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AVANCES SOBRE LA PRODUCCION METALURGICA EN MUNIGUA Thomas G. Schattner*, Gobain Ovejero Zappino** y Juan Aurelio Pérez Macias*** * Instituto Arqueoldgico Alemdn de Madrid, ** Sevilla y *** Universidad de Huelva La prospeccién minero-metaltirgica del municipio hispano-romano de Muni- gua (Villanueva del Rfo y Minas, Sevilla) forma parte de una nueva linea de i vestigacién sobre las bases econémicas de este municipio. Los primeros resultados indican que la ciudad surgié como un asentamiento dedicado a la produccién de cobre y hietro y se especializ6 posteriormente como uno de los centros sidertirgicos mas importantes de la Bética. The Hispano-Roman municipium of Munigua (Villanueva del Rio y Minas, ‘SW Spain) has recently been the subject of a mining and metallurgical survey as part of a new archaeological investigation. As the preliminary results show, the city arose as a result of copper and iron production and later became one of the most important smithing centres of Baetica. INTRODUCCION Pasados més de 40 aftos desde el comienzo de las investigaciones Ievadas a cabo por el Instituto Arqueolégico Aleman de Madrid en el municipio romano de Munigua (Castillo de Mulva, Villanueva del Rio y Minas, provincia de Sevilla), se ha acumulado una base de informaci6n suficientemente amplia para poder 1 El descubrimiento de Munigua en J. de Mata Carriazo, “El descubrimiento de Munigua y el espiral de oro del Cerro de Montorcaz”, Madrider Mitteilungen 20 (1979) 272 ss. Una vision de conjunto sobre las investigaciones en Th. G. Schattner, Munigua. Cuarenta Aitos de Investigaciones (Sevilla 2003). 253 HABIS 36 (2005) 253.276 ‘THOMAS G. SCHATTNER, GOBAIN OVEJERO Y JUAN AURELIO PEREZ elaborar 1a problemitica, tanto hist6rica como econ6mica, sobre esta ciudad, situada a 50 km al noreste de Sevilla, en las primeras estribaciones de Sierra Morena (fig. 1). De hecho, el municipio se destaca por unas caracterfsticas, que ~observadas aisladamente una por una- tal vez no susciten demasiada atencién. Todas juntas, sin embargo, son altamente Ilamativas y necesitan una explicacién que abarca toda la existencia de la ciudad. Entre ellas pueden sefialarse las siguientes: — La situacién en las estribaciones de Sierra Morena, relativamente lejana (a 10 km) del rfo Guadalquivir (fig. 1), en lo alto de la colina municipal (fig. 2) y en un lugar que por sf solo no resulta especialmente notable al no ser por la existencia de un manantial a sus pies, que suministra agua durante todo el ajio. — El repentino crecimiento de la ciudad durante una tnica fase constructiva desde época flavia hasta principios del siglo II d.C. y la falta de fases constructivas extensivas posteriores, observandose a partir de ese momento s6lo construcciones puntuales 0 obras de reparacién y embellecimiento. ~ EI tamaiio reducido de la ciudad, de apenas 4 hectdreas (fig. 3)?. — La existencia de una zona de necrépolis dentro del perfmetro amura- Nado*. — El gran espacio ocupado por las construcciones de carfcter ptiblico y sacro en comparacién con el rea de viviendas*. ~ La existencia del Santuario de Terrazas, tinico ejemplo de este tipo arquitec- t6nico en la Peninsula Ibérica, construido en un momento (principios de la época flavia) cuando este modelo arquitecténico en Italia, de donde proviene (Praeneste, Tivoli), ya habfa dejado de usarse hace 160 ajios, recurriendo asf de un modo programitico a los modelos itdlicos anteriores’. — El progresivo abandono de la ciudad a partir del siglo III/IV .C. hasta época almohade® sin que el sitio hasta hoy en dia haya sido poblado otra vez. Estas caracteristicas, tanto las de la fase de crecimiento como las de la fase de abandono, parecen determinantes para la historia de la ciudad. De esta manera se concentra la época aurea