Professional Documents
Culture Documents
Se entiende a la familia como un grupo de seres vivos que han desarrollado con más
fuerza todo lo que viene ligado con las relaciones interpersonales. La diferencia de la
familia con las agrupaciones humanas radica en que la familia no es meramente
utilitaria, sino que que existen relaciones de afecto y lazos psicológicos entre sus
miembros. Por ello, las familias de un solo miembro no pueden exitir.
La función básica del núcleo familiar es cuidar de los miembros del grupo. Hoy en
día, no tenemos esta necesidad, ya que existen hospitales, pensiones…
Los inmigrantes, en cambio, puesto que cuentan con menos recursos, perpetúan el
modelo de familia extensa.
*Grupo secundario: la unión se da para cubrir necesidades. Aún así, tienen la función
de cuidado y respaldo del grupo y, también, el respaldo emocional. Funcionan como
una estructura familiar de familia extensa.
El aprendizaje de las cosas que saben los niños es muy diferente según sea su familia.
Los referentes de actuación son cada vez más complejos y pueden ser buenos o malos.
La familia nos da unas normas que interiorizamos sin darnos cuenta. Esto hace
referencia al aprendizaje vicario (Bandura).
Esto hace que los niños lleguen a la escuela con más o menos handicaps, ya que la
cultura escolar es una cultura propia y hay niños cuyos conocimientos dados por su
referente de actuación pueden resultar inútiles.
Los niños son el reflejo de su familia. Por ello, no podemos criticar a la familia, ya
que indirectamente estamos criticando al niño.
- Apoyo social. Se da a dos niveles: cuidar a los niños y cuidar a los adultos. Es en la
familia donde encontramos a toda la sociedad, es donde se destila toda la sociedad:
una sociedad sin afecto, sin apoyo social…, quiebra. Cada núcleo que comporta esa
sociedad ha perdido, con la consecuente pérdida de la sociedad.
No todos los divorcios son iguales, ya que no siempre tienen la misma influencia
sobre el niño.
Algunos de los factores que influyen en cómo asume el niño el divorcio son:
- Edad del niño durante la separación. Se dan diferentes conductas según sea la edad
del niño en el periodo de separación:
En general, el divorcio puede generar conductas conflictivas en los niños, los cuales
suelen resolver los problemas de forma negativa.
- Género. Se da una variable relacionada con el sexo del niño. Los niños suelen
llevarlo peor que las niñas, ya que se tiende a dar más ayuda a las niñas para que
expresen sus sentimientos. En la adolescencia, en cambio, las niñas suelen estar más
inadaptadas, por lo que parece que lo llevan peor.
- Tiempo. Como factor referente al tiempo que hace que los padres se han separado.
Es aquella familia que se forma una vez que los padres están divorciados y se casan
de nuevo con nuevas parejas. Este tipo de familia tiene una variable mue importante:
se introduce la figura de la madrastra y el padrastro. Estas figuras de apego vienen
por imposición y tienen una connotación negativa debido a una cuestión socio-
cultural, ya que, antiguamente, eran figuras que hacían sufrir al niño. En estos casos,
el niño se ve suplantado y doblemente desprotegido debido a la pérdida de su figura
paterna biológica y la incorporación de una nueva figura. De aquí se derivan
numerosas crisis, falta relación empática, conflictos…
Pero, también puede darse todo lo contrario. Es el denominado flechazo. Se suele dar
cuando se da una ruptura no traumática. Se da como una complementación en lugar
de una imposición.
Las familias reconstruidas tienen mayores tasas de ruptura que las no reconstruidas,
ya que los miembros de familias reconstruidas son más nucleares y, por ello, no
resulta conflictiva una nueva separación.
- Edad. Cuanto mayor sea la edad del niño, peor llevará la reconstrucción. La peor
etapa es la adolescencia. Las tasas de aceptación de una reagrupación familiar son
mayores cuanto menor es el niño, ya que la nueva figura suple la carencia de la
anterior.
