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ere PIERRE HADOT ZQUE ES LA FILOSOFIA ANTIGUA? PIERRE HADOT FONDO DE CULTURA ECONOMICA En memoria de AI. VOBLKE ISBN 965-16-5358-6 Al final de la obra, elector encontzard, iguas indieadas en Jay notas: " ° Puna eleeion conmplementar« Llegaré el lempo en que prefericemos, para per inamnos en. la moral y en la razon, recut ables de Jenofnic mas que 3 la Brblia, yeni que ans serviremos de Montaigne y de Ho- Facio como gulus en la senda que conduce a Ia ccomprensicin def sabio, y del mi mis sime ple y més iriperecedero de todos, Séerates Neprzscue! Los antiguos filésofos griegas. como Epicuro, Zenén, Socrates, et, se mantuviere les ia verdadera [dea deh filésoto que fo que se ha hhocho en les tiempos modernos. “—Cusndo vas por fin a empezar a vivir virwo. man anteiuno que le eon: siones acerea de la vit tud—, No se trata de especular constantemente, sino que hay que pensar asimismno de «ina buena ‘vez en ia aplicacion. Pen ia se considera [[que vive de una manera eonforme « ‘que ensefia. Kant EL deseo es lo que engends nsamient. Pronino losnfo en la vided? Ser de hombres. Suuicio emus escrigulas en adopt testoiea sa pretesto de que con ante: saxamns provecho de formulas epicureas Nigvascuie Es més importante desear hacer ef bien que conocer la verdad, Perraaes ls gents, véase Ia "Btbllografie",p. 307 Conssero que nadie presté peor servicio a gee nero humano que aquellos que ensefiano; fa Hlosota come um fo merectario Stueea ‘que con grandes cayas de sal ee honrada y, a semejanca «con sus amigos; y, cuand se mis filosofica era visit sim Pasca, te seducen, © misino. Pero jamds te lames ésofo y n0 toleres que nico te de ese nombre Enictero Er noses dis ay profesor de los, pero no Bidsolos Twoneav ‘Sin vittud, Dios no es mas gue una palabra, Puorna No hice cacla este dia, —2069, no vivid usted? Tales mds fundamental, sino Ja mas llustre do sus ocupaciones. Montane PROLOGO. Reflexionamos muy pocas veces en To que es en sf la filo- sofia," En realidad, es exiremadamente dificil definicla. A los estudiantes de filosofia se les hacen conacer sabre todo las filosofias. El programa de la oposicién para acceder # la docencia les propane con regularidad, por ejemplo, a Piston, Aristoteles, Epicuro, los estoicos, Plotino y, despues de les “inieblas" de la Edad Media, muy a menudo ignoradas en los programas oficiales, Descartes, Malebranche, Spinoza, Leib riz, Kant, Hegel, Fichte, Schelling, Bergson y algunos con- temporéneos. Para el examen, habré que redactar tha diser- tacién que musstre que se conocen bien los problemas planteados por las teorias de tal o cual autor. Owra disertacion dara testimonio de fa capacidad que se tenga de reflexionar sabre un problema califieado de “filosofico”, porque en ge neral fue iratade por los filésofos antiguos © contempors- neos. En sf, no hay nada que censurar. En efecto, por lo visto, sdlo estudiando a las filosoffas se puede tener una Idea de la filosofia. Sin embargo, ts historia de Ia “Tilosofta” no se con- funde con la historia de las filosoffas, si por “Cilesoffas” com- prendemos los discursos te6rieos y los sistemas de los Fkiso- fos. Al lado de esta historia, bay legar en realidad para un estudio de los camportamientas y de la vida filosGticos. La presente obra desearia precisamente intentar deseribir los casgos gencrales y comunes del fenémeno hist6rico y es- piritual representado por la filosota antigua. El lector me dirs: epor qué limitarse a la Filosofia antigua, tan lejana de nos- 2 PRoLocO wos? Yo tendria varias respuestas Ante todo, es un campo en el que espero haber adquirido cierta competer: tia. En sequade lugar conio_lo devia ristoele, pata von? prender las cosas tay que verlas deservollarse hay que tomarlas desde su nacimiento. Si hoy hablamos de “fitosofia’, es porgue los griegos inventaron la palabra philosophia, que quire decir “amor a la sabiduna’ yporgus la trac de ls philosophia eriega se transmitié a la Edad Media, luego a los Tiempos Modems. Se trata, pues, de zecebrar el fenémeno sn.suarigen tomande conciencia del hecho de quel filosofia #5 lun fernOmeno histérico que se inicié en el tiempo y evoitt- cioné hasta nuestros dias, po yeven “Tengo [a intencion de mostwar en diferencia que ex: que de ella se da a los estudiates par las necesidades de la ensesanvza universitaria. Tienen la impresién de que todos los Flosofos alos que estudian se afznaron ports gana = ventet, cada uno de tuna manera original, una nueva cons- truceidn sistemaitica y abstracta, de: U otra manera, el universe 0, pur lo menos, si se trata de fil6so- fos contemporaneos, que pretertdicron elaborar un nuevo dis- acerca del lenguaje. De estas teorias gue podiamos Hamar det se derivan, en casi todos los sistemas, coe- que en cierto meclo sacan las conso- cuencin, para cl hombre y para le sociedad, de lo incioe genereles dal sistema e invitan asf a hacer cierta eleccién de vido, a adoptar clerta manera de componamienta, El proble mma de saber siesta eleccion de vida sera efectiva es del todo sewundari y acceri, No cabs ela perspectiva dal siscuso Consideta que una representact ( 9s erronea si ge api ca a la Filosofia de la Antigedad, Evident it videntensente, ne se tral de negar Ia extraurdinaria capaciead de los fildsofes antigues pasa desarrollar una reflexién te6rica sobre los problemas mas surtiles de Ts teotia del conocimiento 0 de ta logica 0 de la yROLOGO fisica, Mas esta actividad tebrica debe ser situad