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Mariana Enriquez Las cosas que perdimos en el fuego Mm EDITORIAL ANAGRAMA BAJO EL AGUA NEGRA El policia entré con la mirada ala y arrogance, las ma Fecas sin esposar, la sonrisa irdnica que ella conocia tan bien: toda Ia actitud de la impunidad y el desprecio. Habla visto a muchos asl. Habia logrado que condenaran a demasiado pocos. =Signtese, oficial ~le dijo. Laoficina de la fiscal quedaba en un primer piso y la ventana daba a Ia nada, a un hueco entre edificios. Hacia mucho que pedi un cambio de oficina y de jurisdiccién. Odiaba la oscuridad de ese edificio centenario y odiaba todavia mas que le tocaran los casos de los empobrecidos bartios del sur, casos donde el crimen siempre estaba mez- clado con la desdicha, El policia se seneé y ella, a disgust, pidié café para los dos. Ya sabe por qué esté acd. También sabe que no esté obligado a decirme nada. ,Por qué no vino con su abogado? “Yo sé defenderme solo y, ademas, soy inacente. La fiscal suspied y jugé con su anillo, ;Cuintas veces hhabla presenciado la misma escena? ,Cudntas veces un po- licia le negaba, en su cara y frente a toda la evidencia, que 135 habia ssinado aun adolescente pobre? Porque hactn Tos plist del ste mucho mis que prosope as persons Ina adolescentesa veces or braid, ors pong os “hicor se negaban a sabaay para lls =a roar pata clos vender la droga quela poi inca, O por aco. Ravin Habla muchos y muy ins motion pra mara Adolescents pores “Of lsu vorgrabada, Quite escuchar a gre bacion? No digo mada a [No dee nada. La ecuchamosenvonees, “Tenia el archivo deauio enh compuradora yo abe Por lor palates se esc ta vor del pit: «Asuneo 50 Inconado,aprendicrn nada OnY eto qué demuesint ~pregun el pli, después dean bree esoplid, Por fa hors y el contenido, demuestra que usted al menos sbta que dos jovenes habla sido aojados al Ri- chlo Ta fsa Pina Hevaba dos meses nvetigando el caso. Después de haber sobornado a plicis para que hablaran, dlapucs de amenaasytades de futia provecadas por incompetenia del juery de los filer anterior, habla ep a erin dela hshon nae cia secaaciones inal fotmalnente oben: Eman [pe Yamil Corvan Ios ds de quince aos, volta de batlar en Consitucisn asus cass en la Villa Moreno, « erillas el Reach, Volvian caminande porque no tenian dine paral colectvo. Los incerepraron dos agentes dela omisua 34y lo acusron de inceta bat un quis! Yamillevaba encima un cuchillo, ero nunca secomprobs tor intento de aslo, no hala ninguna denunca, Los po- cas esaban borrachos. Golpeaon a Tos adolescents 4 156 orilas cl Riachuclo hasta dejatlos casi inconscientes. Des pués, los subieron 2 patadas por las escaleras de cemento hhasta el mirador del puente que cruzaba el Riachuilo y los cempujaron al agua. «Asunto solucionado, aprendieron a nada, habla dicho por la radio el oficial Cuesta, uno de fos dos acusados, el que ahora estaba en su oficina, El imbéil no habia ordenado borrar la conversacién: a eso también ‘estaba acostumbrada por todos sus aos de fiscal, ala com- binacién imposible de brutalidad y estupidez dela policla El cuerpo de Yamil Corvalin aparecié a un kilémetro del puente. A esa altura, el Riachuelo no tiene casi corrien- te, escf quieto y muerto, con su aceite y sus restos de plis- ‘ico y quimicos pesados, el gran racho de basura dela ciudad. La aucopsia establecié que el chico habia intentado nadar entre In grasa negra. Habia muerto ahogado cuando los brazos no soportaron més el esfuerzo, La policia habfa in- tentado sostener durante meses fa vesis de la muerte acci- dental del adolescence, pero una mujer habia escuchado los gritos esa noche: «Me traron, aysida, me muerom, grtaba el chico mientras se ahogaba. La mujer no habia intentado ayudarlo, Sabia que era imposible sacarlo de