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‘MATERIALES DE ENSENANZA: GENERO Y SALUD Dos recién nacidos estén en el “nido” de un hospi- tal. Uno de ellos, un varén est cubierto por una manta ‘aul, el otto, una nif, tiene una manta rosa. Ambos be- bés sélo tienen unas horas, y sus abuelos les estn miran- do por primera vez. La conversaciGn entre los abuelos de uno de ellos es la siguiente : ABUELAA : Ani esté ; nuestro primer nieto, iy es un nifio! ABUELOA : Eh, /a que se le ve muy fuerte? Mira cémo amenaza con el putio. Va a ser un gran luchador. (El abuelo A son- rie y lanza un derechazo a su nieto) iEh, pequerio! ABUELAA Sepparece att. Tiene mank mira, esta llorando” ABUELOA Si, escucha ese parde pulmones. Vaaser un tiartn. ABUELAA : Pobrecito, sigue lorando. ABUELOA : Esta Bien. Es bueno para él. Hace ejercicio y asi de- sarrollard sus pulmones. ABUELAA : ‘Vamos a felicitar alos padres. Estén encantados con el pequefio Fred. Querian un nifio primero, ‘ABUELO A. Si,y estaban seguros de que iba a ser un nfo, con todo ese pataleo y esa tripa tan grande... a fuerte como tt. iOh, Cuando sevana felicitara los padres, legan los abue- Jos del otro bebé. El didlogo entre ellos es el siguiente = Anthony Giddens. En Sociologia Cap.6 Alianza Eatoril, Madhid 1991, 7 GENERO Y SEXUALIDAD Anthony Guiddens* ABUELAB Ani Esta, la {Noes un amor? ABUELOB. Si, 1Qué pequertta es ! Mira qué deditos més pe- «quefios tiene. Oh, mira esta tratando de lanzar un purieta- 20. ica con un gonito rosa en la cabeza. ABUELAB : {No es una monada? ..Sabes, creo que se parece tun poco a mi, ABUELOB : Si, tal vez un poco. Tiene tu barbilla. ABUELAB : Oh, mira, esté lorando, ABUELOB Tal vez deberiamos llamar a la enfermera para que la coja o le cambie o algo. ‘ABUELAB Si, Pobre nifita. (Ala nifia). Si, si, vamos a ayudarte. ABUELOB : Vamos a buscar a la enfermera, No me gusta verla ora. ABUELAB Hmm. Me pregunto cuéndo tendrén el préximo, Sé que a Fred le gustaria tener un nifio, pero la pequeia, Fredericka esté bien y sana. Es0 es lo que realmente im- porta. ABUELOB. ‘Adin son jévenes, Tienen tiempo de tener més ni- fios. Yo también doy gracias de que esté sana. ABUELAB No creo que se sorprendieran cuando vieron que era una nitia..no habia engordado casi nada. (Walum, 1977, p.36) El contraste entre las dos coriversaciones suena tan exagerado que uno podria pensar que son inventadas. De hecho, son transcripciones de didlogos reales grabados en una matemidad. La primera pregunta que suele hacer unpadre-al menos enla cultura occidental-es :“Esnifio onitia”? Las experiencias de aquellos que han vivido par- tede su vida como hombres, antes de operarse para con- vertise en mujeres, muestran el modo fundamental en que nuestras imdgenes de otros estén estructuradas en tomo a la identidad sexual (Mom, 1977). Ala familia, los amigos y los colegas les resulta muy dificil lamnarle “ella” a alguien que han conocido como “6”. Los cambios en el comportamniento y en las actitudes que ello conlleva son inmensos. Eneste capitulo estudiamos la naturaleza de las di- ferencias de sexo analizando el cardcter complejo de lo ‘que significa ser un “hombre” o una ‘mujer’. Veremos primero las diferencias histéricas entre los sexos, después Tos aspectos de la socializacién que influyen en la fernini- dady en la masculinidad. A continuacién analizaremos la posicién social y econdmica de las mujeres en las socie- ‘dades modemas para pasar despuésal andlisis de a sexua- lidad. SEXO, GENERO Y BIOLOGIA La palabra “sexo” como se usa en el lenguaje cot diano es ambigua, pues se refiere tanto a una categoria de persona como alos actos que realizan las personas-es decir, cuando usamos la palabra en frases como “hacer el sexo”, En aras de la claridad debemos separar los dos significados. Podemos distinguir entre “sexo” refiriéndo- nos alas diferencias bioldgicas o anatémicas entre la mujer yelhombre ya actividad sexual. Tenemos que hacer otra distincidn fundamental, entre sexoyy género. Mientras que sexo se refiere alas diferencias isicas del cuerpo, género alude a las diferencias psicolégicas, sociales y culturales entre los hombres y las mujeres. La distincidn entre sexo y-género es