You are on page 1of 802
EL SIGLO DELA , REVOLUCION UNA HISTORIA DEL MUNDO DESDE 1914 JOSEP FONTANA EL SIGLO | DE LA REVOLUCION Una historia del mundo desde 1914 CRITICA BARCELONA. Primera edicién: febrera de 2017 El siglo de ta revolucién Josep Fontana No se permite la reproducciéa totel o parcial de este libro, ni su incorporacién a-un sistema informético, ni su transmision en cualquier forma o por cualquier medio, sea éste electrdnico, mecéinico, por fotocopia, por grabacién u otros métodos, sin cl permiso previo y por escrito del editor, La infraccién. de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (Art. 270 y siguientes del Cédigo Penal) Dirfjase a CEDRO (Centro Hepatol de Derechos Reprogréficos) si necesita reproducir algtin fragmento de esta obra, Puede contactar con CEDRO a través de la web www.conlicencia.com o por teléfouo en el 91 702 19 70 /93 272.06 47 © Josep Fontana, 2017 © Editorial Planeta S, A., 2017 Av. Diagonal, 662-664, 08034 Barcelona (Espafia) Caftica es un sello editorial de Editorial Planeta, S.A. editorial@ed-crit www.ed-criticn.es ISBN: 978-84-16771-50-9 Fotocomposicién: Victor Igual Depésito legal: B. 889-2017 2017. Impreso y encuadernado ep Expat Para Francisco Trasmonte, sin cuya ayuda no hubiera,podido concluir este libro TLfallait y croixe il fatlait Croire que !’homme a le pouvoir [D'éire libre d’étre meilleur Que Je,destin qui Jui est fait Paul Bluard, Poemes politiques INTRODUCCION Las luchas colectivas de las sociedades humanas han sido motivadas ante todo por la esperanza de acceder a dos objetivos estrechamente asocia- dos: Ja libertad y la igualdad. Esto es, a 1d capacidad de vivir sin trabas que obstaculicen nuestro pleno desarrollo, y al derecho a participar equi- tativamenté de los bienes naturales y de los fratos de nuestro trabajo. «Toda la historia de la sociedad humana, hasta Ja actualidad —escri- bfan Karl Marx y Friedrich Engels en 1848— es una historia de fuchas de clases. Libres y esclavos, patricios y plebeyos, barones y siervos de la gieba, maestros y oficiales; en una palabra, opresores y oprimidos, frente a frente siempre, empefiados en una lucha ininterrumpida, velada unas veces, y otras franca y abierta.» La historia de la humanidad esté, en efecto, lena de momentos de lucha por la libertad y la igualdad, de revueltas contra los opresores y de intentos de construir sociedades mas justas, aplastados por los defen- sores del orden establecido, que han sostenido siempre, y siguen hacién- dolo hoy, que la sujeci6n y la desigualdad son necesarias para asegurar la prosperidad colectiva, 0 incluso que forman parte del proyecto divino. Uno de esos intentos de transformacién social, que se inicié en Rusia en 1917, ha marcado Ja trayectoria de los cien afios transcurridos desde en- tonces, La amenaza de subversién del orden establecido que implicaba el modelo revolucionatio-bolchevique determiné la evolucién politica de Jos demas, empefiados en combatirlo y, sobre todo, en impedir que su ejemplo se extendiera por el mundo. Fascistno y nazismo, por ejemplo, naciefon como respuestas a Ja amenaza comunista, proponiendo como alternativa modelos de revolucién nacionalista que no pasaron de formu- laciones retéricas, 12 BL SIGLO DE LA REVOLUCION Respuestas mas positivas a esta misma amenaza fueron los avances conseguidos en muchos pafses por el movimiento obrero en alianza con Ja socialdemocracia. La culminacin de esta dinfmica se produjo después de la Segunda guerra mundial, cuando, tras 1a derrota del fascismo, los avances sociales det estado de bienestar cumplieron la funcién de servir como antidoto contra Ja penetracién de Jas ideas del comunismo en las sociedades del mundo desarrollado. Fue asi como se alcanzé aquella si- tuacién excepcional de los afios que van de 1945 a 1975, cuando en los pafses desarrollados se registraron las mayores cotas de igualdad hasta entonces conocidas y se reforz6 la ilusién de un mundo de progreso con- tinuado en que los grandes objetivos sociales de los revolucionarios po~ drian alcanzarse pacificamente por la vfa de la negociacién. A partir de los afios setenta del siglo pasado, sin embargo, al tiempo que se hundfa el poder soviético y que el comunismo dejaba de ser una amenaza interna para las sociedades «occidentales», esa trayectoria cam- bié para dar paso a la reconquista del poder por las clases dominantes y a una fase de retroceso social