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Consejo número uno en fotografía de

retratos. Enfoca

a los Ojos, Por Favor

Siempre que damos consejos para hacer fotos a personas resaltamos uno fundamental, y
es enfocar a los ojos. Un retrato mediocre con los ojos bien enfocados siempre tiene
posibilidades, pero un aparente buen retrato con los ojos desenfocados tiene muchas
papeletas de ser insalvable. Pero, ¿alguna vez te has preguntado los motivos? En las
siguientes líneas te explico las razones de esta regla para que la tengas muy en cuenta
cuando hagas fotos a otras personas y no se te vuelva a olvidar.

Cómo miramos las fotos

La manera en la que recorremos con nuestra mirada una foto se rige por una serie de
factores que dependen del contenido de cada foto en si. Es un proceso inconsciente que
no podemos evitar, ya que nuestro ojo ha sido educado para ello.

Entre otros factores, nuestros ojos se mueven por una foto dirigiendose a zonas con más
luz (más claras) y zonas más enfocadas.

Otros elementos que afectan a la manera de recorrer una fotografía son las líneas, reales
o imaginarias, que aparezcan en nuestra foto.

Los retratos y el poder de los ojos

Cuando se trata de retratos en los que salen rostros (si el retrato muestra solamente un
detalle de la persona en la que no aparecen los ojos obviamente no tiene sentido esta
explicación), nuestra mirada se centra inicialmente en los ojos.

Es un gesto inconsciente, intuitivo, basado probablemente en que las personas nos


miramos a los ojos en el primer contacto visual aunque podamos retirar luego la mirada
para detenernos en otras partes del cuerpo o desviar completamente la mirada.

Cuando un retrato tiene los ojos bien enfocados, la atracción de los ojos y la atracción
de la zona enfocada de la foto generan una sinergia que hace que nos cueste apartar la
mirada del retrato.
Si por el contrario, los ojos están desenfocados, incoscientemente buscaremos la zona
enfocada de la foto mientras en nuestro cerebro se desencadena una batalla interior que
hace que no nos decidamos entre dirigir la mirada a los ojos o a la zona enfocada,
generando una sensación de incomodidad al contemplar la foto.

Así que, ya sabes, enfoca a los ojos

Por ello, salvo que estés haciendo algún tipo de retrato artístico en el que juegues con
profundidades de campo mínimas y quieras resaltar alguna otra parte del rostro,
recuerda que la regla número uno del retrato es que los ojos estén bien enfocados.

9 Estupendos Consejos para hacer


Retratos en la Playa
1. Acércate más

Uno de los problemas más típicos de los retratos (entendiendo como


retrato cualquier fotografía en el que el centro de interés es una
persona) es que muchas veces situamos el centro de interés
demasiado lejos.
Esto hace que cuando vemos la foto, muchas veces ni siquiera
tenemos claro que es lo que queríamos sacar en ella.
Cuando haces fotos en la playa y tu posición está condicionada por
tener a quien quieres fotografiar dentro del agua y no querer
mojarte, puede que el centro de interés esté demasiado lejos.
Si crees que no está claro cual es el centro de interés al mirar a
través del visor o la pantalla de tu cámara, probablemente deberías
estar más cerca de él.
Y si no puedes acercarte más con la cámara por algún tipo de
limitación física como es el propio agua, trata de acercarte con el
zoom.

2. Si puedes, busca una sombra


Esta situación puede ser difícil de dar, pero no por ello quería
ahorrármela.
En las horas centrales del día tenemos una luz dura. La gran
luminosidad que tenemos en la playa, donde el agua y la arena
actúan como reflectores, hacen que quién estamos fotografiando
adquiera expresiones poco favorecedoras por la molestia de la
luz. Además, el tipo de luz provoca sombras poco favorecedoras
en el rostro.
Puede que en el entorno en el que estés puedas contar con alguna
sombra, como por ejemplo si se trata de una cala de rocas con algún
tipo de pared lateral. También puede que tengas alguna sombrilla que
te permita limitar la luz directa que recibe el retratado.
Si puedes, aprovéchalo. Pero si no dispones de sombra, no dejes
tampoco de hacer las fotos por este motivo.

3. Busca la orientación

Te decía al principio que casi siempre veía el mismo despliegue: el


fotógrafo en la orilla y el retratado en el agua, formando una línea
perpendicular a la orilla.
En este punto te recomiendo encarecidamente que primero
busques la posición del sol. Una vez te hayas fijado donde está
el sol, sitúalo a tu espalda, formando un ángulo de, por ejemplo, 45
grados con el centro de interés. Es preferible que tenga algo de
ángulo a que el sol esté directamente frontal al retratado.
Antes de hacer las fotos, fíjate de qué forma se proyectan las
sobras sobre el rostro y ve moviéndote un poco hasta que
consigas un equilibrio adecuado.

4. Añade información del entorno


Por el encuadre que te comentaba de las fotos que veía hacer, la
información del entorno era prácticamente nula.
Podía tratarse de cualquier playa del mundo, o incluso ni siquiera una
playa, ya que solo se veía agua y la línea del horizonte, sin ninguna
información del entorno más allá del color del agua.
Te diría que te hicieras preguntas como: ¿Cual era la esencia del
sitio? ¿Su arena? ¿La vegetación? ¿Lo escarpado de la costa?
Probablemente puedas hacer encuadres que, sin perder el
centro de interés, puedan aportar más información sobre el
sitio en el que fueron tomadas las fotos.

