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CONFRON TAGION GENERACIONAL =| “Luis Kancyper LUIS KANCYPER LA CONFRONTACION GENERACIONAL ESTUDIO PSICOANALITICO Grupo Editorial Lumen Buenos Aires - México Coleccién TERCER MILENIO. Direccién: MARIA TERESA BOLLINI Coordinacién grfica: Lorenzo D. Ficarelli Disefio de tapa: Gustavo Macri 150.195 Kaneyper, Li KAN [a confromci generaciona : studio ccanaltico.~ led. ~ Buenos Aires: Lumen, 2003 240 p. 52215 em, ~ Cece leno) ISBN 987-00.0326:5 LT 1. ands. 2. Measles 3 Clinica Psicoanalitica re No esté permit a reproduccidn total o parcial de este libro, ni su tratamiento in- formtico, ni su transmision de ninguna forma, ya sea electronica, mecdaica por fo. ‘ocopia, por registro u otros métodos, ni cualquier comunicacion publica por ise ‘mas aldmbricos oinalimbricos, comprendida la puesta a disposicion del publica de | obra de tl forma que Tos miembros del pblico puedan acceder a esa ba desde el uzarv en el momenta que cada uno ej, o por otros medios, incl pei pres io y por escrito del editor, © Editorial Distribuidora Lumen SRL, 2003, Grupo Eaitrial Lumen Viamonte 1674, (CIOSSABF) Buenos Aires, Republica Argentina 4373-1414 (linens rtaivas Fax (54-11) 4375-0453, -maleitorial lumen com.at ‘up-twwy. lumen com.ar ‘Atenas 42, (06600) Mexico DE, México ‘Tel. 52-55-55 92.53 11 Fax: 52-55-55 92 55 40 E-mail: editorial @umenmnexico com.mx Hecho el deposto que previne la ley 11.723 ‘Todos os derechos reservados, UNAM BIBLIOTECA CENTRAL LIDAO DE EDICION ARGENTINA crasi¢ (2/722 °/_ PRINTED IN ARGENTINA WS INDICE 568210 Protogo 1 CONSIDERACIONES GENERALES 1. Angustia y poder en la confrontacién generacional 15 Eros y Ananké. Sus relaciones con la angustia y el poder, 16. Ado- Teseeneia y angustia, 20. Conceptualizacidn te6rica y clinica de la confrontacién generacional, 28. Pigmationismo, 29 2. Resentimiento y odio en la confrontacién generacional AT LLos afectos y las pulsiones, El resentimiento y el odio y sus relacio. ries con Eros y Ténatos, 49. La lucha de Jacob en Peniel, 54 3. La confrontacién fraterna 59 Introduccién, 59. El doble y la consanguinidad, 62. El doble y sus di vversos tipos, 65. Los vasos comunicantes, 66. Transferencia y con- tratransferencia fraternas, 73 n ADOLESCENCIA Y CONFRONTACION GENERACIONAL 4, La resignificacién de las identificaciones en la adolescencia, El chancho inteligente n Introduccién, 77. La resignificacién en el recambio identificatorio de la adolescencia, 83. La adolescente ante el espejo, 89. La bascula de la idealizaci6n y de la omnipotencia en el adolescente y sus padres, 90, Arqueologia e historizacién en el proceso analitico del adoles- cente, 92 5. El reordenamiento identificatorio 97 Introduccién, 97. Historizacién y pulsién de muerte, 98. El remordi- tmiento en el reordenamiento identificatorio, 102, Adolescencia, crea tividad y confrontacién, 107 6. El campo analitico con nifios y adolescentes Mm Introduccisn, 111. B] influjo analitico, 112, El conceplo de campo en el andlisis con nitos y adolescentes, 115. El proceso analitico y sus obstéculos, 117 Mm PATOLOGIAS EN EL CAMPO DINAMICO_ DE LA CONFRONTACION GENERACIONAL 7. Introduccion... a 13 La patologia del campo dindmico en la confrontacién generacional y fraterna, 126 8. La desmentida z eer) El adolecer y la adolescencia de los padres del adolescente, 129. La ‘ronfrontacién yeneracional y la dialéetiea de las idemiffcaciones, 134 9. La provocacin é 2139 La resignificacién en cl adolescente y en sus padres, 139. La resigni-= ficaci6n del complejo fraterno, 145, Resentimiento, duelo y repeticién, 149. Filiacién, historizacién y confrontacién generacional, 156 10. El sometimiento : : 159 Narcisismo y sadomasoquismo, 159. Del sometimiento a la confronta- cin generacional, 186. La desindentficacién redentora. Sus conse ‘cuencias técnicas, 190, Fantasfas de ruptura con el sistema de filiacién Autoengendramiento, neoengendramiento, partenogénesis, 192 Bibliogratia cee 199) Apéadice La inhibicion de la confrontacién generacional y fratemna en la vida y la cobra de Franz Kafka 205 A mis hijos PROLOGO Este libro es la expresién de mis reflexiones y experien- cias analiticas centradas en la importancia del concepto de la confrontacién generacional. Este término oper6 en mi como un punto de partida para repensar, desde la meta- psicologia y la clinica, el andlisis de nifios, adolescentes y adultos, y me posibilit6 una ganancia en entendimiento de complejidad creciente para profundizar en el estudio de los vinculos que se entretejen entre padres e hijos, entre her- manos, en la pareja y en la estructura familiar. La confrontacién propiamente dicha y nola provocacién ni su desmentida, esta intimamente ligada a la conflictiva de la libertad y a la plasmacién de la identidad en los planos individual y social. Por eso su estudio es esencial para lograr una mayor comprensién de los intrincados procesos de nuestro acontecer animico. Elejercicio dela libertad ye] ejercicio dela confrontacién que posibilita una vida creativa, requieren de un constante proceso de liberacién de las amarras del inconsciente y de los obstdculos del medio ambiental. No existen confrontacién ni creacién sin riesgos, sin derecho a la divergencia, a la posibilidad de estar juntos y de pensar distinto, a la posibilidad del crecimiento perso- nal a costa de nadie, al derecho de defender cada sujeto su marginalidad, su atipicidad, su independencia, sus juegos crt de imaginacién para poder fundar una nueva visién en un Auevo orden que le posibilite ante él mismo y ante los demés testimoniar su verdad, La confrontacién generacional salvagdarda una estruc- 12 I CONSIDERACIONES GENERALES 1. ANGUSTIA Y PODER EN LA CONFRONTACION GENERACIONAL En el individuo que crece, su desasimiento de la autoridad parental es una de las operaciones mas necesarias, pero también mas dolorosas del desarro- Wo, Bs absolutamente necesario que se cumpla, y es licito suponer que todo hombre devenido normal lo ha Vevado a cabo en cierta medida. Mas todavia: el pro: greso de la sociedad descansa, todo él, en esa opo Sicion entre ambas generaciones. 