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4. La filosofia y la politica de Ia espacialidad: algunas consideraciones Doreen Massey Doreen Massey vive en Londee, es Proesora de Geogtafe en Facultad de Ciencias Sociales de la Open University del Rene Osea, Sais co Oxford y Tae, es co-hndadora dea seis Sunde 1 Journal of Pair and Clr Ss primers taboos abordaon a eoi dela loa nds y el esrollo regional despacjo, entre ellox: Th nano of fb lan Co, Richand Meegan, 1982) y Spatial Divo of Latour Sit y WOSKo ines xo problemas incuye mewn etdion ore culnceryrog Gala, 1978), High rb Faas con David Wield y Pal Cowes {202) Rethinking be Region (con Jon Allen y Allan Conan, 195) Suinvestgacién se amplia lego a preguntas aera de cdma deserig ™ Hay aga una eantidad de puntos que reclaman atencin. Por emperay, deberia sefalarse qu el “indeterminismo® que aparcce en acta se refere precsamence ala creatvidady 3 Is posibildad de la politica el genuino caticterabierto del futuro jproposicién mimerotres!~ que se defenden en este tuabsj, Para Bergson, el cambio implica realmente una no ‘edad, la produccién de lo nuevo, de costs que no estin t= tslmente determinadas por la dsposicin acral de fuerza. Entonees, “para (Bergson el futueo est legand a er de tal modo que nunca puede ser una mera redisposicin de lo que hasido" Lo primero que debe notarse esque hay aqu algunas co- incdencasdedeseos. Tato el proyecto de Bergson como los sngumentospresentados en este aruculo regan por abrir nec tr concepmulizaciones dela temporalidad y del futuro. ‘La segunda cuestién en cambio, destaca las divergencias, y coo afecta lo que entendemos acerca de qué es lo que re- {ier dl expaci y del tempo, En acta anterior, Bergson xpress que el tiempo es el vehicula del cambio, Hasta ah tstanos de acuerdo, pero sertel vehfculo no es lo mismo que ser la caust. A menos que se adopte una posta completa vente eserialista, el tempo'no puede empecar a existr sin Gierts ay externa, Es deci cn tanto nose recur alg 16, Batra Adam, Time ond Saal Ther, ob ct, pig 24 EAT JUOSOIA YH PONTIG Be 8 CSPACAIGGE, a sa nocién de desarrollo inmanente de una entidad indi- ferenciada, sola interacién puede producir cambios (rea- tvidad) y, por consiguiente, tempo. No bstante la posibldad deinteraccién depende de laexistencia preva de la multipli- cidad (debe haber més de una entdad para que lainteraecién sea posible: la forma pura de la argumentacién consist, por supiisto,en que fainteraccin en si es pare integral dela produccin de ls entidaes). De modo que ‘+ para que haya tiempo debe haber interaccion ‘+ para que haya interaccién debe haber multiplicidad ++ para que haya multiplicidad debe haber espacio. En otras palabras, y modificando la cita de Bergson, el tiempo, por cierto, puede “evitar que todo exista en el mis- ‘mo momento” (aunque es una manera curiosa de decirto), pets para-ue haya tiempo tiene que haber en un mismo ‘monitento més de una cosa. Para que haya tiempo, debe ha~ ber espacio. En segundo lugar, la escuela estructuralista francesa tam- bign se ocupé de una conceprualizacion del espacio que di- fiere en mucho de lo que se propone aqui, y es posible detectar su gran influencia en la obra de los tebricos que de- rivan del estructuralismo, como Ernesto Laclau, por ejem- plo, y Michel de Certeau, entre otros, incluido Michel Foucault. De nuevo, como en el caso de Bergson, los esti- rulos iniciles para el abordajeestructuralista fueron aque los eon los evales nos identifieariamos en este trabajo, y en los que se vislumbra un interés real, central, por el tiempo. En [a antropologia en particular, una corriente de concep- twalizacin “estructuralista” del mundo deriva de una espe- cial atenci6n a las implicancias de las nociones por entonces hegeménicas sobre narracién temporal. Demasiado a menu~ do, sostenian, ese modo narrativo (temporal) de concep- tualizar el mundo condujo a clasificaciones de niveles de desarrollo que relegaban a ls sociedades que estaban estu- ae Doreen Masey diando aa condicién de “primitives, como si sl fern recursoras de nuestra propa condiion de “desarolador Elestnetrlsme defiende la coherenca de es socieates bor miro propia. En ing dl predominio de fs narcloa temporal os estueturalits airman a inporanca de coherencia interna de as estructura atosufcentes Hiss gu esamor de acuerdo, Los problemas surgen cuando el debate se raducey ma se podria deci~ en conceptalizcones dey dco, entre el espacio yl tiempo. Los estructura argon, tan contr el predomini dela cemporaldad en Falla, de una vsin particular dela temporatidad. ns