en una pers- pectiva diferente de la que corresponde a la representacion comin que tenemos de la filosofia, Ante todo, por lo menos desde Sderates, la opeién por un modo de vida no se localiza fl final del procese de Ie actividad Alosdfica, como uma especie de apéndice accesorio, sino por el contrario, en su Srigen, en Una compleja inieraccién entre la reaccién erties otras actitudes existenciales, la vision global de cierta ma- neva de vivir y de ver el mundo, y la decision voluntaria misma; (Yeats opcion determing, pues, hasta elerto punto la doctrina misma y el modo de ensefianza de esta doctrina. El filosdfico se origina por tanto en una eleccion de w tia opéién existencial, y no a Ja inversa. Fn See Gata deciéion y esta eleccidn jamds se hacen en la soledad nunca Kay ni lilosofia ni fildsofos fuera de un grupo, de una Comlinidad, en una palabra, de un “escuela” losofica y, Pee Sunmente, esta ditima corresponde entonces ante todo = {a Gleccién de cisrta manera de vivir, a cievta eleccion de vide, cleria opcion existencial, que exige del individuo tm cambio ‘otal de vida, una conversién de todo el ser y, por dltimo, ciexto deseo de ser y de vivir de cierto modo, Esta opei6n exlstencial ‘a su vee ua vision del mundo, y Is tarea del disturso Jar y justificar racionalmente tanto este ‘ppeién existencial como esta representacion del mundo. El dhecurse Gilosdfico tedrico nace, pues, de esta intcial opcién gestencial y conduce de nuevo w ell, ex la medida en que, por gu fuerza logica y persuasiva, por la acciin que pretend eer Carsobre el incerlocutor, incita a maestros ¥ dise{pulos vivir realmente de conformidad con su eleccién inicial, o bien es fie agama manera la aplicacion de un cierto ideal de vida ‘Quiero decir, pues, que el discurse filaséifico debe ser com- prendido en Ia perspectiva del modo de vida del que es al mise iho tiempo medio y expresiéa y, en consecuencia, que 1a f- Josoffs es en efecto, ante toda, uta manera de vier, pero que se vincala estrechamente con el diseurso [ilos6fico. Une de los inlales de este libro seré la distancia que S2pa~ de la sabiduria. La primera no es mas que un dia. No se trata de eponier ico tesrico y impli filosofico sera 4 PRALOSO or la otza la sabiduria como modo de vida stlencioso, que se Practicar‘a a partir del momento en que el discurso habria, aleanzado su terminacién y su perfecci6n; es el esquemna que Propone E, Weil’ cuando escribe: “El filésofo no es ‘sabio': no tiene (o no es) la sabidurfa, habla y aun cuando su no tuviera otro objetivo que suprimirse, esia no quita que ha- blard asta el momento en gue haya llegado a un resultado y fuera de Jos instantes perfectos a los que habré llegado' Aqui tendriarans una sitzacién andloga a la del Traczatus logico-philosophicus de Wittgenstein, en el que el discurso Blosofico del Tractaties se supera finalmente en una sabiduria silenciosa,* En efecto, la otra manera, desde el Ba es sabio, pero no se considera un simple discurso que se de- tendria en el momento en que aparecicra la sabidurta; es al mismo tiempo ¢ indisolublemente discurso y modo de vida, discurso y modo de vida que tienden hacia la sabidurfa sin Jomés aleanzarla. Peto también es cierto que ol discurso de Pla. tu, de Aristételes o de Plotino se detiene en cl umbral de ci tas experiencias, que, si no son Ia sabiduria, soh una especie de primera impresién de cl ‘Tampoco habria que oponer modo de vida y discurso como si correspondicran respectivamente a la prictica y a la teorfa, El discurso puede tener un aspecto prictico, en la medida en que tiende a producir un efecto en el auditor o el lector. En cuanto al modo de vide, puiede ser no tedrica, evidentemente, sino teorético, es decir, contemplativo. Para ser clatt, tengo que precisar que interpreto la palabra ‘discurso” en el sentide Rlosofico de “pensamiento discursi. vo" expresado en el leriguaje escrito u oral y no en el sentido, difundido en nuestros dfas, de “manera de hablar que revela una actitud” ("discurso racista” por ejemplo). Ademas, me niga a confundir lenguaje y funcién cogn proposite las lineas muy aclersdoras de J. Ruf Citaré a esie la signifeaing Se Ly forme wT Rte, De FROLOGO, 1 En cla, erode sant pont cnoeer in 24s, 8 cleros spectos, conocer mejor. El pensar ‘econoce porla capaci para defiir una conduct azonoble, por [a clad de representacion metal y de abstraceidn, El acim) (eapaa de dsingut la forma telanguar, o algunas combinactones de objeto) planta, ast como el ailo pequeRo que an no hala» al sordomsude que no fie educad [..] El estuda alinico demies- tea gue no existe covrelacign ente el detarzello del lenguajey el Gel inelgencis un deficient intelectual pucce hablar an as\- coer ma iseligente [Jen el hombre normal a menudo las facultades de claboracin parccen estar nds 0 menos abramadas por las faculades de express. Por lo visto, los grandes dese Subrintentos se hacen Independientemente del lengua, a partir de equernas (pattems) claborados en el cerebro Insisto en este punto porque encontraremos a lo largo de este libro situaciones en las cuales se sigue ejereiendo Ia acti- vidad filosofica, a pesar de que el discurso no pueda expresar esta actividad. [No se trata de oponer y de separar por una parte la filosolia como modo de vida y por la otra un discurso filosdfice que seria en cierto modo exterior a Ia filosofia, Muy por ef con- rario, se trata de mostrar que el discutso filoséfico forma parte del mode de vida. Pero, en cambio, hay que reconocer