8. Fusvp, La novela familiar de los neuréticos La confrontacién generacional es un punto nodal en el que confluyen las cuestiones mas importantes y diversas; se trata, en realidad, de un tema complejo en todas las etapas de la vida -y fundamentalmente durante la fase de la adoleseencia— para la adquisicién y la plasmacién de la identidad individual y social, cuyo estudio arroja mucha luz sobre nuestro acontecer anfmico. El desasimiento de la autoridad parental y fraternal es una operacién necesaria pero también angustiante del de- sarrollo humano, y puede ser denegado cuando en el vineu- lo entre padres e hijos prevalecen relaciones de objeto de nareisista y/o pigmaliénico, en las cuales el otro no es, considerado diferente ni separado. En estos vinculos, la alteridad y la mismidad quedan total o parcialmente des- mentidas con el objeto de garantizar la omnipotencia y la inmortalidad de los progenitores y la cohesién del medio familiar. Precisamente es la falta de ese otro discriminado lo que deniega el enfrentamiento y la confirmacién intergenera- cionales, ya que nadie puede confrontarse con el otroin ab. sentia et in effigie. EROS Y ANANKE. SUS RELACIONES CON LA ANGUSTIA Y EL PODER Asi Eros y Ananké pasaron a ser también los pro: genitores de la eultura humana. Frevo, £! malestar en la cultura, 1830 La confrontacién generacional representa una de las vias principales para estudiar de qué manera las relacio. nes de poder “fabrican” sujetos instauran una multipli. cidad de técnicas de constriceién reversibles, que se aplic can asimétricamente y en dos direcciones: desde los padres hacia el hijo y desde éste hacia los progenitores. Una de estas técnicas estaria representada por el uso y el abuso del Eros, que sofoca el espacio discriminado del otro me. diante un solapado manejo de poder-seduccién; otra seria ejereer el poder-sumisién para rellenar toda carencia, toda falta, todo apremio objetivo [Ananké] en los hijos, lo que impediria que manifestasen el odio y la agresividad. El odio y la agresividad son dos emociones y mociones funda- mentales que posibilitan la admisién del objeto como exterior a uno, y que operan, ademas, como condicién nece. saria para que se instale una tensién entre los opuestos, y asi se despliegue el movimiento dialéctico dela discrimina. ci6n y la oposicién entre las generaciones, Hay padres que no facilitan la manifestacién de los sen- timientos hostiles de los hijos al intentar ahorrarles los sinsabores de la vida. 16 Esta excosiva presencia esta generosidadincondicional les posibilita el ejercicio de un control omnipotente so paras. Son los padres hacedores", que se afanan pigmali- nicamente en moldear tos hijos como si fueran meras Galateas on las manos de un escultor,y se presentan ante ellos y ante sf mismos como tna fuente permanente wrifieador y abundancia inagotable. "Para llo deben negar la presencia del odio, de 1a ambi- valencia y de a falta, y tambien la frustracion Ia pivacién $l castracin que imperan en los vineulos humans y © el mundo, tanto exterior como interior, de cada sujet.’ Estos “pares hacodores’ se autoimponen la misién de montary, al ver, proveera sushijos den universoexento de angustias y responsabilidades; intentan, en definitive, materializar ia creacién artificial de un mundo carecie: mfictos. ar denegucién de Ananke (el apremio exterior, 1a no cesidad objetiva) narcisiza la edueneién de os hijos. Freud senala la existencia de dos tipos paloyenus educacién: la severidad excesiva y el consentimient El padre desmedidament bland endulgente oeasionardon el ito formacion de un super hipersevero,porgue ex ni fio, bajo la impresién del amor que recibe, no tiene ot ap tenet agreer An parado,educado sin amor, falta la tension del yo y el superyé lasu n puede ditigirse hacia afuera va gra tanta, =e prescinde de un factor eonstituconal que cabe admitir, es Icito afirmar que la conciencia moral severa es npn ing ne 7 «dn pulsional, que desencad dachiley En cuantoal territorio espacial psiquico, el hijo necesita Engr ae vuelto esa agri 4 conquistar un lugar propio, sede de la independencia que Pag. 126), atin no tiene pero que anhela encontrar, aunque siempre Tanto la educacién amenazado por la necesidad de dependencia. Ademés, re- cenun fuerteinflujosol quiere de la disponibilidad, la presencia y la permanencia El adolescente requie de los espacios psiquicos diseriminados de sus otros sig- a nificativos: padres o figuras adultas sustitutas, hermanos ypares, que e faciliten el cotejo generacional para construir la propia identidad. La precariedad de este territorio del adolescente, expre- si6n del desequilibrio transitorio del reordenamientonarci- sista en esta etapa de miiltiples mutaciones, determina que el joven se sienta faicilmente invadido y necesite con- quistar y sostener un espacio privado e intimo en la rea- Que'se oculte al joven el : suvida noes cl aes eLPapel que la sexualidad cumpliré en lidad material y psiquica, para poder confirmary reasegurar de hoy. Yerra ademas ic su fragil e incierto sentimiento de si. histo eta destinad La confrontacién generacional se anula cuando la agre- le la vida con una sividad necesaria para lograr la desalienacién entre los espacios y los tiempos mentales parentales y filiales es excesiva 0 esta sofocada. La desalienacién se halla condi- cionada, a la vez, por los efectos hipnotizadores de los valores materiales y econémicos inducidos por el éxtais Los padres excesi " cube te Sense ae mane disponibles que intentan consumista de nuestra sociedad posmoderna y acelerada. necesario y la Uta y que ademas sofocan el odio En ciertos casos, el conflicto generacional se manifiesta en jo