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Hacia una nueva historia regional en México M. Micheline Carifio Olvera Profesorae investigadora de la Universidad Auténoma de Baja California Sur Introduccién 1 siglo xx presencié un cambio paradigmatico de los estudios histéricos, la innovadora respuesta francesa a la historia cientifica alemana cuestioné y repudié tanto los principios de la historia erudita descriptiva, como las especulaciones de la filosofia de la historia. Los problemas que enfrentaban las sociedades del siglo Xx requerian una historia que explicara por quéel presente se regia por las leyes de la economfa, y no mas por aquéllas de la politica. Asi, Henri Berr con la revista de Sintesis Histérica, Henri Pirene con sus estudios sobre la historia econémica europea y sus inspirados seguido- 2 1956 tn 17 7 es Marc Bloch y Lucien Febvre —fundadores de la escuela y revista de los Annales de Historia Econémica y Social—, propusieron una nueva forma de percibir y hacer la historia. La historia annalitica se plante6, desde su origen en los afos treinta, cinco paradigmas que fungieron como programa de investiga- cién y coma principios epistemolégicos revolucionarios. Estos fueron: lahistoria problema, la historia global, la historia comparada, la historia multideterminadao compleja y la historia abierta. Bajo este marco quin- tuple la historia, en tanto ciencia en construccién, debia considerar un enfoque interdisciplinario, tomar por fuente toda "huella dejada por el hombre", y tener por meta la explicacién minuciosa y atinada de los problemas presentes de la sociedad. Con el paso de! tiempo, la investigacién historica fue haciendo ‘més complejos sus recursos tanto te6ricos como metodolégicos, hasta que por necesidades de sintesis y explicacién de los procesos sociales pasados, se llegé a plantear enfoques bajo una especializacién dis- Uplinaria. En orden de aparicién surgié la historia econdmica, la social, la demogréfica, y la benjamina de las especialidades, la historia de las mentalidades (relacionada con la antropologia y psicologia sociales) Este fenémeno levanté voces de inconformidad, la historia se deshuma- nizaba, se “desmigajaba".! Parecia perecer ante el abrumador peso de lametodologia de las ciencias sociales empleada sistematicamente tanto en la reconstruccién de los hechos, como en la explicacién de los procesos sociales, ‘También surgieron especialidades dentro de los estudios histéri- cos que no priorizaban ningtin enfoque disciplinario de lo social, sino {que anteponian opciones metodolégicas propias de la investigacion hist6rica; éstas fueron la historia cuantitativa o serial, la historia oral y la que en esta ocasi6n nos ocupa: la historia regional. Este breve panorama de la transformacién del oficio de historiar, [Francois Doss, l'Hisoieen ictes. Des “Annales” le “nouretlehistoire™ La Decouverte, Pais, Prancia, 1987, p. 8. 8 (6,19, v0 nam IT permite contextualizar historiograficamente la aparicién de la historia regional como una especialidad dentro de la investigacién historica, En este ensayo aportamos nuestra particular concepcion de esta especiali- dad. Se explica por qué la consideramos un campo abierto de la investi- gacion histérica, en el que se podrian cristalizar los paradigmas de globalidad y multideterminacién de los procesos sociales. En este sen- tido, las discusiones te6rico-metodol6gicas en torno a la historia regio- nal, figuran en el debate contemporaneo de la investigacién histérica como una alternativa para alcanzar un conocimiento cada vez mas profundo de los procesos hist6ricos. Por otra parte, la importancia metodolégica del paradigma de la historia regional, debe también ubicarse en el contexto de la inacabada discusi6n sobre el problema de regionalizacién dentro de las ciencias, sociales. Cada disciplina en el ambito de los estudios regionales, ha Propuesto sus propios criterios de validez para resolver dicho proble- ma. No obstante, dado que la investigacidn hist6rica es capaz de in- tegrar todos los niveles de lo social. su perspectiva puede contribuir beneficiosamente a la discusidn tedrica en este ambito Sin pretensiones de hacer un andlisis exhaustivo, y menos atin de llegar a una propuesta te6rica acabada, el problema a discutir en este ensayoesel significado y las implicaciones de lo regionalen lainvestiga- cién hist6rica. A mi parecer, este es el principal problema epistemolégi- co de la historia regional como una forma del conocimiento historico. Estas lineas constituyen una propuesta que pretende contribuir al anAli- sis te6rico-metodolégico que, respecto a la historia regional, se ha desarrollado y sin duda se seguira enriquectendo. {Qué es historia?, ;qué es region? Rios de tinta son los que historiadores y fildsofos han vertido sobre el papel para responder a la primera de las dos preguntas anteriores. Por 2b, 185 rl a 9 Jo cual, més que aportar una enésima respuesta, sintetizaré algunos criterios que me parecen indispensables para la discusién. ‘Sabemos que la historia es el conocimiento de los hombres y sus acciones en el pasado, a través del andlisis retrospectivo que desde el presente hacemos los historiadores, Formula que nos remite aun proce- 30 cientifico de indagacién’ en cuya base se encuentran tres elementos fundamentales: objeto, tiempo y espacio. Todo proceso social acontece en un espacio-tiempo especifico, en el cual el investigador define un objeto de estudio para entender y explicar ese proceso. La primera tarea del historiador es la definicion de su objeto (para Jo cual emplea tanto su sensibilidad ante los problemas e inteteses que enfrenta su sociedad, como su bagaje cultural e ideolégico) y el planteamiento de problemas de investigaci6n que sustentan dicho cometido. Casi