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Ynexste ura generac frmada on el persaiento de Deleuze records la premontoria frase de Foucaut“l siglo cue viene ser deleuzianot= ve ha Gho de otro mo, ln determinacin implica una mera ext) Frida subsites; noun interioridad sastancal 'No obstant,inmedistamente a explcacon de Deleuze nos resulta enigma. Fn efecto, aqui Delere ha invertdo Jos terminos de a problemsties oneodgiea tradicional, Nose | pregunta eémo puede el ser obtener determinacidn, ni cémo pete sostener 0 diferencia sine antes bien, edino puede ia ilerenca sontener au ser [pen enn re: Deleuze atrbuye ala diferencia un rol radialmente nuevo. La dif: renciafondamenta al sr, le sumninisra su necesidad, ous fancialiad. No peemosentenderesteargumentoa favor de Ja iferencaimema sobre la diferencia externa sino recon cemos la funeién ontolégicamente fundamental que se Te asigna a la diferencia. Yo hava sogeriia que la mejor manera de entender la explcacén de Delaze es remitindose as concepcionesescoliscas del carter ontolgicamente een tel de la casaidady Ia productrdad del sex? En muchos 2 La obra de los eseoficos (de Roger Bacon y Duns Escoto« Gu Term de Oc y. mucho dsp, Francs Sure) de una importa 2 ‘Mickael Hare aspectos, Deleuze interpreta [a ontofogia bergsoniana como tun escolasticismo en el que se ha reemplazadio el discurso so bre la causalidad por un discurso de la diferencia.' No tene~ ‘mos que apartimos mucho del texto para advertir que la afiemacién de que la determinacién “sélo puede sostener a su ser en virtud de una causa un fin 0 una casualidad” constitu ‘ye un ataque contra tres concepeiones de la causalidad que resultan inadecuadas como fundamento del ser: (1) material: ‘una causa puramente isa que provoca un efecto externo; 2) final: una causa que se refiere al fin 0 el objetivo en la pro- duccién de su efecto; (3) accidental: una causa que tiene una ‘ontop fandamental a causlid y a prostividad dele. Lo que ‘mide més importante en relcin Gn oa de Delewe, er el mado ‘de razonamiento ontldgico-escolitio los erterios que etablece pura lace El poder, a neces, ls eee, la realidad yo univocal del fern toerkerios que se esabeceron mediante arguments casas In ceed diving ex na expacidad produc; exe como la causa pine ‘a a cus ficient de tole, (Occam arog que Dios xno wo lexus ‘ict, sino tabi a exams de wa) Como lo capa Fen ‘he Gilson repecto de Duns Facto, ean hase de a ontlogtescostca ‘ia as propels complemencaras del er * “ata “produc Indo ls aptitoes para produce y ser producdo” (Lr pbilapbi Mo. ‘yon Ag, pi 395). Enel transcode ets discsiones ona, ls ‘olecoe fron muy metcvleros en cian a elaborary abner los ‘rincpos de cual, Alganot de eto princiios res my po ‘echons en meso andi (1) un eeeto ho puede tener mis perfecin ‘ireldad ques cous; (2) algo a puede er nexus neces de taco squat fuer de a: Finanent, bien I cae ficient esc pa 1 probe a exsencia de Dis lo aclisticos en general mantenen los ‘ht gencron de cura Reredador de Aristele ster Formalefcen- ‘ey Bal) como ls eas reals, aun cuando cambien sigicativamente ‘sentido de le gener Sale un asda de lon géneros de a ta, wine de ance Saires, Dipuasimer metsfnas, Diputacgn XI Stecin I 5. Por supueso, no ena srprendente que hallemos resonanci cx ‘oles en el esatin sobre Begron de Deleuze, teniendo en cuenta tan- to el interés de Deleuze cn los excolisticos (parislrmente en Duns Ecos) como el amplio conacniento de Arstedes que ena Bergeon 6 | Bergon exer ess de itn sobre el cones de gar en Arist, La ontlogia bergsoniana 8 ‘elacién completamente contingente con su efecto. Lo esen~ Gial en cada caso es que fa causa contnta siendo exterior a su cefecro y, por consiguiente, solo puede sustentat la puibilidad el ser, Para que el ser sea necesario, la causa ontoldgica fun- damental debe ser interna a su sfecto Esta causa interna es la cause eficiente que ocupa un lugar central en los fandamentos ‘ontol6gicos escolisticos. Ademis,sélo la causa eficiente pre- cisamente en virtad de su naturileza interna, puede sostener al Ser como sustancia, como canes En el contexto bergsonia- no, podiamos decir pues que lh diferencia eficiene es la que funciona como el motor interno del ser: sostiene la necesidad ya sustancialidad real del ser. A través de esta dindmica pro- ‘duetiva interna, el ser de la diferencia eficente es causa su. La doterminacién el mecanicismo no puede desempefar esta fancidn porque esti consttuids por una causalidad material, externa, Aqui deberiamos destcar que el argumento de De- lewze ciertamente no es una erica de la causalidad tour court, sino, antes bien, un echazo