fundamental, ya que muchas diferencias en- {re varones y hembras no son biol6gicas en origen. LOS OR{GENES DE LAS DIFERENCIAS SEXUALES ‘Amenudo se piensa que las diferencias de sexo son sgenéticas-se llevan en los genes transmitidos por heren- ciar, pero esto no es del todo correcto. El sexo no se here- dda de la misma manera que otras caracteristicasfisicas (como el color del pelo), no existen genes que estén pre- sentes en un sexo y ausentes en el otto. Las diferencias humanas de sexo se constituyen de la siguiente manera, Los seres humanos poseen veintitrés pares de cro- mosomas, yel esperma y el dvulo femenino contribuyen ‘con un cromosomas en cada par. En todos estos pares ANTHONY GUIDDENS excepto en uno los dos cromosomas son idénticos. En las hembras el par veinttrés es también idéntico, pero en los varones los dos cromosomas del par veinités son dife- rentes. Un cromosoma (el cromosoma X) est presente enel pat femenino, pero el otro, el cromosoma Y, no se encuentra en la estructura femenina, Los embriones se originan con génadas (gléndulas) indiferenciadas. Si un cromosoma Y esta presente, las génodas evolucionana testiculos.iel cromosoma Y esté ausente, evolucionan a ovatios. Los testiculos producen hormionas andrégenas, que hacen que los tefidos genitales se conviertan en genitales masculinos externos. $i el andrégeno no esta proximo en esta fase, los tejidos se convierten en genitales femeninos. Los testiculos también producen sustancias que impiden que los conductos sin desarrolar se transformen en un ttero y en trompas de falopio, como ocurre en el curso del desarrollo femenino, En otras palabras, la existencia o ausencia de un ‘cromosoma Y acta temprano en el desarrollo del em- brién, como un interruptor que conduce al desarrollo del ‘organismo por uno de los dos caminos (Lewontin, 1982, p. 138-139). Los mecanismos de desarrollo sexual se desenca- denan en ambos sexos en fases posteriores de la vida, cuando se alcanza la madurez sexual. Esto se conoce con elnombre de pubertad. La edad media de la pubertad ha disminuido en las sociedades industralizadas: hace cien afios, la edad media de la primera menstruacién en las niffas era catorce atios y medio; hoy esté en doce. Los nifios alcanzan la pubertad algo més tarde que las nti. Las diferencias fisicas de fuerza son méximas en la pu: bertad ; los hombres adultos poseen, como media, un 10 por 100 mas de misculo que las mujeres, y una propor- cid més ata de fbra muscular asociada con la resisten- Cia fisica, Si ello esté en la constitucién, sin embargo, es dificil de decir, porque esta influido por el entrenamiento yelejercicio. Las diferencias bioldgicas que parecen pre- disponer a los hombres hacia los trabajos més activos y més duros fisicamente, en comparacién con las mujeres, son, de hecho, minimas. La eficacia mecénica (la fuerza ‘que el cuerpo puede produc por minuto para una uni- dad dada de consumo energético) es la mista parahom- bres y mujeres. ¢Tienen fundamento biol6gico las diferencias de comportamiento? dHasta qué punto las diferencias en el comporta- Imiento de mujeres y hombres son producto del sexo mas que del género? En otras palabras, chasta qué punto se deben a diferencias biol6gicas? Sobre este tema las opi- niones son radicalmente opuestas. Muchos autores sos- tienen que existen diferencias estructurales de compor- tamiento entre las mujeres y los hombres que aparecen, 8 ‘MATERIALES DE ENSENANZA: GENERO Y SALUD. de una u otra forma, en todas las culturas. Algunos auto- res creen que los hallazgos de la sociobiologia apuntan Claramente en esta direccién. Por ejemplo, suelen lamar laatencién sobre el hecho de que en casi todas las cultu- ras los hombres, yno las mujeres, toman parte en la caza yen la guerra, Sin duda, sefialan, ello demuestra que los hombres poseen tendencias de base biolégica hacia la agresion de las que carecen las mujeres. A otros no les impresiona este argumento, Afirman que el nivel de agre- sividad de los varones varia ampliamente de una cultura a otra: se espera que las mujeres sean més “pasivas” 0 “dulces" en algunas culturas que en otras (Elshtain, 1987). Consecuentemente, aducen, del hecho de que un rasgo sea practicamente