simulténeamente, el historiador debe delimitar su tema espacial y temporalmente, y de~ cidir los enfoques disciplinarios y/o metodolégicos de su investiga- cién. Repetir este procedimiento bisico, tan sabido por Ine que nos dedicamos a este oficio, tiene la finalidad de hacer sentir la primera piedra en el zapato. Toda investigacidn hist6rica conduce a una delimi- tacién espacial, es decir, todo proceso histérico, para ser estudiado, requiere su ubicacin geogréfica. :Sera que acaso la simple delimitacion geografica nos lleva a la historia regional? Entonces, toca historia es historia regional? Eéte cuestionamiento muestra que la especificidad de la historia regional no puede limitarse a su significaci6n tautologica, refiriéndose ala ubicacion espacial que concieme al objeto de estudio. El término regional que interesa a la investigacién hist6rica, tiene implicaciones {que van més alla de las dimensiones y caracteristicas del espacio es- tudiado. Por lo tanto, debemos preguntarnos jqué es una region?, qué contenido, y qué implicaciones tiene para la investigacién historica el concepto de regién? 2. Henri L Marfou, Del eonocimiotohistrcy, BA Per Abbat, Buenos Aires, 1989, p. 18 10 16, yo na 17 Lamultiplicidad de problemas y de respuestas que implican estas interrogantes plantea un desaffo que no es exclusive de los clionautas, sino que es comtin a todos los cientificos sociales que se interesan por los estudios regionales, Tal coincidencia enriquece el andlisis por la retroalimentacién que las distintas perspectivas disciplinarias aportan para definir el concepto de regi6n y para contribuir a la construccién teGrica de la regionalizacién. Bajo cualquier perspectiva,el concepto de regin siempre implica una relacién de diversos parémetros con una delimitacién territorial, aunque el contenido de esos indicadores no sea andlogo, Asi por ejem- plo, la arqueologia considera la existencia de dreas culturales para expresar la distribucién espacial y el ritmo de comunicacién de ciertos rasgos y patrones creados 0 utilizados por un grupo humano durante cierta época. Para la biologia, el concepto est unico al de nicho ecolégi- coyalde ecosistema, y remitea la expresin decaracteristicas comunes, 0 sea, un conjunto mas o menos heterogéneo de seres vivos que coexis- ten y se adaptan a las condiciones ambientales de un territorio. La economia emplea la teoria de la localizacién para explicar las relaciones que se establecen entre poblacién y recursos; entre zonas rurales y urbanas; asi como el andlisis de la formacién y evolucién de las rela- ciones de mercado para identificar una regién. En la geografia existen por lo menos dos apreciaciones respecto al concepto de regién: la tradicional, que lo establece conforme a factores fisiograficos, y la mas reciente, que considera que "para el hombre el espacio no es meramente {una] categoria a priori de conocimiento, sino experiencia acumulada, proyecto de cotidianidad que puede continuarse o transformarse".> Guillermo de la Pefia califica la definicién de regién que hace Armand Fermont —yuxtaponiendo la perspectiva geografica y la de la antropologia social— como "compleja aunque no real”, Esta: 3. Guillermo de la Pena, “Las estudios regionals yl antropologia social en Mixic" en Rein «historia en México (1700-1850), compllador Pedro Pérez Herrero, Antologias Universitarias, Institute Mors-van, México, 1991, pp. 12127, 20,1985, na u se presenta como un espacio medio, menos extendido que la nacién 0 ‘el gran espacio de la cvilizacién, pero més vasto que el espacio social de un grupo y a fortiori gue un lugar. Integra lugares vividos y espacios sociales con un ménimo de coherencia y especifcidad, que hacen de la region un conjunto que posee una estructura propia (la combinacién regional), distinguible por ciertas representaciones en 1a percepcién de los habitantes y los extrafios (las imagenes regiona~ les), La regién es menos netamente percibida y concebida que los lugares de lo cotidiano 0 los espacios de Ia familiaridad. Pero cons tituye, en la organizacién del espacio-tiempo vivido, una envoltura ‘esencial, anterior al acceso a entidades mucho mas abstractas, mucho ams desviadas de lo cotidiano.* Esta propuesta representa un acercamiento importante a varios aspectos del concepto de regién hist6rica en el discurso de este ensayo. De entrada, la mencionada dimensi6n espacial intermedia es comtin a las definiclones que aportan algunos historiadores® y otros tants ge6- grafos El manejo del concepto de combinacién regional es menos usual y mas complejo, pero en ninguna medida ajeno al contenido que da sentido al de regién en historia. Es fundamental la importancia de la idea de estructura, pues remite tanto a la descomposicién de un todo en partes, comoa una relacién especifica y coherente de éstas al integrar el sistema. Lahistoria annalitica, explica los procesos sociales enfatizando es- te tipo de razonamientos. Como proponia L. Febvre, al descomponer la [Remand Fremont La ion, xpace née, Presses Universitaires de Farce, Pars Francia, 1976, jp 8 Citado por Guillermo dela Pena, bt, p 128, 5. Las dimensiones intermedias de la regiGn han sido sefaladas por Ignacio del Rio, ‘De la n del enfogue regional en la investigacién.Wistrica sobre Mesico texto de su Par fronciadictada enelV Encuentro sobrela formaciondelhistoriador,1988;EricVan Young, Tres historia repjonalconsideraciones metodlogicas tericas”,en Rein histori» ane (1700-1850) op. el. pp, 99-122; Luis Gone, “Terr, microhstoria y ciencias rSiaee en Rei atria en Mecca (1700-1850), op. ci. pp. 23-86 12 (186, yo nant? realidad social en todos sus niveles se profundiza la comprensién del proceso estudiado, y al recomponerlos, el historiador aporta su inter- pretacién sintética de