I término castellano
“ecumenismo” no es
demasiado y familiar
para muchos de nues~
tras conciudadanos.
Es difil saber a qué
se refiere cuando es
empleado en una con-
versacién, De origen
griego, esta primera
Ticha intenta desentra-
lar sus rafces y su
contenido actual
ORIGEN GRIEGO DEL TERMINO “ECUMENISMO”
ECUMENISMO: UNA PALABRA EXTRANA
A. Sentido geografico, cultural...
La palabra griega Oikoumene, de la que proviene el término “ecumenismo’, pertenece a
tuna familia de términos relacionada con vocablos que tienen que ver con la vivienda, el asen-
tamiento, la permanencia. He aqui algunos términos-rafz de esta familia lingUlstica: Oikos.
casa, vivienda, habitacién, pueblo; Oikeiotés: relacién, emparentado, amistad; Oikeiow: habi-
tar, cohabitar, reconciliarse, estar familiarizado; Oikonomeo: administraci6n, encargado y res:
ponsable de la casa; Oikoumene: tierra habitada, mundo conocido y civlizado, universo.
La raiz primera de la que provienen los otros términos es, pues, Oikos, casa, lugar donde
se mora, espacio habitable y habitado. Oikoumene, de donde procede directamente ecume-
nismo seré consecuentemente, 6| mundo habitado en el que coexisten diversos pueblos, con
diversidad de lenguas y culturas. Pero en su sentido primero y més obvio serfa la “tierra habi-
tada por los helenos', es decir, por un pueblo civlizado que ofrece una cultura abierta a todos
dando esa unidad basica de cosmovisién que exige una civilizacién auténtica. De ahi que
Oikourene Negara a entenderse como el “mundo habitado” hasta donde se extendia la
influencia griega, porque mas alld esté el mundo de los bérbaros.
Las perspectivas geogréfica y cultural, entrelazadas, aparecen como el significado prime-
ro de la palabra ecumenismo. Roma aportara, después, una perspectiva politica y la "pax
romana’ seré el simbolo de la Oikoumene, es decir, de todos los pueblos que aceptan vivir bajo
la influencia del “mundo civilizado" que viene a identiticarse con el Imperio Romano.
. Sentido biblico.
El término Oikoumene aparece también en la literatura brblica. En el Nuevo Testamento se
emplea en quince ocasiones, en algunas de las cuales recupera el viejo sentido de mundo
(Hec.11, 28), 0 de Imperio Romano (Le 2, 1). En la carta a los Hebreos (2, 5) se pone especial
énfasis en el cardcter transitorio de la presente Oikoumene, para afirmar con fuerza la inrni-
nente llegada de una nueva y transformada Oikoumene regida directamente por Jesucristo,
Oikoumene, desde una perspectiva neotestamentaria debe entenderse como un proceso
en continuo desarrollo que se inicia como la “tierra habitada’, que va haciéndose “lugar habi-
table’; la casa en la que cabe toda la familia humana y cuya realidad no se encierra en la fron-
tera inmanente de la Historia. La respuesta de! hombre en esta tierra, ante la llamada de Dios,
es como el germen de una nueva Oikoumene, que viene como obra de Dios pero con la cola-
boracién humana.2. EL DESARROLLO POSTERIOR DEL TERMINO ECUMENISMO
A. Sentido cristiano primitivo
En el oristianismo primitivo el término Oikoumene -siguiendo la trayectoria biblica- es
usado en las acepciones ya conocidas: mundo, Imperio Romano, mundo civilizado, etc. Ya
desde el siglo Il el término es empleado a veces con referencia a “la Iglesia Catélica extendi-
da por la Oikoumene’.