universal, no se deduce que tenga su origen bioldgico, Pueden existirfactores culturales de tipo general que produzcan tales rasgos. Por ejemplo, en la ‘mayoria de las culturas la mayor parte de las mujeres pa- san una parte significativa de su vida educando y cuidan- do a los hijos, lo que les impide tomar parte en la caza y en la guerra, Desde este punto de vista, las diferencias en el comportamiento de hombres y mujeres se desarrolla principalrnente mediante el aprendizaje social de las iden- tidades femenina y masculina. La evidencia de los animales Qué demuestra la evidencia sobre esta cuestién? Una posible fuente de informacién relevante trata las di- ferencias en la estructura hormonal entre los sexos. Algu- nos piensan que la hormona sexual masculina, la testosterona, esté asociada con a propensién masculina hacia la violencia (Rutter y Giller, 1983). Las investigacio- nes muestran, por ejemplo, que silos monos machos son castrados cuando nacen son menos agresivos, y que sia Jos monos hembras se les da testosterona serdn més agre- sivas que las hembras normales. Sin embargo, se sabe también que sia los monos se les da la oportunidad de ddominar aumenta su nivel de testosterona. En otras pala- bras, el comportamiento agresivo puede afectar la pro- duccién de la hormona, més que el hecho de que la hor- ‘mona provoque una mayor agresién. Otra posible fuente de evidencia deriva de la obser- vacién directa del comportamiento animal. Los autores ‘que conectan la agresién masculina alas influencias bio- logicas a menudo se refieren a la agresividad masculina entre los primates no humanos. Sinos famos en el com- portamiento de los primates, sevialan, los machos son siempre més agresivos que las hembras, Pero existen gran- des diferencias entre los tipos de primates. Por ejemplo, entte los gibones existen pocas diferencias notorias entre Jos sexos en lo que respecta a la agresién, mientras que éstas son muy marcadas entre los mandiiles. No obstan- te, muchos primates hembras son enormemente agresi- vos en determinados contextos, como cuando las crias se ven amenazadas. 9 La evidencia de los humanos Diversos estudios sobre anormalidades congénitas halladas en ciertos individuos humanos proporcionan una de las evidencias més reveladoras sobre las diferencias de género. Una de elias recibe el nombre de sindrome de feminizacién testicular ya otra de sindrome androgenital. En la primera condicién, los individuos nacen con la es- tructura ctomosémica, con los testiculos la distribucién de hormonas normales Sia esas personas les reaizaran la prueba de sexo que les hacen a los atletas olimpicos, se les designaria como “machos". Pero dado que su tej- do genital no reacciona ala testosterona durante el desa- rrollo del embrién extemamente parecen tener genitales, femeninos, Estos nifios son casi siempre educados como nifias, ya que su condicién no se diagnostica hasta que empiezan a menstruar en la fase de la pubertad. Bl sindrome androgenital es la situacién inversa. Los indivi- duos con unas caracteristicas cromosémicas femeninas normales esconden hormonas andréginas extras antes de nacer, y desarrollan genitales extemos masculinos. Algu- nos de estos nifios tienen genitales de ambos sexos que se pueden operar para obtener una forma femenina, Pero ‘muchas de estas nifas son educadas como varones, y su anormalidad sélo se percibe en una fase posterior de su desarrollo En resumen, as investigaciones sobre cada uno de estos tipos de anormalidad apuntan hacia la importancia de la socializacién, en oposicién alas influencias biolégi cas, en el desarrollo de las diferencias entre el comporta- miento de nitios y nifias. Los bebés que se consideran “hembras" al nacer, incluso si cromosémicamente son “varones’, tienden a desarroliar una identidad, una con- ducta y unas actitudes de género femenino, Porel contra- rio, los bebés que son tratados como varones desde que nacen adquieren caracteristicas de género masculino (Money y Ehrhardt, 1972), Un conocido caso de gemelos idénticos es de particular relevancia aqui. Los gemelos idénticos provienen de un évulo tinico y tienen exacta- mente la misma estructura genética, Uno de los gemelos