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238 [MANUAL DE PSICOETICA Ja manera ms satisfactoria para las personas involucradas”. En la misma linea, el juez ordené que “cualquier esfuerzo debfa ser hecho para encontrar un tratamiento que fuese aceptado por la defensa’. La corte inferior, después de hacer una investigacién del caso, concluyé que su tendencia a perderse por estar sin ayuda hacia necesaria una"supervisi6n permanente... no solo para s{ misma sino para su seguridad”. La Sra. CL murié 4 aiios después, mientras todavia segufa confinada en un hospital mental (Caso citado por Beauchamp y Childress 1983, p. 294). Deberes de la familia, médicos y sociedad. Derechos de los enfermos psicéticos. PS tiene 27 atios de edad y es un enfermo mental involuntariamente inter- nado en el hospital adonde fue llevado en junio de 1971 después de amputarse Ja mano derecha. Habia sido internado compulsivamente en ese hospital durante 8 meses en el afio 1966 (después de perforatse el timpano dere- cho) y durante 18 meses en 1969 (después de quitarse el ojo derecho). En total, ya ha pasado 8 afios en el hospital recibiendo tratamiento médico, (por su meningitis, luego de la perforacién de t{mpano) y para una atencién psi- quidtrica controlada y asistencial. Por diversas razones, en este momento PZ desea abandonar el hospital, pero la familia se opone. El padre de PZ, cuyo trabajo esté amenazado por la recesién, seftala que la familia ya tiene una deuda de 30.000 délares por el cuidado médico que se necesit6 debido a la tendencia a automutilarse de PZ. Nilos padres de PZ ni sus hermanos pueden controlar sus explosiones autodestructivas en la casa, y por lo tanto, tienen miedo que se vuelva, también, contra ellos. PZ, por otro lado, mantiene que ha estado confinado ya lo suficiente, que ya no es peligroso y que, en cualquier ‘asu, “ho hay unt Ustanienlo woo para mit en el hospital” Repite varias veces ‘que: “Creo en Dios y en el amor fraterno” y que “un hombre debe sactificarse a si mismo pot Dios para el bien de la humanidad’. Piensa que “es mucho mejor ‘reer yaceptar un mensaje apropiado de Dios para sacrifcar un ojo 0 una mano, de acuerdo con la sagradas escrituras, que el hecho de que el mundo actual cau- se tantas pérdidas de vidas humanas”. PZ piensa que es el nico a quien Dios ha clegido para ese sacrificio y mantiene que él ha enucleado su ojo derecho y “amputado su mano derecha bajo “6rdenes directas de Dios", y que Dios y él han establecido una “alianza’. PZ quiere ahora ser dado de alta del hospital para ‘cargar el amor de Dios por sus hijos". Enfatiza su compromiso con este trabajo diciendo que “me cortaria mi pie derecho si Dios me lo pidiese". (gcusles son los deberes de la familia, de los médicos y de la sociedad en este caso? ¢Qué dere- chos tiene el paciente? (Citado por Beauchamp y Childress 1983, p. 294), | [BTICA DE LA RELACION INDIVIDUAL ENTRETERAPEUTA Y PACIENTE . 299 2. Btica de la atencién psicolégica y psiquistrica a menores Paidologia es la disciplina que estudia al nifio en todas sus dimen- siones y aspectos. Niifio es “todo ser humano menor de 18 afios” tal como lo procla- ma el Art. 1 de la Convencion sobre Derechos del Nitio adoptada por las Naciones Unidas en 1989%. Etica paidolégica es la rama de la ética que argumenta sobre lo correcto en el trato que ha de darse a los nifios por parte de la sociedad, ‘sus progenitores, tutores 0 el personal de la salud, a fin de que logren un. desarrollo arm6nico en todas sus dimensiones como personas humanas. Los psicélogos y psiquiatras tienen que intervenir en miiltiples ‘ocasiones relacionadas con la vida y el comportamiento de nifios y adolescentes. Procesos en a justicia juvenil, decisién sobre custodia © terminacién de la patria potestad, casos de abusos sexuales o inces- tos, decisiones sobre adopcién y diagnéstico de competencia, trata- mientos a nifios con déficit atencional e hiperactividad, son algunos de los asuntos en los que intervienen la psicoterapia y la ley (sobre este punto algo planteamos en el capitulo 4). También interviene el psicélogo en relacién al menor, cuando ejerce en ambitos educacio- nales tal como lo abordaremos en el capitulo S. Por consiguiente, en este capftulo nos restringiremos a plantear algunos de los problemas éticos que surgen comtinmente en la rela- cidn clinica individual entre el profesional y los menores, ambito en el que son numerosas y acuciantes las preguntas que surgen*: gtiene un menor de cualquier edad derecho al tratamiento psicolégico-psi- quitrico contra los deseos de sus padres? ¢Tiene un adolescente derecho a rechazar el tratamiento psiquitrico que sus padres le quieren imponer porque consideran que tiene un comportamiento anormal? ¢Qué es comportamiento anormal en la nifiez y en la ado- lescencia? ¢Cudndo tiene un padre el derecho a internar compulsiva- mente a su hijo en una institucién de custodia por el solo hecho de 64 huapsiwww2 ohchrorg/spanishfawlerehem 65. Holder, A. R, Legal issues in Pediatrics and adolescent medicine, New Haven and London: Yale Univ. Press, 1986. SSSSSTSSSIFISASSSELLLLS. 240 MANUAL DE Psteoérica considerar que debe “corregirse” de su mal comportamiento?

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