de Munigua en los 150 afios desde los principios de época flavia hasta los finales del siglo /primera mitad del siglo III, cuando un terremoto sacudié la ciudad acelerando de esta manera atin mas su declive’. Factores historicos de crecimiento rapido y posterior abandono son indicadores de dependencias monocausales. Parece que estamos ante un solo factor que serfa el 2K. E, Meyer, Mulva HI (Mainz am Rhein 2001) 102, 3M. Vegas, Mulva II (Mainz am Rhein 1988) 8 s. + Meyer, op. cit. F, Coarelli, “Munigua, Praeneste e Tibur. I modelli laziali di un municipio della Baetica”, Lucentum 6 (1987) 91 ss. © F Teichner, “Spuren islamischer Besiedlung auf dem Castillo de Mulva (Villanueva del Rio y Minas, Prov. Sevilla)?", Madrider Mitteilungen 39 (1998) 352 s, 7 W, Griinhagen, “Die Statue einer Nymphe aus Munigua, Madrider Mitteilungen 18 (1977) 272 ss. 254 AVANUES SUBKE LA FRODUCLION MEIALURKGICA EN MUNIGUA & ae Vi \ ei Sitios singuares 8 Bronce, + Romano +h arabe t & Acentamientoe rules Foges Cu Fe con aniguas labors mineras ” ‘Skarne Fe EPeDnO) Escorial Esea‘ias Cantera en granite @ASTOLA y calizatosea hee Fic. 1. Munigua y su entorno. Yacimientos mineros y centros metahirgicos (Procedencia de la figura: [AA Madrid [dibujo G. Ovejero y Laureano de Fratos]). principal responsable del crecimiento de la ciudad y, cuando éste entré en crisis, del abandono del municipio. Son exactamente estas observaciones las que llevaron a la elaboraci6n de una Iinea de investigacidn cuyo objetivo principal es el estudio de las bases econémi- cas de Munigua. En esta direccién apuntaron ya las observaciones hechas en las 255 THOMAS G. SCHATTNER, GOBAIN OVEJERO Y JUAN AURELIO PEREZ, Fic. 2. Vista de Munigua (Procedencia de la figura: IAA Madrid Foto Neg. Nr. R 16-99-42 [M. Perkovic]). primeras visitas al lugar en 1757 cuando Don Tomés de Gusseme, gobernador de Lora del Rio y descubridor de Munigua, deja constancia de “...escorias de metales en grande abundancia, que indican aver tenido alguna fabrica en esta especie”®. De hecho, los vestigios de escorias en la ciudad son evidentes. Se en- cuentran tanto en los muros como en la pavimentacién de las calles, allf donde se necesita un material de relleno asequible en grandes cantidades. Asi, a través del testimonio de Gusseme, el planteamiento de mineria en Munigua es tan antiguo como su descubrimiento, y desde el primer momento se ha tenido conciencia de ello’. Desde entonces, en muchas publicaciones se ha llamado la atencién de la importancia de la minerfa en el municipio", legdndose, sin embargo, solamente ® Documento publicado por J. de Mata Carriazo, “El descubrimiento de Munigua y la espiral de oro del Cerro de Montorcaz”, Madrider Mitteilungen 20 (1979) 274 ss. 9° W. Griinhagen, “El Santuario de Terrazas en Munigua”, V Congreso Nacional de Arqueologia (Zaragoza 1959) 277 ss. 10 Véase Th. G. Schattner, Munigua. Cuarenta Afios de Investigaciones (Sevilla 2003) cap. bi- bliografia s.v. Mineria y hornos, con especial destaque para las iltimas publicaciones de M. Griepentrog, “Bergbau im Umland von Munigua. Neue Ergebnisse zur Wirtschaftsgrundlage der Stadt”, Provinzial- romische Forschungen, Festschrift fir Ginter Ulbert zum 65. Geburtstag (Espelkamp 1995) 238 ss. eI. Keesmann, A. Kronz y K. E. Meyer, “Archiometallurgische Untersuchungen auf der Iberischen Halbinsel — Ergebnisse einer Gelindebegehung im Umland des hispano-rémischen Munizipiums Mu- 256 AVANCES SOBRE LA PRODUCCION METALURGICA EN MUNIGUA we (soon. Fic. 3. Plano actualizado de Munigua con localizacién de los escoriales (Procedencia de la figura: IAA Madrid [dibujo Laureano de Frutos]). LE 257 THOMAS G. SCHATTNER, GOBAIN OVEJERO Y JUAN AURELIO PEREZ ahora a un proyecto centrado en ella. Este proyecto forma la tercera etapa en la historia de la investigacién de Munigua, después