La palabra se introduce en el lenguaje eclesidstico oficial cuando el Concilio de
Constantinopla (381) denomina al Concilio de Nicea ~celebrado en el 325- como “Concilio
ecuménico”. Desde ese momento el término “ecuménico” va a designar aquellas doctrinas y
Usos eclesiales que son aceptados como norma autoritativa y con validez universal en toda la
Iglesia Catdlica
Sentido cristiano clasico
Con la caida del Imperio Romano, el término deja de tener obviamente connotaciones
politicas y pasa a tener ya un sentido exclusivamente eclesidstico: la Olkoumene es la Iglesia
Universal. Tres grandes hombres de Iglesia serdn designados “doctores ecuménicds: Basilio
el Grande, Gregorio Nacianceno y Juan Criséstomo. A partir de ahi se emplea para designar
los Concilios que hablan en nombre de toda la Iglesia.
‘Se ha recordado muchas veces que las condiciones para que un Conoilio pueda ser deno-
minado verdaderamente ecuménico varfan segtin las Iglesias. Para la Iglesia Catélica un con-
cilio es ecuménico solamente cuando representa a toda la Iglesia y sus decisiones son con-
firmadas por el obispo de Roma; en cambio para la Ortodoxia, solamente seré ecuménico
cuando toda fa Iglesia extendida por el orbe haya aceptado sus decisiones. De ahi que estas
Iglesias hablen de soto siete Concilio Ecuménicos porque en ellos esté expuesta la “doctrina
ortodoxa” aceptada por todas las Iglesias de Oriente y Occidente,
Més tarde la palabra se aplica también a los grandes Credos de la antigua Iglesia, y asf
son llamados “credos ecuménicos" los de los Apéstoles, el de Nicea y el de San Atanasio.Ficha
SUGWIFICADO MODERNO DEL TERMINO “ECUMENISM”
1, DURANTE EL SIGLO XIX
A. El ecumenismo como actitud fraterna
Durante el siglo XIX aparece un nuevo significado que con el tiempo tendrd la acepcién
‘técnica moderna, En 1846 se constituye en Londres una Alianza Evangélica, con el fin de pre-
Parar un “Coneilio ecuménico evangélico universal’, Sus participantes pertenecen a diferen-
tes denominaciones. En la clausura de aquel encuentro, el pastor calvinista francés Adolphe
Monod agradecia a los organizadores briténicos “el fervor de su piedad’” y el “espiritu verda-
deramente ecuménico” que hablan demostrado. Visser't Hooft ha recordado que aquella
expresiGn del pastor francés “parece haber sido la primera cita consignada respecto del uso
de la palabra para indicar una actitud més que un hecho.
Igualmente Henry Dunant, el fundador de la Cruz Roja y uno de los pioneros del YMCA,
esoribié ampliamente sobre la necesidad de que esta Asociacién fuese “ecuménica” en el
sentido de “propagar aquel espiritu ecuménico que trasciende la nacionalidad y ta lengua, las,
denominaciones y las cuestiones eclesiiticas, la clase y la profesién.
B. Hacia un sentido de cooperacién eclesidstica
Pero el uso del término en la acepcién recordada no goza todavia de una aceptacién uni-
versal. Hay posiciones encontradas. Algunos piensan que esas reuniones de eclesisticos no
pueden ser llamadas, en rigor, “ecuménicas” pues no entran en ellas eclesidsticos de las tra-
iciones ortodoxa y catélico romana, No reprsentan al cristianismo universal. Por eso mismo
€l caiificativo de “ecuménico” estaria tomado con mucha ambigiedad. Sin embargo, hay otras
posiciones que dando mas énfasis al sentido geogréfico de universalidad, piensan que el tér-
mino puede aplicarse con toda propiedad. Ast, por ejemplo, en 1900 se celebra en la ciudad
de Nueva York una “Conferencia Ecuménica Misionera’. Los organizadores dejan muy claro
que han aceptado ese calificativo porque se han propuesto un plan de expansién misionera
que “abarque toda la tierra’. Y a ello contribuiran las Sociedades Misioneras protestantes que
‘con enormes posibilidades estén presentes en todos los continentes.2. DURANTE EL SIGLO XX
A. Primeros titubeos a la hora de aplicar el término ecumenismo
La acepcién comtin continia siendo la del primitivo sentido geogréfico, universal. Poco
después, en la famosa “Conferencia Misionera Mundial” de Edimburgo (1910), el titulo de
“ecuménica” es eliminado pues la ausencia de las Iglesias Ortodoxas y Catélica -segin sus
organizadores- hace inapropiado su uso.