vvarones idénticos suftié graves lesiones cuando se le es- taba practicando la circuncisién y se tomé la decisién de reconstruir sus genitales como femeninos. A partir de en- tonces, el individuo fue educado como una nitia. Obser- vvaciones del comportamiento de los gemelos realizadas a la edad de seis arios_mostraron rasgos tipicamente masculinos y femeninos tal y como se entiende en la cul- tura occidental. A la nifita le gustaba jugar con otras ni fias, ayudaba en la casa y queria “casarse” cuando fuese mayor. El nifio preferia la compatiia de otros nifios, sus juguetes favoritos eran los choches y los camiones y que- ia ser bombero o policia cuando fuera mayor. Este caso ha sido tratado en ocasiones como una demostracién definitiva de la poderosa influencia del aprendizaje social sobre las diferencias de género. Sin embargo, la nitfa, por aquel entonces una adolescente, fue entrevistada en un programa de televisiGn, La entre- Vista revelé que tenfa considerable problemas con suiden- tidad sexual, y sentia que, después de todo, era *realmen- te” un nifio, Para entonces conocia su pasado poco co- rriente y, por supuesto, el hecho de que conociera su pa- sado pudo influir en el cambio en la percepcin de si risma,(Ryan, 1985, pp. 182-183). Este estudio no rechaza la posibilidad de que exi tan influencias biolégicas sobre las diferencias en el com- portamiento observado de hombres y mujeres. Siexisten, no se han identificado atin en sus origenes fisioldgicos. La ‘mayor parte de los observadores estarian de acuerdo con las conclusiones a las que ha llegado Richard Lewot uno de los més importantes genetistas del mundo. Laautoidentificacién primaria de una persona como hombre o mujer, con a muttitud de actitudes, ideas y de- seos que la acompatian, depende de la etiqueta que se le aplicase cuando era un nitio 0 una nia, En el curso nor- mal de los acontecimientos, dichas etiquetas correspon- den a una consistente diferencia biolégica en los ‘cromosomas, las hormonas ya morfologia. De este modo, las diferencias bioldgicas se convirtieron en una sefial de, yno en una causa de, la diferenciacién de los roles soci les. (Lewontin, 1982, p. 142). SOCIALIZACION EN EL GENERO Reacciones de los padres y adultos ‘Se han realizado numerosos estudios sobre el modo en que se desarrolan as diferencias de género. La mayor parte de las formas de discriminacién de género son mas sutiles que las respuestas de los abuelos citadas anterior- mente, pero siguen siendo poderosas y omnipotentes. Los estudios sobre la interaccién madre-hijo mues- tran diferencias en el tratamiento entre los nitios y las ni- fias aunque los padres piensen que sus reacciones son las mismas. A los adultos que se le pide que describan la personalidad de un bebé lo hacen de diferente manera dependiendo de si creen que el bebé es un niffo o una nia. En un experimento, se observé a cinco madres jéve- nes interactuando con una niffa de seis meses llamada Beth. Le solian sonreir continuamente y le daban murie- cas para que jugase. Decian que era muy “dulce” y que tenia un “llanto suave”. La reaccién de un segundo grupo de madres con un nitio de la misma edad llamado Adam fue notoriamente diferente. Le solian oftecer un tren u otro “juguete masculino” para que jugase. Beth y Adam era de hecho el mismo bebé, vestido de diferente mane- ra (Wil Self y Datan, 1976) No son solamente las percepciones de los padres y ANTHONY GUIDDENS de los abuelos las que difieren de este modo. Un estudio analiz6 las palabras empleadas para referise a los recién nacidos por el personal médico que atendia los partos. A Jos recién nacidos varones se les describfa como “robus- to", “guapo”, 0 fuerte” ; de las nifias se decia que eran “delicadas’, “dulces” o “encantadoras”. No existian dife- rencias de peso o de tamario entre los bebés en cuestion (Hansen, 1980). Aprendizaje del género Los aspectos de aprendizaje temprano del género de los nitios son casi con toda seguridad inconscientes. Preceden a la fase en la que los nifios son capaces de etiquetarse a si mismos como “nifio” o “ntia”. Una serie de claves preverbales constituyen el desarrollo inicial de la conciencia del género, Los adultos varones y hembras