de Ia decd ivalencia ~intervienen durante el ta. un sintoma devastador: la adiccién. nm jeto y su ulterior sey 6 El término “adiccién” designaba antiguamente la situa- Tavés de un suministro asfixiante de Brose eaaciona cién del sujeto que se convierte en esclavo, al dar su cuerpo como pago para saldar una deuda que no podia pagar de otro modo, La pasién de la esclavitud se esconde tras las maravillas de la adiecién. La droga se ofrece, por un lado, como escape y refugio para desafiar una realidad acechante, tanto in- terna como externa. Alberga en si la vana y omnipotente esperanza de lograr una necespacialidad, una neotem- poralidad y una neoafectividad. Muy bien lo describe Baudelaire: 19 Elopio agranda lo que no tiene términ Io ilimitado alarga, cae profundiza los tiempos, ahonda la vol » ahonda la voluptuosida ¥ de placeres negros y sombriog Puestad inunda el alma mas allé de lo que es cay ue es capa, Les fleurs du mal, fragmento de “Le poison”, XLIX, Paris, Garnier Fréres, 1961) La droga se ofrece, ademas, como medio que da acceso 10 e da acces una subeultura ya una neofamilia adoptiva. ADOLESCENCIA Y ANGUSTIA Eladolescente, para crecer » 'y para llegar a ser él mis1 debe llevar a cabo la ruptura del espejo de la propia im, mortalidad y de la de sus padres (Garbarino, 1992); ade més, necesita liberar su propia potencia de las amarrac de la omnipotencia alizaci\ 1a omni ¥ Ia idealizacion de las figuras paren- Recordemos que el término “adolescencia” proviene del Jatin adolesce: signific ”, i Cie de ata due significa oven adult’, partipi ae Pero para crecer, el adolescente y sus padres deben transitar por los desfiladeros de un intrincatlo proceso al de la desideatizacién -tanto en su forma gradual eons Paroxistica-, sin el cual no se accede ala diferencinein, entre las generaciones, ma La crisis de a adolescencia incluye al hijoya sus padres £2 un mismo tiempo y un mismo movimiento de turbu. lencia. Todos son atravesados por la resignificacién de la incertidumbre ocasionada por maltiples angustias fi eae de estas angustias esta siempre ligada al ec] de Ia amenaza de separacién, Y por ello remite a I; resignificacién retroactiva de diferentes pérdidas: i 20 a) Pérdida de la madre en el nacimiento (primera sepa- racién), b) Pérdida del objeto de amor, angustia del nifio peque- fio frente a la ausencia de los padres. ©) Amenaza frente a la pérdida de una parte valorada del cuerpo: angustia de castracién. 4) Pérdida del amor del superyé en la latencia. En tiltimo término, toda angustia remite a la angustia de muerte (iltima separacién), que pasa a ser entonces el hito fundamental en la génesis de la angustia. Estas angustias se resignifican de forma privilegiada durante la adolescencia, porque en esta fase la certeza es cuestionada, y los progenitores, otrora idealizados y omni- potentes, son ahora cuestionados por sus hijos cuestio- nadores; y los padres, angustiados por el desprendimiento del adolescente que se diferencia, suelen equiparar la renuneia al ideal de la certidumbre totalizadora a la de- rrota o la pérdida de la autoridad parental. ‘La amenaza del crecimiento del hijo conlleva situacio- nes de peligro para la economia libidinal de los progenito- res. Estos han de efectuar un intrincado trabajo de duelo referido a la necesidad de resignar un pasado, en el que ejerefan una relacién de poder omnimodo, por un presente de cuestionamientos, que plantea la homeostasis narcisis- ta en cada uno de ellos y en la dindmica familiar. La cultura suele poner el acento en la violencia que se desata durante el periodo de la adolescencia filial; pero frecuentemente esta violencia es una consecuencia del abuso de poder que ejercen los padres sobre el hijo. Poder y dominio que no estan preparados 0 dispuestos a depo- ner y, en estos casos, en lugar de instaurarse un desafio tréfico que permitirfa el despliegue del combate genera- cional para promover la discriminacién a partir de la con- frontacién, se instala, en cambio —resentimientos y remor- dimientos mediante-, un desafio tanatico de provocacio- 21 nes reciy il ie iprocas que interceptan el proceso de la indi tet adiergn es una ‘manifestacién elocuente del desafio sstico; como sintoma, descubre y encubre el ; {lide para atajar el desarrollo de a angustia traumttics puniteas ante y posibilita, ademés, la satisfaccion auce Runitiva tandttica en los hijos por albergar sentir. e Pulpa sofocados contra sus padres sofeeadenn ns peligro exterior o interior, »y ala vez satisface sti SAmente una nevesidad inconsciente de castigo. Ejemplo elinico Laura, abogada, de 28 ai . de 28 aos, casada y madre de un hij presenta severas perturbaciones en sus relacionce cee ‘mo Una “divina”: ella es puro amor y cordialidad. Yo vivi en una ca impana de cristal. Mama hizo el, eafuerzo y logré generar un émbito, un minal ee Hamundo como un cultivo muy logrado pare an ‘odo fied perfecto y armonioso, me entiendo que fue un intento muy carinaso de brindar 10 mejor al otro. Pero si bien tiene aspectos buenos, tiene nos, i Inept pare a ome sn individuo adult, Me siento Para el manejo de la plata, yo saste sompro cualquier cosa, me zarpo. Soy un venom pr , me zarpo. Soy un desastre tota Tengo un ping pong en mi eabeza. No puede weno: 22 comprarme todo: tres pares de zapatos, cuatro polleras. Me sientogravemente perturbada para manejar mis emociones violentas. ‘No me puedo bancar si alguien me dice algo; una critica o.alguna observacién para mi setransforman en un desaire insoportable. ¥ cuando salts de a campana de cristal, gpara donde agarrés? Sino hubo un aprendizaje de la calle, de la rea- lidad. ‘Mi mamé sigue siendo como una topadora con ruedas gigantes que viene para arreglar los caminos. Pero ahora ‘me ahoga su excesiva bondad y su contundente control. Ella es la que dictamina cémo se debe hacer todo. Yo jamds tuve en mi adolescencia momentos de choque con mis