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2. ORGANIZACION ESPACIAL ‘Al hacer referencia a la geologia, ltologia, relieve, clima y vegetacion de la provincia de Palencia se ponen de mani- fiesto muy claramente cuatro grandes espacios caraceriza- dos por las diferencias que marcan estos aspectos del medio natural en su cistribucién espacial. Estos cuatro grandes ‘espacios son la montafia, al Norte, los paramos detrticos en transicién entre el espacio anterior y la campifia, la propia campifia y los paramos calcéreos al Sur. Ademas de estos ‘grandes conjuntos hay también una pequefia zona con dife- rencias menos acusadas que se sia como una cua en el sector nororiental, entre ia montafia y los paramos detiticos. La zona mas septentrional posse una serie de caracterist- cas claramente diferonciadas de las del resto de la provin- cia: un relieve muy vigoroso debido a una tect6nica relati- vamente reciente y un clma mucho mas himedo y menos continentalizado. La vegetacion, al reflejar las condiciones ‘ambientales, también muestra una clara diferencia existiendo bosques de hayas y robles, especies frondosas caducifolias de influencia allantica que confieren al palsaje un aspecto {ue no tiene nada en comtn con el propio del centro de la Cuenca. En fa parte oriental, el sector del Mesozoico que configura «Las Loras, indica el inicio de otro espacio cuyas iterencias més patentes con la montafia se muestran en la provincia de Burgos, Al Sur de las formaciones anteriores se inicia la gran Cuenca Terciaria, Las diferencias de esta Cuenca con la montatia son bruscas y claras. Dentro de los terrenos torciarios las ccaracteristicas geomorfoldgicas sustentan la diferenciacién ‘entre las tres restantes unidades de la provincia: paramos detricos de relieve ondulado y péramos calcéreos de super- ficie plana con incisiones Muviales que dejan entre unos y ‘otros fa lanura de la campifia. El clima y la vegetacion de todas estas zonas no musstran diferencias bruscas aunque si se puede hablar de una varlacién gradual del Norte al Sur dentro de una misma pauta general. Por tanto, en el marco territorial palentino’cabe distinguir cinco unidades morfoastructurales: * La Montafia palentina * Las Loras * Los paramos detrticos * Tierra de Campos * Los paramos calcéreos En las paginas siguientes se hace, para cada una de ollas, una somera descripcién de sus rasgos fisicos diferenciales. 2.1. Unidades morfoestructurales P-1, La Montafia Palentina La Montaiia palentina esté enclavada en la vertiente meri- ional de 2 Cordillera Cantabrica, y se prolonga por su ‘extremo occidental en ta provincia de Leén y por el oriental en la de Burgos. Su limite septentrional lo constituye el pro- pic limite provincial. El extremo meridional esta claramente ‘marcado por el transito de los materiales paleozoicos y meso- Z0i008 a los terciarios, que se corresponde con al paso del relieve de montafia al relieve suavemente ondulado del paramo detrtico. Este limite es coincidente, en su mitad occi- dental, con la linea del ferrocaril Blbao-La Robla. La Montana palentina, con una superncie ae 994 km*, se ‘caracteriza por las elevadas attitudes de sus cumbres, con LE VA Esccle Gratice n, —— 1050 1 20 30 40 50Km. UNIDADES MORFOESTRUCTURALES. pcos como ef Curavacas (2.528 m), Pefia Prieta (2.598 m) © el Espigiete (2.450 m) enire otros varios de mas de 2.000 m, y por los fuertes desniveles que se hacen notar ‘especialmente al acceder a fa zona desde la superiicie sua- vemente ondulada de los paramos. Estd constituida por materiales paleozoicos con una litologia, variada y de desiqual resistencia. Los suelos estan, como es nratural, muy condicionados por los rasgos de relieve y cli- ‘maticos. En conjunto son poco evolucionades y presentan, reaccién acida o préxima a la neutralidad, pues incluso los ‘edificados sobre materiales calcareos, han sufrido una des- ‘carbonatacion intensa por la abundante precipitacisn. Los mas frecuentes son los Entisoles e Inceplisoles, y tampoco son raros los Itosuelos sobre todo en el sector occidental Son terrenos