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‘SENTENCIA 2000-09578 DE 04 DE AGOSTO DE 2009 CORTE SUPREMA DE JUSTICIA CONTENIDO:ANALISIS DE LA ACCION DERIVADA DE LOS VICIOS OCULTOS DENTRO DEL CONTRATO DE COMPRAVENTA COMERCIAL. TEMAS ESPECIFICOS:CONTRATO COMERCIAL, VICIOS REDHIBITORIOS DE LA COSA VENDIDA SALA:CIVIL PONENTE:VILLAMIL PORTILLA, EDGARDO REVISTA JURISPRUDENCIA Y DOCTRINA N°:EXCLUSIVO PARA DATALEGIS ! Sentencia 2000-09578 de agosto 4 de 2009 CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA DE CASACION CIVIL Ref. Exp. 11001-3103-009-2000-09578-01 Magistrado Ponente: Dr. Edgardo Villamil Portilla Bogota, D.C., cuatro de agosto de dos mil nueve. EXTRACTOS:«La demanda de casacion El recurrente plante® tres cargos contra la sentencia impugnada, de los cuales se decidiran solo fos dos primeros ‘ue tratan materias relacionados y estan llamados a prosperar. Primer cargo Con invocacién de la via indirecta de la causal primera de casacion, el censor denuncié que hubo error de derecho, precisamente por desatencién del deber de apreciar las pruebas en conjunto, como manda el articulo 187 del Codigo de Procedimiento Civil, equivocacién que, por reflejo, produjo el quebranto de los articulos 928, 931, 934 a 942 del Cédigo de Comercio; 1880, 1893, 1914 a 1927 del Codigo Civil y 210 del Cédigo de Procedimiento Civil El recurrente hizo enseguida un recuento de las pruebas tenidas en cuenta por el tribunal, para luego aseverar que las mismas fueron apreciadas solo parcialmente, pues el vehiculo materia del contrato era un "microbus marca Non Plus Ultra, con frenos de aire" y no marca Nissan como mencioné el juzgador de segunda instancia, Para el casacionista se realiz6 apreciacién fragmentaria de la comunicacion mediante la cual el demandante autoriz6 a Non Plus Ultra S.A. para que efectuara el cambio del sistema de frenos (fis. 10 y 11, cdno. 1), pues ‘dicha autorizacién se hizo después de haber recibido el vehiculo, cuando ya le habian fallado los frenos’ Luego, el censor llamé la atencion sobre la falta de valoracion integral de algunos testimonios, en especial trascribio apartes de las deciaraciones de Carlos Escarpeta, empleado de la firma Non Plus Ultra S.A,, Miguel Jonson Benitez Coy, trabajador de NTS, Francisco Javier Gacha Castro, ex empleado de NTS, elementos probatorios 2 partir de los cuales el recurrente insistié en que el automotor comprometido en la negociacién era ‘marca Non Plus ultra “montado sobre un chasis marca Nissan, pero en definitiva el vehiculo adquirido es el que resulta de montar la carroceria sobre ese chasis, para lo cual el ‘carrocero’ debe hacer las conversiones y acoplamientos que sean necesarlos, respondiéndole al comprador por la garantla de las mismas’. ‘Argumenté enseguida que al ensamblar la cabina Non Plus Ultra sobre el chasis Nissan, la demandada tuvo que convert © acoplar los frenos y el sistema de carrocerta, modificaciones para las cuales no obtuvo autorizacion del comprador, por el contrario, dichos cambios fueron realizados después de la entrega y en talleres elegidos 1 por la vendedora. Sostuvo el casacionista que ambas conversiones Implicaron variacién en el sistema original de admision de aire, modificacién “que en definitive caus6 el dafio del motor, lo cual constituye el vicio oculto”, al tempo que resalte ‘c6mo “el cambio del sistema de frenos se hizo con posterioridad a la fecha en que el demandante recibié el vehiculo, por insinuacién del representante legal de la demandada’, cuando los frenos del vehiculo ya estaban averiados, todo lo cual, segtn el censor, demuestra que el demandante ignoraba el vicio oculto al ‘momento de la entrega, en tanto que su antagonista si lo conocia La ineptitud del automévil para el fin previsto en el contrato —el transporte piblico de pasajeros— resulta “no solamente son jas fallas que presenta en su sistema de frenos, sino el mal funcionamiento del motor causado poor los acoplamientos hechos por la vendedora’, pues de acuerdo con el censor, ‘los datios en cuanto a la modificacién del vehiculo (chasis) en su originalidad, fueron ocasionados por la demandada, al acudir a una instalacién de las carrocerias Non Plul (sic) Ultra, sin las técnicas establecidas por el mismo fabricante’, es decir, Distribuidora Nissan. En el mismo sentido, el casacionista argumenté que las fallas que presenta el vehiculo, “fueron creadas y provocadas por la sociedad demandada, para poder acondicionar y vender ef vehiculo”. Segiin el recurrente, los dafios © vicios ocuitos “sufridos por el automotor se presentaron con posterioridad a le entrega, vicios 0 defectos ocultos, cuya causa fue anterior al contrato, ignorados sin culpa por (sic) el comprador’, pues el rodante era nuevo y por lo tanto sus piezas no tenian desgaste alguno, defectos que, revelados después, impidieron que aquel pudiera cumpli con la destinacién para la cual habia sido adquirido el bien. Agregé que no existen medios de prueba de que el demandante tuviera conocimientos especiales de ‘mecénica, porque su profesién de conductor, no implica ese saber técnico, para el cual se requlere ser mecanico © ingeniero de la especialidad Expuso que tampoco habia elementos de conviccién que apuntaran a que el comprador hubiera hecho reparaciones al vehiculo sin autorizacién del vendedor, pero, en todo caso, descarté que las simples soldaduras ‘a que se refiere el documento obrante a folio 19 cuademno 1, tuvieran la “envergadura de ocasionar los, desperfecios que ha suftido el rodante". Ademas, argument6 el censor, que el dictamen de la Nissan se refiriera a las modificaciones realizadas por la demandada, pues no hay piezas que permitan deducir que el automotor haya sido llevaco a talleres cistintos de los que esta orden. Seguin la censura, hubo también una violacion del tribunal a la carga de fa prueba prevista en el articulo 935 del Cédigo Comercio, pues correspondia al vendedor demostrar que el comprador conocia 0 debla conocer el mal estado de la cosa vendida al momento del contrato. Sin embargo, de acuerdo con el recurrente, ningun medio existe en el expediente que acredite ese conocimiento. De otro lado, se denuncié la inftaccion del articulo 210 del Cédigo de Procedimiento Civil, pues el reoresentante legal de la firma Non Plus Ultra S.A. no comparecié al interrogatorio de parte decretado, por lo tanto, debié declararse a la demandada confesa de los hechos del belo, Finalmente, el casacionista aludié al atticulo 230 de la Constitucién, para invocar la sujecién de los jueces al imperio de la ley y la importancia de la prueba como fundamento de las decisiones judiciales. Con los anteriores elementos, el recurrente concluyé que las pretensiones debieron tener buen suceso, ya que se acreditaron los elementos de la accién emprenckda Segundo cargo Con apoyo en la causal primera de casacién, ef censor denuncia errores de hecho que determinarian la vulneracién de los articulos 928, 931, 934 a 942’del Cédigo de Comercio y 1880, 1893, 1914 a 1927 del Codigo Civil Con un esquema argumental semejante al desarrollado en el primer cargo, el recurrente repasé nuevamente las pruebas apreciadas por el tribunal, para anunciar que vistos esos medios en su conjunto, conducirian a la prosperidad de las aspiraciones formuladas en ia demanda, Asi, nuevamente sostuvo que la marca del vehiculo es Non Plus Ultra, no Nissan como dijo el tribunal, y que la demandada hizo acoplamientos para montar la carroceria Non Plus Ultra sobre el chasis Nissan, cambio que implicd la modificacién del sistema de admision de aire, circunstancia desconocida para el comprador, y que produjo aquel dario del motor que es constitutivo del vicio acu. Seguin el recurrente, a despecho de lo que sostuvo el tribunal, la demandada