padres. Siempre todo era compatible de alguna manera. Frente a una difieultad se hacta un concilio familiar. Yo siento que tengo que romper ese idilio con mis viejos, pero me siento mal sélo con esa idea. Aldenegar la Ananké, los padres ejercen una relacién de dominio omnimodo, a la vez visible y oculto. El status metapsicol6gico del instinto de dominioes am- biguo en la obra de Freud. El dominio no puede ser consi- derado como la accién de una tendencia tinica, sino que corresponde a una formacién compleja de la relacién con el otrodentro de locual se ubica deforma precisalainteraccién dialéctica (Eros-Ténatos). La finalidad de esta relaci6n es siempre el deseo del otroen lamedidaen que resulta funda- mentalmente ajeno, y por su propia naturaleza elude cual- quier posibilidad de ser capturado. Las organizaciones perversas y obsesivas representan dos modelos de este tipo. En la perversién, el deseo del otro es eapturado a través dela seduccién;en la neurosis obsesiva, el deseo se destruye, en efecto, por una operacién de destruccién (Dorey, 1986). 23 Foucault (1991) seiala que “las relaciones de poder no obedecen a la sola forma de prohibicién y del castigo, sino que son multiformes” y nos advierte que uno de sus peli- gros, aun cuando esté al servicio de una causa justa, es que genera adiccién, Existen variadas formas del ejercicioy la aplicacién del poder. Sus efectos y contraefectos se presentan ya bajo la forma de control represivo, ya bajo la forma de control-se- duceién; y la consecuente agresién reactiva de los hijos Puede llegar a ser reprimida o desmentida, o escindida y Proyectada en un otro u otros. Finalmente, la denegada confrontacién generacional con los padres y los hermanos suele ser desplazada a la pareja y/o la sociedad. Volvamos nuevamente a Laura. Su necesaria e inevi- table confrontacién generacional habia sido denegada por sus padres de un modo muy elocuente, y sus propios sen- timientos hostiles hacia ellos habian sido sofocados y depositados en la persona de su marido, Juan, también abogado, de 35 afios, que debia cumplir el rol de ser un “embajador subversivo y tirabombas” para enfrentar, en nombre de su indefensa y amorosa Galatea, a las autorida des que Laura no podia aceptar. Lo que sigue es parte de una sesién: Es la primera vez en mi vida que pude encarar a mi padre y me quedé con la sensacién de mucho alivio al Tomper con el dogma de no contradecirlocon mi engjo. ¥no ‘me senti nada mal; porque cuando hay un poco de falta de armonia con papd me siento incémoda. Siempre le creo una situacion para que él pueda desempenarse bien y salir de su ostracismo, Mis viejos son los que dicen que esté todo bien, y no esté todo bien. En mi casa, todo lo disonante se convierte en con. cierto; y me busqué una pareja que es y ha sido siempre un lirabombas. Juan es distinto, no tiene problemas para plantear cosas disonantes en casa. El los enfrenta todo el 24 tiempo; es como alguien totalmente subversivo, como al- guien que siempre traeel conflicto ala superficie. Elle ponia una voz a una parte mia tan sofocada, y yo encontré en ella mi vocero adecuado y no podia sin él. Me pregunto hasta qué punto yo le hacia jugar y hasta lo provocaba para que él actuara en ta pelicula que yo no queria o no podia representar. : Yo también a veces termino denunciando cosas que él no dice, que€él calla respectoa sus hermanos y asu mamd. Hay como una especie de trampa mutua, La trampa era: yo ponerme loca, en vez de que Juan se enojara por los desastres de su mamé, y después se terminaba enojando conmigo, Estoy segura de que en algan lugar a Juan le ‘molesta muchisimo lo que hace o deja de hacer su mamé, entonces cuando yodigoalgoel motivode broncaes conmigo .y yo termino sintiéndome remal y reculpable, [Pausa.] Si bien Juan funciona como una especie de represen: tante, deembajador mio ante mis padres, yo tengo una rela- cién de manejo con él opuesta totalmente. Con él me enojo demasiado, con gritos, con escéndalos. les lo opuesto a mi papé ya mi maid. Con él pongo todo el excedente que me queda de la otra parte. Por cualquier minima llegada tarde le armo un escéndalo total, mientras que con mis padres todo lo puedo contemplar, jamés les reclamo nada y cuan- do ellos ilegan tarde a mi casa, los saludo con carino y les digo que Pablito esta triste porque sus abuelos se atrasaron en llegar. Analista: Y de esta manera evitas nuevamente el en- frentamiento directo con ellos. Y lo intentas realizar a través de un rodeo, o a través de un otro que cumpla ese rol. Me lama la atencién que conmigo jamas te oponés ni tampoco te enojds. éPor eso serd que yo le cuento a Juan muchas cosas que ‘me pasan aquéen sesién 0 las cosas que me dicen mis padres 25 para que finalmente él se enoje y los encare a ellos, y yo fermine enojtindome con él por su brutalidad, en lugar de poder yo misma enfrentarme a mis padres? En esta sesién, Laura toma insight del cardcter intru- sivo, inductivo y de manipulacién de la trampa mutua con Juan, que seria la resultante de un complejo mecanis. mo de identificaciones proyectivas cruzadas que intervie. nen en la plasmacién del vinculo pigmalidnico en la pa- reja: Juan participa en las identificaciones proyectivas de Laura, y Laura, a su vez, se hace cargo de las de Juan (contra-identificacién). Las fantasias de depositacién de partes del yo en un objeto cumplen diversas funciones por explorar en cada caso; pero permiten particularmente crear un vinculo que posibilita la dramatizacion, en un espacio exterior, de una realidad psfquica limitada -en casos extremos~ a la as- fixia pulsional, afectiva y objetal. Las relaciones objetales, sometidas a la influencia de estos mecanismos, sc caracterizan por la coercion, la se. duecién y la intimidacién. Tanto sujeto como objeto son transformados segxin el grado de patologia de cada uno, ¢ involueran al otro de modo que acttie como anclaje, como