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COMPRA, Awnronto Remo Brorons Catedrdtieo de Derécho Internacional Pablico dala Universidad Auténoma de Madrid Rosa Riqurime Corrapo Javinr Diez-HocuiErrner (Cetadrtice de Drea Faternaciona Piblco (lei de Derecho Ftrraciona ibice ‘dela Uniorsidad de Murcia dela Universit Antioma de Made Espenanas Onmug.a Catatarep = Luis Pénez-Prax_Durpan (atedatica de Dacha Intenacono Publico (Catedritisde Drch Intrniona Pleo sa tered fa rele dela Unierided Palade Otauide de Sell PATE I ot Grant lo bllonch: Valencia, 2007): i Capitulo IT Los Estados ‘VI. INTRODUCCION 21. Consideraciones generales sobre la subjetividad internacional ‘A principios de siglo L: Oppenheim atin podia afirmar, en la primera edicion de su tratado, que el DI era un Derecho entre Kstados tinica y exclusivamente, ¥ on 1927 todavia la CPI se referia a este Derecho en o] asunto Lotus como el que rige las relaciones entre Kstados independientes. Estas dofiniciones serfan hoy inadecuadas para reflejar una realidad social y legal plural y més compleja. Tin particular, después de la Segunda Guerra Mundial no s6lo se ha multiplicado el rniimero de Estados, en viriud de procesos histéricos como la deseolanizacién y, ‘mis recientemente, la desintegracién do pafses del llamado bloque socialista, sino {que so ha ido acentuando el polimorfismo de la subjetividad internacional En pfecto, en la medida on que a subjetividad internacional ha ido dejando de ser eonsiderada como una pertenencia de la soberania para ser concebida como un procedimiento de atribucidn de derechos y obligaciones dentro de un ordenarnien: to juridico detorminado, la sociedad internacional se ha abiorto a otros sujetos ‘que, como advirtié la CIJ en su opinién rolativa a las Reparaciones de los dafios tufridos al servicio de las NU (1949), no son neceseriamente idénticos en cuanto su naturaleza y estatato. Entre los nuevos sujetos han de mencionarse, en primer lugar, las O1, cuyo florecititiento y consolidacién son caracteristieos de Ia sociedad internacional contempordnea, aunque deba Ilamarse la atenci6n sobre la ereciante inclinacién delos gobiernos estatales, dentro dewna tendencia generslizadaal informalismo, ‘cestablecer entos de facto, sin personalidad (couno el G-7, el G-8, el Grupo de Rio ola misma UE), por razones politicas. Les Ol—que.diferenciadelos Estados, sujetosprimariae, plenos, son sujels secundarios de naturaleza funcional (que por voluntad de los Estados se mueven ‘dentro de competencias atribuidas para el logro de objetivos determinados, mas ‘o menos generales}—responden ala conciencia extendida de Ia imposibilidad de hacer frente alos problemas que plantoa lacoexistenciay,masatin, la cooparacion para servir objetivos comunes, en ol marco de un sistema desimple yuxtaposicion Jntorestatal. De ahf que a Jos dos centenares de Estados existentes al finalizar ol siglo, se haya sumado un nimero incluso mayor de Organizaciones universalos on LOS EStAnOS y regionales de relative importancia, do la ONU y su familia de orgonismos ‘especializados para abajo, Les OL, segtin verificé la C1 en su opinién sobre la Interpretacién del acuerdo de25 de marzode 1951 entrela OMS y Rgipto (1980), no puede ser apreciada como un super-Lstado. Ningiin dato posterior permite imaginar a la sociedad interna ional en esa direceién por el puente de la OI universal. Antes al contrario, le actitud del Estado militarmente mas poderoso sobre el planeta de utilizar las OL s6lo on la medida en que sean sus instrumentos obliga 2 las mayorias a rezar una yotra vez el eredo del muttilateralismo representative y responsable. ‘Existen, por otra parte, Organizacianes rogionales, como la OE, en que se producen transferencias de competencias soberanas de Jos Estados miembros ala Organizacién; pero el impacto estructural de estos procesos de integraci6n, lentes y, «2 veces, contradictorios, es —desde una perspeetiva universal—limitado, De tener éxito conducira a un muevo sujeto—un ent