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Capituto IV LAS ACCIONES DE ESTADO DE FAMILIA § 20. Concepto.— Se denominan acciones de estado de familia las que se dirigen a obtener pronunciamiento judicial sobre tal estado correspondiente a una persona. Tienen, pues, por finalidad lograr un titulo lo de familia del cual se carece (comprobar el estado), aniquil: tulo de estado ‘also o invalido (destruir el estado) o bien crear un estado de familia de que se goza. En otras palabr a proteger el estado de familia en. forma positiva 0 negativa, recono- Gendole cuando ex existe pero es desconocido, excluyéndolo cuando no concuerda con la realidad, 0 creandolo 0 modificandolo cuando asf cabe hacerlo. Es frecuente la identificacién de las acciones de estado de fa- milia con las relativas a la filiacidn. Tanto es asi que la generalidad de los autores italianos y espafioles —no ocurre lo mismo con los franceses— las tratan al considerar la filiacion matrimonial, sea que las reduzcan a las que se refieren a ella o que las amplien al estado conyugal y aun al estado en general, no al de familia en particular. También en nuestra doctrina, Busso y Rébora identificaban las accio- nes de estado con las de filiacién matrimonial y con las de filiaci6n en general, respectivamente. Sin embargo, puesto que el estado de familia comprende los vin- culos conyugal y parental, parece evidente que la denominacién “ac- ciones de estado de familia” debe ser atribuida no sdlo a las relativas al estado filial —tratese de filiaci6n matrimonial, extramatrimonial 0 adoptiva— sino también a las referentes al estado de conyuge. Claro estd que no las hay respecto del parentesco en general, ya que éste se establece por una serie de vinculos de filiacion o de filiaci6n y matri- monio. Por lo tanto, las acciones slo pueden versar sobre cada uno de los vinculos conyugal 0 Se ene fla que Tooman cada éslabon de la cadena que es el parentesco; y resulta excesiva la generalizacién de © modificar el estado de familia das ienden 60 PARTE GENERAL la acci6n de inexistencia del reconocimiento del hijo extramatri- monial, por ausencia de consentimiento o de forma; la accién de nulidad del reconocimiento del hijo extramatrimo- nial, por aplicaci6n de las normas generales sobre nulidad de los ac- tos juridicos; y la accién de impugnacién del reconocimiento del hijo extrama- trimonial, por sostenerse que no corresponde a la realidad bioldgica (art. 263, CCiv., texto seguin ley 23.264). 4. De filiacién adoptiva. La accién de nulidad de la adopcién, por las causas generales de nulidad de los actos juridicos o las especi- ficas de la adopcion (art. 337, CCiv., texto segtin ley 24.779). e) Acciones de emplazamiento y de desplazamiento de estado de familia. Con un criterio diferente, las acciones de estado dé familia pueden dividirse en acciones de emplazamiento en el estado de fami- lia y acciones de desplazamiento_del estado de familia. Acciones de emplazamiento son todas aquellas que tienen_por objeto emplazar en un estado, es decir, colocar a una persona en un estado de familia determinado, de manera que la sentencia es el titulo del estado de familia; acciones de desplazamiento son, en cambio, las que en lugar de tratar de obtener un titulo de estado tienden a destruir el titulo existente. En Tas acciones declarativas, las de reclamaci6n son de emplaza- miento y las de contestacién o impugnacion s son de desplazamiento. vocaci6n de la adopcién simple, que es de desplazamiento. Por otra parte, las constitutivas de estado matrimonial emplazan en un estado, pero a la vez desplazan de otro (p. ej., la de divorcio emplaza en el estado de divorciado, desplazando del de casado). LAS ACCIONES DE ESTADO DE FAMILIA Acciones de estado De filiacién matrimonial De filiacién adoptiva Esquema de la clasificacién de las acciones De reclamacién De contestacién Constitutivas De reclamacién De contestacién De reclamacién { de reclamacién de estado De contestacién Constitutivas De contestacién 1 dela adopeién < de estado de familia Acci6n de reclamacién de estado matrimonial I Acci6n de inexistencia del matrimonio Accién de reconciliacién ‘Acci6n de separacién personal 2 Accién de divorcio L Accién de conversién de la separacién personal en divorcio J c filiacién matrimonial Accién de negacién de la paternidad Accién de impugnacién de la ppaternidad Accién de impugnacién de la \ matenidad de hijo extramatrimonial Accién de impugnacién de la maternidad caoematrinonial Accién de inexistencia del reconocimiento Accién de nulidad del reconocimiento Accién de contestacién del reconocimiento Accién de revocacién de la adopcién Accién de nulidad Accién de nulidad de matrimonio f Accién de reclamacién de la L Accién de adopcién - De emplazamiento 61 De desplazamiento De desplazamiento De desplazamiento De desplazamiento De desplazamiento De desplazamiento De desplazamiento De desplazamiento 62 PARTE GENERAL § 22. Caracteres.