- Género. Tienen menos problemas de aceptación los chicos y más problemas las
chicas, ya que suele darse un porcentaje más elevado de conductas sexualizadas en las
chicas que en los chicos. Además, puede darse una lucha madre-hija por la conquista
de la figura masculina. En general, la aceptación en el género femenino es más
problemática.
- Relación con los padres que no tienen la custodia. Las relaciones de la nueva pareja
con la pareja anterior deben ser buenas, ya que el niño pasa a tener dos figuras
paternas.
Son familias con una sola figura parental o cónyuge. Pueden darse por viudedad,
separación o madres solteras. El problema fundamental que generan este tipo de
familias es la falta de apoyo que puede derivar en exclusión social o falta de
estructura social. Se suelen dar por falta de familia extensa y pueden darse problemas
económicos, asistenciales…, por esta falta de familia extensa.
- Familias monoparentales surgidas por divorcio. En este tipo de familia se dan los
traumas y conflictos surgidos por una separación. Se vive una crisis por separación.
Además, se da una doble educación en el niño.
Ha cambiado mucho la percepción social sobre los niños adoptados. A finales de los
años 60 y 70, el no tener hijos estaba asociado a una discapacidad (esterilidad) y era
algo socialmente deplorable. Por ello, las familias escondían las adopciones. En
general, el hecho de la adopción era vivido como algo malo.
Actualmente, es algo normal. Los padres que adoptan tienen una ilusión especial por
ese niño, ya que existe un proceso largo y costoso anterior a la llegada del niño. Se
dedica más tiempo y es un proceso más traumático que en décadas anteriores.
Por ello, son hijos más queridos, con las implicaciones positivas y negativas que ello
conlleva. Además, se tiene un nivel de exigencia mayor que en el caso de la
paternidad biológica.
Es importante que el niño sepa cuanto antes que es adoptado, para evitar el shock que
provoca conocer la verdad. De este modo, existe un nivel reducido de que haya crisis.
- Todas las adopciones tienen un riesgo en la formación del apego. Entre los 0 y
6 años, el niño puede crear nuevas estructuras de apego y afecto.
• Desde el punto de vista de los padres. Los padres son fuentes de información y
son también demandantes de información. Como profesores no tenemos la
función de enseñar a los padres. Pero si queremos reconducir la situación
familiar deberemos actuar sobre los padres. Por ejemplo: malos hábitos de
alimentación en el niño.
Los padres adoptivos son un caso especial debido a que el proceso pre-
parternal ha sido diferente a la preparación de los padres biológicos. Suelen
tener mucha información, pero lo que más se extrae en estos padres es la
angustia por toda aquella información que no tienen. Existe una falta de
seguridad, ya que esta falta de información no es objetiva. Es una inseguridad
propia de la adopción.
Lo primero que debe hacer el maestro es hablar con la familia. Si el niño no sabe que
es adoptado es importante informar a la familia y darle argumentos para dar el paso de
informar al niño sobre su adopción. Por todo lo demás, el niño adoptado no debe ser
tratado como un niño especial, sino como un niño más.
3. Apego
Es de tipo biológico. Todos los animales experimentan cuando son pequeños el apego.
El vínculo de afecto entre madre e hijo es la base de la teoría del apego de Bowlby.
Definimos el apego como la capacidad del niño para generar unas conductas
determinadas frente a unas situaciones más o menos extrañas, entendiendo como
situación extraña aquella en la que la figura del apego no está presente.
Tipos de apego
- Apego seguro. El niño llora cuando la madre no está. En cambio, está bien
cuando ésta vuelve.
- Apego evitativo. Las madres no tienen relación con los hijos, y éstos tienen
igual relación de apego con sus madres que con el resto de adultos. Estas
madres suelen mostrar rechazo hacia el niño.
- Apego ambivalente/preocupado. El niño tiene una relación hostil cuando se da
la separación de su madre. Per, a la vez, cuando busca a la madre también la
busca con hostilidad y reproche. Estas madres muestran una relación
ambivalente con sus hijos (hoy te quiero; mañana, no)
Conocer todo estilo parental es necesario a la hora de tener en cuenta las mediación
social del niño o sus capacidades para mantener actitudes sociales más o menos
positivas.
