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* IMMANUEL KANT RESPUESTA A LA PREGUNTA; ZQUE ES EL ILUMINISMO” Tredcie y net Jerge Dat (v, Diciembre 1783, p. 516)? EI juminismo es el absndono cue ef hombré' hece de su minorla de edad, en la cual so encontraba por su propia culpa. La minorls Ye’ edad consiste en le Incapacidad de servire= del propio entendimiento sin ser guigdo por otro. Esta minorla de edad es aufocuipeble, cuando su ‘causa no reside en una insufciencia del entendimiento, sino en la falta de decisién y corse para vilizerlo sin ser guiado per otro, jSépere aude! Ten el coraje de servite de tu propio entendimiento, Este es, pues, ellemadel fminsmo* La pereza y la cobardia son las causas, por lds cuales un ntimaro tan elevado de hombres Permanece con agrado en la mincridad dirante toda su vida. pese a que la naturaleza los’ ha liberado desde hace tiempo de toda guia. ajena (naturaltar meiorennes); causas qué explican también por qué a ots les resulta facil convertirse en tutores de aquellos, |Es tan comodo ser menor de edad! Si tengo un libro cue piensa por mi, un consejero espiritual en lugar dé mi con- ciencia moral, un médico que me prescribe mi dieta, y asf an més, yo mismo ho tengo que esforzarme por nads, Me basia poder pagar, para no fenier que pensar, olfos se ocuperén de esa {area fastidiosa, en lugar mio. Que a rhayor parte de los seres huranos (y entre elles la totalidad Gel bello Sexo) considers #l paso a la mayorta ce édad, en si misma penoso, como muy paiigroso, es la ocupacién de aquellos tutores, que han asumido —con emabilidad suma- la tarea ce supervisar 2 los demas. Luego de haber atontado a su grey y'de haberse precavido escrupu- fosemente de que estas mansas craturas no dsarian dar un solo paso éin el andedor en que las pusiéton, estes tutores les musttran el pélicro cue Isé amenaze i ptetenden caminar por $ solas- Ahora bien, no as un péligto tan grande, corno bére qué no aprétidan finalmente a éaminar, luego de algunas valcas. Solo que los elemples de tales accicentes infunden ‘emor y suel2n provocar tn retraimiente frente a todo intento ulterior. En consecuencia, todo individuo encuentra dificl iberarse de una minorla de édad, que se le ha vuelto algo éasi natural. Incluso siente afecto por ella y, por el momento, és incapaz de servirse del propio eniencimiento, porque nunca sé lé permite intentarlo. Preceptos y formulas, instrumentos mecanicos de un uso 9, mejor, de un mal uso racional da sus dates naturales, son Ics cepos que le impiden zafarse ce una ininterrumpida minorla de edad. Incluso quien sé librara de ellos, saltarla con mucha insecurdad l2 zanja ms estrocha, por no estar hebituado a sericjante libertad de movimientos. Son, puss, muy pooos quienés, a través de un trabajo personal del propio éspiritu, logran abandonar la minor'a de edad y, a la vez, caminar con paso seguro. En cambio, 2s bien posbls que un plblico'se ilumine a si mismo ®; més aun, es casi inevitable toda vez que, smplemente, se lo deja en lidertid. Pues siempre, incluso entra los tingidos como fufores de la gran masa, se encontraran algunos hombres que piengen por sf mismos y que, una vez que se liberen solos del yugo de la minoridad, expendiran en tomo a sl el espitu dé une evaluacién racional del propio valor, y de la vocacién distintiva del hombre: pensar por si mismo, Con una peculiarited: ef auibicn que’ primero habla cide puosto baio e! yugo de estos lutores, termina obligéndoies 2 permenccer su2yugados tembign ellos, Como acontece cuando algunos de estos tulores, incepaces de todo lizminismo, incitan al pUblico 2 la sedicién, Esio demuestra evan nocive es incuicar prejuicics: quien ast lo hace, o sus descencientes