la otra cara de la moneda narcisista, Esimportantesefalarqueenel vinculo pigmaliénico, la escision y la proyeccién en forma cruzada de los aspectos organizados y discriminados de cada uno de losintegrantes dela pareja no producen confusién sino rigidez de atributos ¥ de roles por cumplir, para asegurar —a través de la ten sién entre los opuestos- la dialéctica de una relacién de dominio, a diferencia de lo que acontece en el vinculo sim. bi6tico, resultante de una identificacion proyectiva masiva de aspectos fragmentados que conducen a la confusién y la indiscriminacién en las dimensiones intrasubjetiva e in- tersubjetiva, Es decir que existen dos clases de vinculos narcisistas y 26 adictivos: en el pigmalionismo prevalecen los aspectos organizados, y en la simbiosis confusional, los aspectos fragmentados; en ambos se intenta cancelar o apaciguar la amenaza de la irrupcién de angustias intensas. : Recordemos que Freud (1926, pag. 130) sefiala que “la angustia se presenta como una reaccién frenteala ausencia el objeto”, y estos vineulos operan precisamente como una formacién defensiva, que cumple la funeién esencial de ocultar la carencia y de desmentir la diferencia que se descubre en el otro. E] investimiento del otro se realiza no para reconocerlo como un sujeto deseante sino como un objeto antiangustia, permanente e incondicional. ; E] objeto, visto desde esta perspectiva, aparece como aquello que viene a cubrir la brecha ocasionada por la pérdida original. Investir al otro como objeto, y no como sujeto, significa de manera conereta establecer una relaciéin directa, ain instancias intermedias y por tanto eminentemente reversible (Dorey, 1986). Se establece una continuidad donde se debe admitir la discontinuidad; y cada vez que el sujeto se ve amenaza- do por una experiencia evocadora del estado de desvali- miento recurre a instrumentar una relacién de poder para climinar la singularidad del otro como sujeto discriminado y para reemplazarlo por un mero objeto dominado y dis- puesto a neutralizar toda separacién que resignifique si- tuaciones de angustia. Enestos vinculos adictivos se perpetiia una situacién de extrema dependencia respecto del otro y, al borrar los limi tes precisos entre sus integrantes, se niega el principio basico de la alteridad, que opera como condicién fundante que posibilita el ejercicio de una auténtica confrontacién generacional. 27 CONCEPTUALIZACION TEORICA Y CLINI cl LINICA DE LA CONFRONTACION GENERACIONAL Podemos diferenciar distintos ti e pos de confrontacién Seneracional, segtin predomine, desde un punto de vista metapsicologico, uno de los tipos de conflicto nareisista 8) los que son ineapaces de confi ontar ne mtarse con los padres b) Jos que se perpetiian en una it it interminable conf; - : an a pare de un desafio tandtico; fone © los que han superado el desafio tanatico y | rad arribar al desafio tréfico, cuyos efectos estrcne antes, que provienen de la confrontacion edipica y fraterna, son necesarios para adquirir la identidag ta oot Conftontacién generacional y fraterna salvaguarda estructura de alteridad Y reciprocidad; posibilita el de- Sarrollo y el devenir de la vida subjetiva y preserva: a] oe de eventuales alienaciones, ‘ara Piera Aulagnier, la alienacion 6 7 es laalteracién oe desarreglo de las capacidades criticas ¥ conflictivas de su Peasants, sin que el sujeto se dé cuenta de la voluntad Ta eguinte de algtin otro. O sea que la alienacién es siempre la consecuencia de un hacer humano. 1 Lo hesido educado por mi padre ypor mis cutados para Siding Xclusive de ellos. Como integrante del grupo fa, miliar era valorado y tomado en cuenta, pero Jamas logré 28 Yo me senti desde siempre un esclavo util para la familia. Nunca me oponia, no se me ocurrta la posibilidad de poder rebelarme; hoy admito que yo permité que ellos invadieran mi terreno, mi privacidad, mi cielo, mi refugio. Estas son palabras textuales de Miguel, un analizante que los 52 afios comenz6.a cuestionar sucompromiso alie- nante con el poder despético familiar, por el que habia pa- gado el elevado precio de la robotizacién de su persona. Miguel, alienado en la programacién identificatoria de sus padres y hermanas, habia sacrificado parte de sus pul- siones sexuales y agresivas al renunciar ala defensa de sus derechos, para preservar la soberania del territorio de su identidad. Describiréa continuacién el coneeptode pigmalionismo, y cuales son sus efectos desestructurantes que pueden llegar, en los casos extremos, mediante una intensa rela- cién de dominio, a transformar al hijo en mero automata servil: el gélem. PIGMALIONISMO Es la tarea mas dificil que he emprendido en mi vida... ue es tomar a un ser humano y transformario en otro ser, ereando para él un nuevo modo de expre- sarse. Equivalea rellenar el abismo mas profiunde que separa una de otras a las diferentes clases de la so- ciedad y a las diferentes almas, GB. Sunw, Pigmalisn En “Una dificultad del psicoanslisis”, Freud (1917) se- fala que “al estado en que el yo retiene junto a si ala libido Jo lamamos narcisismo, en memoria de la leyenda griega del joven Narciso, que se enamoré de su propia imagen especular”. Paralelamente podemos denominar “pigma- lionismo” al estado en que la libido recae sobre el objeto 29 Para engendrarlo 0 moldearlo a partir de un modelo ideal. Objeto que cautiva al mismo sujeto, porque Sate permane- ce finalmente enamorado de su propia creacién, tach it® NUEVO acto psiquico confiere al ereador ana sati ‘acei6n singular, pues se enlaza con un goce narcisista Sxtraordinariamente clevado, en la medida en que cnt Tes del rodeo del producto conesbido por el havedor ae, muestra al yo el cumplimiento de sus antiguos deseos io Este mito ilustra el Pasaje del narcisi grado de relacién de objeto. eee Pigmalin, a diferencia del mito de Narciso que se auto- uno fue y que uno invistié, y aquel en el que uno