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récter de condémino en una carta documento, pues se trata de un derecho teal cuyo modo de constitucién no queda librado a la voluntad de las partes, sino alo que especificamente esta- blece la ley atentola entidady las caracteristicas del derecho en cuestién. 6078 — C6aGiv. y Com., Cérdoba, 2008/11/19. - Pavén, Juan Domingo y otto c. Ibarra, Beatriz del Carmen. Nora a FALLo /747 BUSQUEDA ONLINE DE FALLOS SIMILARES _ > Tesauro Voces: “DESALOJO ~ CONDOMINIO” (1) Elfallo in extenso puede consultarse en Atencién al Cliente y en www.laleyonline.com.ar Naturaleza juridica de la donacién Por ALEJANDRO FREYTES SUMARIO: I. Antecedentes. El caso anotado. — Il, El concepto de di nacién. Acepciones en el derecho comparado. — II. El Codigo Civil Argentino. — IV. Conclusiones 1 Antecedentes. Bl caso anotado ‘Loshermanos Juan Domingo, Marfa Luisa y Vi- centa Sara Pavén adquirieron por escritura publica de fecha 8 de junio de 1972 en condominio y por partes iguales para si y para su hermano menor de edad Sergio Walter Pavén, elinmueble de calle Fernando Fabro 2558 de la ciudad de Cérdoba. El beneficiario nunca acepté la compra efectuada a su favor por el resto de sus hermanos. El inmueble estuvo ocupado por los padres de los condéminos hasta su muerte y luego por el hermano citado en iiltimo término junto a su esposa Beatriz del Carmen Ibarra, la demandada en autos, de quien en 2005 se separé de hecho retirandose del inmueble y dejandola como ‘nica ocupante del mismo. Esta emplazé por carta documento a los condéminos para que se abstengan de turbar su posesién publica, pacifica e ininterrumpida en la finca cedida, Los dos citados en primer término iniciaron accién de desalojo en contra de la ocupante por vencimiento del plazo contractual de uso. Con- testando la demanda la accionada adujo como tinica defensa, sin mencionarla expresamente, la excepcién aludida en elinc. 4to. del'art. 184 del C. de P.C. (defecto legal), destacando que no existid instrumento alguno que acredite el préstamo de uso, y en consecuentia, su vencimiiento. Ademas sostuvo que la cuarta parte del inmueble era asiento del hogar conyugal, de propiedad de su esposo, a quien no podfan desalojar por revestir lacalidad de condémino del predio. La sentencia de primera instancia rechazé la excepcién de defecto legal, advirtiendo que la falta de un contrato de uso documentado, no constituye un vicio formal de la demanda que coloque a la accionada en estado de indefen- sién, recaudo ineludible para su admisién. Ello no obstante, desestimé el desalojo por falta de legitimacién activa de los demandantes. En resumen, sostiene el dictum de la Juez inferior, que la calidad de copropietario de Ser- gio Walter Pavén, atin no habiendo aceptado Ja donacién de la cuarta parte que adquieran para él sus hermanos al labrarsé la escritura de compra, quedé acreditada con la confesién de los actores al remitir a la accionada un empla- zamiento de desocupacién, aceptando expre- samente esa calidad de comunero del hermano entonces menor de edad, lo que obstaculizaba Ja existencia del eventual contrato de préstamo de uso y su vencimiento, que tampoco pudo operar respecto de la demandada Ibarra, por ser el inmueble ultimo domicilio conyugal y no estar acreditada la invocada separacién de hecho entre los esposos. Laparte actora recurrié la sentencia de Primera Instancia y la Camara Sexta de Apelaciones en lo Givil y Comercial de Cérdoba, en la resolucién. que comentamos, revocé la decisién anterior e hizo lugar a la demanda de desalojo con costas en ambas instancias a la demandada. Enelvoto tinico del Dr, Walter Adrién Simes al que adhieren el resto de los vocales, se destaca La Ley Cérdoba - 2010 748 / Nova A FaLLo. con acierto a nuestro criterio, que en el juicio de desalojo el actor debe acreditar tener el de- recho personal a exigir la restitucién de la cosa (como propietario, poseedor, usufructuario, mero