la probabilidad efectiva de encontrar un empleo pro- tegido cl prdximo perfodo cuando el trabajador estuvo empleado este periodo en el sector no protegido. Dada la consideracién anterior tenemos que (6) P = — cn que V es el nimero de vacantes que se abriran el préximo s perfodo en el sector protegido como consecuencia de rotacién de personal, des- pidos, retiros y crecimiento neto en el empleo de este sector. $ representa el nii- mero de “buscadores equivalentes” para esos empleos. (7) S$ =L+8U donde L es el ntimero de trabajadores actualmente em- pleados en el sector no protegido y U el némero de desempleados voluntarios buscando empleos protegidos. Suponiendo que Ja probabilidad esperada de ob- tener un empleo protegido es igual a la probabilidad efectiva de obtenerlo # y que los trabajadores esperan que Ja probabilidad efectiva actual permanezca inalterada, tenemos que: 38 Los supuestos de = constante en el tiempo y de una tasa esperada de crecimiento de los salarios reales Ginica para ambos sectores (¢) no son independientes entre si: una con- ducta racional implica que el segundo supuesto o condieién es necesario para el primero. 14 Imperfecciones en la informacién implica que los trabajadores pueden sobreestimar © subestimar la verdadera probabilidad de obtener un empleo protegido. Los optimistas y pesimistas pueden sobreestimarla 0 subestimarla, respectivamente. La nocién de que la pro- babilidad subjetiva es igual a la efectiva supone’ implicitamente un cierto tipo de aprendizaje bayesiano que tiende a garantizar esta igualdad, ll ( v/L) (B-1)n+a en que #! la tasa de desempleo es igual a U/L y L = L+U es la fuerza de trabajo fuera del sector protegido. Definiendo L” como el empleo en el sector fs Vv protegido, 4 como Ia tasa de aperturas en ese empleo (2 = — ) y L como ° Lc ss > L el tamafio relativo del sector protegido tenemos que Le a( %/E) (10) —— (BHI)ut1 IV. Et MopEto Supongamos que la funcién de produccién agregada del sector no prote- gido se puede describir como (11) X = F [N, E, K] En que N y E representaron el niimero de trabajadores no educados y educa- dos respectivamente y K un indice de los demas factores de produccién utili- zados en el sector no protegido. Los salarios (W , W ) en este sector de libre entrada serdn iguales a los productos marginales respectivos #, (2) W =F IN,EK] W =F IN, XI la fuerza de trabajo de este sector (N, E) se puede descomponer entre los que estan empleados (N, E) y los que estan desempleados (N jE ) (a4) N+N = (15) E+E =E (16) N+E =L 15 Suponemos los precios de los bienes constantes ¢ iguales a uno: 12, En que L representa el total de Ja fuerza de trabajo fuera del sector protegido. El nivel de desempleo de equilibrio para cada tipo de trabajo es aquel que iguala el valor presente esperado de los flujos de ingresos generados por cada estrategia ®, De acuerdo a la expresién (5) estas condiciones de equilibrio que deben prevalecer antes y después de la incorporacién de un trabajador adicio- nal a la fuerza de trabajo se pueden escribir como (7) (Y-g) =P (itg)a a=(8 -1)6 (18) (y~-g )=P (l+g)a a = (8-18 las probabilidades Py P se pueden escribir como Ae (ag) Pe—= “s aNeN 8 N0-8 DN aes Vv (20) P=—=—— 5. Ge BELU-8 IE donde $ y $ representan el mimero de “buscadores equivalentes” de em- pleos protegidos para ambos tipos de trabajo respectivamente. Estamos supo- niendo que el salario no protegido para trabajadores educados excede el sala- rio protegido de los no educados de forma tal que los primeros no tienen in- centivos para competir con los segundos por sus empleos protegidos '7, Este su- puesto si bien puede cambiar la magnitud del fenémeno estudiado no cambia su esencia, Estamos interesados en evaluar la contribucién al producto de un traba- jador adiciona] educado 0 no educado cuando éste se integra