suelen trata a los ntios de distinto modo. Los cosméticos que usan las mujeres contienen esencias distintas de las que los nifios aprenden a asociar con los varones. La dife- rencia sistematica en el vestir, el corte de pelo, ete, pro- porcionan claves visuales al nifio en fase de crecimiento. Cuando tienen alrededor de dos aios, os nifios entien- den de modo parcial lo que significa el género. Saben si son “nifios”o “nifias”y pueden clasificar corectamente a Jos demés. Sin embargo, hasta que no tienen cinco o seis afios no saben que el género de una persona no cambia, que todos tienen género, o que las diferencias entre las nifias ylos nitios tienen una base anatémica. Los juguetes, los libros con itustraciones y los pro- gramas de television con los que los nfios entran en con- tactotienden a destacar a diferencia de atributos femeni- nosy masculinos. las jugueterias y los catélogos de jugue- tes clasifican normalmente su productos por géneros. In- cluso los juguetes que pueden ser “neutrales” en térmi- 1nos de género no lo son en la prdctica. Por ejemplo, los gatitos y conefitos de juguete se recomiendan para nifas, mientras que los leones y los tigres se consideran més apropiados para los nitios. Vanda Lucia Zammuner estudié las preferencias por Jos juguetes de los nifios en dos contextos nacionales dis- tintos: Italia y Holanda (Zammuner, 1987). Se analizaron las ideas y actitudes de los ntios hacia distintos tipos de juguetes; se incluian los juguetes “mase “ferne- ninos” estereotipados y otros que no parecian ser propios de ningtin género en particular. Casi todos los nifios te nian entre siete y diez afios. Se pidis a los nifios y a sus padres que diesen cudles eran los “juguetes para ni ylos que eran apropiados para niias. Hubo bastante acuer- do entre fos adultos y los nifios. Como media, mas nitios italianos eligieron juguetes propios de uno de los sexos que los holandeses, un resultado que se ajustaba a las expectativas, ya que la cultura italiana tiene una idea so- bre el género més “tradicional” que la sociedad holande- 10 -MATERIALES DE ENSENANZA: GENERO Y SALUD sa, Aligual que en otros estudios, las nifias de ambas so- ciedades eligieron juguetes “neutrales en cuanto el géne- 10" 0 “juguetes de nitios” para jugar, pero pocos nifios uisieron jugar con “Juguetes de nifas”. Libros e historias Lenore Weitzman y sus colegas realizaron un estu- io de los roles de género en los libros infantiles mds le- dos (Weitaman et al, 1972), y encontraron claras diferen- cias en los roles de género. Los hombres estaban més presentes en las historia e ilustraciones que las mujeres, enunarelacién de 1 a I. Incluyendo a los animales con identidad de género, la relacién era de 95 a 1. También diferian las actividades de varones y hembras. Los varo- nes jugaban a juegos de aventuras'y en el exterior que exigian independencia y fortaleza, Cuando se les unian las nifias, se mostraban pasivas 0 se refugiaban en el inte- tor, las nifias cocinaban ylimpiaban para los nifios, o bien aguardaban su regreso. Era lo mismo que les sucedia alos hombres y muje- res adultos de los libros. Las mujeres que no eran espo- sas 0 madres eran criaturas imaginatias como brujas 0 hadas madrinas. No habia ni una sola mujer en los libros analizados que trabajara fuera de casa. Por contrast, los hombres tenian roles muy diferentes, desde guerreros 0 policias hasta jueces y reyes. Los libros de iustraciones y los que contenian una historia escritos desde una perspectiva no sexista han te- nido débil impacto en el mercado de la literatura infantil Los cuentos de hadas, por ejemplo, personifican actu des profundamente tradicionales hacia el género y hacia Jos tipos de fines y ambiciones que se esperan de las ni- fias ylos ntios,“algtin dia legaré mi principe”: en las ver- siones de los cuentos de hadas de hace clentos de arios, ello significaba que una nia de una familia pobre sofaba ccon la riqueza y la fortuna. Hoy dia, su significado esta ‘ms intimamente ligado a los ideales del amor romént- co las feministas han reescrto algunos de los cuentos de hadas més célebres, déndoles la wuelta : No me habia dado cuenta de que tenfa una nariz graciosa. ¥ estaba