tenedor, etc.), mientras que el demandado si pretende enervar la accién intentada, debe probar un titulo 0 vinculo juridico que justifique su ocupacién y que lo autorice a mantenerse en el inmueble. Que se acredité la calidad de copropietarios de los actores a través de la escritura de compraventa, y que la demanda se dirigié en contra de la cényuge del hermano menor separada de hecho de aquél, por lo que el nudo litigioso estribaba en dilucidar si ésta podia resistir el desalojo, revistiendo su marido elcardcter de copropietario. Seguidamente advierte el Tribunal de Grado que cuando el condominio tiene fuente con- tractual, es formal si recae sobre inmuebles (art. 1184 inc. 1° del C. Civil), por lo que requiere la aceptacién del beneficiario, que no se suple con Ja mera admisién de esa calidad por el resto de los comuneros, so pena de no producir efecto alguno, pues entrafia una cléusula a favor de un tercero (arts, 504y 1163 del mismo cuerpo legal), que no produce consecuencias mientrasno haya sido aceptada y conocida por el obligado, pudien- do el estipulante revocarla cuando desee. Ello asi, porque ena constitucién de los derechos reales est en juego el orden publico. En consecuen- cia, sin mediar la aceptacién realizada con los recaudos legales (escritura publica), el contrato no se perfecciona, ni tampoco el condominio, de modo que, sin titulo suficiente el marido, su. esposa no podia resistir el desahucio, debiendo condenarsela a devolver el inmueble, con costas en ambas instancias. NOTAS, (4) BORDA, G., Manual de Contratos, 13° edicién, Perrot, Bs. As,, 1987, pdg. 667; PUIG PENA, J, "Donacion’, en Nueva Enciclopedia Espariola, Tomo VII, pag. 798; PUIG BRUTAU, J,, Fundamentos de Derecho Civil, Tomo 11, Volumen Il, 2da. edicién, Bosch, Barcelona, 1982, pag 67; COMPAGNUCCI DE CASO, R., "Naturaleza de la Donacién’, LL, 1997-B-1394, entre muchos otros. (2) Véase CNCix, Sala F 31-10-93 en LL, 1993-111-176, donde se pone de especial resalto que para nuestra legistacién la donacién essiempre un acto entre vivos, pues las disposiciones gratuitas para después de la muerte, exigen el testamento. Pot todos, BORDA, G., Manual, ob. cit., pag. 667. (3) Paulo en el Digesto, libro 39, titulo VI, fragmento 35; XIRAU, “Estudios sobre el concepto de donacién’, La Ley Cordoba - 2010 La sentencia nos parece ajustada a derecho y justa la solucién dada a la contienda. Empero, el andlisis de la cuestion litigiosa permite resaltar un aspecto que aunque sobreentendido en el deciso- rio comentado, merece ser expresa y contunden- temente destacado: el cardcter contractual de la donacién, es decir, su naturaleza jurfdica I, Elconcepto de donacién. Acepciones ene derecho comparado Puede afirmarse sin temor a equivocos que la donacién constituye el paradigma de losnegacios gtatuitos, no obstante lo cual entrafia un quid complejo desde que no todo acto gratuito supone una donacién (1). Consiste en un acuerdo de voluntades que im- plica la transmisién inter vivos (2) de bienes que uno realizaa favor de otro sin recibir ninguna pres- tacién a cambio y con énimo de beneficiarlo. Su origen etimolégico adelanta su caracteriza- cin: donis datio, esto es, dacién gratuita, segin la expresién de Paulo en el Digesto, aludiendo a una liberalidad proporcionada sin contrapres- tacién (3). Atribuir a la donacién el cardcter de simple acto’, o por el contrario perfilarla como un ge- nuino “contrato’ ha dividido a doctrinarios desde hace largo tiempo (4). FIC. Civil francés de 1804 que legislaen su libro LLsobre las diferentes maneras en que se adquie- rela propiedad, dedica el titulo Ta las sucesiones yelll ‘alas donaciones entre vivos y los testamen- tos” (5), por lo que la figura aparece mezclada en Reg. Gral, de Legislacién y Jurisprudencia, Tomo 143, pag. 38. (4) Entre los Gédigos latinoamericanos resulta es- pecialmente atrayente el de Puerto Rico que califica ala donacién como un acto de liberalidad (art. 558) ¢ incluso admite que puede hacerse entze vivos 0 por causa dle muerte (art. 559), disponiendo que en el pri- mer caso se rige por las disposiciones testamentarias (art. 562) y en el segundo por la de los contratos (art. 563), y en éste ultimo, se perfecciona “desde que el donante conoce fa aceptacién del donatario” (5) Este temperamento es seguido entre otros por el ‘Cédigo Civil de la Republica Dominicana (arts. 893.), requiriendo en el caso de la donacién aceptacién ex- presa del donatario (art. 894). Nota a Faro / 749 con las disposiciones de tiltima voluntad. Se ha sostenido que este discutible método respondié ala idea de Napoleén de que sdlo los bilaterales cabfan en el molde contractual en cuanto gene- raban obligaciones para ambas partes. Por esta raz6n esclarecidos juristas franceses ubicaron a las donaciones entre las liberalida- des, ajenas a los contratos. Sin embargo, como aclaran los Mazeaud, para asegurar la eficacia de dichos actos es necesaria la concordancia de voluntades entre el disponente que seempobrece yel beneficiario que se enriquece, y ese concurso de voluntades supone un contrato (6). Eltemperamento que descarta el cardcter con- tractual yve en la donacién un simple acto donde el donante proporciona al donatario una atribu- cién patrimonial a su costa y cargo sin recibir nada a cambio, encuentra también encendidos defensores en.el derecho espaiiol, Puig Brutau por ejemplo, para sustentar esta postura, advierte que no toda aceptacién lo es de una oferta contractual, que la recepcién de un beneficio ha de ser consentida, y que el art. 618 del C. Civil espafiol no exige la tradicién, lo que equivaldria a obligarse como ocurre en los contratos que generan obligaciones equilibrando los intereses contrapuestos de las partes en el acuerdo (7). Sin embargo, y pese a que el Cédigo Civil espafol ubica a ia donacién entre las diferen- tes maneras de adquirir la propiedad como el NOTAS (6) MAZEAUD, H,,L-y1., Lecciones de Derecho Civil, traducci6n de Alcala Zamora, Ejea, Bs. As., 1959, Parte 1V, Volumen III; pag:277; RIPERT, G. - BOULANGER, J, Tratado de Derecho Civil, segiin el Tratado de Pianiol, traduccién de Garcia Daireaux, La Ley, Bs. As., 1987, ‘Tomo XI, pag. 19. () PUIG BRUTAY, J, Fundamentos..., ob. eit, pag: 71, donde hace una encendida diferenciacion entre la aceptacién dela donaciony la de un contrato oneroso; en igual sentido, DE LOS MOZOS, J,, “La Donacién en el Cédigo Civily el problema de su naturaleza juridica’, en RDP, 1977-803, (8) DE DIEGO, F, Instituciones de Derecho Civil Espaiiol, Nueva edicién revisada por De Cossio y A. Guillén Ballesteros, editoriak J. San Martin, Madrid, 1959, Tomo II, pag. 242. cédigo galo, hay otros autores que defienden la naturaleza contractual, entre ellos De Diego (8), quien recuerda que como regia general se exige la aceptacién del donatario que justifica el traslado del dominio de un patrimonio a otro, 0 Albaladejo Garcia que con toda contundencia expresa: “Aunque algunos lo nieguen, enelsistema del C. Civil la donacién es un contrato aunque la definicién lo califique sélo de acto..."(9). En Alemania, Larenz (10) sostiene que no todas las atribuciones a titulo gratuito deben quedar subsumidas en la donacién, por cuanto ésta persigue esencialmente la enajenacién, participando en ese aspecto de notas propias de de los negocios onerosos, que en definitiva persiguen idéntica finalidad, como ocurre con Ja compraventa o la permuta. Lo acompaiia He- demann (11), quien ratifica que la donacién ha sido concebida en el derecho germano como un contrato, por lo que la liberalidad unilateral del donante no es eficaz sino presenta la correlativa aceptacién del beneficiario. El derecho italiano no deja flancos’ para la discusion pues el art. 769 del Codice Civile de- fine ala donacién como “el contrato por el cual, por espiritu de liberalidad una parte enriquece a otra, disponiendo a su favor de un derecho suyo o.asumiendo una obligacién’ Para reafirmar alin més su cardcter contractual, el art. 782 no sdlo exige la aceptacién del donatario, sino incluso su notificacién al donante, admitiendo el derecho de ambos a revocar su declaraci6n antes que la donacién se perfeccione (12). (9) ALBALADEJO GARCIA, M., Derecho Civil - Dere- cho delas Obligaciones, ata edicién, Bosch, Barcelona, 1977, Tomo Il, Volumen II, pag. 102.