agua, salvo con tun bote, y ella no tenfa bote, ningune de sus vecinos tenia. EI cuerpo de Emanuel no habia aparecido, Pero sus padres aseguraban que esa noche habfa slide con Yamil. Y en la orillashabian aparecido suszapatillas, inconfundibles Porque eran un modelo caro, de importacién, que segura- ‘mente habia robado poco antes; zapatillas que esa noche se habia puesto para impresionar a las chicas en el boliche bailable. Su madre las habla reconocido de inmediato, Su ‘madre también habja dicho que los oficiales Cuesta y Suez andaban persiguiendo a su hijo, aunque ella no sabia por qué. La fiscal la habia interrogado en esa misma oficina I semana de a desaparicién del adolescence. La mujer hal 157 lorado, lara y deta que su hijo era un buen chico, aan- aque si vers robaba y de ver en cuando se drogaba, pero ra porque el padre se habia ido y eran may pobresy el thico queria cosas, zapailisy un iPhone y todo lo que vein tn la tevisidn, Y que no s¢ mereia mort as, alogad, porque unos policias se queria rei de reise mientras Inrentaba nadar en e aga coneaminada No, claro que nose lo mere, le dij ll =¥6 no trea nadie al agua, stots fiscal. no le voy a Alecir ms nada, “Como usted quiers. Esta era su oportunidad de legar aalgin tipo de areglo que, evetualmente, pode dsm su condena, Necesitamos saber dénde est ese cuerpo, ys nos diera esa informacién, alo mejor podria, no sé, ira una _circel pequefia o al pabelldn de los evangelistas. Usted sabe ‘que no es lo mismo estar encerrado con los evangelistas que con la poblacién comin, EI policia se rid; se rea de ella, se refa de los chicos Usted se piensa que me van a dar mucho tiempo por “Yo voy a intentar que no salga més La fiscal estaba a punto de perder la calma. Apretaba los ppufios, Por un momento, mit6 a los ojos al polifa y él le dijo, muy claro, con una vor distinea, mds seria, sin un jirén de ironia: —Ojald toda esa villa se prenda fuego. O se ahoguen todos. Ustedes no tienen idea de lo que pasa ahi adentro. Ni idea cienen. Ella alguns idea tenia, Hacfa ocho afios que Marina Pinat cera fiscal, Haba vistado la villa varias veces aunque su traba- 158 jo no lo requeria ~podia investigar desde su escrcorio, como hacfan todos sus colega, pero ella preferia conocer a la gente sobte la que lela en los expedientes-. Menos de un af ati, su investigacién habia ayudado a que un grupo de familias aque vivia cerca de una curtiembre le ganara un juicio ala fibrica de cueto que echaba cromo y otros desechos téxicos al agua. Habia sido un extenso y complejo juicio penal por ddaos: ls hijos de las familias que vivian cerca de esa agua, que la comaban, aunque sus madres inrentaran quitarle el veneno hirviendola, se enfermaban, morian de céncer en tes meses, horrbles erupciones en la piel les destrovaban brazos y piernas. algunos, los mas chicos, habian empezado a nacer con malformaciones. Brazos de mis (a veces hasta cuatro), las narices anchas como las de felinos, los ojos ciegos y cerea de las sienes, No recordaba el nombre que los médicos, algo confundides, le habian dado a ese defecto de nacimient. Recordaba que uno de ellos lo habia llamado «mutacioness Durance esa investigacién habia conocide al cura de la villa, el padre Francisco, un joven parroco que no usaba siquiera el cucllo identificarorio. Nadie ibs ala iglesia, le habia contado. £1 tenia un comedor para los chicos de fa- milias demasiado pobres y ayudaba en lo que podia, pero habla renunciada a cualquier trabajo pastoral. Quedaban ppocos feles, algunas mujeres viejas. La mayorta de los habi- tances de la villa eran devotas de cultos afrobrasileios 0 te- lan sus propias devaciones, santas personales, San Jorge 0 ‘San Expedieo, y les levancaban pequeios aleares en las es ‘quinas. No esti mal, decta 4, pero ya no dabs més misa, salvo para ese puriado de mujeres viejas que a veces se lo pedian. A Marina le habla parecido que, detris de la sonsi- ‘3, la bara, el pelo largo, el aspecto de milicante revolucio- nario de los afios setenta, el cura joven y bienintencionado ‘estaba cansedo, cargado de una oscura desesperanza. 