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De lo uno a lo otro: conocimiento, razén y subjetividad en Descartes Luis ARENAS Universidad Complutense RESUMET!: La nocién de identidad se presente en Descartes como una idea gufa que ‘podremos ver reaparecer bajo méltiples formas en diversas etapas de la reflexion ccartesiana y que se extenderd a aspectos tan diversos de sit pensamiento como su teorfa del conocimiento y de la ciencia, su teologia o su ontologia. Para él, cono- ‘cor es reconstruir identidadcs. La segunda parte del trabajo trata de sugerit e6mo Ja nocién misma de subjetividad y de su identidad es el preeipitado de discursos muy diferentes y hasta contradictorios, y que es de csa suerte dle heterogeneidad de ‘comtextos de donde provienen en ocasiones tas paradojas y ambigiiedades con las que la nocién de sujeto se nos presenta en Descartes. ABSTRACT: In Descartes’ philosophy the notion of identity is a guide-idea which is extended to many aspects of his thought, namely his theory of knowledge, theory of science, ontology oF theology. Knowing for Descartes is to reconstruct identi- ties parcially faded away in the phaenomena. Futhermore, the second purpose of ‘the paper is to suggest that the notion of subjectivity and its identity isthe result of different and even contradictory discourses. The ambiguity and paradox in Carte- sian notion of asubject» come from the heterogeneity of those plural contexts from ‘which it is generated. INTRODUCCION «De lo uno a Jo ot7o es et gran toma de la metafisica. Todo el trabajo de la razén humana tiende a la eliminacién del segundo término. Lo otro no existe: tales la fe racional, la incurable creencia de la raz6n hutnana. Identidad = rea idad, como si, fin de cuentas, todo hubiera de ser, absoluta y necesariamen- te, uno y lo mismo. Pero lo otro no se deja eliminar; subsiste, persiste; es el Ihueso duro de roer en que la razén se deja los dientes. “Analesdel Seminar de Historia da Flop, 9°13, 97-124 Serica de Publicaciones UCM, Mad, 996 98 Luis Arenas No tenemos constancia alguna de que Juan de Mairena, cuando recogia esa reflexi6n entre sus apuntes de clase, tuviera en mientes la filosofia cartesiana, Acaso sea més probable que, en raz6n del conjunto de lugares comunes que unas veces con raz6n, otras sin ella, Ia Historia de la Filosofia ha ido sedimen- tando siglo a siglo, estuviera pensando més bien en autores como Parménides, Platén, Leibniz, Fichte 0 Hegel. La nocién de identidad, entendida como una suerte de foco originario en el que se resolviera la pluralidad fenoménica de lo real, parece estar més vinculada a figuras historiograficas como las del Ser par- menideo, las Ideas plat6nicas o la Dialéctica del Yo fichteano que a cualquier otro t6pico de la filosofia de Descartes. ¥, sin embargo, la tesis tltima del pre- sente trabajo seré que, al cabo, Juan de Mairena bien podsfa haber estado pen- sando en Descartes: la nocién de identidad seré —si estamos en to cierto una idea guia que podremos ver reaparecer bajo miiltipes formas en diversas etapas de la reflexién cartesiana y que se extenderd a aspectos tan diversos de su pen- samiento como la teorfa det conocimiento, la teoria de Ia ciencia, su ontologia 0 su teologfa Puede resultar chocante, no obstante, que se haga un alegato tan ambicic So respecto de una nocién que en cualquier indice general de los términos uti- lizados en las obras de Descartes no suma més alld de tres 0 cutatro registros, Se podria aplicar a nuestra hipétesis de trabajo aquello otro que el mismo Des- cartes decfa de los que: al estudiar a un filésofo. «no conitentos con asimilar todo aquello que es explicado de forma inteligible por su autor, descan encon- trar en sus obras solucién para muchas dificultades sobre las que nada dice y en las que posiblemente nunca pens6» '. No seria inverosimil que éste fuera ‘uestro caso. Seré mayormente tarea del lector juzgar si es 0 no asi. El