la historia. En general, esto es valido para la investigacién hist6rica contemporénea, pero en el caso de la historia regional resulta indispensable, ya que precisamente, identificar la espe- cificidad de la composicién de dicha estructura y ubicarla espacial y temporalmente, nos parece un elemento clave para distinguir una reigidn de otra. Esen silo que la hace tnica. La insistencia que Fremont hace sobre el calificativo "vivido" es también fundamental. La estructura de la que se habla, es aquélla que se tefiere a la trama regional, y se distingue de la de cualquier otro proceso hist6rico por su apego a la escala humana real. No se trata de fenémenos que carezcan de sujetos, por el contrario, la estructura que configura a la regién histérica es donde se pueden identificar las ac- tividades humanas a pequena escala. Asf, es posible distinguir en detalle: las actividades productivas, las relaciones sociales, la organiza- in politica, la vida cotidiana, los lazos familiares, etc Eneste sentido, iferencia de la regién con la localidad es sutil pero esencial, en la la localidad, el nivel de detalle del que hablamos es practicamente per- sonal, en la regién es colectivo (en la macrorregién es masivo). La regién histérica se configura, y por lo tanto se distingue de otra(s), por la especificidad de su estructura social. Vale la pena aclarar que no se trata simplemente de relaciones sociales, sino de la intercone- xin de éstas, de la subyacente organizacién original de la trama Aunque la estructura social de cada regién tenga caracteristicas sui generis, es necesario identificar algunos elementos comunes para apor- tar un contenido valido a la nocién de region histérica Laaportacion que a losestudios regionales han hecho las ciencias sociales, es fundamental para semblantear los elementos que forman la trama de la regién histérica. En seguida, sin orden jerarquico ni aspira- ciones exhaustivas, se enlistan algunos componentes basicos de ésta * caracteristicas del medio geografico y la disponibilidad de recursos que éste ofrece, * actividades productivas y las relaciones de mercado, + dindmica de la concentracién demogratica, (1985 ro nt 13 * composicién de los niicleos de poder, * identidad y mentalidad colectivas regionales, expresadasa través de diversas manifestaciones culturales, * organizacién y composicién familiar y/o étnica, 4 formacién y transformacién de estos componentesa través del tiem- Po. ‘Sino incorporamos el analisis dinamico de los lazos intrarregio- nales e intertegionales a esta tipologia —aun si la consideramos como un primer acercamiento para la configuracién regional— su alcance es insuficiente e incluso puede llepara ser erréneo. La forma y magnitud de estas relaciones son rasgos que caracterizan la originalidad de la composicién regional. Las relaciones intrarregionales que existen entre Jos componentes de la estructura regional, indican la particularidad de la trama regional. Las relaciones interregionales (que pueden implicar a la regién en su conjunto 0 sélo agin componente en especial), permiten tanto la integracién de la regién al conjunto nacional e inter- ‘nacional, como su demarcacién respecto de otras regiones. La forma- cién de ambos tipos de relaciones regionales se forman y se transforman ‘a través del tiempo y bajo diferentes circunstancias.° La composicién regional no esté dada, ni es siempre evidente, como lo senala Ignacio del Rio "nosotros somos quienes regionalizamos y lo hacemos como un recurso metodolégico”.” Coincidimos con el autor citado al adjudicar este cometido,a los cientificos sociales que se ocupan de las regiones, ‘sin embargo, como Fermont, consideramos que la identificacién de una regién no es asunto exclusivo del ejercicio académico. El hecho que "en la percepcién de los habitantes y los extranos” también exista empirica- mente la capacidad de advertir "las imagenes regionales",* es un ele- mento capaz de orientar al investigador en el reto de identificar y 5 Sergio Ortega Norega,"Panteamientas metodolégicos para una historia regional dei nero teren Mey, Organo del Centro de Investigaciones Histricas UNAMUA, vol. 1, mim. 3, Liniat Mexico, septembre de 1985, pp. 108-109 7. Det Ri, opel p.9 3. Fremontep. ot, p.38, La 4 1996 rt nk delimitar, en el tiempo y el espacio, las caracteristicas de la regién de estudio, En suma, la composicién de la estructura regional remite a los estudiosos de las regiones a discernir las influencias reciprocas que establecen los grupos sociales entre si y con su espacio a través del tiempo. La regi6n histérica, més que parecerse a una fotografia de determinada época, se asemeja a una pelicula, compleja e interesante, donde los hombres (y no tnicamente el espacio, o alguna actividad especifica), sujetosa multiples circunstancias, pueden ser apreciados en plena accién, Pero como para los académicos el guidn de este filme no proviene (exclusivamente) de la imaginacién, sino de la investigacién, la regién de estudio —como dice Eric Van Young— es una "hipotesis por demostrar"? En el campo de los estudios regionales, el cardcter hipotético de la configuracién regional otorga a la historia un papel crucial, en razon de la esencia misma del concepto de regién. Ya que éste no es una categoria transhistérica |...]. Por el contrario: es un concepto historico,politético, cuyo significado se modifica por circunstancias de tiempo y lugar.) La regi6n geohistérica remite a una unidad de grupos sociales que, asentada en un cierto espacio geogrifico natural, ha adquirido, a través del proceso hist6rico, una dindmica propia, auténoma, con una tendencia particular y una identidad singular." 