159 Cuando el polit slis dando un porto, l sereaio de Is fea tarde unos minutos en golper Is pera para Sunciarqu tenia gen mis experando Hoy no. queido iol sca labia quedadoagos- day fron com siempre que tenia guchablar on polit Elsecreario dijo que no con a cae impo con los c Por favor, atendela, Marina. No sabés... Pero que ea aki El scerecari sins aed com a mad. Maina Ja cstabs penn en que comprar pra cocinar sa noche Den ibaa tener ganas de salir a comer a un rexarante Saaut estaba en el mecinic, por po wal biker: tis nochs eta Fess y heros em ca pce dela tues sli de la ofcna, que lara agin amigo para tv una crvea, qt que se srminart ce dia yet imvestiacion y que aparses el everpo del chic de ana ben ex. Mists guadaba las lave, los cigailosy algunos popeles ena cartera pura sai po, ene en despacho tig adolescent embrrazada,horblemente Macaque m0 de decile uu nombre. Marna sac una Coca-Cola dea Pequot heladera que tenia bajo eh xcrtoroy Te jor Te Sectcho “ET Emanuel eden avila ij a chic mientras o- mab a pcos a orb gon De cud seis? quis ber Masia, sel con el dedo el vienre dela chica Nos ao qu no sbla, Le calcul unos si meses deem arava La chic ena la punts de fos des quemadss, 160 smanchadas con el amarillo quimico de la pipa de paco. EL bhebé, si acta vivo, iba a nacer enfermo, deforme o adicto, ~gDe dénde lo conocés a Emanuel? Lo conocemos todos, a familia es conocida en la Mo- reno, Yo fui al entieseo y el Emanuel fue medio novio de mi hermana, ~2 tu hermana dénde est, ella también lo reconocis? “No, mi hermana no vive mis all Bueno, z¥ entonce? ~Aigunos dicen que salié del agua el Emanuel. _Salié Ia noche que lo traron? No, por eso vine. Sali hace un par de semanas. Volvié hace repoco. Marina sintié un escalofef, La chica tenia las pupilas dllatadas de los adictosy los ojos, en la media lz de ao ina, parecian completamente negros, come los de un in- {Cémo que volvi6? ‘Se habia ido a agin lado? La chica fa mieé como si ella fuera estpida y la vox se Je puso mas gruesa, conteniendo la csa No! A ningiin lado se fue. Volvié del agua. Siempre cstuvo en el agus, Me estis mintiendo, No. Le vengoa contar porque tiene que saber. EI Ema- ‘uel la quiere conocer. “Tiats de no pensar en cémo movia la chica los dedos rmanchados por la pipa t6xica, los cruzaba como si no t- vieran articulaciones, como si fueran extraordinariamence bandos. Sera ella uina de las chicas deformes, defectuosas de nacimiento por culpa del agua contaminada? Era dema- siado grande de edad. :La deformidad venfa ocurriendo desde cuéndo, entonces? Todo era posible. =2¥ ahora dénde esta Emanuel? 161 Se metié en una de las casas de la parce de atris de fas vias y vive ahi, con sus amigos. Ahora me va a dar plata? Me dijeron que me iba 2 dar plata. La tavo un rato mas en la oficina, pero no pudo sacarle mucho, Emanuel Lépez habla emergido del Riachuelo, deci, la gente Io haba visto caminar por los paslloslabe- rinticos de la villa y algunos habian corrido muertos de miedo cuando se lo eruzaran, Decian que caminaba lento Yy que apestaba, La madre no habia querido recibirl. Eso sorprendié a Marina. Y se habia metido en una de las casas abandonadas del fondo de la vill, las que estaban derris de las via del ten abandonadas. La chica le arrancé el billete de las manos cuando Marina le pagé por el testimonio. La vider habla teanquilizado a la fiscal. Crefa que la chica mentia, Seguramente a habla enviado algin policia amigo kde los asesinos-o ellos mismos, que de todos