afl pos avanaar en et ines, y wsando una logen que escompeee, ble pero que no dene ningun fundamento floc oo estrcturalistasigulan sus extuctras > temporaes con Is espildad, El supuestoenel que se basanenque dl ene y elespicio son antnimes, ya que el expuc sedeine sey la ausencia de temporada. Como en el cas de Basgoos, los extracturalsascontrsponen tiempo espacio (prs Borg, £20, lo primordial esl emi, y par los erases cl espacio) yen Bergson, lo espacl se entendecomoel core ode laa yl fan, Noha necesidadsnsguersencl proyecto exrvculisa de que exo sea ah porge ls esouctrn prope beg earecen de temporal no sonespacesen nnn onde del tsmino, Simplement, son a-temporaes "Se bade, "ominado esacales en vid del supuesto snp de qos, al no haber emp, lo nico que quelaexl eae Esa concepeion da expatldad come sti ev efor zada emis por la conceptalzacion de ls estroctuc nas, ques plensan como sistemas de eacone fortaente entreazados. Asi el “expaio” se comprende no sla come 17. Vese también Peter Osborne (1995): The Plo Tine: Male snd ctcont-arde, Londres, Verso. ” La flsofiay la politica dela espaciatidad. 15 tuna sincronfa sino como una sincroniacerraday opugsta a una diacronia, Por cierto, esa nocién de espacialidad se coreespon- de con a primera proposicin presentada en este srticulr el espacio es producto de interrelaciones. Pero se coneradice por completo con la tercera proposicién: la de que el espa- Gio esti en proceso de formacién y nunca constitu un sis- tema cerrado, Fue esta stasis de ss estrucuras/espacio lo que lleva sus conocidasdificultades para pensar la movilidad de ‘esas estructuras y la insalvable oposicién entre pares tales como “lengua” y “habla”. De Cereeat comenta: *() la ‘spacializacin del discurso cientilico ..] la eserivora cin fica incesantemente reduce el tiempo, ese elemento fugiti- +o, la normalidad de un sistema observable y legible” 'Asi,no es de extranar que Foucault haya dado vaeleasre- trospectivamente sobre el tema de cémo el espacio solia pen sarse como lo muerto, lo fijo, lo inamovible.. En tercer lugar, hay una maniobra més familiar, que se apreciaen ls ciencias sociales (includa la geografia) ven una gran arid de dcr populares, Se ade fxs fia que en la conferencia anterior se denominé “rganiza- cin del espacio en términos temporales” Cuando utilizamos términos como “avanzado¥| “atrasa- dot Yen desolation sins regiones del planeta, lo que acurre es que imaginamos las Gierenisespaidesentrmigp temporada, ab fren cias geogrificas se reorganizan ep una secuenciahistica: es tuna maniobra que presenta.relaciones interesantes con las otf’ dos posiciones mencionadas. En un sentido, retoma la posicin bergsoniana respecto de que la diferencia es tem- poral en esencia, Por otra parte, es la clase de lectura de la espacialdad que, segin se puede imaginar, los esructurlistas habrfan objetado. 18, Michel de Corea (1984) The Prac of Beeyday Life Berkley, ‘The Universi of California Press, pig. 69 oo OOS IES Esta organizaciOn del espacio en términos temporales es una manera de concebie a diferencia que es tipica de muchas de las concepciones modernistas del mundo. Las historias sobre el rogreso (desde la tradicida hasta la modernidad), el desarrollo, la modernizacién, el relato marxista de la evo lcion por medio de modas de produccién (feudal, captalis- ta, socialista, comunista) y muchos de los relatos actuales sobre la “globalizacin’,” entre ottos, comparten una ima~ sinacidn geogritica que reorgania las diferencias espaciales en una sécuencia temporal. As, los lugares no tienen dife- rencias genuinas sino que se ubiean mis adelante o mis atrés en el mismo relato: la tnica “diferencia” es su ubicacin en la secuencia histérea ste argumento noes en si mismo original de este arcu Jo, Foucault lo ha reconocido en algunos de sus aspectos, y en la antzopologia esti instalado el debate en relacién con este tem Peo Toque nunca se ha hecho notre que en prictica Reprime el verdadero significado de la espacalidad Oblitera, al menos reduce, la verdadera importancia y la dimensin de las diferencias en cuestién. En este trabajo, ln propuesta es que un reconocimiento politico re renciahasia que sel entendiera mis como lugar qu secuencia, que una comprensién mis acabada de la-difecen cia tendria en cuenta la Contemporaneidad dé la diferencia y también cendeia en cuenta que los “otros”, de existencia rel, no estin simplemente demir de nosotros sino que tienen sus propias historias que contar. Le otorgaria al otro, al diferen- te, al menos un cierto grado de autonomia en ese sentido Daria la