acaban suftiendo ls venganza de sus sometides. La condlusich de todo es que el camino del piblice hacia el luminismo es muy lento. Une revolucién logra, tal vez, ebatir un despotismo personal y una opresién rapaz y au: toritaria, pero no produciré jamés una verdadera reforma en la manera de pencar, méé bien, nuevos prejuicios servirén —al iguai cue los érteriores como ii masa que no piensa. domefer ¢ le gran El Tuminismo no exige mas que fbertad y, en verdad, la menos nociva de todas: la dé hacer uso publico de Ia propia razén en tedas los émbitos. Pero por todas partes oigo exclamar. ino razonéis| El oficial dice: jno razonéis, adiestraos! El inspector fiscal: jno razonéis, pagad! £1 dérige: jno razonéis, creadl (Hay un solo sefior en el mundo que dice: jrezonad cudnio querdis y sobre lo qué queréis, pero obedeced!). Aparece por todos lades una limitacién de la libertsd. Pero, .qué limitacién es.um impedimento pera.el luminismio y cual, por el contrerio, lo favorece? Respondo: todos deen gozar libremente del vso ptihlca do !s-propia razén, ya quo 42 'o tinlen que proniueve el Tluminismo entre los hombtes. El uso privado de la razén, en cambio, debe ser a menudo limitado estrechamente, sin que ello sanifique traber él progreso del iluminismo en especial. Por uso publico de la propia razén entiende aquél que cada uno hacé, en cuando docto delanté de todo el pUblico del mundo de lectores. Llamo uso privado ei que debé hacer de su propia razén aquél, a quien se le confla el ejercicio de una cierte funcién © cargo civ. Ahora bien, para muchas cuesiicnes que conciemen al interés cormunitario es nécésario un ciarto mecanismo, por el cual aigunos miembros de la comunidad deber'comportarse de un mode meramente- pasivo, para que, a través de una unanimidad arfficial, el gobfemo tos encarnine hacia fines pibiicas o, al menos, Iss impida destruir escs fines. Por cierto, en estos casos no asta pemitide razonar: se cebe obedecer. Pero en la medida an que esia parte deta maquina estatal se considera a si misma miambro da to- da une comunidad, més atin: de la sociedad cosmopolita, por ende, como un decto que con sus eseritos se dirige al, pUblico —entendico en su signiticado propio—, puede en verdad razorar, sin gue ello perjucique las civersas funciones que le caben, como parte, en cuanto miembro pasivo. De este modo, seria pemicioso que un oficial, a quien SUS 30periores te ordenan algo, expusiera en ‘vor alta Sus fezones acerca de la oportunided 0 la utllidad de la orden. Debo obedecer. Pero seria Injusto prohibitle que, como docio, haga chservaciones sobre los errores del servicio militar y las presents al piblico, para que Iss juzgus. El centribuyente no puede negarse a cumplir con las exigencias fiscales, une ciltica ipertinente a tales gravamenes, cuando debe pagarios, puede incluso ser castigada como un escandalo (ya que inducirla a resistencias generalizadas), Pero tampoco implica falta alguna de respeto hacia cus deberes como ciudadare si, en cusnio docto, expresa pibicamiente sus idees sobre le inconveniencia o la injusticia ce tales mpuestos. Lo mis- ‘mo ccurre con un clérigo, cuya obligacion es predicar a sus cetecimencs y a su comtnidad en conformidad al simbolo de la iglesia en la que ofcia, pues se fo ha actptado en ella bajo esta condicién. Peto como docto, tiene total ibertad, @ incluso la misi6n, de comunicar él ptblico tanto sus pensamientos -cukadosamente examinacos y bien intenclonados- sobre los defectos de ese simbolo, como también las propuestas para Una melora institucional de la religiin y de fa estructura eclosiditica. Nada de osic pueds ser una carga moral para su conciencla. Pues lo qué él enseria en conformidad a