de que en 1956 el recién fundado departamento del Instituto Arqueolégico Aleman (IAA) en Madrid iniciara sus investigaciones en el yacimiento. La primera etapa abarca unos diez afios, desde sus inicios, en el aio 1956, hasta el afio 1967, y tuvo como objetivo el descubrimiento, la documentacion y el estudio de los edificios puiblicos mas destacados. Es la época en la que se trabajaba con grandes equipos de trabajadores y se pusieron al descubierto la mayor parte de los monumentos conocidos: el Santuario de Terrazas, el Templo de Podio, el Foro, el Pértico de Dos Pisos, el Templo de Mercurio, y las Termas. A partir de una prospeccién superficial dirigida por W. Schille se excavé en cuatro dreas: en el Santuario de Terrazas, en el asentamiento ibérico, en la Necrépolis Este, y en el Mausoleo. Los trabajos consistfan -sobre todo en la parte alta de la colina municipal- mds en un descubrimiento de los edificios, tras eliminar el derrumbe causado por la erosién desde la colina, que de una excavacién propiamente di- cha. La direccion de los trabajos fue de W. Griinhagen!'. Las investigaciones en la Necrépolis Este, que fue excavada en una pequefia parte, origind el primer volumen de las publicaciones sobre Munigua'?, La segunda etapa obedece a un nuevo objetivo del proyecto, que consistia en la incorporacién de la parte baja de la ciudad, donde supuestamente debfan localizarse las casas y viviendas, para legar de esta manera a una imagen mas precisa de éstas y a través de ello sobre el urbanismo del municipio. Se abrieron los largos cortes n° 145 en direccién Oeste-Este, y n° 148 en direccién Norte-Sur en el afio 1967 con el objetivo de conocer si el rea doméstica era contemporanea a los edificios publics conocidos, si éstos habfan sido construidos ex novo y, si eso era asi, qué esquema urbanistico se habfa seguido'. La formulacién del nuevo objetivo fue expresada por primera vez por Th. Hauschild, que habia formado parte del equipo como arquitecto desde el primer momento, y se incorporarfa cada vez ms en la direccién del proyecto, hasta dirigirlo oficialmente a partir de 1983'4. El nigua (Castillo de Mulva, Prov. Sevilla)”, R. Rolle, K. Schmidt y R. F. Docter (eds.), Archdiologische Studien in Kontaktzonen der antiken Welt (Gottingen 1998) 629 ss. Nl Entre sus aportaciones destacan W. Griinhagen, “El Santuario de Terrazas en Munigua”, V Congreso Nacional de Arqueologia (Zaragoza 1959) 275 ss.; W. Grlinhagen, “Hallazgos epigedfi- cos de la excavacién de Munigua”, VI Congreso Nacional de Arqueologia (Zaragoza 1961) 214 ss.; W. Griinhagen, “Monumento de Dis Pater de Munigua”, Actas del Symposium Segovia y la Arqueo- logia Romana (Barcelona 1977) 201 ss.; W. Griinhagen, “Farbiger Marmor aus Munigua”, Madrider Mitteilungen 19 (1978) 290 ss.; y W. Griinhagen, “Cronologia de la muralla de Munigua”, Homenaje a Séenz de Buruaga (Badajoz. 1982) 204 ss. 12K. Raddatz, Mulva I (Mainz am Rhein 1973). 15 Th, Hauschild, “Munigua. Exploraciones en el érea de la ciudad, al este del foro”, Noticiario Arqueolégico Hispano 13/14 (1969-1970 [1971}) 61 ss. G. Gamer, “Mulva-Munigua (Sevilla). Corte n° 148”, Noticiario Arqueoldgico Hispano 1 (1972) 51 ss. 4” Entre sus trabajos merecen citarse Th. Hauschild, “Munigua. Die doppelgeschossige Halle und die Adikula im Forumgebiet”, Madrider Mitteilungen 9 (1968) 263 ss.; Th. Hauschild, “Untersu- cchungen im Stadtgebict dstlich vom Forum”, Madrider Mitteilungen 10 (1969) 185 ss.; Th. Hauschild, “Bemerkungen zu Thermen und Nymphium von Munigua”, Madrider Mitteilungen 18 (1977) 284 ss.; 258 AVANCES SOBRE LA PRODUCCION METALURGICA EN MUNIGUA resultado de estos trabajos arqueolégicos se publicé en Jos voltimenes Mulva IT'S y Mulva IIS, pero con relacién al objetivo formulado hay que destacar el vo- lumen Mulva IV". La tercera etapa es la que se