carecia de la aprobacién de la Distribuidora Nissan para realizar las conversiones y acoples, tampoco acudid a los concesionarios de esta, sino que envio el rodante al taller de la firma NTS, que carece de autorizacién del fabricante, Ademas, ningun medio suasorio muestra que el demandante hubiera elagido el taller para llevar a reparar el vehiculo. El censor protest6 porque el juzaador de segunda instancia hubiera estimado de modo significative el documento que refleja el pago por la soldadura y las reparaciones de yugos y collarines (fl. 19, cdno. 1), para dar por demostrado desde alli, que e! demandante acudid a otfo taller sin respaido del demandado, cuando no se acredité tal cosa; no obstante, si fuera cierto que asi acontecié, “las simples soldaduras a que se refiere [el documento] no tienen la envergadura de (sic) ocasionar los desperfectos que ha su‘tido el rodante’. Recrimind al juzgador por dejar de lado que el dictamen de la casa Nissan se refiere a moditicaciones y acoples realizados por la demandada, asi como al mantenimiento que esta tenia que suministrar al comprador. La critica a la providencia comprende haber omitido que el articulo 935 del Cédigo de Comercio coloca a hombros del verdedor. la carga de probar que el comprador conacia o debia conocer el mal estado de la cosa al momento del contrato Insistié en que no se estimé la confesién de la demandada, como efecto de la ausencia de su representante legal al interrogatorio de parte; por lo tanto, debieron presumisse ciertos los hechos de la demanda inicial y de la contestacién de las excepciones, por no haber sido desvirtuada la confesion ficta, todo conforme al articulo 210 del Codigo de Procedimiento Civil Como agregado, el recurrente aludié al articulo 230 de la Constitucion, para resaitar la vigencia del Impetio de la ley en las sentencias y el valor de la prueba como fundamento de las decisiones judiciales, Con ese analisis, el recurrente planted el mismo corolario del anterior cargo, es decir, tuvo por satisfechos los presupuestos que estructuran la accion promovida por Pedro José Baron Pineda y la iniquidad del flo, Consideraciones de la Corte 1. La protesta del casacionista, como se ve, es semejante en ambos cargos y puede resumirse en que el tibunal no aprecié la prueba que habia en el expediente sobre la presencia de vicios ocultos en el automotor que vendio, la sociedad Non Plus Ultra S.A. a Pedro José Barén Pineda, en particular, por las adecuaciones que desde un comienzo tuvo que hacer al vehiculo, la calidad del motor, ora por las refacciones que el vendedor realizé en desarrollo de la garantia, circunstancias desconocidas por el comprador, segin la tesis recién expuesta, En el camino de resolver el asunto planteado, la Sala estima necesatio pergefiar un andlisis previo de la accion derivada de los vicios ocultos dentro del contrato de compraventa comercial, con el propdsito de rememorar los aspectos mas relevantes, el origen histérico, la consagracién legislatia nacional y comparada de este instrumento corrector del contrato, asi como el desarrollo doctrinal y jurisprudencial de antafio perflado, para desde esa base conceptual emprender la decisién de los reproches probatorios elevados contra la sentencia del tribunal 2. Una de las obligaciones del vendedor es procurar al comprador el saneamiento de hecho; siguiendo a Colin y Capitant, existe una obligacién implicita de vendedor para procurar no solo una posesién pacifica sino ulti de la cosa, “que responda al servicio que normalmente esta en el derecho de esperar de la misma, el referido comprador’ “2 La desatencion de esas obligaciones acarrea, aquello que la doctrina ha denominado acciones redhibitorias @, que tienen lugar en caso de que la prestacion resuite defectuosa, es decir, cuando la sustancia del objeto no corresponde intrinsecamente a las cualidades praclicas determinadas en el acuerdo, en atencion a que los compradores esperan de los bienes adquiridos un determinado nivel de satisfaccion que induce a la elebracién del contrato; ast lo reconoce la ley cuando presume que “el comprador quiere adauirr la cosa sana, 3 completa y libre de gravamenes, desmembraciones y limitaclones de dominio” © , por tal raz6n, en linea de principio, se entiende que los compradores llegan a una decision racional de adquisic’6n, que procura maximizar el provecho en fa asignacién de los recursos destinados a ia compra de bienes; por ello, se intenta llegar al nivel © cola superior de uliidad del objeto y esa evaluacién anticipada se erige en el motor de la voluniad de las partes. Por todo eso, la frustracién de las expectativas legitimas del adquirente funda las aociones por Cumplimiento defectuoso, de manera que en presencia de un desperfecto inherente la cosa que le impide prestar el servicio para el cual fuera disefiado, o si esta opera en condiciones insatisfactorias, el vendedor deshonra sus compromisos y alli se origina la tutela juridica que asiste @ la reciamacin del comprador. El saneamiento de hecho es la garantia que ampara al comprador cuando el uso de la cosa revela vicios que permanecian ocuttos hasta entonces, accién que tiene su antecedente remoto en la labor de fos ediles curules romanos, por ello conservan hoy la nominacién de acciones ediicias, pues con estas se pretendié limitar las argucias ‘de los vendedores en la ominosa venta de esclavos, prevision que luego se extendid a los bienes muebles e inmuebles. En las fuentes juridicas que han llegado hasta nosotros, se atribuye a Cicerén el siguiente texto (Il, 16, 66) “Num, quum ex duadecim tobulis satis esset ci praestari, qua essent lingua nuncu pata, quae qui infitus esset clupli poenam subirte, 0 iuris consults etiam reticentiae poena est constituta Quid quid enin esset in praedio vit, id statuerunt, si venditor sciret nisi nomintin dictum essel praestari oportere. Ut, quum in arce augurium augures actuti essent iussissentque Ti. Ciaudium Centumalum. qui aedes in Cacho monte habebat. demoliri ea, quorum olttudo afficeret auspicis, Claudius proscripsit insulem, vendedit: emit P Calpurnius Lunarius. Huic ab augurious iilud idem denunciatum est. itoque Calpumius quum demohitus eset cognossetque Claudium oedes postca proscripsisse, quam esset ab auguribus demalin iussus, arbitrum illum adegit, Quid quid sibi dare facere oportereve ex pide bona. M. Cato sententiam dist, huius nostri Catonis patet Ut enrm caeteri ex patibus, sic hre, uid llud lumen progereuit, ex fha est nominandus. Is igitur iudex ita pronunciavit, ‘quum in vendundo rem eam scisset et non pronunciasset. emptori dammnum praestari opartere’. Erga ad fidem banam statuit pertinere notum ‘esse emptori vitium, quod nosset venditor’. En este caso, los augures plantean la demolicién de una casa propiedad de Claudio Centumalo en el monte Cello, porque impedia la practica de los “auspicia’ debido a su altura. Sin embargo, Claudio Centumalo, lejos de ejecuter la orden de demolicion, vende la casa a Calpurnia Lanario pero calla sobre la orden de demolicién, ejecutada posteriormente sobre el nuevo propietario. Calpurnia Lanario acude ante el juez, Marco Catén, que sefiala en su sentencia la responsabilidad contractual del vendedor por vicios en la compraventa, Para el ejercicio de estas acciones era imprescindible que los vicios revelaran la impropiedad de la cosa para el destino que se le anticip6, o dismminuyeran sensiblemente su valor, que los defectos existieran con anterioridad a la venta, que permanecieren hasta al tiempo en que se hiclera uso del derecho y que el comprador ignorara tales defectos. Dos fueron los procedimientos que fijaron los romanos para e! caso de vicios ooultos: la accion redhibitoria, por ja cual se podia pedir la resolucion de la venta, que