su tarea (como funcionario de le iglesia), no lo esia proponiendo como algo que puede ensefiar segtin su opinién personal, sino como un encerco segtin instrucciones 2jenas y en ‘el nombre de otro, Dird: nuestra iglesia ensefia esto 0 aquelio y he aqul los argumentos a los que recurte. Deduciré para su comunidad de fieles todas las ventajas précticas, a partir de precepios cue I no subscibiria con conviccion plea, pero a cuya ensefianza puede sin embargo comprometerse, pues no es absolutaménie imposible que en ellos se esconda algo verdadero o gue, en todo caso, al menos ro encierren nada que contradiga (a religion interior. Ya que, si creyere enconirer algo contradictorio en tales preseptos, no podrla éjercer Su ‘uncio’ con buena conciencia y deberia renunciar. En consécuencia, él uso que de su rezin hace alguien encargado de ensefat ante su comunidad, es meramente vn uso privado, pues su comunidad es una reunién de tipo familiar, por grande que fuera. Respecto de tal uso, en cuanto sacerdote, no és libre.ni lo Gebe ser, porque sus tareas le son impuestas. Por el contrario, como docto que con sus escrtos le habla al plblico propia mente tal, esto es, al mundo, por nde, ctiando el clérigo hace uso pdiblico de su razén, goza de una libertad ilimtada para servirse de su propia raz6n y para habler en primera pergage. La sittacién contrarla, a saber. que los tutores cel puetlo (en cuestiones religiosas) deban ser a su vez menores de edad. es un sinsentido que perpettia los sinsentidos. Pero una sociedad de ciérigos, como podria set un sinodo eclesiéstico 0 una “clase” venerable (como la llaman los holandeses) zno estaria, acaso, justificada a obligarse reciprocamenta, por un Juramento sobre cierto simbolo invariable, a ejercer una tutorla stizerior sobre cada tno de sus Mros y, 3 Tavés de ellos, Gobre el pueblo y, de este modo, etermizar tal tutorla? Digo que alld Henmtoktemenie’ imposible. Un cortrato. semejante, estiaulado para excuir tore utens Giminisme del género humano, es totalmente nuto 8 inextonte, por més que lo hublersn vate, al poder soberaro, la dieta imperial yl tratados de paz més solemnes, Ninguna épces puede amperes ear peyaatemento @ poner a su sucesora en condiciones talés, que le soa imposible amplat Sus conocirientos (ante tod6 los més urgenies), purficarse de errores y, en general, cerca £0 fuminismo, Ello constituife,un crimen,conire la naturaleza humans, cuyo decting criginario consists precisamente en ese progreso. Y la postendad ests plnamente jucihcca > prada de toe ecasiones, Bor haber sido tomadas de Una manera Incompetente y criminal Lo Pletia de loque para evaluar todo lo que puede decidiree como'ley para un pueblo, teskde or de. clones acerca de bos defectos de la institucionectual. Sin embargo, al erties [Reece permeneceré vigents hasta que la nueva comprensién de estas cuestioncs po oo haya Gece publica y no haya sido hasta tal'puinte corroborada, que, mediante dn severe de Me gpitiones (auncue no fas de todos), pudiera elevarse al tfono una proplesta. de protege para sielas comunidades que se hubieran unido para mejorar las insttuciones relgiocas, siguionde gigemos— sus propias neciones de la cuestién, mas. comprencivas: Sin que cle Signifque poner pas a guisnes se encuentran satisfeches con las inatiticiones antiguas. Lo gue mi cee, absoluto permitido es unkse en conformidad a una constiticion religiosa inmutenie y qué nadie Buege pone: en cuca publcamente, aunque dicha unién no durara mae qué le vida de un hones niBiGe porque elo aniquila y welve infruetuosa toda una época del caring de ie cad hacia su perfeccionamiento, peijudicando asi a toda la postendsd Es cone que un fambre (en lo concerients a su