que la.cleceisn de vida del fildsofe deter Esto equivale a decir que no se pueden considerar Iés discur- por si mismas, ni estudiar su estructura independientemente dal filosofo que los desarrolls. ¢Podemos separar el discurso de Socrates de fa vida y de la muerte de Socrates? jentes paginas aparecer 2 menuda una nociSn, la de ejercis es Designo vine a wricticas, que podfan ser de order fisico, como el régimen Blimentaic, © cicursivo, conto el dlogoy Ta meditacion, 0 intuitivo, como la contemplacion, pera que estaban todas destinadas a operar una modificacién y una transformacion enel sujeto que las practicaba. El discurso del maestro de fi- losoffa podia, adems, tomar é! mismo la forma de un ejercicio fo on Myuhe et penste ches ks JH, Vornant tambscr Gree, Pasi, WL, p38. te PROLOGO espiritual, en ja medida en que ese discurso era presentado de un modo tal que el discipulo, como auditor, lector o interio- eutor, podia progresar espiritualmente y se transiormaba en lo interior. Nuestra demostracién se desarrollard en tres etapas. La pri mera consistira en recordar Ia historia de las primeros empleos de la palabra philosophia y en comprender al sentido de la definicisn filosotica de esta palabra por Platén, cuando, Bunguete, definié la philosophia como el deseo de la sabiduria. Luego, intentaremos encontrar las caracteristicas de las diferentes filosofias de le Antigiiedad consideradas en su aspecto de modo de vida, lo que finalmente nos llevara a estudiar los rasgos comumnes que las unen, En una tercera ets- pa, intentaremos exponer pot qué razén y en qué medida la filosolia fue concebida a partir de la Edad Media como activi- dad puramente tedrica, Nas preguntaremas, por dl posible volver al antiguo ideal de la filosofia. Para nuestras afirmaciones, nos apeyaremos mucho en los textos de los antiguos filésotos. Eso ser4, creo yo, prestar servicio a los estudiantes que no siempre tienen facil acceso’ a las Fuentes. Las reflexiones gue presento al lector son cl fruto de langos trabajos consagrados a los fildsofos y a la filosofia antiguos, Dos libros influyeron mucho en ma lo largo de estas investi- gaciones. Ante todo Ia obra intitulada Seelenfuhrung (Direc ‘etd de las alinas} de P. Rabbow.” publicada en 1954, gue ex- ponia las diferentes formas que podian adquirir estas practicas en los epicareos y on los estoicos, ¥ que asimismo tenfa el meérito de mazcarla contnutdad que existe entre la espiritua lidad antigua y la espiritualidad eristiana, pero limitandose guiziis de modo demasiado exclusive a los aspectos retéricos de los ejercicios espirituales. Luego fue la obra de mi esposa, quien habia escrito, antes de conocerme, un libro acerca de Séneca y le tradicién de la direccién de conciencia grecorro- mana,! que reubicaba la obra del filésofo estoico en Ta pers ‘pectiva general de ia filoscfa a1 ‘Tuve el placer de reunirme c 2 dos fildsofos, quienes, cada Manic soho Eoudvion der So PROLOGO " uno de una manera independiente de la mia, también se interesaban en estos problemas: el muy afiorado AJ. Voelke,” cuyos estudios sobre la [ilosafia como terapia del alma estin recién publicados, y mi colega polaco J. Domanski,*® cuya ‘bra acerca de la concepeisn de Ta filosofia en le Edad Media yen cl Renachmiento seré publicada en breve; en ella muestra ‘como la concepcign antigua de la filosofia fue ccultada, pero sélo en parte, en. la Edad Media, y como revivie en ¢] Renaci- miento, po ‘on Petrarea y en Erasmo, Adem ute mi srtienio intitulado “Bjercicics espirituales y antigua”, publicado en 1977, ejercio una influencia sobre idea que M. Foucault se formars de la “culture de sf mismo” En otra parte indigue las convergencias y divergencias que existlan entre nosotros Debo expresar de todo vorazén mi agradecimiento a Erie Vigne, quien me propuso est bra, me sugiti6 su plan yy tuvo conmigo una paciencia ejemplar. Por sus consejos y Sus esctitos, mi querida eolega R. Hamayon me aclaré los muy complejos problemas que plantea el chamanismo, (Que aqut encuentre I expresion de mi profunda gratitud! Mis agradeci- imientos més expresivos son muy en especial para S Simon, asf coma para Gwenaélle Aubry, Jeannie Ca Iisetrautt Hadot, quienes releyeron esta obra para eliminat, en Ia medida de lo posible, las torpezas v los errores. rsentado como dsertacidn doctoral an 1983 y Pt: on ads tarde), fpslicaco ea £996, ie Sou de set, Bais. 984, p. 57 Michel Foucault PRIMERA PARTE I LA DEFINICION PLATONICA DEL FILOSOFO Y SUS ANTECEDENTES I. LA FILOSOFIA ANTES DE LA FILOSOFIA La “HISTORIA” DE. LOS FRIMEROS PENSADORES De GRECIA “La filosoffa antes de la Filosofia.” En efecto, las palabras de la familia de phifosophia no aparecen antes del siglo v a.C. v no fue definida filoséficamente més que en ef siglo 1, por Platon; sin embargo, Arist6teles y, con él, toda la tradicién de la historia de la filosofia consideran filésofos a los primers pensadores griegos' que aparecieron a principios del siglo vi, en Ia periferia de la zona de infiuencia griega, en las coloni de Asia Menor, exactamente en la ciudad de Mileto: Tales, matemdtico y técnico, uno de los Siete Sabios, célebre por haber predicho el eclipse de sol del 28 de mayo de 585. Anaximnandro y Anaximenes. Este movimiento del pens: to se extend tras colonias griegas, esta vez las de y del sur de como en el siglo viene a fijar su residencia a fines del si- slo vien Crotona y luego en Metaponto, Poco a poco, el sur de +y Sicilia se vuelven el centro de una actividad