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4 Futurismo El feturismo comenzé en 1909 en Italia al pablicar Filippo Tomaso ‘Marinetti el primer Manifiesto del faturismo. Se trata de una de las co- srientes que mds claramente propugnan la negacién del pasado para rei- vindicar la validez del futuro. Para los fururistas la idea de modernidad se halla estrechamente ligada 2 entender ef futuro y el progreso como suténticas panaceas. Los temas abordados por Jos pintores futuristas son _ May diversos y reflejan, por distintas vias, todo aquello que les entusias- | tna representa de los avances de la tecnologia. La velocidad, plasmada a | través de Ja técnica simultancista —repeticion de una imagen en distintas Posiciones— aparece relacionada con la figura humana, las calles, los Ecifcios y los coches, La ciudad se convierte en una fuente inagotable de) inspiracién para los futuristas. De todos los pintores, Umberto Boccioni es, sin duda, el més interesante pues en su corta vida fivo una trayectoria artistica extraordinariamen. te rica y cambiante. Desde una estética simbolista, influida por la obra | de Bécklin, Boccioni evolucioné hacia un fatusismo de gran audacia al i tepresentar la ciudad en pierio proceso de construccién. Edificios, en | los que no se observan atin los muros sino que estin constituidos por | tna trama de andamios, que muestran esa faceta del futurismo que se | caracteriza por valorar lo que se halla en estado de transformacién, Por (/ ‘otra parte, Boccioni se dedicé también a trabajar en el («tino escults- 6 Lowndes Cirle. rico. Quizis ahi es donde mas se percibe su capacidad inventiva, pues sus eseasas obras son realmente muy novedosas. Tanto en las piezas de. ronce como en los assemblages en los que reiine todo tipo de materia~ les diversos, Boccioni se muestra zenovador al méximo y rechaza toda la escultura tradicional. Giacommo Baila es autor de pinturas de tematica muy variada, entre las que destaca la famosa Farola que ocupa todo el espacio compositivo. De ese modo, el artista deja muy clara su postura respecto a la valoracién de Ia luz eléctrica. Cario Carta trabajé poco tiempo dentro de Ia trayectoria farasista, pues a partir de 191-4 comenz6 su relacién con Giorgio De Chicico y la pintura metafisica. En cuanto a Gino Severini, es el inico artista que plasina en sus pintaras figuras femeninas con casieter de pro- tagonistas, como su serie de bailarinas. ‘La sensaciOn de movimiento es perseguida de manera obsesiva por todos Jos artistas del faturisino, Un modo de hacer patente Ja sensacién dini- mica es empleando la técnica divisionista que, en ocasiones, llega a ser tan miacro-puntillismo muy evidente. Este factor constituiria una de las contradicciones del futatismo, pues se trata de una técnica muy empleada por los impresionistas y neoimpresionistas, es decis, artistas del pasado. En muchas ocasiones se ha planteado una conexién entre el movimiento faturista italiano y el cubismo, pues Ja técnica si-multaneista da como resultado un tipo de obras similares, desde un punto de vista formal, a ciertas realizaciones cabistas. Por otra parte, es evidente que entre los faturistas italianos y los seguidores del cubismo en la escuela de Paris existieron relaciones, pues el critico Guillaume Apollinaire actué como enlace entre unos y otros. Se llegé a efectuar una importante exposicién en Paris en 1912 de futurismo italiano, por lo que ripidamente la ideo- logia y las manifestaciones propias de dicho movimiento se expandieron desde ese foco a distintos lugares de Europa. Por otro lado, el propio Marinetti estuvo en Rusia y éste fue, sin duda, un factor decisivo a la hora de comprender por qué en un lugar tan lejano tuvo repercusin dicho movimiento. Aparte de las