récter de condémino en una carta documento,
pues se trata de un derecho teal cuyo modo de
constitucién no queda librado a la voluntad de
las partes, sino alo que especificamente esta-
blece la ley atentola entidady las caracteristicas
del derecho en cuestién.
6078 — C6aGiv. y Com., Cérdoba, 2008/11/19. - Pavén,
Juan Domingo y otto c. Ibarra, Beatriz del Carmen.
Nora a FALLo /747
BUSQUEDA ONLINE DE FALLOS SIMILARES _
> Tesauro
Voces: “DESALOJO ~ CONDOMINIO”
(1) Elfallo in extenso puede consultarse en Atencién
al Cliente y en www.laleyonline.com.ar
Naturaleza juridica de la donacién
Por ALEJANDRO FREYTES
SUMARIO: I. Antecedentes. El caso anotado. — Il, El concepto de di
nacién. Acepciones en el derecho comparado. — II. El Codigo Civil
Argentino. — IV. Conclusiones
1 Antecedentes. Bl caso anotado
‘Loshermanos Juan Domingo, Marfa Luisa y Vi-
centa Sara Pavén adquirieron por escritura publica
de fecha 8 de junio de 1972 en condominio y por
partes iguales para si y para su hermano menor
de edad Sergio Walter Pavén, elinmueble de calle
Fernando Fabro 2558 de la ciudad de Cérdoba. El
beneficiario nunca acepté la compra efectuada a
su favor por el resto de sus hermanos.
El inmueble estuvo ocupado por los padres
de los condéminos hasta su muerte y luego por
el hermano citado en iiltimo término junto a su
esposa Beatriz del Carmen Ibarra, la demandada
en autos, de quien en 2005 se separé de hecho
retirandose del inmueble y dejandola como
‘nica ocupante del mismo. Esta emplazé por
carta documento a los condéminos para que se
abstengan de turbar su posesién publica, pacifica
e ininterrumpida en la finca cedida,
Los dos citados en primer término iniciaron
accién de desalojo en contra de la ocupante por
vencimiento del plazo contractual de uso. Con-
testando la demanda la accionada adujo como
tinica defensa, sin mencionarla expresamente, la
excepcién aludida en elinc. 4to. del'art. 184 del C.
de P.C. (defecto legal), destacando que no existid
instrumento alguno que acredite el préstamo de
uso, y en consecuentia, su vencimiiento. Ademas
sostuvo que la cuarta parte del inmueble era
asiento del hogar conyugal, de propiedad de su
esposo, a quien no podfan desalojar por revestir
lacalidad de condémino del predio.
La sentencia de primera instancia rechazé la
excepcién de defecto legal, advirtiendo que la
falta de un contrato de uso documentado, no
constituye un vicio formal de la demanda que
coloque a la accionada en estado de indefen-
sién, recaudo ineludible para su admisién. Ello
no obstante, desestimé el desalojo por falta de
legitimacién activa de los demandantes.
En resumen, sostiene el dictum de la Juez
inferior, que la calidad de copropietario de Ser-
gio Walter Pavén, atin no habiendo aceptado
Ja donacién de la cuarta parte que adquieran
para él sus hermanos al labrarsé la escritura de
compra, quedé acreditada con la confesién de
los actores al remitir a la accionada un empla-
zamiento de desocupacién, aceptando expre-
samente esa calidad de comunero del hermano
entonces menor de edad, lo que obstaculizaba
Ja existencia del eventual contrato de préstamo
de uso y su vencimiento, que tampoco pudo
operar respecto de la demandada Ibarra, por
ser el inmueble ultimo domicilio conyugal y
no estar acreditada la invocada separacién de
hecho entre los esposos.
Laparte actora recurrié la sentencia de Primera
Instancia y la Camara Sexta de Apelaciones en lo
Givil y Comercial de Cérdoba, en la resolucién.
que comentamos, revocé la decisién anterior e
hizo lugar a la demanda de desalojo con costas
en ambas instancias a la demandada.
Enelvoto tinico del Dr, Walter Adrién Simes al
que adhieren el resto de los vocales, se destaca
La Ley Cérdoba - 2010748 / Nova A FaLLo.
con acierto a nuestro criterio, que en el juicio
de desalojo el actor debe acreditar tener el de-
recho personal a exigir la restitucién de la cosa
(como propietario, poseedor, usufructuario,
mero tenedor, etc.), mientras que el demandado
si pretende enervar la accién intentada, debe
probar un titulo 0 vinculo juridico que justifique
su ocupacién y que lo autorice a mantenerse
en el inmueble. Que se acredité la calidad de
copropietarios de los actores a través de la
escritura de compraventa, y que la demanda
se dirigié en contra de la cényuge del hermano
menor separada de hecho de aquél, por lo que
el nudo litigioso estribaba en dilucidar si ésta
podia resistir el desalojo, revistiendo su marido
elcardcter de copropietario.