— Los caracteres fundamentales de las accio- nes de estado de familia estan dados por los del estado mismo. De manera que, en general, estas acciones son inalienables (0 incesibles), irrenunciables, imprescriptibles e inherentes a las personas. a) Inalienabilidad. Puesto que las acciones de estado de familia importan el ejercicio de derechos no patrimoniales derivados de tal estado y esos derechos son inalienables, también dichas acciones son inalienables, es decir, no pueden ser cedidas. El Codigo Civil lo esta- blece expresamente en su art. 1445, que dispone que “las acciones fundadas sobre derechos inherentes a las personas, 0 que compren- dan hechos de igual naturaleza, no pueden ser cedidas”. En lo relativo a la transaccion, es ‘dé aplicacion todo lo dicho res- pecto de la transaccion sobre el estado de familia, puesto que tal acto juridico puede versar sobre derechos meramente dudosos o derechos ya litigiosos, es decir, sobre acciones ya entabladas (art. 832, CCiv.). b) Irrenunciabilidad. Las acciones de estado de familia también son, en principio, irrenunciables, puesto que lo es el estado mismo; sin embargo, este principio sufre varias excepciones. La renuncia podria ser admitida en aquellos casos en que esta permitida la transaccin sobre las acciones de estado: cabe, pues, re- nunciar a la accién de nulidad de matrimonio, aunque —lo mismo que la transaccién— esta renuncia no extingue la acci6n si hay otras personas habilitadas para ejercerla; y también a la acci6n de revoca- cién de la adopci6n. Por otra parte, también es posible renunciar a la accién de separaci6n o divorcio cuando ya se han producido los hechos que facultan a ejercerla, pues nada obsta para que el conyuge ofendido perdone al ofensor 0 para que se produzca la reconciliacion o se admita la existencia de ella. Finalmente, tiene el mismo efecto que una renuncia tacita la mera inacci6n cuando se deja caducar la accién de estado de familia por el transcurso del tiempo o se deja perimir la instancia en el juicio ya promovido; de manera que, aunque no quepa la renuncia expresa, en todos los casos en que la accién se extingue por el transcurso del tiempo puede producirse la renuncia tacita. c) Imprescriptibilidad. En el capitulo anterior se expres6 el carac- ter imprescriptible del estado de familia, dado por la imposibilidad de adquirirlo por usucapi6n y de perderlo por prescripcién extintiva, caracter que se extiende a los derechos extrapatrimoniales derivados del estado de familia. Ahora el problema consiste en determinar si son prescriptibles las acciones de estado de familia 0 no lo son, y su LAS ACCIONES DE ESTADO DE FAMILIA 63 solucién es mucho mis dificultosa en razon de la falta de preceptos legales claros. En el Cédigo argentino, como ocurria en el francés hasta la re- forma de 1972, no hay norma que se pronuncie expresamente ni en favor ni en contra de la prescriptibilidad de las acciones de estado de familia: inicamente se establece la imprescriptibilidad de las acciones de reclamacién y de impugnacién de la filiacién (arts. 251 y 4019, inc. 2°, CCiv.). De ahi que, si se atendiese estrictamente al principio del art. 4019, cuya parte inicial declara prescriptibles todas las accio- nes con excepcion de las enumeradas en él, serian prescriptibles las demas acciones de estado de familia. Por otra parte, podria invocarse la opinion del propio codifica- dor, quien en su nota al art. 4019, inc. 2°, considera prescriptibles “la accion de la reclamacién de estado, ejercida por los herederos del hijo, la accién por desconocimiento de la paternidad” y “la demanda de nulidad de matrimonio”. No es asi, sin embargo. Sin