manifestaciones pictoricas y escultéricas, el faturismo tavo también su arquitectura, Antonio Sant’Blia fue su tepresentante mas sig- nificativo y, aunque no existen demasiadas obras suyas, es evidente que sus realizaciones eran extremadamente innovadoras. Primeras vanguardias: textos y documentos 7 Las declaraciones efectuadias por los futuristas a través de los Manifies- tos no dejan lugar a dudas respecto a su ideologia, profundamente nihilista que, en ocasiones, se ha visto como un claro precedente del dadaiseo. FE. T. Marinetti:’ «Fundacién y manifiesto del futurismo»? LI de febrero de 1909 Habjamos pasado toda la noche en vela —mis amigos y yo— bajo lam- pparas de mezquita con cipulas de latén perforado, estreladas como nucs- tras almas, por estar igual que éstas inradiadas por el fulgor ceztado de un coraz6n eléctrico. Habiamos pisado largamente sobre opulentas alfombras rientales nuestra atévica.pereza, discutiendo ante los confines extremos de la logica y ennegreciendo macho papel con frenéticas escrituras. Un inmenso oxgalio hinchaba nuestros pechos, porque nos sentiamos Jos tinicos, en aquella hora, en estar despiertos y derechos, como faros soberbios 0 como centinelas avanzados, frente al ejército de las estrellas enemigas, que ojeaban desde sus celestes campamentos. Unicos junto con los fogoneros que se agitan ante los hornos inferna.es de las grandes raves, tnicos junto con los negros fantasmas que hurgan en las panzas incandescentes de las locomotoras lanzadas a una loca carrera, tinicos junto con los borrachos tambeleantes, con un incierto batir de alas, tan- teando los muros de la ciudad. , Entonces, nos sobresaltamos de pronto, al oir el ruido formidable de Jos enormes tranvias de dos pisos, que pasan dando tumbos, resplande- cientes de luces multicolores, como las aldeas en fiesta que el Po desbor- dado destroza y desenraiza repentinamente para arrastratlas hasta el mat, sobre las cascadas y entze los torbellinos de un dilavio? , in Mee in sn sete a Soil Sgt an i ticos de la iconografia artista de los primeros afios del siglo. ws 8 Lourdes Cirks, ed. Después el silencio se hizo mas tenebroso. Pero mientras escuchéba- mos el extenuado mutmullo de rezos del viejo canal y el crepitar de los hhuesos de los palacios moribundos sobre sus barbas de himeda verdura ‘coimos stibitamente rugit bajo las ventanas los automéviles famélicos. —jVamos!, dije yo; jvamos, amigcs! jPartamos! Finalmente, la mito- logia y el ideal mistico estan superados. (Estamos a punto de asistic al nacimiento del Centauro y pronto veremos volar los primeros Angeles!.. jHabea que sacudir las puertas de la vida para probar sus bisagras y sus cettojosl.. Partamos! ;He aqui sobre a tierra la primerisima auroral jNo hay cosa que iguale el esplendor de la roja espada del sol que esgriine por primera vez en nuestras tinieblas milenarias! Nos acercamos a las tres fieras jadeantes, para palpat amorosamente sus tértidos pechos. Yo me extendi sobre mi coche como un cadaver en cl ataiid, pero en seguida resucité bajo el volante, cuchilla de guillotina que amenazaba mi est6mago* La furibunda escoba de la locura nos arrancé de nosotros mismos y nos eché por las calles, empinadas y profundas como lechos de torrentes. Agu y alld una limpara enferma, traslos vidsios de una ventana, nos en- seftaba a despreciar Ia falaz matematica de nuestros ojos perecederos. Yo grité: qEI olfato, el olfato sdlo ‘es basta a las fieras!» Y nosotros, como jévenes leones, perseguiamos la Muerte, de pelaje negro maculado de pilidas cruces, que corsia por el vasto cielo violéceo, vivo y palpitante :¥ sin embargo no teniamos una Amante ideal que inguieta hasea las nubes su sublime figura, ni una Reina cruel a quien ofrecer nuestros ca- daveres, contorsionados a modo de anillos bizantinos! |Nada, para querer motir, sino el deseo de liberarnos finalmente de nuestro coraje demasia- do optesivo! 