modos tenfan prisién domiciliaria, que no cumplian-. Si uno de los dos chicos resultaba esta vivo, la causa podéa derrumbarse. Los policias acusados habfan contado a muchos de sus compa- fieros cémo torturaban a jévenes ladrones haciéndolos snadaesen el Riachuelo, Algunos de esos companeros hablan relatado esas conversaciones, esos alarcdeos, después de meses dle negociaciones y grandes cantidades de dinero para pagar la informacién, El crimen estaba comprobado, pero un _micrto que resultaba estar vivo era un ctimen menos y una sombra de duda sobre toda la investigacin, Esa noche, Marina volvié a su departamento inguieta después de una cena répida y nada estimulante en un res- ‘aurante nuevo que tenia buena prensa pero pésimo servicio. La rarén le decia que la chica embarazada sélo estaba bus- ccando dinero, pero habfa algo en la historia que sonaba cextrafamente real, como una pesadilla viva. Durmié mal, pensando en Ia mano del chico muerto pero vivo tocando 162 In olla, en ef nadador fancasma que volvia meses después de ser asesinado. Sofié que de esa mano se cafan los dedos ‘cuando el chico se sacudia la mugre después de emerger y se despereé con la nariz chorreando olor a carne muerta y lun miedo horrible a enconerar esos dedas hinchados e in- fecciosos ence las sdbanas, Experé [a madrugada para intentar comunicarse con alguien de la villa: la madre de Emanuel, el cura Franciseo. Nadie le atendia el celéfono, No era raro: los eelulares fun- ionaban mal en la ciudad y peor todavia en la villa. Se alarmé porque nadie arendia en el comedor del cura ni en la sala de primeros ausilis. Eso sf era més extrafio: esos lugaces tenfan linea fia. Se habrian cortado después de la ‘tim tormenta? Continus tratando de comunicarse todo el dia. No lo logré. Esa noche, después de una tarde de cancelaciones le habia dicho a su secretatio que le dolla l cabeza, que iba a dedicarse a ler expedientes, y 4, siempre obediente, habia ssuspendido todas las reuniones yaudiencias- decidis, mien- ‘eas cocinaba espaguetis, que al dia siguience ibaa ial villa Nada haba cambiado desde su iltima ver en ese sur de la ciudad, en la avenida desolada que desembocaba en el Puente Moreno. Buenos Aires se iba deshaciendo en comer- ios abandonados, ventanas tapiadas con ladsllos para cevitar que las casas fueran tomadas, cateles oxidados que coronaban edificios de los afios setenta, Todavia quedaban tiendas de ropa, camniceras sospechosas y la iglesia, que ella recordaba cerrada y que ahora, cuando la vela desde el taxi, segula cerrada, pevo con un candado adicional para mayor seguidad, La avenida, lo sabia, era la 2ona muerta, el lugar sms vacf del barrio. Detris de esas fachadas, que eran mas- 163 carones, vivian los pobres de la ciudad. ¥ en las dos oillas del Riachuelo miles de personas habfan construido sus casas cn los terrenos vacios, desde precarios ranchos de chapa hasta muy decentes departamentos de cemento y ladrillos. Desde el puente se podia ver la extension del caserio:rodea- ba el rfo negro y quieto, lo bordeaba y se perdia de vista donde el agua formaba un codo y se iba en la distancia, junto alas chimeneas de fabricas abandonadas. Hacfa afos, también, que se hablaba de limpiar el Riachuclo, ese brazo del Rio dela Plata que se metia en la ciudad y luego se ale jaba hacia el sus, elegido durance un siglo para arrojar dese~ chos de todo tipo, pero, sobre todo, de vacas. Cada vez que seacercaba al Riachuelo, la fiscal recordaba las historias que contaba su padte, trabajador durante un tiempo muy c de los frigorificos orllesos: cémo tiraban al agua los restos de carne y huuesos y la mugre que trat el animal desde el ‘campo, la mierda, el pasto pegoteado. «Fl agua se ponia raja, decta, «A la gente le daba miedo» También le explicaba que ese olor