9. Van Young. op. it, p. 101 10. DetaPena op. ci, p. 126-127 M1, Carlos Martinez Assad, "Los estudios regionales y su impacto en las cencias sociales’, en Balance y erspecious dels esto regionals en Mesizy, Centro de Investigaciones Inerdis- ‘Splinarias en Humanidades, Naw, Méaco, 190, p. 10, 26,196 an Is Sibien actualmente es comiin que las ciencias sociales recurran al anélisis retrospectivo, en el caso de la investigacién regional, e1 andlisis, histérico, asf como las orientaciones tedrico-metodolégicas que éste aporta, adquieren una importancia sustantiva, Para entender la estruc- tura y la dinémica regional, asi como la conformacién y la transforma- ion de su espacio, desde la perspectiva de cualquier ciencia social, la historia regional juega un papel preponderante. El andlisis retrospec- tivo permite percibir la formacién y evolucién de la composicién regio~ ‘nal de manera integral, No seria vano enfatizar que también para la historia el aporte interdisciplinario resulta fundamental, particular- ‘mente en el campo del andlisis regional. En México, son cada vez mas numerosos los académicos que, percatiindose de la necesaria complementariedad de las distintas pers- pectivas cientificas para explicar los fendmenos regionales, han optado por formar grupos de investigacién en los que tanto el planteamiento de problemas e hipétesis como el andlisis teérico-metodolégico son compartidos. No abstante, una de las ciencias sociales mas atrasadas en. Jo referente a la sistematizacién de enfoques, modelos y métodos para este tipo de estudios, es atin la historia; lo que obstaculiza el avance de los estudios regionales en ésta y en las demas especialidades dis- ciplinarias. Me parece que la responsabilidad de superar tales limitacio- nes, en primera instancia, corresponde a los historiadores que hemos “optado por esta especialidad. De historiadores ¢ historia regional en México Carlos Martinez Assad, considera que el reconocimiento académico de hacer una historia bajo paradigmas diferentes a los de la historia nacio- nal, ya los de la historiografia disciplinariamente especializada, surge en México hacia 1968 ante la innovacién que Luis Gonzélez introdujo al ocuparse de la microhistoria, asi como través de las investigaciones 16 195 pot nana? que sobre las diversas manifestaciones regionales de la Revolucion Mexicana llevaron a cabo Womack y Cockroft.’ Asi, aunque en Europa desde los aftos treinta los estudios hist6ri- cos regionales habian producido obras de gran calidad, en México, esta forma de concebir la historia no era evidente ni facilmente realizable, ya que implicaba el rompimiento con tradiciones afejas y profunda- mente arraigadas. Diversos autores!’ explican cémo, en ei sigla XIX, la necesidad de legitimar a través de la historia la integraci6n nacional, enraiz6 en México una concepcién de la historia que percibia los proce- sos sociales de manera simulténea y homogénea en todo el pais. A la postre, tal obligacién se volvié una inercia reforzada por el centralismo prey post revolucionario. Vale la pena hacer ciertas aclaraciones respecto a la propuesta fecha de nacimiento de la historia regional en México. En primera instancia, seria err6neo imaginar que, antes de 1968, habia un total vacio fuera de la capital en cuanto a la escritura de la historia, ya que desde siempre los cranistas lacales se hahtan acupado de legar a sux descen- dientes, negro sabre blanco, la resefia de los hechos memorables acaeci- dos en su tierra. Por otra parte, a pesar de la punta de lanza que en los aahos sesenta represent6 para lahistoriografia nacional la microhistoria, el mismo Luis Gonzalez" reconoce que, por razonesmetodolégicas, tal innovaciénno debe confundirsecon lo que ahoraconsideramos historia regional. No obstante, desde 1968 a la fecha, podemos asegurar que en México cada vez son més los historiadores atraidos por las posibilida- des de originalidad e innovacién que ofrece la historia regional. Ade~ mis, este reciente desarrollo en buena medida ha sido posible por la fundacién de centros de investigacién en ciencias sociales en diversos 12 Carlos Martinez Assad, “Historia regional. Un aporte a la nueva historiografia’ EI is- ‘oriador frente a hci, UNAM Intituto de Invetigaciones Histércas, Serie Divulgacin/, México, 1992, pp. 121-122. 13. Dal Riouop. cit, pp. 11-12: Martinez Assad, “Historia regional." op. cit, pp, 121-128, V4. Gonzslez op. ct, p.27. (26 1956, Gn 7 7 estados de la Republica,asi como por el crecimiento de las instituciones de educacién superior; ambas instancias sustentan la investigacién hist6rica profesional fuera de la capital El cuestionamiento de la perspectiva central en el oficio de his- toriarha evidenciado la riqueza hist6rica del tejido multiforme y multi- facético de los procesos socioecanémicos y culturales de las regiones del pais.'® La historia de los estados, municipios, ciudades y pueblos se hamultiplicado en proporcidn inversa al destierro del objeto de estudio de las investigaciones hist6ricas fuera de la region central de México. Este fendmeno fue identificado como el desenvovimiento de la historia regional, metamorfosis que debe ser cuestionada. El hecho de historiar cualquier proceso social que no se ubique en la capital de la Republica, o que no parta del enfoque centralista para analizar los procesos histéricos, no implica sin mayor tramite que se trate de historia regional. Delo contrario, podriamos llegaral contrasen- lido de considerar, por ejemplo, que la historia de la ciudad de México no padria ser historia regional: o bien. que toda monografia hist6rica de las provincias de México sea, por el simple hecho de su ubicacién geogréfica, historia regional. Como vemos, la definicién tradicional —o de origen— de la historia regional en México no basta para aprehender el paradigma que ésta implica. Historiadores y cientificos sociales han propuesto algunos criterios, unos coincidentes y otros no, para distinguir a la historia regional de otras especialidades de la fecunda Clio. ‘Al unisono, todos convergen en las dimensiones espaciales que conciernen a la historia regional; éstas son menores que el gran espacio de la civilizacién o de la nacién y mayores a las de una localidad.'