muy pobres, donde el afloramiento de la roca © la abundante pedregosidad impide cualquier vegetacion que no sea pastizal ralo 0 matas rastreras. Climatologicamente constituye una zona de transicion entre i clima con influencias ocearicas y el clima meciterraneo (con un gradiente Noreste-Suroeste dentro del area), en ‘cuanto a precipitacién y temperatura, correspondiendo al Noroeste las mayores luvias y ias temperaturas menores. La abundancia de lluvias y la presencia de nieve en las lade ras y cimas condicionan el régimen pluvionival de los rios mas importantes de Palencia, como oi Carrién y el Pisuerga, {que tienen en a montafia su cuenca, casi exclusiva, de al- ‘mentacién. La vegetacion arborea autdctona queda restringida a bos- ‘ques de hayas y roble albar, poco extensos debido a una fexplotacion abusiva de su madera. En las zonas altas, se ‘encuentran los pastizales alttudinales, con invasion de bre- zales y escobonalss al descender de cola. El proceso migratorio ha incidido especialmente en esta zona ‘quedando algunos pueblos abandonados y otros muchos, en particular los situados en las altitudes mayores, muy mer- ‘quados de efectivos. La poblacién se concentra en los dcleos situados en ta banda mericlonal, donde curiosa- mente se encuentran algunos de los municipios de mayor oblacién provincial como son los nicleos industriales de ‘Guardo-Velila y Aguilar de Campoo. La zona ha tenido histéricamente un cardcter ganadero muy claro que esta actualmente en regresién por el envejeci- rmiento de la poblacién que no ha emigrado y la escasez de pastores. Los pastizales de alta montafia han sido aprove- ‘chados por ganado vacuno que sube de zonas mas bajas al final de la primavera y ha sido tradicional la venica de ganado merino en verano de otras areas mas secas, en ‘general de Extremadura. Huellas de esta transhumancia son las numerosas cafiadas y una influencia en la forma de vida ‘que se muestra en las costumbres y fiestas. La presencia de carbon en las cuencas de Guardo-Cervera de Pisuerga, Baruelo y en menor medida de La Pemia (Ver ‘mapa adjunto) ha condicionado en gran manera la econo- mia de esas zonas y de otras jimitrofes y ha alterado sensi- blemente el paisaje agrario de fa Montafia palentina, en espo- cial la zona de Barruelo debido a las explotaciones a cielo abierto. Estas cuencas, muy diferentes tanto por la calidad dal recurso que explotan (antracita en Guardo y hulla en Barruelo), como por el nivel de especializacién de la mano do obra, estructura empresarial, etc. han tenido una evolu- ci6n radicalmente distinta, Mientras actualmente en Guardo la economia tione en la mineria un pilar importante, en et resto es un sector en grave crisis cuyo exponente mas rele- vante es Barruelo que ha pasado de una poblacién de 8.695 habitantes en 1990 a 2.422 en 1986. Pe . Las Loras Las Loras, situadas al Sureste de la Montata palentina mar- can al transito entre lo relieves muy movidos, propos de las zonas montafiosas y el ondulado de los paramos, presen- tando ademas rasgos diferenciales singulares debido a las, ccaractersicas de Su sustrato, puesto que a esta unided per tenace el mas importante y casi tnico niicleo de terrenos ‘mesozoicos (la mayor pate Cretécico y algo de Jurisica y Triasico) de la provincia. Los materiales son practicamente todos de naturaleza calcérea (predominio de calzas y mar- {g28, con algunas dolomias y yesos), aunque existen niveles de areniscas, conglomerados y arcillas tipicas de la Facies Wealcica SS se analzara aisladamente la provincia de Palencia, se poutia considera (y asi se considera de hecho en numerosa bibiografia) a esta zona como perteneciente a la Montatia palentina. Sin embargo, si ol andisis se efectia a nivel regio- nal, Las Loras es s6lo el extremo occidental de una unidad morfoestructural que tiene en Burgos su mayor represen tacién, En el sector palentino, ocupa una superficie de 329 km?. La delimitacién de la unidad atiende a criterios fundamen- talmente itologicos. Por el Norte, se ha tomado come limite el trazado del ferrocartl de via