se debia intentar dentro de los seis meses ccontados a partir de la fecha en que se hizo el contrato y la actio quanti minoris 0 estimatoria, por medio de la cual podia pedirse la isminucién del precio pagado por el comprador. Acerca del origen histérico de la institucién comentada, importa resaltar también que, de acuerdo con un autorizado tratadista del derecho romano “, en realidad resulta dificil establecer cudl era la situacién respecto de {os vicios ocultos dentro del primitivo derecho romano, cuando la venta se hacia al contado, en particular, ssegiin Cicerén, porque “la ley de las XIl tables habria petmitido al comprador reclamar una indemnizacién del duplo al vendedor de un inmueble que habla afirmado fraudulentamente, en el comento de la venumdatio, un ‘contenido inexacto; la jurisprudencia habrla extendido esta disposicién al caso en que hubiera ooultado a sabiendas los defectos del inmueble vendido. Lo que es cierto es que, mas tarde, el comprador hallo en el contrato verbis un medio de garantizarse contra los defectos ocultos, haciéndose prometer por el vendedor que la cosa estaba exenta de ellos. Esta promesa obligaba al vendedor a indemnizar al comprador por defectos descubierios después de la venta. Estaba unida ordinariamente a la estipulacién rem licere habere. Con frecuencia también estaba incorporada a la estipulacion del doble del precio en caso de eviccién, de manera que 1 conjunto era designado con el nombre de stioulatio duplae” “En ausencia de las estipulaciones de este género, se levantan frecuentes disputas, sobre todo en las ventas publicas de esciavos y animales. Los ediles curules, encargados de la jurisdicoién respecto de estas ventas, 4 tomaron medidas en interés de los compradores. He aqui el resumen. a) El vendedor debe conocer los defectos de que adolece la cosa. Que sea de buena o mala fe, si no los ha dectarado al comprador, o si ha afirmado Cualidades de que esta desprovista, los ediies dan contra él dos acciones, entre las cuales el comprador puede esooger segin su interés: 1* La accién redhibitotia tiende a la resolucion de la venta, Puede ser ejercitada durante seis meses ttles a contar del contrato, y tende a una especie de in integrum restitutio. El comprador devuelve la cosa con los accesorios y los frutos. El vendedor debe restituir el precio con los intereses. Ademés, la accion parece haber fenido un caracter penal, pues si el vendedor se niega a hacer las reslituciones, es condenado al duplo, y si las ejeouta, es condenado al simple. 2* La accién aestimatoria o quantis minoris tiene por objeto obtener una disminucion de precio, Puede ser ejercitada varias veces, a medida que el comprador descubre nuevos defectos, pero solamente durante un afo ili a partir de la venta. b) El edicto hace obligatoria para el vendedor la stipulatio duplae, para garantizar al comprador contra tos vicios y contra la evicci6n, Si Fehiisa hacer esta promesa, el comprador tiene dos meses para ejercitar contra él la accién, en resolucion de la venta, 0 seis meses para reciamar, silo prefiere, una indemnizacion, quanti intersit’ “Las disposiciones del edicto de los ediles fueron ampliadas a todas las ventas desde el principio de! Imperio, Por otra parte, la venta se habla convertido en esta época en un contrato consensual de buena fe, y el comprador encontré en la accion empti un nuevo recurso contra los defectos de la cosa: pudo ejercitarie, para obtener indemnizacién, cuando el vendedor era culpabie de dolo" Asimismo, el Digesto XXI 1, 1,1, preveta que "Los que venden esclavos, hagan sabedores a los compradores de la enfermedad 0 vioio que cada uno tenga, si alguno es fugitivo o vagabundo, o si no esté exento de noxa: y expresen todas estas cosas claramente y como verdad, cuando se vendieren estos esclavos. Mas si contraviniendo esto hubiere sido vendido un esclavo, 0 lo hubiere sido contra lo que se hubiere dicho 0 prometido, cuando se vendiese, por io que se dijere que debe corresponderie daremas accién al comprador para que sea devuelto el esciavo” En el lus Givilo, la responsabilidad del vendedor por los defectos de la cosa, se limitaba a los eventos en que el vendedor garantizaba expresamente que el objeto estaba exento de vicio (dicta et primissa in vendendo, pero no in mancipando); cuando habia ocultado las carencias dolosamente y en casos en que hubiera asumido la obligacién de garantia mediante stipulatio Distintas legislaciones, entre las cuales se destacan | Cédigo Civil Espafiol (art. 1484 y ss), el Codigo Civil Chileno (art. 1858), el Cédigo Civil Aleman (art. 1486, Ap. 1), Cédigo Suizo de las obligaciones (arts. 192 y 197), establecen métodos semejantes a los previstos en el derecho romano para establecer si un vicio es 0 no redhibitorio, con diferencias en cuanto a la gravedad de la deficiencia, pero con una convergencia: el término de presoripcion resulta mas corto frente al de la accién resolutoria general o proveniente de la condicién resolutoria subentendida. Dicha circunstancia obedece a que los ordenamientos disponen de manera implicita unas cargas <¢e diligencia para los compradores que pretenden ejetcen tales acciones, pues como tiene dicho la Corte, la ley supone que “el comprador examina la mercaderia con cierto detenimiento, y que si asi no procediere por descuido, negligencia etc, sus efectos no son otros que los riesgos corren por su cuenta: 0 sea se expone a que los defectos que seftale fuera del término reglamentario, sean estimados como no hechos o indicados, por ‘expiracién de! plazo fijado para el reciamo de los vicios" (Sent. Gas, mar. 27/52, GJT LXX, pag. 510), todo ello, salvo que la naturaleza de los empaques 0 envases impidan la debida inspeccion. Las prescripciones mas cortas no se explican solo porque se trate de asuntos mercantiles, pues el propio Cédigo Civil fjé terminos semejantes para impetrar tanto la accién redhibitoria como la estimatoria (C.C., arts, 1923 y 1926), aunque se mantienen diferencias en los términos, en consideracién al tipo de bienes, muebles o inmuebies, sobre los que recaiga el contrato. Ademas, en materia comercial existen otras acciones en cabeza del comprador en caso de que haya reparos sobre la calidad del objeto, como la abstencidn frente a la entrega, prevista en el inciso 2° del articulo ‘913 del Cédigo de Comercio y ia alegacién en cuanto a la calidad del bien, hecha luego de la entrega, como establece el inciso 2° del articulo 831 ibidem. En general, las dos acciones que histbricamente emanaron de los vicios de la cosa son la redhibitoria (que el ©. Co. designd con el apelativo de resolutona), y a de rebaja de! precio, estimatoria o quanti minoris, que tienen ‘como premisas, siguiendo la jurisprudencia de esta corporacién: 1, Que el vicio sea grave y no leve, porque no puede consist “en imperfecciones 0 defectos que incomoden 0 desagraden al comprador, ni de factores, extrafos al uso natural de la cosa vendida..