a la fuerza de tra- bajo, Estas contribuciones diferirén de los salarios no protegidos observados y dependerdn del empleo adicional que genere o induzca el trabajador que se integra a la fuerza de trabajo. Este empleo inducido es la resultante de dos tipos de efectos. Primero, cl trabajador adicional cambia la probabilidad de encontrar empleo protegido para sus colegas afectando por tanto el valor presente espera- do del flujo de ingresos de los empleados y desempleados, Segundo, en la me- 46 Nétese que ahora en adelante los pardmetros definidos en la seccién anterior tendrén un subindice no e segin si se refieren a trabajadores no educados 0 educados. WSe escogid este supuesto, pues corresponde a la situacién de Asuncién-Paraguay, la cual se utilizard para la evaluacién empirica del modelo. 13 dida en que existan retornos decrecientes a un factor y complementaridad o sustitubilidad entre los dos tipos de trabajos, este trabajador adicional afectara el salario de equilibrio (no protegido) para ambos tipos de trabajo. Esto tam- bién afectar4 los valores presentes esperados de las dos estrategias menciona- das anteriormente. Estos efectos se pueden resumir de Ja siguiente manera: ax an ae (21) _ +w — aN aN aN ax aE an (22) —=Ww—-+Ww — aE dE aE dN dE 1 s donde — y — representan los “Efectos Empleo Propios” de un trabajador dN dE dE dN adicional de cada tipo y —- y — los “Efectos Empleo Cruzados”. Dado que aN dE Wy W son valores que se pueden observar en el mercado, la evaluacién 7 ax ax de las contribuciones de ambos tipos de trabajo (—, —) requieren conocer aN dE los “Efectos Empleo” tanto propios como cruzados. Sustituyendo las expresiones (19) en (17) y (20) en (18) y diferenciando con respecto a N y E obtenemos las siguientes expresiones para los “Efectos Empleo Propio”. dn 8 1 AA/y (3) = *)] dN dE n (4) == * dE a A oe 0 n N 14 a,a >oMy ry A AA 4=(-—) a-—)- n n nH Los parémetros 7 y _corresponden a las elasticidades precio demanda de ambos tipos de trabajo en el sector no protegido, % (ix j) representa el valor 5 inverso de la clasticidad cruzada del producto marginal de i con respecto al empleo de j. Por lo tanto oL w (25) 7 = a! ii aw L { > 0. Silos dos tipos de trabajo son ow L complementos. 1 - i = 0 Si los dos tipos de trabajo son (26) ee } independientes, oa | <_ 0 Silos dos tipos de trabajo son sustitutos, las expresiones (23) y (24) son ambas positivas si A > 0, esta condicién es satisfecha por cualquier funcién de produccién céncava ™, Una forma mis intuitiva de examinar las expresiones (23) y (24) consiste en interpretar sus términos de Ia siguiente manera: [Efecto empleo] = [Efecto 1 [ (Efecto Efecto ] P propio total probabilidad —salario propio. _salario cruzado ee fecto Salario Total El efecto empleo propio consiste en tres efectos multiplicativos: a) Efecto probabilidad: este es positive y mayor que uo. ie, un trabaja- dor adicional genera un aumento del empleo de mas de un trabajador. Este *8 De la condicién de equilibrio (5) vemos que a y a serin positivos en tanto y cuan- to (yg) sea positive. Esta condicién corresponde a la mayoria de las situaciones empfri- cas y es ademas una condicién suficiente de convergencia de las series usadas para trans- formar la expresién (3) en la (4). 18 Una condicién suficiente para que A> 0 es Ja siguiente relacién entre las segundas derivadas de la funcién de produccién F? 2 F F , Esta relacién se cumple para cual- quier funcién de produccién cbneava. 