federal— que absorber, al menos on Parte, la personalidad de sus miembros, modificando el status quo politieo interna ional segtin él poder acumulado; ahora bien, estructuralmente la sociedad interna ional continuaré igual, una sociedad cuyos sujetos de base son las Rstados, As{ pues la OI, imprescindible para comprender la sociedad internacional de ‘nuestro tiempo, introduce en ella ingredientes de institucionalizacion, haciendo ds rica y diversa su tradicional estructura intorestatal, pero no la stupera. Las Organizaciones enriquecon la fauna, pero no la transforman radiealmente y, tal como se han manifestado histéricamento, no s6lo son compatibles con la division de la sociedad internacional en Ustados, sino que la presuponen y, hasta cierto punto, la selvaguardan. Las Onganizaciones, como exprosé con’ su conocida brillanter R. «. Dupuy, son sus cautivas. El sistema de Bstados nacionales, segxin observé hace unos aftos M. Virally, ests hoy reforzado tanto por la consolidacién de lo que él lame Kstadas-mamuts, impulsados a una posicién predominante por su dimensién y recursos, como por elaccesoa la vida estatal de numerosos pueblos queno habfan conocido. -ohabian sido privados de— esta forma de organizacién politica, Nunca hubo tantos Estados como ahora, Ha pasado, sin embargo, Ia época del mero Estado exisiencial, ayuél cuya subjetividad es sfntasis mocdnica de la conjunein de los elementos tradicionales ola ostatalidad (poblacin, territorioyy gobierno propio), para alborear la era del Estado legitimado atraido por el viento de la libre determinacin de los pueblos, Silos conflictoseiviles del pasado habian aconsejado reconocer ciortas sabjetivie dados transitorias vineuladas a tales patologias (beligerantes, insurrectos), 6] proceso de Ja descolonizacién trajo muovas efectividades en accidn, segdn a expresién de P. De Visscher, como los mouimientos de liberacidn nacional colonial, quereclamabanum status antieipatoriohhastacierto punto de eestatalidad a Ja que aspiraban, Detvés, se suponta, estaban los pueblos como genuinos titulores del derecho a determinar libremente su destino [DBRECHO INTERNACIONAL 95 La relacién entre Estados y pueblos es ambivalente, hecha de sintesis y antitesis, comola que guarda, on ol plano de los principios, la libre detorminacién ‘on Ia soberanfa, y ha rebesdo con mucho el émbito de le descolonizacién, Hay grupos humanos dentro del Rstado quo, autoidentifiefndose como pueblo diferen- iado, reclaman para s{ una subjetividad internacional que potencialmente podria conducirlos.a la realizacién de um destino soparado. La superacisn, por otra parte, de los derechos humanos como una competencia reservada de los Estados ylacontemplacisn de su respeto como Ia culminacién dell libre determinacién de 'u poblacién, ha remozado las teorias acerca de su legitimidad. En el dmbito eoonsmico y social se detectan, ademas, fuerzas transnacionales, incluso globales, que tienden a escapar al control de los Derechos internos sin penetrar atin decididamente en el DI:partidos politicos, asociaciones y fandaciones, ‘srapos de presin de todas clases, sociedades internacioneles, empresas multinacio- nales y la gama variadisima de organizaciones no gubernamentales (ONG) que permiten el alistamiento de hombres y recursos por encima o al margen de los Estados, Hace ya afios C. W. Jenks, elarividente, advirti que la norma juridiea no podria ser efectiva en précticamente ninguno de los seetores eontemplados por el DI sino sometia a su imperio aestas fuerzas de importancia ereciente en las relaciones internacionales. El Derecho, decia Jenks, serd efectivo sélo en el caso de que 5° aplique realmente a las formas de organizacién social que en la préetica controlan los objetivos y misiones que se marca el Estado moderno. La esnversién de estos ‘actores sociales —que componen la Namads sociedad civi!