eetrocha de La Robla @ Val ‘maseda, porque sigue con bastante exacttud el trnsito de PRINCIPALES CUENCAS CARBONIFERAS DE LA PROVINCIA DE PALENCIA s, SANTANDER [Tome ote rem ute Pet sconce ce Cons Lad los materiales paleozoicos a las calizas mesozoicas. Por el Oeste, la divisoria de aguas entre el rio Pisuerga y el rio Burejo —iributario del rio Pisuerga—, marca bastante bien la linea de separacion de los terrenos mesozoicos con los del Terciario, Finalmente, por el Nordeste, la unidad cont rida en terrenos ya de Cantabria, y por el Sureste en la pro- Vincia de Burgos, hasta el limite de estos terrenos meso- zoic08. El rio Picuorga atraviosa la unidad de Norosste a Sur. El pr mer tramo esta embalsado por la presa de Aguilar, Pasada esta localidad, gira casi 90° para tomar direccion Sur aun- ‘que modificando su curso con continuas revueltas impues- ‘tas por la potencia de los macizos montafasos, dando lugar € profundas gargantas como «La Horadadar, de gran bolleza paisajstica, En las zonas karsticas oviston paisajos de singular atractvo, Buen ejemplo de ello lo constituye Las Tuerces en Villaes- usa de las Torres donde Ia accién erosiva ha dado lugar {un paisaje con multitud de formas caprichosas que ocupa tuna extensién de unos 7 km®. En Revila de Pomar es, ast ‘mismo, singular la Cueva de Los Francoses y ol Balodn de ‘a Lora Los suelos pertenecen a los érdenes Inceptisoly Alfisol. Son suelos medianamente evolucionados, con un moderado grado de desarrollo los primeros, y mas evolucionads y pro- fundos los segundos. Estos uitimos han sufrido un lavado de Ja caliza, que se acumula en profundidad. En las margenes del Pisuorga y del Camesa existen Entisols (Fkuvents), con poca representacién pero gran fertiidad. Sobre ellos apare- Cen los cuttivos de regacio. Las caracteristicas climaticas muestran que esta zona se fencuentra en la transicién entre el cima himedo de las mon- tahas y el més seco de la zona central de la depresién del Duero. La vegetacién natural ha quedado relegada a las peores con diciones topograticas y de suelo. La formacién dominante es 1 bosque de rebollo, mezciandose con matorrales de bre- 70s, aulagas y retamas. Muchas de estas superficies con \egetacién arbustiva han sido repobladas con diversas espe- cies de pinos que hoy ocupan un porcentaje apreciable den- tro de la unidad (un 15%). Los cuitivos de secano se dan fundamentalmente en la zona "Nororiental (Aguilar de Campoo y Pornar de Valdivia) mien- tras que los cultos herbéceos en regadio se concentran en las margenes del Pisuerga. La poblacion es escasa y se encuentra en descenso, con la excepcion del municipio de Aguilar de Campoo que mantione 37 una poblacién relativamente estable en las dos utimas décadas. P-3, Péramos det lcos Ape de la Montafa palentina se encuentra una amplia plar taforma con una ligera pendiente orientada de Norte a Sur {que lo permite pasar do los 1.100 m de altitud dol pie do la montafa, a los 800 m en la transicién con la campifia. Esta plataforma estructural yrigida, de origen sedimentaro, rece nombre de péramo detitico. Los materiales superticiales de fos paramos detriticos estén {formados por un canturral cuarcitico mal redondeado y poco calibrado, englobado en una maiz de arcilas sabulosas roj- as, Son las ya aludidas rafas pliocenas. De forma andloga alas caizas pontienses de los péramos caleéreos, los depo- ‘sitos de rafias ejercen un papel protector por los sedimen. tos vindobonienses subyacentes, de materiales mas blandos. El borde septentrional de la unidad morfoestructural queda, ‘por tanto, definido por ol paso de los materiales terciarios a los materiales paleozoicos y mesozoicos que se corresponde ‘con el paso del relive ondulado del paramo al relieve abrupt de fas montafias del Norte. Hacia el Este los depdsitos de rafias desaparecen gradual- mente intercaléndose entre ellos depdsitos mjocenos de arci- las rojas arenosas parecidas 2 las de Tietra de Campos ave ‘caracterizan la margen izquierda del Pisuerga, Por tanto, el Pisuerga constituye el limite oriental de los paramos dettit- ‘cos. Por