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ae“ po9 77, G86 B35 2009 ~—— Geiman, Juan, 1990- Bajo 1a liuvie ajeno (notes al pie de une Goteccisn EnGSEEOER? 209 In chan 20m dels hnasones:Carb lose 2008, de ot diciin: icin Mundo Nevo ~ Buenos Aes wsfindicnmundamevoreat is det Zs Rojo Barcelona ese digi por Alejandto Oo ‘icon Mets Ponsode Alaes Setweree ste en esl {albu prtuciones deri isin edi: Ftnanda Diego Gates ‘rectn dane Scbasin Gat Scherzer ‘pia Cat dees Endsies Claas simera edi cebee de 2009 imps en acco pt Gia osm een Son muy distintos a nosotros No se preocupan verdaderamen- te de nosotros. No sufren la injusticia que nos pasé a mas solidarios tienen como vergiienza por nosotros. Es un proble- ma de ellos, pero nos afecta a nosotros. Como si el didlogo entre extranjeros sobre algo aparentemente comprensible —el dolor de los unos— viniera envuelto por parte de los otros en pudores, can dores, paternalismos, usos. No nos vamos a poner de acuerdo nunca. Y seremos muchas veces injustos, tomando la humildad por soberbia, la reserva por fal Je compromiso, l voluntad de no herir por la voluntad de no Asi estamos dk fermos. Buscaremos compromisos con el Museo del Prado, con Santa Maria Maggiore, la Place de Ix Con- trescarpe, el Paseo dela Reforma, las escaleras mecinicas de Cara cas, el Hyde Park de Londres. Son compromisos de idiota y duran una idiotez. La maravilla pasa, el dolor queda. Como el fuego del alma, queda. Queda, éAcaso el ciclo no es ef mismo? El cielo no es el mismo. 2Dén- de escard Cruz del Sur sino en el sur? No es el mismo sol? No! gacaso ilumi a Buenos Aires? Lo hace horas después ya no estoy. Color de sielo otro, luv cuando yo jena, luz que mi infancia no Las voces del rocio se parecen a las voces del rocfo. Una pe- quefia lengua lame y las diferencia, las distancia. Mi rocfo del sur o cabellera o cristalira ma sada sobre los pechos del combate, No rocfa lo mismo sobre el Mercado Comtin Europeo, el més co- miin de los mercados. ‘Todos los hombres son humanos y lo que cabe en mi deberia caber en los demés. Y viceversa, porque todos los hombres son humanos. Quepémoros, humanos. Que quepa en mi el extrafio mundo alrededor, sus egoismos justificados, su decencia a parqui- Juan Getman rdaderamen- metro, su honradez de consumo, su fino individualismo brutal, su rosottos. Los amor triste, la suciedad de sus higienes. Apenas tengo de ofre- sun proble- cerle los rayos de luz que iluminaban el combate por la dicha, las fidlogo entre generosidades de Ix muerte, es decir, de la vida, los estallidos de la —el dolor de dicha, esta derrcta por ahora. sudores, can- Revolvamos a tierra con las manitas juntas. A lo mejor cre~ ce una planta de dos rostros, que necesita agua de los dos, y mira mos muchas dos distancias a partir de la misma soledad. Asi estaremos juntos, L reserva por verdaderamente, luntad de no 9-05-1980 nisos con el ede la Con- icas de Cara- fiota y duran cl fuego del ismo. :Dén- ang sol? No: 5, cuando yo i infancia no fo, Una pe- ‘ocfo del sur ¢l combate 1, el més co- mi debs ombres son i cl extrano ia a parqui- Sa in Lo que podemes aprender en el exilio no esti dado a noso- tros, esti dado a sf mismo, y ensimismado, vuelto hacia enros- cado alrededor de si,hundido en si, que no es nosotros. Podemos aprender de eso? Si, podemos, pero squé? Pasan rostros que giran de nuca, eso podemos ver. Podemos imagi ar, softar, intuit. En la medida en que imaginamos, sonamos, intuimos. Esas culturas no se dan abiertas. :Vale la pena hacer un gran esfuerzo, abrirlas, violen- tarlas, si es preciso? ;Encontraremos algo ms que la confirmacién de lo que nos hicieron hace siglos, lo que nos vienen haciendo de hace siglos? /Tenemos tiempo para eso? el tiempo que necesitan nuestros muertos, nuestros vivos Pero tenemos tiempo, el tiempo de no volvernos locos, de no volvernos otros. De abrir los campos de Ia locura a esas nucas que locamente no nos