més guapo vestido con ropas elegan- tes. No €s tan atractivo como me parecié la otra noche. Asi que simularé que esta zapatilla de cristal me aprieta. (Viorst, 1987, p. 73). Sin embargo, como ocurre en esta versiGn de Ceni Cienta, estas “reescrituras” estan en los libros para una audiencia adulta y apenas han afectado a las historias que ‘uentan los innumerables libros infantis, Television ‘Aunque existen honrosas excepciones, los andlisis TT de programas de televisiGn dirigidos a los nifios se corres- ponden con os resultados obtenidos en los estudios de la Jiteratura infantil. Los estudios de los dibujos animados més vistos muestran que practicamente todos los prota- gonistas son masculinos y los varones predominan en los, papeles actvos representacios. Imagenes similares se en- ‘cuentran en los anuncios que aparecen a intervalos regu- lares en los programas. Influencias de la escuela y del grupo de pares Cuando empiezan la escuela, los nfs son plena- mente conscientes de las diferencias de género. las es- cuelas no estan normalmente dividas por sexos, Pero en la practica es evidente que hay una serie de factores que afectan de distinta manera a las rifias y alos nifios. En ‘muchos pafses occidentales siguen existiendo diferencias en lag asignaturas que estudian unos y otras : las niias estudian economia doméstica 0 “ciencia doméstica’, mientras que carpinteria ye! trabajo con metales son asig- naturas de nifios. A menudo se anima a los nifios y a las nitias a que practiquen deportes distintos. Las actitudes de los profesores pueden varias, més sutil o mas abierta- mente, de las alumna a los alumnos, reforzando la idea de que se espera de los nifios que sean los “activos”, 0 permitiendo una mayor rudeza entre los nitios que entre las nifas, La socilizacién en los grupos de pares suele jugar un papel importante en el refuerzo y la posterior definicién de las identidades de género a lo largo de la trayectoria escolar de un nfo. Los circulos de amistades infantiles, dentro y fuera de la escuela, son normalmente ‘masculinos o femeninos. La dificultad de una educacién no sexista June Stanthan estudié las experiencias de un grupo de padres en el Reino Unido que estaban dando a sus hijos una educacién no sexista (Stanthan, 1986), Lainves- tigacion incluia a treinta adultos de dieciocho familias, con nifios de edades comprendidas entre los seis meses ylos doce afios. Los padres eran de clase media, dedica- dos a trabajos académicos como maestros 0 profesores. Statham encontré que la mayor parte de los padres no trataban simplemente de modificar los roles sexuales tra- dicionales -intentando que las nifas y los nfios se pare~ ciesen més- sino que querian encontrar combinaciones nuevas de lo “femenino” y lo *masculino”, Querian que Jos rifios fueran mas sensibles a los sentimientos de los demés y capaces de expresar catifio, mientras que se animaba a las nas a que orientaran sus miras hacia el aprendizale y el ascenso. Todos los padres encontraron que resultaba dificil Juchar contra los patrones de aprendizaje del género exis- tentes, ya que los nitios estaban expuestos a ellos con sus amigos y en la escuela, Los padres tuvieron un cierto éxi- to en su intento de que los nifios jugasen con juguetes que no fueran marcadamente sexistas, pero esto incluso result6 més dificil defo que muchos habian esperado. Una madre Je comentaba al investigador: Si entras en una juguetera, esta llena de juguetes de guerra para los nitios: esta bien ensefiar alos ntios a Tatar y herir,y creo que es terrible, me repugna, Intento ‘no entrar en las jugueterias, porque me enfurezco. En la préctica, todos los nifios tenfan juguetes y ju- gaban con juegos para uno y otro género que les regala- ban sus parientes, Ahora hay libros infantiles con nas fuertes e inde- pendientes que son las protagonistas, pero pocos libros muestran a los nifios en roles no tradicionales, La madre de unio de cinco arios decia lo siguiente de la reaccién de su hijo cuando cambié los sexos de los personajes de luna historia que le estaba leyendo: Se enfadé un poco cuando le estaba leyendo un li- bro que representaba a un nfo y a una nifia en roles tra- dicionales y cambié todo los é1 