viene desarrollando a partir del afio 2000. Los objetivos son dos: en primer lugar, terminar los estudios pendientes sobre algunos temas y edificios, como el Santuario de Terrazas, la muralla, los recintos funera- rios y, en segundo lugar, iniciar esa nueva linea de investigacién sobre las bases econémicas de la ciudad, de la que se pueden esperar resultados que permitan comprender mejor su cardcter y su historia. Forma parte de este proyecto de in- vestigaci6n el andlisis del poblamiento rural del territorio de la ciudad, el estudio de las fuentes de aprovisionamiento de materiales de construccién (canteras), y la investigacin de las producciones minero-metalirgica, agricola y ganadera, que constituyeron el soporte econémico de este municipio romano. En estos campos hay ya alguna investigacién hecha y publicada anteriormente. Asi, las investigaciones de todos estos afios nos confirman que la extensién del olivar y la elaboracién de aceite deberfa ocupar un lugar de cierta importancia en la economia agricola de la ciudad a juzgar por los dos torcularia encontrados dentro del recinto amurallado (casas n° 1 y 2) y por la gran densidad de pobla- miento rural que estamos documentando'®. El anilisis de los restos de fauna recuperados en las excavaciones nos informa ademds de una ganaderfa especializada en el ganado vacuno (bos taurus) y porcino (sus domesticus), y en menor proporcién cabras y ovejas. La dieta alimenticia de los habitantes comprendia también especies salvajes producto de la venatio, ciervo, corzo, liebre, jabalf, y paloma, y, a titulo excepcional, peces de mar", De la sociedad muniguense tenemos alguna informacién a través de las inscrip- ciones entre las que destacan las dos famosas tablas de bronce. Primero el rescripto de una carta del emperador Tito a los muniguenses sentenciando una cuestién de impuestos y segundo la tessera de hospitalidad, un contrato de patronazgo firmado entre el quaestor Sex. Curvius Silvinus y la comunidad de Munigua®. La mayor ‘Th, Hauschild, “Vorbericht tiber die Ausgrabungen in Haus 1 und Haus 6. Kampagne 1982”, Madri- der Mitteilungen 25 (1984) 159 ss.; Th. Hauschild, “Munigua. Ausgrabungen an der Stiitzmauer des Forums 1985", Madrider Mitteilungen 27 (1986) 325 ss.; Th. Hauschild, “Los templos romanos de Munigua”, Cuadernos de Arguitectura Romana 1 (1991) 133 ss. 'M. Vegas, Mulva IT (Mainz am Rhein 1988). ‘6M. Blech, Th. Hauschild y D. Hertel, Mulva III (Mainz am Rhein 1993), "7K. E, Meyer, C. Basas y F. Teichner, Mulva IV (Mainz am Rhein 2001). "8 Algunos datos de Ia produccién agricola se encuentran ya en N. Hanel, “Rémische Ol- und Weinproduktion auf der Iberischen Halbinsel am Beispiel von Munigua und Milreu”, Madrider Mit- teilungen 30 (1989) 204 ss., y F. Teichner, “La casa num, 2 de Munigua. Un complejo de produccién de aceite en Sierra Morena”, Ex Baetica Amphorae IV (Sevilla 2001) 1343 ss. "© Sobre la cabafia ganadera véase J. Boessneck y A. von der Driesch, “Knochenfunde aus dem rémischen Munigua (Mulva), Sierra Morena”, Studien iiber frithe Knochenfuunde von der Iberischen Halbinsel 7 (1980) 160 ss., y recientemente K. Kerth, “Archéizoologische Untersuchungen”, Mulva IV (Mainz am Rhein 2001) 273 s. 2H. Nesselhauf, “Zwei Bronzeurkunden aus Munigua”, Madrider Mitteilungen | (1960) 142 ss. 259 THOMAS G. SCHATTNER, GOBAIN OVEJERO Y JUAN AURELIO PEREZ, parte de las inscripciones conservadas, sin embargo, en total unas ochenta, son de tipo puiblico, es decir honorificas 0 dedicatorias, y slo cinco son sepulcrales, Mientras que las inscripciones piblicas ofrecen informacién de Ia elite munici- pal, las sepulcrales apenas dan noticias de ella, mencionando casi en exclusive humiliores, que sin embargo, son suficientemente acomodados para permitirse sepulturas con inscripciones que perpetian sus nombres. Las