° En este mismo aspecto, es comtin considerar que el dato espacial es una referencia fundamental, es decir, que en esta especialidad es imposible desvincular la historia de la geografia. 15. Pérez Herrero, “ntroduecidn’, Regi e historia. op. cit, pp. 10-1. 16 Dela Pena op it, pp. 126-127, Gonz, op: cit, p24; Del Rio op it, pp. 34. 18 (198 ok nt Existen, igualmente, varios puntos de acuerdo sobre las ventajas que presenta el enfoque regional en la investigacién hist6rica. Pedro Pérez Herrero las sintetiza de la siguiente manera: ayuda a resolver tensiones entre la generalizaci6n y la particularizacién, reconcilia la perspectiva macrosc6pica con la microse6pica, contrarresta impulsos centralizadores, facilita la combinacién de distintos enfoques de las ciencias sociales, y permite la comprensién de la sociedad en su conjun- to y no a partir de versiones unilaterales, tratando de coordinar las interpretaciones econémicas, sociales, institucionales, politicas, antro- poldgicas y demogréficas.'” Las divergencias revisadas —sutiles la mayor parte de ellas— entre los diferentes autores son de caracter metodolégico,. Versan esen- cialmente sobre la consideracién, mas o menos complea, de la historia regional como una opcién metodolégica y sobre la necesidad de for- mular principios te6ricos que, aun en un sentido amplio, orienten estas investigaciones. Ignacio del Rio considera que la historia regional "parece tener que ver no con una orientacién metodolégica determinada ni con un tipo especifico de fenémenos, sinoconel tamafoadjudicadoal presunto objeto de estudio”. '* Para él: las posibilidades de regionalizar son evidentemente muiltiples y lo peores que la dificultad casi aprotética consiste noen decidir cual de todas las propuestas tebricas es la verdaderamente uilida, itil, ope- rante,sinoen que muchas de estas propuestas, aun siendo distmbolas, se muestran con virtud y mérito iguales al efecto de permitir regiona- lizar una totalidad, aunque en cada caso la regionalizacion resultante sea distinta [..] El problema noes regionalizar, sino determinar que lo que resulta de esa operacién ofrece una base sélida para proceder al andlisis regional.’ 17. Pérez Herrero.op. cit pp. 8-10 18. Del Riowop. ct. pp. 23. 9. Bid, pp. 78 (6 18965, nn 19 No obstante, al proseguir el andlisis, argumenta que la historia regional debe ser considerada como una opcién metodolégica porque, al regionalizar, e! historiador formula hipstesis y problemas de inves- tigaci6n que, al probar su validez, le confieren la posibilidad de avanzar en el campo de! conocimiento hist6rico.”° Esta propuesta asimila el problema metodolgico de la historia regional al ejercicio de regio- nalizar, que en si no es exclusivo de la historia, sino compartido por todas las ciencias sociales interesadas en los estudios regionales. Aun- que atinada, tal circunstancia aporta luces de limitado alcance al caréc- ter propositiyo e innovador que, a nuestro juicio, la historia regional puede aportar. Bric Van Young, ademds de advertir sobre la falta de rigor habi- tual con la que se trabaja en historia regional y los problemas que esto implica, considera que las "regiones son hipétesis por demostrar’. Enfatiza que "la regiGn geohistorica y el regionalismo son centrales para la experiencia mexicana. Esto significa que el concepto tiene una uutili- dad considerable para nosotros’? Este autor estima que el historiador debe apoyarse en un marco teérico que le permita demostrar la composicién original de la estruc- tura regional, incluyendo sus dimensiones y caracteristicas espacio temporales. Van Young atribuye al concepto de regién la forma de "espacializacién de una relacién econémica". Para sustentar esta defini cin analiza el enfoque de la teoria geoeconémica, que explica la forma- cidn, funcionamiento y evolucién de los mercados bajo el modelo de emplazamiento central, con sus acepciones en} Jos modelos dentritico y solar. Esta alternativa puede resultar util para la investigacién de la historia regional, pero la condiciona al enfoque dominante del andlisis Td, pp 9-15 Var Young op at, p.101 Van Young, dp 99-122; Carol Smith,’Sitemas econsmicos regionales: modelos peogrii- ‘on y problemas socioeconémicos combinados”, er Rei historia en Méxiy (1700-1850, oF. ‘ah, pp. 3798, BEB 20 (61995, vol 4a 17 econémico. Tal opcién limita las posibilidades que, en términos genera- les, ofrece esta especialidad histérica respecto a la multideterminacién y globalidad de los procesos sociales. Carlos Martinez Assad percibe la originalidad de la historia regio- nal al grado de "marcar el rumbo de una nueva historiografia’, y afirma quese trata "de una especialidad que ha llegadoa su madurez, haciendo aportaciones para enriquecer el conocimiento del pais"? Sin formular una propuesta metodolégica precisa,expone algunas lineas de reflexién cuyas implicaciones son amplias. La territorialidad, y enmayor medida "a introduccién de variables sobre los alcances politicos y el impacto nacional’? serian elementos que dotarian a la historia regional de una especificidad trascendente en el enriquecimiento de la nacional. ‘A nuestro parecer, Martinez Assad pone el dedo en la llaga respectoa la importancia metodolégica que da un realce sustantivo a la historia regional, al afirmar que: ‘nda investigacién de historia regional requiere de un planteamienta samplio, en el sentido de incluir el conocimiento de la economia, de la demografia, de tas relaciones y los conflictos sociales, de la cultura, de as ideas, de la organizacién politica, incluso del impacto inter- nacional. Una historia regional no deja de ser total porque aunque aren un wniverso con liitacionesespaciales y temporal, incluye todos y cada uno de sus componentes.”