15 efecto opera debido a que un trabajador adicional en la fuerza de trabajo au- ment6 el ntimero de buscadores de empleo protegido, disminuyendo Ia proba- bilidad de obtenerlo. Esta caida en la probabilidad induce a algunos desem- pleados a aceptar empleos no protegidos, Esto se aprecia en forma clara si suponemos que no existe el efecto salario. Esto sucederé cuando 7 = % y 4 = &, es decir cuando un trabajador adicional no reduce el salario de los i de su tipo ni afecta la productividad (salario) del otro tipo de trabajo. En este caso de efecto salario nulo, un trabajador adicional no afecta los salarios no protegidos y por Jo tanto recordando las expresiones (17) y (18) vemos que el va- lor de 6 y de a permanecen constantes. Observando estas condiciones de equi- librio podemos obtener una explicacién intuitiva del efecto probabilidad, $i el valor de a permanece constante, Ja mantencién del equilibrio empleo-desem- pleo en el mercado laboral requiere que la probabilidad P no se vea afectada por el nuevo trabajador que se integra a la fuerza de trabajo. Esto implica que el mimero de buscadores equivalentes § debe permanecer constante. i do la expresién (7) S=L+ §U=L+8[L-L] = 8b + (1-8) L podemos evaluar el cambio en el empleo requerido AL para que $ permanez- ca constante cuando la fuerza de trabajo aumenta en AL (27) AS = BAL + (1-8) AL=0 Por Jo tanto un trabajador adicional que se integra a la fuerza de trabajo debe inducir un incremento en cl empleo mayor que uno para mantener la condicién de equilibrio emplco-desempleo. b) Efecto salario: Este efecto se agrega multiplicativamente al efecto anterior y puede subdividirse en un “efecto salario propio” y un “efecto salario cruzado”. Si 7 < %, el empleo adicional reducira el salario no protegido, i esta reduccién al bajar el costo de oportunidad del desempleo aumenta los in- centivos para permanecer desempleado y anula parte del impacto positivo del efecto probabilidad, Este efecto es el llamado “efecto salario propio”, Este fac- tor de correccién es siempre menor que uno y ser& menor mientras menos clés- tica sea la demanda por trabajo. E] “efecto salario cruzado” es siempre positive y mayor que uno reforzan- do por tanto el impacto positivo del efecto probabilidad. Notese que este tlti- mo efecto cruzado aumenta el empleo del tipo de trabajo i independiente de Ja condicién de sustituibilidad 0 complementariedad entre ambos tipos de trabajo 16 (el producto 4 x4 es siempre positive). Si los dos tipos de trabajo son 5 complementarios, el empleo adicional del tipo de trabajo i aumenta la produc- tividad y por Jo tanto el empleo del tipo de trabajo j. El aumento del empleo de j aumenta la productividad (salario) de i y por tanto su empleo. Si ambos son sustitutos, el aumento en el empleo de i disminuye Ja productividad y el empleo de j y esto aumenta la productividad y el empleo de i Finalmente es importante destacar que el factor de ajuste representado por el “efecto salario cruzado” es idéntico para ambos tipos de trabajo. dz dN Exploremos ahora los “efectos empleo cruzados” — y — dN dE Diferenciando las expresiones (17) y (18) tenemos ]o siguiente: 8 A aE 2 © E >0 si son complementos (29) — = ( ee aN B-1 Ay HN 20 si son sustitutos 8 A an . 2 N > 0 __ i son complementos (30) ( ) = dE 8-1 ay E <0 si son sustitutos Por Jo tanto, el signo de los “efectos empleo cruzados” depende tinicamente de la relacién técnica de complementariedad 0 sustituibilidad que exista entre ambos tipos de trabajo. Los “efectos empleo” mencionados anteriormente pueden ser representa- dos grificamente derivando la oferta de ambos tipos de trabajo. Tomemos como ejemplo el trabajo no educado : N A partir de la condicién de conducta de equilibrio (17) podemos obtener la oferta de NN’ (31) Ne= donde N* debe interpretarse como la cantidad de trabajadores no educados dispuestos a emplearse en el sector no protegido a un salario W dado el stock aE N y el salario protegido W%, La ecuacién de demanda puede derivarse de la igualdad entre salario y producto marginal (Expresién (12) ) a (32) N oo . = N (K,E,W) donde K es el stock de otros insumos y E el em- pleo de trabajadores