- Clase social. Unos son más propensos a estilos permisivos, mientras que otros
tienden a estilos autoritarios.
- Nivel económico.
- Temperamento, tanto de los padres como de los hijos. Así, podemos prever los
estilos parentales.
Estilo permisivo. En este estilo parental todo está basado en el afecto, dando libertad
al niño. En este estilo existe la creencia de que la conducción natural del niño es el
bien, por lo que el ser bueno conduce a conductas buenas. Por ello, no hay imposición
de normas ni existe un control sobre el comportamiento del niño. El niño extrae sus
pautas educativas de manera naturalmente buena. Este estilo se basa en las corrientes
no autoritarias (Neil, Rogers y Robin). Se cree que con afecto todo sale porque el niño
es naturalmente bueno. No hay exigencias, sino que todo surge de la relación
emocional y afectiva. Los padres son pacientes. Algunos de los efectos que causa este
estilo parental en el niño son:
Estilo negligente. Los padres no proporcionan normas a los hijos y actúan según su
propio bienestar. Los padres “pasan” del niño en cuanto a normas y afecto. Esto puede
llevar al niño a sufrir una psicopatología: trastornos afectivos en el niño y déficit
cognitivo, ya que no se da una interacción con el adulto. Este estilo parental crea
niños no respetuosos con las normas, con baja autoestima y con bajo
autoconocimiento, ya que para conocerse a uno mismo es necesario conocerse a
través del otro. Son personas con gran falta afectiva y suelen seguir a cualquiera que
les haga caso, debido a la seguridad afectiva que proporciona el que manda. Algunos
de los efectos que causa este estilo parental en el niño son:
- Ideas preconcebidas de cómo debe ser el niño. Es decir, ideas sobre el patrón
evolutivo del niño.
- Ideas sobre cuáles son las mejores prácticas educativas para el niño.
Familia tradicional. Este tipo de familia tiene poca información sobre cómo es el
niño, cómo debe ser un padre, cómo debe ser la educación, cómo se desarrolla y
evoluciona el niño. Los miembros de este tipo de familia no tienen en cuenta los
aspectos psicológicos del niño, ya que para ellos la psicología y las emociones son
inexistentes. Son de tradición psicológica innatista (el ser humano nace con unas
condiciones y con todas sus potencialidades dadas por la genética). Son personas con
baja percepción de poder, ya que creen que no pueden hacer grandes cosas por la
educación de sus hijos. Son pesimistas en cuanto a la información que tienen, ya que
sus expectativas son en general pesimistas. Tienen ideas estereotipadas de lo que se
debe ser, por lo que su conocimiento es rudimentario. Basan sus conocimientos es
estereotipos: sociales, culturales, sexuales…
Familia moderna. Este tipo de familia posee mucha información sobre cómo es el
niño, cómo debe ser un padre, cómo debe ser la educación, cómo se desarrolla y
evoluciona el niño. Los miembros de este tipo de familia tienen en cuenta los aspectos
psicológicos del niño, ya que para ellos la psicología y las emociones son importantes.
Son de tradición psicológica ambientalista o socio-afectiva (el ambiente puede
modificar la estructura genética, el entorno nos da nuestros aprendizajes y
potencialidades). Sus expectativas son optimistas en cuanto a la información que
poseen. Confían en la educación de sus hijos, a la que conceden un papel
fundamental.
Familia paradójica. Este tipo de familia constituye entre el 50 y el 75% de las
familias hoy en día. Es un tipo de familia que se encuentra entre la familia tradicional
y la moderna.
TEMA 2. Maltrato
1. Concepto de maltrato
(Fotocopias)
2. Factores de riesgo
(Fotocopias)
Pero para que nuestra intervención sea del todo adecuada debemos seguir un
protocolo de detcción:
1. Debemos consultar el caso con diferentes profesionales del centro educativo que
nos puedan ayudar: PT, jefe de estudios...