° Podemos inferir que la historia regional es una especialidad de la historia, abierta tanto a la construccién metodolégica como a la defini- cin de principios y modelos teéricos sui generis. Mas allé de las conver- gencias y divergencias existentes entre las concepciones que hemos sintetizado, destaca la preocupacién compartida de analizar sus carac- B. Martinez Assad, “Historia regional. op. cit, p. 129. 2. Bid, p. 128. 25. Bi, p. 128. 169 Gna 21 teristicas. Considero que la apertura en su construccién debe basarse tanto en los avances que la investigacién regional ha realizado respecto a la clarificacién del concepto de regién, como en las metas que la historiografia contemporanea se ha fijado desde los anos treinta y que ‘en buena medida atin no han sido alcanzadas. En este sentido, historia y regién son dos conceptos cuya conver- gencia plantea amplios retos y halagadoras perspectivas para los his- toriadores en particular y, en general, para los cientificos sociales, vidos de la comprensién integral de los procesos sociales. Dada la finalidad critico-propositiva de este ensayo, a continuacién presen- taremos algunas propuestas que sustentan estas consideraciones. Hacia una nueva historia regional en México El cardcter original del enfoque que, bajo la perspectiva de la historia regional, tiene el anélisis hist6rico, es el primer indicio de que se trata de una especialidad dentro de los estudios histricos. El rasgo historio- grafico innovador de ésta, se manifiesta a través de la introduccién de tun bagaje tedrico-metodolégico original. Bajo estas consideraciones, nos ocuparemos, en las lineas siguientes, de identificar los criterios esenciales que dan validez y sustentan la peculiaridad de la historia regional Iniciaremos esta discusién sefalando, sintéticamente, algunos criterios que comtinmente han sido considerados suficientes para carac- terizara la historia regional, pero quea nuestro parecer distan de serlo: * Ia delimitacién mediana —entre la nacién y la localidad— de las dimensiones del espacio donde se desenvolvié el tema estudiado, * la determinacién de caracteristicas fisiograficas homogéneas del marco geografico asignado al objeto de estudio, 22 (21950 7 * las crénicas y /o monografias cuyo objeto sean la descripcién general © parcial de los "hechos memorables” acaecidos en una entidad federativa, un(os) municipio(s) (en tanto que limites politico-ad- ministrativos), o una localidad, * os estudios histéricos que a partir de cierto enfoque disciplinario analizan algiin proceso social que haya tenido lugar en una entidad federativa,o en un(os) municipio(s) (en tanto que limites politico-ad- ministrativos),o en una localidad, * lasinterpretaciones de la historia nacional exaltadas por el fervor de un enfoque regionalista. Hechas estas aclaraciones, podemos argumentar en torno de las caracteristicas tedrico metodolégicas que confieren a la historia regio nal su especificidad dentro de los estudios hist6ricos. Es necesario subrayar que estas caracteristicas estén estrechamente vinculadas con la definicién previa que el investigador tenga del concepto de region. La estructura regional es la esencia del enfoque de andlisis de la historia regional. Los elementos basicos que activan y dan congruencia aesta estructura son tanto su composicién social-global, como su deli- mitaci6n espacio temporal original. En este ejercicio, el examen minu- cioso de las continuidades y rupturas de las caracteristicas de la compo- sicién social, en todos sus niveles, precisa la configuracién de la region a través del tiempo y del espacio. El concepto de regién como objeto de estudio de la opcién teérico metodolégica de la historia regional, es la composicién de la trama regional bajo la forma de un espacio social con caracteristicas sii generis. Este espacio social constituye un modelo explicativo global de los lazos. regionales que activan la trama regional, La importanciaepistemolégica de este modelo estriba en la capacidad interpretativa que adquiere la investigacién hist6rica para ir de explicaciones particulares a generales, y regresar a las primeras, En el campo de la investigacién, el manejo practico de este concepto de regién histérica precisa del conocimiento y dominio de teorias y metodologias de la economia, la sociologia, la geografia, la ciencia politica, la antropologia y la psicologia sociales, etcétera, 196 vt Gnu 23 Los Itmites geograficos que activan el espacio social de la region hist6rica estén determinados por la organizacién socioeconémica, cul- tural y politica de cierto territorio en un periodo especifico. Se trata de tun “espacio territorial que desborda —por momentos con mucha ampli- tud—la region geogréfica, que la enmarca, pero sin dejar de reconocer ‘enelseno de ésta su centro fundamental’.”