educados. La figura (1) muestra la oferta de N dados N y W_ y Ia demanda de N dados K y E. Bin esta figura se pueden ilustrar los tres ‘efectos sobre el empleo (AN) mencionados anteriormente originados por un cambio en la fuerza de trabajo (AN). El desplazamiento horizontal de la curva de oferta originado por AN corresponde al efecto probabilidad puro, Este efecto es igual a ( AN y representa el cambio en el empleo que habria ocurrido si el salario hubiera permanecido constante. $i la demanda por tra- bajo no es infinitamente elastica, entonces el salario tenderd a caer teniendo un efecto negativo sobre el empleo, Este es el “efecto salario propio” descrito por la segunda flecha. El resultado neto de ambos efectos tiene que ser positivo si Ja demanda tiene alguna elasticidad. Finalmente, la tercera flecha describe el “efecto salario cruzado” que necesariamente desplaza hacia arriba la demanda por N teniendo por tanto un impacto positivo sobre el empleo, En esta figura, el efecto salario propio que es negativo (menor que uno) predomina por so- bre el efecto salario cruzado que necesariamente debe ser positive (mayor que uno) generando un efecto salario total negativo (menor que uno) que contra- rresta en parte e] impacto positivo de] efecto probabilidad, Esto no es necesa- riamente asi, lo contrario también puede ocurrir generando un efecto salario total positivo que refuerce cl impacto positivo inicial del efecto probabilidad. De lo anterior podemos concluir que si el efecto salario cruzado es mayor o igual que el efecto salario propio, un trabajador adicional que se incorpore a la fuer- za de trabajo induciré un aumento en el empleo de ese tipo de trabajo de mas que un trabajador. 20 Esta oferta de trabajo estd definida para el rangoO < W < W. En el limite te. Lin Ns =0 7 nemos que Lim Ns wow woo os n 18 Efecto Total Grkrico 1 Pasamos ahora a analizar las contribuciones marginales al producto de am- bos tipos de trabajo y sus relaciones con los salarios no protegidos. Sustituyendo (93), (24), (29) y (30) en (21) y (22) obtenemos lo siguiente: ax 8 1 A EA (33) (34) 1 contribucién contribucién i del efecto + del efecto 4 empleo propio empleo cruzado La contribucién del efecto empleo propio es siempre positiva. La contri- bucién del efecto empleo cruzado serd positiva si ambos tipos de trabajo son complementarios. En este caso, la contribucién total es inambiguamente positiva para ambos tipos de trabajo. 19 Si ambos tipos de trabajo son tecnolégicamente sustitutos, la contribucién del efecto empleo cruzado sera negativa. En este caso una condicién suficiente para que la contribucién total sea positiva, lo que implica una contribucién del efecto empleo propio dominante, es que para el tipo de trabajo E (36) para el tipo de trabajo N Estas condiciones se cumplen para cualquier funcién de produccién CES de una o més etapas entre los factores K, N y E. En forma aprioristica no podemos determinar categéricamente si la verda- dera contribucién de un trabajador adicional es mayor o menor que su salario no protegido. Sin embargo, mientras mas eldstica la demanda por trabajo y mientras més complementaria la relacién tecnolégica entre ambos tipos de tra- bajo, mayor la probabilidad de que Ia verdadera contribucién de cada tipo de trabajo exceda a su respectivo salario no protegido. V. EvanuaciOn EMpinica Y CONCLUSIONES a) Un caso simplificado Por razones de simplicidad y por carencia de informacién procederemos bajo el supuesto de independencia tecnolégica entre ambos tipos de trabajo FN = 0)", Observando las expresiones (33) y (34) podemos concluir que si ambos factores son sustitutos desde un punto de vista tecnolégico (q_ << 0), Ne sgar hacia entonces nuestro supuesto de independencia (4 = 0) tenderd a Ne arriba nuestros resultados. Por otra parte, si ambos