posibildad de que existieran trayectories de relativa independencia, es deci, aceptara la posibilidad de la coexis- tencia de una multiplieidad de historias 19. Wease Mase, Imagining Glsbltion ob i 20. Véaye Johannes Fabian (1983 Time nd tbe Othe: Hw Anthr- tg Me Ole, Nueea York, Columbia University Pres AE FUOSOSTE YE PONCE OC NE EPALANEGE: ae Sin embargo -y para dar ota wucta de twerea I aégue mentacin~ para que coessan multiples himoras debe hax Sresaci, En otis palabras una comprensign acaba de In espialidad implica reoomocer que hay ms dein isto fa desarollindose en el windoy que eas horas tenen {Tor una relia autonom, En curt gar, hay una dtma forma de abordar la no- sion de esjacio dela que es necesarioalejarse En fer, par ‘nda ee cncpin nonin elon Gerla relcin entre "espacio" y sociedad”. Sobre todo, en tlsenido de que el espacio geogrifico se imagina como “ido spr en les pes repos Al ecto, Goptay Ferguson airman: “Las epresentacione del {Syatoent la cena sociales son en gran medida depen- Genes de imagenes de quicbre,ruprray disyuncion”* ‘emis ese espacio divi se magna en relaién con ‘uma forms particular de oganizacion dela sociedad en Fst dos-nacién, comunidades locales, las tribus locales de los antropslogos, ts clturas regionals dels soiglogos y lox egafs. En ota palabras, se parte dl supacnto den 0 torso entre cultura socedad por un ado y far pore tro, Las clturs tiene ss propos espacon Sin embargo, puede aramarse un poco mis en este sen do. Se supone qu ls ferencias entre sas culturascon base espacial yin idenidad de esas eulturas se generan interna mente ySeconsttuyen de atemano, Se plena que a cul tua (as culture regionals, las nacione, et) primero se forman y luego comienzan a interact Se sapone qi, Je alguna manet, lis caraceristcas de un gary “eu lal rotan dela ere. Esa vision de lo ogaresy ls ve ones ss como dela constiuci de identidade lifer 21. AKL Gupeay anes Pengson(1992)*Beyond ‘cure’ space identi, andthe poles of diflerence, Cala erp, vol. 7, pgs 23, ct opis us Doreen Masey 4 iss es a concepcidn newtoniana clisic, la de las bolas de billr. Es, fundamentalmente, esencialistae individualist, Y, Por cierto es un modo de entender las cosas que puede eon, Vertrseen si mismo en materia de anilisis. Segon Walker Las teorias de las relaciones internacionales son ms intere- snes en tanto aspectos dela politica mundial eontemporines que necesian ser expicados que como expliciciones dea pol {ica mundial ontemporsnes.(.] pueden interpretarse come un discurso que carateriza al estado moderno yal mismo tempo ‘como una prictica que lo constituye" En este trabajo, y en contraposicién con esa nocién compartimentada del espacio, nos imaginamos el espacio y los lugares, ylaidentidad de los lugares, regiones, naciones,.. ‘en parte, precistmente como un producto de la interaccion Ademis, argumentamos en favor de esta postura no s6lo ‘como principio (como una forma itil de conceptualizar el espacio) sino como materia de comprensidn historica, Es decir, es tanto una propuesta te6rica sobre cdmo podrianos imaginar mejor lugares y regione” como un argumento que permite postular que las cosas fueron siempre asi Por ejemplo, no es correcto decir que los lugares y las naciones existfan en un estado de autoencierro hasta que la etapa actual de a globalizacin derribs las fronteras que an- tes eran soberanas. En Europa y la gente sin historias’ Enic ‘Wolf es muy persuasivo cuando asegura que antes de 1492 las sociedades no estaban “aisladas culturalmente”. Hasta los ‘conos més sagrados de la quintaesencia de los lugares tie. 22, R.BJ. Walker (1993: Ide/ Outi InternationalRelacions ax ‘Pata Theory, Cambridge, Cambridge Univerty Pree cia ery 6 23. Veast John Allen, Doreen Macy y Allon Cochrane (436 eshintng be Region, Lones, toedge, 24 Erie Woll 192 Enop and tb Pople witout Hizry, Lone, Univer ofCalitonia Pres (Hay accion alpen ae ‘in bitin Mésico,FCE, Y987) Tne ey gen a filcofiay la politica dela expacalidad. ng nen “rutas” geogréficas mucho més ampias y dispersas que cl érea geogrifica a la cual, supuestamente, representan: In icdniea aguja de as iglesias inglesas proviene de une religion nacia en Cisjordani; la “an ingles” wa de dependia para su instituein de un colonialism que se ex- tend deae a escavina de aaa de seca en el Caribe, a través de la Compatia de las Indias Orientales, hasta las guerras del opio en China. Sise adopta esta perspectiva, se nos presenta una pregunta: geGmo tendriamos que caracte~ rzar la identdad de la nueva “Europa”?

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