—por— estorbar del todo el uso ordinario del bien enajenado o por 5 reducirlo en forma considerable" ® ; 2, Debe ser oculto para el comprador, es decir, que lo ignore sin culpa de su parte; 3. Tener causa anterior al contrato; 4. Hacerse patente después de la entrega; y 5. Ser alegado dentro de la oportunidad concedida por el articulo 938 del Codigo de Comercio, es decir, seis meses contados a partir de la entrega, Para efectos de la accién estimatoria, debe tenerse en cuenta que para calculer la magnitud de la merma del precio, es necesarlo "hacer una aparente proporcién entre el precio convenido y el valor real depreciado del bien vicioso, y se dice aparente pues la proporcionalidad se refiere a la comparacién del deprecio que con motive del vicio experimenta el objeto vendido con el precio convenido” (Sent. Cas. Civ. ago. 29/80) ‘Sobre esta doble posibllidad de acclonar, en caso de defectos desconocidos que inuticen la cosa, la Corte ha sefialado que ‘tales pretensiones pueden formularse auténome e individualmente, 0 acumuléndoles una pretensién eventual consecuencial que tenga como objeto ia indemnizacién de los perjuicios, siempre que el vendedor haya conocido o debido conocer los defectos de la cosa al tiempo de ia negociacién, pues como lo tiene definido la doctrina de la corporaci6n, ‘.. sin embargo de que amas hallan su raz6n de ser en la garantia ‘que gravita sobre el vendedor en favor del comprador, es lo cierto que fa presencia del vicio oculto no da lugar, per se , a la indemnizacién de perjuicios; esta, camo se acaba de anotar, depende del conocimiento que el vendedor hubiera tenido 0 debido tener, al tiempo del contrato, del vicio 0 defecto, en lo cual se palpa una diferencia cardinal con la accién resolutoria comin (C. Co., att. 870 y C.C., art 1548), pues en esta el resarcimiento si esta ligado, sin consideraciones adicionales, al incumplimiento de la obligacién en el que se hace descansar la resolucién”. (Sent. Cas. Civ., ago. 12/88). Desde otra perspectiva, con el fin de puntualizar cudindo el vendedor ajusta su conducta a los fines del negocio, para asi estabilizar las expectativas contractuales, puede acudirse a algunos criterios que suministra la doctrina 1, segin los cuales hay incumpiimiento cuaiitativo, en el caso de la compraventa, si se entrega un objeto deleriorado cuando se habla pactado uno en condiciones normales de funcionamiento; en la misma forma, existe cumplimiento imperfecto si el objeto tiene vicios que impiden su uso natural u obstan la utlidad que impuisa a la celebracion del contrato (curnplimiento defectuoso) 0 generan una diferencia inexplicable entre lo pagado y lo que eventualmente se hublera dado por él, de haberse conocido el desperfecio. En suma, la naturaleza del defecto determina la posibilidad que tiene el comprador de ejercer la accion resolutoria derivada de los vicios ocultos. La Corte, a partir de las necesidades basicas del comprador en el intento de cumplir el propésito acordado por las partes y en presencia de los viclos del bien materia de la ‘compraventa, juzg6 que el vendedor otorga la garantia de buen funcionamiento, que comprende las obligaciones de “reparar ¢ indemnizar los perjuicios causados por el vicio, [por lo tanto] es del caso concluir que el articulo 1932 del Cédigo de Comercio no otorga al comprador accién resolutoria per se ni tampoco en concordancia con el articulo 870 ibidem aun en el evento en que el vendedor incumpla con la aludida obligacién de garantia, porque de ser asi, cualquier defecto de funcionamiento, por insignificante que fuera, daria lugar a este resultado con notorio quebranto de la seguridad y estabilidad que debe reinar en los negocios mercantiles. Otra cosa es que, por ser el vicio de mayor entidad, tal como acontece cuando hace impropia la cosa para su natural destinacion o no permite utiizaria en el fin previsto al adquirirla, este genere resolucién contractual, porque en tal supuesto se std frente a la situacion del articulo 934 del Cédigo de Comercio, que si da cabida y amerta el ejercicio de la accién resolutoria’ (Sent. Cas. Civ, sep.11/91). Y sobre la apfitud del bien vendido, fa Sala estableci6 en la misma providencia trascrita que ‘si el defecto de la cosa implica ademas que ella no es apta para su natural destinacién o para la finalidad tenida en cuenta al comprarla, el adquirente, fuera de la accién indemnizatoria que pueda ejercitar al abrigo de la garantia de funcionamiento que se le ha dado —articulo 932 del Cédigo de ‘Comercio—, podré hacer valer también, altemativamente, la accién resolutoria 0 la de rebaja del precio, en su caso, que se consagra genéricamente para los vicios ocultos en la citima disposicion —articulo 934 del Cédigo de Comercio— ". Para luego agregar en aquel fallo que los “vicios intrinsecos de la cosa vendida otorgan de ese modo al comprador que ya la ha recibido, no solo la accién indemnizatoria por el defecto funcional de que trata el articulo 932 del Cédigo de Comercio, sino las consagradas en el articulo 934 ibidem, norma esta que titima que al efecto expresa ‘Si la cosa vendida presenta, con posterioridad a su entrega, vicios o defectos ocullos cuya ‘causa sea anterior al contrato, ignorados sin culpa por el comprador, que hagan la cosa impropia para su destinacién o para et fin previsto en el contrato, el comprador tendré derecho a pedir la resoluoi6n del mismo o la rebaja del precio a justa tasacion. Si el comprador opta por la resolucion, debera restitur Ia cosa al vendedor’; en uno y otro caso mediante la via del procedimiento ordinario...” (Sent. Cas. Civ., sep.11/91, ya citada) En otra ocasién en que la Corte estudié la gama de acciones con que cuenta el comprador para remediar el 6 incumplimiento del vendedor, doctrind que la principal obligacion de este "es la de entregar la cosa, pero ademas de la entrega esta la de procurar el dominio y la posesién en el comprador y el aprovechamiento util de la cosa. ‘Cuando el vendedor desatiende esos deberes permite al comprador instar el cumplimiento o entrega o la resolucién del contrato, y en ambos casos con indemnizacion de petjuicios (C.C., arts. 1546 y 1882 y C. Co, art 870)... bien puede acontecer que la cosa ro sirva para su normal uso © solo sitva imperfectamente para lo cual ‘1 Codigo Civil estatuye la accion redhibitoria y la estimatoria 0 de rebaja del precio (art. 1917 relterado en e! C. Co., art. 934). Empero el ordenamiento mercanti va mas allé en lo atinente a esas modalidades de garantia de la cosa en cuanto permite ciscutir, por los tramites de un proceso verbal (sic) sobre la calidad, cantidad y sanidad (arts. 914, 916, 916, 931,939), 0 sobre el funcionamiento (art. 924)" (Sent. Cas. Civ., jul. 23/86 GJT. CLXXXIV, ag. 130). Ante la importancia de establecer cual es la accién indicada cuando se trata de un objeto cuyo funcionamiento ‘no es el esperado, la jurisprudencia ha puntualizado que ‘si la garantia por mal funcionamiento comprende solo una accién reparaloria e indemnizatoria, cuando el comprador demanda la resolucién del contrato en consideracion a que el vicio de la cosa que recibié no le permite destinarla al uso para el cual fue adguirida, lo que esta ejerciendo es la accién consagrada en el articulo 934 del Codigo de Comercio’ (Sent. Cas. Civ. sep.11/91, ya citada), Vinculado con lo anterior, la Corte en un fallo més reciente reconocié que en medio de la problematica de las acciones derivadas de los despertectos de los objetos vendides, se encuentra tambien ia defensa de los derechos de los consumidores, pues el desarrollo y la evolucién “de la industria, la producci6n en serie, la masificacion de las relaciones juridicas y econdmicas, el mercadeo y la distribucién comercial, entre otros factores, han sido determinantes para el surgimiento de una disciplina de onientacién tuitiva que se ha denominado derecho del consumidor 0, pata otros, del consumo, esencialmente caracterizada por regular lo que Concieme a los consumidores y a las relaciones de consumo" (Sent. Cas. Civ., mayo 3/2005, Exp. 0442101) La providencia recién citada estudié el concepto de “consumidor’, a partir de la definicion legal prevista en el literal c. det articulo 1° del Decreto 3486 de 1982 (notmatividad expedida con apoyo en la L. 73/81), el articulo 78 de la Constitucién Nacional y en el analisis del derecho comparado, entre otras, la Ley 24.240 de 1993 de la Repiblica Argentina, la Ley 8.078 de 1990, modificada por la Ley 9.298 de 1996, asi como la Directiva 93/13 de la Uni6n Europea adoptada el § de abril de 1993, la Ley