Scribd Logo
Upload

Welcome to Scribd!

  • 151-160 Los Nueve Niños

    Uploaded by

    Yane Perez
    263 views111 pages

    Copyright

    © © All Rights Reserved

    Available Formats

    PDF or read online from Scribd

    Did you find this document useful?

    Is this content inappropriate?

    Report this Document

    Copyright:

    © All Rights Reserved
    Download as PDF or read online from Scribd
    Flag for inappropriate content
    263 views111 pages

    151-160 Los Nueve Niños

    Uploaded by

    Yane Perez

    Copyright:

    © All Rights Reserved
    Download as PDF or read online from Scribd
    Flag for inappropriate content
    of 111
    —Los asuntos de seguimiento estan casi resueltos. A lo mejor vuelven a trabajar hacia la semana que viene, porque me he enterado por Joel de que han aceptado un proyecto de renovacién de un museo de ciencias. —zY la estacion de radiodifusi6n? —E]l proximo episodio ya esta en fase de planificacion, y la lista de nombres esta terminada. Nos hemos decidido por un par de jovenes granjeros que llegaron a la ciudad de Renania para trabajar duro por sus aspiraciones. Sin embargo, su casa parece ser bastante pequeja, asi que quizas sera un reto dificil. Recordando el trabajo de renovacion del episodio anterior, Cristian estaba un poco preocupado por eso. —No tiene que preocuparse, presidente Caballero. Los disefiadores recién contratados tienen mucho talento. Ademas, me ocuparé del disefio final. Estoy segura de que el rodaje de este episodio v 1ST se emitira sin problemas. —Le tranquiliz6 Graciela. Al ver que sus ojos brillaban de pasion cada vez que hablaba de su trabajo, Cristian quedé hipnotizado por un momento. Al pasar una ligera brisa, una hoja cay6 del arbol junto a la puerta de entrada y se poso en su pelo. Cristian se adelanté y levanto la mano, queriendo quitarsela. Graciela parecia esperar ese comportamiento suyo y dio un paso atras. — Presidente Caballero, no olvide nuestro acuerdo. Cristian recogié la hoja y la sostuvo ante sus ojos. —Habia una hoja en su pelo. Sdlo la estaba ayudando a quitarla. Graciela se sintié un poco avergonzada por su malentendido mientras él agachaba la cabeza junto a su oreja y Susurraba: —Graciela, sin duda cumpliré mi promesa contigo. Trabajaré duro y haré que te enamores de mi de buena gana. Su aliento cosquilleé con calidez en el cuello de Graciela, y ella sintid que su rostro se calentaba mientras sus latidos se aceleraban. —Uhm, presidente Caballero, ya son las 8.00AM. Jimena y Melisa estan a punto de llegar tarde, asi que nos pondremos en marcha primero. Ella no sabia c6émo reaccionar a su frecuente afecto hacia ella, asi que apresuradamente acompafio a Jimena y Melisa al coche. Cristian miro su figura y su boca se curvé en una ligera sonrisa. Sabia que ella sentia algo por él, pero no estaba seguro de por qué seguia fingiendo. No sabia qué la detenia. Con ese pensamiento, llamo a su asistente. —Quiero tener una reunion con el presidente Gutiérrez de Seguridad Unidn. Tienes que concertar una cita con él. Tuvo la sensacion de que Dario sabia algo al respecto con seguridad. Cuando Graciela llegé a la guarderia con Jimena y Melisa, record6 de repente que ayer le habia prometido a Patricio que le llevaria algunos libros de ilustraciones. Debido a la captura de la Sra. Helena, ahora sabia la ubicacidn de sus hijos. Ayer no se sentia muy bien, asi que se habia olvidado por completo de su Capitulo 151 promesa. éQué podia hacer ahora? Sabia que Patricio de verdad queria esos libros, era evidente en la mirada de anhelo en sus ojos. —Srta. Graciela, gpor qué no se va? Graciela suspiro. —Le