se convierte. La relacién vincular de Pigmalién y Galatea oscila entre el amor narcisista y el amor objetal, sin lograr sinoa medias la transformaci6n del primero en el segundo; finalmente es un producto de transaceién que se podria describir como narcisizacién del amor de objeto u objetalizacién del amor narcisista. La cosmovisién pigmaliénica En Tétem y tabi, Freud menciona la historia del desa- rrollo de las tres cosmovisiones humanas para perseguir los diferentes destinos de la omnipotencia de los pensa- mientos a través de estos parrafos: Enelestado animista,e] hombre se atribuye a omnipotencia sf mismo; en el religioso la ha cedido a los dioses, pero no renuncia seriamente a ella, pues se reserva, por medio de miltiples influjos, guiar la voluntad de los dioses de acuerdo con sus propios descos. En la cosmovisién cieulifica ya no queda espacio alguno para la omnipotencia del hombre, que se ha confesado su pequefiez y se resigna a la muerte, asi como se somete a todas las otras necesidades naturales. Yademas establece un paralelo entre la evolucién de los sistemas de pensamiento y las etapas del desarrollo libi- dinal. Si nos estuviera permitido ver en la demostracién de la omnipotencia de los pensamientos entre los primitivos un testi- monio del narcisismo, podrfamos atrevernos a comparar los estadios de desarrollo de la cosmovisi6n humana con las etapas, del desarrollo libidinoso del individuo. Entonces, asien el tiempo como por su contenido, la fase animista corresponderfa al narci- sismo, la religiosa a aquel grado del hallazgo de objeto que se caracteriza por la ligazén con los padres, y la fase cientifica tendria su pleno correspondiente en el estado de madurez, del 31 indvidvo quo ha renuncadoal : nuncio a principio de placer, bajo adap tacién a la realidad, busea su objeto en el mundo exterior. i Siloen un émbito,eldelarioshacontervadclocen poten: Cia de os pensamientos tambien ea nawsta elon En la cosmovisién pigmaliénica confluyen varios siste- mas explicativos de creencias pertenecientes a las cosmo- Visiones animista y religiosa y, por lo tanto, operan distin: tos gradientes de omnipotencia que se manifiestan de mane-raelocuenteen. ladimensién dela ‘intersubjetividad, Pigmalién, el hacedor, engendra desde un lugar omnis- ciente y ommnipotente a su Galatea como un objeto, exenta de atributos propios pero investida con misiones especif cas que debe cumplir, para confirmar admirable e idolizable. ues Gm eeador dicar u olvidar su pasado, y permanecer finaimente day nidos ambos en un sistema de recfproca fascinacién El pigmalionismo no es una etapa entre el nareisismo y ¢l amor de objeto sino que representa una impasse en el pre, gresodelaevolucién libidinal. Permanece amitad de ‘cami- no sobre una linea oblicua que lleva a una via aberrante en el pasaje de la libido nareisista al amor objetal, “Pars Ie salud integral de la persona —sostiene Freud (1917)— es esencial que la libido no pierda su plena movilidad.” En el pigmalionismo, la libido permanece como “iman- tada”en la connivencia narcisista, y no puede proseguir su Sore Le el amor de objeto. Las rel laciones narcisistas. -Y pigmalidnicas ent: ¢ hijos desmienten a discriminacisn objetaly ghee ee relacién de dominio que anula, desde el inicio, la funcion 32 estructurante que promueve el cotejo generacional para la conquista de la identidad. El gélem El gélem (palabra hebrea que significa “masa informe”, “cuerposin pulir”, y quese aplica por extensiénala persona ignorante e inhabil) es un ser fabricado artificialmente mediante frmulas cabalisticas. Estas formulas han sido transmitidas al hombre, en escala menor, porel poder erea- dor divino por efecto de la combinacién y la permuta- cidn de las letras del alfabeto hebreo que atesoran energia creadora; claro que persiste la inedgnita acerca del tipo de existencia de este engendro nacido por via tan insélita, Mientras unos sostienen que su existencia es plena (con cuerpo y alma), otros lo consideran un ser rudimentario, sin capacidad racional o afeetiva. La creacién golémica nos revela al mismo tiempo los limites del pracesa erendor humano y la permanencia de los deseos pigmaliénicos entre padres e hijos. Empleo el término “pigmalionismo” para designar la relacién vincular que se traduce por fantasmas, en la que el sujeto (Pigmalién), ubicado en la posicién de hacedor, engendra a otro sujeto situado en el mero lugar de objeto (el pigmalionizado), el gélem, para transformarloen una mera extensién de su propia persona, en su totalidad o en parte, con la posibilidad de poseerlo y controlarlo, y de ese modo validar su propio sentimiento de grandiosidad. Esta relacién vincular entre Pigmalion y el gélem cons- tituye una afirmacién del ser humano, quiz torpee imper- feeto, divino o diabélico, pero en quien sobrevive siempre un rescoldo de la chispa originaria que, al crearlo, le trans- mitié algunos de sus atributos y anhelos. Recordemos que en el libro del Génesis, capitulo 7, se menciona: “Entonces Jehovs Dios formé al hombre del pol- 33 vo de la tierra y soplé »pl6 en su nariz al hombre un ser viviente”. ee Ei ai ae el golem representa, a diferencia de la crea- i én, a un ser humano no afectado por el soplo di: vino. Presenta los siguientes caracteres: oo vida y fue el a) no habla; i carece de necesidades Y deseos sexuales; Jams seenferma, puesesinmune alos humo lignos del cuerpo humano; a @) debe cumpir fan ' e debe obedeaa unciones especifiens programadas; \condicionalmente a su creador. El gélem representaria a dependiente, desamparadoy asimilable y capturabl cubrir la brecha ocasi __ Esta funcién de protecci tinuidad, precisamente all __El gélem operaria cor incondicional y maravill. hiancia, esa esquizia qu: ion del gélem garantiza lacon- lli donde existe discontinuidad. mo un objeto ilusorio de certeza loso, cuya finalidad seria. cerrar la 1 separa la coincidencia del sujcto 