necesidad de salir de la materia, ese inciso queda contradicho por el art. 251, que no limita la imprescriptibilidad al supuesto de ser entablada la accién por el hijo mismo y, ademds, la extiende a las acciones de impugna- cién de la filiacién. Asimismo, se reconoce undnimemente la no taxa- tividad de la enunciaci6n del art. 4019; también son imprescriptibles, por ejemplo, la accién reivindicatoria, las de deslinde, construccién de cercos 0 muros divisorios, o de un acueducto, la de retrocesién, la del ausente con presuncién de fallecimiento que reaparece para reclamar la restituciOn de sus bienes, la de particién de cualquier in- division, y la de nulidad absoluta de los actos juridicos, inclusive el matrimonio. Eliminando el aparente obstdculo, facil resulta llegar a la con- clusién de que las acciones de estado de familia son imprescriptibles. Las razones que fundan esa imprescriptibilidad son, a mi juicio, las siguientes: 1. En primer lugar, porque los caracteres fundamentales del es- tado de familia se reflejan en iguales o semejantes caracteres de las acciones que a él se refieren; asi como la inalienabilidad y la irre- nunciabilidad del estado de familia determinan la incesibilidad y la irrenunciabilidad de las acciones, también la imprescriptibilidad del estado de familia debe determinar la imprescriptibilidad de las accio- nes referentes a él. 2. Desde un punto de vista ajustado a los textos legales, si bien el Cédigo no las declara imprescriptibles, tampoco les fija plazo de prescripcién. El art. 4023 del Codigo Civil, que establece el plazo ordinario de prescripcion, alude inicamente a las acciones personales por deudas exigibles y a la de nulidad de los actos juridicos, de manera 64 PARTE GENERAL que se refiere solamente a acciones que versan sobre obligaciones y sus correlativos derechos creditorios, y sobre la validez o invalidez de los actos juridicos en general. Si bien es cierto que la prescripcidn extintiva no se limita a los derechos creditorios sino que se extiende a todos los derechos en general, su ampliacién encuentra un limite cuando se trata de derechos que se resuelven en facultades puras, rej mere facultatis, cuyo ejercicio implica ordinariamente la deduccién de acciones de estado de familia. 3. También dentro del campo de la ley, las disposiciones que con- cretamente declaran imprescriptibles determinadas acciones de esta- do de familia no tendrian justificacin si no se las considerase como aplicacion de un principio mas general, aunque no esté expresado, el de que lo son todas. Ni la accion de reclamaci6n del estado de hijo nj las de impugnacién de la filiaci6n tienen caracteres especiales frente a las dems acciones de estado de familia que justifiquen un tratamien- to diferente, de manera que estas soluciones tienen que derivar de la aplicacién del indicado principio general. 4. Entre las finalidades perseguidas por la instituci6n de la pres- cripcién esta la de obtener que las relaciones jurfdicas tengan certeza después de transcurrido cierto lapso. Claro esté que ese fundamen- to se da con mayor intensidad en la caducidad, regida en general por plazos breves y sometida a un régimen més riguroso que el de la prescripcién. Pero la propia fijacién de plazos de caducidad para determinadas acciones de estado de familia revela que cuando el le- gislador ha creido necesario limitar su ejercicio en el tiempo, lo ha dispuesto expresamente; en los demas casos le ha resultado indiferen- te la tardanza, de modo que no se da el indicado fundamento de la prescripcion. 5. Por tiltimo, el resultado de la prescripcién seria fundamental- mente distinto en asuntos puramente patrimoniales y en asuntos de familia. En los primeros, su efecto primordial es liberar al deudor, ya que su mayor campo de aplicacién esta en el derecho de las obliga- ciones; en los segundos, su admisién importaria la consolidacién de situaciones que puede no haber interés social en mantener. De ma- nera que parece la solucién mas juiciosa resolver que cuando no s¢ ha fijado un plazo de caducidad es porque tal interés social no exis- te. Asi, por ejemplo, ocurre en la nulidad del matrimonio por vicios del consentimiento; si la caducidad de la accién no se ha producido porque se ha interrumpido la cohabitacién en los plazos fijados pot el