por ellay todos los ela por 41. Cuando empecé a hacerlo, parecia que lo que queria decir era: ‘a ti no te gustan los nitios, sélo te gustan las nifas”. Le tuve que explicar que eso no era cierto, y que 4o que ocunia era que habia muy poco escrito sobre las as, (Statham, 1986.43 y 67). Claramente, la socializacién en el género esté pro- fundamente arraigada, y los desafios resultan perturba- dores. IDENTIDAD DE GENERO y SEXUALIDAD: TRES TEORIAS La teoria de Freud del desarrollo del género, Quizés la teoria del surgimiento de la identidad de {género més influyente-y més controvertida- haya sido la de Sigmund Freud, Segtin Freud, el aprendizaje de las di- ferencias de género en los bebés y los ntios pequetios se centra en a posicién ocarencia de pene. “Tengo unpene" equivale a “soy un nifo" “mientras que soy una nifia® equivale a “yo no tengo un pene”. Freud aclara en este unto que no son solamente las diferencias anatémicas Jo importante; la posesién o carencia de pene es simbolo ‘de masculinidad 0 feminidad. En la fase edlipica, el nfo se siente amenazado por la disciplina y por la autonomia que le exige su padre, ¢ imagina que el padre desea cortarle el pene, es decir, castrarle, En parte conscientemente, pero fundamental- ‘mente a nivel inconsciente, el nifio reconoce en el padre ‘un rival por el afecto de la madre. Al reprimir los senti- ientos er6ticos hacia la madre, y al aceptar al padre ‘como un ser superior, el ntio se identifica conel padrey se vuelve consciente de su condicién masculina. El nifio ANTHONY GUIDDENS abandona el amor por su madre por un miedo incons- ciente a ser castrado por el padre. Por el contratio las nifas supuestamente tienen “envidia de pene” porque carecen del drgano visible que caracteriza alos nifios. La madre se devaltia a los ojos de la nia, porque también ella carece de pene yes incapaz de proporcionarle uno, Cuando lanifa se identifica con la madre, acepta la ac! tud de sumision que supone reconocer que se es “la se- gunda mejor". Una vez concluida la fase edipica, el nifio ha apren- dido a reprimir sus sentir itos eréticas. Segiin Freud, el periodo que va desde los cinco afios aproximadamen. te hasta la pubertad es un periodo de latencia, las activi- dades sexuales se suspenden hasta que los cambios bio- 16gicos que se producen en la pubertad reactivan los de- ‘se0s eréticos de un modo directo. El periodo de latencia, ‘que cubre los primeros e intermedios afios de escuela, es la época en la que los grupos de pares del mismo sexo son de gran importancia en la vida del nifio. Valoracién Se han hecho objeciones importantes a las ideas de Freud, particularmente por parte de algunas feminis- tas pero también por otros muchos autores (Mitchell, 1973; Coward, 1984). Primero, Freud parece identificar de un modo demasiado directo la identidad de género con la conciencia genital; es seguro que otros muchos factores més sutiles estén implicados. Segundo, la teoria parece apoyarse en la nocién de que el pene es “por naturaleza” superior ala vagina, la cual se concibe simplemente como la falta del 6rgano masculino, Pero por qué no pueden ser Jos genitales femeninos concebidos como superiores a Jos del varén? Tercero, Freud consideraal padre el agente disciplinado primario, mientras que en muchas culturas Ja madre juega un papel més importante en la. imposi- cin de disciplina. Cuarto, Freud cree que el aprendizaje del género se concentra en la fase ediptica, alrededor de los cuatro o cinco afios. Numerosos autores posteriores, incluidos algunos fuertemente incluidos por Freud, han destacada la importancia de un aprendizaje muy anterior que comienza ena infancia. Lateoria de Chodorow del desarrollo del género Aunque muchos autores han utilizado el enfoque de Freud para estudiar el desarrollo del género, a menudo lo han modificado en muchos aspectos. Un ejemplo desta- cado es la obra de Nancy Chodorow (1978, 1988) Chodorow coincide con_posteriores autores psicoana- lticos mas que con Freud en la idea de que el aprendiza- je para sentirse varén o hembra es una experiencia muy temprana que deriva del apego del nitio a sus padres. Ademés, pone mayor énfasis que Freud en laimportancia de la madre, més que