4 El automévil es ensalzado por el poet en numerosas ocasiones, por representat dle manera peefecta el concepto de mvelocidad.. En el punto 4 del manifiesto subraya lt boelleza del automévi al comparatlo con Ie b‘itria de Sanotraia, Primeras vanguardias:tectos y documentos 79 '¥ corriamos pisando en los umbrales de las casas los perros de guardia que se enroscaban, bajo nuestros neuméticos ardientes, como cuellos de caumisa bajo la plancha. La Muerte, domesticada, me sobrepasaba en cada curva, para darme la pata con gracia, y de cuando en cuando se extendia ‘enel suelo con un ruido de maxilares estridentes, enviéndome desde cada charco mitadas aterciopeladas y acariciadotas, —Salgamos de Ja sabiduria como de una horrible cascara, y lanc monos como frutos aderezados de orgullo dentro de la boca inmensa y torcida del vientol... [Démonos como pasto a lo Desconocido, no ya por desesperacién, sino sélo para colmar los profundos pozos del. Absurdo! Acababa de pronunciar estas palabras, cuando giré bruscamente sobre m{ mismo, con la embriaguez loca de los perros que quieren morderse la cola, y he aqui que de pronto me vinieron de frente dos ciclistas que ‘no me dieron la razén, titubeando delante de mi como dos razonamien- tos, ambos persuasivos y sin embargo contradictorios. Su estipido di- lema discutia sobre mi terreno... ;Qué aburrimiento! jAuffl... Corté por lo sano, y, por el disgusto, me estrellé con Jas ruedas al aire en un foso. Oh, materno foso, casi lleno de un agua fangosa! ;Bello foso de oficinal Yo degusté avidamente tu barro fortalecedoz, que me recordé la santa teta negra de mi nodriza sudanesa... Cuando me levanté —desastrado, sucio y pestilente— de debajo del coche voleado, yo me senti atravesar el coraz6n, deliciosamente, por el hierro incandescente de la alegria. Una muchedumbre de pescadores armados de sedal y de natutalistas gotosos tumultuaba ya alrededor del prodigio, Con un cuidado paciente Ymeticuloso, aquella gente dispuso altas armaduras y enormes redes de hietro para pesar mi automévil, parecido a un gran tiburén enarenado. El coche emergié lentamente del foso, abandonando en e! fondo, como cescamas, su pesada carroceria de buen sentido y sus mullidos rellenos de comodidad, Creian que estaba muerto, mi hermoso tiburén, pero una caticia mia basté para reanimarlo, jy helo aqui resucitado, helo aqui cortiendo, de nuevo, sobre sus aletas poderosas! Entonces, con la cara cubierta del buen fango de las oficinas —em- paste de escorias metilicas, de suclores imuitiles, de hollines celestes— no- sotros, contusionados y vendados los brazos pero impividos, dictamos ‘uestras primeras voluntades a todos los hombres vivos de Ia tierra 80 Lourdes Girls, ef. sutismo. Seleccién y ordenacién de Masia ‘Tinduccién de José Cervelld, Arcbivi del fu Sel Drudi Gambillo y ‘Terese Fiori, Roma-Miléo, De Luca Editore - Amoldo Mondadori Bditore, 1986. ET. Marinetti: «Manifaesto del futurismo» 1. Nosotros quetemos cantar el amor al peligro, la costumbre de la energia y la temeridad. ; ; 2. El coraje, la audacia, la rebelién, serén clementos esenciales de nuestra poesia. ; 3. La literatura exalté hasta hoy la inmovilidad pensativa, el éxtasis y el suefio. Queremos exaltar el movimiento agresivo, el insomnio febril, ¢) paso veloz, e! salto mortal, la bofetada y el pufie.azo. 3 4, Afirmamos que la magnificencia del mundo se ha entiquecido de una belleza nueva: Ja belleza de la velocidad. Un automévil de carreras con su capé adornado de gruesos tmbos semejantes a serpientes de alien- to explosivo... un automévil rugiente, que patece correr sobre la metralla, es mas hermoso que la Victoria de Samotracia. 