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MOORS aOR Cm CEs EMSC RRA s GRUPO ee horma 5 en el medio de la nada bre de 2009, Una amiga solidaria, militante de de- nduce su auto rumbo a la cércel de Cacheuta, camino los Andes. No es facil: es viernes a la tarde y la ciudad se para un fin de semana soleado, como casi siem- sen Mendoza. Salimos a las 16.30. La carcel esta a unos , por la ruta 7 en direccién oeste. Avanzamos una buena tros. No hay ningtin cartel indicador. Cuando nota- llera esta demasiado cerca, y que es muy probable que ado, unos gendarmes providencialmente detenidos en . La carcel habia quedado unos diez kilémetros atras. es nos indica que retrocedamos hasta encontrar un uego tenemos que cruzar el Arroyo de las Avispas y, a un camino lateral hasta encontrar la carcel. Retoma- ra si, vemos el cartel que avisa que a diez kilémetros a Almafuerte. Extrafiamente, esta colocado de modo ‘no Jo vi nunca en todo el pais”, Diario Uno de Mendoza, del 1° de cripcién de Boulogne Sur Mer reiteraba imagenes ya conocidas: ‘y salfan de cinco a seis presos de celdas de dos por dos, donde no sol y tienen muchas horas de encierro. Los internos hacen sus nece- s, abunda la promiscuidad y se autolesionan, haciéndose cortes en el Ja atencién sanitaria que por otros motivos no reciben”. 233 Craupta CESARONT vsenen de Chile, o de la Cordillera, y no quienes yj aes vie Mendoza. Atravesamos el Arroyo de las Avisga, Ieteral (es la Ruta provincial 84, me enterars tna indicacion), que se bifurca. Volver, ddican que sigamos la luz eléctrica, es dy esvio. Asi lo hacemos. No hay ningung entan hasta que, al final de un caining dice “Penitenciaria Almafuerte”, metro 1068 de la Ruta nacional 7, que lo ven quie: nen desde la ciudad de Mer y encontramos el camino después, pero no hay ningu preguntar en un obrador. Nos in cir, los postes de luz, y luego un de indicaci6n, pero los postes nos ort pedregoso, aparece un monolito que 1600 metros al sur, ala altura del kil6 pleno pedemonte mendocino. Ingresamos. Son las 18, aproximadamente. Preguntamos por el di- rector, que nos iba a estar esperando, pero ya se ha ido. Tal vez nosotras llegamos un poco tarde, Salvo los pocos funcionarios penitenciarios que nos atendieron al llegar, el lugar parece despoblado. No se escuchan vo ces, gritos, risas, ni otros ruidos no humanos: ni musica, ni televisores, ni autos, ni nada. La carcel esta en plena precordillera de Los Andes. Pese a que fue un dia caluroso, al caer la tarde comienza a refrescar. Comunico que voy a ver a Cristian Satil Roldan Cajal y a Diego Daniel Arce. Varias mujeres sentadas conversan y hablan o juegan con sus celula- res. Llego alli. Paso mi mochila por el detector, uno similar alos que hay en aeropuertos u oficinas publicas. Luego me dicen que me tienen que requisar. Me niego, digo que llamen al director. El penitenciario que me habia acompatiado sale, y vuelve a los pocos minutos con otro que pare- cede jerarquia superior, Dice que no me requisen, que pase. Las mujeres penitenciarias me miran, recelosas. Me conducen a través de yarios portones. Una mujer refunfuiia, por- que ya se estaba por ir, La visita, en ese horario y ese dfa de la semana, es evidentemente molesta, Llego Z Ar ea de Seguridad. Allime Preparan una oficina que, rapi- eameate “ja un penitenciario que se quiere ir pronto, Le pregunto por los horarios que cumplen, me cuenta que, a veces, pasa dos dias comple- tos sin volver a su casa. Mientras espero que traigan a Cristi i g istian y a Dj x terior del Area de Seguridad Elsilencio ce-ch eon ee sa ~~ stencio es total, estremecedor. Pregunto si en invierno hace mucho frio, Me dicen «ura constante es de nds 20 pea que no, que en los modulos, la tem- pers 10s los, Un preso circula DRoSrente, i ae tes pre ota ann to) pebersaban ee Por el pasillo, con la ayuda de un com- oe Birse 4 un consultorio médico, Pregunto al peniten- clario que me acompafia qué le i i asa ae i BE riendo, consumido por elstpa. eno Me dice que se-esté m 234 igo ar site dan un d oe ‘heque que (para cobratlo) ne 