Los movimientos Fe y Constitucién y Vida y Accién ~de los que se hablaré en las Fichas 18
y 19+ van a suponer un dréstico cambio en el significado del término “ecumenismo’. El arz0-
bispo luterano Nathan Séderblom durante la Primera Guerra Mundial sugiere la creacién de
tuna “reunién intemacional de Iglesias” con el apelativo de “ecuménica” para intentar resolver
el problema de la paz. Y propone la puesta en marcha de una especie de “Consejo Ecuménico
de las Iglesias”
B. Hacia la aceptacién del término con todo rigor
La idea de Nathan Séderblom sélo tomard cuerpo varios decenios después. Pero la pala-
bra adquiere ya una nueva acepcién: fa relacién amistosa entre Iglesias con la finalidad de
promover la paz intemacional, de tratar de la unién de varias Iglesias, 0 incluso de generar el
espiritu de acercamiento entre cristianos de diversas confesiones.
La Conferencia de Estocolmo (1925) universaliza todavia més el nuevo uso del término
“ecuménico’. El vocablo es aceptado sin reticencias por parte de los alemanes, suecos y fran-
ceses. Mis dificultades hallan los cristianos de lengua inglesa que prefieren emplear los tér-
rminos “mundial” 0 “universal. La raz6n es obvia: en la tradicién inglesa la palabra “ecuméni-
co” se asocia muy fuertemente a los clésicos “Concilios Ecuménicos" de la antigledad, lo que
dificulta su empleo para designar cualquier otro significado.
‘A partir de la Conferencia de Oxford (1937), el término “ecuménico” designa ya con toda
claridad las relaciones amistosas entre las diferentes Iglesias con el expreso deseo de reali-
zar la Una Sancta y de estrechar la comunién entre todos los creyentes en Jesuctisto. Por eso,
tras la fundacién del ‘Consejo Ecuménico de las Iglesias’ -en el mundo anglosajén prefieren
referirse a é! como ‘Consejo Mundial de Iglesias’- en Amsterdam (1948), el término “ecumé-
nico” expresa ya sin duda alguna el intento de reconciliacién de las Iglesias cristianas como
expresi6n visible de la “universaliiad del cristianismo” y como signo “para que el mundo crea’.
‘Alas primeras acepciones de tipo geogratico, cultural y politico, se afiade después la refe-
rencia a la Iglesia, tanto la Iglesia Universal extendida por todo el universo, como mas tarde
al interés por la tarea misionera y al deseo inequivoco de unidad cristiana que se extiende por
fas distintas Iglesias separadas durante siglos.Ficha
Se hace imposible una
“definiciin” -en el
sentido clftsico del tér-
‘mino- que abarque la
‘esencia del ecumenis-
‘ma. ¥ ello fundamen-
talmente porque ef
ecumenismo se sitda
en una dindmica, en
un movimiento. Por
eso es _preferible
recordar algunas des-
cripciones que desde
Ja toologia y desde ef
magisterio de algunas
Iglesias se han offeci-
do en estos limos
decenios. He aqul
algunas mas significa
twas:
TeOLogds £ IGLESIAS DESCRIBEN EL ECUMENISMO
1. ALGUNAS DESCRIPCIONES DE LOS TEOLOGOS
‘A. Las primeras descripciones del ecumenismo
Las tres estén tomadas del tedlogo Wes Congar:
“Es un movimiento constituido por un conjunto de sentimientos, de ideas, de obras e ins-
tituciones, de reuniones o de conferencias, de ceremonias, de manifestaciones y de publica-
ciones que tienden a preparar la reunién no solamente de los cristianos, sino de las diferen-
tes Iglesias actualmente existentes, en una nueva unidad’.
