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REDACTADO POR Comentario Biblico Moody Antiguo Testamento Redactado por Charles F. Pfeiffer —] EDITORIAL PORTAVOZ La misién de Editorial Portavoz consiste en proporcionar productos de calidad —con integridad y excelencia—, desde una perspectiva biblica y confiable, que animen a las personas a conocer y servir a Jesucristo. Este material esta disponible gratuitamente, con la unica finalidad de ofrecer lectura edificante a tod@s aquell@s herman@s que no tienen los medios econdémicos para adquirirlo. Si usted es alguien financieramente privilegiado, utilice este material para su evaluacion, y, Si le gusta, bendiga al autor, editores y librerias, con la compra del libro. adoradordejesucristo@hotmail.com Titulo del original: Wycliffe Bible Commentary: Old Testament, redactado por Charles F. Pfeiffer, © 1962 por Moody Bible Institute, Chicago, Illinois y publicado por Moody Press. Edicién en castellano: Comentario Biblico Moody: Antiguo Testamento, © 1993 por Editorial Portavoy, filial de Kregel Publications, Grand Rapids, Michigan. Todos los derechos reservados. Traduccion: Santiago Escuain EDITORIAL PORTAVOZ P.O. Box 2607 Grand Rapids, Michigan 49501 USA Visitenos en: www.portavoz.com ISBN 978-0-8254-1563-0 8910 11 12 edicién/ ano 11 1009 08 07 Impreso en los Estados Unidos de América Printed in the United States of America PREFACIO DE LOS EDITORES (Coémo utilizar este libro) El enfoque El Comentario Biblico Moody: Antiguo Tes- tamento y Nuevo Testamento (2 tomos) es un comentario escrito y editado por una cantidad de eruditos que representan una amplia sec- ci6n del cristianismo protestante. Dentro de los limites de su més de un millon y cuarto de palabras, intenta tratar el texto entero del Anti- guo y Nuevo Testamentos frase por frase. dems, aparecen por lo general restimenes de Jas principales secciones de cada libro de la Biblia en relacién con los principales encabe- zamientos del bosquejo. Asf, el lector puede tener una visién de conjunto y una considera- cién detallada de un pasaje de las Escrituras de forma simultdnea. En los comentarios de los varios libros los escritores presentan los resultados del propio estudio cuidadoso y personal que ellos han hecho. Pero también han preservado algo de las mejores obras de los antiguos comenta- ristas y han utilizado los atisbos de la erudicién contempordnea. Mientras que infunden al todo un muevo estilo, manifiestan al mismo tiempo su fe inamovible en la divina inspiracion de las Sagradas Escrituras. Aunque el texto biblico utilizado en la pre- paracién de este comentario es el de Reina- Valera 1960, varios de los escritores han hecho sus propias traducciones de los libros sobre los que han trabajado. En ocasiones utili- zan frases de sus propias traducciones en el texto de los comentarios. Para comodidad del lector, toda la fraseologia biblica aparece en letras negritas, asi como todos los nuimeros de los versiculos. De esta manera se distinguen bien los nimeros de los versiculos de los ni- meros del bosquejo. En los casos en los que el comentarista prefiere emplear una variacion de la traduccién en lugar de la versién Reina- Valera, se identifica la fuente de la variacién. Mientras que los comentarios de los varios libros enfatizan Ia interpretacién de las pala- bras mismas de las Escrituras, cada uno de ellos incluye una breve consideracién intro- ductoria de la patemidad del libro, fecha de redaccién, marco histérico, y similares, A fin de proveer al lector con més informacién his- térica, se ha incluido una breve relacién de la historia del perfodo intertestamentario. A fin de mejorar la apariencia de la pégina impresa, los pronombres que se refieren a la deidad (que aparecen con mucha frecuencia) no se ponen en maytisculas. excepto cuando ello es necesario para evitar ambigiiedades en el significado. También, se utiliza frecuente- mente, como traduccién de Ja palabra hebrea YHWH, la palabra Jehovd. Pero en algunos casos los contribuyentes prefirieron utilizar la forma Yahvé, que est4 ganando las preferen- cias entre los eruditos biblicos. EI objetivo bésico de este comentario es la determinacién del significado de las Eseri- turas. Por ello no se trata, hablando estricta- mente, ni de un tratamiento devocional ni técnico exegético. Trata de presentar el men- saje biblico de tal manera que el estudiante serio de la Biblia halle una ayuda extensiva dentro de estas paginas. Los contribuyentes a este comentario repre- sentan a un total de més de quince orfgenes denominacionales. Entre los cuarenta y ocho comentaristas se hallan profesores en veinti- cinco centros de educacién superior cristiana. Con tal variedad de orfgenes, es de esperar que los contribuyentes difieran entre ellos en al- gunos asuntos de interpretacin, No se ha Ile- vado a cabo ningtin esfuerzo para llevar estas diferencias a una conformidad total. Por ello, el lector descubriré algunas diferencias de en- foque en casos tales como pasajes paralelos en los Evangelios y en los libros de Reyes y de Crénicas. La bibliografia Cada uno de los libros en este comentario va acompafiado de una bibliograffa, Oca- sionalmente, cuando un autor ha tratado libros relacionados (p.ej., 1 y 2 Pedro; 1 y 2 Tesaloni- censes; Esdras, Nehemfas y Ester), él ha ele- gido disponer toda su bibliografia en una sola lista. En tales casos, el lector es dirigido a la lista bibliogréfica completa. El hecho de que un comentarista haya in- cluido un titulo determinado no significa que COMENTARIO BIBLICO MOODY: A.T. lo recomiende como totalmente conservador totalmente exacto. Los comentaristas han in- cludo tanto las obras a las que ellos se han referido como aquellas que creen que serdn de utilidad al lector. Hemos afiadido una lista de libros publicados en espaiiol. Debido a que muchos lectores se hallarén interesados en tener conocimiento de comenta- rios conservadores de toda la Biblia o de sec- ciones mayores de ella, se mencionan aqui unas pocas de las principales obras. Viejos favoritos son el Comentario Exegético y Expli- cativo de la Biblia de Jamieson, Fausset y Brown (2 tomos, El Paso: Casa Bautista de Publicaciones) y el Comentario Exegético De- vocional a Toda la Biblia (12 tomos, Terrassa: Editorial CLIE) de Matthew Henry. Un co- mentario més reciente de un solo volumen que ha disfrutado de amplia utilidad es cl Nuevo Comentario Biblico, editado por D. Guthrie, J._A. Motyer, A. M. Stibbs, y D, J, Wiseman (EI Paso: Casa Bautista de Publicaciones). El estudioso que esté interesado en temas de introduccién biblica, tales como paternidad li- teraria, fechas, circunstancias de redaccién, y similares, encontraré Utiles los siguientes libros: Nuevo Manual Biblico de Unger de Merrill F, Unger (Grand Rapids: Editorial Por- tavoz): Compendio Manual de la Biblia de Henry H. Halley (Grand Rapids: Editorial Por- tavoz); y Reseiia Critica de una Introduccién al Antiguo Testamento de Gleason L. Archer (Editorial Portavoz). Un atlas especialmente uitil de la Biblia desde la perspectiva conserva- dora es el Atlas Biblico de Bolsillo, preparado por Charles F. Pfeiffer (Deerfield, FL.: Edito- rial Vida). Contribuyentes Génesis: Kyle M, Yates, Sr., Th.D., Ph.D., Profe- sor de Antiguo Testamento, Universidad de Baylor, Waco, Texas. Exodo: Philip C. Johnson, Th.D., Profesor de Bi- blia, Gordon College, Beverly Farms, Massachu- setts, Levitico: Robert O. Coleman, Th.D., Profesor Ad- junto de Introducciéa Biblica, Seminario Teolégico Bautista Southwestem, Fort Worth, Texas. Nimeros: Elmer Smick, S.T.M., Ph.D., Profesor de Lenguas Muertas, Instituto Superior y Seminari Teolégico Covenant. San Luis, Missouri. Deuteronomio: Meredith G. Kline, Th.M., Pb.D., Profesor Adjunto de Antiguo Testamemo, Semina- rio Teolégico Westminster, Filadelfia, Pennsylva- nia, Josué: Jobn Rea, A.M., Th.D., Profesor de Anti- guo Testamento, Instituto Brblico Moody, Chicago, Iitinois. Jueces: Charles F. Pfeiffer, Th.M., Ph.D., Profe- sor de Antiguo Testamenio, Gordon School, Beverly Farms, Massachusetts Rut: Charles F. Pfeiffer (ver Jueces) 1y 2 Samuel: Fred E, Young, B.D., Ph.D., Profe- sor de Antiguo Testamento, Seminario Teolégico Bautista Central, Kansas City, Kansas. 