Seguidamente advierte el Tribunal de Grado
que cuando el condominio tiene fuente con-
tractual, es formal si recae sobre inmuebles (art.
1184 inc. 1° del C. Civil), por lo que requiere la
aceptacién del beneficiario, que no se suple con
Ja mera admisién de esa calidad por el resto de
los comuneros, so pena de no producir efecto
alguno, pues entrafia una cléusula a favor de un
tercero (arts, 504y 1163 del mismo cuerpo legal),
que no produce consecuencias mientrasno haya
sido aceptada y conocida por el obligado, pudien-
do el estipulante revocarla cuando desee. Ello asi,
porque ena constitucién de los derechos reales
est en juego el orden publico. En consecuen-
cia, sin mediar la aceptacién realizada con los
recaudos legales (escritura publica), el contrato
no se perfecciona, ni tampoco el condominio,
de modo que, sin titulo suficiente el marido, su.
esposa no podia resistir el desahucio, debiendo
condenarsela a devolver el inmueble, con costas
en ambas instancias.
NOTAS,
(4) BORDA, G., Manual de Contratos, 13° edicién,
Perrot, Bs. As,, 1987, pdg. 667; PUIG PENA, J, "Donacion’,
en Nueva Enciclopedia Espariola, Tomo VII, pag. 798;
PUIG BRUTAU, J,, Fundamentos de Derecho Civil, Tomo
11, Volumen Il, 2da. edicién, Bosch, Barcelona, 1982, pag
67; COMPAGNUCCI DE CASO, R., "Naturaleza de la
Donacién’, LL, 1997-B-1394, entre muchos otros.
(2) Véase CNCix, Sala F 31-10-93 en LL, 1993-111-176,
donde se pone de especial resalto que para nuestra
legistacién la donacién essiempre un acto entre vivos,
pues las disposiciones gratuitas para después de la
muerte, exigen el testamento. Pot todos, BORDA, G.,
Manual, ob. cit., pag. 667.
(3) Paulo en el Digesto, libro 39, titulo VI, fragmento
35; XIRAU, “Estudios sobre el concepto de donacién’,
La Ley Cordoba - 2010
La sentencia nos parece ajustada a derecho y
justa la solucién dada a la contienda. Empero, el
andlisis de la cuestion litigiosa permite resaltar un
aspecto que aunque sobreentendido en el deciso-
rio comentado, merece ser expresa y contunden-
temente destacado: el cardcter contractual de la
donacién, es decir, su naturaleza jurfdica
I, Elconcepto de donacién. Acepciones ene
derecho comparado
Puede afirmarse sin temor a equivocos que la
donacién constituye el paradigma de losnegacios
gtatuitos, no obstante lo cual entrafia un quid
complejo desde que no todo acto gratuito supone
una donacién (1).
Consiste en un acuerdo de voluntades que im-
plica la transmisién inter vivos (2) de bienes que
uno realizaa favor de otro sin recibir ninguna pres-
tacién a cambio y con énimo de beneficiarlo.
Su origen etimolégico adelanta su caracteriza-
cin: donis datio, esto es, dacién gratuita, segin
la expresién de Paulo en el Digesto, aludiendo a
una liberalidad proporcionada sin contrapres-
tacién (3).
Atribuir a la donacién el cardcter de simple
acto’, o por el contrario perfilarla como un ge-
nuino “contrato’ ha dividido a doctrinarios desde
hace largo tiempo (4).
FIC. Civil francés de 1804 que legislaen su libro
LLsobre las diferentes maneras en que se adquie-
rela propiedad, dedica el titulo Ta las sucesiones
yelll ‘alas donaciones entre vivos y los testamen-
tos” (5), por lo que la figura aparece mezclada
en Reg. Gral, de Legislacién y Jurisprudencia, Tomo
143, pag. 38.
(4) Entre los Gédigos latinoamericanos resulta es-
pecialmente atrayente el de Puerto Rico que califica
ala donacién como un acto de liberalidad (art. 558)
¢ incluso admite que puede hacerse entze vivos 0 por
causa dle muerte (art. 559), disponiendo que en el pri-
mer caso se rige por las disposiciones testamentarias
(art. 562) y en el segundo por la de los contratos (art.