italiana 2 de 6 de febrero de 1996 y la Ley espafola 26 de 1984, modificada por la Ley 22 de 1994. En ese mismo contexto, la Sala estimo que al amparo del articulo 78 de la Constitucion, ‘puede afmarse que la tutela efectiva de los intereses de los consumidores y usuarios, habida cuenta de la posicién de inferioridad 0 debilidad que ordinariamente ocupan en el trafico mercantil y la asimetria que caracteriza sus relaciones juridico-econémicas con los distribuidores o fabricantes ® , no puede verse restringida o limitada por el principio de la relatividad de ios contratos, cuyo alcance, por cierto, tiende cada vez a ser morigerado por la doctrina Jurisprudencial ©, puesto que, con independencia del vinculo juridico inmediato que ellos pudieran tener con el sujeto que les enajend o proveyo un determinado bien o servicio, las medidas tuitivas propias de su condicion han de verse extendidas hasta la esfera del productor o fabricante, como quiera que este es quien ha gestionado, controlado 0 ditigido el disefio y elaboracién del producto, entre ottos aspectos, asi como ha determinado ponerio en circulacién o introducirlo en el mercado, adquiriendo, por contera, un compromiso en totno de la calidad e idoneidad det mismo, por lo que, desde luego, no puede resultar ajeno o indiferente a sus eventuales defectos o anomalias, nia los peligros o riesgos que estos pudieran generar, como tampoco a las secuelas de orden patrimonial que llegaren a afectar a su destinatario final —consumidores 0 usuarios—o a terceros, con lo que queda claramente establecida una ‘responsabilidad especial’ de aquel frente a éstos —ex constitutione— 8 , que los habilita para accionar directamente contra el fabricante en orden a hacer efectivas las garantias @ que hubiere lugar o a reclamar el resarcimiento de los dafios que les fueran irrogados, sin que fal potestad pueda ser coartada por la simple inexistencia de un vinculo de linaje contractual, pues un entendimiento semejante no acompasaria con las directrices inequivocamente fijadas por la Carta Poitica, pues, como se sostuvo en ef fallo que sujet6 la constitucionalidad de los articulos 11 y 29 del decreto 3466 de 1982 precisamente a la existencia de una accién directa del consumidor frente al fabricante, ‘el productor profesional produce para el mercado, se beneficia del mercado y debe responder ante el mercado’ ‘ *(Sent. Cas. Civ., feb.7/2007, Exp. 0009701) De vuelta a las acciones derivadas de los vicios redhibitorios, Ia Corte expuso que el ejercicio de estas se encuentra subordinado a que la cosa “vendida padezca un defecto que impida totalmente su uso natural, o que reduzca dicho uso al extremo que permita presumir I6gicamente que habiendo conocido el comprador dicho Vicio, no habria comprado el bien o lo habria negociado por un precio menor. Por tanto, no es cualquier defecto e! que da origen a la accién, sino aquel que se torna grave, en cuanto en verdad impide 0 estorba el uso ordinario del bien enajenado. “Pero ademas de ser grave, el vicio redhibitorio debe ser oculto para el comprador, es decir. que este debid Iignorario. El vicio tiene esta calidad de oculto para el comprador cuando el vendedor no se lo ha puesto en conocimiento y cuando es tal que el adquirente lo ignora sin culpa grave de su parte, 0 no puede conocerlo {fécilmente en razén de su oficio 0 profesion. Por consiguiente, no sera vicio oculto o redhibitorio el denunciado por el vendedor, ni el que ha podido ser conocido © descubierto faciimente o sin mayor esfuerzo por el ‘comprador, cuestién esta que el juzgador debe examinar apreciando objetivamente el comportamiento de dicha parte contratante, en aras de definir si su ignorancia dal vicio puede estimarse libre de culpa grave y, por tanto, s1 el defecto debe o no reputarse oculto” (Sent. Cas. Civ, ago.6/2007, Exp. 15701), En apretada sintesis, el vendedor incurre en responsabilidad si el objeto que entrega carece de las aptitudes y caracteristicas funcionales, que pueden ser legitimamente esperadas por el comprador, expectativas fallidas como consecuencia de los vicios ocultos que hay en la cosa, ignorados por el adquirente sin su culpa, siendo indiferente que el desperfecto venga de la conducta del vendedor, anterior a la entrega del bien en desarrollo de los compromisos de este, o subyazga en el objeto mismo, porque en ambos casos, el contratante debe salir al saneamiento del bien y en consecuencia asumir los efectos negociales que su contraparte aguarda ante la frustracion de sus expectativas 3. Rememérase que el planteamiento de la censura atafie a que las modificaciones iniciales realizadas por el vendedor al vehiculo objeto de la venta y las reparaciones posteriores generadas por tales cambios, repercutieron de tal manera en el funcionamiento del vehiculo, que estructuraron los vicios ocultos fuente del reclamo, elementos que aparecen en el expediente y cuya apreciacién, segin el censor, omitié el tribunal En primer lugar, advierte la Corte que la genesis del contrato celebrado entre las partes, esta constituido por el pedido N° 4868 realizado por el futuro comprador el 21 de diciembre de 1998 (fl. 2, cdno. 1 y 57, cdno. 8), documento que deja ver que el objeto encargado al vendedor era un microbus intermedia, marca Non Plus Ultra ‘modelo 1989, con capacidad para 16 pasajeros, color gris metalizado, verde dorado, vehiculo por et cual se aacordé un precio de $ 51.000.000, suma que debia ser pagada como aparece en el mismo instrumento, Pero un detalle de la mayor importancia refulge dentro de las especificaciones visibles en el documento aludido, pues alli se consigné que el automotor llevaria “freno de aire’, elemento novedoso si se contrasta con la denominada ficha técnica (fl. 6, cdno. 1), que establece cémo originalmente el automotor estaba dotado con un sistema hidraulico de frenos y asi fue Importado, a pesar de lo cual fue ofrecido y vendido con una modificacion estructural relacionada con el sistema de frenos. Determinado ese puntal, de entrada queda en evidencia el yerro del tribunal que se denuncia en la censura, pues la averiguacion sobre quién hizo las alteraciones en el sistema de frenos, arroja nitidamente que el vendedor se comprometié a tal refaccién desde el comienzo de la negociacién. Ahora, la importancia del dato recién visto es innegable, pues nétese que la factura de venta se expidié textualmente, con apoyo en el “pedido 4868" (fl. 3, cdno. 1 y 58, cdno. 6), de donde viene que enire e| objeto original y el finalmente vendido al ‘comprador, mediaba una transformacién importante en cuanto al mecanismo de frenos que, por supuesto, debia ‘asumir el Vendedor con todas las secuelas. ‘A partir de esa circunstancia, la apreciacion de las demas pruebas cambia en forma radical, pues aunque el tribunal alude a una comunicacion sin fecha, que acreditaria la intenoién del comprador de que fueran instalados los frenos de aire, dicha misiva, permite ver que Pedro José Bardn Pineda informé al vendedor, en primer lugar, acerca de los “problemas que presenta el sistema de frenos que le fueron instalados al vehiculo que adquiri en ‘su ensambladora’ (fl. 10, .1), proposicién que sefiele claramente cémo, para aquel momento, los inconvenientes respecto de los frenos ya se habian presentado, al igual que la instalacién del nuevo sistema, Porque asi se deduce de otros elementos comunicatives de la misma carta, en especial, que la primera falla del 8 vehiculo se presento por “una fuga de aceite que presentaba en el compresor dicha fuga fue solucionada a medias posteriormente y por haberse estallado una manguera el vehiculo sufrié dafios en a carroceria y en la parte celantera sufrio abolladuras el radiador se llevo a la cede (sic) del norte con el fin de que