art. 220, inc. 4°, del Cédigo Civil (texto segtin ley 23.515), seria inicuo que el matrimonio se consolidase a los dos afios por virtud de la prescripcion del art. 4030, ya que no puede haber interés social et mantener la validez de un matrimonio celebrado con voluntad vicit” LAS ACCIONES DE ESTADO DE FAMILIA 65 da y sin vigencia en la realidad de los hechos. Lo mismo ocurriria en la accién de adopcién que, si se sometiese a los principios generales en materia de prescripcién, prescribiria a los diez afios de haberse reunido los requisitos legales para ser otorgada a pesar de no haber Ilegado atin a la mayoria de edad el menor que se pretendiese adop- tar; se impediria asi, sin motivo alguno, la creacién del vinculo legal con el guardador. En conclusién, cabe establecer que las acciones de estado de familia son imprescriptibles, lo que no implica que todas ellas sean inextinguibles, puesto que algunas lo son en tanto que otras estan sujetas a extincin por via de caducidad. Sin ser acciones de estado, también son imprescriptibles las ac- ciones fundadas en derechos extrapatrimoniales derivados del esta- do de familia, puesto que tales derechos también lo son. Mas no las fundadas en derechos puramente patrimoniales derivados de dicho estado, como lo establece el art. 251 del Cédigo Civil para la recla- maci6n del estado filial y la impugnaci6n de la filiacion; claro esta que serian imprescriptibles las que tienden a hacer efectivos derechos patrimoniales inseparables del estado mismo, como el derecho a ali- mentos —sin perjuicio de que puedan prescribir las cuotas ya deven- gadas— o los derivados de la sociedad conyugal, que sdlo pueden perderse como consecuencia de la usucapién de los bienes integrantes de la indivisién postcomunitaria. d) Inherencia personal. Del mismo modo que el estado de familia en si es inherente a la persona, también lo son las acciones de estado de familia; pero los efectos de la inherencia personal sufren algunas limitaciones, ya que si bien en principio las acciones de estado de fa- milia no son transmisibles por via sucesoria, en determinados casos la ley otorga expresa o implicitamente su ejercicio a los herederos (p. ej., en nuestro derecho, casos de los arts. 259 y 262, CCiv.). No toda la doctrina concuerda en la existencia de tales excep- ciones sino que parte de ella afirma que en esos casos la accién es otorgada a los herederos a titulo originario y no por transmisi6n su- cesoria de la accion de su causante. Tal criterio fue sostenido por Cicu refiriéndose a la accién de reclamacién de la filiacién legitima. Para este autor, no se justifica la concesién de la accién a los herederos como tales, pues entonces la ley consentiria plantear una cuestién de estado tan delicada que, si viviese el hijo, sdlo él podria promover- la, por proteger el interés egofsta de recibir una herencia. Considera que la tesis que impugna no tiene otra explicacién que la meramente historica fundada en la continuacién de la personalidad del difunto por el heredero, pero que no se justifica con el nuevo concepto.de la herencia. 66 PARTE GENERAL En nuestro pais, el criterio de Cicu ha sido recogido por Busso y por Diaz de Guijarro, quienes afirmaron que los herederos del titular ejercen la accién de estado de familia a titulo propio y originario, sin mas fundamento que la derivacién del principio de la inheren- cia personal de la accién. En cambio, Borda entiende que si la ley reconoce la accién a los herederos, quienes pueden ejercerla tnica- mente en caso de muerte del titular originario y siempre que éste no hubiera perdido el derecho de hacerlo 0 no hubiese sido vencido en juicio, existe una auténtica transmisién mortis causa y los herederos proceden como sucesores, no a titulo propio. Comparto este tiltimo criterio. Nada obsta para que el principio general de intransmisibili- dad sucesoria de las acciones de estado de familia tenga excepciones derivadas de los textos legales; y de que se trata de acciones conce- didas iure hereditatis, y no iure proprio, no debe dejar lugar a dudas la simple circunstancia de que en ningun caso tendrian la accién los herederos cuando ella hubiese caducado en vida de su causante, como ocurre en el supuesto de desconocimiento de la paternidad (art. 259, ultimo parrafo, CCiv.). En