5. Sitúa el centro de interés

Ya hemos dejado claro que el centro de interés de nuestra foto es la


persona a la que estamos retratando. De hecho, uno de los primeros
consejos ha sido acercarse más al centro de interés. A partir de aquí,
la cuestión es: ¿cómo podemos situarla en la foto para hacer la foto
más atractiva?
Evita situar a la persona en el centro de la foto. Esto hace que la foto
sea más previsible y no genera tanto interés como si desplazas algo a
la persona. Situando el centro de interés fuera del centro de la
foto genera más dinamismo en la fotografía, despertando más
interés en la foto cuando la enseñas.
Un recurso compositivo que funciona francamente bien es la
aplicación de la regla de los tercios. Consiste en dividir la foto en tres
tercios horizontales y verticales imaginarios y situar nuestro sujeto en
una de las intersecciones que marcan esas líneas.

6. Aprovéchate de las líneas dominantes


Una vez hayas situado el centro de interés fuera del centro de la foto,
puedes ayudarte de las líneas que aparecen en la fotografía
para dirigir la mirada hacia el sujeto.
Las líneas son un elemento compositivo muy fuerte, y en casi todas
las circunstancias aparecen en nuestras fotos. La orilla o un rastro de
huellas, por ejemplo, pueden ser elementos que marquen líneas en
nuestras fotos que poder aprovechar en estas circunstancias.

7. Mantén el horizonte recto

Y es que es muy fácil distraerse a la hora de hacer la foto y sacar el


horizonte torcido. Puede que te centres tanto en el retrato que no
prestes demasiada atención a la línea del horizonte y descubras con
horror más tarde que estaba torcido.
Un horizonte caído causa generalmente muy mala impresión, por lo
que no olvides fijarte bien cómo se encuentra.

8. O simplemente, elimínalo

Además de salir recto, es bueno que el horizonte no dibuje una línea


que pueda generar distracción en el retrato.
Por eso, es recomendable que no corte la cabeza del retratado.
Si ves que el horizonte puede generarte problemas en la composición
de la fotografía, planteate directamente si aporta a la foto o es
preferible eliminarlo directamente. Puede ahorrarte muchos
quebraderos de cabeza.
Para eliminarlo, simplemente tienes que cambiar la perspectiva o el
punto de vista desde el que haces la foto.

9. Si puedes, elije el momento del día

Por último, y solo si puedes elegir el momento del día en el que hacer
las fotos, te diría que te decantaras por el amanecer o el atardecer.
En mi caso, mi momento preferido para este tipo de fotos es el
atardecer. Cuando suelo bajar a la playa, por mucho que trate de
bajar temprano, el sol suele estar ya bastante alto, por lo que lo del
amanecer se convierte en un imposible.
Pero hay ocasiones en las que puedo pasar muchas horas en la playa,
quedándome hasta última hora de la tarde. Si es tu caso, te
recomiendo que trates de hacer las fotos a última hora. La posición
del sol es más baja y suele aparecer en las fotos un tono cálido que
hace los resultados más atractivos para mi gusto que en las horas
centrales del día.

7 Malos Hábitos Fotográficos que Podrían

Estar Arruinando tus Fotos

1. Disparar a lo Loco y Sin Pensar


Una de las grandes ventajas que ha aportado la fotografía digital es
que, al no ser necesario el revelado, el coste de disparar es cero.
Pero hete aquí que una de las mayores ventajas puede convertirse en
un gran inconveniente. Y es disparar sin pensar, como si una buena
foto sólo pudiera ser fruto del azar. Si eres de los que disparas a
lo loco, debes saber que:

* si no piensas antes de disparar, tu aprendizaje en fotografía


será mucho más lento y, por mucha suerte que tengas, la calidad
de tus fotos no será tan alta como podría.
* disparar a lo loco aumenta considerablemente el número de fotos,
con lo que se disparan las horas de trabajo en la computadora
archivando, seleccionando y preparando las fotos para presentarlas.

Si ésta es tu situación, tienes una formidable oportunidad para


cambiar de rumbo, conseguir controlar la calidad de tus fotos y
mejorar como fotógrafo. Para conseguirlo, te propongo un juego. La
próxima vez que cojas la cámara dispara como si fueras a revelar
todas y cada una de las fotos que tiras. Hazlo, hasta que
consigas vencer ese pequeño vicio de disparar a lo loco. Y cuando
hayas vencido el vicio, vuelve a recuperar la libertad de soltar el dedo
sabiendo que, gracias a la fotografía digital, disparar tiene coste cero.

2. No Cuidar la Exposición por Creer que en RAW Todo Tiene


Arreglo

Ya hemos hablado en muchas ocasiones de las ventajas de disparar


en RAW y su tremenda elasticidad para mejorar defectos de
exposición en las fotos. Pero por muy bueno y recomendable que sea
disparar en RAW, eso no quita para que no persigas en cada una
de tus fotos la mejor de las exposiciones que puedas
conseguir, teniendo en cuenta las condiciones de luz ambientales y
los niveles de ruido que estás dispuesto a tolerar. Considerar que
puedes disparar sin buscar la mejor de las exposiciones es otro de
esos vicios fotográficos en que puedes estar cayendo. Si es así, este
puede ser un buen momento para enmendarte ¿no crees ?

3. No Prestar Atención al ISO... y Acabar con Ruido que


Podrías Haber Evitado

exposicionSuele pasar en condiciones de baja luz. En el fragor de la


batalla y tratando de inmortalizar esa escena que ven tus ojos, te
olvidas de comprobar si podrías haber expuesto correctamente la
instantánea con menor ISO posible.