1 Reyes: John T. Gates, 8.T.D., Profesor de Biblia y de Filosofia, St. Paul Bible College, St. Paul, Minnesota. 2 Reyes: Harold Stigers, Ph.D., lnstructor en Len- guas Muertas, Instituto Superior y Seminario Teol6- gico Covenant, San Luis, Missouri 1 y 2 Cronicas: J. Barton Payne, A.M., Th.D., Profesot Adjunto de Antiguo Testamento, Escuela Graduada de! Instituto Superior Wheaton, Wheaton, Mino Esdras, Nehemtas, y Ester: John C. Whitcomb, Jr., Th.D., ex-profesor de Antiguo Testamento y Director de estudios post-graduados, Seminario Te- ol6gico Grace, Winona Lake, Indiana. Job: Meredith G. Kline (ver Deuteronomio). Salmos: Kyle M. Yates, Jr., Th.D., Profesor Ad- junto de Antiguo Testamento y Arqueologia Biblica, Seminario Teolégico Bautista Golden Gate, Mill Valley, Californi Proverbios: R. Laird Harris, Th.M., Ph.D., Profe- sor de Antiguo Testamento, Instituto Superior y Se- minario Teolégico Covenant, San Luis, Missouri. Eclesiastés: Robert Laurin, Th.M., Ph.D. Profesor de Antiguo Testamento y de Hebreo, Seminario Te- olégico Bautista de California, Covina, California Cantar de los Cantares: Sierd Woudstra, Th.D., pastor, Iglesia Reformada Cristiana Calvin, Ottawa, Ontario, Canadé. Isafas: Gleason L. Archer, Jr, B.D., Ph.D., Profe- sor de Lenguas Semiticas y del Antiguo Testamento, Trinity Evangelical Divinity School, Deerfield, Illi- nois, Jeremias: John F. Graybill, B.D., Ph.D., Director, Departamento de Biblia y de Teologia, Barrington College, Barrington, Rhode Island. Lamentaciones: Ross Price, M.Th., D.D., Profe- sor de Teologia, Instituto Superior Pasadena, Pasa- dena, California. Ezequiel: Anion T, Pearson, Th.D., Profesor de Lenguas del Antiguo Testamento y Literatura, Insti- tuto Superior y Seminario Bethel, St. Paul, Minne- sota. Daniel: Robert D. Culver, Th.D., Profesor de Bi- blia, Instituto Superior Nothwestem, Minneapolis, Minnesota. Oseas: Charles F. Pfeiffer (ver Jueces) Joel: Derward Deere, Th.D., Profesor de Interpre- tacién del Antiguo Testamento, Seminario Teolé- gico Bautista Golden Gate, Mill Valley, California, ‘Amos: Amold C. Schultz, M.A., Th.D., Profesor de Antiguo Testamento y Arqueologia, Seminario Teolégico Bautista Northem, Chicago. Ilinoit Abdias y Jonds: G. Herbert Livingston, B.D., Ph.D., Profesor de Antiguo Testamento, Seminario Teoldgico de Asbury, Wilmore, Kentucky. Miqueas: E, Leslie Carlson, A.M., Th.D., Profe- sor de Introduccién Biblica y Lenguas Semfticas, Seminario Teolégico Bautista Southwestern, Fort Wor, Texas. ‘Nahum: Charles L. Feinberg, Th.D., Ph.D., De- ano y Profesor de Lenguas Semiticas y de Antiguo Testamento, Seminario Teolégica Talbot. La Mi- rads, Califor PREFACIO Habacuc: David W. Kerr, Th.D., Decano y Profe- sor de Interpretacién del Antiguo Testamento, Gordon-Conwell Theological Seminary, Beverly Farms, Massachusetts. Sofontas: H, A. Hanke, Th.D., Profesor de Biblia, Instituto Superior Asbury, Wilmore, Kentucky. Hageo: Charles L. Feinberg (ver Nahurn) Zacarfas: Charles L. Feinberg (ver Nahum) Molaqufas: Burton L. Goddard, Th.D., Director de la Biblioteca y Profesor de Lenguas Biblicas y Exégesis, Gordon-Conwell Theologica! Seminary, Beverly Farms, Massachusetts. Entre Malaquias y Mateo: Charles F. Pfeiffer (ver Sueces). Abreviaturas a. Libros de la Bibli LAT. Gn Ex Ly Nm Dt Jos Jue Rt 18 2S 1R2R1Cr 2Cr Esd Neh Est Job Sal Pr Ecl Cnt Is Jer Lm Ez Dn Os JI Am Abd Jon Mi Nah Hab Sof Hag Zac Mal 2.NT. Mt Mr Le Jn Heh Ro Co 2 Co Ga Ef Fil Col UTs 27s 1 Ti 2Ti Tit Flm He Sig 1P 2P tn 2Jn 3Jn Jud Ap b. Apéerifos. { Esd (1 Esdras); Il Esd (I Esdras): Tob (Tobit); Sab (Sabidurfa de Satomén); Sir (La Sabidurfa de Jestis el Hijo de Sirach, o Eclesidstico); Bel (Bel y el Dragén); 1 Mac (I Macabeos); I Mac (IT Macabeos). ¢. Revistas, obras de referencia, di versiones de la Biblia. cionarios y ANET Ancient Near Eastern Texts, editado por Pritchard ASV American Standard Version AV Authorized Version (versién del Rey Jaime) BA Biblical Archaeology BASOR Bulletin, American Schools of Oriental Research BDB Brown, Driver, Briggs, Hebrew- English Lexicon of the Old Testament By Biblia de Jerusalén, versi6n BLA Biblia de las Américas, versign BS Bibliotheca Sacra BV Berkeley, versién de CBSC Cambridge Bible for Schools and Colleges ERV English Revised Version (1881) FxpB The Expositor’s Bible HDB Hastings’ Dictionary of the Bible Icc International Critical Commentary ISBE International Standard Bible Encyclopaedia JBL. Journal of Biblical Literature JFB INES Jos JPS ITs KB KD LXX NC RSV RV RVA ™ vM VT wr) ZAW Otras ac. at an. © cap/caps. cm com. op. dc. etal fr. heb, ibid ie. intr. Intro, kg. km, Vit, m. marg. MS/MSS NT Na op. cit. Pej pipe. Pal. par. pl pulg. s/s. se. sing. vw. Jamieson, Fausset, y Brown, Comentario Exegético y Explicativo de ta Biblia Journal of Near Eastern Studies Josefo, Flavio, Las Antigiedades; Las Guerras; Los Eseritos Esenciales Jewish Publication Society Version of the Old Testament Journal of Theotogical Studies Koehler and Baumgartner, Lexicon in Veteris Keil and Delitzsch, Commentary on the Old Testament Septuaginta Nacor-Colunga, versién de Revised Standard Version Reina-Valera 1960, versién Reina-Valera Actualizada, version Texto Masorétic Versién Modema Vetus Testamentum Westminster Theological Journal Zeitschrift fir die altestamentliche Wissenschaft antes de Cristo Antiguo Testamento anticulo circa (alrededor de) capitulocs) centimetro(s) Comentario comparar, ver después de Cristo y otros Briego hebreo alli mismo (obra citada) id est (esto €s) introducir Introduceién kilogramas kilémetco(s) literalmente metrots) masgen, lectura alternativa manuseritos) Nuevo Testamento nota del traductor obra citada por ejemplo pagina, paginas Palabra parrafo plural pulgadas siguiente(s) siglo singular versiculo(s) COMENTARIO BiBLICO MOODY: A.T. Transliteracién Las palabras hebreas y griegas han sido transliteradas segiin la siguiente pauta: Griego Hebreo Consonantes! Vocalizacién? a-a@ R-'DO-m TN2- ba 3- do? a- a 23-b yi-n iB- bd 2 - bu? e-e 13-¢ O-s AD- bi Q- be n-6@ Tt-d y-' *2-d8 2- bid n-é T-hAD-p 2- be 2 - ba amg l-w P3-5 *R-df Z- bs o- 3 T-2 P-q 3- ba 3- bs o-6 N-h Jer ‘3- bs 2- be u-2 b=} Osh 2- ba 7} - bah @ - th t-y wg 2- be 8Q- ba’ —-x yo-k OR-t }- dT AR - deh vey 2-1 2- ba 13 - beh p- ph X- ch ¥ - Ps tah 1 No se indica el dagesh lene. El dagesh forte se representa doblando Ja letra. 