del Riachuelo, pro- fando y podtido, que con cierto viento y la humedad cons- tante de la ciudad podia flotar en el aire durante dias, lo ‘causaba la falta de oxigeno del agua. La anoxia, le deca La materia orginica se come el oxigeno de los liquidos, decia con su gesto pomposo de profesor de quimica. Ella ‘nunca habfa entendido las formulas, que a su padce le pa- recfan sencills y apasionantes, pero no podia olvidarse de {que el rfo negro que bordeaba la ciudad bésicamente estaba smuerto, en descomposicién: no podia respirat. Era el rio ‘més contaminado del mundo, aseguraban los expertos. Quid hubiese alguno en China con el mismo grado de toxicidad: el inico lugar cel mundo comparable. Pero Chi- na era el pals més industralizado del mundo: Argentina habfa contaminado ese slo que rodeaba fa capital, que hu- 164 biese podido ser un paseo hermoso, casi sin necesidad, casi por gusto, Que a sus oillas se hubiese construido ese casero la Vills Moreno, deprimia a Marina. Sélo gente muy desespe- sada se ibaa vivir ahi, al lado de esa fetider peligrosa y de- liberada Hasta aci lego, seBior. La voz del chofer del taxi la soxprendié, —Faltan trescientos metros hasta donde me tiene que llevar “le contests, distante seca, con la impostacién de vor ‘que usaba para dirigise a abogados y policias. E] hombre dijo que no con la cabeza y apagé el moror del coche, =No me puede obligara entrar en la villa. Le pido que se bajeaci, {Usted va a entrar sola? Fl chofer sonaba asustado, sinceramente asustado, Si e dijo ella. Habie intentado, era cierto, convencer al abogado de los chicos muertos de que la acompafiase, pero él tenia ‘compromisos impostergables. «Sos loca, Matin», le habia dicho, «Te acompafio mafiana, hoy no puedo ¥ ella se habia ofuscado, ede qué tenfa miedo, después de todo? Ha- ia ido varias veces ala villa. Fra pleno dia. Mucha gente la ‘conocta: no iban a tocar ‘Amenazé al chofer con denuniciar su comportamiento alos ducts dela empresa de taxis, el escindalo que suponta ‘dejar piey en esa zona a una fancionaria del Poder Judicial ‘Al hombre no se le movié un pelo y ella esperaba esa fala de reaccién, Nadie se acercaba ala villa del Puente Moreno) a menos que fuese necesario, Era an lugar peligroso. Ella ‘misma habia abandonado los trajecitos sstre que llevaba siempre en la oficina y el jurgado y habia elegide jeans, una remera oscuta y nada en los bolsillos, salvo el dinero para volver yl reléfono, tanto para comunicarse con sus contac- 165 tosen el interior de lavilla como para tenet algo valioso que cenregar en easo de que la asacaran, Y el arma, claro, que ‘cna licencia para usa bajo la remera, discrecamente acul 12, pero no tanto como para que no se reconociera la silue ta de la culata y el cafén recortada en su espalda, Podia entrar en la villa ajando el errapléa ala izquier da del puente, al lado de un edificio abandonado que, rar, nadie habia decidido ocupar y se pudifa earcomida de hu imeclad, con sus vijos carteles que anunciaban masaes, tarot contadores, préstamos. Pero antes decilis subir al puente: queria ver y tocar el tikimo lugar que habian visto Emanuel 4 Yamil, los chicos asesinados por la policta. Las escaleras de cemento estaban sucis, apestaban a orin ya comida abandonada, pero ella las subié casi corriendo, AA los cuarenta aos, Marina Pinae estaba bien entrenad, trotaba codas las mafianas, os empleados de cibunales de- ian, en voz baja, que para su edad estaba sbien conservadan, Ella detestaba esos murmullos, no la halagaban, la ofendian: no queria ser bella; queria ser fuerte acerada, Llegé a a plataforma desde la que habian sido arrojados los chicos. Mird el rio negro aturdida y no pudo imaginar- se caer desde ahi arriba hacia el agua quieta ni por qué los auromovilistas que pasaban a sus espaldas en