de las concepciones externas de la ‘causa a fivor de una nocién interna, eficiente, 4. Ba Spinona encontrar dos rmdifccones importantes dee re lac exon entre xr yeaa (1) Di no ena cuss primers sin cn, sno ques cot de f ik, cm (2) a ls cats ents se aceptan como eases reales. Spinora eres el primer cambio de Descartes y Etienne Gilson expen cramente cima ea maifeasion de Ia dcrina escola no e tanto ne divergenca como un eerie del ronan eseolisco que pereite intense Ia erecha reac rte ented ae el "Sts tne una conn, Dio ene ne roe, £1Dioe no ever una enum, pir decir que to tiene wa ct, {en consecveni, no pois probs exstencla de Dos por el pinpio ‘de causaidal: Fs por lo que a prclseartesiana, en pe de ser apse ‘nde una caus primera que no tne ninguna can, a pre de una tsa primera que esa cana de sf mio, (Descartes eempaza el Dios ‘aeolian de al pre parol Dice que cet se qu ogo tr rete {tad por Spincra"Dieers ele minds ec de Clon, pay 27) La Segends modifiicon que halla en Spinoe, el repo as causes formal y ial, ett digida conta Descartes. Vee Be P3436 y T Apdlice Sobre una epicacin de Is abreviatrasemplendas en srk renciasa Tas obras de Spinons, sense ¢ capital 3, nt 9. “ Michael Hardt Después de haber establecido los términos del ataque ccontrs la diferencia externa de la determinacién mediante la critica del mecanicismo, Deleuze arremete contra Plan, un segunclo enemigo préximo, a fin de refinar ese ataque. De~ leuze reconoce que Platon comparte con Bergson el proyec- to de construir una filosofia de la diferencia (*La conception de la différence chez Bergson”, pig. 95), pero lo que comba~ te en él es el principio de finalidad. Una vez mis, la eritica se ‘concentra en la naturalera externa de Ia diferencia y la medi- ‘da son los criterios ontoldgicos. En Bergson hay un motor interno (Bergson lo llama intuicién) que impulsa la diferen~ ‘ia, en tanto que en Platén esta fancién le corresponde slo ‘una inspiracién externa procedente de la finalidad: la dife- rencia de la cosa slo puede explicarse en virtad de su desti- rio, el Bien (pig. 95). Si traducimos esta idea al discurso causal, podemos decir que Platdn trata de fundar el ser en la causa final. Aunque Bergson, como Platsn, concibe las ati~ culaciones dela realidad en términos de funciones y fines, en Bergson no hay ninguna separacién entre la diferencia y la cosa, entre la causa y el efecto: “La eos y su correspondien- te fin son en realidad tno y lo mismo [.-] Ya no podemos ha- Dlar de un fin: cuando la diferencia ha legado a ser la cosa ‘misma, ya no queda ninguna posibilidad de decir que la cosa recibe si diferencia de un fin” (pég. 96). Nuevament, la dis ‘usin de la diferencia es perfectamente coherente con wn ar jgumento ontoldgico causal: se sefiala el contraste entre la diferencia eficiente de Bergson y la diferencia final de Paton. La clave dela argumentacién termina por resdir, como oct Sivep eens te moana cals ered de cael ferencia sustente una nacuralezasustancial, en s ‘ontoldgica, Bergson presenta la diferencia como caus sui, sos- {Ends por una dindmicaimerna mientras que a diferencia de Platén debe necesariamente basarse en el apoyo extemo de la finalidad. Por lo tanto, la diferencia le Pltén no es eapaz de sustentar al ser en su sustancialidad ni en su necesidad. Esta explicacién de los defectos del mecanicismo y el pla~ tonismo nos ofrece un medio de comprender Ia distincién La ontlogia bergsmiana 6 bergsoniana ~que Delewze considera tan importante- entre “llerencas de nacuralea” y “diferencias de grado”. "Lo que Bergson les reprocha esencialmeate a sus predecesores es no haber visto las diferencias reales de naturalera... Donde hal diferencias de naturaleza,s6lo retonccian diferencias de gra- do” (pig. 79). A veces pareceria somo si Deleuze y Bergvon estuviern empleando estos términos para distinguir entre diferencias cualtaivas y diferencias evantitativas, pero sta interpretacién resulta inadecuads especialmente teniendo en ‘venta el consenso generalizado sobre la oiginalidad de eta concepcin en la historia de la filosofia. Obtenemos una perspectiva mucho ms clara si nos remitios, una vez mis, aa tradicin de los argumentos casas escolistics: as Ferencias de naturaleza” son aquells diferencias que impli necesidad y sustanca, que eorresyonden a las cate per ste colisticas;en cambio, las “diferencias de grado” son aquelas gue implicanaccidentes, ae po aiden? *Coneebie la dix ferencia interna como tal, como diferencia interna pura, le- gar aun concepto puro de diferencia, clevar la iffrencia al nivel de lo absolto: este es el sentido del esierzo de Berg- son" (pig 90). $i bien