5. Nosotros queremos alabar al hombre que coge el volante, cuya asta ideal atraviesa la Tierra, Janzada a la carrera, también ella, en el circuito de su érbita. ais 6. Es necesatio que el poeta se prodigue, con ardor, lujo y munificen- cia, para aumentar el entusidstico fervor de los elementos ptimordiales. 7. Ya no hay belleza, si no es en la lucha. Ninguna obra que no ten- ga un cardeter agresivo puede ser una obra maestra. La poesia debe ser concebida como un violento asalto conta las fuerzas desconocidas, para conducitlas 2 postrarse ante e! hombre. . 8. Nosotros estamos en el promontorio extremo de los siglos!... epor qué Aeberiamos misar a ruestras espaldas, si queremos tirat las mistetio- sas puertas de lo Imposible? El Tiempo y el Espacio mutieron ayer. Nosotros vivimos ya en el absoluto, porque hemos creado ya la eterna velocidad omnipresente 9- Queremos glorificar la guerra —tinica higiene del mundo—, el mi- Primeras vanguardias: tectos y documentos 81 litarismo, el patriotismo, el gesto destructor de los libertarios, las bellas jdeas por las que se mucre y el desprecio a la mujer. 10. Queremos destruir los museos, las bibliotecas, las academias de toda especie, y combatir contra el moralismo, el feminismo y contra toda vileza oportunista o utilitaria. 11, Cantaremos las grandes muchedumbres agitadas por el traba- Jo, por el placer o por la revuelta:cantaremos las mareas multicolores y polifénicas de las revoluciones en las capitales modernas; cantaremos el vibrante fervor nocturno de los arsenales y de los astilleros incendiados Por violentas lunas eléctricas; las estaciones insaciables, devoradoras de serpientes que humean; las oficinas colgadas de las nubes por los tetor- cidos hilos de sus humos; los puentes semejantes a gimnastas gigantes que cruzan los tios, resplandecientes al sol con un brillo de cuchillos; los barcos aventuseros que atisban el horizonte, las locormotoras de amplio echo, que trotan sobre los railes, como enormes caballos de acero con tubos por siendas, y el vuclo resbaladizo de los aviones, cuya heélice se méce al viento como una bandera y parece aplaudir como una muche. dumbre entusiasta, Es desde Italia, desde donde nosotros lanzamos para el mundo este ‘uestro manificsto de violencia, arras adora ¢ incendiaria, con ¢l cual fun amos hoy el Faturismo, porque queremos liberar este pais de su fétida gangrena de profesores, de arquedlogos, de cicerones y de anticuarios 6 Durante demasiado tiempo ya Italia ha sido un mercado de traperos Nosotros queremos liberatla de los innumerables rauseos que la cubren €ntera de cementerios innumerables. 5 Marines ace agualdespreio la mujer, tema que desrtoll en oer escrito gue Uevaba ese mismo titulo, En dicho texto abordaba la euestin de amor que -entopece la {parca del hombre. Apunta ademas que le majer desea sleanzar derechos pili, por ‘star convencida de que ser esposa, madre y ama de casa no tiene ninguna wie Bs quiais en este parafo y en los que siguen donde se petciben con ma yor caved ‘ss eas inherentes al faturismo. La meta es poner la mirada en el fatto eto inplen _-t0 rechazo absolut tajante del pasado, 82 Lonrdes Cirlot, ed Museos: jcementerios!.,. Idénticos, verdaderamente, por Be Soles ptomiscuidad de tantos cuerpos qué 10 s¢ concen. Mascos: aie eases! Mazes abssdoe smadeos depots yeseeores ue | : jabsurdos mi ss ucannadece ecumente 1a golpes de colores y de lineas, a lo largo isputadas! Pe ae ales en percgsnai, una ve al ao cto wma Camposanto el dia de los muertos... 