inscripciones ptiblicas nos dan a conocer una treintena de personajes que constituyen la elite municipal: magistrados, seviri augustales y libertos del municipio. El caso de la flaminica Quintia Flaccina es una excepcién, porque ocupa un cargo provincial. Faltan por completo miembros de la aristocracia imperial, ni senadores ni miembros del orden ecuestre. Algunos nombres, como L. Lucceius y L. Octavius, no son muy frecuentes en la epigrafia de la Bética y se puede por eso pensar en la presencia de extranjeros, presumiblemente de origen itdlico, habitando en la civitas de Munigua en tiempos de Augusto, aunque faltan pruebas concluyentes para asegurar este origen. Parte de esta poblacién de probable origen latino pudo Hegar a Munigua ante las expectativas de la minerfa del cobre y hierro?!. Munigua es asi una sociedad relativamente cerrada sobre sf misma, en la que un ntimero muy pequefio de grandes familias, que ademés estén emparentadas entre si, parece haber asumido el dominio local, los Aelii, Licinii, Quintii, Valerii y Aemilii Pudentes. Una segunda elite est4 formada por los libertos, que legaron a alcanzar algtin poder econémico y que intentan conectarse a las grandes familias con alianzas matrimoniales. Sobre la “otra” poblacién de Munigua faltan fuen- tes. Algunas de estas familias pudieron tener sus intereses en la produccién de aceite y hierro, como ponen de manifiesto algunas inscripciones que relacionan a familias emparentadas con los Ulpii en el comercio del hierro y del aceite, el primero distribuido en Hispalis (Sevilla) y el segundo a través de la figlina de Las Sesenta, entre Axari (Lora del Rfo) y Celti (Pefiaflor)”?. Para el nuevo proyecto de investigacién en la ciudad hispanorromana de Munigua, el Instituto Arqueolégico Aleman de Madrid ha contado con el con- curso del Area de Arqueologia de la Universidad de Huelva. Los resultados preliminares de las primeras campaiias de prospeccién arqueometalirgica indi- can la importancia inicial de la minerfa y metalurgia del cobre de filones muy cercanos a la ciudad (segunda mitad siglo I a.C. y primera mitad siglo I d.C.) sustituida por la metalurgia del hierro principalmente procedente de yacimien- tos més distantes (El Pedroso), que adquiere importancia a partir de la primera mitad del siglo I d.C. 21 Es ilustrativo en este contexto la menci6n de un tal Ferronius, un liberto, quien dedicé el ara en Ia edicula de Mercurio, porque segiin consta, se trata de un nombre de origen etrusco, que aparece, sin embargo, ademas de Italia (CIL X 5477), también en la vecina Itélica (E. Hiibner, CIL 11, Suppl. 6279)), Th. Hauschild, “Munigua. Die doppelgeschossige Halle und die Adikula im Forumgebiet” Madrider Mitteilungen 9 (1968) 286 s. 2 Bsta propuesta en G. Chic Gare Carmona Romana (Sevilla 2001) 465 ss. “Religién, territorio y economfa en la Carmo romana”, 260 AVANCES SOBRE LA PRODUCCION METALURGICA EN MUNIGUA De esta forma, el programa de estudio de las actividades productivas meta- lérgicas desarrolladas en época romana en Munigua, hasta ahora sGlo relacio- nadas con la siderurgia, completar4 el conocimiento de uno de los recursos econémicos de mayor peso en la economfa de la ciudad y de su evolucién a lo largo de la vida del municipio. Los trabajos en este campo han estado orientados a la investigacién de la minerfa romana en el entorno de la ciudad y al andlisis de los escoriales conocidos en el espacio urbano, y permiten esbozar ya en la fase preliminar que nos encontramos ante un panorama mucho més diversificado que el propuesto. CONTEXTO GEOLOGICO Y METALOGENICO, Geologia y metalogenia regional Sierra Morena pertenece a la Zona denominada Ossa Morena (ZOM), una compleja secuencia geoldgica desde el Precémbrico al Paleozoico. Est constituida por formaciones plegadas, metamorfizadas y dislocadas, de