intelectual muy viva, por ejemplo con Parménides y Empédocles. Todos estos pensadores proponen una explicacién ra¢ional del mundo, y aquf da un giro decisivo la historia del pensa- to, Existian en efecto, antes de ellos, en el Cercano Orien- y de hecho también en la Grecia areaica, cosmogonfas, pero eran de tipo mitico, es decir, describian la historia del mundo como una lucha entre entidades personificadas. Eran “genesis” en el sentido biblico del libro de! Genesis, "Hbro de “ raremos Jos fragmentos We sus obras en Zes Présoevatiques, ed L. tado como Durwont en Parfs, Bbliothéque de In Pkinde, 1988, Véase asimismo, ‘dleioa que exed paca el publico estudiantll, Les Eco! Gallimard, Paris, Folie Essas, nom, 152 a 2 LA DEFINICION PLATONICA DEL FILOSOFO las generaciones’, destinado a devolver a un pueblo el recuer- do de sus antepasados y a vincularlo con las fuerzas césmi cas y las generaciones de los dioses. Creacién del mundo, creacién de! hombre, creacién del pueblo, éste es et objetivo de las cosmogohias. Como lo demostré claramente G. Naddaf? sibien los primeros pensadores griegos sustituyen esta nat (on mitica por una teoria racienal del mundo, no por dejan de consetvar el esquema ternario gue estructuraba las cosmogonfas miticas. Proponen una teoria del origen del mundo, del hombre y de la ciudad, Esta teorfa es racional porque pretende explicar el mundo no por medio de una lue entre elementos, sino de una lucha entre realidades “fisi- cas” y el predominio de una sobre las demas, Esta transfor- macién radical se resume por otra parte en la palabra grieza phasis, que, ori , significa al mismo tiempo el cor mienzo, el desarrol do del proceso mediante el iajeto de su procedimiento s racionales, en toda la tain flosética gigs serén influenciadas por este esquema cosmogénico origi ‘oyectado, pero al cual remplazardn las Leyes). quiso a st vez eseribir un gran tratado sobre la phusis, en toda st sign, desde cl origen del mundo + del hombre hasta el origen de Atenas. Aqui de nuevo encot racjones” que devuelve a los atenienses at recuerdo de su origen y-de sus antepasados para arraigarlos en el orden universal ¥ propone, en Timeo, lo introduciendo en ella la figura mitica del Demiurgo que pro- duce el mundo al mirar el Modelo eterno que son las Ideas." La FILOSOFIa ANTES DE LA FILOSOMA 2 En el libro x de las Leyes, Platén ya no se contenta con pro~ poner tn relato mftico: pretende fincamentax su cosmoganta, sobre una demostracién rigurosa que se apoya en argumer= Jes por todos. En este esfuerzo racional, (citamente a la nocion de phusis, concebi primeros pensadotes griegos, carécter primordial, original, de sustituye pues un esquema creacionista hace del automatism dela ‘dela racionalidad del alma y el alma como principio primera, anterior a todo, se identifica entonces con la pi La“PAIDEIA” de otra corriente del pensami Sonne felleroe las practcae las foorias que slide & una exigencia fundamental de Ia mentalidad griega, el de formar y de educa cién excelenicia requerida por ta nobleza de sangy e se volvera, para los flésofos, la virtud, es decir, la nobleza ¢el pp.443.535 Exvatien, Grate, Ro 5.289, ™ LA DEFINICION PLATONICA DEL FILOSOFO alma. Podemos darnos una idea de esta educacin aristo- ratica gracias a los poemas de Teognis, que son un compen- dio de preceptos morales.’ Esta educacisn es impartida por los adultos en el grupo social mismo. En él se ejercitan para adquirir las cualidades: fuerza fisica, valentia, sentido del deber y de! honor que convienen a los guerreros y que son personificadas por grandes antepasados divinos alos que se toma por modelos. A partir del siglo v, con el auge de la de- mocracia, las cludades tendran el mismo afan de formar a Jos futuros citidadanos por medio de los ejercicios del cuerpo, gimnasia y musiea, y del espiritu. Pero la vida democratica engendra huchas por el poder: hay que saber persuadir al pueblo, hacerle tomar tal o cual decisién en Ia asamblea. Es, pues, necesario, si se quiere llegar a ser un jefe de! puebio, adquirir el dominio del lenguaje. A esta necesidad respon: deri el movimiento sofistico. Los sorisras pet stoi v Con el auge de le democracia ateniense en el siglo v, toda esta actividad intelectual, que se habfa difundido en las colo- nias griegas de Jonia, de Asia Menor y del sur de Italia, viene a establecerse en Atenas, Pensadores, profesores, sabios cone vergen hacia esta ciudad, importando modos de pensamiento que hasta entonces eran alli casi desconocidos, y quz son més © menos bien acogides, Por ejempla, el hecho de que Anaxsigoras,! procedente de Jonia, haya sida acusado de ateis- mo y haya tenido que exiliarse muestra claramente que la idea de investigacién que se habfa desarrollado en las colo- nas grlegas del Asia Menor cra muy inslita para los atenien- ses, Los famosos lov son.a menudo, tam- bien ellos, extranjeros, Protagoras y Prédico vienen de Jonia;, ual deboia ter spun i Alon dba. pp, 296248, fotos ete lo soto y ncaa, of i bra angus je. Declare, La onegue das tations roliiass he Jes Grees, Parts, 1904. “ “st ™ LA FILOSOFIA ANTES DE LA FILOSOFIA 2% Gorgias, de Italia del sur. El movimiento de pensamienta que representan parece ser al mismo ticmpo uma continuidad y tuna ruptara con respecte al que Io precedi6. Contimuidad en Ta medida en que el método de argumentaciéa de Parméni- des, de Zenén de Blea 0 de Meliso se descubre en las parado- jas sofisticas, continuidad también en la medida en que los Sofistas apuntan