propé- sito que nos mueve es tan s6lo traer a colacién aquellos textos y argumentos gue hacen viable, a nuestro juicio, una interpretacién semejante. Para ello en luna primera parte del trabajo ensayaremos en qué medida la tarea fundamental a la que se enfrenta toda adquisicién de conocimiento para Descartes puede vincularse a un determinado modo de entender el concepto de identidad. Nues- {fa tesis seré —dicho sucintamente— que para Descartes conocer no va'a ser IE _t paral Descartes conocer no vila ser ! Discurso del métado, Vi, AT. VI 70. SeRalamos a continuscin lis versiones a espaol utii- zadas en las citas de las obras raducidas. Para haer ms eémodo el acceso a ls tostos as tad, ) y(<), % Reglas... XI, AT.X. 431 106 Luis Arenas (Siendo més agudo el tono en proporcién directa al peso que sostiene ¢ inversa 2 su longitud y grosor), podremos no s6lo determinar el fundamento de la iden- tidad del sonido mas allé de la diferencia de longitud, peso y grosor, sino incla- so calcular cualquier cuestién angloga que se nos propusieze (por ejemplo, qué ‘peso habria de sostener una cuerda de cuatro veces la longitud de A ¢ idéntico ‘grosor para producir el mismo sonido, etc.). Se trata, por tanto, de uina cuestion Con sentido, —de una cuestién «enfocada», cabria decir—, dado que la nica dificultad procede de determinar las variables dentro de las que el problema es resoluble planteado en términos de proporciones e igualdades. Anélogo es su enfoque en la explicacién de otros fenémerios naturales como es el caso de ta naturaleza del imén. Frente a Gilbert quien atin invocaba Jaexistencia de poreidn dobleo triple ctc., an ser mediante ciera analogia con la exten- = Si6n del cuerpo figurado» La mensurabilidad habia dicho Descartes que consttufa junto al orden el asunto del que su matemética universal habfa de tratar®, Vemos ahora por qué: ‘Bios seo comer in eed ae i ae pe pes tes ee do como base de la comp neces, Raber en Jone qucrtuon deci ehcp combine abies aaa a la luz una relacidn de proporcionalidad fenoménicamente oculta? significa que todas las proporciones que quepa encontrar tienen su fundamento a parte rei? ,que cualesquiera de tas relaciones sefialadas existen efectivamente en fos ‘objetos? co tal vez —atendiendo a una distincién que Descartes recoge de la tradiciGn escolistica— tan s6lo que son relaciones reales? El propio Descartes insiste en que no todas. Jes elaciones estariin fundadas eases, ssa gi slain dineines este alpen se oem, Ign sentido semejantea cualquier otra cosa. Pero desde el punto de vis- ta de la matematizaci6n del conocimiento que Descartes propone no es Jo real- Reglas... XIV, AT X. 440, 7 Replas...KIV, AT. X44, En ese proceder anldgico hallamos, po cierto furdamento de 1a evolucion peométrica que Descareslevaria a cabo 270s después con su Geometria. Ya en as Zegulae se esbozan los pritmeros intetos de lograr una proyeccién geomstica de las principales re clones arieméticas —por ejemplo en ia regla XVU--, intntas que slo en Ia Geometria quedarén _guilatedos de forma més precisa, ® Chr Reglas..1V. AT.X. 378. > Replat... IV. AT. X, 489-450. 99 eglas., IV, AT. X. 448, 108 Luis Arenas mente interesante saber si esas relaciones que la mente se encarga de sacar ala luz son o no objetivas. Toda relacién que pueda ser subsumible a términos y relaciones mateméti i r todavia existente. Esa diferencia entre realidad y existencia la vemos consig- ‘sada en una carta del 16 de abril de 1648; Descartes se sirve de ella, por cier- to, para aclarar a su comunicante la diferencia entre matemitica y fisica: «Todas las demostraciones de los maternéticas versan acerca de obje- {08 y entes verdaderos, as{ como todo el universo de los objetos matemé: ficos y cualquier cosa que los considere en esto ex wit ente verdadero y veal y tiene.una naturaleza verdadera y real ne menos que el objeto mis- mo de la fisica. La diferencia radica, >. S60 en esto, en que la fisi- a