ven, se apoyan en nosotros para mirar sus seres, no necesitan Je nosotros, miran etemamente sus espejos, persiguiéndose oscuras, de espaldas a ellas mismas. Recurren a nosotros cuando estin tan perdidas que n esitan callos, piedras, girando. Tiencn la voluntad del si alguna consiscencia para segu re, el péndulo del aire, hoy aqui, mafiana aqui también, El aire les es corto. Nosotros arrastramos los pies en rfos de sangre seca, almas que se pegaron a la cierra por amor, no que: -mos otros mundos que el de la libertad y esa palabra no la palabreamos porque sabemos ha- ce mucha muerté que se habla enamorado y no ¢ amor, se habla claro, no de la claridad, se habla libre, no de la libertad. Se 9-0 1980 ajo ta Huvia ajena uw Yo no me voy a av gonzar de mis tristezas, mis nostalgias. Extrafio la callecita donde mataron a mi perro, y yo Horé juntoa su muerte, y estoy pegado al empedrado con sangre donde mi perro se murid, existo todavia a partir de eso, existo de eso, soy eso, nadie pediré permiso para tener nostalgia de eso. Acaso soy otra cosa? Vinieron dicteduras militares, gobiernos civiles y nuevas dietaduras militares. qquitaron los libros, el pan, el hijo, desesperaron a mi madre, me echaron del pais, asesinaron a mis hermanitos, a mis compafieros los torturaron, deshicieron, los rompieron. Ninguno me sac de la calle donde estoy Horando al lado de mi perro. {Qué dictadura militar podria hacerlo? z¥ qu milicar hijo de puta me sacard del gran amor de esos crepiisculos de mayo, donde la ave del ser se balancea ante la noche? No era perfecto mi pafs antes del gelpe militar. Pero era mi es- tar, las veces que temblé contra los muios del amor, las veces que fui nif, perro, hombre, las veces que quise, me quisieron, Ningtin general le va a sacar nada de eso al pais.a la tiertita que regué con amor, poco o mucho, tierra que extrafio y que me extrafia, tierra que nada militar podré enturbiarme o enturbiar, Es justo que la extrafie, Porque siempre nos quisimos asf: ella pidiendo mas de mi, yo de ella, dotidos smbos del dolor que el uno al otto haef y fuertes del amor que nos tenemos, Te amo, patria, y me amas. En ese amor quemamos imperfec- ciones, vidas 9-05-1980 deli nad me stalgias. ni perro, »biemnos sel pan, ricieron, Hlorando way sculos de eces que Ningiin rsast ella uc el uno mperfec- ly Estoy desterrade de vos. Mis pies pisan otras tierras, y la cost es que viva yo en otras tierray sin mentirme, sin mencir. Plantitas delicadas pueden sobrevivir, El aire ar uunque no entiende las, darles luz, Respirarin, plantitas. nada de nada— podtd abrig Yo iré a verlas de noche, escucharé su respirat, miradas que me miran fijamente, fueg ys que queman la madera de vos, tierra que arde en cada mundo, derramada de vos, dura, solisima. 9-05-1980 Baja ta Havin ajena de los deberes del exilio: no olvidar el exiliof combatir a la lengua que combate al exilio/ no olvidar el exiliofo sea la ticrraf sea la patria 0 lechita 0 pafiuelo donde vibriba nos/donde nifibamos/ no olvidar las razones del ilio/ ta dictadura militarflos erro-es que cometimos por vosfcontra vos/ tierra de la que somos y nos eras a nuestros pies/como alba tzndidal y vosleorazoncito que miris cualquier mafiana como olvidof no te olvides de olvidar olvidarte 9-05-1980 a STI OTT VI Del espesor de la experiencia. Hay discursos que rozan de- terminado espesor, parecen expresarlo, pero un despegue, una distancia, una nota no falsa peso distraida los distingue. La ajeni- discussos —cualquiera sea su universal acepeacin— dad de certifica de nuevo esta perra scledad. Se una, sorda de su derrot n qué lengua podria hablar la soledad? El que perdié sus BY quién las eptar, recibir, ‘ila soledad, que no tiene discursos? :Perra que ladra a la atélite o muertita? hijos, su masvida, zqué piedras escupiera por la boc: iba a recoger como sefial de amor, 0 a entend aunque sea sentir en la ventani? La soledad de la palabra. La Iluvia barre