- (10) LARENZ, K., Derecho de las Obligaciones, traduccién de Santos Briz, RDP, Madrid, 1959, Tomo 1, pag. 174. (11) HEDEMANN, J., Tratado de Derecho Givil, (Lehmann-Hdemann), Derecho de las Obligaciones, traduccion de Santos Briz, RDP, Madrid, 1958, Tomo IH, 4g. 284. (12) GALGANO, E, Trattato di Diritto Civile, “La Dona- zione§ Volume I, Cedan, Casa Edittice A. Milani, Padova, 2009, pég.771 yss.,afirma que es un contrato a diferencia del testamento que es unilateral, aunque hay algunas donaciones que excepcionalmente pueden tener ese caracter como las hechas en resguardo del matrimonio La Ley Gérdoba - 2010 750 / NOTAA FALLO IL. El Codigo Civil Argentino FI C. Civil argentino define al negocio en su articulo 1789 afirmando que “Habra donacién, cuando una persona por un acto entre vivos, transfiera de su libre voluntad gratuitamente a otra la propiedad de una cosa’ Comola norma transcriptaalude aun “acto” en- tre vivos, y su nota menciona como precedente el art. 894 del C. Civil francés, muchos han crefdo ver aqui un apoyo de Vélez al Cédigo de Napoleén. As{, Fernando Lépez de Zavalfa, pretende dis- tinguir la “donacién-acto” abarcativa del contrato de donacién y de los actos asimilables como la cesién gratuita de derechos yla renuncia gratuita, de la “donacién-atribucién” que alude al enri- quecimiento del donatario y empobrecimiento de} donante, generados por la donacién-acto. Leyendo con detenimiento su postura (13), se advierte una tesis por demas compleja y alambi- cada, inadmisible en un sistema como el nuestro, donde el cardcter contractual de la donaci6n, resiste todo embate posible. Guillermo Borda (14) enrolado en la misma linea de pensamiento, aunque sin desconocer la tendencia mayoritaria por Ja calificacion contractual, sostiene que donar tiene un vincu- NOTAS lo inmediato con las disposiciones graciables mortis causae, sefialando que la donacién es en realidad, un acto unilateral de disposicién gratuita de bienes, més cercana a las mandas testamentarias que al contrato, como lo prueban la revocacién por ingratitud (art. 1858 y ss del C. Civil) y la reduccién por inoficiosidad (art. 1830 a 1832). Nose nos escapa que una interpretacién literal del art. 1789 antes transcripto, autorizaria a con- siderar donaci6n a todo acto de libre disposicion 0 beneficencia en provecho de un tercero (15), verbigracia: un legado, el mutuo sin intereses, cualquiera de los supuestos de liberalidades que amero titulo ejemplificativo enumerael art. 1791 del C. Civil, la remisién de un crédito (arts. 876 887 del C. Civil), la extinci6n dela obligacién por prescripcién, la cancelacién de una obligacién natural (art, 515 del C. Civil) etc. (16). Todos ellos trasuntan actos gratuitos en provecho del even- tual beneficiario, pero en realidad no constituyen verdaderas donaciones, al menos en el sentido yalcance que es dable asignar al concepto en nuestro sistema legal (17). Ello asf, porque la donacién entraa la presta- cién de cosas que se desplazan de un patrimonio aotro sin contraprestaci6n, por acto entre vivosy siempre con el 4nimo de beneficiar ala otra parte entre los futuros cényuges y que se perfeccionan sin necesidad de aceptacién, consumadas por el sucesivo matrimonio (art. 785), pierden sus efectos si este se declara nulo, dejando a salvo los derechos de terceros, también tienen este cardcter las hechas a favor de los hijos pornacer; MESSINEO, , Manual de Derecho Civil y Comercial, traduccién de S. Sentis Melendo, Ejea, Bs. ‘As., 1955, tomo V, pag. 5 define a la donacién como “un contrato en virtud del