Por muy buena que sea tu cámara (y mira que han evolucionado en
lo que a ruido se refiere) hay niveles de ISO en que el nivel de ruido
es claramente mejorable. Por eso, uno de los malos hábitos que
deberías desterrar es... no prestar atención al ISO.

4. Sujetar una Réflex Como si se Tratara de una Compacta

Si acabas de ingresar en el mundo de la fotografía réflex, puede


estarte pasando esto. Y es que una réflex no se coge como una
compacta. Evitar fotos movidas y conseguir un buen encuadre
dependen en buena medida de que tengas bien cogida la cámara. Por
eso te recomiendo que repases Descubre Cómo Sujetar
Correctamente tu Cámara y Di Adiós a las Fotos Movidas.

5. Dejar Guardada la Cámara por Miedo a que se Estropee

No me malinterpretes. No te estoy diciendo que no debas cuidar tu


cámara y tu equipo. Lo que sí te digo es que no deberías renunciar a
tomar fotos increíbles por intentar sobreproteger tu cámara o por no
contar con los debidos elementos para protegerla. Está claro que bien
guardada en el armario la cámara no corre riesgo de estropearse
pero... la compraste para hacer fotos ¿no?
6. No Poner la Suficientes Dosis de Paciencia

Detrás de la mayoría de las grandes fotos que has visto hasta la


fecha hay mucha, pero que mucha paciencia. Paciencia en la
preparación de la foto. Paciencia esperando a que se diera el
momento ideal. Paciencia también a lo largo de los años y muchos
intentos de fotografía. Es cierto que la fotografía es tan caprichosa
que, a veces, se alcanzan grandes resultados de modo casi
accidental. Pero, te aseguro, que si le pones toda la paciencia que te
pida, tus fotos mejorarán drásticamente.

7. Disparar Siempre Desde el Mismo Ángulo

Ángulo ContrapicadoDebe ser porque nuestra tendencia natural es al


mínimo esfuerzo. Por eso, si no prestas la debida atención, es muy
probable que te sorprendas a ti mismo disparando siempre desde la
situación más cómoda. Y, está claro, no se trata de eso. Así que,
mantente en guardia, y no dejes de buscar el ángulo más
interesante... aunque requiera agacharse ¿de acuerdo?

7 Cosas que Puedes Hacer para Proteger


el Objetivo de

tu Cámara

El objetivo que usamos con nuestra cámara tiene una importancia


decisiva en el tipo y la calidad de las fotos que podemos realizar. No
en vano, algunos de los mejores objetivos cuestan bastante más que
la cámara en la que se usan. Por eso, no proteger convenientemente
las lentes de nuestros objetivos puede provocar un aunténtico drama:
grandes objetivos arruinados por rayaduras involuntarias. Con lo que
cuestan y el impacto que tienen en nuestras fotos, los objetivos
merecen nuestros mejores cuidados ¿no crees?.
1. Fija Bien la Tapa del Objetivo
Siempre que no estés disparando, tapa el objetivo con su tapa. No
tengas pereza de estar continuamente tapando y Tapadestapando la
lente: cuanto menos tiempo esté descubierta, menos riesgo correrás.

2. Ten Cuidado al Tapar el Objetivo


A veces vamos con un poco de prisa y golpeamos el cristal de la lente
con la tapa. Por leve que sea este golpe, si la lente tiene motas de
diferentes materiales puedes causar pequeñas rayaduras que a la
larga limiten la claridad y nitidez de tu objetivo. Al tapar, trata de que
la tapa sólo toque el anillo exterior y nunca la lente ¿vale?.

3. Pero Tápalo Bien


Asegúrate de fijar bien la tapa: aprieta hasta el fondo. Muchas veces
no fijamos bien la tapa, y al meter la cámara en la mochila de
transporte, ésta (la tapa) se sale, dejando desprotegida la lente. Por
mucho que pongamos la tapa, si luego se sale, de poco sirve ¿no
crees?.

4. Si Ya No Ajusta Bien, Compra Otra Tapa


¿Aprietas hasta el fondo al tapar y aun así no es suficiente? Puede ser
que el material de la tapa haya envejecido y ya no fije bien. Una tapa
no cuesta nada comparado con el precio del objetivo. El problema es
que, a veces, no son fáciles de encontrar. No te preocupes: desde la
silla en la que estás sentado y usando tu ordenador puedes comprar
una tapa para tu objetivo y mucho más barata que en las tiendas
convencionales.

5. El Parasol Tambien Ayuda


Los parasoles sirven fundamentalmente para evitar reflejos no
deseados en las fotos en días luminosos. Además tienen un efecto
secundario muy beneficioso: protegen la lente. Los parasoles hacen
mucho más inaccesible la lente externa de tu objetivo, protegiéndola
de elementos que puedan rayarla. ¿No tienes parasol?. Ya sabes:
barato y muy cómodo. Entra en eBay y busca 'lens hood'. Si
necesitas un parasol ahora mismo puedes hacerte uno con papel.
Pero el de papel no te va a servir para proteger la lente por no tener
suficiente rigidez mecánica.

6. De lo Mejor: un Filtro UV
Son de las mejores protecciones para tu objetivo. Sirven para (¿lo
adivinas?) filtrar parte de luz ultravioleta. El caso es que no tienen un
gran efecto sobre tus fotos y proporcionan un gran nivel de
protección para tu lente. Su uso es especialmente interesante en la
playa porque ofrecen una gran protección frente a la arena y la sal.
De nuevo, puedes probar a comprar tu filtro UV en eBay. Tan solo
tienes que entrar en eBay y buscar 'UV Filter'. Si quieres saber más
sobre filtros, haz clic aquí.