que culminé después de Ja crisis final del «sistema socialistay en 1989, saludada por los intelectuales al servicio del sistema con augurios de que el triunfo de la democracia liberal y de la economfa de mercado iban a significar el inicio de una nueva era de pro- greso e igualdad. ‘No ha sido asi, de modo que hoy, a Jos veinticinco afios de la disolu- cién definitiva de la URSS, resulta evidente que no ha habido los avances anunciados, sino que, por el contratio, nos encontramos en una situacion de estancamiento econémico y-ante ¢l.panorama de una desigualdad cre- ciente que se traduce en un empobrecimiento general. Frente a las explicaciones de quienes sostienen que el estancamiento y Jas desigualdades actuales son el resultado inevitable de la evolucién. auténoma de las fuerzas econémicas, obviando cualquier referencia a sus. causas politicas,! me parece conveniente revisar la historia de este «siglo de la revolucién» para tratar de entender las causas que nos han Hevado a Ja situacién actual. La tarea no es facil, por cuanto los objetivos econémicos, las formu- Jaciones polfticas y las legitimaciones ideoldgicas aparecen estrechamen- te asociados en la realidad. Tratar de mostrarlos por separado implicaria 1. Al final del libro se puede ver un apéndice acerca de este tipo de interpre- taciones de la desigualdad actual. INTRODUCCION 13 desnaturalizarlos, y traicionarfa la complejidad de las motivaciones de sus protagonistas, Como la hi: luchas est4 integrada en el conjunto dela eyolucién pol rica y.cultural, no hay mds reme- 0 que seguir su pista en un relato mas o menos asociado. Bs una tarea dificil, y muy expuesta a errores factuales, en los que no dudo que habré cafdo en més de una ocasién, pese al esfuerzo que he hecho por verificar Jos datos y contrastar las interpretaciones. Pero el interés del objetivo compensa este riesgo. He escogido como inicio 1914, cuando la Primera guerra mundial, conocida generalmente como Ja Gran guerra, dinamité el viejo orden, y lo acabo en la proximidad de 2017, cuando se celebrard el primer centenario de una revolucién que, con sus conquistas, sus errores y su fracaso final, sigue siendo un fantasma que atemoriza avin las noches de los poderosos, Mi intencién ha sido recuperar Ja politica, entendida como la accién , CO tor hist6rico. explicativo, para tratar ‘de entender el | igundo en que vivimos, a fo que se agrega la conviccién de que tan sdlo a partir de la politica se puede. aspirar a recuperar una dind- a que vuelya a hacer posibles los avances en la conquista de Ja liber- y laigualdad. Josue FoNTANA 1 LA GRAN GUERRA (1914-1918) La paz que reinaba en Europa a comienzos de 1914 estaba cargada de amenazas que derivaban de una compleja dindmica de tensiones y enfren- tamientos entre las grandes potencias: pugiia en tos Balcanes entre Aus- tria-Hungriay Rusia por apoderarse de los territorios europeos del Imperio otomano (eit la que también participaban, por su ‘opia cuenta, Serbia, Bulgaria,. Rumania y Grecia); enfrentamiento en Africa entre Alemania, Francia y Gran Bretafia por el dominio de las colonias (Alemania habia Tlegado tarde al reparto del mundo: en 1900 los briténicos tenfan 367 mitlo- nes de sibditos coloniales y los franceses 50 millones, mientras que los alemanes*apenas llegaban a 12, menos que Jos holandeses o los belgas); deseo de revancha de Francia, a la que la derrota ante Prusia en 1870- 1871 Je habfa dejado una herida permanente... En todas partes, ademés, los gobiernos vefan con temor el desarrollo del movimiento obrero y el ascenso de los partidos socialdemécratas que ~ Jos representaban en los parlamentos. Alarmado ante Ja revolucién xusa de 1905, el emperador aleméin —e] Kéiser, como se Je Namaba— habfa escrito a Bernhard von Biilow, que era entonces su canciller, 0 sea, su jefe de gobierno: «Antes que nada hay que acabar con los socialistas, decapi- tarlos ¢ impedir que puedan perjudicar, aunque sea por medio de matan- zas. Y después hacer una guerra exterior. Pero no antes y no enseguida». Que hubiese de acabar habiendo una guerta parecia seguro, En espera de que estallara las potencias curopeas se habfan agrupado en dos grandes bloques defensivos: la Triple Alianza (Austria-Hungrfa, Alemania ¢ Ita- Jia) y la Triple Entente (Francia, Rusia y Gran Bretafia), y todas se prepa- aban para un futuro enfrentamiento en una fecha imprevisible.

You might also like