a reunir todo el saber cientifico 0 historico acumulado por los pensadores que les son anteriores, Pero ruptura también, porque, por una parte, someten a una erftica radical ese saber anterior, insistiendo, cada uno a su manera, cen el conflieto que opone la naturaieza (phusis) a las conven- clones humanas (nomoi) y porque, por otra parte, su act vyidad se orienta muy en especial hacia la formacién de l juventud con vistas al triunfo en la vida Suensefianza responde a una necesidad. El auge de la vida democratica exige que los ciudadanos, sobre todo los que quieren acceder al poder, posean un dominio perfecto de la palabra. Hasta en- tonces, los jévenes eran formades para la excelencia, para la areié, a través de la sunusia, es decir, a través de la frecuenta- cién del mundo adulto," sin especializacién, Los sofistas en cambio inventan la educacién en un medio artificial, que, quedaré como una de las caracteristicas de nuestra civiliza- cién.!? Son profesionales de la ensefianza, ante todo pedago- ‘gos, aunque haya que reconocer la notable originalidad de un Protagoras, de un Gorgias o de un Antifn, por cjemplo. Me- diante un sueldo, ensefian a sus alumnos las formulas que les permitirén persuadir a los auditores, defender con la misma habilidad el por y el contra (antilogfa). Platéa y Aristételes les reprochatan ser comerciantes en materia de saber, nezo- Giantes al por mayor y al por menor. De hecho, ensefian no séio la técniea de! discurso que persuade, sino también todo Io que puede servir para conseguir la elevacién de punto de "Acerca de fa sumusia of Plton, Apatow, 19 » Sehallavdn tos fragmentos de fos soFstas en Les Préscera p20 bpp. 980-117 Dumont, Lae Sophisies. Frey rokgtares, Paris, 1989, Aces inenes de Pericles, S818 Lynch, Arestate’s Seto, pp. 3848 "ffs soplsteque, Pais, 1995, ‘Staton, Sofie, 2228 224d: Aristételes, Reldactonessofsicas, 185 322. 26 LA DEFINICION PLATONICA DEE FILOSOFO vista que siempre seduce a un au 5s decir, la cultura ia, de geomatria‘o tores, hacen su propia publicidad dando conferenciss pablicas en las cuales ponen de relieve su saber y su habilidad. Son pro- Fesores ambulantes que permiten sacar provecho de su técnica no sélo de Atenas, sino tambien a otras ciudades, Ast la area, la excelencia, esta vez cancebida como compe- fa, ane debe permitir esempefar un papel en ciudad, ile ser objeto de um apreniraje sel aujto que la aprende ene aptitudes naturales y se ejeteita lo sufciente Meesdote, Heo TL LA APARICION DE LA NOCION DE “FILOSOFAR" E). TESTIMONIO DE HERODOTO Es casi Seguro que los presocraticos de los siglos vil y a, Jenéfanes o Parménides, por ejemplo, y hasta quizas, a pe- sar deal testimonios antiguos pero muy discutibles, Pitdgoras! y Heréclito?, no conocieron ni el adjetive phi- Tosophos ni el verbo philosophein (filosofar), y con mayor razon la palabsa pkilosophia. En efecto, estas palabras no aparecen, segan toda verosimilitud, mas que en el siglo v, 2m. Jes" en e! que Atenas brilla tanto por su pre- -2 como pat su proyeccién intelectual, en ides, de los sofistas, en la época riador Herédoto, oriundo de Asia Menor, a lo largo de sus nusntosos vias, lega a vivir fen Ja célebre citidad. ¥ precisamente, quizés es en su obra.en wade encontramos Ja primera mencién de una actividad tuno de aguellos a los que .. Bste, or gullaso de st poder y de sus riquezas, se dirige a Solon en estos termninos:' "Mi huésped ateniense, el rumor de vs sabl- duria (sopiigs), de ts v igado hasta nosotros. Se » Opiniones di terespecto: R Joly. Le vhéme pilesophigus des genres de vie de on ‘ager Pata =, 1560, Bp. 1554 fs una proyeccién sobre 9, ge ” 28 LA DEFINICION PLATONICA DEL FILOSOFO nos ha dicho que teniendo el gusto de la sabidurfa (philoso- hedn), visitaste muchos pafses, movido por tu deseo de ver" Aqui vishunbramos lo que enstonces representan la sabidu- rfa_y la filesofia, Los viajes que Solén emprendié no tenian /o que conocer, adquirir una amplia experiencia de la realidad y de los hombres, descubrir al mismo tiempo comarcas y cosurmbres diferentes. Observaremos a este res- dagacion.* Una experiencia ast puede hacer de aquel que la posee un buen Juez de las cosas de la vida humana, Por ello Creso pregunta a Solén quién es en su opinion el hambre mis feliz. ¥ est contesta que nadie puede ser dicho feliz. antes de que se haya visto el fin de su vida. Herddoto revela pues la existencia de una palabra que quizés ya estaba de moda, pero que en todo caso Tegaria a estarlo, en la Atenas del siglo ¥, la Atenas de la democracia y de los sofistas, De una manera general, desde Homero, las pa- Jabras compuestas con philo- servian para designer cidn de alguien que encuentra de vivir, en consagrarse a tal cual es el placer y na adh pues el interés que se toma en la sophia? La acripap piLosories, ORGULEO De ATENAS ‘iglo V estaban orgullosos de esta actividad terés en la ciencia y la cultura que flo- recian en su ciudad. En la Oracion finebre que Tuctdidest le hace pronunciar en memoria de los primeras soldados eafdos Ch anterior p22; si Merdellro hablabs en efecto de flisofos, en suf 38 (ef, p-27,n,2), sesalaremos entonces que vinculabs Hlesafia con indagacicn * Acerca de palabra philosophies, ease tamincn E. A. Havelock: rej #0 Cambridge, Mass. 1963, pp. 2800283: W. Burkert art. vada p 27m), "Tusidides, Historia dela guest Plopunsso, 1 40,4 LA APARICION DE LA NOGION DE "FLOSOFAR vp jogio del modo de samnos lo bello con sim- plicidad y filosofam empleados