—en sujetos de DI, con un cestatuto adaptado a sus caracterfsiicas, es una etapa sbierta de la toorfa de Ia subjetividad internacional. Para algunos la democratizacién del sistema internacio- nal deponde, entre otros factores, de que dicha converain se produzea. Pero siendo primimundistas la mayoria do los aetores, conviene wna ciorta cautela Elser humano,en el extremo de la individualidad, y la humanidad, enel dela elobalidad, son las referencias esenciales de valoracién de las normas internacio- nales, de sus objetivos ¥ misiones. La humanizacién del Derecho Internacional, ‘con independencia de la valoracién que se haga de sus aplicaciones, no exige sin embargo recurrir a la atribucién de personalided internacional a los seres humanos y ala humanidad, un simbolo propio de un auto sacramental, para la satisfaccién de tales misiones y objetivos. En éste y en los proximos capftalos (III-VJ) analizaremos diferentes aspectos de la subjetividad internacional de los Estados, de los Pueblos y de les OI y trataremos de ahondar en Ia subjetividad limitada o in fieri de los actores de la heterdclita sociedad civil. 22. Los Estados en la actual sociedad internacional Los Estados siempre han sido identificados como los sujetos primarios plenarios del DI, ya que s6lo ellos disponen per se de una subjetividad internacio- 96 Los BSrADOS nal sin condiciones, Cualquier otro sujeto lo es —o seré— en funcién de que aguellos le confieran —con grados diversos— personalidad juridica. Paro, si hay algo que earacteriza a los Kstados de la sociedad internacional de nuestros dias, fs su reciente interdependeneia que fuerza a Ia cooperacién internacional y all multilateralismo como tiniea forma de afrontar los retos de un mundo globelizado e intereonectado—paz, hambre, miseria, explosién demografica, agotamiento de los recursos, degradacién del medio ambiente, delincuencia organizada, terroris- mo...—. Bs esta una realidad que suscita dudas sobre la capacidad de os Estados para responder a las neceaidades de la sociedad internacional, permite hacer valoraciones sobre su salud o la pervivencia de los rasges que caracterizan su subjetividad internacional y pronésticos sobre su defuncién o la posible aparicién de una etapa de superacién del Estado y que, on definitiva, advierte Ia posible crisis del Estado soberano, A esta situacion han eontribuido factores de muy variado signo. Por un lado, se encuentran los cambios en la perspectiva de la soberania estatal como eonseeuencia de Ia trascendencia e importancia que han cobrado en el DI otros principios fundamentales —como Ia libre determinacién de los pueblos y la proteccién de los derechos humanos (v. Caps. IV y XIX). Por otro, vivimos una época en la que la vulnerabilidad del Hstado y su pérdida de poder se han hecho patentas como consecuencia de la giobalizacién y la desagregacion ad intra quo, junto a la integracién ad extra suponen una renbieacién de la autoridad o de los ‘eentros de decision. E] Estado ve como disminuyen sus capacidades de control y regulacién de las, actividades econémicas y experimenta una pérdida de su capavidad politica como consecuencia delos condicionamientos que les imponen las institucionesfinancie- ras de earéctar internacional (Estado minimalista). Lsacopcin de deisanes sb palica esata econ et ca eds lca dl Etc, Su bienetar yan depend esas eoursosy ula sino ngran moda els hosecadriesydeleaptal (te pues provers cot mercado rund. Las empresas nnacenales y as isitciones cenéicas remaconalssonlasquedigen pala oeodmizade oe Estado hacanlmargendscasique onl democrat (parapotica, ate stucin sua especidnontsnepava para os Estados aleciados port dea otra. Sus pulleas econimics se enoueuan fan cadccnates por las instuclones fracas qu han pide ‘ionaia entree decison scberanas dems! Irvncrisme desta stones Soerepasa los aspasos econnion pea adonse an cuestonesrlinedas ca lian gotlmo cone exusa ole btantén do atjar la stuacenos de carupein que se Inpuan 2 foe puicas anceutaéce. El ntuye 2 ederire do 1895 sre ls dees deere alos Ess, que advert que el Estado coma a> 98. Tos msTAD0s {Dabo cunt la eenes confines: poblacin permanent, terion