7. Y... ¡No Uses el Pañuelo!


Muy muy importante: la lente del objetivo es muy delicada. Por
favor: no uses cualquier trapito para limpiarla. Ni siquiera tu pañuelo.
Hazte con un kit de limpieza de la lente: incorporan gamuzas
especialmente diseñadas para eliminar polvo e impurezas de tu
objetivo garantizando su protección. Si quieres saber más sobre cómo
limpiar el objetivo de tu cámara, echa un vistazo a este artículo.

12 Consejos para Hacer Mejores Fotos en


Exposiciones

de Pintura

¿Alguna vez te has visto con tu cámara en una exposición y has


querido hacer fotos a los cuadros o fotografías que estaban allí
expuestas? ¿te has preguntado ´qué tipo de configuraciones aplicar
en esas situaciones o qué consejos seguir para poder hacer fotos con
ciertas garantías? Sin duda, no se trata del mejor escenario para
hacer fotos si no has podido preparar antes el entorno, pero con
estos 9 consejos y estos 3 ajustes probablemente obtengas mejores
resultados cuando se presente una ocasión como ésta. ¿Te animas a
conocerlos?

1. Conoce tu Cámara

Puede que te parezca muy duro el tono en este primer consejo, pero
es imprescindible que conozcas tu cámara antes de que te
encuentres en situaciones como ésta.
Te puedo enseñar a hacer mejores fotos, pero no conozco el sistema
de menús de cada cámara que hay en el mercado.

Te puedo dar consejos que te ayuden a mejorar sin entrar en


profundizar el las implicaciones de cada ajuste de parámetros de tu
cámara y sin que necesites por tu parte asimilar la información de
forma inmediata.

Pero es necesario que conozcas los controles de tu cámara para


saber como activar o desactivar el flash, como ajustar el ISO, o como
seleccionar un determinado modo de disparo, apertura o tiempo de
exposición si tu cámara lo permite.

Si no sabes ajustar estos parámetros, por mucho que trate de darte


más consejos a nivel de configuración, no sabrás como aplicarlos.

2. Apaga el flash

Si estás usando una cámara con flash integrado, apagalo.

Un buen motivo para apagarlo puede ser el hecho de que esté


prohibido. Saltandote las normas solo conseguirás que te expulsen de
la sala. Habrá terminado tu visita y tu propósito.

Pero hay un motivo mejor aún. Por las características de los


materiales del cuadro o de la foto que estés tratando de retratar y el
ángulo utilizado para hacer la foto, normalmente frontal, la luz de tu
flash rebotará sobre la superficie del cuadro y, al estar frente a
él, conseguirás sacar una "bonita mancha blanca" fruto del reflejo del
flash, con lo que habrás arruinado la foto.

3. Ajusta el tiempo de exposición

Al apagar el flash comprobarás casi con toda seguridad que las fotos
empiezan a salir movidas.

Lo normal es que las condiciones de iluminación de interiores no te


permitan hacer fotos sin flash con la configuración por defecto de la
cámara.

Como hemos quitado una posible fuente de luz, tenemos que


aprovechar al máximo los elementos que tenemos a nuestro
alcance para poder hacer las fotos.

Si tu cámara permite realizar ajustes manuales del tiempo de


exposición, ajusta el tiempo a unas condiciones que te permitan
disparar a pulso sin que la foto salga movida.

4. Abre el diafragma

De nuevo si tu tipo de cámara lo permite, prueba a abrir el


diafragma.

Abriendo el diafragma reduces la profundidad de campo


efectiva, pero si estás haciendo una foto frontal a una pintura, todo
el centro de interés queda en el mismo plano, por lo que puedes
reducir la profundidad de campo sin que el resultado final se vea
afectado.

5. Sube el ISO

Este es el ajuste que probablemente puedas realizar


independientemente de tu tipo de cámara.

Cuanto más alto sea el valor del ISO, menos luz necesitarás
para hacer las fotografías, aunque es probable que en los valores
mas altos de tu cámara se aprecie mucho ruído en el resultado final.

6. Ajusta el balance de blancos

Si estás disparando en formato JPEG, comprueba el ajuste del


balance de blancos de tu cámara. Normalmente traen por defecto
configurado un modo de ajuste automático, pero tienen modos para
distintos tipos de iluminación.

Comprueba que configuraciones tienes y elije la más adecuada para


las circunstancias.

Si estás disparando en RAW puedes despreocuparte de este


ajuste, ya que lo podrás ajustar con garantías en el procesado
posterior de las fotos.

7. Revisa tu posición

Una vez has configurado tu cámara lo mejor posible, es hora de


buscar el sitio para hacer las fotos.

Si lo que quieres es reproducir lo más fielmente posible la obra,


tendrás que ponerte lo más centrado posible al cuadro.

Como probablemente haya más gente, tomate tu tiempo. Busca


una posición en la que puedas hacer buenas fotos, preparalo todo y
espera a que se de el momento en que no tengas a nadie delante.

Aunque haya mucha afluencia, más de uno esperará cortesmente a


que hagas la foto. No abuses de estos gestos y ve haciendo fotos
entre hueco y hueco.

8. Comprueba el encuadre

A medida que vayas haciendo fotos, ve comprobando los


resultados para asegurarte de que el encuadre es el correcto.

Es preferible que sobresalga el fondo por los bordes de la foto a


que cortes la obra. Ya habrá tiempo de realizar ajustes posteriores en
el ordenador.

9. Estabilizate
Te he explicado qué parámetros tocar de la cámara para aprovechar
mejor la luz existente, pero hay un recorrido de mejora en tu pulso.