“El ecumenismo comienza cuando se admite que los otros -y no solamente los individuos,
sino los grupos eclesiasticos como tales- tienen también razén, aunque afirmen cosas distin
‘as que nosotros; que poseen también verdad, santidad, dones de Dios, aunque no pertenez~
can a nuestra cristiandad. Hay ecumenismo... cuando se admite que otro es cristiano no a
pesar de su confesién, sino en ella y por ella’
“El ecumenismo no es, en modo alguno, el resultado sincretista de una suma de Lutero 0
de Calvino a Santo Tomas de Aquino, o de Gregorio Palamas a San Agustin. Pero, enfocado
desde la vertiente teol6gica que nos interesa, implica un esfuerzo hacia dos cualidades de la
vida cristiana, que, a veces, parecen opuestas una a otra, pero que deben alcanzarse y con-
setvarse conjuntamente: la plenitud y la pureza’
B. Algunas descripciones mas recientes
“Movimiento suscitado por el Espiritu Santo con vistas a restablecer la unidad de todos
los cristianos a fin de que el mundo crea en Jesucristo. En este movimiento participan quie-
nes invocan el Dios Tiino y confiesan a Jesucristo como Seftor y Salvador, y que en las comu-
rnidades donde han oido el evangelio, aspiran a una Iglesia de Dios, Una y visible, verdadera-
mente universal, enviada al mundo entero para que se convierta al evangelio y sea salvado
para la gloria de Dios” U. E. Desseaux).
“El ecumenismo es una actitud de la mente y del coraz6n que nos mueve a mirar a nues-
{ros hermanos cristianos separados con respeto, comprensién y esperanza. Con respeto por-
que los reconocemos como hermanos en Cristo y los miramos como amigos més que como
oponentes; con comprensién, porque buscamos las verdades divinas que compartimos en
comtin, aunque reconazcamos honestamente las diferencias en la fe que hay entre nosotros;
‘con esperanza, que nos hard crecer juntos en un mas perfecto conocimiento y amor de Dios
y de Cristo..” (C. Meyer)
EI movimiento ecuménico no es el lugar de encuentro para el triunfo de una Iglesia sobre
otra. Es la confrontacién fraterna de los cristianos divididos pero hermanos... La finalidad del
didlogo ecuménico no es hacer conversiones. Es un esfuerzo del amor cristiano para dar y
recibir testimonio del evangelio” (Weige’).. ALGUNAS DESCRIPCIONES ECLESIASTICAS
‘A. Desde Asambleas oficiales
La Segunda Asamblea de Consejo Ecuménico de las Iglesias, reunida en Evanston (1954)
‘se expresaba ast: “Es cierto que la perfecta unidad de la Iglesia no seré totalmente alcanza-
dda hasta que Dios resuma todas las cosas en Cristo. Pero el Nuevo Testamento afirma que
esta unidad esté siendo realizada ya dentro del actual orden historico. Por el poder de su resu-
rreccién, Cristo ha concedido esta gracia a su lglesia atin ahora, y las seftales de su obra son
discemnibles para aquel que tiene ojos para ver. En medio de los trastornos de la hora pre~
sente, Jesucristo esté reuniendo a su pueblo en una verdadera comunidad de fe y obedien-
cia, a despecho de las divisiones existentes... En esta perspectiva escatol6gice, todas nues-
tras divisiones humanas son provisionales”
Y en un Informe de la Comisién Fe y Constitucién, y del Comité Central, reunido en St.
‘Andrews (1969) se lee: “La Comisién de Fe y Constitucién entiende que aquella unidad que es
2 la vez voluntad y don de Dios a su Iglesia es tal, que coloca a todos los que en un lugar dado
confiesan a Jesucristo como Seftor en una comunidad plenamente consagrada de unos con
otros mediante un Gnico bautismo en El, el mantenimiento de una misma y tinica fe apostoli-
a, la predicacién del tinico Evangelio y la fraccién de un mismo pan, y una vida corporada
que se offece en testimonio y servicio a todos; y que a la vez los une con toda la comunidad
cristiana en todos los lugares y épocas, de tal manera que ministerio y miembros sean reco-
nnocidos por todos y que todos puedan hablar y obrar juntos, segtin lo requiere la ocasiGn, en
aquellas tareas para las cuales Dios llama a la Iglesia’.