son compuestos de pi hein, Aqui, sefialemos al pasar, se pr el triunfo de la demoeracia, Ya no se trata de perso! cexcepcionales o de nobles que consiguen alcancat !a cia fareté), sino de que todos los ciuidadanos pueden esa meta, en la medida en que les guste ls consagren al amor de la soph tema: es Atenas Ia que revel6 al mundo le filo Esta actividad abarea todo lo que se refiere a la cul telectual y general: especulaciones de los presocré ct rica, arie de per cas nacients, teria del lengua, eenica retorica, ore Pes juzgamos por una se Gorgias en su Flosio de Helena, Bsta, deca, no fue respons de st acto, porque fe empujada a actuar aso Bien a causa de ‘oluntad de los dioses, o bien bajo presin de la violencia mo por pain sen las que lo s0- Sin duda se trata de lus discusiones pal ue es 0° fistas se enfrentaban para demostrar su talento, opom ws discursos a propésito de temas que no se vinculaban con t problema particular, juridica o politico, sino que respondiar cultura general. La Noct6n pe “sorea” hos y philo-sophein suponen, Pues, OT Pr yey ae ieconocer eloramente gue joséfica de la noci6n de a dudan siempre Para definir sophia, los intérpretes modemos entre Ia nocién de saber y la de sabiduria. El que es sop/05, ces » LADEFINICION PLATONICA DEL FILOSOFO el gue sabe muchas cosas, que vio muchas cosas, que viajé mu cho, que tienen una cultura enciclopédica, o es aquel que sabe conducirse bien en la vida y que esté en la felicidad? Habremos de repetirlo a menudo a lo largo de esta obra, las dos nociones distan de excluirse: el verdadero saber es finalmente un saber hacer, y el verdadero saber hacer es un saber hacer el bien. Desde Homero, las palabras sophia y sophos eran emplea- das en los contextos més diversos, a propésito de conductas ¥ de disposiciones que, al parecer, no tenfan nada que ver con las de los “fl6sofos"." En la Iliada, Homero? habla del carpin- , quien, gracias a los consejos de Atenea, entiende de toda sophia, es decir, himno homérico A Hermes," después de haber narrado vento de la lira, agrega que este dios modeld él tnismo e! ins trumento de una sophia, diferente del arte de saber, Ja flauta de pan, Se trata pues aqui de un arte, de un saber ha- cer musical A juzgar por estos dos ejemplos, podemos preguntarnos legitimamente si, en el caso del fabricante de barcos como en el del miisico, la palabra sophia no designa preferentemente actividades, précticas, que estén sometidas a medidas y a reglas y que supenen una enseflanza y un aptendizaje, pero que, ademés, exigen también la ayuda de un dios, una gracia divina, que revels al artesano 0 al artista los secretos de fabri- caci6n y los ayuda en el ejereicio de su arte. De igual manera, Solén" emplea sophié en cl siglo vit a.C para designar Ia actividad poética, que es el fruto al mismo tiempo de un largo ejercicio y de la inspiracién de las Musas. Este poder de la palabra poctica, inspirada por las Musas y que da su sentido a los acontecimientos de la vida humana, aparece con mayor claridad en Hesiodo, a principios del si- glo vu. Sino emplea literalmente la palabra sophia, expresa con 8B, Gladigos, Sophia wid. lamage of the Wise Man in Gre heim, 1963; GB. Kerferd, “The the Peried before Plato", images of Mar 1228, LAAPARICION DE LA NOCION DE “FILOSOFAR™ 3 mucha fuerz: | contenido de la sabiduria poética. Testimo- sensato. Las Musas vierten sobre la lengua y los aquel a quienes escogieron un rocfo suave, una dulce miel “Todos fijan en él su mirada cuando interpreta las leyes nas con rectas sentencias y él con fitmes palabras en un mo- mento resuelve sabiamente un pleito por grande que sea" Las palabras del poets, por su parte, cambian los corazones: ma de una desgracia, con el alma recta des. garrada se consume afligide an su corazén, luego que aado servi- or de las Musas cante las gestas de los antiguas y ensalee 3 lus felices dioses que habitan el Olimpo, al punto se olvids aquél de guna deseracia. ;Rapidamente Pues si alguien, v sus penas y ya no se acuerda de ‘cambian el nimo los regalos de las diosas| dos registros al parecer muy diferentes, ridica y politica: los reyes administra de los hombres. En este encantamiento po- po un esbozo de lo que serdn losolcos, ya sean del noes sélo por que cuen- las desgracias, sino porque hacen acéeder al poeta y al que Jo escucha.@ una vision c6smrifca, SI “regocijan a la poderosa mente de Zeus su padre", es paigue le cantan le hacen ver “lo que es, lo que tregua de las preocupacior demos descubri mas tarde Jos ejercicios espiritual orden del discurso o de !a contemplacién. medio de la belleza de los cantos y.de las yp 454; P. Lat Entealgo, The sw Haven, 1970 (resena cnt 2 LADEFINICION PEATONICA DEL FILOSOFO sera, lo que fue" y es precisamente lo que cantaré el propio Hestodo en sti Teogonia. Una sentencia epictirea, que sé atri~ buye al discfpulo de Epicuro, Metrédoro, dir: “Recuerda que, nacido mortal y con una vida limitada, subiste, gracias 2 Ja ciencia de la naturaleza, hasta !a infinidad del espacio y del tiempo y viste lo que es, lo que serd y lo que fue". Y, antes de {0s epicuireos, ya Platén habia dicho que el alma, a quien per~ tenece la elevacién del pensamiento y la contemplacion de Is totalidad del tiempo y det ser, no considerara la muerte como algo alo que hay que temer.'