los pafses del alma, Una palabra va por el camino, aterida, temblando, no sabe a dén- tanta sangre camina ahora bajo la Iuvia de, Sélo sabe de dénd nueva, limpia, fresca, ignorante, 10-05-1980 ae eae LT LL te rozan de- spegue, una re. La ajeni- ceptacién— uc ladra a la 2 perdid s s BY quién las star, recibir, 2s del alma sabe a dén- ajo la Huvia o-o5-1y80 Juan Gelman vu {Hasta dénde este xilio exterior coincide con otro mas pro- fundo, interior, anterior? Hasta dénde las idiomas extrafios, la aje- nidad de rostros, voces, modos, maneras, encarnan los fantasmas que asediaron mi propia juventud? Rostros confusos semiborrados por la madrugada que no podia dormir, idiomas extra isimos oidos al pie del mundo que faltaba, en stbanas de suefio tendidas por la noche. Todo eso puede ser. Pero ninguna lengua oscura entonces me decia sep, nienteefato, ferboten, nins, antuncke. Eran idiomas de no estar, temblaban mo recién nacidos, leyes de fiero no marcaban sus plicgues, podfan volar, inesperados. No. Ese otro exilio nada tiene que ver. A lo mejor eva el exilio del futuro. 3ra el exilio del duro presente. Aqui, ademés, nos hacen tajos el pasado. 11-05-1980 vu ibrica de suefios. Hacemos cola No hacemos cola frente a la rica de suefios, comer, dormir, ante el pais. E amar, son como suejios, cada dia fabricamos estos suefios y llega- amos en una mos por ellos al dia siguiente 0 suef. Estoy sofiando con la via del Corso y el Jorge con la ruc de Mouffetard. Calles sofiadas por nosotros, de espaldas a nosotros, que nunca nos sabrin, Las pisamos de dia y de noche, pasamos por ellas, nos desangramos contra ellas, hasta lloramos en ellas, stue- fos de piedra que reconocen otros pies. Nuestra mirada de fantasma mos, que né pesamos sobre ellas, aterte Suenan que no existi- me desofiés perfectamente. Zale ajena sofiada por mf 11-05-1980 Ix Ha guas de do, sent viborea nos, est silencic ede ros, 980 Juan Gelman Ix Hacemos cola ante el pats, al deseampado, Hueve, se alzan len- 1 de fuego que lamen a lor sancos, las € 1 cola de 14.000 kilémetros, averas pasan pajarean- do, senos de una mujer arrastian cielo, viborea, hierven los argenguayos, urulenos, chilentinos, paragu- nos, estin tirundo de la noche sudamericana, rechinan de almas en silencio, su verdadero trabajar hy-o5-1980 % Serfas aguantuble, exilio, sin tantos profesores del exilio, socidlogos, poctas del exilio, Horones del esilio, alumnos del exi- s del exilio, buenas almas con una balancita en la lio, profesio mano pes el menos, el residuo, la divisién de las dis- tancias, el 2x 2 de esta miseria, Un hombre dividido por dos no da dos hombres, n carajo se atreve a mulciplicar mi alma por uno, 11-05-1980 XI Cir dentro por mi. Lo fifo ten NI Gierro Los ojos bs » el solcito romano. Pasas por Roma, sol. ¥ dentro de unas horas pasaris por lo que fue mi casa, no Heviindo. me sino iluminando sitios donde falto, que reclamo, que reelaman por mi, Los vas a calentar de todos modos, exactamente cuando de frio temblaré 11-05-1980 Juan Gelman xu Mi padre vino a América con una no acrds y otra ade para tener bien alto ef pantalén. Yo vine a Zuropa con una auras y otra adelante, para tener bien alto el ntalén, Hay diferen- cias, sin embargo: él fue a quedane, yo vine para volver ¢Hay diferencias, sin embargo? Entre los dos fuimos, volvi- mos, y nadie sabe todavia a dénde iremos a parar Paps: tu erineo se pudre en la tierra donde yo naci, en repre- avin de la injusticia mundial, Por eso hablabas poco. No ha- cfa falta. Y lo demas —eomer, dormir, sufrir, hacer hijos— fueron gestiones necesarias, natura Jes, como quien Hena su libreta de ser vivo. Nunea te olvidaré, en la oscuridad del comedor, vuelto hacia la claridad de tus comienzos. Hablabas con tu tierra. En realidad, nunca te sacaste esa tierra de los pies de! alma, Pieses lenos de tierra como silencio enorme, plono o luz. 13-05-1980 Bajo Ls Havia ajena XIV Llego temprano a todas