sola persona y exclusivamonte por aigin tempo) puede dairy Lumina sobre fo que debe saber, pefo rerunciar al misro, ya sea —y pecr-aun con relia s Supgsteridad, enuivale a velar y pleotear los sagrados derectos de la humanidad. Mas lo are on pusblo nunca puede llegar a decidir sobre sl mismo, mencs aun puede decidifo ol monares sakes Suche, Pues Su prestigio legislativo se funda en el hecho de qua su voluntad voncehter Is vouintad de todo el pueblo. Un monarea:atonto a que todo perfeccionamiento, vorladee = Bregunto, Se conciie con el ercon civil, puede permit a sus sUbditos que hagan lo que-porel eeloc concideren necésario para la selvacion de sus almas, Esto no le conciamne. Si le cabe on cambio, Ete cae pica violentamente a nacie trabajar con todd Su capacidad para determinar Bromover lp due considera adscuado a tal fr. El monarca estaifa pefudicando sy propia mapas si se mezclara éh estas cuesticnes, sorhetiendo a inspeccién gubatnativa los akentee oo Jos que Sus sibdites buscan esclarecer sus opiniones. Adin cuando lo ficiera guido por eu ata comprensién personal de la cosa, pues estarta igualmente exponiéndose al reproche: Ceosar awn est supre grammaticos.” Nias grave es cuando retaja su poder Superior al punto de favorecer ef Cespotisme espirtuai de alguncs tranos centro de su Estado, en contra de los restantes eutaiics, Si se pregunta, entonces, si vivines ahora en una época ya itsminada, la respuesta es negative, Fer vivimes, i, an una época de itminismo, Fata, sin embargo, mucho para gue los horteee fa come estén las cosas y lorradas en su conjunto, sean capaces 0 puldieran ser puesios onc Sorcicion de servirse del propio entendmiento en laé cusstones religiosas, con frmera, tectid 7 libres de toda guia ajena. Sélo que ahera ce les ha abierio ol camino para Por tal estado. Teneros signos claros de que los obstécul c abandono de la minoria de eded auto-culpable van perdi Un principe que no encuentra indigno de sf decir que para 6! es un deber no prescitr nada a los Rombtes er las cuestiones reliciosae, dino mas bien dejaries fa maxima liberia; qua, por end rechoza la folerencia, por sex una formula arrogante, es él mismo un principe thiminado » merece Ser gprecede Por el mundo y la pesteridad como el primero quo Sbers al gnera humane cs io Tanor'a de sdad, al menos en lo que hace a la accién de gcbiema, y dejé a todss la Ioovioa ae semvitse de la propia razén en todo lo concemiente a la conclencia moral Bajo su égita, clériges dignieimos, sin menosoabo de sus deberes prof calidad de doctos— sus Juicics y opinones —divergentas agul y allé de las tradiciones— al examen Ire y piblico del mundo. Mayor validez tiene esto para quien no esté delimitace por hingtin deber oficial, Este esplritu de_fiberted se expande hacia al exterior. alli donde debe luchar con obstdcules externos, provocados por un gobierno qué no tiene en claro sus fuhciones. Pues ste jiene ante sus ojcs Un ejempio nitido. de cbme ja ibertad no acarrea ningtn problema a la tranquildad péblica y 2 ls solidardad comunitaria. Los hombres van abandonando lz barbare con Su prosio esfuerzo, con tal que ne ee los mantenga en ella arifisiosamente He puesto of aconto principal dal ilumniniemo, enienditn come abandono que ef homnlire hace de su minorided auto culpable, preferentemente sobre las Giestiones religioses, pues, en Io que hace ales attes y las ciencias, cuienes en ellas dominan no se interesan por elercer una tutorla sobre us cubditos; ademas, Ia minoriz de edad én religién no sélo es la_més dafina, sino también la més humillante de todas, Peto el modo de pensar de un jefe do Eétado qua favorece el iuminismo ro se

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