384 consigo mismo o aquello que lo distancia de su doble, para neutralizar el sentimiento ominoso, la angustia de la in- certidumbre por la indefensién. Creacién del mito Kijak sostiene que el surgimiento del mito golémico revela, a semejanza de la estructura de los suefios, el enmascaramiento de situaciones traumaticas. Aparece en momentos de graves crisis sociales y sobrelleva una misiGn salvadora. El golem de Praga fue creado por el rabino Judah Loew, entre 1520 1605 aproximadamente, en una época de gran hostilidad hacia los hebreos, fomentada especialmente por ‘un monje llamado Tadeo. Este primer gélem era recordado como un ser fuerte, corpulento y de aspecto no muy agra- dable. Tanto recrudecié la safia persecutoria de Tadeo que fue menester una ayuda sobrenatural. Entonces el rabino Loew escuché en suefios una voz que le ordenaba fabricar el golem, Consulté al Sefer Jetzirat (el libro dela creacién) y luego de penitencias purificadoras se dirigi6, en compania de su hijo y de su yerno, a las orillas del rio Moldava, y alli formé con barro arcilloso una figura humana. Pronuncié la for- mula ritual, recité el versiculo del Génesis en el que se da vida a Adan y comprobé asombrado que la figura se ponia roja y adquiria vida. Le ordené erguirse, lo vistié y lo bautizé con el nombre de José. Este gélem seria una criatura sin habla, que deberia obedecerle en todo. Regresé con él a su casa y dijo a su mujer que se habia encontrado con ese extranjero mudo y por compasién lo habja levado para que lo ayudase en la sinagoga. Enrealidad, el gélem cumplira su misi6n de frustrar las conspiraciones y conjuras contra los residentes del gueto de Praga. Asi, descubre a unos panaderos que intentaban 35 va gllgunas de sus h la de provocar una i searrear agua del Teh, cuando éste le ofrece la libertad, la rechaza y prefiere vol destruirlo, el rabino quede eon taraleza pri queda pensando si él nolha sidu cage a sido real- 36 mente el esclavo de su criatura, pues ésta ha ido adquirien- do la necesidad de amor, de sufrimiento, el anhelode poder, el temor a morir. Una reciente novela de Abraham Rothberg, La espada del golem, agrega nuevos matices. E] autor formula acu- ciantes preguntas: zhasta qué puntoel rabino Loew ha obe- decido la voz de Dios 0 seguido los impulsos de su soberbia? {Para qué hizo realmente el gélem? Este, una vez creado, no tarda en mostrar su eficacia. Deja maltrechos a unos estudiantes que pretendian incendiar la escuela judfa. A tun carnicero que lleva un nifio muerto a la sinagoga, le ‘arranca de raiz un brazo. El golem en esta obra habla y ra- zona: * ;Yo te pedi ser, mi hacedor? —le dice a Judah Loew-. Me hubieses dejado en la oscuridad”, El rabino le responde que su destino es ser un gélem y nadie escapa ala voluntad de Dios. Este gélem de Rothberg es aparentemente agresivo. Cuando el rabino lo trata con afecto, responde con hosque- dad: “No seas amable, rabino, obligame, ordéname. No me hagas sentir humauv”. Se enamora de una criada que de~ sea casarse con él y no con su prometido oficial. En vano se le explica que no podra tener descendencia. Entonces, enfurecido, maldice al rabino, al pueblo judio y a Dios. El rabino empieza a preguntarse por la legitimidad de su creacién, si la maldad no estaria en el fondo de toda creacién humana. Cuando en una refriega, el gélem, en un arrebato de ira por ver a su amada muerta, arremete contra cristianos y judios, el rabino debe detener a la muchedumbre que quiere destruirlo. Comprende entonces que el gélem debe morir y le pide perdén por la vida que le ha dado. Ruega a Dios por el gélem y por él mismo. Luego, de la palabra emet [verdad] inscrita en el pergamino de su frente sacé la letra “e” y qued6 met [muerte]. El gélem palidecié y finalmente se deshizo mientras murmuraba: “No me olvides, recuérdame”. 37 El gélem borgeano terviene du Ir s fs identatans{l Proceso de desidentificacién de liege Yectos identificatorios que inexorablemente constituyen y ly: , los protagonistas Si (como el gre ’ 0 nfirma en el Cra El nombre es arquetipo dela ose. in las letras de rosa esté la rosa” todo el Nilo en la palabra Nile X hecho en consonantes y vocales, Habré un torrible rrible Nombre, que la esenci Cifre en letras y stabas eabalon mene? A pesar de tan alta hechi au iceria No aprendié.a hablar el aprendiz de hombre. Sus ojos, menos d menos de hombre qu Yhatto menos de perro quede eee” Segufan al rabi por la dudosa piumbra de as pesas dl enciorro, indo a su Dios manos fii Las devociones de su Dios copinia, 38 , estapide y sonriente, se ahuecaba En céncavas zalemas orientales. El rabi lo miraba con ternura '¥ con algin horror. {Cémo (se dijo) Pude engendrar este penoso hijo? Y la inaccién dejé, {qué es la cordura? @Por qué di en agregar a la infinita Serie un simbolo mas? Por qué a la vana Madeja que en lo eterno se devana, Di otra causa, otro efecto y otra cuita? En la hora de angustia y de luz vaga, En su gélem los ojos detenta 2Quién nos diera las cosas que sentia Dios, al mirar a su rabino en Praga? El gélem expresaria el mito paradigmatico del ciego acatamiento a la autoridad paterna, puesto al mito de Si- sifo, que represontaria la rebelién permanente contralal gica de los sistemas narcisistas y pigmaliGnicos de los dio- ses-padres. Freud sostiene que el punto més espinoso del sistema narcisista, esa inmortalidad del yo que la fuerza de la rea- lidad asedia duramente, ha ganado la seguridad refugidn- dose en el nifio (Freud, Introduccién del narcisismo, 1914). Podemos colegir que, en el sistema pigmaliénico, su punto més espinoso estaria representado por el affin de omnipotencia que el hacedor intenta preservar al reflejar- se en su criatura, supuestamente por él engendrada como tinico creador, y asi recuperar sus imaginarios poderes de trascendencia, dominio y omnisciencia En este sentido, el pigmalionismo se ubicaria en la direccién opuesta