partes. Veo cémo vacfan lis escuelas de los cadveres nocturnos del saber y tiran crcolina en los rinco- nes para tapar los olores de la ciencia. Llego temprano al hospital, cuando cambian los muertos de las sébanas, Llego temprano a vos, amor, cuando a la luz de tu secreto reis sin darte cuenta, No estoy Hleg: ndo temprano por equivocacién, miedo 0 va- lor. Los militares mean la noche marxista-leninista y he Hegado temprano a este exilio de mf, ‘Temprano escucho el p4jaro cantar la pajara suftir, y temprano saldré de mi vide. 13-05-1980 Bajo ta Huvia ajena xv Cuando ciertos curopcos se dan cuenta del negocio del exilio latinoamericano, eambian de rostro extraiame c, vacilan, palide- vores de la infancia, Luego recobran seriedad, recomponen su es far, reconocen que la solidaridad es aria y, sobre todo, mutuamente solidaria, De la sangre de mu- chos sacarén un articulo o dos, alguna edtedra 0 sueldito. Lo cual carece de importancia, Paco Urondo murié por la felicidad de los millones que, no aspirando a escribir o prestigiarse, quieren vivir humanamente. De los restos de Paco come un cuervo que fabrica antologfas y ahora dicta cdtedra de Paco en la Universidad Europea de B. Paco se m parece cada da mas a los millones que un dfa triunfarin. Las plu- mas del profesor se han vuelto verdes, ya ni un cuervo parece, pide papa si quieren que repita la leccién, 15-05-1980 ap de XVI No debiera ar ncarse a la gente de su tierra 0 pais, no a la a. Lat gente queda dolorida, la tierra queda dolorida Nacemos y nos cortan el cordé1 umbilical. Nos desticrran y nadie nos corta ka memoria, la Lengua, los ealores, ‘Tenemos que aprender a vivir como el clavel del aire, propiamente del aire, Soy una planta monstruosa. Mis raices estin a miles de kilé metros de mi y no nos ata un tallo, nos separan dos mares y un océano. El sol me mira cua do ellas respiran en fa noche, duelen de noche bajo el sol, 14-05-1980 SR cI Bajo la Havia ajena XVII Amo esta tierra ajena por lo que me da, por lo que no me da Porque mi tierra es tinica, No es ku mejor, es Giniea. Y los aje- nos la respetan sin querer, siendo ellos, siendo de otra manera, bellos de otra manera En sus bellezas me conmuevo. Nada tengo que ver con su manera de llegar a la belleza. Esto es hermoso: dandome su belleza, me dan también la ajenidad de la belleza. La injustie , el dolcr, el sufrimiento, se in- cerponen casi siempre. Salt, belleza. Somos pedazos del viaje universal, diferentes, contrarios, las mismas olas nos arrastran. Iremos a parar a cualquier playa. Vamos a hacer un fueg contra el frio y el hambre. ‘Vamos a arder bajo la misma noche. Vamos a vernos, ver. 16-05-1980 x E bella, semis 1 Hos su silene 1 Dees vida ¢ crepit Ja inju pasar toys XVUI EI viento que entra en ta cocina sacude el cartelén con el rostro de alguna actriz del cine muds. Mary Pickford tal vez. Es bella, sus ojos brilla y con fa boca construyen una semisonrisa tiernisima, eallada. También nosotros, aqui, somos cetores mudos. Tenemos bri- Hlos staves, ternuras sucias de sangre seca como nifios, mucho silencio alrededor. La platea prefiere el film sonoro, Quign hizo esta pelicula? De este lado de la pantalla, ef nuestro, se oyen muertos soltando vida de @ poquito como un crujir de suefos, los torturados gritan, crepita gente en la prisiGn, bajo el estruendo de las botas militares la injusticia es un rugido infernal, Del otro lado, parece que ven pasar fantasmas pélidos y ningtin piano los anuncia Te amo, Mary Pickford, sé que ahora me amis. Entra el vien- wy sacude nuestros amores de pape 7-05-1980 XIX Volvi clandestinamente a Buenos Aires en mayo de 1978. Escaba bella la ciudad. Mejor dicho, bellisima bajo esos dfas de mayo en que el oto- fio portefio admite un fuego, una calor de primavera muriendo 0 por nacer, nunca se sabe Me habjan aconsejado que no caminara por el centro, que no frecuentara los sitios que solia frecuentar. Naturalmente: caminé por el