Este instrumento consta de unos indicadores que definen los síntomas que podemos
encontrar en un caso de maltrato. Nosotros, como maestros, debemos marcar los
síntomas de los cuales se tenga evidencia o se sospeche, indicando si estos síntomas
son leves (circunstancia que requiere un seguimiento), moderados (necesidad de
apoyo o ayuda por parte de los servicios sociales, servicios sanitarios...) o graves
(requieren una intervención urgente de los servicios sociales)
Debemos tener presente durante todo el proceso que nosotros, como maestros,
debemos saber derivar los casos de maltrato a los servicios y profesionales
correspondientes, sin ir más allá de nuestra tarea educativa.
Nosotros no seremos los únicos que deberemos dar respuesta a estas demandas de la
familia, otros profesionales, como el pediatra, también las sufrirán. En ocasiones,
deberemos remitirles a ellos y viceversa. Por ejemplo, el control de esfínteres puede
enfocarse desde el punto de vista educativo y también desde el punto de vista clínico.
Podemos orientar a las familias respecto a los tres niveles vitales del niño:
- Nivel prenatal. Podemos informarles sobre los factores que pueden influir
negativamente en el feto: estrés, tabaco, alcohol, drogas...
a) No patológico, relacionado con la forma de relación del niño. Son formas primarias
que pueden conducir a agresividad, ya que no saben reaccionar de otra manera. Es
decir, comportamientos primitivos típicos de los niños.
Debemos hacerles ver a los padres que deben ganarse la autoridad de sus hijos, ya que
el niño necesita una estabilidad emocional por parte de sus padres. La inestabilidad
genera indisciplina y agresividad. Cuanto más pequeño es el niño, más estables
debemos ser.
- Ensoñaciones. Vienen a ser una mezcla de realidad y ficción. Por ejemplo, hablar
con muñecas.
- Fantasías. Por ejemplo, amigos imaginarios. Son ideas complejas elaboradas por los
niños que no existen.
No actuaremos igual según sea el tipo de mentira, ya que las hay que son parte del
juego; mientras que otras son patologías.
El niño debe saber que no es bueno mentir, que nos disgusta. Debemos buscar la
génesis, es decir, la causa que le hace huir de la realidad, el motivo. Pueden ser causa
de conflictos emocionales o patologías.
Lo fundamental es saber por qué miente el niño, ya que sinó no será eficaz la técnica
de modificación de conducta.
En el caso de ensoñaciones y/o fantasías debemos hacer que el niño sea consciente de
la diferencia entre realidad y fantasía. Aún así, debemos tener en cuenta que es algo
normal en estas edades.
Miedos. Hay muchos tipos de miedos. Entre los 3 y los 6 años, los niños empiezan a
tener los primeros episodios de miedo, ya que no distinguen bien lo que es real y lo
que es fantasía. Hay diferentes episodios de miedo según sea su intensidad: terror,
fobia, ansiedad o miedo patológico. La ansiedad es generalizada, la fobia es puntual
en algo concreto. Los tipos de miedos más comunes en los niños son:
- Miedo escolar. Puede llevar a una fobia o ansiedad por el hecho de ir al colegio.
Puede deberse a distintas causas:
a) Cosas que pasan en el colegio: maestra, el colegio como espacio... Es decir, causas
escolares.
b) Fobia escolar. Supone el miedo que sufren los niños por la separación de los
padres, por la ruptura del entorno escolar y el entorno familiar. En condiciones
normales, el niño los controla.
- Miedo al abandono. Suele darse cuando son más mayores. Es el miedo a estar solo, a
la pérdida de vínculos afectivos. Suele darse de los 6 años en adelante y puede
afectarnos durante toda la vida.
- No generes aquello que pueda causar miedo a los niños. Por ejemplo, no contarles
cuentos de vampiros.
- No ignorar al niño que nos dice que tiene miedo, hay que atenderle, consolarle...
Debemos darle respuestas racionales.
Problemas de alimentación. Podemos dar pautas a los padres sobre cómo comer,
centrándonos en la rutina de alimentación:
- La técnicas de acoso y derribo, el hecho de obligar a los niños hasta el extremo para
que coman no es una buena técnica, ya que crea una actitud negativa hacia el hecho
de comer. Por tanto, no debemos ser exagerados en el hecho de obligar a los niños a
comer.