eeteminade, gino ‘aac d er en ela confos das stars, cxtcupleexgenna racer al ino an nuncio, pes ls capac de ear econes con obs sues cneye ls veonte exer onbiero, Ahora bien, 1a préetica revela que la conjuncién de estos elementos no siempre conduce al Bstado sogtn el DL. Primero, porque es al ecto relevantola actitud que elente.n cuostién adopta frente ala sociedad y el DI, Una comunidad politicamente organizada y arentada on un tervtoriono puede ser Rstado para el DI silo rechaza frontalmente como marco normative de sus relaciones con los demas sujetos internacionales. LapiraterianoalumbréEstados, Ensegundo lugar, nocabeadinitir un Bstado que toma origen en actos contrarios a normas de ius cogens (eas, pore, dela Republica Turea del Norte de Chipre, ode los antiguos bantustancs concebidos en Africa del Sur por el régimen segrogacioniata que terminé en 1994) Partiendo de estas observaciones el Estado es algo més que un hecho. El DI no es, pues, absolutamente neutral, Afiédase allo la incidencia que el reconocimiento de otros Estados y Ol tione para hacer real, efetiva, la estatalidad (v. infra). 24, El territorio El territorio es el espacio fisico —terrostre, marino y aéreo— sobre el que se proyecta la soberanta o jurisdiecién det Estado y en el que se ostenta, como dijo el 4rbitro M, Huber en el asunto de la ola de Palmas (1928) el derecho exclusivo a «jercer sus funciones. E] territories un elemento earacteristico del Bstado. Otros sujelos, como las OI, no poseen territorio propio, sino tinica y exclusivamente locales situados en el territorio de un Batado con él que han concertado su sedo, ce cuentan, en el major de os cases, con um territorio funcional —el de los Kstadas miembros gencralmente— sobre el que ejercen sus campetencias. Piéneese, por ejemplo, en la UB. No bso a corto de tri dl Estado cm ol bio sabe of nde poy ‘ever issn pana de rant qu ea dalle rca ampco es aon oxen Lnoxblenei despa ens cues congtendas desta se retrenadlrminedospoto eins ‘ogi su natuleafridca ~zona conf, zona eounéncaexcusva, lata cetara. x Cap. XN) —e alsin, Ladimensién dol tervitoriocs, en principio, indiferente para queel Dl atribuya Ia condicién de Estado. No son mas Estados Rusia, Canadé, China, Estados Unidos, Brasil, Australie, India y Argentina, quo acumulan la mitad de lastierras emergidas del planeta, que los cien Estados mas pequefios que ocupan menos del uno por ciento de éstas, En cuanto a su fisonomta, todo Estado ha de contar con un espacio terrestre y —como complemento neceserio— con un espacio aéreo. No todos los Estados ‘cuentan, en cambio, con un espacio marino. Rstades submarinos, subterréneos 0 pnavegantes son, hasta ahora, propuestas literarias y cinematogréficas. DSRECHO INPRRNACIONAL 99 La peciliaridad de los Estados sin itorat o mediterréneos, eomo.en general las caracteristicas del territorio terrestre respecto de la mar (continental, insular, archipelégico...) no afectan a la estatalidad, pero si influyen en su estatuto Juridico y en las posicioaes que mantionen sus gobiernos en los procesos legisla- tivos internacionales que pueden afectar al reparto y contenido de sus competen- cias. La incorporaciéa a Ia CONVEMAR (1982) de ciortos regimenes juridicos especiales con los que los Wstados carentes de litoral o con un espacio terrestre singular han intentado hacer efectivas sus reivindieaciones ante la ampliacién do lasoberania ojuriediecion dees iberefios continentales frente al mar constituye lun buen reflejo de esta situacin (v. Caps. IIL y XXLV) Lo esencial radica en la existencia do un territorio cierto, aunque sea reducido, ybésicamente estable, aunque pueds ser controvertido o no esté completamente delimitado ni domareads, ‘Acros doa dents de a toners ent Polya, eronon,Chacstouagu, a Cote do ka Hayao, ono ars. que "as clus onconieae al ooracnero oda de lasoberanin decd Estados ness sot stertros.. suponen la eines do un tt ereramentocreucetloy ‘itd pnculament roi a to Estado (CP, suo Javarana, 192), Sn embargo, elo