Existen diferentes posiciones para poder hacer fotos con más


garantias, evitando que puedan salir trepidadas en unas condiciones
de tiempos de exposición concretas.

Te aconsejo que revises este artículo. En el caso que nos ocupa no


podrás tirarte al suelo para hacer fotos, pero hay posiciones que
puedes adoptar que te ayudarán a conseguir una estabilidad extra.

También tienes el truco de la cuerda. Es casi como tener un tripode


(o mejor un monopie), pero sin tenerlo. Técnicamente no es un
trípode, por lo que no estás incumpliendo ninguna norma. Y tampoco
requiere de un despliegue que entorpezca o estorbe a los demás, por
lo que no veo ningún problema a que lo puedas usar.

Procesado posterior

Independientemente de los ajustes normales que puedas incluir en tu


flujo fotográfico, voy a repasar especialmente tres de ellos cuya
aplicación tiene mucho sentido en este tipo de fotos.

10. Ajusta la perspectiva

Ha llegado el momento de realizar ajustes de mejora de la foto en


nuestro laboratorio digital.
Podemos realizar una corrección de la perspectiva con Photoshop o
con cualquier otro programa que utilicemos en nuestro flujo
fotográfico, de modo que nuestra foto quede con una perspectiva
totalmente frontal si lo que deseamos es reproducir lo más fielmente
posible su aspecto.

Otra alternativa es trabajar con las utilidades de corrección de lente,


que nos permite un ajuste más fino de la perspectiva.

11. Reencuadra la foto

Cuando ya hayamos corregido la perspectiva de la fotografía,


podremos realizar un reencuadre para quedarnos con la parte de la
foto que nos interese.

Este es el motivo por el que te recomendaba unas líneas atrás "dar


aire" al cuadro por los lados de la foto. A la hora de hacer recortes
siempre es mejor hacerlos en el ordenador que prescindir de
elementos importantes de la foto en el encuadre que realizamos al
disparar.

Para poder hacer estos reencuadres puedes utilizar prácticamente


cualquier programa fotográfico. Como ejemplo, hace tiempo te
contamos en detalle cómo utilizar las funciones de reencuadre en
Lightroom.

12. Realiza los ajustes tonales necesarios

Ya te he hablado del posible problema asociado a la temperatura del


color de la iluminación de la sala y la importancia de ajustar el
balance de blancos en la cámara.

Independientemente de que hayas realizado o no los ajustes


previamente, siempre puedes corregir el aspecto tonal de la
fotografía en el ordenador para tratar de mostrar los tonos que mejor
se ajustan a los originales de la obra.

Para ello puedes usar muchos programas. En alguna ocasión te


hemos explicado como realizar estos ajustes con Photoshop, Camera
RAW o Lightroom. Se trata de una funcionalidad básica con la que
cuenta cualquier programa de edición fotográfica

6 Consejos para usar tu Trípode de Forma


Eficiente

1. Define la composición primero

No nos engañemos. Manejar un trípode es bastante engorroso


comparado con realizar los encuadres con la cámara suelta en las
manos.

Hay que buscar un apoyo firme, abrirlo, colocar la cámara sobre la


cabeza del trípode, ajustar los controles...

Si una vez que lo tenemos puesto en tierra firme queremos usar un


encuadre muy diferente, muchas de las ocasiones nos veremos
obligados a coger el trípode y cambiarlo de posición.

Por eso, es preferible que visualices primero el encuadre que


deseas para situar luego el trípode y tener que hacer los mínimos
ajustes necesarios sobre él.

2. Situa una de las patas apuntando hacia delante


Este es el típico detalle que muchas veces se te escapa si estás
haciendo tus primeros pinitos con un trípode.

Si situas las patas del trípode de cualquier forma, cuando quieres


situarte para operar con la cámara es bastante probable que te
topes con una de las patas que te estorba. Lo menos malo que te
puede pasar en ese momento es que muevas el trípode al dar con tu
pierna una de las patas.

Trabajar con el trípode es como sentarse a comer a una mesa:


hay que vigilar donde están las patas para poder comer
cómodo y que no nos estén estorbando durante la comida.

Así que ya lo sabes. Situa una de las patas apuntando hacia delante y
así te asegurarás de disponer del espacio necesario para poder
trabajar de forma cómoda.

3. Mantén la barra central completamente vertical

La fórmula que rige la estabilidad de tu trípode es la Ley de la


Gravedad.

Cuanto más vertical se encuentre la barra, más centrado se


encontrará el vector de fuerza que apunta al suelo y más estable
estará el trípode.

No se si técnicamente lo he explicado bien (probablemente no), pero


piensa en una torre de tacos de madera o en una columna hecha con
monedas. Seguro que has jugado de niño a esto. Si las piezas se van
desplazando, a medida que vas poniendo más, más inestable se hace
y se acaba cayendo. En cambio, si colocas cada una justo encima de
la anterior, puedes ir apilandolas y la construcción no sufre por la
altura.

Para ver si tienes el trípode completamente vertical, muchos de los


trípodes cuentan con una burbuja que te indica su posición.
Puedes ayudarte de la burbuja para ver si lo tienes bien colocado,
sobre todo cuando la superficie del suelo sea irregular.

4. Evita elevar la barra central


La barra central cuenta con menor estabilidad que las patas, por
lo que cuanto más elevada tengas esta barra central, más
inestabilidad darás al trípode

Por ello, si las patas abiertas dan la altura suficiente que necesites, es
preferible extender completamenta las patas antes que dejarlas más
recogidas y subir más la barra central.