563), y en éste ultimo, se perfecciona “desde que el
donante conoce fa aceptacién del donatario”
(5) Este temperamento es seguido entre otros por el
‘Cédigo Civil de la Republica Dominicana (arts. 893.),
requiriendo en el caso de la donacién aceptacién ex-
presa del donatario (art. 894).Nota a Faro / 749
con las disposiciones de tiltima voluntad. Se ha
sostenido que este discutible método respondié
ala idea de Napoleén de que sdlo los bilaterales
cabfan en el molde contractual en cuanto gene-
raban obligaciones para ambas partes.
Por esta raz6n esclarecidos juristas franceses
ubicaron a las donaciones entre las liberalida-
des, ajenas a los contratos. Sin embargo, como
aclaran los Mazeaud, para asegurar la eficacia
de dichos actos es necesaria la concordancia de
voluntades entre el disponente que seempobrece
yel beneficiario que se enriquece, y ese concurso
de voluntades supone un contrato (6).
Eltemperamento que descarta el cardcter con-
tractual yve en la donacién un simple acto donde
el donante proporciona al donatario una atribu-
cién patrimonial a su costa y cargo sin recibir
nada a cambio, encuentra también encendidos
defensores en.el derecho espaiiol,
Puig Brutau por ejemplo, para sustentar esta
postura, advierte que no toda aceptacién lo es
de una oferta contractual, que la recepcién de
un beneficio ha de ser consentida, y que el art.
618 del C. Civil espafiol no exige la tradicién, lo
que equivaldria a obligarse como ocurre en los
contratos que generan obligaciones equilibrando
los intereses contrapuestos de las partes en el
acuerdo (7).
Sin embargo, y pese a que el Cédigo Civil
espafol ubica a ia donacién entre las diferen-
tes maneras de adquirir la propiedad como el
NOTAS
(6) MAZEAUD, H,,L-y1., Lecciones de Derecho Civil,
traducci6n de Alcala Zamora, Ejea, Bs. As., 1959, Parte
1V, Volumen III; pag:277; RIPERT, G. - BOULANGER, J,
Tratado de Derecho Civil, segiin el Tratado de Pianiol,
traduccién de Garcia Daireaux, La Ley, Bs. As., 1987,
‘Tomo XI, pag. 19.
() PUIG BRUTAY, J, Fundamentos..., ob. eit, pag:
71, donde hace una encendida diferenciacion entre la
aceptacién dela donaciony la de un contrato oneroso;
en igual sentido, DE LOS MOZOS, J,, “La Donacién en
el Cédigo Civily el problema de su naturaleza juridica’,
en RDP, 1977-803,
(8) DE DIEGO, F, Instituciones de Derecho Civil
Espaiiol, Nueva edicién revisada por De Cossio y A.
Guillén Ballesteros, editoriak J. San Martin, Madrid,
1959, Tomo II, pag. 242.
cédigo galo, hay otros autores que defienden
la naturaleza contractual, entre ellos De Diego
(8), quien recuerda que como regia general se
exige la aceptacién del donatario que justifica
el traslado del dominio de un patrimonio a otro,
0 Albaladejo Garcia que con toda contundencia
expresa: “Aunque algunos lo nieguen, enelsistema
del C. Civil la donacién es un contrato aunque la
definicién lo califique sélo de acto..."(9).
En Alemania, Larenz (10) sostiene que no
todas las atribuciones a titulo gratuito deben
quedar subsumidas en la donacién, por cuanto
ésta persigue esencialmente la enajenacién,
participando en ese aspecto de notas propias
de de los negocios onerosos, que en definitiva
persiguen idéntica finalidad, como ocurre con
Ja compraventa o la permuta. Lo acompaiia He-
demann (11), quien ratifica que la donacién ha
sido concebida en el derecho germano como un
contrato, por lo que la liberalidad unilateral del
donante no es eficaz sino presenta la correlativa
aceptacién del beneficiario.
El derecho italiano no deja flancos’ para la
discusion pues el art. 769 del Codice Civile de-
fine ala donacién como “el contrato por el cual,
por espiritu de liberalidad una parte enriquece a
otra, disponiendo a su favor de un derecho suyo
o.asumiendo una obligacién’ Para reafirmar alin
més su cardcter contractual, el art. 782 no sdlo
exige la aceptacién del donatario, sino incluso su
notificacién al donante, admitiendo el derecho
de ambos a revocar su declaraci6n antes que la
donacién se perfeccione (12).