* Por otra pate, !a sophia también puede designer la habili- dad con la cttal uno sabe conducirse con fos demas, destreza que puede Negara ser astuctay disimulo, Por ejemplo, en el Ibro de sentencias que codifica le educacién aristocratica que Teognis, quien escribe en el siglo vi a., dirige a Cirmos, se encuentra el consejo: "Cirnos, muestra a cads uno de tus amigos un distinto aspecto de ti mismo. Matizate conforme 3 los sentimientos de cada uno. Un dia dinete a uno y juego has de saber, a proposito, cambiar de personaje, pues Iz habilidad (sophié) es atin mejor gue una gran excelenscia (areté)”. \Vemos pues la rigueza y la variedad de las componentes de la nocién de sophia. Se encuentran en la representacién le- gendaria y popular, tego histérica, que se hizo de la figura de los Siete Sabios*, de la que yx encontramos la huella en algunos poetas del siglo vt, luego en Herédoto y en Platén. Tales de Mileto (finales del siglo Vu-v1 a.C.) posce ante todo un saber que podriamos calificar de cientitico: predice el eclipse de sol del 28 de mayo de 585, afirma que la tierra des. cansa en el agua: pero asimsmo tiene un saber técnico: se le pruebas de clarividencia politica: intenta salvar a los griegos de Jonia, proponiéndoles formar una federacién. De Pitaco de 8 Of plow, Carus, estas, sentoeias, traducido y comentado par JAF, Balaudé, Parts, 1994, p. 210 {sentencia 10). ee Plato, Popa, as tory 213, ingen de Sieben Wei LA APARICION DE La NOCION DE “FILOSOFAR" 3 mos, un hombre politico, cuya bienhechora legislaci6n deja un largo recuerdo, mas también es un poeta que expresa en sus versos su ideal ético y politico, Quilén de Esparta, Pe- riandro de Corinto, Bias de Priene (los tres de principios de! siglo vd) son asimismo hombres politicos, célebres por algu- nas leyes que hab(an promulgado 0 por sti actividad oratoria y judicial, Las indicaciones que se refieren a Cleobulo de Lin- dos son las més inciertas: solo saberios que se ie atributa un cierto nimero de poemas. Se adjudicaban a estos Siete S: bios maximas, “frases breves y memorables’, dice Platén, pronunciadas’ por cada uno de ellos, cuando, habiéndose reunido en Delfos, quisieron ofrecer a Apolo, en su templo, las primicias de st sabidurfa y fe consagraron las insceipcio- nnes que todo el mundo repite: "Condcete a ti mismo”, "Nada en demasia”. En efecto, toda una lista de maximas que se de- fa eran obra de los Siete Sabios estaba grabada cerca del templo de Delfos y la costumbre de saseribirlas, para que fee ran leidas por todos los transetintes on las diferentes ciudades griegas, estaba muy difundida. Es asf como en 1966 se des cubrié en Ai-Khantin, en la fromtera del actual Afganistan, durante las excavaciones realizadas en una ciudad de un ane tiguo reino griego, la Bacttiana, una estela mutilada, que, como lo demostré L. Robert, comprendia originalmente una serie compleia de 140 maximas délficas. Fue Clearco,” el discipulo Ge Atisteteles, quien las habia hecho grabar en el siglo 1 é.C. Vernos aqut la importancia que el pueblo griego atribufa a la ‘A partir del siglo vi se agregar otro compazente a la no- cién de sophia, con el desarrollo de las cfencias “exactas”, la medicina, Ia aritmética, Ia geometria, la astronomfa, Ya no sélo hay “expertos” (sophoi) en el ambito de las artes o de la politica, sino también en ¢l cientifico. Por otre lado, desde Tales de Mileto se desarrollé una reflexién cada vez mas pre cisa en el campo de lo que los griegos Namaban la phusis, es Plagsn, Promos, 343 a, SL Robert, ‘be De! waciriane”,eadsnie des ins pp. 16.437 18 Gf Hagel. "The Spiritual Guide", pp 441-44 ‘Yous. Inscriptions grecques nouvelles dela rons et bales dttres, Comptes nds, 188, M LA DEEINICIGN PLATONICA DEL FILOSOFO decir, el fenémeno del creci bre, pero también del universo, reflexion que ademas 2 me- nudo se mezclaba intimamente, como en Herd plo, o sobre todo en Demécrito, con consideraciones éticas. En cuanto a los sofista én de ensefiar a los jévenes la soy el epitatio de Trasimaco— es la sophia” * Para los sofistas, la palabra nnifica en primer lugar un saber hacer en Ja vida py que entrevimos, sobre todo la cultura cie en Ia medida en que forma parte de la cul ica, por lo menos ra general 2 Trasimaseo, a vat, Dumont, p. 1072, IM. LA FIGURA DE SOCRATES. vo una influencia decisiva en Ia de- que Platén propone en su diélogo el Banquete y que es una verdadera toma de conciencia de fa si- tuacién paraddjica del filésofo en medio de los hombres. A ello se debe que tendremos que detenernos en forma detallada no en el Sécrates histérico, dificilmente conocible, sino en la fi gura mitica del pensador tal cual fue presentad por la primera generaci6n de sus disefpulos. La FiGtiRa DE SOCRATES. ‘A menudo se ha comparado a Séerates con Jests.! Entre otras ‘snalogias, es muy clerto que tuvieron una inmensa influencia historica cuando ejercieron sit actividad en un espacio y un los testimonios “ocu jarables de Jenofonte, los didlo- 0s de Platén; sobre Jesits, los Evangelios; y, sin embargo, es muy para nosotros definir con certeza lo que fueron tanto el Jestis hist6rico como el Sécrates historico, Después de su muerte, sus disefpulos? fundaron eseuelas para difundir su mensaje, pero esta vez las escuelas fundadas por los “socraticas" parecen mucho més diferentes las unas de las otras que los cristianismos primitivos, lo que permite 3 dad de la actitud socratica, Séerates inspiré a Ant{stenes, el fundador de la escuela ciniea, que preconizaba Th, Doman, Soerare ot Jésus, Paris, 19H. Sabre Séerates, ef F, Wolk, 3 36 LA DEFINICION PLATONICA DEL, FILOSOFO Ja tension y la austeridad, y que influiria profundamente en el el