° Su frontera no corresponde forzosamentea una delimitacién politicoadministrativa, ya quea través del tiempo, esta frontera se configura y se diluye acorde a los ritmos y ‘magnitudes de la composicién regional. Cabe subrayar que "la corre- lacion entre la sociedad regional, su proceso histérico particular y el espacio geografico, es el elemento esencial [ 1"? que activaa la region historica, Por ello, para definir sus limites geogréficos, es necesario identificar las influencias teciprocas que entre sociedad y espacio se configuran a través del tiempo, forjando la identidad cultural y dando cohesin socioeconémica a la regién. No obstante, al hacer este andlisis se debe permanecer alerta ante los riesgos del determinismo geografico, econémico ¥ politico, asi come ante la seduccidn de los sentimientos regionalistas. Laidentificacién y configuracién integral de laestructura regional constituye el fundamento de la hipdtesis de trabajo del historiador regio- nal. El investigador definira su objeto de estudio a partir del andlisis de la formaci6n y evolucién de esa estructura regional. El principal proble- ‘ma de investigacién que se planteard consiste en probar la validez y pertinencia de estos procesos. La alidez del enfoque hist6rico-regional consiste en el andlisis, global y multideterminado de la estructura regional que lleve a cabo el historiador para identificar el espacio social-regional y explicar la com- posicién de su trama regional. La pertinencia del enfoque regional de la investigacién historica esta determinada por los dos argumentos que en seguida esgrimimos. 2h Mario Cera, “Contrbuciones reciente y rlevancia de Ia investgacén regional sobre It Segunda parte del og Nx, en Balance perspec. 0. Gt, P27 7. Orta. oy cit p19, 4 e196, vo nt 17 Por una parte, el reconocimiento de que en el dmbito del territorio nacional existen procesos historicos par- ticulares con dindmica propia, que corresponden a sociedades con ‘aracteristicas socioecondmticas y culturales de indole particular. Estas sociedades regionales se relacionan entre si para formar la nacién mexicana que no es una sociedad uniforme sino un conjunto armgxicoen que cada integranteconseroa muchas de sus pecularida- des, Por la otra, la existencia de ciertos valores y de una memoria colectiva con los que la sociedad regional actual se identifica, que no pueden ser ignorados por el investigador. De tal manera, "si hoy pode- ‘mos distinguir una regién homogénea por sus caracteristicas geoecon6- micas y sociales, es presumible que dicho espacio sea el marco de una sociedad con proceso histérico particular. Es decir, si en la actualidad existe una regién particular, es que tiene una historia particular” EI bagaje metodolégico que requieren las distintas etapas de investigacién y sintesis de la historia regional, no puede limitarse a la especializaci6n uni o bi disciplinaria. Esto es porque tanto los objetos de estudio, como los problemas de investigaci6n que aborda, requieren tuna perspectiva global para analizar los procesos hist6ricos regionales. Elcardcter global que requiere el andlisis de Ja historia regional se explica en seguida: primero, por definicién, el objeto de estudio de ésta es ya limitado por su insoslayable restriccién espacio temporal. Esta concretizacién permite realizar indagaciones historicas multiples y pro- fundas. En suma, no hay raz6n metodologica alguna que excluya la factibilidad de la percepcién global de los niveles sociales en la investi- gacién histérico regional. Segundo, la cohesién e integracién de la combinacidn regional es posible sélo a través del andlisis conjunto de todos los componentes de la realidad social, de otra manera la percep- 2. thi, p.108, 28, hd, p.1i0 1 vo a7 2 Gién y configuracién de la regién hist6rica seria parcial, incompleta y, por lo tanto, invalida, ‘Ante esta situacién,cl historiador regional debe sumergirse en un. sistema interdisciplinario que le permita analizar de manera global el espacio social seleccionado, Este sistema recibe el nombre de estudios regionales, e incorpora diversas ciencias sociales. Pero, gctales son los ctiterios que deben orientar al historiador para seleccionar atinada- ‘mente las teorias ymetodologfas de las cienciassociales, que le permitan definir y analizar la estructura regional que estudia? El tema es muy amplio. Para cefiirme minimamente, propongo algunos lineamientos metodolégicos que considero titiles para la investigacién de historia regional —como dirfan los historiadores de los Annales—"digna de ese nombre": + identificar las caracteristicas del medio geografico y las transforma- ciones que éste ha tenido a causa de la accién del hombre, asi como las consccuencias de éstas en relacién con el dominio, aprovecha- miento y conservacién del ambiente, * analizar las formas y los medios puestos en practica por la sociedad para identificar, apropiarse y manejar su territorio, con la finalidad de explotar los elementos naturales del ambiente y convertirlos en recursos, * analizar la formacién, el funcionamiento y las transformaciones de las actividades productivas y las estructuras de mercado, * examinar el origen, transformacién y localizacién de las actividades econémicas generadoras de cierta distribucién de ingreso y, por con- siguiente, de cierto proceso de acumulacién de capital, * explicar la formacién y evolucién de la estructura dela sociedad re- gional, a partir de la acumulacién y distribuci6n de la riqueza, + identificar la composicién de los nticleos de poder y sus transfor- ‘maciones, asi como el margen de autonomia (y la lucha poradquirir- Jo) que éstos poseen en la toma de decisiones cruciales parasu region, * estudiar los patrones de la formacién y evolucién de losasentamien- tos humanos a través de las formas de concentracién demografica y los flujos migratorios, 26 Cy 1996 vo en 17 * identificar, caracterizar y valorar el peso que las tradiciones, la vida cotidiana y las formas de "pensar y de sentir” tienen como elemen- tos integradores de la identidad y la dinamica regional, a lo largo del tiempo y ante los fenémenos de aculturacién o intercambio cultural Las perspectivas de investigacién que aquf se perfilan para la historia regional son amplias y trascendentes, tanto para los estudios regionales como para su propio enriquecimiento. No obstante, es indispensable aclarar que en ninguna medida proponemos encajonar a la historia