Carolina del Olmo
#DOnde esta mi tribu?
Maternidad y crianza en una sociedad individualista
pital intelectual|
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Prefacio
Mi hijo Guillermo nacié en mayo de 2009, Un nie querido yes-
‘prado, Mi situaci6n personal y familiar era, a mls ojos, nmejo-
table, El embarazo fue muy bueno y el nie nacié sano, fuerte,
hermoso. El padte, César, estuvo ami lado en todo momento, vol-
cado en todo lo que piers hacerme fats. Nosufe ningin alsbo
de mi temida depresién posparto -mds bien suff un ataque de
ceuforia-y hasta Ja Jactancla comenzé suaverente y sin proble-
‘mas. Sallé todo perfeto, Las noches me resultaban dura, es0 st
$l nifio querfa mamar cada dos pores, y yo me levantaba adar-
le el pecho en un sill, Temia dormirme y que se me cayera al
suelo, ¥ muchas noches me desesperaba porque no sabla cémo
‘almar s Hanto, Recuetdo especialmente una noche en la que
loraba sin paras. Yo intentaba que se enganchara al pecho, pero
{loraba cada vez més rabioso. Se reorcia de al forma que uno
de sus bracitos siempre acababa estorbando, entre mi pecho y st
«ata, Bn clerto momento, no sé ben emo, me vi mi misma for-
‘cejeando con él, apartando con brusquedad su brazo, que habia
agarrado con lo que en aquel momento me parecié una fuerza
excesiva Ese arranque de mal humor yl irtacion que senti me
dejo acongojada, Tem perder la pacienciay poder llegar ahacer-Je algo malo. En aquellas noches me fojé la idea de que yo era
tina madre dé incapaz de soportar con estocismo la falta de
stueno y que levaba muy mal a sensaeién de soledad que me pro-
ducia pasar las noehes en velacon él
Paco poco elnino fue durmiendo mejor, en agosto, con res
meses, dormia traios seguidos de cuatro, cinco y hasta seis ho-
‘as Segin me decian, mi hijo era como haberme sacado la lote-
ria, Pero aquella experiencia temprana -perfectamente normal,
por fo que comentaban otras mades- me habia provocado un
hhondo temor ala falta de sueno: yo era loja y no podia sopor
tar las malas naches con serenidad. ¥ cuando por in empezaba a
confiar en que casitodas las noches ban a ser tranquilas, con dos
‘ores despertaes alo sumo, la cosa empe76 a empeorat: Poco a
poco fue desperténcose mas y mas veces por noche, ya menudo
rhobastaba con dare el pecho para que volviera a dormitse se
no, Esa especie de regresién a las pautas de suefio de recién na-
ido, al poco de haber eurplido cuatro meses, me desesperaba.
abi pedido en mi trabajo.na licencia de un ano para hacer
me cargo de su ewidado, asi que la situacion segufasiendo obje
tivamente buena: al menos no tenia que madrugar ni amoldar-
ime a ningin horarl fj. Con el tiempo transcurrido habia ido
‘ganando canfianzay yale daba el pecho en la cama, aunque no
Tograba quedatme dormida en el proceso. Ademiés, a diferencia
de lo que hacen otros progenitores que trabajan -segin mie han
contado-, el padre de a eracora no se traslad6 a dormir al sofa, y
pesarde lo dura que debia de estar rsulcindole a falta de sue-
fo tenia jornadas laborales muy largise intensas- y aunque a
‘veces el agotamientole hacia seguir durmiendo profundoa pesar
Gelllanto de Guillermo, siempre estaba ahi-Y cuando después del
ppecho el niso requeria calor humano, muchas veces era € quien
Jo abrazaba mientras yo me giraba hacia el otro lado, para des-
cansa la espalda dotoida. As los sels meses, no solo ne ha.
biamos stcado su cura ce nuestro cuart, como n0s habfan reco
smendado, sino que ya dormia con nosotros en la eama, Durante
lunas poets noches nos pareeié que dormia mejor asi y eso bast
para insttucionalizar el aslado, Después, su pauta de sueno vo
‘iéaempeorary empeora, pero aver quién lo sacaba dela cama
lmenos seminimizaba el riesgo de despertarloal devolverlo asa
‘euna después de mamar.