2 Esta es una ecuacidn ortografica y no una representacién cientifica, 3 En sflabas cerradas, ESDRAS INTRODUCCION Titulo. El libro de Esdras, como Rut, Job, Ester, y otros, recibe el nombre de su protago- nista principal. Los judfos consideraban que formaba un solo libro con Nehemfas (cp. el Talmud, el texto masorético, Josefa), pero la repeticién de Esdras 2 en Nehemfas 7 indica que originalmente se trataba de dos obras dis- tintas, En la LXX, Esdras y Nehemias reciben el nombre de Esdras B, para distinguirlo de un libto apécrifo, Esdras A (que contiene desde 2.Cr 35:1 hasta todo Esdras, ademas de Neh 8:1-12, con variaciones y adiciones). Fecha y paternidad. Aunque no se men- cciona al autor, y la narraci6n aparece en pri- mera y tercera personas, es sumamente probabie que Esdras mismo escribiera el libro, utilizando varios decretos, cartas, y genealo- gfas como sus fuentes originales. Algunos documentos babilénicos utilizaban una forma similar de narracién; de forma que el cambio de personas no constituye un argumento con- cluyente en contra de su patemidad. Ni tam- poco el hecho de que se describa a si mismo ‘como “escriba diligente en la ley de Moisés”* (7:6) puede utilizarse como un argumento efectivo en contra (cp. Nm 12:3). Ya que Esdras vivié hasta Ia época de Nehe- mfas (Neh 8:1-9; 12:36), tuvo tiempo sufi- ciente para acabar su libro entre abril del 456 a.C., cuando tuvieron lugar los sucesos de Esd 10:17—44, y el verano del 444 a.C., cuando Nehemias llegé a Jerusalén procedente de la corte persa. Robert Dick Wilson (‘‘Ezra-Nehe- miah", ISBE, II, 1083) sefiala que el hebreo de Esdras se parece al de Daniel, Hageo, y Crd- nicas mucho més que al del Eclesidstico (escrito alrededor del 180 a.C.), y que las sec- ciones arameas de Esdras (4:7 —6:18; 7:1 26) son muy similares al arameo de los papiros de Elefantina del siglo v aC, Marco histérico. El libro de Esdras registra el cumplimiento de la promesa de Dios a Ia nacién de Israel por medio de Jeremfas de devolverles a su tierra después de setenta afios de cautividad. Mediante la proteccién y ayuda de tres reyes persas (Ciro, Dario, y Artajerjes), y €l caudillaje de judios tan grandes y piadosos como Zorobabel, Josué, Hageo, Zacarias y Esdras, el segundo Templo fue acabado y Ia verdadera adoracién restaurada en Jerusalén. Los primeros seis capitulos del libro cubren los eventos durante los dos o tres primeros afios del reinado de Ciro (538-530 a.C.) y los primeros seis afios del reinado de Dario 1 (521- 486 aC.). Los iiltimos cuatro capitulos (ademas de 4:7-23) registran los sucesos durante la primera parte del reinado de Arta- jerjes I (464-423 a.C.). No se hace mencién alguna de Cambises (530-522 a.C.), y sola- mente un versiculo menciona a Jerjes (486— 465 aC). Asf, aunque se cubren ochenta importantes afios de la historia persa aquemé- nida en el libro de Esdras, no se dice practica- mente nada del perfodo de cincuenta afios entre el 515 y el 457 a.C., durante el cual los. persas hicieron dos grandes pero inttiles intentos de conquistar a Grecia, y durante el cual tuvieron lugar los sucesos relatados en el libro de Ester. Al abrirse la escena en Esdras 1, los judfos acaban de ser testigos del derrumbamiento del odiado Imperio Neo-babilénico, el 539 aC., por Ciro el persa. Y Daniel acaba de ser puesto en un lugar de honor por Darfo el Medo, a quien Ciro habfa sefialado para que gobernara sobre los tertitorios Neo-babilénicos (Dn 5:30—6:3). 419 ESDRAS 1:1-8 BOSQUEJO retorno de los exiliados de Babilo- :1—2:70. A. El decreto de Ciro, 1:1-4 B. Preparativos para el retomo. 1:5-11 C. Los que volvieron. 2:1-70 TL, La iniciacién de la construccién det Templo. 3:1—4:24. A. El altar y los cimientos. 3:1-13 B. Oposicién a la obra. 4:1-24 HII. La finalizacion de! edificio. 5:1— 6:22, A. La reanudacién de las obras. 5:1-5 B, Carta de Tatnai a Dario. 5:6-17 C. Decretos de Ciro y de Darfo. 6:1-12 D. La finalizacién del Templo. 6:13-22 IV. El viaje de Esdras a Jerusalén. 7:1— 8:36. A. Presentacién de Esdras. 7:1-10 B. Carta de Artajerjes a Esdras. 7:11-28 C. El viaje a Jenssalén, 8:1-36 V. La gran reforma. 9:1— 10:44. AE] trégico informe y la oracién de Esdras, 9:1-15 B. El abandono de los matrimonios mixtos. 10:1-17 C. Relacién de los que tenfan mujeres extranjeras. 10:18-44 COMENTARIO I. El retorno de los exiliados de Babilonia. 1:1— 2:70, A. El decreto de Ciro. :1-4. Dios cumplié sus promesas a Israel por medio de Jeremias de que la cautividad duraria solamente setenta afios. Cuando aquel perfodo finaliz6. suscit6 a Ciro el persa para que con- quistara Babilonia, que retenfa cautivos a los israelitas. Uno de los primeros actos publics de Ciro como nuevo rey de Babilonia fue el de alentar a los judfos a que volvieran a Palestina a reconstruir la derrufda casa de Jehova. 1, En et primer afio de Ciro. Estas pala- bras, y las que siguen, son idénticas, hasta la mitad del v. 3, con las de la conclusién de 2 Cr. Asi, los dos libros estén relacionados por un eslab6n comin. Es muy posible que fuera Esdras el redactor de 1 y 2 Cr. Ciro, que, alrededor del 550 a.C., habia unido a medos y persas en una monarquia dual, conquisté finai- mente Babilonia en octubre del 539 a.C. La palabra de Jehova por boca de Jeremias. Fue el 605 a.C. que Jeremfas habfa profetizado la cautividad de Jud4 por setenta afios (Jer 25:12; cp. 25:1). Y fue esta profecfa que hizo que Daniel orara por la liberaci6n de su pueblo el afio de la caida de Babilonia (Dn 9:2). 2, Jehova...me ha mandado que le edifi- que casa en Jerusalén. Casi doscientos afios antes, Isaias habfa profetizado que Ciro serfa el instrumento elegido de Dios para liberar a los judios exiliados ¢ iniciar la restauracién del Templo (Is 44:28 —45:7; 45:13). No es ne- cesario asumir que el liberador fuera un verdadero creyente (cp. Is 45:4: “te puse sobrenombre, aunque no me conociste’’). El famoso cilindro cuneiforme de Ciro registra esta oracién del rey persa: ‘‘Quieran todos los dioses a los que he restablecido en sus sa- gradas ciudades pedir diariamente a Bel y a Nebo que me den larga vida...’ Es probable que Ciro reconociera en el Dios de Israel a una de las mAs importantes deidades, especial- mente si Daniel le most6 las profectas de Isafas (Josefo, Antig., 11.1.1). Este decreto fue archivado en Ecbatana, donde Dario I lo des- cubri6 veinte afios més tarde (Esd 6:2). B. Preparativos para el retorno. 1:5—I1 Miles de piadosos judios dieron ofdo a la convocatoria de Ciro, y se prepararon para el largo viaje. Y muchos de los utensilios que Nabucodonosor habia tomado del Templo fue- ron entregados a los judios para que fueran restaurados a Jerusalén. 6. Y todos los que estaban en sus alrede- dores les ayudaron. Solamente alrededor de 50.000 judfos retomaron (cp. 2:64-65). La mayoria decidieron quedarse en Babilonia, donde muchos estaban bien acomodados (Jer 29:4-7). Asi, se hallaban en posicién de ayu- dar a aquellos que volvian. Es probable que también recibieran presentes de gentiles (cp. Ex 12:35, 36). 7. Los utensilios de la casa de Jehova. Algunos utensilios fueron llevados a Babilonia en 605 a.C. (Dn 1:2), algunos en 597 a.C. (2R 24:13), y el resto en 586 a.C. (2 R 25:14, 15; Jer 27:16-22). Aquellos que Ciro no devolvié en ‘esta ocasién fueron restaurados al Templo por Darfo alrededor del 518 a.C. (Esd 6:5). No obstante, el mobiliario del Templo, incluyendo el arca del pacto, fue destruido el 586 2.C. Jer 3:16; 2 R 25:13). 8. Sesbasar, principe de Juda. Asf como Daniel era conocido oficial- ESDRAS 1:8—2:70 mente en Babilonia como Belsasar (Dn 1:7), as{ es probable que Zorobabel fuera conocido como Sesbasar. Sabemos que Zorobabel puso los cimientos del Templo (Esd 3:8; 5:2; Zac 4:9); pero en una carta oficial a Darfo, se dice que lo habfa hecho “*Sesbasar’” (5:16). Zoro- babel era nieto de! rey Joaquin (Jeconia; 1 Cr 3:17-19) y un antepasado de José (Mt 1:12). El hecho de que 1 Cr 3:19 le [lame hijo de Pedafas en lugar de hijo de Salatiel (Esd 3:2) sugiere que Salatiel murié sin hijos y que Pedafas contrajo matrimonio levirato con la viuda de su hermano. 11, Cinco mil cuatrocientos. Los 2.499 utensilios relacionados en 1:9, 10 pueden haber sido los mds grandes o los més impor- tantes, C. Los que volvieron. 