regional en algtin marco metodolé- gico, con carécter universal y definitivo. Por el contrario, consideramos que mientras mas abierta y critica esté en relacién con los aportes que le brinden las ciencias sociales en general, mayores seran las poten- cialidades que esta especialidad de la historia tenga para ampliar los méargenes y criterios de validez en su investigacién. Insisto en recordar que los lineamientos metodolégicos presentados constituyen una pro- puesta minima, pero indispensable. En el aspecto teérico, nuestro punto de vista es igualmente abier- to. Sinembargo,ademés de las consideraciones generalesexpuestas, me parece fundamental recapitular sobre dospuntosesenciales. Elparadig- ma de la historia regional debe concebirse en el marco de dos principios que, desde los afios treinta, han orientado la investigacién hist6rica: la globalidad y la multideterminacién de los procesos sociales. Las im- plicaciones que ambos tienen en el quehacer historiogréfico son tan amplias que, en realidad, son excepcionales las obras que han logrado concretarlos. Sin embargo, en nuestra concepcién de historia regional, la cristalizacién de esos dos principios, en tanto ejes rectores de la investigacién,es posible y necesaria La globalidad ha sido ya explicada. La multideterminacién re- quiere atin cierta argumentacién. La historia annalista—madre de esos dos paradigmas—ha concentrado enel concepto de la multidetermina- 30.” Mare Bloch, La sci fndale, A. Michel, Paris, Francia, 1968, a, 1996 vo 4nd, 17 27 Gidn la necesidad de valorar, por igual, la importancia de todos los niveles de la realidad social, en los procesos de explicacién y sintesis hist6rica. Las especialidades disciplinarias de la historia —econémica, social, politica, demografica, de las mentalidades— han obviado ese principio. Pero la historia regional, al poner en el centro del andlisis el concepto de la estructura regional, debe revalorar y aprovechar las potencialida-des que este principio contiene En el proceso de identificacién y andlisis de los componentes de la estructura regional, el investigador debe definir los vinculos sociales que articulan y dan pleno sentido a esa estructura. Al realizar este procedimiento se debe tener presente el principio de lamultidetermina- Gi6n, ya que de no ser asi la regionalizacién se veria desvirtuada y su resultado careceria de validez. Los vinculos sociales que definen la trama regional de cierto espacio social, adquieren una composicién tinica en cada objeto de es- tudio, pero siempre estén determinados por una multiplicidad de as- pectos de la realidad social. La originalidad de cada estructura regional esté precisamente determinada por un(os) vinculo(s) social(es) pre- ponderante(s), que incide(n) en un aspecto de la realidad social. Por lo tanto, la definicién del objeto de estudio en cada investigacién de historia regional esta confrontada a entender y explicar esa preponde- rancia. S6lo partiendo del principio dela multideterminacién, y através del método comparativo, esta tarea es objetivamente factible. Por resul- tado se obtiene el esclarecimiento de la estructura regional, bajo pard- metros de validez dificilmente refutables En suma, globalidad y multideterminacién de los procesos hist6- rricos son conceptos que en lugar de restringir el andlisis, amplian y enriquecen el panorama te6rico del paradigma de la historia regional. Es porello que resulta insoslayable su funcidn orientadora en la investi- gacién historica 8 (26,196, vob ne 7 Conclusion Lahistoria regional en México, surgida del cuestionamiento delenfoque centralista de la historia nacional, tiende hoy dia a ser percibida como uuna especialidad de la investigacién histérica, Su objetivo es conocer més y mejor la realidad vivida por los hombres, centrando su atencién enel sujeto, a través de una percepcién integral de las manifestaciones sociales, Para lograr este objetivo, la historia regional debe dotarse de un bagaje tedrico metodolégico ad hoc. Sus principios teéricos subyacentes son la globalidad y la multideterminaci6n, premisas necesarias e in- herentes a una regionalizacién valida. Su objeto de estudio se define a partir del andlisis de la formacién y evolucién de la estructura regional. Asi, la regién histérica es un espacio territorial cuya frontera se con- figura y s¢ diluye acorde a los ritmos y magnitudes de cierta compo- sicién regional. Para identificar y delimitar los componentes de esta trama regional, se requiere un andlisis interdisciplinario y multideter- minado, capaz de precisar los vinculos sociales que integran cierto proceso histérico en un espacio-tiempo vivido. Por otra parte, mediante el enfoque regional en la historia, la sociedad objeto de estudio logra identificarse mas con su pasado y comprender mejor su presente. Lo que sustenta la pertinencia de esta forma de historiar. En fin, las consideraciones y propuestas expuestas pretenden contribuir a la construccién de una historia regional original y creativa Son miiltiples las ventajas que esta especialidad de la investigacion hist6rica ofrece para lograr profundos niveles de sintesis hist6rica. Por Jo que, hoy por hoy, la historia regional tiene un potencial capaz de enriquecer, tanto concreta como teGrico metodolégicamente,a la inves- tigacion histérica en general, (1986 sok na 17 29 aayaitinlats tg teraae Bacingge oe heath 1mm ; Grits Bhatt RBH ATamergat | F aa Souris Me meipar oy Heh aye yon 2 REISS Henterealttsr sem HoH tate Roster ta seroniatestiapn ols geane Lake r9G : om ia a, satire tte aes IE «tS IOI inn ogiiyelt seasaet anqriergnd 3 fader ait oseemet, ecaritmdate | ox tha P Mie aide et ep wt bal Ge Be tact iad Varscaarpnart actor ins sap ayyecdimar

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