0 ss oe No tienen para, ooo eSB los hacen l chest may nico que hago « * sobrevivir para que el dia de matiana pueda sobre mi causa”. » Al final, antes de la despedida, un tinico mome! ‘Cristian se abland, nto en el que el rostro e ablanda y parece permitirse algo parecido a la esperanza: una familia que me quiere y una mujer que me ama”. : se va, lo esposan y se queda esperando en el pasillo que en- ea Diego Daniel Arce. Su caso no esta denunciado en la Comision ricana de Derechos Humanos, pero también esti condenado a ‘perpetua por un delito que cometié cuando tenia 17 afios. Tiene edad que Cristian, aunque parece mucho més chico, Vive en el o médulo, el 2, pero en el la 1, Sonrie, cuenta que est4 “mucho me- ue cuando cay6 se “drogaba mucho, tomaba cocaina”, y que ahora sume “nada”. Y luego, también, una sucesién de datos: “Vjene a verme una tia. No hay plata para el viaje. Me di cuenta de mu- as. Tengo una nena, un vardn, y no los puedo ver. Mellevo exce- ‘con mis amigos. Mc vine a dar cuenta de muchas cosas. Yo siempre é« camino del Sedos, después me desvié. Saigo alacscuela Yo wate siempre haciendo algo, y pienso que no me canso, pero después Bin cen kbar Itas te snen Ja escuela, pero nosotros tenemos Visita, rgados se olyidan de sacarte, Me van a dar Fase de Confianza ), Pidiéndole a Dios con fe. Yo le pido y £1 me da”. antes de Ja despedida: “No hay que toreer Jos brazos ni a it jé Jos tinicos condena- o David, estos dos jovenes se ee oe ees eae i Se jueces que aplicé estas pe- em BP pede ‘de haberlo hecho, visto el ie de la carcel en estos jévenes™*. Dijo jo desilusio- 005, El comentario Nila Fees Craupta CESARONIE facilitaria una conmutacién de penas, si el tramite avanzy. Fjecutivo provincial. A mediados de junio de 209g Humanos Diego Lavado, Pablo Salinas yAl 1o Guevara Escayola ocuparon diversos eee de Justicia, ‘ie Derechos Humanos del gobierno justicialista de Celso Jaque, iniciag, = dicieeabre de 2007. Desde ese espacio, intentaron avanzar en Varig. oe oi ee con relaci6n a la situaci6n de Roldan Cajal y Arce, elaborargs ‘an dictamen en el que, luego de analizar a fondo las caracteristicas de Io, casos, recomendaban también que facil ba en el Poder Ejec abogados de Derechos Tos lire #(...) la conmutacién de las condenas a Prisién y Reclusién Perpe- tuas impuestas por el Tribunal en lo Penal de Menores de la Primera Circunscripeién de la Provincia de Mendoza, a los adolescentes me- nores de 18 afios al momento de cometerse el/los hecho/s que se les imputan, Saal C. Roldan Cajal y Diego Daniel Arce. Ademés, para evitar la repeticién de casos semejantes, aconsejaban la sancién de una ley nacional que establezca topes a las penas de prisién imponibles a menores de 18 aiios”. En cuanto al monto de la pena y del tope que se proponia, se utliza- ba el argumento ya planteado con respecto a la obligatoriedad —no fa- cultad— de los jueces de aplicar la pena prevista para la tentativa de los delitos imputados: “Considerando que, conforme lo dispone la Convencién sobre los Derechos del Nifio, es obligatorio —ya no facultativo— para el juez, en el.caso en que decida imponer pena de prisién a una persona menor de 18 afios, hacerlo por el “menor plazo posible”, y en tanto la Ley 22278 prevé que a los menores de edad se les puede imponer la pena prevista para la tentativa del delito del que se trate, entendemos que en el caso de estos jévenes, deben comutarse sus condenas a prisiGn perpetua una pena de prisién de diez. afios, que es el minimo legal previsto para Ja tentativa del delito de homicidio,” Averiguo cual es el estado del trdmite de conmutacién. La Director® de Derechos Humanos, Maria José Ubaldini, me responde que el dicta- men fue enviado a los jueces integrantes de la Camara Penal de Meno- 1s) ya los jueces de ejecucién. Catlos Parma es uno de esos camarist®- de ee pe rae $u intencién de rectificar sus decisiones » Nando decidio aplicar penas de prisién perpetua 2 Adolescemtes mendocinos Los legajos paanlene. He a jdvenes 238

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