2:1-70. La lista se divide en ocho grupos. Zorobabel y sus compafieros (vv. |-2); familias judfas (vy. 3-19); ciudades de Palestina (w. 20-35); sacerdotes (vv. 36-39); levitas (vv. 40-42); los netineos (VM) o siervos del Templo (vv. 43~ 54); los siervos de Salomén (wv. 55-58); los que no tenfan las genealogfas ciertas (vv. 59- 63). Esta seccién concluye con una lista de totales (vv. 64-67), y con una breve afirma- cién de su llegada y de los dones que dieron para el Templo (wv. 68-70) 2, Los cuales vinieron con Zorobabel: Jesia, Nehemias, Segtin Neh 7:7, hay doce en este grupo de lideres. Jestia, 0 Josué, era el sumo sacerdote (3:2), nieto del sumo sacerdote Serafas, a quien Nabucodonosor maté en Ribla 2 R 25:18-21; ep. 1 Cr 6:14). El Nehemfas aqui relacionado no es, evidentemente, el mismo que fue famoso gobernador ochenta afios mis tarde. 3-19. Muchos de estos nombres aparecen de nuevo en Esd 8 y 10 y en Neh 10. Asi, no tenemos aqui los nombres de personas que vivian en aque! entonces, sino de familias que eran antiguas y que estaban bien establecidas. Algunos miembros de estas familias volvieron con Zorobabel el 536 aC., y el resto vino después con Esdras. 20-35. La mayor parte de estas ciudades aparecen en otros pasajes del AT. 36-39. Jedaias es probablemente el nombre de un cabeza de familia en la familia sumo- sacerdotal de Jestia, que descendia de Eleazar, ¢l tercer hijo de Aarén, Imer es el nombre del tercer turno de sacerdotes (1 Cr 24:14). Pasur es posiblemente de la familia de Malqufas, el quinto tumo sacerdotal (1 Cr 24:9; cp. 1 Cr 9:12; Neh 11:12). Harim es el nombre del tercer tumo de sacerdotes (1 Cr 24:8). 40-42, Se mencionan tres clases de levitas: (1) los levitas regulares, que asistfan a los sacerdotes; 421 (2) los cantores; y (3) los guardas de las pu- ertas. Fueron solamente 341 los levitas que volvieron, comparados con 4.289 sacerdotes. Esdras hallé una desgana similar a volver de parte de los levitas de su época (Esd 8:15). No es facil explicar este fenémeno. 43-54. Los netineos (VM) o sirvientes del Templo eran probablemente descendientes de los gabaonitas, a los que Josué sujeté a servi- dumbre (Jos 9). 58-58. Los hijos de los siervos de Salomén eran indudablemente los descendientes de sus prisioneros de guerra. Eran como los netineos, y se les contaba entre ellos (v. 58). 59-62. Tres familias del pueblo Mano (wv. 59, 60) y tres familias sacerdotales (vv. 61, 62) no pudieron dar prueba de su relacién con la nacién mediante los registros genealégicos, y fueron por ello excluidos oficialmente, aunque se les permitié acompafiar a los verdaderos judios en este viaje. 63. El gobernador (el Tirshatha, que era un titulo persa, significando posiblemente *‘su exeelencia’’. Se refiere aquf al gobernador, Zorobabel. En Neh 8:9 se aplica el mismo titulo a Nehemfas. Hasta que hubiese sacer- dote para consultar con Urim y Tumim. En Ex 28:30 se designan el Urim y Tumim como parte de las vestiduras ceremoniales del sumo sacerdote. Se utilizaban en cierta manera para determinar la voluntad de Dios. Pero parece que la voluntad de Dios ya no se podia deter- minar de esta manera desde la partida de la gloria de la Shekinah en 592 a.C. (Ez 8—11). La intensa esperanza de Zorobabel (y la de todos los judfos piadosos) de que esta trégica situacién no continuarfa por mucho tiempo, naturalmente, no se cumplié y el problema de las seis familias quedé sin resolucién. 64-67. Este total de 42.360 es idéntico con el de Neh 7:66; pero los verdaderos niimeros de Esdras llegan solamente a 29.818, y las cantidades de Neh 7 totalizan solamente 31,088. En Ja transmisién de las cantidades del AT, aparecen en ocasiones cambios y omi- siones a causa del repetido proceso de copia: quizds sea esta la explicacién de esta discre- pancia. Cantores y cantoras (v. 65). No israc- litas que eran contratados para festividades y endechas, ademds de los cantores leviticos. 68-70. ieron a la casa de Jehova. (Una expresin interesante, sugiriendo que habfa continuado estando en Jerusalén incluso des- pués de su destruccién el $86 a.C.! Cp. Jer 41:5; Hag 2:9. Sesenta y un mil dracmas de oro, Ver notas sobre un pasaje paralelo, Neh 7:70-72. Todo Israel en sus ciudades. Cp. Esd 2:26. Es cierto que todas las doce tribus se hallaban representadas en esta expedicién, 422 porque refugiados de las tribus nortefias habfan estado descendiendo a Judd durante siglos antes del cautiverio babilénico. IL. La iniciacion de la construccién del Tem- plo, 3:1—4:24, A. El altar y los cimientos. 3:1-13 Poco después de Hegar a la Tierra Prome- tida, los judfos hicieron provision para la ofrenda de sacrificios. A la siguiente prima- vera se echaron los cimientos del segundo Templo, con gran ceremonia y emociones encontradas. 1, Cuando Ilegé el mes séptimo. Este era el primer dfa del mes (v. 6), la Fiesta de las Trompetas (Nm 29:1-6), una sombra de la final reunién de Israel. Asumiendo un retraso de dos afios en el inicio del viaje desde Babilo- nia después del decreto de Ciro, la fecha hubiera sido el 25 de septiembre del 536 a.C. El hecho de echar los cimientos del templo a la siguiente primavera hubiera asi Ievado a su fin oficial la cautividad de setenta afios predi- cha por Jeremfas, desde el 605 hasta el 535 aC. Ger 25:1-12). 3. Tenian miedo de los pueblos de las tierras. Por ello, se hallaban totalmente conscientes de la necesidad que tenian de la proteccién de Dios. Cp. con el paganismo de 2 R 17:24-34. El hecho de que Sus temores no eran exagerados puede verse de los siguientes capitulos de Esdras. 4, Celebra- ron asimismo la fiesta solemne de los taber- naculos, Esta fiesta duraba desde el quince hasta el veintidés del mes séptimo, justo dos semanas después de la Fiesta de las Trom- petas. Cp. Nm 29:13ss. El Dia de !a Expiacién, en el dia décimo del mes séptimo, no se men- ciona en este capitulo. 7. Para que trajesen madera de cedro desde el Libano por mar a Jope. Comparar la recogida de material por parte de Salomén, més de 500 afios antes (2 Cr 2:16 y el con- texto). Conforme a la voluntad de Ciro. Los términos completos de esta concesién se hallan en 6:3-5, 8. En el ao segundo...en el mes segundo. Mayo-junio del 535 a.C. Ver notas sobre Esd 3:1. Los levitas de veinte afos arriba. En tanto que veinticinco aitos era la edad minima para el servicio de los levitas en el Tabernéculo (Nm 8:24; 4:3), la edad era solamente de veinte para el servicio del Tem- plo (1 Cr 23:24; 2 Cr 31:17). Hubo 24.000 levitas sefialados para supervisar las obras de! Templo de Salomén, en tanto que habjan ahora jsolamente 341 en total! (Esd 2:40-42). 9. Jestia...Cadmiel...Judé...Henadad. En lugar de Juda, sustituir por Hodavias (RVA). Asi, los tres primeros nombres aqui son los ESDRAS 2:70—4:2 mismos que en 2:40, y representan a familias leviticas especiales puestas al cargo de los trabajadores del templo. 10. Los sacerdotes vestidos de sus ropas y trompetas, y a los levitas. . .con cimbalos. Este fue el mismo orden observado cuando el arca fue trafda a Jerusalén en la época de David (1 Cr 16:5, 6; cp. Nm 10:8). IL, ¥ canta- ban. . .diciendo. Unos a otros (ASV), antifo- nalmente. El mismo salmo cantado en esta ocasion (cp. Sal 136:1) sugiere que estaban pensando en términos de la gran profecia de Teremias (Jer 33:11). ¥ todo el pueblo acla- maba con gran jabilo. El gozo de ellos era abrumador, porque las esperanzas y oraciones de décadas de cautividad estaban ahora siendo cumplidas ante sus propios ojos. 12, 13. ¥ muchos. ..lloraban en alta vor; mientras muchos otros daban grandes gritos de alegria. Cincuenta afios habfan pasado desde que el primer Templo habja sido destruido, y muchos de los hombres més viejos que lo habfan visto Horaban ahora debido al triste contraste en tamafio y en grandeza de disefio. ;Y qué contraste hacfa con el glorioso Templo milenial profetizado por Ezequiel! iBien lo sabfan los judfos de este periodo! Cuando se renové la obra en el segundo Tem- plo en 520 aC., habjan todavia algunos de estos hombres ancianos que volvieron a lorar (Hog 2:3). B. Oposicién a la obra. 4:1-24. Tan pronto como hubieron echado los cimientos que empezaron los problemas para los judios. Primero vino la tentacién a compro- meter su testimonio. Cuando se resistieron a esto con efectividad, empezé la oposicién activa, que persistié intermitentemente desde la época de Ciro hasta la época de Artajerjes. 