ibn aia expat en cu contol, nodebe ser geeraiada Asal eertenciataldtadanclasinto Douce Canines Gas Gost cone Estado polo 192) ye cag, sb ces que araquen sto eta y pods ser recanaio cam con une nel cal no pian xs. eee ‘qe ese tarcrotenga uta constant sdenemere cea Lapervivencia de conflictos sobre limites o controversies tertitoriales, siompre que no se diseuts la existoncia misma del otro, como ocurre, por ejemplo entre China y Taiwén, no ha deser un obstculo, pues, al apreciar la satisfaccién de oste clemento. Ast, por ejemplo, a reivindicacicn de Venezuela sobre dos tercios del territorio de Guyana, no supuso negacién de su estatalidad, Contar eon un territorio definido no comporta inexcusablemente un territorio reconocido, deli- mitado y, menos atin, demarcado (v. Cap. XXII). 25. La poblacién No hay Estado sin poblacién, pero el ntimero ola densidad de habitantes son {ndiferentes, Bn los seis Estados més populosos de la tierra ~-China, India, Estados Unidos, Indonesia, Brasil y Rusie— vive la mitad de In poblacién mundial; ol centonar menos poblado apenas supera el dos por eiento, Noobistante, tan Bstado es China con sus mas de mil trescientos millones de habitantes eomo ‘Nauru y Tuvali con sus poco més de treee y ence mil. Lo mismo cabe decir de la densidad. Bn Ménaco es muy elevacia (mas de dieciocho mil habitattes por km2); en Canada 0 Australia, mfnima (tres y dos). ‘Tampoco parece ser relevante para el DI que la poblain so caractorice por su nomadismo, pero los inconvenientes que ello puede provocar en relacidn con la organizacién politica del Estado determinan la puesta en marcha de politicas 100 LOS BSPADOS sedentaristas, contra las que nada hay que objetar siempre que respeten los derechos fundamentales de los individuos que la componen y las peculiaridades do los pueblos némadas. ‘Sinerxg lar éticanorarionalponedoreteve ceo lselicas ostaestendonos al asrtanien ‘cde supolaceneuslniacompafades dol crnracén de quenespor vad preanden martes ‘mowed ost depots gererands funds (exe a cnsderacé do sts como anna pale pots sedentaris), de nogactn de derechos (conolandlerocia fen as esha), 0 {uo povece quo ol sntmenn do acoso pormarent ante on ats erecta. Malas, ore eg recmnecinino de cots derecos ales Penannéndss de a ce Borneo. ‘Esta poblacién estd compuesta esencialmente por nacionales del Estado. Pero ni siquiera esto es un requisito sine qua non. De hecho hay paises (piénsese en las petromonarqufas drabes o en algunos microestados, paradisfacos también por la legistacién fiscal) donde la nacionalidad es un estatato privilegiado que se sustenta, inter alia, sobre la actividad laboral de mayorfas extranjeras. Como teamos ocasin da area. Cap. Xe acon constuye uvirodo ica des Inds can un Esa (por ens. Su eds y pda son en bein, como puso rere Core a Haya (CP, suo do Doris do Nace ereigaos en Tine y Mamas, 1923) -ueofanosdelacarpelnc sxe deltdoquhoy como mutsiado cofslrconcesinoraraies ‘De enoseranconondes,cungulvement, or ianacva sobre detec hua. Le poblacidn puede ser homogénea o heterogénea en funciéa de multiples ‘rasgos que acompanan a los individuos que la componen, Se habla por eso de minorias dentro del Estado que, a su ver, pueden influir en su organizacién politica. Las mas importantes son las que tienen una base étniea o nacional, siendo esencial, como puso de relieve la Comisidn Badinter dictamen n°, 2, de 11 de enero de 1992), el reconocimiento de la identidad de esos grupos y el respeto de sus derechos, lo que desde luego no es un camino sembrado de pétalos de rosa (v. Cap. IV). El Estado ejerce competencias en su tertitorio sobre todos los individuos, nacionales y exiranjeros, con algunas limitaciones, en este tiltimo caso, derivadas del régimen de extranjeria y de la proteccién diplomatica (v. Caps. XXL y XXID. BI ejercicio de competoncia sobre los extranjeros revela que 12 competencia torvitorial prevalece sobre Ta personal, pero ésta cuenta con un Ambito de accién propio. En efecto, las competencias que el Estado