prometi a un nifio que le traeria algunos libros de ilustraciones ayer, pero me olvidé. gQué debo hacer? Melisa inclinéd la cabeza hacia un lado y se qued6 pensativa por un momento. Luego, sefialé una tienda cercana. —Sefiorita Graciela, esa tienda parece tener una gran variedad de juguetes. éPor qué no elige un juguete para el nifio? Asi, no se sentiria decepcionado y enfadado con usted. Graciela pens6 en Ia idea. Los padres de Patricio a lo mejor no eran de los que le compraban juguetes con frecuencia. Por eso, llevé a Jimena y a eee tat atin a i ated Melisa a la tienda y compré una figurita de los Transformers, que era la favorita de Noé. Supuso que alos chicos les gustaba algo asi. Echo un vistazo a la etiqueta del precio y la retir6 con cuidado. Un poco mas de 100 dolares era solo un pedazo de pastel para ella, pero para la familia de Patricio, se consideraba una gran suma. Si el nifio viera la etiqueta del precio, no aceptaria el regalo. Capitulo 151 Aquel chico era demasiado comprensivo y maduro para su edad, lo que desperto la compasién de Graciela. Al salir de la tienda con la figurita de los Transformers en la mano, vio a Patricio, que estaba de pie en la distancia y miraba en su direccidn. Corrié hacia ella de inmediato al notar su presencia. —Patricio, tienes el corazon débil; no deberias correr asi. —Graciela se preocupé un poco al verlo recuperar el aliento, y lo guid rapido a un banco cercano para que tomara asiento. Melisa estudid a Patricio de pies a cabeza con la cabeza inclinada hacia un lado. —Sefiorita Graciela, ges este el nifio que menciond? {Qué te parece la traduccion? Deja tu puntuacion y Conseguirds 2 perlas. ©’ espera, tengo algo que comentar! GB iHazle un regalito al autor! —Si, lo es. Saluda. Melisa extendid su mano con cortesia. —Hola, soy Melisa. Tengo casi siete afos. ¢Y tu? ~Como te llamas? Jimena, que miraba de reojo, imité a su hermana y extendid su mano también. —Soy Jimena. Encantada de conocerte. Mirando a las dos chicas de aspecto idéntico y adorable que llevaban bonitos vestidos, Patricio se sintié un poco avergonzado. Sonrojandose un poco, dio un paso atras y se rasco la cabeza. —Soy Patricio. —Era demasiado timido para tomarles la mano. La profesora del jardin de infancia salid a saludarlas en cuanto vio a Jimena y a Melisa. —Hola, sefiorita —salud6 Melisa cortésmente a la maestra. La maestra hizo entrar a las dos en el jardin de infancia con entusiasmo. Patricio miré como las niflas se iban, entraban en la guarderia y desaparecian detras de la verja, con los ojos brillando de envidia. El anhelo en los ojos del nifio hizo que el corazén de Graciela se compadeciera. —jPatricio, mira lo que te he traido! Sacé la figura de los Transformers de la bolsa de papel. La cara de Patricio se pinto de sorpresa. —jSon los Transformers! Miré con timidez a Graciela antes de extender el brazo despacio y tocar el envoltorio. Era obvio que le encantaba la figura de Transformers. Graciela le acercé la figura y la colocé en sus brazos. Patricio se sobresalt6 con su gesto y retrocedio. —Seforita Graciela, no Capitulo 152 puedo. Es demasiado caro. No puedo aceptarlo. —No es caro en absoluto. Solo cuesta unos 10 dolares. Es un regalo para ti; esta bien. Tomalo. Graciela mintié a propdsito sobre el precio sdlo para que Patricio no se sintiera mal por aceptar el regalo. Patricio parpadeé con inocencia. —Sefiorita, esta mintiendo. Sé que esta figura se vende en esa tienda de ahi. Cuesta 100 ddlares mas. Capitulo 152 Al darse cuenta de que él habia visto a través de su mentira, Graciela se avergonzo un poco. —Uhm, vaya, ges tan caro? No lo sabia. Fue un regalo de