fueran corregidas las fallas presentadas puesto que las cémaras pegaban con el chasis al hacer esta correccion los yugos quedaron resentidos y posteriormente se partieron de cada hecho de las falas se han comunicado telefonicamente a seccién de mantenimiento en dos ocasiones se ha partido la campana delantera izquierda la que ha sido repuesta por el sefior instalador’. Resulta nitido entonces que pata cuando se produjo la Ccomunicacién trascrita (f 10, c.1), ya se habfan manifestado los primeros desperfectos en el funcionamiento del ‘automotor, lo cual excluye tajantemente que esa nota pudiera ser entendida como una iniciativa del comprador para propiciar, forzar o exigir el cambio del sistema de frenos. También puede leerse en la misma nota que efectivamente el comprador alude a que “en la entrevista con don Pablo le expresé los motivos por lo que me parecia mas efectivo y seguro instalar frenos de aire, lo agreste de al (ic) topografia exige maxima seguridad del frenado por lo empinado de una buena parte del corredor vial por la (sic) cual transita esta empresa” (fl. 10, c.1). Sin que pueda inferirse de alli, como hizo el tribunal, que apenas se estaba solictando en ese momento la instalacion del freno de aire, pues como ya se dijo y se comprueba con el pedido (f. 3, cdno. 1 y 58, cdno. 6), este sistema neumatico era parte de los compromisos del vendedor desde la época en que apenas despuntaba la relacion negocial Agrégase que visto nuevamente el escrito aludido, de este puede deducirse que Pedro José Barén Pineda soiicit6 "comedidamente le sea reemplazo (sic) el sistema actual por uno de mejor calidad” (resalta la Corte), ato que también descarta la tesis del juzgador censurado, segun el cual, el demandante tuvo la iniciativa, desde un comienzo y antes de las fallas, sobre el cambio del sistema frenos, Por el contraro, si alguna participacion tuvo el comprador y alguna opinion emitio este, tal cosa acontecio cuando ya habian aflorado los problemas, dato este a partir del cual el tribunal endllgé un’ protagonismo inexistente al demandante, a quien se puso por ese equivoco en autor de su propia desgracia. Ahora, nétese que si bien no existe prueba pericial sobre el estado del vehiculo, en tanto el dictamen solicitado por el demandado se consideré desistido porque el interesado no consigné la suma sefialada como gastos de la ericia (fl. 167, c.1), es cierto que hubo modificaciones basicas, entre otras, al sistema de frenos, cambios que sefialan al proveedor como responsable, pues asi se comprometié desde los albores del vinculo contractual, 10 cual lleva a concluir, que si el vehiculo falio como consecuencia de los arregios 0 alustes proyectados por el vendedor, a este corresponde asumir las consecuencias, pues el vicio oculto siempre estuvo ahi. Como elementos de conviccién para acreditar que el vicio se origind en tales modificaciones, el cargo menciona, tanto el informe de la Distribuidora Nissan ({ls. 26 y 27, edno. 3), como la prueba testimonial El informe se constituye en un documento declarative emanado de tercefo M , sin que sea menester la ratificacion de su contenido por parte del autor, no solo porque asi lo autoriza el numeral 2° det articulo 10 de la Ley 446 de 1998 (L. 794/203, art. 27, num, 2°), sino también en raz6n a que las partes admitieron sin protestar, tanto las conclusiones vertidas en aquel, como la prestancia de la autoridad que lo elabord, ademas de haber sido incorporado legalmente a la controversia mediante el auto que decreté las pruebas del proceso (fl. 149, c.1). Recuérdese que el motor del vehiculo se habla reparado a finales de 1999 en el taller NTS S.A, por eso, ante una nueva falla esta entidad solicit un informe a la concesionaria Nissan, opinion técnica que se aporté con la contestaci6n al llamamiento en garantia (fl. 26 y 27, cdno, 3), documento que refleja el examen del vehiculo Nissan Trade 100 serie N° CKDKE05S8XC000858, motor N° BD3ODLZ113500 de placas SKO 289, En ese escrito se consigno que en la dicha maquina se hallé “la presencia de una exagerada cantidad de contaminantes (ierra) dentro del ducto de admision de aire entre la carcasa del ftro de aire (ftro que no es original) y el turbo alimentador. Contaminante que se ha introducido al sistema a través del ducto plastico que une la carcaza (sic) del filtro de aire con el turbo. Ese ducto plastico presenta en sus exlremos una deformacién bastante pronunciada la cual es un canal de suministro permanente de arena al interior (sic) del motor, que sin lugar a dudas provocara (sic) el desgaste prematuro de sus partes intemas tales como. anillos, gulas de valvulas, camisas de cilindros, etc y desde luego el dafio inmediato del turbo cargador por ser este, el primer componente que deteriora la entrada de tierra en su debastador (sic) recorrido al interior (sic) del motor’ (fl. 26, cdo. 3). Del fragmento trascrito puede deducirse que una entidad autorizada hizo un exhaustivo andlisis del automotor, como 9 aceptan las partes, y que este arrojé como resultado que el ducto de admisién del aire es el causante de todas las anomalias presentadas en el vehiculo, pues este permitid la entrada de elementos extrafios al sistema mecénico, que por abrasivos provocan distorsiones en el funcionamiento del mismo y aparejan el deteriora prematuro de los componentes del motor. Seguidamente el mencionado informe de la Distribuidora Nissan expresa, que la deformacién de la aludida tuberia fue provocada ‘por quien en algin momento removio este sistema, y por desconocimiento irresponsabllidad instalo el componente defectuoso sin medir las graves consecuencias’, circunstancia que apreciada conjuntamente con la trascripcion realizeda arriba, reflejan de un lado, el impacto producido por la modificacién en los ductos de admisién del aire al motor y ratfican que hubo estas alteraciones de los ‘components originales del vehiculo, asi como las consecuencias que vinieron de ellas, de donde se sigue que si todas esas variaciones estaban, desde el principio, a cargo del vendedor, también lo sefialan a é! como responsable del deterioro del bien y'del incumpiimiento del negocio juridico, En el mismo sentido, el documento comentado agrega que el vehiculo presentaba una ‘modificacién en su sistema de frenos original, este sistema ha sido transformado a freno de aire y el compresor de aire presenta fugas de aceite, que es el aceite del mismo motor’, aspecto que permite corroborar que hubo cambios en el sistema original de frenos, que causaron el escape de fividos del mismo motor, de donde emerge que establecido como esta que esa transformacién corria por cuenta del vendedor, puede verse claramente que tal adaptacién de la forma original del vehiculo quedé mal implantada, situacién que, recuérdese, generé la primera varada del vehiculo ante la fuga de aceite por el compresor de aire. En tomo de la transformacién realizada sobre el sistema de frenos, evécase que el testigo Miguel Jhonson Benitez Coy, que dijo ser ingeniero mecénico, Jefe de taller de NTS, expresé que hubo cambios en el vehiculo “especificamente al diseflo original del sistema de frenos, originalmente traia un sistema hidréulico y fue reemplazado por un sistema neumético 1o cual (sic) tuvieron que aftadirle al motor un componente que no es ‘original, que es el compresor de are y el aftadirle esto tuvieron que hacerle variacién a los ductos de entrada de admision de aire que va at turbo” (fl. 14 cdno. 6). La formacion y ocupacion del testigo, dejan ver en él una mejor Perspectiva del asunto, pues su versién trasmite mayor persuasion, en la medida en que sus dichos vienen soportados en el conocimiento acerca de los aspectos técnicos de los vehiculos, en especial, por haber atendido las