B. Desde la documentacién de la Iglesia Catélica
El Concilio Vaticano I! se ha expresado ‘asf en el Decreto Unitatis Redintegratio:
‘Con todo, el Seftor de los tiempos, que sabia y pacientemente prosigue su voluntad de
{gracia para con nosotros los pecadores, en nuestros das ha empezado a infundir con mayor
abundancia en los cristianos separados entre sf la compuncién de espiritu y el anhelo de
unién. Esta gracia ha llegado a muchas almas dispersas por todo el mundo e incluso entre
nuestros hermanos separados ha surgido, por impulso del Espiritu Santo, un movimiento dit
gido a restaurar la unidad de todos los cristianos. En este movimiento de unidad, llamado ecu-
ménico, participan los que invocan al Dios Trino y confiesan a Jesucristo como Seftor y
Salvador, y esto lo hacen no solamente por separado, sino también reunidos en asambleas en
las que oyeron el Evangelio y a las que cada grupo llama Iglesia suya y de Dios” (n. 1).Desde una visién os-
trictamente religiosa y
ssegiin las glescripcio~
nes expuestas en Ia
Ficha 3, para descrbir
correctamente el ecu-
‘menismo deben ser
resaltados tres elo
‘mentos esenciales: La
originalided, ls actitud
Y voluntad de dislogo,
la espirtualidad.
TEs ELEMENTOS ESENCIALES PARA DESCRIBIA EL ECUMENISMO
1, LANOVEDAD DEL ECUMENISMO
‘A. Superada la etapa de la polémica.
El ecumenismo constituye una experiencia inédita, original, sin precedentes en la historia
del cristianismo. Su novedad radical estriba en que las Iglesias confrontadas en didlogo
~superada ya la etapa de la polémica- mantienen viva la conviccién de que en las relaciones
entre las Iglesias cristianas divididas no se ha llegado a un callején sin salida. El ecumenismo
contradice de manera frontal la teoria de que todo esté dicho y experimentado en Ia Iglesia.
La dimensién utépica del proyecto ecuménico soslaya, por una parte, el peligro de caer
en el escepticismo o el relativismo ante la verdad que pueda desprenderse de las otras,
Iglesias, y, por otra, supera la dificultad.que se antojaba insuperable de llegar a ver algun dia
a comunién de Iglesias separadas secularmente no s6lo por una lectura distinta de la Buena
Noticia de Jesiis, sino también por unos condicionamientos sociales, geograficos y culturales
que las moldearon de maneras tan radicalmente diversas.
B. Se hacen necesarias Ia actitud y la voluntad del didlogo
En las descripciones anteriores que se han dado del ecumenismo, y a pesar de su nota-
ble variedad, aparece siempre como tel6n de fondo la actitud dialogal. Cabe decir que el ecu-
menismo es fundamentalmente una actitud.
La historia de las relaciones entre los crstianos y las Iglesias separadas es la historia del
eterno monélogo. Fue la larga noche de la polémica. Cada Iglesia daba su opinién sobre si
misma pero también sobre las demés. Por eso la condena era la forma habitual de las rela-
ciones interconfesionales. Uno s6lo era el agente que se interpretaba a si mismo y que inter-
pretaba a los demés. En la actitud dialogal, por el contrario, existen dos agentes. Cada uno da
la propia interpretacién de si mismo, pero escucha la del otro.