cual una de las partes (donante) porespiritu de liberalidad, y por tanto esponténeamente, procura la otra (conatario) un enriquecimiento (ventaja patrimonial), transfiriéndole un propio derecho, consti- tuyéndole un derecho, renunciando un derecho a favor de ella, o asumiends en su favor una obligacién (de dat, hacer onohacer).Un pormenorizado andlisis doctrinario, acerca de la naturaleza eminentemente contractual de Ie donaci6n en la legislacién italiana puede consultarse en BIONDI, B., Voz “donazione” en Novissimo Digesto Italiano, Editrice Torinese, Tomo VI, 3za edizione, Tori- no, 1957, pag. 233 ys; CASULLI, V, Voz “donazione” en Enciclopedia del Diritto, Giuftré Editore, Milano, 1964, ‘Tomo Ill, pag. 965s, en especial f&.973 donde se expresa con toda claridad que “la donacién noes perfecta sino es aceptada por el donatario” La Ley Cordoba -2010 (13) LOPEZ DEZAVALIA, F, Teoria de [os Contratos, Parte General, 3ra edicin, Victor P. de Zavalia, Bs. As., 1984, Tomo II, Parte Especial (1), pag. 370 y ss. * (14) BORDA, G.,Tratado de Derecho Civil -Contratos, Perrot, ara edicién, Bs. As., 1974, Tomo II, pég. 336. (15) Pueden consultarse con provecho los ejemplos que brinda COMPAGNUCCI DE CASO, R., “Naturale- za... ob. Cit,, pag. 1398 y ss. (16) SPOTA, A., Instituciones de Derecho Givil-Con- tratos, Depalma, Bs. As., 1982, Tomo VIII, pag. 298 ys. sostiene que todo enriquecimiento patrimonial que se efectiia con sacrificio del propio patrimonioy con animo de beneficiar al enriquecido, implica una denacién, y eneste amplisimo espectro incluye a la renuncia de los derechos, la entrega del usufructao nuda propiedad, la servidumbre, el uso 0 habitaci6n gratuita, etc. (17) Con razén apunta MESSINEO, F,, Derecho Givil..., ob. cit, pag. 11: "La importancia politica de la distincion entre donacién (en sentido estricto) y otras figuras de negocios a titulo gratuito reside en la no Nora a FALLo/751 (‘animus donandi”) (18). Una se empobrece y la otra se enriquece, uno dispone y el otro acepta, yes siempre posible visualizar la sustancia pati monial que se traslada del acervo de un sujeto al del otro. Nada de ello ocurre en los ejemplos antes senalados, donde la cuestion se observa difusa 0 no respeta éstos recaudos ineludibles. Sélo por excepcién admitimos asimilada a la donacién la cesién gratuita de derechos, no slo porque resulta conceptualmente compatible y respeta sus recaudos estructurales, sino porque el propio derecho positivo permite la aplica¢ subsidiaria de lasnormas de aquella a esta ultima (art. 1437) (19). Pensamos con Compagnucci de Caso (20) que ennuestro derecho no es posilsle contradecir que se trate de una figura convencional. Es evidentey claro analizando integralmente el titulo VIII dela Seccién III del Libro II de Vélez, que la donacién, se regulé como un contrato y ello se infiere de variadas razones (21). 1) En primer término esté legislada como tal en los arts. 1789 a 1868 entre la sociedad civil y el mandato. 2) En segundo lugar, atin admitiendo que la definicién del art. 1789 pueda plantear dudas al respecto, el art. 1792 exige expresamente que NOTAS aplicacién de algunas normas rigurosas propias de la donacién (cargas de forma, revocacién, reduccisn por lesidn a la legitima, etc.) (18) Cfr, CASULLI V, Voz “donazione” en Enciclo- pedia... ob. eit, pag, 966 y ss. quien resalta que los, actos liberales que se adaptan a pautas generales 0. de comportamiento, usos o buena conducta social, comollos regalos para bodaso cumpleans, elalbergue desinteresado a un amigo, 0 una invitaciéna cenar, no entrafian en realidad verdaderas donaciones. (19) Afirma MESSINEO, F, Derecho Civit.., ob. cit, pag. 12 ss., que la cesidn gratuita es un caso de una verdadera donacidn pero bajo la forma de otro contrato ycita a PERGLIATTI, en Foro it., 1936-1-89; BALBI, Saggio sulla donazione, Torino, 1942, pag. 47 y Rivista del Diritto Commerciale, 1948-1-157. (20) COMPAGNUCCI DE CASO, R,, “Naturalez: ob. cit., pag. 1396. (21) CASTAN TOBENAS, J, Derecho civil espafiol, comin y foral, 10ma, edicién, Rius, Madrid, 1977, Tomo, \V, pag. 205; PUIG BRUTAU, J, Fundamentos.., Ob. cit, “para que tenga efectos legales debe ser aceptada porel donatario expresa o tacitamente recibiendo Ta cosa donada’ descarando su caracter de acto unilateral (22). E] pensamiento del Codificador a ese respecto es contundentey palmarioen lanota alart. 