inte tant, yo ya habia eaido en las procelosas aguas de los
libros de autosyuda, Durante el embarazo solo haba edo el om
hipresente Qué esperar cuando ests esperando,y en las prime-
ras semanas de vida de Guillermo, asi siempre mientras le daba
1 pecho, lei Qué esperar ef primer af? una publicalén dela
Clinica Tavistock-, Comprendiendo a tu bebé, Nueve' meses des:
puts, Consejos pare el euldado dela madre y Duérmete niho uno
de los bestsellers de nuestra época, por el doctor Fauard Estivill,
‘ran libros prestados o regalados por mis hermanas, que habian
sido madres antes que yo, y salvo Duérmete nino, no abordaban
‘solo el tema del sueno, Los habia leido sin demasiadaavidez y sin
lun objetivo conereto, Yo slempre he leido bastante, asf que por
‘quéno tha. leer sobre un tema nuevo para mi que metocaba tan
de cerca, Fue na amiga la que, al comentar yo que mi ho iba
para ats y que alos cinco meses dormia mucho peor que alos
tres, me recomend la lectura de Dorm sin ligrimas, de la ps
céloga Rosa Jové, donde se explicaba que muchos nis seguian
‘es misma pauta,y que no era una regresién, sino el frato dela
evolucién normal del suefio, desde el cielo del lactante hasta el
del adulto. Tanto la amiga que me recomends et libro como yo
‘mista recelabamos de los consejos de los expertos, pero no de
Jos conocimientos expertas (0 al menos, no entonces}: me lore
‘comendé solo por a informaeién elentifia acerca de las pautasde sueio que recogia,y con esa perspectiva Lo lei. Pero a medida
“que mi desesperacién aumentaba, comencé también a repasar
tos consejos de este y de los dems libros que habian caido en
mis manos, por s habia algo que pudlera hacer para mejorar La
itacidn, Delibro de Rosa Jove salt6al pediatra Carlos Gonzalez,
huevo guri de una generaciin de padres perdidos, lo mas pareck
{do que hemos tenido en Espana al ortesmericano Dr. Benjamin
‘Spock, autor del bestseller mundial Tu hijo, Después recur a The
no ery sleep solution, de Elizabeth Pantley, une madre con expe
tlencia que prometia un método efieaz para modificar la pauta de
suefio del nino sin dejar Horar. De ahi a Tracy Hoga.y sus secre-
tosde susurradora de bebés (Secrets ofthe Baby Whisperer), yalas
Innumerables péginas web que tratan el ema de suen infantil
“Eni desesperacin, reel varias vecesllibro del doctor Est
pero siempre me encontraba incapazde evar a cabo susrecomen
{daclones, que consstan bdsicamente en poner al bebéa doxmir a
‘oseutasen otra habitaciény dejaro llonarsegin wna estita tabla
dle impos, entrando periddicamente a calmarlo durante unosse-
tgundos con el uso exclusivo de la presencia y a voz, es devs
Imeediat contacto fisico. Juno a los expertos propiamente dichos,
también recur -y con algo mss de conflanzt~& los testimonios,
consejos tacos de otras madres que abundan en Internet, y que
‘afrmaban partir solo de su experiencia y lade otras madres, sin
alas te6ricos ni supestasjustiicaciones cientiics.
"Al mismo tiempo que, como madre primeriza desesperada,
‘buscabia consejos en Iibros sitios web y blogs especalizados, mi
formacién académiea (oy leenciada en Filosofia) me hacia tener
ojo alerta ante falacias naturalistas,cortelacionesespurias, pe
ticiones de principio y otras inconsstencias, y me revolvia contra
aquellos mismos manuales en os que deposttaba mis esperanza
Era consciente de que en campos del saber como la psicologia
conviven numerosas escuelas enfentadas, que ifleren enorme-
mente en sus prinepios ytratamientos, Pro, ain ast, me asom=
baba a increible dversidad de enfoques con los que me topaba,
‘yloincrefblementecategéricosy dogmatios que eran la mayorta
de os textos
De esa mezcla de desesperaciin, desorientacion y perplejidad
ante la barahdinda de textos expertos y consejas nace ese libro,
{que no pretende ayudar anadie a criar mejorasushijosni susiulr
ningtin conseja por oo, sino solo entender -buscando siempre
‘unmarco ms amplio que el dela pareja madre-hij, al que tantas|
‘veces se reducen los manuales- por qué han proiferado tanto los
Tinos, revista sitios web sobre cranza, quées lo que muchos pa-
dres buscamos ahi, quéeslo que encontramosy, sobre toda quées|
Jo que no encontramos,y cémo es que en mas de dos mil aos de
cscritura occidental en la que puede hallase referencias alusio-
nes préeticamente odo lo dvino yo human los primeros textos
‘que abordaron un tema tan perturbadoryrecurrente hoy da como
el sue infant se escebleron ya entra el siglo XX.
Leyendoy leyendo,pasé del asombroinicial ala insatstacciin
‘ydeahi, muchas veces, algo parecido la ndignacién.;Por qué?
Meserviré denuevo del ejemplo del sueno pars explicar cul creo
‘que fue el origen cle mis suspieaclas.Digamos, dela manera mas
reutra posible, que mi hijo duerme de una manera que me im=
pide descansar lo sufleiente como para llevar con tranquilidad y
buen humor ml viday su erianza y ya no digamos unajorada k-
bral estindar). Busco ayuda en os libros y,gqué me encuentro?
[Résleamente con dos respuestas La primera me informa de que
:mibijo tiene un problema desuefi, me aconseja que actie de in-
rmediato para solucionarlo, y me da las pautas correspondientes
‘que, ésicamente, conssten en desatender sullanto, La segunda
me informa de que mi hijo no tiene ningtin problema de suet,