ejerce sobre sus nacionales trascienden las fronteras del Estado para manifestarse fuera, bien en el territorio de otro Estado, bien en espacios internacionales (alta mar) o tratados como tales (Antértida). Ytodo ello porque la nacionalidad, comola defini6 la Cl en elasunto Nottebolm (1968), “constituye In expresién juridica del hecho de que el individuo ‘a quien se le ha conferido,.. est de hecho mas estrechamente vineulado a la poblacién de (ese) Estado que (a)... la de cualquier otro Estado”. DERECHIO INTERNACIONAL 101 26, Bl gobierno u organizacion politica La existoncia de un gobierno constitaye una presuncién a favor do la existencia del Estado. Por godierno ha de antenderse la existancia de una organizacién politica capaz de establecer y mantener el orden interno y apta para participer en las relaciones internacionales deforma indopendiente. Se impone ast la exigencia de ‘que, sea cual sea su forma, el sistema permita la realizacién de Ins actividades propiae del Hstado (podores publicos), entre ells, sa partcipacién en la sociedad internacional a través de lo que ha venido a denominarse la accién exterior del Rstado. Nos encontramos, on sa doble vertiee —ad intra y ad extra —, aie ol elemento definidor por excelencia del Estado como sujeto de DI, Asiloentendi6 la Cd enol asunto del Sahara Occidental (1975) alconsiderar queéte, habitado portribus némadas, si bien no era ferra nuilius en el momento de Ja colonizacién espafiola, tampoco ora un Estado. El DI clésico, como se puso de manifiesto en e asunto de las Islas Aaland (1920), condicfonaba la exiatencia de este elemento au efectividad. Noobstante, Ta consideracién de que “la falta de preparaciGn en el orden politico... no deberd servir nunca de protexto para retrasar Ia independoncia”, que hizo suya la Declaracién sobre la concesisn de la independencia a tos patses y pueblos colonia: des (ros. 1614-XV de la AGNU), obligé a ser notoriamento laxo en la apreciacion, de este elemento en el marco de la descolonizacién (v. Cap. TV). Dicho esto, las caracteristicas del gobierno son, como punto de partida, una ceuestisn interna (principio de autoarganizacién), Lares. 2625 (XXV)establece en este sentido que todo Estado tiene el derecho inalienable « elegir su sistema politico..., y 1a C1 tayo ocasién de reiterarlo en el asnnto de las Actividades nilitares y paramilitares en y contra Nicaragua (1986). Seré, par tanto, caéa Rstado el queen el ejercicio de este derecho determinars su estructura y régimen politico y nombraré a sus gobernantes (v. Caps. IIL y IV). Atendiendo al Gobierno es posible establecer una clasificacién segin el régimen constitucional o la organizacién administrativa establecida, siendomuy ‘itil 1a distincién entre Estados unitarios y aquellos quo cuentan con una estructura compleja (federales, autondmicos, regionales...). Respecta de estos ‘iltimos, ee plantea la cuestién de si los entes que los componen tienen subjetivi- dad internacional, ya que sus Derechos internasles atribayen competencias sobre materias que pueden tener una proyeccién exterior. Que éstos sean quienes gestionen la vertiente externa de sus competencias es algo que el DI acepta, pero que deciden los Derechosinternos. Ahora bien, decara ala sociedad internacional, sean cuales sean las manifestaciones de la accién exterior de los entes que componen el Estado de estractura compleja y a las que se hard referencia, oportuna (v. Caps. VIII, IX), el sujetoesel Estado soberano y él serdel responsable del cumplimiento do las obligaciones quo como miombro de la sociedad interna- cional le ineumben. oz LosEsrapos Un ono externa doa lsat de ate sleet akace en la préctcaconsempordnes Gosia y erzngovn, cya Const fe endosaa por ls Rpdblea vcs ce nal y Yugstvia eno 6 los anoxo dl Acute Marco Gena para Paz (cams como Arend Oayor-Pars 1985), oe, ‘etre, no es noma ese expe por ls ceurtancas grandes vs of a epi balcincs, ‘Bosnia Herzegovina sedan coma un Esad compuosa Gedo enka —ana das alesse sien fern adopare