La actitud y voluntad de dislogo llega, sin embargo, mas pronto o mds tarde a la convic-
ion de las dificultades que supone franquear los limites de la comprensién de las otras
Iglesias, Dificultades debidas al peso de la propia tradicién, de las propias costumbres, de la
‘manera propia de presentar y vivir la fe cristiana. Pero la actitud dialogante, precisamente por
su conciencia de las limitaciones, produce una incesante movilidad en los planteamientos de
la problemética de la desunién cristiana. Por ello es una actitud creativa. Es el ensayo conti-
nuo de nuevos enfoques, ya que desde uno sélo las oposiciones son casi siempre irreducti-
bles. El ecumienismo es rastreador de nuevas pistas, forjador de utopfas.2. NO HAY ECUMENISMO SIN ESPIRITUALIDAD
A. Una conviccién comin
El ecumenismo tiene una dimensién espiritual innegable. Los cristianos saben que en el
fondo de ta problematica ecuménica existe un acuerdo implicito y una conciencia muy viva de
que las divisiones son humanamente insuperables, y que la unidad tendré que ser obra de
Dios. A partir de esa fundamental convicci6n surge esponténeamente una actitud orante.
‘A medida que han pasado los afios se ha ido comprobando que la cuestién ecuménica
‘no consiste solo en resolver problemas doctrinales aislados, y es que la fe cristiana es un cuer-
po total -una cosmovisién- que implica también un determinado comportamiento ético y una
manera de ver y afrontar la vida
Sin embargo las Iglesias cristianas se desunieron también en esas cosmovisiones que
trascienden los problemas meramente doctrinales. Y asi cada Comunién cristiana fue encar-
nndndose de tal manera en una particulatidad que la universalidad del evangolio sufrié dete-
rioros irreparables generéndose factores nuevos de divisién. Piénsese, por ejemplo, en la pre-
sentacién latina del catolicismo romano, en la germanidad del luteranismo, 0 en la britaniza
cién del anglicanismo. EI problema se agrava cuando estas visiones -marcadamente euro-
céntricas- fueron presentadas a los pueblos de! Tercer Mundo como inseparablemente uni
das a la esencia del evangelio. La incapacidad humana para afrontar la cuestién ecuménica
aparece asi con todo su realismo.
B. La espiritualidad ecuménica
Por esa raz6n desde los comienzos mismos del movimiento ecuménico, las asambleas y
reuniones ecuménicas han estado casi siempre precedidas por “cultos de apertura” y se han
clausurado con plegarias interconfesionales. &! Concilio Vaticano Il legard a afirmar que la
“plegaria” es el alma del ecumenismo (UR 8).
El llamado “ecumenismo espiritual” que tiene en Paul Couturier uno de sus grandes ins-
piradores, y en la Semana de Oracién por la Unidad (18-25 enero) su més fuerte expresién, es
Teflejo de la conciencia que existe respecto a la eficacia de la plegaria en orden a la reconci
liacién cristiana, La unidad -bajo esta perspectiva- se revela entonces mas como “mister
ue como “problema’, y su acceso requiere una actitud orante, humilde, de siplica y oracién.
El ecumenismo, pues, implica una vida teologal. Dentro de! “monasterio invisible” por la
Unidad -la expresién es de Paul Couturier designando con ella la oracién callada a través del
mundo que se eleva al Padre por mediacién de Jestis- hay unas vivencias en la fe y en la cari-
dad que hacen al cristiano vivir en un clima espiritual como si ya se hubiese adelantado el
tiempo definitivo del Reino, aunque en realidad todavia no ha llegado a su plenitud. Vivir en
esa dialéctica es lo que da sentido teologal a la experiencia ecuménica, Se trataré mas dete-
nidamente este tema en la ficha 6 y en las 51-60.1.3. Conclusiones: mo’
ecumenismo.
jento ecuménico, identidad ecuménica y
Uno de los autores mas relevantes de la actualidad dedicado a
cuestiones de didlogo interreligioso KARL-JOSEF KUSCHEL, en un precioso
libro Discordia en la Casa de Abrahan. Lo que separa y lo que une a judios,
cristianos y musulmanes (Verbo Divino, Estela 1996), hace la siguiente
reflexion:
“Una teologia ecuménica de la paz, que sea critica y creativa,
tendré primero que explicar a fondo lo que significa la Ecumene y lo que
es la conciencia ecuménica. Y esta conciencia solamente se puede defi
cuando se describe el horizonte mundial, que se ha modificado hoy dia”.