1, Los enemigos de Juda y de Benjamin. Se menciona a estas dos tribus en particular debido a que constitufan ahora la mayor parte de la nacién, y era principalmente en sus anti- guos territorios que vivia ahora el remanente. 2. Desde los dias de Esar-hadon. Isaias habia profetizado que las diez tribus nortefias deja- rian de ser un pueblo aparte en sesenta y cinco afios. Ya que profetizé esto en 734 a.C. (Is 7:8), esto se cumplié alrededor del 669 a.C., dentro del reinado del rey asirio Esar-hadén (680—668 aC.), que fue el responsable de introducir extranjeros en Samaria (2 R 17:24). Estos extranjeros se casaron con israelitas, y fueron sus descendientes que fueron ahora a Zorobabel diciendo: ‘‘Buscamos a yuestro Dios, como vosotros’’. Esta propuesta era més peligrosa atin, porque venia bajo el disfraz de la verdadera religién (2 Co 11:15; ep. 2 Co 6:17). ESDRAS 4:3—23 3. Nosotros solos la edificaremos. Esto cs, el pueblo de Jehova, en contraste al ‘pueblo dela tierra’’ (v. 4). Zorobabel vio con claridad la imposibilidad de aceptar a paganos sobre una misma base con verdaderos judfos en la construccién del Templo de Ichové. Estos samaritanos revelaron su verdadero cardcter cuando, después de posteriores rechaza- mientos, construyeron su propio templo en el monte Gerizim (Jn 4:20-22). 4. Intimid6 al pueblo de Juda, 0 debilité Jas manos del pueblo de Judd (heb.). El profeta Jeremias fue acusado en su época de hacer lo mismo (Jer 38:4). 5. Sobornaron. . .a los con- sejeros contra ellos. ;Hubiera podido esto ser en la corte en Susa? Si esto fue en 535 a.C., entonces es probable que Daniel ya no viviera, y no habia ningiin judfo influyente para inter- ceder por la naci6n en la corte persa. Todo el tiempo de Ciro rey de Persia hasta el rei- nado de Dario rey de Persia. Esto significa los restantes afios de Ciro (535-530 a.C.), el reinado de Cambises (530-522 a.C.), el breve reinado de Smerdis (522 a.C.), y hasta el segundo afio de Dario I (521/520 a.C.). Des- pués de la parentética historia de la oposicién (vy. 6-23), se reanuda la historia ene! presente (v. 24). 6. Empieza ahora un paréntesis en la historia principal, el cual nos habla de una oposicién similar a los judios en los dias de Jerjes (486— 465 a.C.) y de Artajerjes (464-423 a.C.). Ya que se menciona a Asuero (heb., ahashwé- résh) en el v. 6, después del Dario del y. 5, y tiene el mismo nombre que el rey del libro de Ester, hubiera debido estar claro para los comentaristas més anteriores que se trataba de Jerjes (ver nota de la RVA). Acusaciones. “La misma palabra radical en hebreo que para Satanés, ‘tel acusador” (1 Cr 21:1; Job 1:6). Esta acusacicn escrita a Jerjes el 486 a.C. noes citada en ningtin otro pasaje del AT. 7. Bislam, Mitridates, Tabeel eran proba- blemente samaritanos que sobomaron a dos altos ful arios persas —a Rehum el canci- Her y a Simsai el escriba o secretario (v. 8) — para que escribieran la carta del 4:11-16 a Amtajerjes acusando a los judios de estar reconstruyendo los muros de Jerusalén. Tabeel (Dios es bueno) puede ser el mismo que Tobias (Jehovd es bueno) en Neh 2:19. La escritura...de la carta era en arameo, la lengua comercial del Creciente Fértil durante el primer milenio a.C. No solamente esté escrita en arameo la carta de 4:11-16, sino también toda la seccién de Esdras desde 4:8 hasta 6:18. Es muy similar al arameo de los papiros de Elefantina. 9. Afarsaquevitas (VM), en RV dice gobernadores. Cp. 5:6. Keil 423 crefa que cran estos una raza especialmente dedicada al rey de Persia, que consiguié una posicién prominente entre los que se habjan asentado en Siria. Algunas de las otras razas (los dineos, tarpelitas, persas, arquevitas, babi- Iénicos, susanquitas, dehaftas, elamitas, son los que se mencionan en este versiculo, ademds de los afarsaquevitas, ver VM), son dificiles de identificar, aunque la mayor parte de ellas venian probablemente de las regiones de Babilonia, Persia, y Media (cp. 2 R 17:24). 10. El grande y glorioso Asnapar. El gran rey asirio Asurbanipal (668-626 a.C.), que fina- liz6 el transplante (de naciones en Samaria que Esar-had6n habia empezado (v. 2) un afio 0 dos antes. 12, 13, Los enemigos de los judfos profesan aqui una gran preocupacién por el bienestar del rey de Persia. El informe que dan ellos del progreso en la construccién de las murallas (v. 12) es evidentemente exagerado, a la luz del v. 13. No obstante, parece que se habia hecho algiin esfuerzo en reconstruir las mura- llas de Jerusalén, posiblemente por incitacién de Esdras (ver nota sobre v. 23). No es la construccin del Templo lo que est4 bajo con- sideracién en esta carta, porque habia sido finalizado el 515 aC. (6:15). La ciudad rebelde y mala. Cp. 4:15, Ciertamente, Jerusa- lén habia demostrado serlo bajo los tragicos reinados de Joacim (2 R 24:1) y Sedequias (2 Cr 36:13). Y, por lo que alos asirios concemfa, también lo fue en los dias de Ezequias y de Manasés (2 Cr 32; 33). 14. Siendo que nos mantienen del palacio, Lit., comemos ta sal del palacio (VM). Esta- ban a sucldo del rey. 15. El libro de las memorias de tus padres. Ver Ester 6:1, donde el padre de Dario, Jerjes, consulta el ‘libro de las memorias y crdnicas”. Estas pueden haber incluido crénicas de Ja historia asiria y babil6- nica, ademds de 1a persa. 20. Hubo en Jerusalén reyes fuertes. En tanto que David y Salomén fueron los mas grandes reyes de Jerusalén, monarcas como Asa, Josafat, Uzfas y Ezequfas habfan cierta- mente dejado su impronta en la historia del Oriente Medio. 21. Hasta que por mi sea dada nueva orden. ;Esta cléusula final dejaba la puerta abierta para el cambio de idea por parte del rey, como descubrimos en Neh 2! En verdad, esto fue providencial, porque las leyes de los medos y de los persas eran inmutables. 23. Les hicieron cesar con poder y violen- cia, Esta claro que los samaritanos se aprove- charon totalmente de este decreto, ¢ incluso Negaron a la extremada parcialidad de destruir las murallas que se habfan ya construido, y de ‘quemar las puertas. Fueron las noticias de este 424 desastre que apesadumbraron tanto a Nehe- mifas y que le le Hevaron al duelo y a la oracién (Neh 1:3, 4). Podemos asi fechar este decreto alrededor del 446 aC. La relacién de Esdras con toda Ja crisis no queda indicada en las Escrituras, aunque estaba ciertamente en favor de que se construyeran las murallas de la ciu- dad (Neh 12:36). 24. Entonces ces6 la obra de ta casa de Divs. Esto sigue al paréntesis de 4:6-23, y reanuda el v. 5, con la informacién adicional de que fue en el aio segundo de Dario que la obra de la casa de Dios (no de las murallas) se reanud6 (5:2). Los comentaristas més antiguos, creyendo que 4:24 tenia que seguir cronolégicamente al 4:23. se vefan obli- gados a interpretar ja Asuero del 4:6 como Cambises, y a Artajerjes en 4:7 como Smerdis! TIL La finalizacion del edificio. 5:1—6:22. A. La reanudaciébn de las obras. 5:1-5. Después de quince afios de estancamiento, se reanud6 la obra del Templo bajo el impetu de la poderosa predicacién de Hageo y de Zacarias. Ni siquiera el reto de Tatnai detuvo Ta obra. 1. Hageo y Zacarias. . ambos profetas. Se ‘omite el nombre del padre de Hageo tanto aqui como en su libro. El abuelo de Zacarfas era Iddo, siendo su padre Berequias (Zac 1:1). El ministerio de Hageo empezé el 29 de agosto del 520 aC. (Hag 1:1), pero Zacarfes no empez6 su ministerio hasta _octubre- noviembre. 