Celos. No existen reglas cerradas, ya que cada niño lo vive a su manera. Los celos son
algo normal, todos los niños tendrán celos. Podemos dar a los padres algunas
orientaciones: compartir el cariño, darles su espacio, darles el rol de hermano mayor,
enfocarlo de manera positiva...
Sexualidad. Se debe hablar de ello sólo bajo demanda. Los patrones deben ser
igualitarios. En cuanto a la orientación que dar a los padres éstos deben evitar poner
sentimientos adultos en niños, en lo que a temas sexuales se refiere.
Modelos vigentes para dar formación e información a los padres. Con la familia
podemos trabajar tres aspectos: biológico (subsistencia del niño), educativo
(estimulación, pautas de comportamiento...) y estabilidad emocional (la da la familia).
- Familia sensible con el niño. Los padres sólo valoran a su propio hijo, sólo piensan
en él. Esto debemos tenerlo presente, ya que transformará nuestra manera de formar a
los padres. En cuanto a la información que les proporcionemos, ellos sólo se interesan
por el curso focalizado en su hijo, lo mediatizan a partir de su experiencia.
- los cambios no son automáticos en la familia. Suele estar afectado por cambios
cuando trabajamos con ellos, pero suelen olvidarlo cuando no estamos presentes y/o
no trabajamos con ellos. Para que nuestra intervención sea efectiva deben llevar a
cabo muchas intervenciones. Debemos tener en cuenta que es muy difícil cambiar a
largo plazo, ya que mientras actuamos, cambian; cuando no, vuelven a lo de siempre.
Antes, el maestro “mandaba” con lo que la familia estaba tranquila, ya que no tenía
otra opción. Es decir, el maestro era la escuela. Ahora, la escuela es el niño, y la
familia influye en el niño más que la escuela. Por ello, no sólo podemos trabajar desde
la escuela, sino también desde todos los agentes que influyen en el niño. Con esto, la
familia se ha convertido en un agente activo en la educación.
Por tanto, el niño recibe una educación formal, una educación informal y una
educación no formal. Por ello, es importante dar pautas a los padres para la educación
no formal e informal que se dará en su casa.
Tipos de programas
- Programas educativos dirigidos a las familias. Son más concretos, diseñados para
una población diana determinada. Suelen tener los mismos temas que los programas
anteriores pero concretados en aspectos más puntuales. Por ejemplo, familias
inmigrantes (higiene, salud, alimentación...)
Los programas de formación tienen una eficacia elevada a corto plazo. Pero como
toda formación requiere una educación (es decir, cambios que se producen en la
persona a partir de un proceso educativo/formativo) si sólo damos formación, al quitar
el estímulo, generalmente, se producen recaídas.
Por tanto, debemos crear métodos formativos que creen un impacto en el tiempo. Es
decir, mantener las rutinas adquiridas.
Es difícil, ya que para que exista una educación es necesario que el educando quiera
aprender y esté dispuesto a cambiar sus estructuras mentales y estilos cognitivos.
Serán más eficaces cuanto más duraderos sean en el tiempo. Aspectos a tener en
cuenta:
- Programas abiertos y flexible. Capacidad de decir hacia donde vamos, pero al final
depende del grupo (modelos de aprendizaje abiertos, aprendizaje basado en el
proceso). El proceso educativo es lo importante. Por ejemplo, si hablamos sobre
alimentación, podemos derivar en temas como el alcohol. Es decir, el devenir de la
conversación es lo que marca el punto del programa. Por ello, la figura del moderador
es muy importante.
- La persona que dinamiza el programa debe tener una buena formación en cuanto a
dinámicas de grupo. Debe dirigir la conversación sin que lo noten. Es imprescindible
un dinamizador.
- Parte de la idea que las familias ya saben cosas sobre el cuidado y la crianza de sus
hijos. Debemos utilizar estos conocimientos para darles más información y, así,
propiciar que se sientan más seguros y con mayor autoestima. De todo lo que
decimos, las familias lo ven lógico. Por tanto, deben ver que lo que les enseñamos es
algo normal. Debemos anclar en lo que ellos hacen lo que les enseñamos.