Por de pronto el término mismo “Ecumene” nos obliga a ello, porque su
sentido es el de “toda la tierra habitada”.
Por tanto, la conciencia ecuménica es un pensar en
entrelazamiento global con otras culturas y religiones, sintiendo mutua
responsabilidad dentro de la comunidad mundial. Asi que aquél que
piensa ecuménicamente esté pensando en conexiones universales, esta
pensando en categorias de la historia de la humanidad, esta pensando en
responsabilidad humana. Para quien piensa ecuménicamente, no sdlo es
importante su regién, su nacién o su religién, sino la suerte de todas las,
religiones, el futuro de la humanidad total."
Parece que a partir del texto de KUSCHEL puede deducirse que el
“ecumenismo” es primariamente una actitud basica ante la realidad antes que
un hecho.
Igualmente, HENRY DUNANT, el fundador de la Cruz Roja, escribié
ampliamente sobre la necesidad de que esta asociaci6n fuese “ecuménica” en
el sentido de:
“propagar aquel espiritu ecuménico que trasciende la nacionalidad y la
lengua, las denominaciones y las cuestiones eclesiasticas, la clase y la
profesion
Esta concepcién del Ecumenismo tiene que ver mucho con la etimologia
de la misma palabra “Ecumene”.
Hoy, el Ecumenismo cristiano se ha abierto a lo que se ha denominado
un wide ‘ecumenism que recupera las raices etimoldgicas originarias del
término y que se describe muy bien en el texto de KUSCHEL. Esta apertura de
horizontes que tiene que ver con el descubrimiento inédito y original del
movimiento ecuménico cristiano. Un movimiento que arranca de las siguientes
premisas:
-La voluntad original de Dios es la unidad de la comunidad cristiana. Su
division en confesiones o denominaciones confrontadas es un escandalo y una
incoherencia frente al don de la unidad que Cristo ha dado a su Iglesia.
' KUSCHEL, K.J, Discordia en la Casa de Abrahén, Lo que separa y lo que une a judios, cristianos y
‘musulmanes, Verbo Divino, Estela 1996, 238,
Citado en BOSCH.J., Para comprender el Ecumenismo, 11.-En la relacién entre las Iglesias no est todo dicho: con voluntad de
superar la etapa de polémica, los pioneros del movimiento ecuménico intuyen
que se ha deformado al otro, que las relaciones estan falseadas por la
polémica y el monélogo doctrinal, que no se han agotado las posibilidades
de reconciliacién sin renunciar a la busqueda sincera de la verdad, y que esta
vision o esta actitud esta inspirada por el Espiritu y es voluntad de Dios.
-Poco a poco las Iglesias descubren que si estan llamadas a ser una el
sentido de esa llamada es ser gérmen de unidad para el género humano.
Esta forma de pensar “ecuménica’, tan prefiada de sugerencias y de
desafios no ha ‘llovido del cielo de la noche a la mafiana’ tiene una historia:
1°) Es fruto de la memoria de procesos histéricos dolorosos.
2°) Del pensamiento y la accién de muchos visionarios y visionarias que
han creado en nosotros la conciencia de lo apremiante que es hoy dia el
entendimiento ecuménico -porque “sin voluntad de Ecumene, no podré haber
Ecumene; si no se siente dolor por la Ecumene fracasada, no podra haber
voluntad de Ecumene futura’’- y que han iniciado un movimiento que haga
posible y real esa ‘visién"
3°) Es también el resultado de la evolucién doctrinal de las grandes
instituciones religiosas, que lideran a millones de creyentes de todo el mundo,
en su forma de concebir los principios que deben regir sus relaciones con los.
creyentes de otras religiones, una evolucién que ha ido cristalizando en
instituciones muy recientemente.