centro, por los sitios que solfa caminar. ;Quién me iba a No estaba muerto Paco? :No habfan secuestrado a Rodolfo y a Haroldo? ZNo habian matado al Jote, al Lino, a Josefina, a Dardo, a la Diana, tal vez? El restorén donde mi hijo eseribid un poema sobre e] mantel de estraza, este poem: La oveja negra pace en el campo negro sobre la nieve negra bajo la noche negra junto a la ciudad negra donde loro vestido de rojo el restorin estaba abierto, pero a mi hijo lo habfan secuestrado dos afios atris y nunca supe de su suerte. Su mujer estaba encinta de siete meses cuando la secuestraron con él Lei los diarios de la época. En «La Opi que alguna vez fundé—, un compafiero intel in» —donde alguna cual de ver trabaj Ja izquierda (ex compafiero 0 ex izquierda) sumaba su vocesita paga a la propaganda de la dictadura milicat. EI diario era de los militares para entonces, el ex compafiero o ex izquierda, también, 40 Ha, tista, oa go desd no le ha Ha tista, o algo asi, como su mujer, que se cag; go desde posiciones de izquierda. ‘Ten! » esfueraos y no aleanzo a recordar su nombre. Era cuen- raven Rosa Luxembur- un ano de izquierda que no le habré impedido evacuar la pitanza militar. 20-05-1980 Bajo Is Hovis ajena Xx a cesar ferndndes moreno Aca en Europa el tiempo es sucesivo, nadie se pone el traje que vistié mafiana, ninguno ama a la no E ba para que dure mucho. Paco dard su vida para que nada siga co- mo estd, cualquier futuro ardia en la memoria, el pasado fue un ¢ va.a tener ayer, ta de esco- mi pais, Carlos mataba al dictador con una pa continente que alguna vez descubririn, Aci nadie lavé los paftalitos de su madre, ni un solo viejo se pegard un tiro en cuna, ningiin loco interrumpe a Jos mancos sin, boca, los muertos con permiso, los ciegos que no dicen «ver y ven. 25-05-1980 4 XX Juer Mec acuerdo € comer en. taba decir acompai como tan Ente: 0 por en su vidi ventaja, y tica, sina lo segunc Ala (0 menos estirando radura, n: ba—, soll trigico y tole peg: elizquie derecho cia la izq hacia to « neral de el rengo. Villosos si fucran NXI Querido Paco: Me estoy haciendo de comer en ni cocina de Roma. Me acuerdo de hace afios —zocho? gdiez?—, cuando nos hicimos de comer en tu casita de Ciudad de la Paz, en Buenos Aires. 'Te gus- taba decir casita. Se habfa muerto el Moro y decidimos, ances de 1compaiiarlo a su peniiltima morada, comer bien, chupar bien, como tantas veces hicimos con él antes de Hlevarlo al cementerio, Entonces mucha gente moria de muerte natural, La del Mo- ro fue por enfermedad, pero no tan natural, Habfa tomado mucho en su vida, nos levaba —calculo— unos doce mil litros de vino de ventaja, y Hegé el momento en que tuvoque elegi tica, sin alcohol, sin mujer, sin tabaco, o ina muerte ripida, Eligié lo segundo, por elegancia moral A la mujer que amé, el Moro le eserbfa eartas como ésta (mis © menos): «El postillén me arrastra lentamente por la tundra estirando las verstas que me alejan de ves», escribfa el partefio ca- radura, nato en el barrio de Belgrano. «Est borracho —continua- ba—, solloza, dice “mamuschka, mamuschka” (que viene a ser mis trgico y mas tierno que “mamma mia, mamma mia”) y cada tan- to le pega un tarascén al vodka que le vidria los ojos. 20 se dice vi+ drea? Un ojo, por lo menos, seguro que lo tiene de vidrio. Debe ser el izquierdo, porque el tarantis se aleja peligeosamente del borde dea la vista ha derecho del camino. Naturalmente: el postillén nme ladeo cia la izquierda, hacia lo que no puede ver. Yo ¢ hacia lo que no puedo ver. La dacha de mi infancia, mi padre, ge- novieh, ba Piotr 1 neral de la nacién, las marquesinas que arreg! cenlaza con los mara~ el rengo. Te amo, Kiitienka, tu recuerdo villosos blinchekis que me servis con tu manica de seda, como si fueran nifios. Quign sabe qué me espera al final de la jornada Seguramente, el estarosta en la puerta de mi finea. Pero yo no quiero verlo nunca mas: De tanto de eso nos reimos, Fambién me acuerdo, Paco, anos después —zeuatro? zeineo?