una amiga mia para Jimena y Melisa, pero son nifias, asf que no les interesan los juguetes para nifios. No sirve de nada dejarlo en casa, asi que pensaba venderlo como articulo usado. —iVenderlo como articulo usado? —Patricio miré la figura de los Transformers que tenia en los brazos, y un rayo de esperanza brillé en sus ojos. —Si. Nadie jugaba con ella en casa, y solo esta ocupando espacio. Patricio dud6 antes de levantar la cabeza y pregunto: —Seforita Graciela, ;por cuanto vende esto? Graciela lade6 la cabeza y fingid estar pensando mucho. —Ayer fui a un centro de recogida de residuos y me dijeron que valia 10 dolares, pero no lo vendi. Viendo que te has interesado por 4l, jte lo vendo por 10 délares, entonces! —10 dolares? Sefiorita, jel centro de recogida de residuos le ha mentido! Esta figurita de Transformers es nueva; ideberia costar al menos 20! —record6 Patricio con mucha agitacion. —~De verdad? jEntonces casi me han estafado! éQué te parece esto? Te lo vendo por 10 doélares. Capitulo 152 Teniendo en cuenta la autoestima de nifio pequefio de Patricio, Graciela tuvo un cambio de plan en sus tacticas de mentira. Patricio decidié tomar la figurita y saco el dinero del bolsillo de su camisa antes de empezar a contarlo en el suelo. El resultado fue un total de 12 dolares. Se levanto y puso los 12 dolares en la mano de Graciela. —Sefiorita, gpuede venderme la figura del Capitulo 1 Transformer? Le daria 20, pero ahora no tengo suficiente dinero. ¢Puedo pagarle los 8 ddlares restantes después de haber vendido mas chatarra y haber ahorrado suficiente dinero? Graciela retuvo el dinero en su mano con un sentimiento complicado en su corazon. «Un nifo tan honesto. No se aprovecha de los demas en absoluto». Era muy raro ver a un nifio actuar de esa manera. —Claro. Puedes llevarlo a casa primero y pagarme el Capitulo 15: resto cuando puedas. Una brillante sonrisa aparecio en el rostro de Patricio al escuchar la respuesta de ella. —Gracias, seforita. Adios. Abrazo con fuerza la figurita de Transformer entre sus brazos e hizo una cortés reverencia a Graciela antes de salir corriendo con alegria. {Qué te parece la traduccién? Deja tu puntuacion y Conseguirds 2 perlas. Bl espera, tengo algo que comentar! GB iHozle un regalito al autor! Graciela observ6 como el nifio se alejaba, sintiendo una extraha sensaci6n de admiracion hacia él. En la mente inocente de un nifo, una pequefia pizca de satisfacci6n era suficiente para darle felicidad y alegria durante todo un dia. Sin embargo, una vez que la persona crecia, la codicia consumia de forma gradual la mente, acompafiada de diversos problemas y limitaciones. La mente ya no seria capaz de mantener su pureza. Por alguna razon, se Capitulo 153 acord6 de repente de la mirada carifosa de Cristian. Un idolo admirable, como Cristian, tenia sin duda sus propios encantos. Era dificil mantener un corazon de acero frente a él, en especial cuando desnudaba sus emociones ante ella con tanta frecuencia. Sin embargo, ella era codiciosa. Lo que queria era un amor verdadero y duradero, a diferencia de su madre, que lo dejo todo por amor, pero acabé en su Capitul lecho de muerte por traicion. Cristian era una estrella deslumbrante a la que ella temia acercarse y exponerse. Tenia nueve hijos y no podia arriesgar su felicidad por él. La felicidad de una pareja de padres afectaria a la vida de un nifio para la eternidad; ella era el ejemplo perfecto de ello. En el despacho del presidente del Grupo Caballero, Dario miraba a Cristian con los ojos muy abiertos. —Presidente Caballero, dijo que queria que viniera de inmediato por una emergencia,

    You might also like