rifigas 0 habian visto nade, Bajdy volvi6 ala villa porel rerraplén del edificio aban- donado. Ni bien pis la calle de entrada, la desconcerts la quicrud. La villa estaba terriblemente silenciasa Ese silencio cra imposible. La villa, cualquier villa, incluso éstaa la que apenas sele atrevian los asistentes sociales mas idalistas -o sds ingemos~, esta vill abandonada por el Estado y Favo- rita de delincuentes quenecestaban esconlere, inchiso este 166 lugar peligsoy evita, tenfa muchos y prada sonidos, Siempre esas Las dents miscs confunddas a en txy seca cumbia vera, em mela chillona de epgac con tno caibeto sempre present cumbia satafesia Peeper etegmsconeceneeopternacrony sneer licciie deconeesails as deaameiipanastiece! svat agente que vein compa y cana yf blaa Las inflables par con sus cots anicchos pollo: as brass. Ls villas hormigueban de gent, de ‘Siensconendo de jévanet con ou gaew que omen teres de prot evil del Puente Moceno, dn embargo, hor estaba tan muerta como el agua del Rachuelo Marna scd el ellono del boll de ats y tuo la senscn de quetaoberaben ded lo pails ruses Polo cable de lu la ropa colada, dass persian Estaban Baja menos en en calle lborde del gun abi lid y até de no pir ls charcos pars no embarane ‘cna eminaba; nunca peda quedarsequica cuando blab por telefono, Hee ivr 0 le consandTungowalanale de mantel. Crea poder llegar asa pequc esi sin ul ‘ecrdiba el ean, Etaba eres deena, come la ttayrla de ls paroguas. En d corto camino ambi le tata fa cou ia de los sats poplars, los Gauche Gils lea, incluso algunas vrgener que wlan tenet pedo sare econo asta pintada de aati que qudsba en lacaquna dela ily aber que no exaba pda fa an tins Pande dobar por en enqina euch pos Ailes que chapotaban alguien que cota det de el Sedio via, Ea uno delos chicos dformes, Lo econocd de ined, cio no ditinguiros. Con ltempos es 167 cata que de bebés habia sido fea se haba vuelto todavia mis horrible: la nariz muy ancha, como la de un felino, y los ojos muy separados, cerca de las sienes. El chico abrié la boca, para Hlamarla quizd: no cenfa diences. “Tenia un cuerpo de acho o diez anos y ni un solo dient. El chico se le aceresy, cuando estuvo as lado, ella pudo ver emo se habian desarrollado los dems defectos: los dledos tenfan ventosasy eran delgados como colas de calamar (Go eran patas? Siempre dudaba de cbmo llamarlas). El chi- ono se detuvo a su lado, Siguié caminando hasta la parro- quia, como sila guia La parroquia parecfa abandonada. Siempre habia sido tuna casa modesta, pintada de blanco, y la inica indicacién dde que se trataba de una iglesia era la cruz de metal sobre el echo, que segufa ah, aunque ahora estaba pintada de ama~ silo y alguien Ia habia decorado con una corona de flores amarilas y blancas; de lejos pareefan margaritas. Pero las paredes de la ipesia ya no estaban limpias. Estaban cubier- tas de graits. De cerca, Matina pudo ver que eran letras, pero sin sentido, no formaban palabras: YAINGNGAHYOG. SOTHOTHHEELGEBFAITHRODOG. La secuencia de letras, not, siempre era la misma, pero segufa sin tener sentido para ella. El chico deforme absié la puerta de la iglesia y Marina acomods el arma para que le quedara al costado del cuerpo y ent. El edificio ya no era una iglesia, Nunca haba tenido bancos de madera ni un altar formal, apenas sllas y una ‘mesa desde donde el cura Francisco daba las esporidicas imisas, Pero ahora estaba completamente vacio, con las pa- redes sucias de grafitis que replicaban las leras del exterior YAINGNGAHYOGSOTHOTHHEELGEBFAITHRODOG. El ctucifijo habia dessparecido, lo mismo que las imagenes del sagrado corarén de Jessy la Virgen de Lujén. 