reparaciones del objeto implicado en esta controversia, La circunstancia de existir un conocimiento especializado del testigo, permite a este agregar 2 su narracién algunas perespciones calificadas que contribuyen a una mayor conviccién en el animo del juzgador, tanto que inclusive la Corte ha reconocido que en ausencia de dictamenes periciales, los testimonios téonicos pueden aportar importantes elementos de juicio 12) Reséltase igualmente que anudada esta ultima prueba con el informe de la Distribuidora Nissan, puede establecerse que el componente de admision de aire permitio cl ingreso de elementos contaminantes 0 abrasivos al motor y si el testigo técnico informe que el cambio en el sistema de ftenos implicaba una variacién en el mecanismo de admisién del aire, necesariamente hay que concluir que esa modificacién en los frenos percutié en la admisién del aire del motor del microbis y produjo graves dafios, que luego fueron atendidos en los talleres de NTS, como se explica enseguida. Y es precisamente la reparacién del motor efectuada en diciembre de 1999, costa e iniciativa del vendedor con la fuerza demostrativa que tiene como indicio, (fs. 15, cdno. 1; 63 a 68, cdno. 6; fi. 81, cdo. 4), el hecho que a su vez vigoriza la ocurrencia de una cascada de irreguiaridades en el funcionamiento del microbis, tanto por las transformaciones iniclales realizadas a este, como las demas reparaciones posteriores hechas al mismo, de todo lo cual se deriva sin esfuerzo, el reconocimiento tacito del demandado acerca de las multiples dificultades de ajuste y operacién del bien vendido, porque ninguna otra circunstancia podria inferirse de la actitud esmerada dal vendedor, salvo la de que cumplir o prestar la garantia implica admitir que los darios del automotor tenian corigen en la mala calidad det objeto entregado con acasién del contrato de compraventa celebrado entre las partes, pues estaba desprovisto del sistema idneo de frenos y el intento de implantar un injerto fracasé. Esa reparacién de motor, cuyo costo fue asumido, reitérase, por el vendedor, sirve ademas para restar fuerza @ ‘otras refacciones sobre el vehiculo, y si las hubo, como se sugirié, no fueron relevantes en el resultado final 10 determinado por defectos ex ante. Es que de haberse hallado alguna manipulacién mecdnica trascendente ejecutada por el comprador, el demandado habria podido invocartas legitimamente para abstenerse de prestar las costosas e inittles reparaciones brindadas como garantia. En otras palabras, como explicar que el vendedor entregara el vehiculo en marzo de 1999 y en diciembre del mismo afio, ofreciera y aceptara pagar la reparacion total del motor por una suma superior @ nueve millones, en un automotor con uso menor a un afo, si no fuera porque consciente estaba de los alcances de su responsabilidad en los defectos que provocaron luego la ruina del microbis materia del negocio, Para despejar cualquier duda, el propio demandado admitié en la contestacién al hecho doce de la demanda que como ‘el vehiculo llevaba trabajando mas de ocho meses, la garantia consistié en la reparacion general del motor y cambio del sistema de turbo. El valor de la reparacién ascendid a la suma de nueve millones Cuatrocientos trece mil seiscientos ochenta y nueve pesos (S$ 9.413.689) micte. pagada por la sociedad demandada Non Plus Ultra S.A. a NTS, National Truck Service S.A. mediante comprobante de egreso N° 066354 que se anexa como prueba" (f. 81, cdno. 1). De la voz del otrora vendedor aparece que la reparacion del motor fue total, pues a la contestacién dei hecho catorce y tras pedir prueba sobre la nueva falla del microbus despues de la reparacién, Non Plus Ultra expres6 que “Origina este hecho duda sobre su veracidad toda vez que la reparacién realizada al motor y turbo fue total’, para ariadir luego a propésito del hecho quince que “al vehiculo de placas SKO 289, nuevamente se le cambié el turbo y la bomba de inyeccion’ (fl. 81, cdno, 1), ‘También el ya aluidido testigo Miguel Jhonson Benitez Coy afirmd que “ese vehiculo ingresé a las instalaciones en diciembre de 1989, tenia problemas e inconvenientes con el motor, ingresd alla y lo envid Non Plus Ultra, en NTS, le efectuamos la reparacién autorizada por el momento por Non Plus Ultra, la reparacién de motor, salié mas 0 menos 23 (sic) de diciembre de ese mismo atto" (f. 11, cdo. 6). Después, se insisle, la versién corrobora que no hubo costo para Pedro José Baron Pineda, en tanto “paso més o menos un mes, el cliente jorge (sic) barén llamé a NTS, a solictar que se le habia presentado una falla al vehiculo, pues como el vehiculo estaba en garantia de reparacién fue atendido el llamado de él, se atendié el vehiculo en una sede que tenia NTS, en Duitama (Boyaca) se le hicieron unas cortecciones necesarias al vehiculo, se puso en operacion nuevamenie sin generarle ningin costo al cliente’ (fl. 12, cdno. 6). De otro lado, juzga la Sala que nunca se demostré que el comprador conociera, pudiera 0 hubiera debido conocer el vicio de la cosa, pues en realidad la profesién de transportador no habilita para vaticinar el resultado de las modificaciones que se introducirian en el sistema de frenos, es decir, un conductor no esta obligado a superar el estado de ignorancia sobre los vicios ocultos del automotor, cuando estos provienen de las modificaciones realizadas por el vendedor especializado, ni tendria como saber las implicaciones de tales cambios sobre la totalidad del funcionamiento del rodante De manera que en ese contexto no puede endilgarsele incuria al comprador, como para calificarlo desde el reproche como sujeto carente de buena fe e indigno de recibir el respaldo del ordenamiento legal, de donde viene que el comprader no conocia ni estaba obligado a conocer los vicios del objeto. No obstante, el tribunal indebidamente supuso que Pedro José Baron Pineda debia saber la existencia del vicio. Vistas bien las cosas, el comprador no tenia cémo saber que las modificaciones ofrecidas en el “pedido” quedarian mal implantadas y causarian la multipicidad de desperfactos en el funcionamiento del automotor, pues se manifestaron luego de la entrega del mismo, anomelias que cambiaron el rumbo de la relacién negocial, tanto, que el bien adquirido, en lugar de servir para la destinacion natural, termind inmovilzado en el taller de NTS, y luego retenido a érdenes del juzgado que tramit6 el proceso ejecutivo para el cobro de la obligacién contrafda para financiar la operacion de compra. En suma, el vendedor maxificé el vehiculo para satistacer su oferta de entregar el automotor con una modalidad de frenos distinta a la original, de alli se derive una cascada de infortunios mecanicos que fueron in crescendo hasta ocasionar la necesidad de reparacion de buena parte del mecanismo de funcionamiento, arreglos indtiles ue finalmente produjeron la aniquilacion y que se muestran por el resultado, que las propiedades naturales del objeto no lo hacian apto para los propésttes que fueron daterminantes del contrato. ‘Y en buen romance, esas son las bases de la demanda, que en ningun momento fueron avistados por e! tribunal a la hora de denegar las pretensiones del demandante, con lo cual se acredita la trascendencia o impacto det yerro denunciado en la sentencia recurrida, 1 Entonces, los cargos analizados tienen buen suceso. 4.En sede de instancia, se impone la revocacion de la sentencia de primera instancia, remembrase que fue denegatoria de las pretensiones, pues concurren los requisitos para la prosperidad de la accion de saneamiento, ‘como qued6 patente a propdsito de los argumentos expuestos para resolver el recurso de casacién. Por o tanto, resta tinicamente fjar las consecuencias de la accion redhibitoria aludica en las pretensiones. 