naturaleza sedimen- taria y volcdnica, y de ambito de deposicién marino. Al final del Paleozoico se individualizaron algunas pequefias cuencas carbonfferas marino-continentales con volcanismo activo. El conjunto esta atravesado por intrusiones de rocas magmiaticas pluténicas de edad hercinica. La ZOM comprende centenares de yacimientos minerales de mineralogfa, tipologfa, génesis, dimensiones y edades variadas, la gran mayorfa de ellos pros- pectados o explotados desde la Antiguedad. Metalogénicamente, varfan desde ocasionales yacimientos estratiformes (Zn, Cu, Pb) formados en los antiguos fondos marinos por exhalaciones mineralizadas asociadas a diferentes episodios volcénicos submarinos, hasta los numerosos yacimientos formados en partes pro- fundas de la corteza por soluciones hidrotermales que han, o bien reemplazado parcialmente rocas calizas (skarns de Fe, Cu, Au) 0 rellenado espacios fisurales abiertos (filones y vetas de Cu, Fe, Au), espacialmente relacionados con grandes fracturas de extensién regional y profundidad cortical, que han canalizado el paso de las soluciones hidrotermales. Al N de la ZOM, pero dentro de los dominios geograficos de Sierra Morena, se extiende la zona Centro Ibérica (ZCI) con numerosos yacimientos filonianos (Pb, Ag, Cu, Zn, Ba, Sn, W, Sb) asociados a granitoides hercinicos y grandes fracturas (como el distrito Linares-La Carolina) y el singular yacimiento de Hg de Almadén. La ZOM limita al W con la Zona Surportuguesa (ZSP), donde son frecuentes las intrusiones magmiticas de composicién basica y dcida (gabros, doleritas, etc.), y los grandes yacimientos de sulfuros polimetalicos (pirita, cobre, zinc, plomo, plata, oro, y manganeso), que forman la Faja Piritica Ibérica, de edad paleozoica. Se extiende sobre una banda de 250 km, desde el Sur de Portugal (Sierra de Caveira) hasta la provincia de Sevilla (Azndlcollar), y alcanza su méxima ampli- tud en la provincia de Huelva, donde destacan los yacimientos de Tharsis, Sotiel 261 THOMAS G. SCHATTNER, GOBAIN OVEJERO Y JUAN AURELIO PEREZ, Coronada, Buitrén, Cueva de la Mora, y Riotinto?’. Contiene aproximadamente 140 yacimientos de pirita y de sulfuros de metales base, evaluados en mas de 1.750 millones de toneladas de mineral”. En definitiva, desde e] punto de vista mineral los yacimientos metdlicos del entorno de Munigua no constituyen un hecho singular 0 aislado, sino unos més en la gran densidad de yacimientos dispersos a escala regional. La ZOM entra en contacto en sus zonas meridionales con los sedimentos marinos recientes (calizas fosilfferas miocenas) del Terciario del Valle del Gua- dalquivir y sus tierras aluviales. Geologia y yacimientos metélicos (cobre, hierro) del entorno de Munigua Las rocas En este contexto regional el territorio de Munigua se asienta sobre terrenos graniticos (Granito de Ventas Quemadas), rodeados por rocas metamérficas paleo- zoicas de diversas litologias, pizarras, cuarcitas, calizas cristalinas, conglomerados, e incluso capas de carbén?>. Estos granitos, muy alterados y descompuestos en superficie, presentan ocasionalmente bloques esferoidales no alterados, que han sido localmente objeto de canterfa antigua para extraccién de bloques sillares y columnas (Piedra Pistola). El granito esta muy fracturado e intruido por estrechos diques porfidicos y apliticos, generados en fase magmitica tardfa hercinica y emplazados a favor de fracturas de orientacion NW-SE. Han resistido la erosién més que los granitos y emergen en el paisaje en forma de caracteristicos crestones rocosos, de color rosado y gran dureza, contrastando con los granitos blanquecinos y alterados encajantes. El Santuario de Terrazas de Munigua, se enclava sobre uno de estos crestones, reflejando una fractura importante a la que estarfa ligado el manantial del Tamohoso, que alimenta permanentemente