(9) ALBALADEJO GARCIA, M., Derecho Civil - Dere-
cho delas Obligaciones, ata edicién, Bosch, Barcelona,
1977, Tomo Il, Volumen II, pag. 102.-
(10) LARENZ, K., Derecho de las Obligaciones,
traduccién de Santos Briz, RDP, Madrid, 1959, Tomo
1, pag. 174.
(11) HEDEMANN, J., Tratado de Derecho Givil,
(Lehmann-Hdemann), Derecho de las Obligaciones,
traduccion de Santos Briz, RDP, Madrid, 1958, Tomo
IH, 4g. 284.
(12) GALGANO, E, Trattato di Diritto Civile, “La Dona-
zione§ Volume I, Cedan, Casa Edittice A. Milani, Padova,
2009, pég.771 yss.,afirma que es un contrato a diferencia
del testamento que es unilateral, aunque hay algunas
donaciones que excepcionalmente pueden tener ese
caracter como las hechas en resguardo del matrimonio
La Ley Gérdoba - 2010750 / NOTAA FALLO
IL. El Codigo Civil Argentino
FI C. Civil argentino define al negocio en su
articulo 1789 afirmando que “Habra donacién,
cuando una persona por un acto entre vivos,
transfiera de su libre voluntad gratuitamente a
otra la propiedad de una cosa’
Comola norma transcriptaalude aun “acto” en-
tre vivos, y su nota menciona como precedente el
art. 894 del C. Civil francés, muchos han crefdo ver
aqui un apoyo de Vélez al Cédigo de Napoleén.
As{, Fernando Lépez de Zavalfa, pretende dis-
tinguir la “donacién-acto” abarcativa del contrato
de donacién y de los actos asimilables como la
cesién gratuita de derechos yla renuncia gratuita,
de la “donacién-atribucién” que alude al enri-
quecimiento del donatario y empobrecimiento
de} donante, generados por la donacién-acto.
Leyendo con detenimiento su postura (13), se
advierte una tesis por demas compleja y alambi-
cada, inadmisible en un sistema como el nuestro,
donde el cardcter contractual de la donaci6n,
resiste todo embate posible.
Guillermo Borda (14) enrolado en la misma
linea de pensamiento, aunque sin desconocer
la tendencia mayoritaria por Ja calificacion
contractual, sostiene que donar tiene un vincu-
NOTAS
lo inmediato con las disposiciones graciables
mortis causae, sefialando que la donacién es
en realidad, un acto unilateral de disposicién
gratuita de bienes, més cercana a las mandas
testamentarias que al contrato, como lo prueban
la revocacién por ingratitud (art. 1858 y ss del
C. Civil) y la reduccién por inoficiosidad (art.
1830 a 1832).
Nose nos escapa que una interpretacién literal
del art. 1789 antes transcripto, autorizaria a con-
siderar donaci6n a todo acto de libre disposicion
0 beneficencia en provecho de un tercero (15),
verbigracia: un legado, el mutuo sin intereses,
cualquiera de los supuestos de liberalidades que
amero titulo ejemplificativo enumerael art. 1791
del C. Civil, la remisién de un crédito (arts. 876
887 del C. Civil), la extinci6n dela obligacién por
prescripcién, la cancelacién de una obligacién
natural (art, 515 del C. Civil) etc. (16). Todos ellos
trasuntan actos gratuitos en provecho del even-
tual beneficiario, pero en realidad no constituyen
verdaderas donaciones, al menos en el sentido
yalcance que es dable asignar al concepto en
nuestro sistema legal (17).
Ello asf, porque la donacién entraa la presta-
cién de cosas que se desplazan de un patrimonio
aotro sin contraprestaci6n, por acto entre vivosy
siempre con el 4nimo de beneficiar ala otra parte
entre los futuros cényuges y que se perfeccionan sin
necesidad de aceptacién, consumadas por el sucesivo
matrimonio (art. 785), pierden sus efectos si este se
declara nulo, dejando a salvo los derechos de terceros,
también tienen este cardcter las hechas a favor de los
hijos pornacer; MESSINEO, , Manual de Derecho Civil
y Comercial, traduccién de S. Sentis Melendo, Ejea, Bs.