5. Utiliza soportes de apoyo

Tanto si vas a hacer fotos con la cámara en vertical como si vas a


utilizar teleobjetivos largos, existen soportes especiales que te
permiten acoplar la cámara a la rótula sin descentrar el punto de
equilibrio de la misma.

En el caso de las fotografías en formato vertical, si no cuentas con


uno de estos adaptadores te verás obligado a forzar la posición de la
rótula en 90 grados, con lo que la rótula sufrirá más que si la cámara
va justo encima con ángulo cero.

En el caso de teleobjetivos largos, el centro de equilibrio de la cámara


se ve desplazado, con lo que si apoyas en la rótula la base de la
cámara, el centro de gravedad estará desplazado hacia la punta del
objetivo.

Con estos accesorios que te comento podrás utilizar el centro de


gravedad de la cámara como apoyo sobre la rótula.

6. Cuelga la mochila de la barra central


Puede que hayas visto más de un trípode con un gancho en la parte
inferior de la barra central y te hayas preguntado para qué sirve.

Pues sirve para colgar peso para ayudarte a afianzar el trípode al


suelo.

Puedes utilizar la misma mochila o bolsa que uses para transportar la


cámara, o puedes utilizar cualquier otro objeto. El objetivo es el
mismo, trasladar más fuerza y afianzar el trípode.

7 Factores que Ayudan a Centrar la


Atención en una

Fotografía

Muchas de las decisiones que toman los grandes fotógrafos al ver


cómo hacer una determinada fotografía, van encaminadas a resaltar
el motivo principal que se pretende fotografiar. El objetivo es
conseguir centrar la atención en ese punto en concreto, con el objeto
de que la historia que cuenta la fotografía sea clara, sin distracciones.
Dominar el arte de centrar la atención es una de las suertes mágicas
en fotografía.

Pero ¿cómo se consigue atraer el ojo de nuestro espectador en un


determinado punto? Aumentando el llamado Peso Visual del mismo.
En el artículo de hoy verás que es más sencillo de lo que piensas y
repasaremos juntos... 6 factores clave que potencian el peso visual.
1. Cómo Llamar la Atención

Si te pregunto, cómo consigues llamar la atención (dar la nota,


vamos) si vas caminando por la calle, puede ser que me contestes
que, gritando, vistiendo ropas extravagantes, sin vestir... en
definitiva, haciendo algo fuera de lo común: diferenciándote del
resto. Si te fijas bien, los contrastes atraen nuestra atención.
Muchos coinciden al asegurar que se trata de una huella genética de
nuestro pasado cazador cientos de años atrás. El ojo persigue el
movimiento cuando está todo quieto, el cambio de color en un paisaje
de color uniforme, el punto de luz en medio de la oscuridad...

Pues lo mismo sucede en fotografía. El elemento que contrasta, se


lleva la atención; el elemento diferente arrastra el ojo hacia sí. ¿Y
cómo hacemos "diferente" nuestro motivo principal? Como siempre,
no hay reglas absolutas, pero sí existen algunos factores que nos
pueden ayudar.

2. La Atención se Va al Punto Enfocado

Esto no quiere decir que, a partir de ahora, se acabaron las fotos de


gran profundidad de campo en las que todo está perfectamente
enfocado. Sencillamente quiere decir que uno de los elementos para
atraer atención en un punto es hacer que éste sea el único enfocado
en la fotografía.

3. La Atención se Va a Donde Hay Algo

Tiempo atrás te hablamos de la regla del espacio negativo. Pues es


precisamente esa regla la que nos va a permitir llamar la atención
sobre un motivo. Pon tu motivo en un entorno en el que no haya
nada, o en el que no destaque nada, y el ojo buscará tu motivo.

4. La Atención Busca las Personas y, en Especial, los Ojos


Es una respuesta automática. Cuando hay personas en una foto, la
atención se centra fundamentalmente en ellas. Es como si
entendiéramos, por defecto, que son los protagonistas en la foto. En
especial, vamos a los ojos. Por este motivo es tan importante en los
retratos, y en general, que los ojos estén perfectamente enfocados.

5. La Atención se Centra en el que es Distinto

Dicen en mi tierra que el clavo que sobresale se lleva el martillazo


Pues más o menos es eso. Fíjate en la foto: un campo lleno de flores
rojas y ¿dónde se va el ojo? A por la blanca. Nuevamente el
contraste. Esta vez en forma de color.

6. La Atención se Centra Donde Apuntan las Líneas

Las líneas en fotografía marcan un camino seductor que transmite


montones de sensaciones. Si te apetece repasarlo, te recomiendo que
te des una vuelta por esta serie de artículos. Y cuando las líneas
maestras en una foto convergen en un punto, nuestra atención se
centra en él. Así de sencillo.

7. La Atención Persigue la Luz


En entornos en penumbra en los que hay un haz de luz suele suceder
que el ojo se centra en ella. Como si se quedase a la espera de que, a
través de ella, algo fuera a llegar. Así, otra de las maneras de centrar
la atención en un punto es jugar con la luz que lo ilumina.

Los 5 Ángulos de Disparo Clave en


Fotografía

Por regla general, tendemos a ser muy "comodones" y fotografiar los


objetos sin variar nuestra altura y, por tanto, la posición de la
cámara.
Sin embargo, en muchas ocasiones puede ofrecer un resultado
diferente, atractivo y rompedor el variar nuestra posición y
agacharnos, subirnos a algún sitio, situarnos a ras de suelo...
Pues bien, esta variación lo que nos permite es cubrir los difrentes
ángulos que existen y que a continuación te detallo.