el arroyo y habria 2) Una obra de conjunto sobre las minas de la zona surportuguesa en I. Pinedo Vara, Piritas de Huelva, su historia, mineria y aprovechamiento (Madrid 1963). Sobre los tipos de mineralizaciones y la génesis de las masas minerales E. Rambaud, El sinclinal carbonifero de Riotinto (Huelva) y sus mineralizaciones asociadas, Memorias del Instituto Geolégico y Minero, LXXI (Madrid 1969); G. K. Strauss y J. Madel, “Geology of massive sulphide deposits in the Spanish-Portuguese Pyrite- Belt", Geologische Rundschau 63 (1974) 191 ss.; F. Garefa Palomero, Caracteres geolégicos y relaciones morfoldgicas y genéticas de los yacimientos del Anticlinal de Riotinto (Huelva 1980); E. Martin Gonzélez, Minerfa y génesis de Cerro Colorado (Riotinto) (Madrid 1981); € Instituto Geol6gico y Minero de Espafia (LG.M.E.), Sintesis geoldgica de la Faja Piritica del SO de Espana (Madrid 1982). La explotacién metalérgica en época romana en A. Blanco y B. Rothenberg, Explo- racién Arqueometaliirgica de Huelva (Barcelona 1981), y J. A. Pérez Macfas, Las minas de Huelva en la Antigiiedad (Huelva 1998). 24, Tormos, Base metal deposits in Spain: mineralization in a diversity of environments, LGM. (en prensa). 25” La geologia regional en J. Fabries, Les formations cristallines et metamorphiques du Nord- Est de la province de Séville (Espagne) (Nancy 1963); y W. Simon, “Die Sierra Morena der Provinz Sevilla in nach-variscischer Zeit, Ein Beitrag zur Frage der Guadalquivir-Storung”, Senckenbergiana 25 (1944) 56 ss. Un resumen de la misma en Mapa Geoldgico de Espaiia, Ventas Quemadas (941- 13/38), Instituto Geol6gico y Minero de Espafia (Madrid 1975). 262 AVANCES SOBRE LA PRODUCCION METALURGICA EN MUNIGUA garantizado una fuente segura y permanente de agua a Munigua, en época estival o de sequias extremas periddicas. Sobre este conjunto de materiales ha actuado una erosién diferencial que ha ido modelando las alineaciones de sierras y valles que siguen las estructuras plegadas por la orogenia Hercfnica y la impronta de los grandes lineamientos tecténicos. La roca encajante del Granito de Ventas Quemadas son pizarras y cuatcitas paleozoicas. Al Carbonifero pertenece una banda de calizas grises recristaliza- das que afloran a 5 km al SW de Munigua (Sierra Traviesa). Los peldafios del Santuario de Terrazas proceden probablemente de estas calizas aunque no se ha localizado hasta la fecha su zona de extraccién. Las calizas y areniscas calcdreas fosilfferas del Terciario marino recubren parcialmente las rocas paleozoicas del borde de la sierra. Forman plataformas amesetadas sobre las que existen magnificos vestigios de canterfa antigua para la extraccién de bloques de construccién Yacimientos metélicos Las mineralizaciones del entorno de Munigua se distribuyen en dos tipos de yacimientos bien diferenciados mineralégica, genética y morfolgicamente: yaci- mientos filonianos de cobre-hierro y yacimientos de skarn de hierro magnético. Consideramos necesario pasar a una descripcién geolégica algo detallada de los mismos aunque orientada a visualizar aquellos aspectos geol6gicos y metélicos perceptibles y entendibles desde la perspectiva practica del antiguo prospector, minero y metalurgo. Yacimientos filonianos (cobre y hierro) Consisten en filones discontinuos, no verticales sino con pendientes medias (buzamientos) de 50° a 60° y una anchura (potencia) total de caja filoniana del orden de 10 m, conteniendo una o mds vetas mineralizadas en torno a 1,5 m de anchura. La mineralogfa del relleno filoniano consiste en un veteado anastomo- sado de cuarzo y siderita (carbonato de hierro) y de las propias rocas encajantes silicificadas, con pintos ¢ hiladas de sulfuros primarios: pirita (sulfuro de hierro) y calcopirita (sulfuro de hierro y cobre). La zona superficial de los afloramientos, hasta