— Jonstitucién, donde nos de Ia casa clandestina por el bertio de reuniamos a veces, Y del gesto que me hiciste —pulgar derecho hacia abajo, como los emperadores de Roma— cuando me abs Ja puierta esa ver que me tuviste que anunciar que la organizacié me mandaba a Europa, al exterior. Ni vos ni yo queriamos que yo me fuera. Ya se moria menos de muerte natural y ninguno de no- sottos queria irse del pais, de exo que habia empezado en el pais. Y después, te mataron, Te bas volviendo cada vez mis hon- do para entonces, mas alegre y humano. Sigo pensando, hace aiios que lo pienso —zcuatro? cinco!—, que era mejor que te manda- ran a Roma a vos. Ahora estarias haciéndote de comer en tu casi- ta, recordindalo al Moro, recordindame, lejos, cerca. No me quiero morir en Jugar tuyo, aunque a veces quisiera entar en tu lugar. Lo que pasa e% que una vez me dijiste que ibas a vivir ochenta afios y yo te erei, Y todavia te creo, 29-05-1980 Bajo la Mavis ajena XXII La luna cae como muerta en Ia terraza. Animese, lunita. No todas las noches van a ser como ésta, como arrugada de aburrida. Te recuerdo una noche que me mirabas, alta. Observaste toda la operacién sin decir una sola palabra. A mi me parceié que estabas muy de acuerdo. Luna de Sardis, luna del Dock Sur, fo te am6, como es natural, Di Yo amo tus pies, que no se cansan de sisar esta derrota que tenfas rosados dedos. de mace- rarla noche a noche, 30-05-1980 NXUI Podri hablar del exilio, pero nunca de sf. Quien se limita a contemplar no tiene Quien contempla el exilio es absorbido por hambre, no se acuerda de si, de sus raices, ha olvidado a su made, se limita a buscar informacién, Le pasé lo mis terrible: no desea, EI deseo es necesidad de cambiar ly contemphido para mez- clarse, darse. Es solamente asi que te conozco, te reconozco, exilio, ¥ vos me conocés 20-06-1980 XNIV El exilio como otromundo diario, como error. La persistencia en el error que puede originar una verdad. erdad como error cortegido, es decir, cualquier error corrige la verdad Se tratarfa del conocido oficio de negar la realidad, en Caba- lito o el Trastévere, en Villa Crespo o el Bulmish. Animal que vuela, el hombre. Recorre cielo contra la mas te- rrible irrealidad, es lento y no se espanta de la muerte, Se rehace \dose. Por un tiempo traba,a entre dos ads, mira el espejo que va haciendo donde su rostra es no mi n que un proyecto tiro do entre pasado y porvenir, ‘stro eargado de presente, 0 sea de lucha entre pasado y porveni Como otromundo diario. Bajo ta Muvia ajena XXV Europa fue la cuna del capitalismo y al nifio ése, en la cuna, Jo alimentaron con oro y plata del Pert, de México, Bolivia. Millo- nes de americanos tuvieron que morir para engordar al nifio, que erecié vigoroso, desarrollé lenguas, artes, ciencias, modos de amar y de vivit, mas dimensiones de lo humano. {Quién dijo que la cultura no «iene olor? Paso por Roma, por Paris, bellisimas. En via del Gorso y Bulmish huelo de pronto a taino devorado por perros andaluces, a orejas de ona mutilado, a azteca deshaciéndose en el lago de ‘Tenochtitlin, a inquita roto en Potcsi. A querandi, araucano, con- rads g0, carabal, esclavizados, mas: No olés a viejo, Europa, Olés a doble humanidad, la que asesina, la que es asesinada, Pasaron siglos y la belleza de los vencidos pudre tu frente todavia, 14-09-1980 XXVI En realidad, lo que me duele esta derrota, Los exiliadas son inquilinos de la soledad. Pueden corregir su memoria, traicionar, descreer, conciliar, morir, triunfar, En este tiltimo caso, se miraron la cara como si fuese suya: estaba Tena de traidores, descreidos, conciliudores, muertos, y también de com- pafieros que murieron con fey arde bajo la noche y repiten sus nombres y no dejan dormir. Nadie te deja dormir 1 que veas las distancias. Crujfs de huesos, vos. Asi sea. y-12-1980

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