ol Oeste esta unidad continda en ta provincia de Leén, El limite meridional se ha fijado por una parte en el paso desde el paramo de Cueza a Tierra de Campos, cuyo con- tacto se sitta préximo a la margen derecha del rio Cueza, ¥y mas al Este, en una linea fictcia que une Carrion de los Condes con Osomo. En ambos casos, al no estar perfectar mente marcado el paso de las rafas a las arcillas del Vin- doboniense ni existir un cambio de pendiente marcado, el limite se ha apoyado en los limites municipales. Su superficie total es de 2.602 Km: lo cual representa mas ‘del 30% del teritoro total de Palencia, Es la unidad mortoes- ‘ructural mas extensa, La red hidrogréfica superficial se orienta de Nororeste a ‘Sudeste siguiendo el basculamiento general de los paramos. Los vales de los ros principales presentan una marcada disk rmetria entre las laderas de ambas mérgenes, ya que mien- ‘ras en la margen izquierda la separacién entre el valley el ‘paramo es un talud de gran pendiente, en la margen dere- cha la ladera presenta una pendiente suave, ‘Los suelos son, en general, permeables en los horizontes, ‘superiores y con problemas de drenaje en los horizontes inte- riores. Abundan, por tanto, os suelos de seudogley. La pre- sencia de la capa impermeable a escasa profundidad aa dido a la escasez de materia orginica, da lugar a una estructura muy inestable. Esta circunstancia unida a la mez- cla de una fraceién limoso-arcilasa con ol canturral nica de la rafia, origina una especie de hormigén natural en los, ‘meses de estio cuya dureza es muy difcil de saivar por las, raices de las plantas. Estas, en consecuencia, sulren mucho ims la sequia estival. Enel cima de esta zona se empiezan a insinuar las carac- teristicas del cima mediterraneo continentalzado, siendo mas paatentes al aumentar el alejamiento de las montafias. Las, temperatures muestran en toda la zona a nivel mesoclimé- tice in gradient NoviayNorasiaSuriSiieste, de actietdia con las diferencias attitudinales, y la precipitacion un gradiente: Noroeste-Sureste de acuerdo con la distancia a las grandes, barreras de la Cordilera Cantabrica. La vegetacién natural de los paramos es e! bosque de rebolo, (Quercus pyrenaica) junto con ei que aparece el quejiga (0. faginee) en las situaciones més célidas. En la actualidad los rebollares de la zona presentan mayoritariamente porte arbustivo debido a su tradicional aprovechamiento para lefia y.a la presién ganadera cue han soportado ocupando aran- ‘des extensiones la formacién mixta de pastizal con matorral y rebollo en estado arbustivo. En los uitimos afios se han repoblado superficies importantes con coniteras. En las ‘vegas de los ros se encuentran cordones ripicolas en los que predomina el chopo (Populus sp) y abunda el sauce (Salix 8p). En los titimos afios se han repoblado grandes exten- siones con coniferas. La mayor parte de la poblacién, dedicada principalmente a la agricultura y la ganaderia, se concentra en nicleos prox mos a los cursos fluviales. Por lo dems hay una baja der- ‘sidad de pobiacion resultado de ia fuerte emigracién de los, titimos 25.30 affos en los que algunos municipios pierden ‘algo mas del 50% de sus habitantes. P-4, Tierra de Campos La Tierra de Campos palentina con 1.992 km? de superficie, forma parte de una extensa unidad morfoestructural que se ‘extiende por Zamora, Ledn, Valladolid y Palencia. Probable- mente esta zona palentina es la més representativa de la campiia, caracterizada por una topografa de lanura debida a la accién de los agentes erosivos en los sedimentas da arcilas y arenas. Sobre estos materiales blandos la erosion 1 ha tendo dficultad en desarrolar un proceso de desman- {elamiento que se traduce en un ralieve lan, con suaves Condulaciones y con itetuvios poco marcados que dan luger un paisaje abierto con horizontes lejanos. La Tierra do Campos palentina tone una altiud media do £800 m, encajada unos 40-140 m entre los paramos detrit- Cos que la limitan por el Norte, seguin se ha sefialado en la

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