La "globalizaci6n, entendida como un extraordinario cambio de escala que acomp:
fia los fenémenos politicos de nuestra época, no tiene s6lo un significado técnico y
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nado a transformar la cultura toda, que exige por tanto una reconversién de concep
tos fundamentales: identidad y diferencia, continger
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empezar, local y globe. Con el objeto de desmitificar dos falsas oposiciones (Estado.
Denar
acerca de la “era global” sostenida entre las dos guerras por autores como Spengler,
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canto de la categoria de mercado operado por Karl Polanyi hasta una profunda revi-
si6n del andlisis comparativo de las culturas operado por Max Weber.
La exigencia ~expresada en la conclusién de esta obra por medio de una cerrada
confront
-Occidente), la obra, sobre el fondo constante de la gran discusi6n
las posiciones de Jiirgen Habermas y de Jacques Derrida de una
"politica universalista de la diferencia” es formulada sobre la base de un nuevo y
radical examen critico de la pretensién de universalidad de las categori
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Pasaje a Occidente
FILOSOFIA Y GLOBALIZACION
ree)
ered10 1 PASMIE A accDente
Gianni Vattimo, Madrid, Taurus, 1995). El capitulo 4, inicialmente
redactado como “perfil critico” de Carl Schmitt para una gran obra
de la editorial Marzorati, luego fue presentado en forma ampliada
‘en un Congreso internacional sobre Schmitt organizado por la
Columbia University (cuyasactas aparecieron en un fasciculo espe-
ial dela Cardozo Law Review, xxt,N° 5-4, 2000). El capitulo 5, nacido
‘como conferencia en la Fondazione San Carlo de Modena, apare-
id en sucesivas reelaboraciones en la revista Paradigm (N° 48,1998)
ysen version espaiola en el volumen colectivo Democracia y ciuda-
dania en la sociedad global (México, uNaM, 2001). El capitulo 8 se
inspira en un ciclo de seminarios organizados por el Centro “Vir-
ginia Woolf” de Roma y en mi participacién en el Congreso “La
diversidad en la época moderna y contempordnea’ llevado a cabo
en Mantua entre el 4 y el 5 de junio de 1999. El capitulo 9, nacido
como contribucién interna al grupo de investigacién sobre “Esfera
piblica y Constitucién europea’, que coordiné junto con Jiirgen
Habermas, Elena Paciotti, Stefano Rodota y Alain Touraine, fue pre-
sentado luego, en sucesivas reelaboraciones, en un Congreso inter-
nacional de la Fundacién Basso, celebrado en Roma en diciembre
de 2000 y, por invitacién de Etienne Balibar, como conferencia en
Ja Universidad de Paris X-Nanterre, en diciembre de 2001. El capf-
tulo 7 reelabora los temas de mi introduccién al Trattato sulla tolle-
ranza de Voltaire (Roma, Editori Riuniti, 1994), El capitulo 6, final-
‘mente, retoma, en un contexto distinto, algunas de las tesis que encaré
en Dopo il Leviatano (Turin, Bollati Boringhieri, 2000), del que
este libro constituye, en todo y por todo, su natural desarrollo,
GM.
Roma, 21 de febrero de 2003
ganz1912
i
Nostalgia del presente
En aquel preciso momento el hombre se dijo:
Qué no daria yo por la dicha
de estara tu lado en Islandia
bajo el gran dia inmévil
y de compartir el ahora
‘como se comparte la miisica
‘el sabor de una fruta.
En aquel preciso momento
elhombre estaba junto a ella en Islandia.
J.L. Borges, "Nostalgia del presente”
1. MUNDUS ¥ GLOBUS
Los fenémenos politicos de nuestra época estin acompaniados
¥y complicados por un cambio sin ejemplo en la escala 0, mejor,
porun “cambio en el orden de las cosas” Fl mundo al que comen-
zamosa pertenecer, hombres y naciones, es solo una“figura pare-
ida” al mundo que nos era familiar. El sistema de causas que
gobierna la suerte de cada tno de nosotros se extiende en ade-
Jantea la totalidad del globo, lo hace resonar por completoa cada
conmocién. Ya no hay cuestiones terminadas por haber sido ter-
minadas en un punto.