‘As., 1955, tomo V, pag. 5 define a la donacién como “un
contrato en virtud del cual una de las partes (donante)
porespiritu de liberalidad, y por tanto esponténeamente,
procura la otra (conatario) un enriquecimiento (ventaja
patrimonial), transfiriéndole un propio derecho, consti-
tuyéndole un derecho, renunciando un derecho a favor
de ella, o asumiends en su favor una obligacién (de dat,
hacer onohacer).Un pormenorizado andlisis doctrinario,
acerca de la naturaleza eminentemente contractual de
Ie donaci6n en la legislacién italiana puede consultarse
en BIONDI, B., Voz “donazione” en Novissimo Digesto
Italiano, Editrice Torinese, Tomo VI, 3za edizione, Tori-
no, 1957, pag. 233 ys; CASULLI, V, Voz “donazione” en
Enciclopedia del Diritto, Giuftré Editore, Milano, 1964,
‘Tomo Ill, pag. 965s, en especial f&.973 donde se expresa
con toda claridad que “la donacién noes perfecta sino es
aceptada por el donatario”
La Ley Cordoba -2010
(13) LOPEZ DEZAVALIA, F, Teoria de [os Contratos,
Parte General, 3ra edicin, Victor P. de Zavalia, Bs. As.,
1984, Tomo II, Parte Especial (1), pag. 370 y ss.
* (14) BORDA, G.,Tratado de Derecho Civil -Contratos,
Perrot, ara edicién, Bs. As., 1974, Tomo II, pég. 336.
(15) Pueden consultarse con provecho los ejemplos
que brinda COMPAGNUCCI DE CASO, R., “Naturale-
za... ob. Cit,, pag. 1398 y ss.
(16) SPOTA, A., Instituciones de Derecho Givil-Con-
tratos, Depalma, Bs. As., 1982, Tomo VIII, pag. 298 ys.
sostiene que todo enriquecimiento patrimonial que se
efectiia con sacrificio del propio patrimonioy con animo
de beneficiar al enriquecido, implica una denacién, y
eneste amplisimo espectro incluye a la renuncia de los
derechos, la entrega del usufructao nuda propiedad, la
servidumbre, el uso 0 habitaci6n gratuita, etc.
(17) Con razén apunta MESSINEO, F,, Derecho
Givil..., ob. cit, pag. 11: "La importancia politica de la
distincion entre donacién (en sentido estricto) y otras
figuras de negocios a titulo gratuito reside en la noNora a FALLo/751
(‘animus donandi”) (18). Una se empobrece y la
otra se enriquece, uno dispone y el otro acepta,
yes siempre posible visualizar la sustancia pati
monial que se traslada del acervo de un sujeto al
del otro. Nada de ello ocurre en los ejemplos antes
senalados, donde la cuestion se observa difusa 0
no respeta éstos recaudos ineludibles.
Sélo por excepcién admitimos asimilada a la
donacién la cesién gratuita de derechos, no slo
porque resulta conceptualmente compatible y
respeta sus recaudos estructurales, sino porque
el propio derecho positivo permite la aplica¢
subsidiaria de lasnormas de aquella a esta ultima
(art. 1437) (19).
Pensamos con Compagnucci de Caso (20) que
ennuestro derecho no es posilsle contradecir que
se trate de una figura convencional. Es evidentey
claro analizando integralmente el titulo VIII dela
Seccién III del Libro II de Vélez, que la donacién,
se regulé como un contrato y ello se infiere de
variadas razones (21).
1) En primer término esté legislada como tal
en los arts. 1789 a 1868 entre la sociedad civil y
el mandato.
2) En segundo lugar, atin admitiendo que la
definicién del art. 1789 pueda plantear dudas
al respecto, el art. 1792 exige expresamente que
NOTAS
aplicacién de algunas normas rigurosas propias de la
donacién (cargas de forma, revocacién, reduccisn por
lesidn a la legitima, etc.)
(18) Cfr, CASULLI V, Voz “donazione” en Enciclo-
pedia... ob. eit, pag, 966 y ss. quien resalta que los,
actos liberales que se adaptan a pautas generales 0.
de comportamiento, usos o buena conducta social,
comollos regalos para bodaso cumpleans, elalbergue
desinteresado a un amigo, 0 una invitaciéna cenar, no
entrafian en realidad verdaderas donaciones.
(19) Afirma MESSINEO, F, Derecho Civit.., ob. cit,
pag. 12 ss., que la cesidn gratuita es un caso de una
verdadera donacidn pero bajo la forma de otro contrato
ycita a PERGLIATTI, en Foro it., 1936-1-89; BALBI,
Saggio sulla donazione, Torino, 1942, pag. 47 y Rivista
del Diritto Commerciale, 1948-1-157.
(20) COMPAGNUCCI DE CASO, R,, “Naturalez:
ob. cit., pag. 1396.