2. Comenzaron a reedificar la casa de Dios. jEl trabajo en el Templo se renové solamente después de tres semanas de que Hageo empezara la predicacién! Esto fue el 20 de septiembre del $20 a.C. (Hag 1:14, 15). Zorobabel es sumamente honrado en el libro de Hageo y en el de Zacarfas, en tanto que Jestia, 0 Josué, lo es en el de Zac 3 y 6. 3. Tatnai gobernador del otro lado del rio, Este era el sétrapa persa para toda la regi6n al oeste del Eufrates. Desde el 539 al 525 a.C., no solamente esta region, sino Babi- lonia también, eran gobernadas por Dario de Media. Setar-boznai cra _probablemente el ayudante o secretario de Tatnai, como més tarde fo fuera Simsai de Rehum (4:9), Levan- tar estos muros. Sc reficren aqui a los muros del Templo (cp. 5:8). 4. Ver la VM para la respuesta de los judios a Tatnai. Los vv. 9, 10 contienen toda la pregunta de Tatnai, lo que explica la respuesta de 5:4. Pero la respuesta completa de los judfos a Tatnai se halla en los vv. 11-16. 5. Los ojos de Dios estaban sobre los ancianos de los judios, Una clara eviden- cia de la providencia de Dios. (Para una frase similar y més frecuente, ver 7:6.) Ya que es Probable que se precisara de un aio para vol- ESDRAS 4:23—6:2 ver a saber de Darfo, hubiera sido un gran golpe para los judios tener que suspender mientras tanto la obra. B. Carta de Tatnai a Dario. 5:6-17. ‘Tatnai, el sétrapa persa, escribié a Darfo el rey, hablando de su reto y de la respuesta de los judfos, y pidiendo un veredicto sobre la ‘base del decreto de Ciro. 8. La casa del gran Dios, Esta carta trata exclusivamente de! Templo, en contraste con la cara de 4:12-16, que fue escrita alrededor de setenta afios mis tarde (ver notas). 11-13. ‘La carta cita ahora la respuesta de los judfos a Tatnai, en la cual relatan la historia de su Templo desde su finalizaci6n el 960 a.C. a su destruccién en 586 a.C., y €l decreto de Ciro para su reconstrucci6n en 538 aC. 16. Entonces este Sesbasar vino y puso los cimientos de la casa de Dios. Cp. 1:8; 5:14. Otro nombre para Zorobabel, debido a que fue Zorobabel el que eché los cimientos del tem- plo en 3:8-10. Desde entonces hasta ahora se edifica, y atin no esta concluida. La fraseolo- gfa aquf no implica que no pudiera haber inte- rrupciones en el trabajo (E. J. Young, Una Introduccién al Antiguo Tesiamento, p. 446). EI punto que aqui se trata es que no habia habido una cesacién oficial, ningun decreto oficial, que obligara a una interrupcién, proce- dente de la corte persa (contrastar con el 4:23) desde los dfas de Ciro hasta el presente. 17. Incluso si el decreto de Ciro era hallado, y era favorable, Tatnai probablemente esperaba una derogaci6n de parte de Dario, el fundador de la nueva rama de la dinastia aqueménida (ver notas sobre 6:1, 2). C. Decretos de Ciro y de Darfo, 6:I-12. Dario no solamente tuvo éxito en su biis- queda de! decreto de Ciro con respecto a los judfos y su Templo, sino que hizo otro, orde- nando a Tatnai que ayudara a los judios en su ‘obra y amenazando al que alterara el decreto. 1, 2, La casa de tos archivos, . .en Babilo- nia...en Acmeté. Keil sefiala que la vasta complejidad del imperio persa y la confusi6n general que acompafié el cambio de poder real de la linea de Ciro a la linea de Dario el S21 a.C. ayuda a explicar por qué algunos decretos anteriores habfan quedado en el olvido. Pero es un tributo a la eficacia de la administracién persa que los registros se hallaban archivados sanos y salvos en un complejo sistema de archivos centrados en Babilonia y llegando a bibliotecas sucursales tan lejanas como Acmeté (Ecbatana), la capital del antiguo imperio de Media, Un libro (v. 2) significa un papiro o un rollo de pergamino (diferentes Palabras en hebreo) en lugar de la acostum- ESDRAS 6:2—7:11 brada tableta de arcilla, Es posible que todos los antiguos rollos fueran archivados en la biblioteca de Ecbatana debido a que el aire no era tan célido y himedo como en Babilonia. 3. Para una explicacién de las diferencias entre este decreto de Ciro y el de Esd. 1, ver E. J. Young (op. cit., p. 445 y G. Archer, Resefia Critica de una Introduccién al Antiguo Testa- mento, p. 456). En tanto que aquel era una proclamacion publica, esta era una copia ofi- cial més detallada para los archivos. Su altura de sesenta codas. El pértico de Salomén tenfa dos veces esta altura (2 Cr 3:4), 8. Y por mi es dada orden. No solamente advirtié Darfo a Tatnai que dejara en paz. a los judios a causa del decreto de Ciro, sino que ademés afiadié otro suyo que tiene que haber dejado asombrados a Tatnai y a sus compa- fieros. Del tributo del otro lado dei rio, sean dados puntualmente a estos varones los gastos. Cp. 6:4. Esto probablemente dismi- nuyé el propio bolsillo de Tatnai, porque él se tomaba su parte del tributo. 10. Para que ofrezcan sacrificios agradables al Dios del cielo, y oren por la vida del rey. Dario podia decir esto fécilmente sin renunciar a su polite- fsmo. La oraci6n por los reyes est4 implicada en el mandato de Jeremias a los exiliados judios (Jet 29:7). Carl F. Keil (The Books of Ezra, Nehemiah, and Esther, p. 87) muestra que esto se hacfa también en siglos posteriores (1 Macabeos 7:33; 12:11; Josefo, Antig xii. 2.5). Il, Se le arranque un madero de su casa ...Sea colgado en él. Keil cita a Herodoto (III. 159) afirmando que Dario empalé a 3.000 babilonios después de conquistar su ciudad. Por ello, jesta no era una amenaza vacia! Y su casa sea hecha muladar. Cp. Dn 2:5; 3:29; 2R 9:37. D. La finalizacién del Templo. 6:13-22. Con Ia ayuda de los gobemantes seculares y de los piadosos profetas, los judfos acabaron su Templo en cinco afios, y lo dedicaron con gran gozo a Jehova. Un mes més tarde, multi- tudes se reunieron en Jerusalén para celebrar la Pascua y la fiesta de los panes sin levadura 14, Por mandato de Ciro, de Dario, y de Artajerjes rey de Persia. Esdras tiene buen cuidado de aftadir el nombre de su propio rey, Artajerjes, debido a que él ayudaba en el man- tenimiento del Templo (7:15, 16, 21). 15. El tercer dia del mes de Adar. Este fue el 12 de marzo del 515 a.C., cuatro afios y medio des- pués de empezarse en serio la obra, Mientras que se estaba Hevando a cabo la construccién del Templo, tuvieron lugar los sucesos de Zac 7. 17. {Salomén ofrecié ms de doscientas veces la cantidad que aquf se cita de bueyes y 425 de corderos en Ia dedicaci6n de su Templo! (LR 8:63). 19. La pascua. Esto fue el 21 de abril del 515 a.C., justo cinco semanas después de que se habja dedicado el Templo. A partir de este versiculo, el texto es de nuevo en hebreo. 20. Los sacerdotes y los levitas se habfan purifi- cado a una. A una, sin excepcién. Los levitas reemplazaban a los cabezas de familia (Ex 12:6) y mataban a los corderos pascuales tanto para los del pucblo (que pudieran estar impuros) como para los sacerdotes (que esta- ban demasiado ocupados). Cp. 2 Cr 35:11, 14, 15. 21. Se mencionan dos grupos de judfos aqui, aquellos que habfan vuelto de Babilonia, y aquellos que habfan permanecido en la tierra, mezclados con la poblacién pagana (2 R 17:33), 22. El rey de Asiria, Ya que los persas regfan ahora los territorios del antiguo imperio asirio, se podia decir que Darfo era rey de Asiria, asf como Ciro fue rey de Babilonia. IV. El viaje de Esdras a Jerusalén, 7:1— 8:36. A. Preseniaci6n de Esdras. 7:1-10. Las relaciones familiares de Esdras y sus caracteristicas personales, asf como un breve resumen de su gran viaje, se exponen a conti- nuacién. 