a la confrontacién generacional, que im- plica asumir la imposibilidad de eternizarse en el otro, ad- 39 dob eat el deseo de lograr una perfecta coincidencia con logr: doble especular, bisexual, ideal einmortal, Ble istema pi ig- maliénico se fu funda y se sostier ne 30 de connivencias narcisistas. ween Los tres tiempos del pigmalionismo ee : El “Las ruinas circulares” de B, 1944, nos provee de un minuciosoc iadrodescriptivo delas fantasias, las angustias y los meca Este profundo malestar ataca y corroe el reconocimien- la estructura psiquica Borges cuenta alli | i conduce a del funcionamiento del vineulo y de de cada uno de sus integrantes. la historia de un hombre que quiere 40 inventar un hijo, y el horror con que descubre que él también fue inventado por un tercero. Al aprovechar un ambiente estilizadamente persa y la adoracién del fuego, Borges crea una suerte de fantasia arqueolégica que di- simulasu horror primordial ala paternidad quelo persigue desde la infancia (Rodriguez Monegal, 1981). ‘Los tres tiempos diferentes que operan durante la g¢- nesis, el mantenimiento y el desenlace de esta particular dinamica son: a) primer tiempo 0 tiempo del hacedor; 'b) segundo tiempo o tiempo del control omnipotente sobre el objeto engendrado; ¢) tercer tiempo o tiempo del fracaso del pigmalionismo. Tiempo del hacedor Este primer tiempo corresponde a la fase del engen- dramiento de un sujeto disefiado segiin la programacién de los ideales de su hacedor. iste sujeto operard en un futuro como un simple objeto, que oscilara entre lo animado y lo inanimado yquedebera responder exactamente a las pro- yecciones de las partes escindidas negativas y/o positivas de Pigmalién. El cuento “Las rainas circulares” pone en evidencia los afanes pigmaliénicos de los seres humanos y sus efectos ta- naticos, que obstaculizan desde el comienzo el derecho ina- lienable al disenso para preservar el propio espacio de las violentaciones del mundo exterior. Borges escribe: El propésito sobrenatural guiaba a un hombre que deseaba soar a otro hombre con integridad minuciosa e imponerlo a la realidad. Este proyecto magico habia agotado el espacio entero de su alma... Lo sofé, caluroso, secreto, del grandor de un puio cerrado, color granate en la penumbra de un cuerpo humano atin sin cara 41 i sex0; con minucioso amor lo soié ees: Cada noche, lo percibia com mayer widens as eeube: se limita aatestiguarlo,aobservarly tale ee Lopercibia lovivia, 7 les. La noche catorcona toss a sen Juego todo el corazén, desde afucra y satisfizo. Deliberadamente tanciasy muchos éngu- ne ulmonar con el indice le afuera y adentro, El examen lo o sofi6 durante una noche: luego En las cosm rogontas, los de wi Tos demiurgos am: Toman? lO8F® ponerse de pie; tan inhabil nee fas nochan amoese Adan de polvoerael Adin desnon a) Mago habian fab caer bs fabricado, Est {ideconebido como exento de deseos fee pene ae ema merced del poderomnimadodePien nee Sn onan, (ued también habitado por la pine oe ; * rama, habia disefiado: “ese espacio entero de su Enestarelacio icin alienante-s alienado, ambi r 0s permanecen, expuestos a la fuerz: strume rt a destructi BeciGn de muerte sobre los dos partinante Tet St Tier "po del control omnipotente sobre el objeto engendrad “El hijo que heen, ” \endrado m ‘ vo, ees} radualmones —__ Saher “el pared oe intenta dirigirlo § “dios; y acostumbrarlo a su realidad. Ase’ or control remoto” para 42 Una vez le ordené que embanderara una cumbre lejana. Al otro dia flameaba la bandera en Ia cumbre. Ensay6 otros expe- rimentos andlogos, cada vez. mas estaba listo para nacer -y tal ‘vez impaciente-. Bsa noche lo bes6 por primera vez y lo envi6 a otro templo cuyos despojos blanqueaban rio abajo, a muchas le- guas de inextricable selva y de ciénagas (para que no supiera ynunca que era un fantasma, para que se creyera un hombre como Tos otros) le infundis el olvido total de sus afios de aprendizaje Su victoria y su paz quedaron empapadas de hastio. Este segundo tiempo, el del control omnipotente, tiene en este cuento una corta duracién. Porque Borges nos pre senta a un hacedor que posee una capacidad de reflexién y de culpabilidad singular, a diferencia de otros hacedores caseros y de masa, que no admiten ningtin cuestionamien- to acerca de la certeza de sus derechos para ejercer un in- cuestionable poder sobre otros seres, clases y razas a las que consideran inferiores, Tiempo del fracaso del pigmalionismo En el final del cuento se despliega el derrumbe del sis- tema pigmaliénico que se sustenta sobre los cimientos de Ja idealizacion y de la omnipotencia. Por lo tanto, la apa- ricién de este tercer tiempo se halla condicionada a las vicisitudes del proceso de la desidealizacion del yo, del objeto y del vineulo objetal, y puede manifestarse como idealizacién bajo dos formas: gradual y paroxistica. El fracaso del pigmalionismo sobreviene a partir de la desestimacién de los sistemas explicativos dela cosmovision pigmaliénica del dios-padre. ‘Temié que su hijo meditara en ese privilegio anormal y descubriera de algin modo su condicién de mero simulacro. No ser un hombre, ser la proyeccién del suefo de otro hombre, jqué humillacién incomparable, qué vértigo! A todo padre le intere- san Ios hijos que ha procreado (que ha permitido) en una mera 43 confusion 0 felicidad; e: Porvenir de aquel hijo, pens: 'stos no mordieron su carne, éstos | sin calor y sin combustién, Con ali 2 acariciaron y lo inundaron vio, con humillacién, con humillaion, con tenor comprenta nn ‘una apariencia, que oto estaba sonandales nC ambien era Este cuento ilustra va cl fracaso de esta imposible espe- sanza go ialinica que anida en ae en conflicto Psiquico y eon oi fies ae 4 causa de duda y de toda eee ni 4 través del estado de alien faseceaaeees ice P. Aulagnier: Bie de pensamient: : 0, que permiten dife na cen

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