1792 cuando expresa: “La aceptacidn dela donacién no es otra cosa, que el consentimiento del contrato por parte del donatario, consenti- miento que esid sometido a las reglas generales de los contrato. La aceptacién del donatario en cuanto ella constituye'su consentimiento, no es una condicién de forma sino parte esencial de la sustancia misma de la convencién...” Es que la aceptacién del donatario es segiin nuestra opinién, un recaudo imprescindible, desde que nadie puede ser obligado a recibir una cosa aunque la dacién fuere gratuita, pues podrfa serle perjudicial su recepcién, verbigra- cia si se trate de drogas prohibidas, un objeto demasiado oneroso para conservarlo, o algin otro que sencillamente el beneficiario no tuviere interés en recibir. 3) Para reforzar atin mas la naturaleza esencial- mente consensual, el Codificador en el art. 1793 ‘expresa: “Antes que la donacién sea aceptada, el donante puede revocarla expresa o tacitamente, vendiendo, hipotecando o dando a otroslas cosas, comprendidas em la donacidn’: Es evidente que ‘Tomolll, Volumen II, pag. 67; DELOS MOZOS, J, “La do- nacién..” ob. cit, pig 803y ss; MALDONADO GARCIA, G., Derecho Givil-Derecho de las Obligaciones, 4ta. edicién, Bosch, Barcelona, 1977, Tomo Il, Volumen I, pag. 103; LARENZ, K,, Derecho de las Obligaciones, traduccion de Santos Briz, en RDP, Madrid, 1959, Tomo Il, pag. 174; los hermanos MAZZEAU, H. L. et]. Lecciones... ob. cit. pég.277. Es también la opinion de Freitas, quecalificaala donacién como un negocio “que obliga a una parte aen- tregar gratuitamente aotrala propiedad de una cosa, con aceptacién expresa del donatario” (art. 2119 y 2122 inc. 6toacontrariosensuy art. 2151 reguiando las donaciones ‘que deben realizarse porescritura publica: deinmuebles, remuneratorias, con cargo, entre esposos para después de la muerte etc.), véase FREITAS, A:T. de, Proyecto de Cédigo Civil, traduiceién de Arturo Pons, Editora Revista Nacional, Bs. As, 1901, Tomo 2, pig, 789 yss. (22)Enladoctrina nacional, entre otros, LORENZETTI, R,, Tratado de Jos Contratos, Rubinzal Culzoni, Bs. As. - santa Fe, 2000, Tomo Ill, pég. 585; MACHADO, J. Exposi- ciény Comentario del. Civil Argentino, Lajouane,Bss., 1899, Too V, pag. 15; SALVAT, R.- ACUNA ANZORENA, A, Tratado de Derecho Civil Argentino. Fuente de las La Ley Cordoba - 2010 ‘es Noma as Bini | a i como regla general toda oferta puede ser retrac- tada mientras no haya sido aceptada (art. 1150), pero ésta ratificacién expresa en el titulo de las donaciones de un principio cardinal en materia contractual, adquiere aqui un plus adicional: ratifica de modo concluyente la ineluctabilidad de la aceptacién del donatario para excluir la posibilidad de revocacidn de parte del donante, y por otro lado, excluye el valor de la promesa de Gonacién (23). 4) Ademés, el art. 1796 ratificando el principio general en materia de caducidad de la oferta por muerte o incapacidad sobreviniente, (art. 1149) expresa: “Si muere el donatario antes de aceptar ladonacién, queda ésta sin efecto, y sus herederos nada podrdn pedirle al donante? Una prueba més de Ja trascendental importancia que se ha dado a la aceptacién del donatario. Se ratifica as{la idea de que el contrato se perfecciona con la coincidencia de dos voluntades que existen y permanecen inalterables desde su emisién hasta el perfeccionamiento del acuerdo (24). 