considera su objeto no s6lo como uh ete real quanto que existente en acto y en cuanto io STEMS cs pose Ps exten coat ae pudiendo sin embargo existir» Pee sn embargo exiatin Pero si no ioda relacién matematizable obedece al reflejo de una estructu- ‘pobletivamente EXIIBHIE ea eUmindo, serd menester¢ jncluir que To deramente significative en el modo de lc * -musmo.y no Tos objetos o relaciones singulares que con sidera..La matemética ‘universal no eS ya una clencia particular al modo.en_que pueda serlo la aritiné ‘ica 0 Ja Gptica; €s una verdadera ciencia univ nen el-camino-conforme-al-cual (méta-ddos) hall ei_conocimiento El sniversal malefnico def coviocimentoradica en el hecho de que la ari ope- re ionalidad e identi en sltima instaneia, CORRECTS: ionales e identidades no triviales, Lo significative, pes, serd que la estrategia inherente a todo uso de la racionalidad consista cn {raer a s{ntesis elementos en principio dispersos y en recomponet racional. ‘mente —estoes, matemdticamente— la identidad de esos disiecta membra que se m0 dan a consideracién. A ese acto de traer a sintesis lo, intui- i6n Kant lo llamaré, siglo Y medio después, juicio, ¥ serd un dato de ningun Tmo Catal di ol a ‘iatematizacién del conoci- miento y la consciencia que Descartes instaura en la primera mitad del xvi, 3B At. V, 160 (el subrayado es nest): Ea los Principio de flosfta Ul. $ 21) Descartes env ‘minos semejantes hace exuivatr rel’ a verdaderamente imaginable (ie. conceit por el enteral ‘mieoto aunque no ncesariamenteexisen) Frecisamente, Zune evoca en Los problemas fandamenules de la metafsica occidental (Madrid, Alianza Editoral/Fandaci6n X. Zubr, 1994) los ecos presocricos de este modo de enon derel metodo, Método pars Descartes significa »paco mds 0 menos Io qe sgniicaba para el peopl Parménides cuando bablabajustamente del dos 18 dlesheis, del camino que sondvee ala verdeds (129), De lo uno a lo otro: conocimiento, razin y subjetividad en Descartes 109 gue cuando Kant disefte Ta estructura especifica del juicio al comienzo de la Deduccién metaftsica lo-haga estableciendo una analogia con el concepto matemético de funcién, El juicio,.como.la funcién.en.el Algebra consisie —dirsKant—en-la-unidad.del-acto de_ordenar diversas repre- sentaciones bajo una comin". La sintaxis judicativa se basa en una estiuctiira andloga a la de fa matemdtica y tan simple como la que expone una funcién del tipo fox) = ax. Pero ya en el Libro Tercero de su Geometria Descartes nos advertia algo semejante por lo que se refiere a la forma en que opera la razon en aplicacion del nuevo método: « de esa ciencia universal se determina —Descartes lo sefiala con rotundidad-—en razén de que ese lenguaje es el mas acomodable al espiritu humano *. Que ello Sea asi parece sugerir de algtin modo que el método en Descartes constituye tan. ‘o la expresion de un proveder cientifico objetivo cuanto el reflejo de una nati. raleza de la raz6n. Sies el de a matemitica el que se impone como lenguaje dal mundo no lo es tanto porque e| libro de la naturaleza esté escrito con carasteres materticos sino més bien porque el lenguaje matemético es el que mejor comulga con la naturaleza previa de la propia raz6n, una razén cuya tendencia ‘més propia a la hora de conocer consiste, precisamente, en buscar proporciones, Dresentar equivalencias , en otros términos, establecer identidades férreas, En clo estiba, por cierto, la principal diferencia entre Descartes y Galileg por lo que se refiere @ la consideracién dela matemética como necesario lenguaje de la naturaleza. Ambos comparten la idea de que e i Ja fisica alien: aie cuantitativo de la matemdtica y abandonar. por tanto, explicaciones en ter. Sito de exusas Tormales, cualidades ocultas 0 antropomorfismos de cualeifer lo Semecjante, «horror» al vacio, etc). En sDis.cn su interpret iatico ash Se aplicaci6a de este lenguaje-« sus acusadores Galileo jura Regia. IV, ATX, 374, eto uno ato