1. Pasadas estas cosas. Entre los capitulos 6 y 7, se interponen cincuenta y ocho afios, durante los que tuvieron lugar los sucesos del libro de Ester. Esto pudiera explicar la favora- ble actitud de Artajerjes hacia Esdras. Esdras hijo de Seraias, Seraias era el sumo sacerdote en 586 a.C. (2 R 25:18). Pero Esdras tiene que haber descendido de un hijo menor de Seraias, porque no recibe el nombre de * dac’’, como si sucede con Jestia (Esd 6:14); y por ello sus antecesores inmediatos no se¢ hallaban en la linea sumosacerdotal, 3. Aza- rias, hijo de Meraiot. Para abreviar la lista, se han eliminado seis nombres entre estos dos (1 Cr 6:7-11). 6. Este Esdras. . era escriba diligente en la ley de Moisés. Escriba. La palabra hebrea soper significaba antes un ‘‘secretario’’. Pero para la época de Jeremtas los escribas eran ya maestros biblicos (Jer. 8:8), y este es el signifi- cado aqui. 7-9. El viaje de casi 1.500 km. (900 millas) levé cuatro meses, desde el 27 de marzo hasta el 24 de julio del 457 a.C. 10. Porque Esdras habia preparado su corazén. Ver 2 Cr 12:14; 19:3; 30:19, para similares expresiones. B. Carta de Artajerjes a Esdras. 7:11-28. Artajerjes escribié una carta en arameo a Esdras, dandole permiso para Ilevarse consigo 426 4 voluntarios judios, plata y oro, y utensilios de] Templo, de vuelta a Jerusalén. También, hizo amplia provision para suministros del templo y para los ministros, y dio a Esdras autoridad para designar magistrados y jueces. 14, Sus siete consejeros. El tribunal supremo de Artajerjes (cp. Est 1:14; Herodoto III, 94). A visitar a Judea y a Jerusalén. Parece que Esdras tenfa un puesto en Ia corte persa equivalente a la de Secretario de Estado para asuntos judios. 18. Y lo que a ti y a tus hermanos os parezea hacer. ;Hubicra podido Esdras haber interpretado esto como incluyendo el permiso para reconstruir los muros de 1a ciudad? Tus hermanos, Sus colegas sacerdotes. 20-22, Antajerjes siguid el ejemplo de Ciro y de Dario (cp. 6:4, 8). Las cantidades méximas que se habian de entregar eran cien talentos de plata (un talento = 34 kilogramos), cien coros de trigo (370 hectolitros en total), cien batos de vino y también otros cien de aceite (cien batos = 3700 litros) 23. Que gobiernen a todo el pueblo que esta al otro lado del ria, Esto es, judios (“to- dos los que conocen las leyes de tu Dios"). ¥ al que no las conoce, le ensefiards. Los judios no instruidos tenfan que ser ensefiados en las Escrituras. Es indudable que Esdras sugirié a Artajerjes los puntos que el decreto debia incluir. En particular, la ultima provisién coin- cidia con la meta de la vida del escriba (v. 10). 7, 28. Esdras reconocié, en este notable decreto, que Jehova habia inclinado el corazén del rey hacia su pueblo (Pr 21:1). El hermosea- miento del Templo era la principal causa de la accién de gracias, porque el restablecimiento del culto divino era la clave de! avivamiento, C. El viaje a Jerusalén. 8:1-36. Alrededor de 1,500 sacerdotes y cabezas de familia salieron de Babilonia con Esdras. Ademas de estos, Esdras obtuvo algunos levitas y netineos de Casifia, Confid los tesoros del templo a veinticuatro sacerdotes y levitas. Después de un tiempo de oracién y de ayuno, la compafifa empez6 el largo camino a Jerusaién, Cuatro meses mas tarde Hegaron a a ciudad, y depositaron sus tesoros en el Tem- plo. Ofrecieron sacrificios en el altar y entre- garon las comisiones de Artajerjes a las autoridades apropiadas. 2. Gersén...Daniel. Estos cabezas de casas sacerdotales eran descendientes, respec- tivamente, del tercer y cuarto hijos de Aarén (ver ¥. 24, com.), Extrailamente, no se da el total de los sacerdotes, ni de la familia de Hatus, descendiente del rey David. 3-14. Esta lista de genealogias se halla tam- bign entre las diecisiete genealogias en Esd ESDRAS 7:11—8:31 2:3-15, excepto por Joab (v. 9). De los hijos de Zatu y Bani debiera probablemente apare- cer en 8:5, 10 (LXX y | Esd), concordando con los mismos nombres en 10. El hecho de que aparezcan los mismos nombres con un intervalo de ochenta afios muestra que se trata de nombres de familias, no de individuos que vivieran en la época de Zorobabel y en la de Esdras. Algunos miembros de estas familias volvieron con Zorobabel, pero otros miembros no volvieron hasta Ia época de Esdras. 15. Acampamos alli tres dias. Ya que por fin dejaron el rio Ahava (lugar desconocido, probablemente se trate de un canal) el dia doce (v. 31), tienen que haber estado viajando nueve dias desde Babilonia para legar allf (cp. 7:9). No hallé alli de los hijos de Levi. Solamente 341 levitas volvieron con Zorobabel, compa- tados con los 4.289 saccrdotes (2:36-—42). 17. Iddo, jefe en el lugar llamado Casifia. Este tiene que haber sido un establecimiento de levitas y de netineos. Es probable que Iddo fuera un levita. 18-20. Un varén entendido. Probablemente un nombre propio, Ishsechel, un descendiente de Mabli, nieto de Levi (Ex 6:16, 19). Serebias y Hasabias se mencionan de nuevo en Esd 8:24 (ver nota). 21-23. Y publiqué ayuno. Para otros ejem- plos de ayunoen el AT para obtener respuestas a la oraci6n, ver Jue 20:26; 1 $ 7:6; 2 Cr 20:3; Joel 1:14, Esta vez, no aparecié ninguna nube ni columna de humo para conducir a los pere- grinos de vuelta a la Tierra Santa; pero la mano de Dios estaba sobre ellos (Esd 8:22). Tuve vergiienza de pedir. ..tropa y gente de a caballo, Esdras dio de esta forma un buen testimonio. Pero el hecho de que Nehemias tuviera una escolta (Neh 2:9) solamente demuestra que nuestras vidas y circunstancias ante Dios nunca son idénticas. El nos fue propicio. Asf es como Esdras reminisce acerca de un viaje seguro y con buen suceso. 24. Serebias y Hasabias y diez de sus her- manos. Estos son evidentemente levitas (vv. 18, 19), sumando doce sacerdotes y doce levitas. No se nombra a ninguno de los doce sacerdotes en este pasaje, pero dos de ellos son nombrados en el v. 2. 25-27. Ver el decreto de Artajerjes, 7:14-16. El oro, la plata y los uten- silios preciosos tenfan un valor rondando los tres millones de d6lares. Poco es de extraflar que Esdras proclamara un ayuno para buscar la proteccién de Dios para el viaje. Hi, 32. Salieron de Ahava el 8 de abril del 457 a.C., y legaron a Jerusalén el 24 de julio (7:9). Cerca de 1.500 km. (900 millas) en cua- tro meses da una marcha de alrededor de 11 km. (7 millas) al dia. Es este un buen pro- medio, porque habia ‘‘nifios’’ (v. 21), asi como. ESDRAS 8:31—10:8 muchos equipos que se tenfan que transportar. La mano de nuestro Dios estaba sobre noso- tros. Cp. el testimonio de Esdras, 8:22. Repo- samos alli tres dias. Cp. Neh 2:11. 35, 36. iQué gozo fue para estos judios ofrecer sacrifi- cios sobre el verdadero altar de Dios! Entre ellos se hallaban sacerdotes y levitas que nunca habjan visto Jerusalén ni su Templo. Entregaron los despachos del rey a sus sdtrapas y capitanes. Estos eran los sdtrapas y gobemadores de los distritos que rodeaban a Judé, Judé fue, durante esta época y por muchas décadas después, contada como parte de una drea administrativa mayor. —10:44, A. El trégico informe y la oracién de Esdras. V. La gran reforma. Cuando Esdras fue informado por las autori- dades judfas con respecto a los matrimonios mixtos que se habfan celebrado en afios recientes, se angustié profundamente, y su pro- funda angustia produjo conviccién de pecado a los corazones de muchos. Su gran oracién no contenfa peticién de perdén, pero proveyé la atmésfera apropiada para la confesién y el apartamiento de pecado de parte de la congre- gacién. Contrasté la fidelidad de Dios con ta desobediencia de la nacién de Israel, por la que 1a nacién era merecedora de extincién. 