5) Finalmente, la revocacién, cuyas causales taxativas prevén los arts, 1848 a 1868 (incumpli- miento de los cargos, ingratitud y super nacencia de hijos) y la reduccién por inoficiosidad (arts. 1830 a 1832), estén reguladas segtin estrictas reglas de procedencia, y acotados efectos, y se revelan como consecuéncias inherentes a una figura contractual, ajenas a un acto unilateral NOTAS Obligaciones, 2da edicién, Tea, Bs. As,, 1957, Tomo Ifl, n° 1536, pag 2; SPOTA, A., Instituciones..., ob. cit,, Volumen Vil, n° 1562, pag, 229. Incluso opina asilajurisprudencia: NGWv, sala LL1983-A-404, ylo aclarademodoexpreso la nota del Codificador al art. 1792, citando el Proemio de la Partida Sta. y resaltando que “la aceptacién del donatario, en cuanto elia constituye su consentimiento, no es una condicién de forma, sino parte esencial dela sustancia misma dela convencién” (23) Cft. LOPEZ DE ZAVALIA, B, Teoria..., ob. cit pag. 432. (24) APARICIO, J.M., Contratos, Hammurabi, Bs. As., 1987, Tomo I, pag. 253. (25) MESSINED, F, Detecho Civil..., ob. elt, pag. 7, sostiene con agudeza que la irrevocabilidad por la sola voluntad del donante (que nuestro C. Civil recepta en los arts. 1802 y 1848) revela el cardcter contractual de la donacién, que siempre tiene fuerza obligatoria y constituye un dar y recibir definitivos. La Ley Cérdoba - 2010 (25). Asi, la revocacién por ingratitud aparece como la indignada reaccién del donante frente un donatario innoble; la revocacién por incum- plimiento de los cargos, como la respuesta ante esa contraprestacién accesoria insatisfecha; ¢t fin, la declaraci6n de inoficiosidad, como una medida de proteccién a la legitima de los here- deros forzosos ejercida mediante la accién de reduccién 0 colacién. ‘Todas estas vicisitudes resuelven retroactivamen- te las donaciones celebradas (26), de modo total en los supuestos de revocacién y de modo parcial y en la medida y proporcién en que excedan la ‘cuota disponible, en los casos de inoficiosidad. En definitiva, son modos extintivos contractuales que revelan que el “acuerdo” nacié sujeto a la condi- cién resolutoria implicita de que no se verifiquen los hechos descriptos en las causales respectivas: inejecucién de las cargas, atentado contra Ia vida del donante, rehusacidn de alimentos, injurias gra ‘ves en su persona u honor, disposiciones gratuitas efectuadas en vida por el donante que sobrepasen ellimite de su poreién disponible. 1¥, Conclusiones 1) En el caso que anotamos el origen de la donacién lo constituyé un contrato a favor de un tercero (27), inserto en la compraventa celebrada porlos hermanos mayores de edad, en beneficio del menor. Esta figurase ha definido como la con- (26) Sobre ta naturaleza juridica de tas acciones deri vadlas de éstas vicisitudes, pueden verse con provecho: FORNIELES, S, ‘Tratado de las Sucesiones, 4ta edicién, 3s, As,, Tes, 1958, Tomolll, pag. 117/8; DE GASPERI, L., ‘Tratado de derecho hereditario, Bs. As, ‘Tea, 1953, Tomo 1, pag. 456 y ss; MAFFIA, J., Tratado de las sucesiones, Bs As,, Depalma, 1982, Tomo Il, pag. 542; ZANNONI E,, Derecho de las sucesiones, 4ta edici6n, Is As., Astrea, 1997, Tomo Il, pag. 192 y ss; NATALE, R., La accién de Reduccién, Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Cérdoba, Premio Dalmacio Vélez Sarsfield ‘Tesis Sobresalientes, Advoctus, Cérdaba, 2008, 4 yssy abundante doctrina all citada. (27) Entre muchos otros, FUSARO, A. Contratto terzi, en Trattato del contratto, ROPPO, ¥. (Dir) a cura di CONSTANZA, M., tomo III, Gizlfré, 2008, pag. 175 y ss; ROPPO, B,, Il Contratto, It Mulino, Bolonia, 1977, pag. 579; SACCOR,, - DINOVA, G.,11Contratto, Tomo II, ‘Terza Edizione, Utet, Torino, 2004, pag. 209; ROCA SAS- ‘TRE, 8, - PUIG BRUTAU, J, “Estipulaciones a favor de terceros’ Editorial Revista de Derecho Privado, Madrid, Nota FALLO/753 vencién porla cual una de las partes, el estipulante, conviene con la otra, el promitente, que éste tilti- mo cumpliré una prestacién a favor de un tercero ajeno al acuerdo, el beneficiario, quien adquiere de eserodo un derecho de crédito asu favor como consecuencia del convenio concertado. 