0s lo concedo. Qe unt ver al ° se haga una ofrenda de flores delante de La Giocone la, os oe ero no admito que se conduzean cosidanamente de pasco por Jo seos nuestas tristeza, auesto frégllconje, neste mosbosa inquletud. Fe a ete ah ange cade sn ela i é otra c¢ ie verse, en vi » won coors del sett, que se esfor25 en infting ls insopeabes barzers opuestas al deseo de expresar completamente su sucioh» Ade mira wn evadro aniguo eguivale a veser vests sensi en una urna funeraria, en vez de proyectatla lejos, en violentos lanzamientos cr car pce niga todas woes: Fras mejores en eta etna ¢ imuitil admiracién del pasado, de la que salis fatalmente exhaustos, dis- 2 ven verdal yocndedao que fecucacin coins de os se de las bibliotecas y de las academias (j menterios de vanos ° a 8 calvatios de suefios crucificados, registros de iniciativas tran jas! , a be pata los artistas, tan dafiina como la tutoria prolongada de los parlente para ciertos jdvenes ebrios de su ingenio y de su volunta ssbicon, Para los moribund, paca fos enfesmes, past los prisionero, pase: e admirable pasado es tal vez un balsamo para sus males pos prs lo el futuro esta bloqueado... Pero nosotros no queremos volver pasado, nosotros, jévenes y fuertes jishenstal 1G Geom nea chr ve xd mest st fcr es de Lest, ston eps Dac 9 Dal oo eon 5 ieibectron 2 un ce wanton lipenee Boe Primeras vanguardias: tesctos y docimentos 83 i vengan pues, los alegres incendiarios de dedos carbonizados! iHe- os aquil jHelos aquil | Venga pues! jdad fuego a los estantes de las biblio- tecasl.. ;Desviad el curso de los canales, para inundar los museos!... Oh, Ja alegtia de ver flotar a la deriva, rotas y destesiidas sobre esas aguas, as ‘iejas telas gloriosast... Empusiad los picos, las hachas, los martilos y demoled, demoled sin piedad las ciudades venerzdas! Los mis ancianos de entre nosotros tienen teinta aftos: nos queda pues por lo menos un decenio, para cumplic nuestra obra, Cuando ten- gamos cuatenta ailos, que otros hombres més jévenes y mas vilidos que osotros, nos titen a la papelera, como manuscritos imitiles. ;Nosotros lo deseamos! Vendrén contra nosotros, nuestros sucesores; vendriin desde lejos, des- de todas partes, danzando sobre la cadencia alada de sus primeros cantos, tendiendo hacia delante dedos arcados de predadotes, y olfateando cani- pamente, en las puertas de las academias, el buen olor de nuestias mentes en putrefaccién, ya prometidas a las catacumbas ée las bibliotecas, Pero nosotros no estaremos alli. Ellos nos encontrarén al fin —una noche de invierno—, en campo abierto, bajo un tiste tejado tamboriles- do por una Ihvia monétona, y nos verin acurrucados junto « nuestros aviones trepidantes y en el acto de calentarnos las manos en el fuegue- cillo mezquino quedarén nuestros libros de hoy llameando bajo el vuelo de nuestras imagenes, Ellos tumultuatin 2 nuestro alrededor jadeando por la angustia y el despecho, y todos, exasperados por nuestra soberbia, incansable osas, se lanzarén para matatnos, empujados por un odio tanto més implacable Guanto que sus corazones estarin ebtios de amor y de admicacién por nosotros. 1a fuerte y sana Injusticia estallaré radiante en sus ojos. —El arte, en efecto, no puede ser més que violencia, crueldad e injusticia Los mds ancianos de entre nosotros tienen treinte afios: y ain asi, ya hemos disipado tesoros, mil tesoros de fuerza, de amos, de audacia, de astucia y de ruda voluntad; los hemos eliminado impacientemente, con faria, sin contat, sin dudar jams, sin descansat jams, a toda prisa.. iMiradnos! {No estamos ain abatidos! {Nuestros corazones no sienten Aingtin cansancio, porque estén alimentados con fuego, con odio y com Yelocidadl... ¢Os extrafia?... Es l6gico, porque vosatzos no recorddis si- guiera haber vivido. ;Exguidos en la cima del manda, nosotros lanzamos, 84 Lowrdes Cirlot, ed. una vez més, nuestro desaffo a las estrellas! ZNos ponéis objeciones?... jBastal ;Bastal Las conocemos... jHemos entendidol... Nuestra bella y mendaz inteligencia nos afirma que somos ‘el resumen y la prolongacién de suestros abuelos, —{Tal vez... Seal. gPezo qué importa? jNo queremos entender!...jAy de quien nos repita estas palabras infames! jAlzad la cabezal... ; 4 {Exguidos en la cima del mundo, lanzamos, unna vez més nuestro desa- fio a las estrellas... “Traduccida de José Cervelld. Archi del Futrisno, op. cit i '” 4, IL Russolo, G. Balla, | & Boccionl, i Rete de los pintores futuris- 11 de febrero de 1910 jA los artistas jévenes de Italia! El grito de rebeldia que lanzamos, asociando nuestros ideales a los de los poetas futuristas, no parte ya de una capilla estética, sino que expresa el violento deseo que hierve hoy en las venas de cada artista creador. Queremos combatir ferozmente la religién fandtica, inconsciente y es- nob del pasado, alimentada por la existencia nefasta de los museos. Nos rebelamos contra Ia supina admiracién de las vicjas telas, de las viejas estatuas, de los objetos viejos y del entusiasmo por todo aquello que esti apolillado, sucio, corzompido por el tiempo, y juzgamos injusto, delictivo, el habitual desdén por todo aquello que es joven, nuevo y palpitante de vida. * Be manifesto aparece fitmado por os pintores més representatives del movimien- to: Umberto Boccioni (1882-1916), Cario Carr (1881-1966), Luigi Rus-solo (1885-1947), Giacomo Bala (1871-1958) y Gino Severin’ (1883-1966) Primeras vanguardias: textos y documentos 85 {Compafieros! Os declaramos que el triunfante progreso de las cien- cias ha determinado en Is humanidad transformaciones tan ptofundas que se ha excayado un abismo entre los déciles esclavos del pasado y nosotros que somos libres, que estamos seguros de la radiante magnifi- cencia del futuro. Sentimos niuseas por la pereza vil que desde el Cizguecento hace vivir a vuestros artistas de un incesante reaprovechamiento de las glorias an- tiguas. Para Jos otros pueblos, Italia es todavia una tierra de muertos, una in- mensa Pompeya blanqueada por los sepulcros, En cambio Italia renace, y 41u resurgimiento politico le sigue el resurgimiento intelectual. Ea el pais de Jos analfabetos van multiplicandose las escuelas: en el pais del dole far aiente cagen ya oficinas innumerables: en el pais de la estética tradicional alzan hoy el vuelo inspitaciones radiantes de novedad. Es vital sélo ese arte que encuentra sus elementos en el ambiente que lo rodea. Como nuestros antepasados tomaron materia de arte de la at- mésfera religiosa que planeaba sobre sus almas, asi debemos inspirarnos en los tangibles milagros de la vida contemporinea, en la férrea red de velocidad que rodea la Tierra, en los transatlanticos, en las Dreadnought, en los vuelos maravillosos que surcan los cielos, en las audacias tene- brosas de los navegantes subacusticos, en Ja lucha espasmédica por ia conquista de lo desconocido. ¢Y podemos permanecet insensibles ante Ja frenética actividad de las grandes capitales, ante la psicologia novisima del noctambulismo, ante las figuras febriles del vive, de la cocott, del apache y del alcohélico? Queriendo también contribuir a la necesaria renovacién de todas las expresiones de arte, declaramos la guerta, resueltamente, a todos aque- os artistas ¢ instituciones que aun camuftindose tras un vestido de falsa modernidad, quedan atrapados en Ia tradicién, en el academiicismo y so- bre todo en una repugnante pereza cerebral Nosotros denunciamos para desprecio de los jévenes a toda esa chug- ma inconsciente que en Roma aplaude un nauseabundo resurgimiento de clasicismo emblandecido; que en Florencia exalta unos cultivadores neuréticos de un arcaismo hermafrodita; que en Milin remunera una __ pedestre y ciega manualidad