Estas consideraciones, que parecen surgidas apenas ayer, a comien-
20s del siglo xx, de la pluma de algtin filésofo de nuestra era global,12 | PASAIE A occtoEnTE
las escribié Paul Valéry en 1928 y luego fueron recogidas, junto con
sus extraordinarios pensamientos sobre las grandes transformacio-
nes del perfodo entre ambas guerras, en Regards surle monde actuel
(trad. esp.: 37-38). Es esencial partir de ellas si se pretende proyec-
tar claridad sobre el complejo de acontecimientos, procesos y expe-
riencias implicados en el término globalizacién, voz ubicua, cuya
semAntica ha superado el émbito econémico-tecnolégico para ocu-
par las dimensiones de la sociedad y la politica, de la religion y la
cultura. La filosofia occidental nos ha ensefiado desde sus comien-
zosa desconfiar del lenguaje, de sus falsas evidencias, del poder ence-
rrado en la engafiosa transparencia de las palabras. La admonicién
deberfa valer con mayor raz6n en la actual sociedad de la comu
cacién, donde recurrira una expresién alusiva y polisémica permi
‘mediante una arcana taumaturgia, evitar el “trabajo del concepto”,
con sus indispensables correlatos de anilisisy sintesis, descompo-
sicién y reconstruccién, diferenciacién y confrontacién.
Releidas hoy, las frases de Valéry adquieren, en la precisién «:
‘quirdirgica de sus enunciados, un relieve que va mas allé del aspecto
hist6rico-testimonial. No s6lo documentan la increible intensidad
‘que habia alcanzado en Europa lareflexién desarrollada entre ambas
‘guerras en el émbito de la “cultura de la crisis”, sino que ademés con-
tienen preciosas indicaciones teéricas para identificar los rasgos
estructurales caracteristicos de la global age. El conjunto de fenome-
nos que estamos acostumbradas a recoger bajo la vor globalizacién
{privilegiando los aspectos tecnoligico-financieros de los que habria
surgido, tras el derrumbe del sistema bipolar, la nueva dimension.
del mercado mundial) es visualizado desde la perspectiva de Valéry
afin, en esto, con los diagnésticos-pronésticos dela “época global”
(globale Zeit) elaborados en el mismo lapso por Ernst Jiinger y Carl
Schmitt—a partir de los nuevos términos de la relacién tecno-poli-
tica, Las trends de transformacién y crisis de lo “pol i
das ante el empuje de la masificacién y la “movilizacion total” (la
totale Mobilmachung analizada por Jnger en su ensayo homénimo
de 1930) por una técnica proyectada en escala planetaria no tie-
‘nen como efecto una simple ampliacién del horizonte (un “cam-
bio de escala”) con respecto a las anteriores fases de expansién colo-
nial y de internacionalizaci6n, industrializacién e imterdependencia,
NOSTALGIA DEL PRESENTE: 1-13
Mis bien producen un “cambio en el orden de las cosas’, una nueva
‘estructura y configuracién global del mundo:
Debemos suponer—se lee en la nota de 1928~ que tales transfor
‘maciones constituirdn la regla. Mientras mas avancemos, menos
simples y menos previsibles serdn los efectos; as operaciones poli-
ticas y aun las intervenciones de la fuerza (en resumen, la acci6n.
‘evidente y directa) menos serdn lo que habiamos esperado que
fueran. “Los tamafios, las superficies, las masas en presencia, sus
conexiones, la imposibilidad de localizar la rapidez de las reper-
cusiones, impondran cada vez mas una politica muy diferente
dela actual” (ibid, trad. esp. 38).
La mirada radiosc6pica de Valéry nos impulsa, pues, a una invest
gacién suplementaria, con el fin de arrojar claridad sobre el ubi
‘euo término glabalizaciérr: etiqueta-contenedor de fenémenos dis-
[pares que se suman y se yuxtaponen o palabra-clave ilusoria, férmula
‘passe-partout apta para denotar tanto la exaltacién de lo “nuevo”
‘como su radical negacién. Diligentes profetas ex post de la “condi-