factores son tecnolégica- mente complementarios (y > 0), entonces el supuesto de independencia Ne sesgara hacia abajo los resultados, La nocién de una funcién de produccién con capital y un indice agregado de trabajo como variables (Y = F [K, L (N, E)] tiende a ratificar la nocién de sustituibilidad entre ambos factores. Por otra 21 Este supuesto es consistente con dos tipos de descripeiones del sector no protegido. Una en que tanto N como E son argumentos de la misma funcién de produccién, pero tecno- Idgicamente independientes, y otro, en que el sector no protegido esté compuesto por dos subsectores, Uno que emplea capital y trabajo educado y otro que emplea capital y trabajo no educado. 20 parte, la funcién de produccién también puede especificarse considerando al capital y el trabajo educado como un insumo compuesto y al trabajo no edu- cado como el otro (Y = F[Q(K,E),N]); esta formulacién tiende a ratificar la nocién de complementariedad entre ambos tipos de trabajo. Dependiendo de cual de estas formulaciones caracterice mejor al mundo real y del valor que tome 4 sera el signo y magnitud del sesgo introducido eN por el supuesto de independencia, Bajo este supuesto, el “efecto salario cru- zado” desaparece de las expresiones para los “efectos empleos”, quedando éstos reducidos a: (37) (38) B 1-A /q eo © ee Tgualmente, observando las expresiones (29) y (30) vemos que bajo el supuesto de independencia tecnolégica entre ambos tipos de trabajo, los “efec- ae aN tos empleo cruzados” también se hacen nulos (— = — = 0), Por lo tanto, WN a podemos reescribir las expresiones (33) y (34) para las contribuciones de am- bos tipos de trabajo, de la siguiente forma: ax BR, 1 (39) — = [—— ——] wo aN ry ao ax B. 1 (9) — = [—"—__1w dE B-1) eA fa i Podemos observar que el efecto probabilidad puro (mayor que uno) esta multiplicado por el factor correspondiente al “efecto salario propio”, que es necesariamente menor que uno. Por Io tanto, el resultado neto de ambos efectos es incierto, imposibilitando una conclusién a priori con respecto a si las verda- deras contribuciones exceden 0 son excedidas por los respectivos salarios no protegidos. Antes de evaluar las tiltimas dos expresiones, debemos asegurar la consis- tencia de los parametros utilizados, Recordando que Ja condicién de equilibrio empleo-desempleo presentada en Ja expresién (5) puede escribirse como: 21 (al) P [(B-1) (L+g)8 — (1+ g)] = (y -— g) reemplazando P a partir de la expresién (10) y escogiendo a modo de ejemplo el trabajo educado obtenemos lo siguiente: ed (42) —————_ [(8 -D (1+g)5 -(+g)] = (y¥-g) (B -1)p +1 : : 7 . en que: E P (43) e = — es el empleo relativo de trabajadores educados en el E sector protegido, (44) 1 = — el desempleo de trabajadores educados como porcen- : E taje de los trabajadores educados fuera del sector pro- tegido. ie (45) 2% = — las vacantes de empleos protegidos para educados co- ° E > mo porcentaje de los educados en el sector protegido, es decir, la tasa de apertura de vacantes. Con respecto a las variables que entran en la condicién de equilibrio (42); e, #, 8 y y, pueden ser observadas, Igualmente podemos tener una buena nocién de los valores de 2 y g . Por lo tanto, para garantizar el cumplimiento de esta condicién de equilibrio, el parametro 8 debe ser determinado en forma endégena como parametro residual, Es decir, el “premio por brisqueda” (8) implicito, que es consistente con las variables observadas, si el mundo se com- porta de acuerdo al modelo, La expresién para 8 asi obtenida es la siguiente: eA (l4+g) + (y~-2) — +1 ~e )e ° ea El valor de 8 asi obtenido automaticamente asegura Ja consistencia del modelo y ser el valor usado para evaluar Jas verdaderas contribuciones de los factores, Obviamente, el mismo procedimiento debe seguirse con el otro tipo de trabajo. 