cuarentayochesca; que en Turin lisonjea una pintura propia de fancionarios de administracion en pensién, y en Vene- Gia glorifica una farragosa podredumbre propia de alquimistas fosiliza- —_—_—ECoo—————— 86 Lourdes Cirlot, ed. dos. Nos sublevamos, en suma, contra la superficialidad, la banalidad, y Ja facilidad mezquina y taimada que hacen profundamente despreciables ala mayor parte de los artistas respezadas de cada regién de Italia ‘Fuera, pues, restauradores a sueldo de viejas costras! jFuera, arques- logos afectados de necrofilia crénical |Fuera, criticos, complacientes co- reuptos! jFuera, academias gotosas, profesores borrachines ¢ ignorantes! Fuera! ;Preguntad a estos sacerdotes del verdadero culto, a estos depositarios de las leyes estéticas, dénde estin hoy las obras de Giovanni Segantis preguntadles por qué las Comisiones oficiales no se dan cuenta de la exis- tencia de Gactano Previati; preguntadles dénde se aprecia la escultara de Medardo Rossol... 2Y quién se ocups de pensar en los artistas que no tienen ain veinte afios de luchas y de suftimientos, pero que aun asi van preparando obras destinadas a hontar lt pattia?” Tienen intereses bien distintos que defender, los criticos pagados! jLas exposiciones, los concursos, Ie critica superficial y nunca desinteresada condenan el arte italiano a la jgnominia de una verdadsta prostituciénl IY qué decir de los especiafvtas! Vamos! Acabemos de una vez con los Retratistas, con los Intesioristas, con los Laguistas, con los Montasistas! Los hemos soportado bastante, 2 todos estos importantes pintores de balneario. yAcabemos con los destrozadores de méemoles que saturan las plazas y profanan los cementerios! jAcabemos con la arquitectura interesada de los distribuidos de cemento! ;Acabemos con los decoradores baratos, con los falsificadores de ceramicas, con los car-telistas vendidos y con los ilustradores aburridos y tidiculos. * De todos los artistas percenecientes al dltimo tercio del siglo pasado silo citan a Tos pintores Giowanni Segantini (1858-1899), maximo representante en Elia del neoimpre- sionisino; Gaetano Previati; y el escultor Medardo Rosso (1858-1928) que durante so ctapa de estudio en la Academia Brera de Mikia protests energieamente contra los tadi- cionales métodos de enseitanza, Bo so obra se perciben caractersticas propias del impre- sionismo, asi como de elementos novedasos que fueron més valorados en el extranjero qué en su propio pais. Fl reconocimiento absoluto del valor de su esculeura se prodjo gracias ala importante muestra de su obra, efecuuada en la Bienal de Venecia de 1950, Primeras vanguardias: tetos.y documentos 87 ‘Y he aqui nuestras resueltas conclusiones: con esta entusiasta adhesion al faturismo, nosotros queremos: 1, Desteuir el culto al pasado, la obsesién por lo antiguo, la pedanteria y el formalismo académico. 2. Despreciar profundamente cualquier forma de imitacién. 3- Exaltar cualquier forma de originalidad, aun temeratia, aun violentisima, 4, Extraer coraje y orgullo de la facil tacha de locura con que se golpea y se amordaza a los innovadores. 5. Considerar a los criticos de arte initiles o dadinos. 6. Rebelamos contra la titania de las palabras: armonia.y buen gusto, ex presiones demasiado elésticas con las que se podria fécilmente demolet Jn obra de Eembrandt y Goya. 7, Barrer del campo ideal del arte todos los motivos, todos los temas yaagotados. 