5. La Corte ha sostenido como efecto especttico de la accién resolutoria derivada de los vicios redhibitorios, la imposicién de las restituciones mutuas, al paso que “el comprador tendra derecho @ solicitar indemnizacion de Perjuicios, resarcimiento que se decretara solo si se comprueta que el vendedor conocia o debia conocer el vicio 0 imperfecci6n de la cosa, al tiempo de la venta (Sent. Cas. Civ., ene.14/2005, Exp. 7524). En relaci6n con las restituciones mutuas, se hace necesario ordenar el retorno a la posicién precontractual con restitucién a cada uno de lo entregado con ocasién del negocio cuya resolucion se decreta, Respecto a la devolucién de los dineros que el comprador pago al vendedor, dentro del expediente se acredite ‘que e! demandante realiz pagos por $ 26.108.004, pagos que pueden ser discriminados por fecha, monto y ‘medio de prueba que lo acredita, en el siguiente cuadro: [21 de diciembre de 1088 3.000.000 (f1 79,61) _ [de marzo de 1909 $12,000,000 (f. 79, c.7) 5 de mayo de 1999 i 1.851.334 (fis, 22 a 25 y 80, ¢ 1) 5 de julio de 1898 1.857.324 (f. 23, 01) 18 de agosto de 1908 5 1.854,204 (fs. 22 a 25y 80, 61) [i de septiembre de 1909 1.857.334 (fis. 22 a 25 60, 6.1) 5 de octubre de 1909 5 1.857.324 (R25, 01) 5 de noviembre de 1990 51.851.334 (fs. 22 a25y 60, 61) Total pagos [5 26.108.004 Dineros que deberan ser resttuidos por el vendedor al comprador, con los mayores valores resultantes de la aplicacién del interés bancario corfiente partir del dla siguiente a aquel en que se produjeron los pagos, incremento que conjuga tanto la desvalorizacién por deterioro monetario, como un componente de rendimiento adicional a titulo de indemnizacion de perjuicios, conforme ha sido reconocido por la jurieprudencia de la Corte en casos semejantes ‘8. Dicho agregado acompasa con la naturaleza mercanti del negocio juridico realizado entre las partes y la regla de indemnizacion prevista en e! numeral 2° del articulo 1617 del Cédigo Civil, aplicable en este caso por reenvio de las normas comerciales, disposicién que excluye la justiicacién del perjuicio cuando solo Se cobran intereses sobre las sumas de dinero que se adeudan De la misma manera, el efecto aniguilatorio de la accién redhibitoria se extendera a las. consecuencias producidas por el negocio juridico, entre ellas, el contrato de prenda; se ordenard entonces la cancelacion de esta garantla, a condicion de que esta no haya sido ordenada todavia por alguna otra autoridad, pues no existe evidencia en el expediente sobre la vigencia del gravamen. Asi, hubo un contrato de prenda sin tenencia sobre el vehiculo automotor de servicio publico —microbus— modelo 1999, de 16 pasajeros, placas SKO 289, constitulda @ favor de Non Pius Ultra S.A. como respaido del saldo det precio del vehiculo como se acredita con la copia del contrato visible a folio 5 del cuademo 1, y que fue debidamente inscrito ante el correspondiente registro automotriz, como aparece en la tarjeta de propiedad (fl. 27, c.1) Fsa garantia fue ejecutada por el acreedor (fl 62, f. 1), fruto de lo cual ef microbiis aparece embargado y secuestrado judicialmente a érdenes del Juzgado Sexto Civil Municipal de Tunja dentro del proceso ejecutivo 200.0546 (fl. 233, cdno. 1), todo lo cual impide que se ordene la restitucién del bien vendido, 2 El llamado en garantia estara exento de condenas, pues el motivo invocado para implicarlo en la controversia tuvo que ver con algunas reparaciones efectuiadas al microbis con posterioridad a la entrega (fl. 83, ©.1), yen atencion a que no se establecis que NTS, S.A. hubiera intervenido en la realizacién de las modificaciones que ‘riginaron los vicios ocuitos, luego ninguna carga se impondra al citado tercero. 7.Ahora, en cuanto al medio de defensa denominado por el “contrato no cumplido” propuesta por la entidad demandada, se aprecia que la misma carece de fundamento, en la medida en que la obligaci6n de salir al saneamiento de hecho o de entregar al comprador la cosa puesta a punto para servir a los fines del contrato, no dependia de manera directa del pago del precio; por el contrario, dicho compromiso era anterior al cumpplimianto del mismo, luego al juzgarse que el vendedor deshonré la palabra al entregar una cosa realmente inservible, no puede alegar su propio desconocimiento de las cargas contractuales como soporte para abrir paso a la exigibilidad de las obligaciones del comprador, por el efecto liberador del incumplimiento inicial, Por si fuera poco, se demostraron pagos realizados por Pedro José Barén Pineda, hechos sin reparo del vendedor, por la suma de $ 26,108,004, lo cual refuerza la falta de apoyo del medio de oposicién esgrimido. Decision En armonia con lo expussto, la Corte Suprema de Justicia, en Sala de Casacién Civil, administrando justicia en nombre de la Reptiblica y por autoridad de la ley, CASA la Sentencia de 6 de junio de 2007 proferida por la Sala Givil del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogota, que puso fin al proceso ordinario promovido por Pedro José Barén Pineda contra la sociedad Non Plus Ultra S.A. En sede de instancia, fa Corte revoca el fallo de 9 de junio de 2008 proferido por el Juzgado Noveno Civil del Cireuito de Bogota, en su lugar accede a las pretensiones de la demanda, para lo cual se dispone: 1. Decretar ia resolucion del contrato de compraventa acordado el 29 de enero de 1999 entre Pedro José Barén Pineda como comprador y la sociedad Non Plus Ulta $.A., acto que tuvo como objeto el vehiculo automotor de servicio puiblico —microbis— modelo 1998, de 16 pasajeros, placas SKO 289. 2. Ordenar que el vendedor restituya al comprador, los dineros recibidos como parte del precio, de conformidad con la parte motiva de esta providencia, adicionados con el interés bancario corriente a parti del dia siguiente de la fecha en que se realiz6 cada uno de los pagos, hasta que se asuma la totalidad de la obligacion. 3, Disponer la cancelacion de la prenda sin tenencia constituida a favor de Non Plus Ultra S.A. sobre el vehiculo automotor de servicio publico —microbus— modelo 1999, de 16 pasajeros, placas SKO 289, salvo que al momento de atender esta orden la garantia se haya levantado previamente. 4, Desestimar la excepcién de contrato no cumplido propuesta por el demandado. 5. Absolver al lamado en garantia, 6. Condenar en costas de ambas instancias al demandado. Sin costas en casacién ante la prosperidad del recurso, Notifiquese y devuéivase el expediente al trbunal de origeny. (1) Colin y Capitant "Curso elemental de derecho civil" Derecho civil. TV. Ed, Reus. Madrid 1955, pagina 183 (2) Colin y Capitant, ob. ot, paginas 176 y ss. (3) Articulo 931 del Cédigo de Comercio. (4) Petit Eugéne, “Tratado elemental de derecho romano’, trad. José Ferréndez Gonzélez, Editorial Porriia, 11° edicion, Buenos Aires, 1994, paginas 396 y 397. B (6) Badenes Gasset Ramén, “El contrato de compraventa” T.. 3* Ed. José Maria Bosch, Editor S.A. Barcelona, 1995, pagina 618. (6) Sent. Cas. 25 de marzo de 1969, G.J. T, CXXIX, pagina 17. (7) Melich Orsini José: “La resolucién del contrato por incumplimient ss. Ed. Temis. Bogota 1979. paginas 189 y (8) Ci, Sentencia de 3 de mayo de 2005, Expediente 0421-01 (9) Chr. Sentencia de 28 de julio de 2005, Expediente 0449-04 (10) Cf. Sentencia de constitucionalidad C-873 de 2002. (11) Cir. Sentencia de constitucionalidad C-1141 de 2000. (12) COXXXVI, pagina 879. (13) En este sentido, destacanse las sentencias de 25 de mayo de 1976; 6 de febrero de 1995, G.J. T. CCXXAN, pagina 1926 de agosto de 1988, Expediente 4080, G/T. COLV:y 16 de febrero de 2008, Expedite (14) Por todas, la sentencia de 15 de enero de 2009, Expediente 0043301. 4

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