1. Ángulo Normal
Como su nombre indica, éste es el ángulo habitual con el que
fotografiamos y se caracteriza por establecer una línea entre
cámara y objeto fotografiado paralela al suelo.

Proporciona una sensación de estabilidad y tranquilidad,


precisamente derivada de originarse a partir de una posición con la
que solemos no sólo fotografiar, sino también observar el mundo.

Sin duda, es el tipo de ángulo más empleado y, por ello, cuando


lo que vas a fotografiar está más abajo, en muchas ocasiones te
recomendamos que te agaches para lograr éste ángulo.

No obstante, como siempre conviene conocer y experimentar en


determinadas ocasiones con otros ángulos para ofrecer resultados
diferentes.

Ten en cuenta que a veces romper con las normas es lo que


hace que una fotografía destaque por encima de otras que
reflejan una misma realidad, pero desde una óptica o punto de vista
completamente diferente.

Y en este sentido, el variar el ángulo de la toma, es, sin duda, una


excelente forma de modificar el punto de vista de un fotografía y el
sentimiento que se quiere transmitir.

2. Ángulo Picado

Este ángulo se produce cuando la cámara se sitúa en un plano


superior al objeto fotografiado.

Precisamente esta posición superior también conlleva una situación


de inferioridad, vulnerabilidad o debilidad del objeto dentro de
la fotografía.

Es habitual en fotografía de niños (como consecuencia de su mayor


fragilidad y debilidad), pequeños animales, flores, objetos de
pequeñas dimensiones...

No obstante, como ya te he comentado anteriormente, está bien


experimentar y cambiar los ángulos. Pasar a emplear, por
ejemplo, el ángulo normal en fotografía de niños puede dar
resultados muy atractivos.

3. Ángulo Cenital o Picado Etremo

Cuando la situación de la cámara con respecto al objeto a fotografiar


es de extrema superioridad, hasta el punto de situarse en la
perpendicular al suelo por encima del sujeto fotografiado,
entonces hablamos de ángulo cenital.

Se trata un ángulo que incrementa aún más, si cabe, la sensación de


inferioridad. Por otro lado, si el picado centra mucho la atención en el
objeto, con el cenital abrimos un poco más el campo y
mostramos también el contexto que lo rodea.

Aunque no es muy habitual, puede dotar a tus fotografías de un


punto de vista muy particular de la realidad. Si no, observa la foto de
la derecha en la que se muestra un plano cenital de los pies.

4. Ángulo Contrapicado

Si el ángulo picado se consigue situando la cámara por encima del


sujeto, el contrapicado lo logramos situando la cámara en una
posición inferior al objeto a fotografiar.

Con este ángulo dotamos al objeto fotografiado de mayor


importancia, superioridad, magestuosidad y, sobre todo, de
una posición dominante frente al observador.

Es un ángulo de toma muy utilizado en fotografía de edificios, pues


dota a éstos de mayor grandeza. Aunque también puede ser un
recurso para mostrar como superiores a sujetos que se aprecian
como inferiores en la realidad, por ejemplo, los niños, las mascotas...

Si a este ángulo además le sumas el uso de una distancia focal corta,


además conseguirás incrementar más, si cabe, la sensación de
superioridad.

5. Ángulo Nadir o Contrapicado Extremo

Si la situación de inferioridad de la cámara frente al objeto a


fotografiar la llevas al extremo, consigues el denominado ángulo
nadir. La cámara se sitúa prácticamente en la perpendicular que une
objeto fotografiado y cielo.

Con este ángulo se incrementan al máximo las sensaciones del


contrapicado, poniendo al que observa la fotografía en la piel de
una "hormiga" para la que todo es enorme y "amenazador".

Su uso se reserva casi exclusivamente para fotografía de edificios, ya


que las líneas de éstos dotan de una gran profundidad a las tomas.

Y con estos 5 habríamos cubierto los principales tipos de ángulos a


emplear en nuestras fotografías. Lo más importante es que los
conozcas y que también sepas en qué tipo de tomas suelen
emplearse.

Eso sí, como también te he ido comentando a lo largo del artículo, es


interesante variar los ángulos y probar tomas diferentes a las
que normalmente suelen realizarse.
Recuerda que la fotografía es arte y en el arte, anque hay ciertas
reglas que son garantía de éxito, es igualmente importante saber
transgredir estas reglas para obtener resultados rompedores,
innovadores y atractivos.

7 Situaciones en las que Deberías Apagar


el Enfoque

Automático

1. Cuando No Hay Suficiente Contraste

El sistema de enfoque automático funciona con un servomecanismo


que se ajusta por contraste. Por eso, cuando la zona de enfoque
no tiene suficiente contraste, el enfoque automático no funciona bien:
el anillo del enfoque va de un extremo a otro sin encontrar el punto
adecuado.

Un truco que puedes emplear consiste en buscar un elemento en


las proximidades que esté a la misma distancia que la zona de
enfoque y enfocarlo. Cuando lo tengas, y sin soltar el disparador,
reencuadra y dispara (importante: deberás tener desactivado el modo
de enfoque continuo si es que tu cámara cuenta con él).

Hay veces que el truco no acaba de funcionar. Es en esos casos en


los que hay que tirar de enfoque manual.

2. Cuando No Hay Suficiente Luz

Realmente es una variante del caso anterior. Aunque haya elementos


como para que haya contraste, si no hay luz suficiente, apenas hay
contraste. Y el enfoque automático, falla. Por eso, muchas cámaras
vienen con una luz de ayuda al enfoque. Pero si el punto de enfoque
está lejos, la luz no tiene la suficiente potencia para iluminar y... vas
a obtener mejores resultados si apagas el AF y enfocas a mano.