8, Recobrar y magnificar In vida de hoy dia, incesante y tumultuosa- mente transformada por la ciencia victoriosa. jQueden sepultados los muertos en las entraiias més profundas de la tierra! ;Quede libre de momias el umbral del futuro! jRienda suelta a los jévenes, alos violentos, a los temerarios! ‘Teaduccion de José Cervell6, Archi de! Putin, op. ct El desprecio por I imitacin no extéinicamente vineulado al senti facts, sino «que es compartdo por todos los representates de los movimientos de vanguard, Re- cordemos que ya Hensi Matise, sl valorar la ensefanza de st amestro Gustave Morea, Sefolaba la importancia de que cl actista simbolista no invita nunca & sus slumaos & copiar los maesteos del pasado. 88 Lourdes Cirlot, ed. U. Boccioni:"' «La escultura futuristay 11 de abril de 1912 las exposiciones de todas las a escalara en los momumentos y en ls exposciones ds ties is a tun especticulo tan lam cae ec matonsnitacén, que mi oj fata se apa dela sea ncr ecada pat domi ita cg yep eat séemmulas heredadas del pasado, imitacion que esté animada por ta dbl cobra de I faciidad, Bn ls pases latinos tenemos el peso opro bios? de Grecia y de Miguel Angel, que es soportado con agent sere te ingenio en Francia y en Bélgica; con grotesca imbel ad on Sean. los paises germanicos tenemos un insulso goticismo lezen = ind sializado en Belin o reblandecido con afeininads solsitud por el profs sorado alemin de Baviers en Munich. in os piss eslavos, carb , tun choque confuso entre lo griego arcaico y los mons 8 nsediosy orientales, Mezcla informe de inffuencias que van desde particulares abstrusos de Asia hasta la infantil y gro los lapones y de los esquimales. 1 Umberto Boecioni firma este manifiesto y, bajo su nombre, puede deere i Cet Son mip mumerses fs obs ealzaas or Boson! ene ante Code pn, pls us acon ne gue saan en ol nie toa permite a especador cata cn wn instants evn important de Sine cnet eam oom a Scene en " se del peso del pasado y enfrentarse, con ideas quevas, a ua fararo ome i Py panes ne enjoin Reson Se seminass sneearete Diamine eens ose vere dents dl enrad Coriano tansfemados po el cero dlmornieno age tn ido somata La ena copleale por el aria esa dssonsa, heredada del imprsionismo y postin Gracias 2 ella a superficie de las teas evoca claramenten sentimiento dinimico, tesca ingeniosidad de i | : Primeras vanguardias: textos y documentos 89 En todas estas manifestaciones de la escultura y también en aquellas que tienen mayor soplo de audacia innovadora se perpetia el mismo equivoco: él artista copia el desnudo y estudia Ia estatua clisica con la ingenua conviceién de poder encontrar un estilo que corresponda a la sensibilidad moderna sin salir de In tradicional concepeién de la forma escultérica. Y esta concepcién con su famoso «ideal de bellezay del que todos hablan con reverencia, no se separa aunca del periodo fidiaco y de su decadencia, ‘Yes casi inexplicable que los millares de escultores que siguen de ge- neracién en generaciéa construyendo fantoches no se hayan preguntado todavia por qué las salas de escultura son frecuentadas con tedio y horror cuando no estén absolutamente desiertas, y por qué los monumentos se inauguran en las plazas de todo el mundo entre la itcomprension o la hilatidad general. Esto no acaece en el ambito de la pintura, a causa de Su renovacién continua, que, por lenta que sea, es la condena més clara de Ia obra plagiarfa y estéril de todos los escultores de nuestra época. Es necesario que los escultores se convenzan de esta verdad absoluta: seguir construyendo y querer crear con los clementos egipcios, griegos 0 miguelangelianos es como querer sacar agua con un cubo sin fondo de tuna cisterna seca, No puede haber renovacién alguna en un arte si no se renueva su esencia, es decir la visidn y la concepcién de la linea y de las masas que forman el arabesco. No es sélo reproduciendo los aspectos exteriores de la vida contemporines cémo el atte se hace expresidn de su tiempo, y or eso Ia escultura tal como ha sido entendida hasta hoy pot los artistas

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