ol meme non dt etd, ya oa de reba, la Repti Spa (Sra) cepostaias de lod las canpelarias no abides enresananlo a Eade, lactadas a etter ‘oarions pra spoils con los Estos vecnosslanpre que sean conatbs con i exbeani © ‘nha do Boar Herzegovina, presetesproprccnanent ned as rsveoresycxancs ¥ capac pee blequea a oma de decsonos ocd va és Wa Eso oe cas craters ‘dot srquar Conic, qu abora sa preteno mamalzermertni (compas) orm ‘VII. DINAMICA DEL ESTADO 27. Transformaciones del Estado [ia historia y la prdctica internacional domuestran que los Estados no perma- necon inalterables alo largo del tiempo, sino que experimentan cambios tanto en ‘sus elementos constitutives como en si propia existencia. En este sentido cabe tuna transformacién: 4) Em ol territorio, bien porque disminuya al perder su soberanta sobre una porcién del mismo, bien porque so acrecionte gracias a la incorporacién de ‘espacios que antes escapaban a su control. Bn la historia latinoamericana cabria recordar, a titulo de ejemplo, la guerra del Pacifico (1879-1883), que causé la mediterrancidad de Bolivia (tratado de 20 de octubre de 1904) ¢ hizo perder al Pera sus provincias del sur en beneficio de Chile (tratado de 3 de junio de 1929), 4) En la poblacién, como consecuencia de pérdidas bratales resultantes de-un cataclismo o de una guerra o de la redistribucién humana que suele seguir a las -modificaciones de a soberanfa territorial oesconsecuencia delosflujosmigeatorios yas tasas de natalidad. Enia ma bisa alnoameena in efonloperclamontesangrate foo ol bravo Peaguy, —el al de entrain do 190% oto Eso Uden Serials de Poti de Ceca ant a Saga Guo nda cma par ‘Yogsavi oelcarjderoiasd> 1824 dea do 185, rte stds Urcos Yugoslavia sobre cin _nleapiccin dello de cometloynavegain sero asadavldeoe do 18), Conroe ade, “acansonacinde lczplabiady delasnstucorescmunosen Sot eirelevancla deed clputiad visa lneneconal de nner do unos federadas y a elencio a espcte de Ie Lay Fundametal de Fecaadn, EnNU oC. 60S. fe. 757777, de 192), adel ist crevo daa Gonisin Racy reccments «1a AGNU asispensin ce apartcvain dela Ropic Fcirata (Satay Money) ens raj orn pod eresentar aun nb cue a deco do alr La AGN sg te recomencacin ts. 47) 4, Sieriny,unos ds ms to, nom do Corso don doa Olean ai oa sou no poi tin suspend i potenreia aa ONU de Yugo, cya bares toa yeseas sequin done stan. La mis dea FY ocuoaba soins do Yugak, rece decency la teat hecho, desarofaba evades props de cele i, sao au parcpacion en be "abo do a A yas éegancs subir, como ens dC E.y Ss dl dS. 21, 1983, ‘es. doa AGN, 4722, ee 188) Aden, la Comshn de Cosy a ropa AG sAgUetD Hando s ‘onfben ncnyen al natn Esta coro monso dela Orcrizacién dari lea 1208-2000 ‘noel do as dudes de Yugo, qu ha seg clpanda asta ruses ce), Asis, ene 182200 as manlesacioos do eorc (Eaedo yO) ern pot un aco afar |ue"a Ropes Fete go Yugstavia Serbia y Mertnego) aa. un Estado nyo y muchos de ss ‘Ss, sobre ldo ania lores eles, por oro —Ltar aia Repifea Federal Sora cana at aga Yogst LATIF (Seria y Montenegro) aos on su prelesarasce conta el oti dl 2000, una vez ‘us sont poder. Kostniceolsleonessehatasel24desopsombre. La REY sol laaisien ‘erro nuoiienbeo das NU yl AGia cep (ws 852 de | ee rove) siguonde la ecomendoicn IG, dS. 1526, dos do oc, 108 LoS BataDos sestterencasolgnade pr lan plc coi coinlste ao de Yagoda acts pr ayer meso ala artelacussepesonondaro oe pores demardasensqueYuaseane Sin es deeded yas, dsranars. Soon pine momentos Ge alms sseanpacees Fearn rl nero do Satay Nenana nies scayé Yuga, palate tidal Fepaet dea fuza 2008 ders noongtei pare cooce des demands tesa 5) or [egestva conta la etedosmiemtos dea OTAN quel brbardean snpinavea shames nigny rant av Yara ro estan mameno de nips oa dana ya AY (Seog Moniseg} no ea miro entarcas de NUri pro en ela dea Cats Cuando en jo de 206 Monionegro ae sepa as ver da Sil ha habia chee on coridrar ‘ta canine do pevecrakéanemacionadelEsiado aaa Mano cena Easier

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