cuanto a la inadmisibilidad de la subrogaci6n, no admite ex- cepciones: ninguna accién de estado de familia puede ser ejercida por los acreedores de su titular. La subrogacién no puede tener lugar ni aun cuando la accién de estado sea previa a otra patrimonial que el acreedor tenga interés en ejercer. Asi, por ejemplo, puede ocurrir que fallezca el padre de un hijo extramatrimonial no reconocido dejando bienes. Si el hijo no demanda para obtener el reconocimiento de la pa- ternidad, no puede hacerlo su acreedor, subrogandose en su derecho, por mds que ese reconocimiento le pueda ser util para hacer valer sus derechos sobre los bienes que a su deudor le correspondan por heren- cia; solo podria ejercer por via subrogatoria la peticién de herencia si el hijo reconocido se abstuviese de hacerlo. La raz6n de esta solucién estriba, en primer término, en que la accién accesoria (la patrimonial) debe seguir la suerte de la principal (la de estado), y, en segundo lugar, en que —como dijo Llambias— “no seria tolerable que acuciados por un interés econdémico, los acreedores ventilaran asuntos de filiacién 0 de legitimidad del parentesco, que por su indole estan reservados al Propio sujeto de quien se trata y a sus parientes”. § 23. Caducidad de las acciones de estado de familia— Ha quedado expuesto que las acciones de estado de familia son todas imprescriptibles, pero que algunas son inextinguibles en tanto que otras estan sujetas a extincién por caducidad. Antes de examinar en particular los supuestos de caducidad y de acciones inextinguibles, conviene recordar el concepto de caducidad (decadenza en el derecho LAS ACCIONES DE ESTADO DE FAMILIA 67 italiano, déchéance en el derecho francés), sus similitudes y diferen- cias con la prescripci6n, asi como las particularidades que dicha ins- titucién presenta cuando se la aplica a las acciones en estudio. La prescripcion liberatoria 0 prescripci6n extintiva es el medio por el cual, en ciertas condiciones, el transcurso del tiempo opera la modificacién sustancial de un derecho. ;En qué consiste esa modifi- caci6n? En el otorgamiento a quien seria sujeto pasivo de la accién entablada para hacer valer ese derecho de una facultad juridica, la de obtener el rechazo de la acci6n tardiamente entablada sin que se en- tren a considerar las condiciones de fondo requeridas para el progre- so de tal accién, o bien de entablar una accién declarativa tendiente a obtener un pronunciamiento judicial que establezca que la mencio- nada acci6n ha quedado extinguida. La caducidad, en cambio, es un modo de extincién de ciertos de- rechos en razon de la omisi6n de su ejercicio durante el plazo fijado por la ley o por la voluntad de los particulares. Pero frente a la cadu- cidad en general, la de las acciones de estado de familia en particular presenta dos notas que hacen que quede sometida a una regulacién especial y, a la vez, que sea més dificil distinguirla de la prescripcién: la primera, que se trata de caducidad de acciones y no de derechos en general; la segunda, que en esta materia, regulada por normas casi en su totalidad de orden publico, sélo puede provenir de la ley, y no de la voluntad privada. Adaptando la anterior definicién puede decirse, pues, que la caducidad de las acciones de estado de familia es un modo de extincién de dichas acciones por el transcurso del tiempo, o bien por el acaecimiento de determinados hechos. Reducida la caducidad a las acciones de estado de familia, sus diferencias con la prescripcién serian las siguientes: a) La prescripcién otorga a aquel contra quien podria ser en- tablada la accién la facultad de oponerse a su progreso por el solo hecho de su deduccién tardfa, 0, en su caso, de obtener una declara- cién judicial de que se ha cumplido la prescripcién. La caducidad, en cambio, extingue la accién, que debe ser rechazada de oficio —aun cuando el demandado no lo solicite— en raz6n de su interposicion extemporanea. b) En la caducidad es mucho mas acentuado que en la prescrip- cidn el interés social por la estabilidad y certeza de las relaciones juri- dicas. Por lo tanto, mientras que la prescripcién ya ganada puede ser renunciada (art. 3965, CCiv.), la caducidad de las acciones de estado de familia es irrenunciable.

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