168 En el ugar del altar habia un palo, clavado en una mo- desta maceta de metal. Y, clavada en el palo, una cabera de vaca, Elfdolo ~porque eso era, se dio cuenta Marina debia set reciente, porque no habla olor a carne podrida en la iglesia, Bsa cabeza estaba Fresca. =No tendlas que haber venido. ~Fseuché la vor del cura, Habia entrado detris de clla. Verlo le confirmé que algo andaba horriblemente mal. El cura estaba demacrado y sucio, con la barba demasiado crecidlay el pelo can graso- So que parcela mojado, pero lo més impactante era que es- taba borracho y el olor a alcohol le salfa por los poras: cuando entré en la iglesia Fue como si derramara una bote~ Ila de whiskey sobre el suelo mugriento. “No tendrias que haber venido ~tepitis, y se resbals Marina distinguié entonces las gotas de sangre fresea que ian desde la puerta hasta la cabeza de la vaca. Qué es est, Francisco? Elcura tardé en concestarle. Pero el chico deforme, que se habla quedado en un rincén de lo que haba sido la igle- sia, dijo “En su casa cl muerto espera sofando, —~ Es todo lo que dicen estos retrasados! ~grité el cura, y Marina, que le habla extendido el brazo para ayudarlo a levantarse del suelo, retrocedié. ;lnmundos retrasados in- fectos! Te mandaron a la puta embarazada de ellos y fue suficiente para convencerte de que vinieras? No te erefa tan cesuipida. Lejos, Marina escuché tambores, La murga, pensé ali viada. Era febrero. Claeo. Eso pasaba. La gente se habia ido 4 practicar para la murga de carnaval, oa lo mejor estaba ya festejando los carnavales en la cancha de Fitbo! que queda baa cerca de ls vas (Se metié en una dela casas dela part de atrds debs vhas 169 _y vive ab, con sus amigos. 2 cima sabia el cure sobre la chica ‘embarazada?) Era la murga, estaba segura, La villa tenfa una murga tradicional y siempre festejaban cl carnaval. Bra un poco rtemprano, pero era posible, ¥ a cabeza de vaca sera el re- galo intimidance de alguno de ls traficantes de la villa, que odiaban al cura Francisco porque dl solia denunciatlos o intentaba recuperar a las chicos adictos, lo que significaba auitarles clientes y empleados. —Tenés que salir de aed, Francisca “le dijo. El cura se rd, “Lo intent, jlo intencé! Pero no se puede sir. Vos no vasa salir tampoco. Ese chico desperté lo que dormia deba- jo del agua, zNo los escuchis? zNo escuchis los tambores de ‘ese culto de muertos? Es la murga. gla murga? {Te suena a murga? -Estés borracho. ;Cémo sabfas dela chica embar Eso no es ninguna murga. Bl cura se paré e incent6 encender un cigarilo. Durante afos pensé que este ro podrido era parce de nuestra idiosinerasia,zentendés? Nunca peasar en el futuro, ca? ba, tiremos toda la mugre acs, se la va llevar el rio! Nun ce pensar en las consecuencias, mejor dicho. Un pais de ireesponsables, Pero ahora pienso diferente, Marina, Fueron :muy responsables todos los que contaminaron este rio, Es- ‘aban tapando algo, ino querfan dejarlo salir y fo cubsieron de capas de aceite y barra! jHastallenaron el lo de barcos! jLos dejaron estancados ahi! ~De qué estis hablando. No te hagas la esipida, Nunca fuiste esvipida. Los policias empezaron a tirar gente al agua porque ellos si son estipidos. Yla mayoria de los que titaron se mutieron, pero 170 vatos lo encontraron, Sebés qué vine a La minds de pans oda amides dg oe Cap ypu dle mugre para mantenero muert odormidoserlo mismo, treo uct lo mismo el sus y fa muerte Fanon hasta que emperaron hacer To immpensable:nadar Daj el agua ng, Ylodespesaron. Sabés que quiere dei Ema- tee? Quiere decir sDios xk con nosotom, De que Dios estamos habla el problema "De qué es hablo vos eel problema, Viens, © voy asec dea Fl eura se empe a resrga los ojos con tae fucea aque Marina evo miedo de ques events ls oben. El Shicodeforme, cog, se habia dado vc y ahora eaba de epalas fa ene conta la paed "Melo pusieron como viglane Es bij de ellos “Marin nent comprender fo que sedi cn raid: el cura acomdo por qulenes lo odaban en a vil, hab perdido ln cabera El chico deforme,seguramenteabando- ado ors fail o sega odosladosporg nena ‘adic ra La gare del villa habia levado namin Sus parila alos ftejos de cama Tod or spans, pero no eta imposible. Nohabla ning chico iserto que ‘vt no habla ning ato de micron (V por gue ne bia ingens eligi 9 por qué el ara sabia habla de Emanuel in gue ela igi lo ren tam) No importa, Nos vamos, pensé Marin, y agaeé al cua del bran, io oblige apy em ells pare ie U- dita caminae ex demasiado boracho pie sali solo Fae un ern, No vo tempo de dare cuenta el cra Csaba borach, pero el movimiento pars rare arma fue sorpesvamente riptdo y preciso Ela no pudo ai forejentampocoaleanad ver que e chico deforme se 171 habia dao ely gaa mud, abe ea ia Sinan Eee apunabo, Ele misao coin desing cost aber at Ne pas cpa Staub prac, pots ear pw en seeps ak chic, Enger sop. Novo maar Gute dare ts acs, Wenn ded pune era y ona inosine cng os bial cee P Soa td ej ands Masi cae dca cuban deans cco pes tanel uc ope onda sung opal u isn y dnl smutty wp stn so ne Spura cs wo hb ign pa de que oe Tass diy Lech ae de mano no ado ‘por eels hac ood pian Sctodidchtro maa Canina dn ipa eb s Par dsr ue la ecebiiaen mais quests ob made G22 No sac tes vers cow oni mans Sng Teta que ar apni Cand is delgado ens gu naa lovey de eal yuo ena ts sree pone uefa ia co et gc as noes {Suan ip ov van equi 12 urge pub ile ft: Abra serge ant tga pn Una le de gene gu ot os Taner marge con us redone clon ‘read riy chs comescon ns odes Toe dcos mel ata os jerome forks con comp defuse [Mkcn bade belies: Hak siginos hom 172 bres, pocos, y Marina dstingui entre ellos algunos poticias ‘que conocfa: hasta creyé ver a Suites, con su pelo oscuro fengominado y el uniforme puesto, escapado de su arresto domiciliari. ‘Detrés deellos iba cl (dole que cargaban sobre una cama. Era evo, una cama, con su colchén, Marina no alcanzaba a distinguirlo: estaba recostado. Tenfa tamafio humano. Habia vista alguna vez algo parecido en procesiones de semana santa, eligies de Jess recién bajado de l cruz, ensangrenta- do sobre lien7os blancos, mezcla de cama y ataid. Se acereé ala procesidn aunque todo le decia que debia corter para el lado contrario de donde ellos fueran: pero queria ver al que yacfaen la cama, El muerto epera rondo, Enire la gente, que iba silencios, ef inico sonido eran los tambores, Inenté acercarseal {doo esti6 el cello, pero la cama estaba muy alt, inexplicablemente alta. Una mujer la empujé cuando incenté legar demasiado cerca y Marina [a reconocié: era la madre de Emanuel. Traté de retenetla pero [a mujer murmuré algo sobre los barcos y el fondo ‘oscuro del ro, donde estaba la casa, y se sacé de encima a ‘Marina de un cabezazo justo cuando los procesantes empe- zaron a grtar «yo, yo, yor y lo que llevaban sobre la cama se movié un poco, sufciente para que uno de sus brazos rises cayera al costado de la cama, como el brazo de alguien muy enfermo, y Marina recordé los dedos de su suefio que se calan de la mano podeida y recién entonces corrié, con cl arma entre las manos, corsi6 rezando en vor baja como no hacia desde la infancia corrié entre las casas precatas, por los pasilloslaberinticos, buscando el reraplén, la olla, tratando de ignorar que el agua negra pareciaagirad2, porque no podiaescar agitada, porque esa agua no respiraba, el agua estaba muerta, no podia besar las orillas con ola, no podia 173 agitarse con el viento, no podla tener esos remolinos ni la corrience ni la crecida, cémo era posible una crecida si el agua estaba estancada. Marina corr hacia el puente y no ‘mid atcisy se tapé los ofdos con las manos ensangrentadas para bloquear el ruido de los tambores. 174

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