(21) CASTAN TOBENAS, J, Derecho civil espafiol,
comin y foral, 10ma, edicién, Rius, Madrid, 1977, Tomo,
\V, pag. 205; PUIG BRUTAU, J, Fundamentos.., Ob. cit,
“para que tenga efectos legales debe ser aceptada
porel donatario expresa o tacitamente recibiendo
Ta cosa donada’ descarando su caracter de acto
unilateral (22). E] pensamiento del Codificador a
ese respecto es contundentey palmarioen lanota
alart. 1792 cuando expresa: “La aceptacidn dela
donacién no es otra cosa, que el consentimiento
del contrato por parte del donatario, consenti-
miento que esid sometido a las reglas generales
de los contrato. La aceptacién del donatario en
cuanto ella constituye'su consentimiento, no es
una condicién de forma sino parte esencial de la
sustancia misma de la convencién...”
Es que la aceptacién del donatario es segiin
nuestra opinién, un recaudo imprescindible,
desde que nadie puede ser obligado a recibir
una cosa aunque la dacién fuere gratuita, pues
podrfa serle perjudicial su recepcién, verbigra-
cia si se trate de drogas prohibidas, un objeto
demasiado oneroso para conservarlo, o algin
otro que sencillamente el beneficiario no tuviere
interés en recibir.
3) Para reforzar atin mas la naturaleza esencial-
mente consensual, el Codificador en el art. 1793
‘expresa: “Antes que la donacién sea aceptada, el
donante puede revocarla expresa o tacitamente,
vendiendo, hipotecando o dando a otroslas cosas,
comprendidas em la donacidn’: Es evidente que
‘Tomolll, Volumen II, pag. 67; DELOS MOZOS, J, “La do-
nacién..” ob. cit, pig 803y ss; MALDONADO GARCIA, G.,
Derecho Givil-Derecho de las Obligaciones, 4ta. edicién,
Bosch, Barcelona, 1977, Tomo Il, Volumen I, pag. 103;
LARENZ, K,, Derecho de las Obligaciones, traduccion
de Santos Briz, en RDP, Madrid, 1959, Tomo Il, pag. 174;
los hermanos MAZZEAU, H. L. et]. Lecciones... ob. cit.
pég.277. Es también la opinion de Freitas, quecalificaala
donacién como un negocio “que obliga a una parte aen-
tregar gratuitamente aotrala propiedad de una cosa, con
aceptacién expresa del donatario” (art. 2119 y 2122 inc.
6toacontrariosensuy art. 2151 reguiando las donaciones
‘que deben realizarse porescritura publica: deinmuebles,
remuneratorias, con cargo, entre esposos para después
de la muerte etc.), véase FREITAS, A:T. de, Proyecto de
Cédigo Civil, traduiceién de Arturo Pons, Editora Revista
Nacional, Bs. As, 1901, Tomo 2, pig, 789 yss.
(22)Enladoctrina nacional, entre otros, LORENZETTI,
R,, Tratado de Jos Contratos, Rubinzal Culzoni, Bs. As. -
santa Fe, 2000, Tomo Ill, pég. 585; MACHADO, J. Exposi-
ciény Comentario del. Civil Argentino, Lajouane,Bss.,
1899, Too V, pag. 15; SALVAT, R.- ACUNA ANZORENA,
A, Tratado de Derecho Civil Argentino. Fuente de las
La Ley Cordoba - 2010‘es Noma as Bini | a i
como regla general toda oferta puede ser retrac-
tada mientras no haya sido aceptada (art. 1150),
pero ésta ratificacién expresa en el titulo de las
donaciones de un principio cardinal en materia
contractual, adquiere aqui un plus adicional:
ratifica de modo concluyente la ineluctabilidad
de la aceptacién del donatario para excluir la
posibilidad de revocacidn de parte del donante,
y por otro lado, excluye el valor de la promesa de
Gonacién (23).
4) Ademés, el art. 1796 ratificando el principio
general en materia de caducidad de la oferta por
muerte o incapacidad sobreviniente, (art. 1149)
expresa: “Si muere el donatario antes de aceptar
ladonacién, queda ésta sin efecto, y sus herederos
nada podrdn pedirle al donante? Una prueba
més de Ja trascendental importancia que se ha
dado a la aceptacién del donatario. Se ratifica
as{la idea de que el contrato se perfecciona con
la coincidencia de dos voluntades que existen y
permanecen inalterables desde su emisién hasta
el perfeccionamiento del acuerdo (24).
5) Finalmente, la revocacién, cuyas causales
taxativas prevén los arts, 1848 a 1868 (incumpli-
miento de los cargos, ingratitud y super nacencia
de hijos) y la reduccién por inoficiosidad (arts.