oe: conoinine, rainy bjtvided en Descanes ih la_con que Dios habfa escrito.el libro de la.naturaleza —mejor que nada to Gertie Callen nal ie alee ue Hea sca f sacién_que no.se ‘Gompromete, como hemos “vig conta {a existencia objetiva de todas las relacio- spat cpl onan we Y la proporcion watematieg ‘ho menos ser el resultado de relaciones que tienen un fandamento real en & ‘objetos cuanto el orden. «producido sutilmente por el pensamiento>?7. El carécier matemético de este orden en cualquier caso no es puesto en cuestidn: «Es manifiesto, segin esto, que en un mismo sujeto puede haber dimensiones diversas y que ellas nada afladen en absoluto 2 las cosas medidas, sino que se éntienden de igual modo tanto si tienen un funda- ‘mento real en los mismos sujetos, como si han sido excogitadas al capri~ : ‘cho de miestra mente. (..) Todas estas cosas, sin embargo, se comportan de la misma manera si son consideradas dnicamente bajo la razén de dimensién, como debe hacerse aqul y en las disciplinas matemticas, pues coresponde mAs a los fisicos examinar si el fundamento de aquellax es realy ®. Por Jo que a la aplicacién de ese lenguaje se refiere, también es posible {encontrar cirtacivergenciaen las respectivasinterpretaciones de Descartes y fsiea” 70 la cuesti6n entonces exige plantear otra pregunta. La razén humana és ahora coextensiva con su proceder matemitico. Pero jcémo entender en este ‘caso «matemético»? Matematicas y razén se coimplican; pero jen qué sentido abe considerar ahora lo matemético? Brevemente: en sentido filos6fico, redu- ciendo sus rasgos a los esquemas mas elementales que hemos venido sefialando: proporcién ys muy especialmente, identidad. Como Dalia Judavitz ha seitaladg, yo bo er atematico sing més bien que Ia inter” 1 Reglas..X, AT. 404 ™ eglas. XIV, AT.X, 448. nz Luis Arenas pretada, or Descartes n,n. sentide. filosSfico en chanto que..orden \égico Femniaisica, © En efecto, adoptar el ropaje matemético en el ejercicio de la 120i S6lo Hee sentido si se incorpOraNTOSSUp Hi .aconsiderar etd S ‘se adapta al espiritu humano“. Y esos supuestos hunden sus rafces en co “poUtiathios denominar antropot6gico-filoséficas. Son, entre otras, Jas que vemos establecer a Descartes en las primeras reglas: que la rizén (a. sabiduria bumana) es una y la misma en todos los hombres —-consideracién en Ta que Descartes insisted affosinds tarde cuando en 1637 abra su Discours de la Méthode afirmando que «el buen sentido es la cosa mejor repartida en el mun- do»—, que existe universal comin para la totalidad de las.ciencias, Ser institut TF reflexion sobre sf_misma, que esa reflexi6n s6lo tiene sentido si se resuelve ‘mediatamente —mediada en este.caso_por_cada-tino-de-los-cursos-cieniificos particulars a través de los cuales ef método se constituye—; en definitiva, que ezisie una convergencia entre el tipo de practica propia de nuestra saz6a consi- derada previamente a cualquier formalizacion y eT & propia de la matemtica tomada aliora en su Sentido mas general, de tal suerte que lo que la .? Jowovme, D: Subjetvity anid Representation in Descartes: the Origins of Modernity, Cam. bridge, Cambridge University Press, 1988, p. 16 rie de ello es, como se ha sefalado en oasions. el papel que ls matemdtioas derempenen nit arguieciOnic de la obra caresiana. Segdn algunos autores, la teorla matemdtca habvir aioe ite cars la fncign de arquetipo o modelo en la consruccion metafvcacertsiana I, Vallone ‘dem, esteblece on estrecho praeismo ene a teartacantesiana de las propocions y el cxpeone ‘de constrccin de les Meditaciones metfisicas, (Mathématiques et métaphysigue cher Descartes Pacis, BU. 1960) fa mera noid comin a anbas dicpins cx toate oe eee den ds propecioncs en mienateas ie coneapenieds dass tance aE TA, i HR Te ri yreEe geT e me idencias metafsicas comenzando por la primera de ells, po la dl cogito, {len aventoraincloso los

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