fundador de la escuela de Cirene, para en sacar el mejor provecho posible de la situacién que se no despreciaba pues el espa: cerfa entonces el fundador de fa escuela Uno solo de sus disefpu- 2a porque supo dar a terario, © mas bien durante siglos sal- ygos un Imperecedero val escuela que funds sobre! sofia, concebida, lo veremos, coma cierto discurso vincu- ido con un modo de vida y como un modo de vida vine Tendriamos quizés una idea muy ‘Séerates si las obi por sus di hubiera conservade toda cos", que pont interlocutores, xy que recordar, en todo caso, qué el dato fum- damental de los dislogos de Platén, la puesta en escena de gos en los que Sécrates liene, casi siempre, el papel del uador, no es uct invento de Platén, sino que sus f dislogos pertenecen a un género, el dislogo “socratico”, que era una verdadera moda entre les dise{pulos de Socrates.” El éxito de esta forma literaria permite entrever la impresién extraordi- naria que produjo en sus contemporaneos y sobre todo en sus discipulos la figura de Sécrates y la manera en que conduefa sus reuniones con sus conciuidadanos. En el caso de los didlo- G08 Socrticos redactados por Plat6n, la originalidad de esta forma literaria consiste menos en la utllzacién de un discurso dividido en preguntas y respuestas (pues el diseurso dialéctico ‘existfa mucho antes que Sécrates) que en el papel de personaje 2 Ariatoeles, Patica, 1447b 10. Cf C.W. Maller, Die Kuriclogs der Append Plaronica, Msich, 1975, pp. 179 3s LAFIGURA DE SOCRATES u central del didlogo asignado a Sécrates. De ello resulta una re- ‘muy particular, por una parte entve el autor y su obra, y por la otra entre el autor y Sécrates. El prometerse eon su obra, pues se contenta Teprocucir un debate que opuso tesis contrari demos suponer que prefiere la tesis quee hace mascara de este Sti- Platén, Nunca aparece en ellos el “Yo" del auttar que dislogo y tam poco se pone et escena en snterfocutores. Pero evidentemente tarmpove prec’ compete a Sécta- teados, Es pues a thenudo muy jogos Ja parte sceratica ¥ la poco tiempo despues u muerte, una figura mitica, Pero es precisamente este de Socrates el gue dejé una huella indeleble en toda la ria de la fitosofia EL NO SABER SOCRATICO Y LA CRITICA DEL SABER SOFISTICO En su Apologia de Sécrates, en la que Platén reconstruye su manera el discurso que Sécrates pronuncié ante sus jueces durante el proceso en el que fue condenado, éste relata como uno de sus amigos, Querefén« pregunt6 al oraculo de Del si habia alguien mas sabio (sophos} que Socrates, y l 0 le contesté que nadie era més sabio que Séerates. Es se pregunta entonces To que quiso decir el ordculo y se lanza a una larga indagaci6n dirigiéndose a personas que, conforme a le tradicion griega de la que hablamos ez el capitulo ante~ rior, poseen la sabidurfa, es deeir, el saber hacer, hombres de Estado, poctas, artesanos, para lescubrir a alguien més sabio que él, Se da cuenta entonces de gue todas estas personas crest todo, cuando no saben hada. De ello concluye pues que si éles el mas sabio, es porque, por su parte, no cree sa ber lo que no sabe. Lo que el ordculo quiso decir es pues que \ *Platsa, Avoiogia, 20-23 38 LA DEFINICION PLATONICA DEL FILOSOFO el més sabio de los seres humanos es “aquel que sabe que no vale nada en lo que se refiere al saber".* Esta seré precisamente a detinicién platénica del filésofo en el Banguete: 3 no saber, La tarea de Sécrates, la que le fue contiada, dice la Apolo- fa, por el orfeulo de Apolo, sera pues hacer que ciencia de su propio no saber, de su no sabiduria. Para 4 cabo esta mision, Sécrates tomaré, él mismo, alguien que no sabe nada, es decir, la de la inger famosa tronfa socratica: la ignorancia fingida, candido con el cual, por ejemplo, indayo para saber si alguien era mas sabio que él. Como dice un personaje de la Rept- “Esta no es sino la habit mnfa de Sécrates y yo ya a los presentes que 10 estarias dispuesto a responder, ¥ que, si alguien te preguntaba algo, harfas como que no sa- bes, 0 cualquier otra cosa, antes que respondes” Por ello, en las discusiones, Sécrates siempre es el interno- gador: “es que confiesa no saber nada", como lo sefiala Aris- Loteles.” "Sécrates, desprecidndose a si mismo —nos dice Ce cerén—, concedia més de lo necesario a los interlocutores a quienes deseaba refutar® ast, pensando una cosa y d otra, se complaci almente este disimulo ue los griegos Haman ‘ironfa’.”* A decir verdad, ao se trata de una idea preconcebida de dlisimu- 4g, sino de una especie de humorismo que se niega a tomar demasiado en serio tanto a los demas como a si mismo, porgute, precisamente, todo le que es humano, y aun todo lo 0, es algo muy inseguro, de le que poco puede uno enorgul .. La mision de Sécrates es pues hacer tomar canciencia a ios hembres de su no saber. Se trata aqui LA FIGOR DE SOCRATES 3 revolucién en la concepcién de! saber. Sin oe Sécrates puede dirigirse, y lo hace gustoso, a os peofanes fy, ‘solo tienen un saber convencional, que no acttian sine Enfluencia de prejuicies sin fundamento pensado, & aaentrores que su presunto saber no se basa ef nada. sevabre todo a los que estan persuadidos por st Se OTe ar asta Soest, aba hati cos iE canajes de este tip: par una parte los aris Peon dee eos rage varménides, Empedocles o Heraelito, que oponian s , Te ignorancia “de la multitud; por fa otra, os dem ‘eoriss feats de su Saber que preteadian poder vender el sabor a tao

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