en el padre. Los niffos tienden a sentirse vinculados emocionalmente a la madre, ya que 12 MATERIALES DE ENSENANZA: GENEROY SALUD ella suele ser la influencia dominante en los primeros ‘momentos de vida. Este apego tiene que romperse en un momento dado para lograr un sentido de si mismo; se exige del no que sea menos dependiente de la madre. Chodorow argumenta que el proceso de ruptura - descrito por Freud como la transicién ediptica- ocurre de distinta manera para los nifios , las nifias siguen ape- gadas a su madre -pueden, por ejemplo seguir abrazén- dola ybeséndola, e imitando sus gestos. Lanifia peque- fia permanece vinculada a la madre durante més tiem- po que el nifio. Dado que no se produce una ruptura radical con la madre, la nifiay més tardela mujer adul- ta, tiene un sentido de si misma que tiene mayor conti nuidad con los demés. Es més probable que su ident dad se mezcle con y/o sea dependiente de, otros: pri mero su madre y después un hombre. Desde la perspec- liva de Chodorow, ello tiende a crear -ya reproducir en Jas generaciones- las caracteristicas de sensibilidad y compasin emocional en la mujer. Los nifios obtienen un sentido de simismos a trax vés del rechazo radical de su apego original ala madre, forjando el conocimiento de su masculinidad a partir de Jo que no es ferenino. Tienen que aprender a no ser “afeminados” o “nifios enmadrados”. Como resultado, los nifos tienen una falta telativa de habilidad para rela- cionarse intimamente con los dems; desarrollan formas ms analiticas de contemplar el mundo. Tienen una idea més activa de su vida, y ponen énfasis en el “logro”; pero han reprimido su capacidad de comprender sus propios sentimientos y os de los dems Hasta cierto punto, Chodorow contradice el énfe- sis freudiano. La masculinidad, y no la feminidad, es de- finida como una pérdida: la ruptura del estrecho vinculo de continuidad con la madre. La identidad masculina se forma a través de la separacién: asi, los hombres, posteriormente en su vida yde un modo inconsciente, sienten que su identidad corre peligro si establecen rela- nes emocionales estrechas con otros. Las mujeres, por contraste, sienten lo opuesto; la ausencia de una re- lacién estrecha con otra persona supone una amenaza para su autoestima, Estos esquemas pasan de una gene- raciéna otra, debido al rol primario que las mujeres jue- gan en la temprana socializacién de los nitios. Las muje- res se expresan yse definen a si mismas principalmen- teen términos de las relaciones. Los hombres han repr mido estas necesidades, y adoptan una actitud més ‘manipulativa hacia el mundo, Valoracién Laobra de Chodorow ha recibido distintas criticas Janet Sayers, por ejemplo, ha sugerido que Chodorow ro explica la hucha de las mujeres -particularmente en la actualidad- por ser seres auténomos € independientes “3 (Sayers, 1986). Las mujeres (ylos hombres), sefala Sayers, son més complejos 0 contradictorios en sus estructuras psicolégicas de lo que la teoria de Chodorow sugiere. Segin Sayers, la femninidad puede ocultar sentimientos de agresividad o de afrmacién, los cuales se revelan sélo de un modo oblicuo 0 en contextos coneretos (Brenna, 1986). Apesar de us limitaciones, laideas de Chodorow son importantes. Nos ayudan a comprender los origenes de lo que los psicdlogos llaman inexpresividad masculi- na: las dificultades de los hombres para mostrar sus sen- timientos alos demés (Balswick, 1983). Explican muchas cosas sobre la naturaleza de la feminidad, y son. profun- damente relevantes para comprender la naturaleza uni versal de la dominacién masculina sobre las mujeres, un fendmeno del que hablarerias mas adelante en este ca- pitulo Género, persona y moralidad Carol Gilligan ha realizado un anélisis de las dife- rencias de género a partir de las imagenes que los hom- bres y mujeres adultos tienen de si mismos y de sus lo- gr0s (Gilligan, 1982). Coincidiendo con Chodorow, sugie~ re que las mujeres se definen a si mismas en términos de sus relaciones personales, yjuzgan sus logros por refe- renciaa su capacidad para cuidar de los demas. El lugar ‘que las mujeres ocupan ena vida de los hombres es tra

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