1830 a 1832), estén reguladas segtin estrictas
reglas de procedencia, y acotados efectos, y se
revelan como consecuéncias inherentes a una
figura contractual, ajenas a un acto unilateral
NOTAS
Obligaciones, 2da edicién, Tea, Bs. As,, 1957, Tomo Ifl, n°
1536, pag 2; SPOTA, A., Instituciones..., ob. cit,, Volumen
Vil, n° 1562, pag, 229. Incluso opina asilajurisprudencia:
NGWv, sala LL1983-A-404, ylo aclarademodoexpreso
la nota del Codificador al art. 1792, citando el Proemio
de la Partida Sta. y resaltando que “la aceptacién del
donatario, en cuanto elia constituye su consentimiento,
no es una condicién de forma, sino parte esencial dela
sustancia misma dela convencién”
(23) Cft. LOPEZ DE ZAVALIA, B, Teoria..., ob. cit
pag. 432.
(24) APARICIO, J.M., Contratos, Hammurabi, Bs. As.,
1987, Tomo I, pag. 253.
(25) MESSINED, F, Detecho Civil..., ob. elt, pag. 7,
sostiene con agudeza que la irrevocabilidad por la sola
voluntad del donante (que nuestro C. Civil recepta en
los arts. 1802 y 1848) revela el cardcter contractual de
la donacién, que siempre tiene fuerza obligatoria y
constituye un dar y recibir definitivos.
La Ley Cérdoba - 2010
(25). Asi, la revocacién por ingratitud aparece
como la indignada reaccién del donante frente
un donatario innoble; la revocacién por incum-
plimiento de los cargos, como la respuesta ante
esa contraprestacién accesoria insatisfecha; ¢t
fin, la declaraci6n de inoficiosidad, como una
medida de proteccién a la legitima de los here-
deros forzosos ejercida mediante la accién de
reduccién 0 colacién.
‘Todas estas vicisitudes resuelven retroactivamen-
te las donaciones celebradas (26), de modo total
en los supuestos de revocacién y de modo parcial
y en la medida y proporcién en que excedan la
‘cuota disponible, en los casos de inoficiosidad. En
definitiva, son modos extintivos contractuales que
revelan que el “acuerdo” nacié sujeto a la condi-
cién resolutoria implicita de que no se verifiquen
los hechos descriptos en las causales respectivas:
inejecucién de las cargas, atentado contra Ia vida
del donante, rehusacidn de alimentos, injurias gra
‘ves en su persona u honor, disposiciones gratuitas
efectuadas en vida por el donante que sobrepasen
ellimite de su poreién disponible.
1¥, Conclusiones
1) En el caso que anotamos el origen de la
donacién lo constituyé un contrato a favor de un
tercero (27), inserto en la compraventa celebrada
porlos hermanos mayores de edad, en beneficio
del menor. Esta figurase ha definido como la con-
(26) Sobre ta naturaleza juridica de tas acciones deri
vadlas de éstas vicisitudes, pueden verse con provecho:
FORNIELES, S, ‘Tratado de las Sucesiones, 4ta edicién,
3s, As,, Tes, 1958, Tomolll, pag. 117/8; DE GASPERI, L.,
‘Tratado de derecho hereditario, Bs. As, ‘Tea, 1953, Tomo
1, pag. 456 y ss; MAFFIA, J., Tratado de las sucesiones,
Bs As,, Depalma, 1982, Tomo Il, pag. 542; ZANNONI E,,
Derecho de las sucesiones, 4ta edici6n, Is As., Astrea,
1997, Tomo Il, pag. 192 y ss; NATALE, R., La accién de
Reduccién, Academia Nacional de Derecho y Ciencias
Sociales de Cérdoba, Premio Dalmacio Vélez Sarsfield
‘Tesis Sobresalientes, Advoctus, Cérdaba, 2008, 4
yssy abundante doctrina all citada.
(27) Entre muchos otros, FUSARO, A. Contratto
terzi, en Trattato del contratto, ROPPO, ¥. (Dir) a cura
di CONSTANZA, M., tomo III, Gizlfré, 2008, pag. 175 y
ss; ROPPO, B,, Il Contratto, It Mulino, Bolonia, 1977,
pag. 579; SACCOR,, - DINOVA, G.,11Contratto, Tomo II,
‘Terza Edizione, Utet, Torino, 2004, pag. 209; ROCA SAS-
‘TRE, 8, - PUIG BRUTAU, J, “Estipulaciones a favor de
terceros’ Editorial Revista de Derecho Privado, Madrid,Nota FALLO/753
vencién porla cual una de las partes, el estipulante,
conviene con la otra, el promitente, que éste tilti-
mo cumpliré una prestacién a favor de un tercero
ajeno al acuerdo, el beneficiario, quien adquiere
de eserodo un derecho de crédito asu favor como
consecuencia del convenio concertado.