3. En Paisajes y Cuando Busques la Mayor Profundidad de


Campo

Suele pasar en paisajes, pero si lo que quieres es la máxima


profundidad de campo, es decir, que desde lo más cercano hasta lo
más lejano esté enfocado, te interesa buscar la hiperfocal (recuerda,
1/3). Y en tal caso, suele resultar más cómodo haciéndolo a
mano. Puede ayudarte jugar inicialmente con grandes aperturas (F
bajo) en el momento de enfoque para facilitar el proceso, y cuando lo
tengas, reajustar apertura y velocidad de obturación para maximizar
la profundidad de campo.

4. Si Estás Haciendo HDR's

En dZoom hemos hablado largo y tendido de los HDR. Incluso te


hemos contado técnicas para emularlos. Pero si lo que estás haciendo
es un HDR de los genuinos, vas a necesitar tomar exactamente la
misma escena con diferentes niveles de exposición. Y tomar la misma
escena requiere que el punto de enfoque permanezca fijo, para lo
cual te va a resultar más cómodo desactivar el enfoque automático.

Este consejo también puede valer si estás intentando hacer un Time-


lapse y no quieres variar el punto de enfoque.

5. Al Disparar a Través de un Cristal


El caso que te he contado. Y que conste que el vidrio era fijo. Si
hubiera sido una ventana, la habría abierto, que es lo mejor que se
puede hacer. Pero si no se puede abrir, a menudo, el sistema AF se
hace líos con brillos y reflejos. Por eso, es recomendable desactivarlo
y enfocar manualmente. ¡Ey! debes tenerlo en cuenta si tomas fotos
desde un avión.

6. Con Objetos que se Mueven a Toda Velocidad

La culpa la tiene el motor de enfoque, que no tiene velocidad infinita.


El caso es que el tiempo que tarda una cámara en enfocar no es cero.
Y por eso, si el objeto que pretendes fotografiar se mueve rápido, es
muy probable que cuando consigas el enfoque, el "bicho" en
movimiento ya no esté ahí. Por eso, a veces, es preferible realizar el
enfoque a mano en un punto fijo y estar preparado para disparar
cuando el objeto esté ahí.

Requiere su práctica, no te digo que no, pero es efectivo.

7. En Fotografía Macro y Con Grandes Aperturas

Si la profundidad de campo es muy reducida, al sistema AF le cuesta


trabajo hacerse una idea del punto de contraste para el enfoque. Si
estás usando lentes de aproximación o tubos de extensión, los
problemas se acentúan.

Es un buen momento para apagar el AF y tirar de enfoque manual.


Aquí también.

5 Buenos Consejos para Hacer Retratos al


Aire Libre
1. Busca la sombra

Muchas veces tenemos la sensación de que al sol salen mejor los


retratos porque disponemos de más luz.

La realidad es que, en la mayoría de las ocasiones, a la sombra


tenemos luz más que suficiente para que la foto salga
correctamente y existen una serie de ventajas que hacen que el
resultado sea normalmente mejor si hacemos las fotos a la sombra.

Cuando el sol se proyecta directamente en el rostro de quién estamos


fotografiando, lo normal es que la aplicación de la luz proyecte
sombras no deseadas en el propio rostro que desmerezcan nuestro
trabajo.

Además, en función de la posición del sol respecto a quién estemos


fotografiando puede provocar molestias que hagan que nuestro o
nuestra modelo adopte expresiones poco favorecedoras.

Así que, ya sabes: si puedes, busca la sombra.

2. Que la sombra sea uniforme


Hay veces que utilizamos la sombra de un arbol para proteger a
quien fotografiamos. El motivo puede deberse a que nos resulta
agradable el entorno o simplemente a que no disponemos de una
sombra mejor.

El problema que muchas veces presentan las sombras de los árboles


es que la luz pasa de forma irregular a través de las hojas,
dejando zonas de luz y zonas de sombra.

Cuando estés realizando el encuadre para la foto fíjate bien en que no


haya zonas de luz que incidan directamente en el rostro de las
personas a las que estás haciendo la foto si, por ejemplo, se trata de
una foto en grupo, ya que esta diferencia de luz en las distintas zonas
provocará un contraste tonal excesivo en los rostros.

3. Vigila el fondo

EL fondo puede ser un perfecto aliado o arruinar definitivamente la


foto.

Trata de evitar elementos en el fondo que puedan atraer demasiado


la atención de lo que realmente nos interesa en este tipo de
fotografías, que son las personas.

4. Aprovecha el bokeh

El bokeh es un término de origen japonés utilizado en fotografía para


referirse a la estética de las zonas desenfocadas que produce el uso
de una profundidad de campo reducida en una fotografía.

Haciendo la foto con el fondo a cierta distancia y utilizando una


apertura que nos permita que nuestro fondo salga desenfocado,
podemos aprovechar combinaciones de colores en el fondo
para conseguir un aspecto muy agradable en nuestra composición sin
que reste atención al motivo principal de la foto.

5. Y por supuesto... enfoca a los ojos

Este consejo no está estrictamente asociado a los retratos al aire


libre, pero no por ello me lo quería ahorrar, ya que para mi es el
consejo número uno en fotografía de retratos.

Dicho de otra forma, si este consejo nos falla, el resto de consejos


tendrán poca importancia.

Y es que un retrato en el que el elemento principal es el rostro, si no


conseguimos que los ojos salgan correctamente enfocados,
nos encontraremos con una sensación incómoda al contemplar
la foto que no terminará de agradarnos por completo.

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