1. Acabadas estas cosas. Tiene que haber pasado un lapso de unos meses para que se Nevaran a cabo los eventos de 8:36, porque ¢stamos ahora en cl mes de diciembre (10:9). Los principes vinieron a mi. Todas tas clases de la nacién se hallaban envueltas en esta reciente tendencia pecaminosa; pero ya que los principes habian sido los primeros en este pecado (9:2), ellos y no los sacerdotes fueron Jos primeros a Esdras. Se relacionan aquf cinco de las siete naciones cananeas (Dt 7:1; Hch 13:19), asi como otras tres. Estas naciones paganas cn la tierra habfan escapado a la deportacién de Nabucodonosor. 2. El linaje santo ha sido mezclado. Cp. Ex 19:5; Is 6:13. 3. Arranqué pelo de mi cabeza. El rasgado de los vestidos era una sefial de una afliccion profunda (Lv 10:6; Jos 7:6); pero el hecho de arrancarse una parte del cabello de la cabeza y de la barba constitufa una expresién de vio- enta ira 0 de indignaci6n moral (Is 50:6; Neh 13:25). Esdras se dio completa cuenta de que a causa de la santidad de Dios, un pecado tan grave podria solamente provocar otro perfodo de cautividad. 4. Todos los que temian las palabras del Dios de Israel. Cp. 10:3; Is 66:2, Sal 119:120, 161. La actitud de una persona hacia la Palabra de Dios es uno de los criterios definitivos acerca de su espiritualidad. 427 & Y ahora por un breve momento. Ochenta afios en la Tierra Santa parecfan un breve momento comparado con los sufri- mientos bajo los asirios y los babilonios (cp. Neh 9:32), Un lugar seguro en su santuario, Cp. Is 22:23. Era el Templo lo que mantenia unida a la comunidad. A fin de alumbrar nuestro Dios nuestros ojos, Cp. Sal 13:3; 1S 14:27, 29. 9, Porque siervos somos. Ningtin judio bien instruido pensé que habfa amane- cido la Era milenial cuando el resto de Zoroba- bel volvié a Palestina (cp. Is 14:1-3). Darnos proteccién en Judé y en Jerusalén, Protec- cidn es, lit., muralta, La palabra heb. gadér significa una muralla o valla de un vifedo, construida para su proteccién (Is 5:2, 5). Ya que los reyes de Persia les protegian, eran en este sentido una “‘muralla” entre Juda y sus enemigos. B. El abandono de tos matrimonios mixtos. 10:/-17. La oracion de confesién de Esdras produjo el efecto deseado, y muchos se reunieron ante 61 para confesar su pecado. Se hizo ahora una proclamacién, que todos Jos judfos tenfan que ir a Jerusalén en el plazo de tres dias. No obstante, la complejidad del problema y el clima inclemente obligaron a un retraso en el procedimiento judicial. Finalmente, los judios culpabies se vieron ante el tribunal y se les oblig6 a expulsar a sus mujeres extranjeras. 1. Postrandose delante de la casa de Dios. Mientras que se postraba en el patio del tem- plo, Esdras estaba todavia sobre sus rodillas (9:5). Lloraba el pueblo amargamente, Los judios se conmovieron hasta el Ilanto debido a los pecados de la nacién, vistos ahora bajo una luz totalmente nueva. Esdras consiguié mucho més con una preocupacién surgiendo en amor de su coraz6n que lo que jams hubiera conse- guido por la fuerza. 6. La camara de Johanén hijo de Eliasib. Josefo (Antig. 11.5.5) afirma que Joiacim (Neh 12:10) era sumo sacerdote cuando Esdras Iteg6 a Jerusalén. Su hijo, el Eliasib de este ver- siculo, era sumo sacerdote cn Ia época de Nehemfas (Neh 13:4, 7). Ya que en Neh 12:10 se afirma que Jonatén era el nieto de Eliasib, podemos decir que el Johandn de nuestro ver- siculo (la graffa se parece mucho en hebreo) cra un hermano mds joven de Joiada, hijo de Eliasib. En honor de su hermano, Joiada impuso a su hijo el nombre de Johangn tam- bién, Es muy razonable suponer que el nieto del sumo sacerdote Joiacim hubiera tenido una cdmara en el Templo en la época de Esdras. 8. Perdiese toda su hacienda. Lit., fuera dedi- cada. Esto probablemente no signifique des- 428 truccién, como en el caso de una ciudad idolé- trica (Dt 13:12-17), sino la confiscacién en beneficio del Templo (Lv 27:28). 9. El 8 de diciembre del 457 a.C., una inmensa multitud de judfos, que no podfan caber en la pequefia ciudad (cp. Neh 7:4), reunida en el espacio abierto enfrente de la puerta de las aguas en la esquina sudoriental del patio del templo (Neh 3:26; 8:1, 3, 16; 12:37) para ofr el solemne mensaje de Esdras (Esd 10:10, 11). Temblando con motivo de aquel asunto y a causa de la lluvia. Dos factores creaban mucha incomodidad: un abru- mador temor de la ira de Dios sobre la nacién; y la lluvia torrencial que caracteriza al mes de diciembre en Jerusalén. 15. Solamente Jona- tan...y Jahazias...se opusieron a esto. La oposicién de estos dos hombres y de sus dos partidarios puede haberse basado en la simpa- tfa hacia los hogares que estaban ahora amena- zados de divisién. Si fue asi, no estaban contemplando el asunto desde el punto de vista de Dios, y, afortunadamente, su oposicién fra- casé. 17. ¥ terminaron... .el primer dia del mes primero. Parker y Dubberstein (Babylonian Chronology 626 B.C.—A.D. 75) han mos- trado que hubo aquel afio un mes intercalar, de manera que el juicio dur6 en realidad cuatro meses en lugar de tres, finalizando el 15 de abril del 456 a.C. Esto fue alrededor de un afio después de la partida de Esdras del rio Ahava. C. Relacién de los que tentan mujeres extran- jeras. 10:18-44. Diecisiete sacerdotes, diez ESDRAS 10:8—44 levitas, y ochenta y seis hombres de la congre- gacién de Israel fueron hallados culpables, y cada uno de ellos despidi6 a su mujer extran- jera, después de ofrecer un camero como ofrenda por el pecado. 18. Estin representados aquf los cuatro 6rdenes sacerdotales, probando la veracidad de la afirmacién de los principes (9:1; cp. 2:36- 39). 19. Y dieron su mano...y ofrecieron ++.un carnero. Entraron en un acuerdo so- lemne, ratificado dando la mano derecha (Pr 6:1; Ez 17:18) que despedirfan a sus esposas extranjeras. Ver Lv 5:14-16 para el mandato de ofrecer un carnero para la ofrenda por el pecado. 44, Y habia mujeres de ellos que habjan dado a luz hijos. Esto se menciona para mos- tar cuan consumadamente se llev6 a cabo la separacién, siendo mucho més dolorosa que la separaci6n de esposas sin hijos. ‘*Sin duda fue hecha una provisién adecuada para las esposas y los nifios repudiados, segtin los medios y las circunstancias de los “‘esposos"* (Jamieson, ““Esdras"” en JFB, p. 370). Una comparacién con Neh 10:30 (unos treinta aftos después) muestra que este mal no quedé eliminado de forma permanente. La larga asociacién con vecinos paganos hacfa dificil una separacién tan definida para los judfos mal instruidos. Pero Esdras fue el hombre de Dios para aque- Ila hora para preservar, al menos para aquella generaci6n, la identidad y el verdadero testi- monio de la nacién para el cumplimiento defi- nitivo de los propésitos de Dios. BIBLIOGRAFIA (Para Esdras, Nehemias y Ester) Aveney, Wacrer F. ‘‘Ezra, Nehemiah, and Esther"", The Expositor's Bible. Londres: Hodder and Stoughton, 1893. Crosay, Howarp. “Nehemiah”, en Vol. VII de A Commentary on the Holy Scriptures. Editado por John Peter Lange. Grand Rapids: Zondervan Publishing House, s.f. Ke, Cart F. The Books of Ezra, Nehemiah, and Ester. Grand Rapids: Wm. B. Eerd- mans Publishing Company, 1950. OumsTEAD, A. T. The History of the Persian Empire. Chicago: The University of Chi- cago Press, 1948. Parxer, RICHARD A. y DUBBERSTEIN, Watpo H. Babylonian’ Chronology 626 B.C.—75 D.C. Providence, R.l: Brown University Press. 1956. PritcHarp, J. (ed.). Ancient Near Eastern Texts Relating to the Old Testament. Prince- Scuutrz, F. U. “Ezra” y "Esther" en Vol. ‘VII de A Commentary on the Holy Scrip- tures. Editado por John Peter Lange. Grand Rapids: Zondervan Publishing House, s.f. Tutano, C. G. “'Hanani-Hananiah”’, Journal of Biblical Literature, June, 1958, pp. 157— 161. Witson, Rosert Dick. ‘‘Ezra-Nehemiah’ International Standard Bible Encyclopedia, Vol. 1. Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans, 1946.

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