2) Asi, el derecho estipulado en beneficio de
Sergio W. Pavén entranaba una donaci6n (la
transmisién en propiedad de la cuarta parte
indivisa del inmueble adquirido), que como se
advierte con acierto en la sentencia de Camara,
precisaba para su perfeccionamiento de la per-
tinente aceptacién, verificada de conformidad a
Jas formas impuestas porlaley (escritura piiblica)
(28). La consolidacidn del condominio concerta-
do entre los comuneros también requeria de esa
oportuna aquiescencia del beneficiario (ars. 2675
ycone. del C. Civil).
NOTAS
1948; DIEZ PICAZOY PONCE DE LEON, L., Fundamen-
tos de Derecho Civil Patrimonial, Civitas, Madrid, 1996,
volumen I, pag, 281; ENNECERUS, L., LEHMANN, H.,
Tratado de Derecho Civil - Derecho delas Obligaciones,
‘Tomo 2-1, Bosch, Barcelona, 1947, pag. 170 ss; LOPEZ,
DE ZAVALIA, B, Teoria ..., ob. cit, pag. 369; MOSSET
ITURRASPE, J., Contratos..., ob. cit., pag. 345 y 5)
SPOTA, A, Instituciones..., Ob. cit,, pig. 365 y ss
(28) La oferta de una donacién hecha por escritura
publica no es suficiente para dar por existente una
@ EXCEPCION DE ARRAIGO
Procedimiento — Apreciacién — Proceden-
cla — Cambio de jurisdiccién — Sucesin —
COSAJUZGADA—Elementos constitutivos de
a cosa juzgada — Identidad de objeto
Véase en pagina 754, Nota a Fallo
Hechos: En un proceso por repeticién, el juez de
primera instancia rechazé las excepciones de
arraigo y cosa juzgada interpuesta por la parte
demandada. La accionada interpuso recurso de
apelacién. La Camara de Apelaciones confirms
la resolucién impugnada.
La excepcién de arraigo es de interpretacién
restrictiva —en el caso, se rechaz6 esta defensa
interpuesta en un proceso por repeticién— y,
en virtud de la carga de la prueba, es el excep-
3) Siendo éste menor de edad a la época de
celebrarse el negocio en referencia, pudieron
sus padres en ejercicio de la patria potestad
(art. 264 quatery conc. del C. Civil) consumarla
aceptacién por tratarse de un acto conservato-
rio realizado por quien ejerce la administracion
de los bienes del menor, maxime si se trataba
de una donacién pura y simple, sin cargos, ni
renumeratoria o con contraprestacién alguna
para el donatario (29). Adviértase que en éste
caso especifico, los donantes fueron los herma-
nos y no los padres como ocurre de consuno,
evento en el que la situacién hubiere sido mas
compleja, pues éstos tiltimos hubieren debido
asumir el doble cardcter de donantes y repre-
sentantes del donatario aceptante, consuman-
do una especie de autocontrato, figura que si
bien nuestra legislacién no prohibe, tampoco
regula. @
donacién, es necesaria también la aceptacién por
escritura publica (CC Mar del Plata, Sala II, 14-6-88,
EL, 1988-D, 118) pues la donacién se perfecciona
con la aceptacién del donatario, mientras ésta no sea
aceptada, no existe sino una promesa, que puede retirar
conforme las reglas que gobiernan la oferta (CNCiv.
Sala C, 6-11-86, ED, 122-535).
(29) CNGiv, Sala C, 23-12-85, LL, 1986-B, 498 y ED,
117-553.
cionante a quien le incumbe demostrar que se
configuran los presupuestos de hecho que el art.
185 del Céd. Procesal Civily Comercial estable-
ce para hacer operativa la excepcién. [1]
Resulta improcedente la excepcién de arraigo
deducida por la demandada, en un juicio por
repeticién de lo pagado, sies el demandante en
razén de la jurisdiccién y competencia, tanto
porel fuero deatraccién como porla conexidad
que se verifica respecto del juicio sucesorio en
donde se efectuaron los pagos que se preten-
den repetir, se ha visto obligado a deducir la
presente accién ante el mismo tribunal que
interviene en los autos sucesorios, resolucion.
aquélla que debe considerarse firme y consen-
tida por las partes por no haber sido objeto de
recurso alguno. [2}
Debe rechazarse la excepcién de cosa juzgada
planteada por la demandada en un proceso por
repeticién, silo que se reclama esla mitad de los,
La Ley Cérdoba - 2010