22 Un camino alternative al sefialado anteriormente seria obtener exdgena- mente el valor de 8 y predecir los niveles de desempleo de equilibrio. Sin em- bargo, dado que 8 no es una variable facilmente observable y dado que nuestro interés se centra en la medicién de la verdadera contribucién marginal del tra- bajo en este mundo segmentado y no en la prediccién de niveles de desempleo, hemos escogido el camino sefialado. b) La economia urbana de Asuncién, Paraguay Las encnestas de empleo y desempleo estindares en la mayoria de los paises subdesarrollados no recopila el tipo de informacién requerida para eva- luar este tipo de modelo. Sin embargo, la existencia de un estudio poco usual levado a cabo por Pneatc sobre la situacién de empleo en Paraguay, provee gran parte de la informacién requerida y nos permite una evaluacién del orden de magnitud de la discrepancia entre las verdaderas contribuciones de trabajadores adicionales y sus respectivos salarios no protegidos Esta informacién consiste basicamente en: 1. E] tamafio relativo del sector protegido: L/L > 2. E] empleo de trabajadores educados en el sector protegido como por- centaje del mimero de trabajadores educados fuera de este sector: ¢. Este pa- rametro puede escribirse como una funcién del tamaio relative del sector pro- tegido y de la “intensidad educacional relativa” de este sector. L E /L (4) ee ee) = L E/L similarmente, podemos definir el parametro 4 com L, 1-E/L (48) 1 ee zl 3, La tasa de “desempleo voluntario” fuerza de trabajo fuera del sector protegido: definida como. porcentaje de la E (49) wp = =H (1460) o. ’ (50) ae (1+) N 22 Ver “Situacién y perspectivas de empleo en Paraguay”, preauc, 1975. LL.O. 23 En que’) y # representan las tasas de desempleo definidos con respecto al cn stock total de cada tipo de trabajo. 4. Los diferenciales de salarios porcentuales entre los dos sectores para los dos tipos de trabajo: 8, 8 5. La tasa de crecimiento de los salarios reales para ambos tips de trabajo: gg. w 8 6. El mimero de vacantes en el sector protegido como porcentaje de su fuerza de trabajo, para ambos tipos de trabajo: 2, A. Ne 7. La elasticidad precio de la demanda por ambos tipos de trabajo: 8. La tasa de descuento: y. Del estudio sobre situacién y perspectivas del empleo en Paraguay (PREALC, 1975, op.cit.) podemos obtener la siguiente informacién. El sector informal no protegido de Asuncién representa un 57% del empleo total, E] sector pro- tegido representa e] 43% restante (17% el Gobierno y 26% el sector privado formal). La tasa de desempleo es 12% en Asuncién y 6% para todo el pais. El cuadro 2 presenta la distribucién educacional de Ja fuerza de trabajo segiin status ocupacional. Usando la informacién de esta tabla, mas Ja tasa de’ desempleo, y Ja distribucién educacional de la fuerza de trabajo por sec- tores, podemos obtener el cuadro 3, que presenta Ja distribucién educacional de Ja fuerza de trabajo, incluyendo a los desempleados como un tercer sector. A partir de los cuadros 2 y 3 podemos obtener el cuadro 4, que presenta la distribucién educacional de la fuerza de trabajo por sectores como porcentaje de la fuerza de trabajo total. Del cuadro 4 podemos obtener Ja “intensidad edu- cacional relativa” del sector protegido, lo que, junto con el “tamajio relativo” de este sector, proven valores para los pardmetros e y 4, Utilizando las ex- presiones (47) y (48) tenemos que: 28S; suponemos una tasa de desempleo friccional no voluntatia {4°, entonces las ex presiones (49) y (50) pueden escribirse como (49°) jt = (”— °) (1+ e); (50°) n= (w’ — n®) (14). Es decir, las tasas de desempleo voluntarias se expresan en et funcién de la tasa de desempleo total observada y de la tasa atribuible al desempleo fri nal no voluntario. io- 2A

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