el mecanismo y el platonismo logra~ ron concehir la diferencia, slo legaron a las diferencias contngentes (per aiden} la concepeia de Bergson dela ferencia interna nos leva a reconocer las diferencis sustan- dials (pr). No obstante, el hegelianisme es el blanco fundamental aque encontramos en la base de eala una de estas eitieas; He- gel es el nico que lleva la extrieridad de la diferencia al ex- tremo. “Basindose en cieros tetos de Bergson, uno hasta puede prever as objeciones que le haria a una dalétia de t= po hegeliano, poscén de la que Bergson est ain mis ale do que de ls de Platén” (pig. 96, Uno podria esperar que, después de presentar como introdueci6n Ia ertca de la 5. Dans scot eablece uns dvs isin entre ate per gue = tin orden eseniment,y ane er sden que etn ondenaa 5 evtlnente. Vesve Popa Writing, pi. 4. 6 Michael Horde lidad plat6nics, Deleuze lanzara un ataque contra la causa fi- nal y la teleologta de Hegel y, en efecto, ya tenia a su dispo- sicién las armas para emprender un ataque de esta naturaleza, Pero, en cambio, Deleuze dirige nuevamente su interés al proceso de determinacién y al movimiento negativo bisico de Ia dialéctca, al momento fundador de la logica de Hegel: “En Bergson... la cosa difiere de sf misma primero, inmediata- mente. De acuerdo con Hegel, la cosa difiere de sf misma por- que primero difiere de todo lo que no es" (pig. 96). En Bergson, a cosa difiere inmediatamente de sf misma; dicho de otra manera, Ia diferencia de la cosa se sostiene mediante tuna produccién interna, eficiente, El defecto que comparten cl mecanicismo y el platonismo es que ambos conciben la di- ferencia como algo que depende de un sostén externo; sin ‘embargo, cada uno identifica sustentos exteiores espectficos (en el easo del mecanicismo, una cosa material externa, y en eleato de Platén, una funcién o finalidad) y, por ende, en ea- dda caso la exterioridad de la diferencia es imitada. La dialéc- tica hegeliana, en cambio, lleva la diferencia externa al extrem, a la exterioridad absoluta, “hasta la eontradicci6n”. Ta dialéctica hace diferi la cosa de otto ilimitado, “de todo lo que ella no es": ésta es una exterioridad absoluta. En efec- to si ignoramos la cuestin de Is historiografia, Hegel pare- ce reunir los defectos del mecanicismo y del platonismo y pecan su forma mds pata evar fren ee nal excremo, a critica bergsoniana es evidente cuando ponemos el acento en la causalidad implicada por a diléctica, Desde los pprimeros momentos de la cena de la ligica desde el ser pu- roa la nada y al ser determinado~ la dialéctica esti consti dda por una dinémica en la cual ln causa es absolutamente textrior a su efecto: éta es la esencia de una dialéctica de contradiceién. El proceso de la mediacién en el opuesto de- pende necesariamente de una exusalidad externa. Como ta, Ja logica del ser de Hegel es vulnerable a una réplica escolis- tica: una concepcién del ser basada en una causa externa no puede sustentar la necesidad o sustancialidad del ser porque La ontclogia bergzoniana a luna caust exterior a su efecto no puede ser necesaia; las su cesivas mediaciones externas que fundan el ser dialéetico no pueden constitur are pers, sino que, antes bien, deben re- ‘conocerse como cause per accidens. De ahi que, en vireud de la ‘contingencia de este movimiento causal externo, el ser de Ia dialéctica es el aso extremo de una “exterioridad subsistente”, E] punto central de un ataque bergsoniano contra cl concepto hegeliano de mediacién dialécica es pues que este concepto ‘no puede sustentar al ser como neceseio y sustancial a dialéctica hegeliana, al igual que el mecanicismo y el platonismo, no s6lo introduce elaccidente en el se, sino que no llega a diseerir ol eareter concretoy la singularidad del ser: “Ahora bien, sila objecidn que podfia plantear Bergson contra el platonismo era que adkeria a una concepcién de la dlifrencia que contin rendoexteraa, la abjecion que fortwalar ‘una dialéetica de las contradicciones es que adopt una con- ccepcidn de la diferencia que es slo abstracta” (pgs. 96-97). La logica de este ataque adicional no resulta inmediatamente transparente, mas claramente atendi doa la causalidad, Primero, Bergion sostiene que una dialéc- ‘ica de opuestos continda siendo una mera “eombinacion” de dos términos, no una sintesis, porque los términos siguen siendo reciprocamente exterioresy, por lo tanto, no pueden, formar una cadena causal coherente, necesaria. Esta acusa- cidn aparece respaldada tna vez mds por el principio de que tuna eause externa no puede ser necesaria, Segundo, Bergson

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