2) Asi, el derecho estipulado en beneficio de Sergio W. Pavén entranaba una donaci6n (la transmisién en propiedad de la cuarta parte indivisa del inmueble adquirido), que como se advierte con acierto en la sentencia de Camara, precisaba para su perfeccionamiento de la per- tinente aceptacién, verificada de conformidad a Jas formas impuestas porlaley (escritura piiblica) (28). La consolidacidn del condominio concerta- do entre los comuneros también requeria de esa oportuna aquiescencia del beneficiario (ars. 2675 ycone. del C. Civil). NOTAS 1948; DIEZ PICAZOY PONCE DE LEON, L., Fundamen- tos de Derecho Civil Patrimonial, Civitas, Madrid, 1996, volumen I, pag, 281; ENNECERUS, L., LEHMANN, H., Tratado de Derecho Civil - Derecho delas Obligaciones, ‘Tomo 2-1, Bosch, Barcelona, 1947, pag. 170 ss; LOPEZ, DE ZAVALIA, B, Teoria ..., ob. cit, pag. 369; MOSSET ITURRASPE, J., Contratos..., ob. cit., pag. 345 y 5) SPOTA, A, Instituciones..., Ob. cit,, pig. 365 y ss (28) La oferta de una donacién hecha por escritura publica no es suficiente para dar por existente una @ EXCEPCION DE ARRAIGO Procedimiento — Apreciacién — Proceden- cla — Cambio de jurisdiccién — Sucesin — COSAJUZGADA—Elementos constitutivos de a cosa juzgada — Identidad de objeto Véase en pagina 754, Nota a Fallo Hechos: En un proceso por repeticién, el juez de primera instancia rechazé las excepciones de arraigo y cosa juzgada interpuesta por la parte demandada. La accionada interpuso recurso de apelacién. La Camara de Apelaciones confirms la resolucién impugnada. La excepcién de arraigo es de interpretacién restrictiva —en el caso, se rechaz6 esta defensa interpuesta en un proceso por repeticién— y, en virtud de la carga de la prueba, es el excep- 3) Siendo éste menor de edad a la época de celebrarse el negocio en referencia, pudieron sus padres en ejercicio de la patria potestad (art. 264 quatery conc. del C. Civil) consumarla aceptacién por tratarse de un acto conservato- rio realizado por quien ejerce la administracion de los bienes del menor, maxime si se trataba de una donacién pura y simple, sin cargos, ni renumeratoria o con contraprestacién alguna para el donatario (29). Adviértase que en éste caso especifico, los donantes fueron los herma- nos y no los padres como ocurre de consuno, evento en el que la situacién hubiere sido mas compleja, pues éstos tiltimos hubieren debido asumir el doble cardcter de donantes y repre- sentantes del donatario aceptante, consuman- do una especie de autocontrato, figura que si bien nuestra legislacién no prohibe, tampoco regula. @ donacién, es necesaria también la aceptacién por escritura publica (CC Mar del Plata, Sala II, 14-6-88, EL, 1988-D, 118) pues la donacién se perfecciona con la aceptacién del donatario, mientras ésta no sea aceptada, no existe sino una promesa, que puede retirar conforme las reglas que gobiernan la oferta (CNCiv. Sala C, 6-11-86, ED, 122-535). (29) CNGiv, Sala C, 23-12-85, LL, 1986-B, 498 y ED, 117-553. cionante a quien le incumbe demostrar que se configuran los presupuestos de hecho que el art. 185 del Céd. Procesal Civily Comercial estable- ce para hacer operativa la excepcién. [1] Resulta improcedente la excepcién de arraigo deducida por la demandada, en un juicio por repeticién de lo pagado, sies el demandante en razén de la jurisdiccién y competencia, tanto porel fuero deatraccién como porla conexidad que se verifica respecto del juicio sucesorio en donde se efectuaron los pagos que se preten- den repetir, se ha visto obligado a deducir la presente accién ante el mismo tribunal que interviene en los autos sucesorios, resolucion. aquélla que debe considerarse firme y consen- tida por las partes por no haber sido objeto de recurso alguno. [2} Debe rechazarse la excepcién de cosa juzgada planteada por la demandada en un proceso por repeticién, silo que se reclama esla mitad de los, La Ley Cérdoba - 2010

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