unos 8 a 10 m de profundidad, ha sido alterada y oxidada por la accién metesrica dando lugar a un gossan ferrugi- noso con sulfuros primarios de cobre (calcopirita) y hierro (pirita), preservados de la alteracién, y minerales secundarios de enriquecimiento en cobre, caracteristicos de esta zona de oxidacién. Es en esta zona de oxidacién donde se concentran las antiguas labores mineras, No se ha apreciado desarrollo a mas profundidad de una zona subyacente de cementacién de enriquecimiento en sulfuros secundarios de cobre (cobres grises), sino que la zona de oxidaci6n pasarfa directa y gradualmente a la zona de sulfuros primarios (pirita, calcopirita) no alterados. 263 THOMAS G. SCHATTNER, GOBAIN OVEJERO Y JUAN AURELIO PEREZ, En el entorno de Munigua, se presentan dos sistemas direccionales filonianos, ortogonales entre sf, bien diferenciados (fig. 4): EI sistema principal Jo forma la gran estructura de Ja Falla de Arenillas (NW-SE), que sobre una longitud de 13 km presenta tres sectores filonianos mineralizados (Cu, Fe) discontinuos y consecutivos (de NW a SE): Manchallana (1 km); Pilar de Ja Pepa-Arenillas-Miraflores (2,5 km); y Piedra Resbaladiza (0,9 km). El hierro en forma de siderita es omnipresente, pero el cobre muestra una zonacién espacial lateral, con presencia visible significativa de cobre sélo en Pilar de la Pepa y en Piedra Resbaladiza?®. EI sistema secundario lo forma la estructura filoniana de Puerto Cid (NNE- SSW), de 2,5 km de longitud, con una mineralizacién similar a la anterio, pero con predominio del cobre sobre el hierro. Todos estos filones forman en el paisaje crestones conspicuos (debido a las vetas de duro cuarzo y a la silificacién de las rocas encajantes), rectilfneamente alineados, teffidos de manchas rojizas ferruginosas y salpicados de pintos de in- tenso color verdoso de los minerales de alteracién de cobre (fig. 4). Estos rasgos son suficientes a los ojos de un prospector minero. Es probable que una gufa adicional de prospeccién (como lo sigue siendo hoy dfa) haya sido la presencia de vegetacién rala y de una pequefia planta rojiza (agrillo)?? sobre los afloramientos filonianos, motivadas por la écidez del suelo (debido a la formacién de aguas dcidas generada por la oxidacién de los sulfuros). EI hierro ha sido también mena extraida de estos filones, a partir de Ia si- derita, parcialmente oxidada en oxidos ¢ hidréxidos de hierro, atin siendo una mena de hierro de baja calidad comparada con la mena de hierro procedente de la magnetita y oligisto de los skarns de El Pedroso. Yacimientos de skarn Las mineralizaciones de skarns de hierro se encuentran en el término muni- cipal de El Pedroso”*. En ellas domina el mineral masivo en bolsadas de hierro magnético (magnetita) y oligisto, acompaiiado de los caracteristicos minerales silicatados de skarn, que han reemplazado a la caliza, y tiene unos altos contenidos de hierro que oscilan entre el 58 y 64%. Hay sdlo algunos otros pequeiiisimos afloramientos de magnetita y oligisto entre Munigua y el Pedroso, asociados a restos de calizas skarnificadas. 26 No existen estudios sobre esta formacién de sulfuros de cobre. La caracterizacién de las mismas se debe al proyecto de prospeccién geolégica en curso. 2° Rumex bucephalorus, segin determinaci6n del Dr. Reinder Neef del IAA de Berlin. 28 Estas minas y sus minerales en B. Carvajal y Acufia, Criaderos de hierro en Espaiia, Me- morias del Instituto Geolégico y Minero, VI (Madrid 1944); F, Vazquez Guzmén, “Contribueién al estudio de los yacimientos de hierro del suroeste de Espaiia”, Boletin Geoldgico y Minero 79 (1968) 356 ss.; y F. Vazquez y L. Amado, “Génesis de los yacimientos de hierro de la Sierra de El Pedroso y el Travieso”, Boletin Geolégico y Minero 80 (1969) 58 ss. 264

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