4°) Su apremiante necesidad, posibilitada por una ampliacién de
horizontes, se ve agudizada por los cambios que se estan produciendo a nivel
global y por el “nuevo orden mundial” que se esta gestando en este final de
siglo y comienzo de milenio.
Tenemos pues ante nosotros una historia, unos principios
doctrinales que condicionan las formas de relacién, y que son los
presupuestos de las formas de relacién entre las religiones, y unos
problemas abiertos que desafian nuestras formas de pensamiento y
nuestras practicas, en resumen, un desafio a nuestra identidad, a la
forma en que hasta ahora nos hemos comprendido a nosotros
mismos, que, como veremos, ya nunca mas va a poder ser univoca,
porque en este nuevo contexto sdlo puede construirse dialégicamente
y en un horizonte de busqueda de la verdad, y un CAMBIO DE
PARADIGMA en las relaciones interreligiosas.
° KUSCHELK.J., Discordia...0.c., 238.EL CAMBIO DE PARADIGMA EN LA RELACION DE LA IGLESIA
CATOLICA CON OTRAS RELIGIONES,
“Cree firmemente, confiesa y predica [el Concilio] que ninguno de los que
existen fuera de la Iglesia Catélica, no sélo los paganos, sino también los judios
9 heréticos asi como los cismaticos, pueden llegar a ser participes de la vida
etema; sino que iran al fuego eterno, ‘que esta preparado para el diablo y sus
angeles’, a no ser que antes del fin de su vida sean agregados a ella [a la
Iglesia]’. (Concilio de Florencia)
‘La Iglesia Catélica nada rechaza de io que en estas religiones [no
cristianas] hay de verdadero y de santo. Considera con sincero respeto los
modos de obrar y de vivir, los preceptos y doctrinas que, auque discrepan en
muchos puntos de lo que ella profesa y ensefia, no pocas veces reflejan un
destello de aquella Verdad que ilumina a todos los hombres. (...)
Por consiguiente, exhorta a sus hijos a que, con prudencia y caridad,
mediante el didlogo y la colaboracién con los adeptos de otras religiones,
dando testimonio de la fe y la vida cristiana, reconozean, guatden y promuevan
aquellos bienes espirituales y morales, asi como los valores socioculturales que
en ellos existen”. (Declaracién sobre las relaciones de la Iglesia con las
religiones no cristianas del Concilio Vaticano Il Nostra aetate n. 2)
“En nuestra época, en que el género humano se une cada vez mas
estrechamente y aumentan los _vinculos entre los diversos pueblos, Ia Iglesia
considera con mayor atencién en qué consiste su relacién con respecto a las
religiones no cristianas. En su misién de fomentar la unidad y la caridad entre
los hombres, y mas atin, entre los pueblos, considera aqui, ante todo, aquello
que es comtin a los hombres y conduce a la mutua solidaridad
Todos los pueblos forman una comunidad, tienen un mismo origen, puesto
que Dios hizo habitar a todos los seres humanos sobre la tierra, y tienen
también el mismo fin ultimo, que es Dios, cuya providencia, manifestacién de
bondad y designios de salvacién se extienden a todos (...)”.(Nostra aetate n.1)
“Las palabras clave decisivas para definir la conciencia ecuménica se
hallan aqui presentes:
-La percepcién de que el destino de los pueblos se halla cada vez mas
intimamente entrelazado y de que todos los pueblos dependen cada vez mas
los unos de los otros.
-La necesidad de estimular entre los pueblos la unidad y el amor de los
unos hacia los otros, y convertirlos asi todos ellos en una comunidad
-La conciencia de que esta comunidad tiene una base religiosa: Dios
mismo es la razén primordial y la meta de todo el linaje humano”. (KUSCHEL,
J., Discordia en la casa de Abrahan, Verbo Divino, Estella 1996, 244)
“La Iglesia es, en Cristo, de alguna manera, el sacramento, es decir, el
signo a la vez que el medio de la unién intima con Dios y de la unidad del
género humano”. (Concilio Vaticano II, Lumen Gentium n. 1)